Nota
a Aunque se le personifique como un “ayudante”, el espíritu santo no es una persona, pues en griego se emplea un pronombre neutro para referirse a él. En hebreo se utilizan igualmente pronombres femeninos para referirse a la sabiduría personificada. (Proverbios 1:20-33; 8:1-36.) Además, el espíritu santo fue “derramado”, algo imposible de hacer con una persona. (Hechos 2:33.)