b A veces Jehová pasó de hablar de cosas reales y concretas a cosas poéticas y simbólicas, y lo hizo de manera que casi no se nota el cambio (vea, por ejemplo, Job 41:1, 7, 8, 19-21). Pero su objetivo siempre fue el mismo: ayudar a Job a sentir más respeto y admiración por su Creador.