Nota
a En la sociedad griega se tenía la educación en muy alta estima. Plutarco, contemporáneo de Timoteo, escribió: “En estas cosas el único punto capital, primero, medio y último, es una buena educación y una instrucción apropiada, y afirmo que estas cosas son las que conducen y cooperan a la virtud y a la felicidad. El resto de los bienes son humanos y pequeños y no son dignos de ser buscados con gran trabajo” (Moralia, tomo I, “Sobre la educación de los hijos”).