Nota
b Según Josefo, historiador del siglo primero, el hambre que padeció Jerusalén en 70 E.C. fue tan intensa que la gente comió cuero, hierba y heno. Se sabe de un caso en el que una madre asó a su propio hijo y se lo comió.
b Según Josefo, historiador del siglo primero, el hambre que padeció Jerusalén en 70 E.C. fue tan intensa que la gente comió cuero, hierba y heno. Se sabe de un caso en el que una madre asó a su propio hijo y se lo comió.