Sábado 16 de abril
Cristo fue levantado de entre los muertos (1 Cor. 15:20).
Al llamar a Jesús “primicias”, el apóstol Pablo dio a entender que después también habría otras personas que resucitarían para vivir en el cielo (1 Cor. 15:18). Con el tiempo, todos los que estuvieran “en unión con Cristo” —entre ellos los apóstoles— resucitarían para vivir en el cielo, igual que Jesús. Para cuando Pablo escribió a los corintios, la resurrección celestial de los que estuvieran “en unión con Cristo” todavía no había comenzado. De hecho, dio a entender que sucedería en un momento futuro. Dijo: “Cada uno en su debido orden: Cristo como primicias, y después los que le pertenecen al Cristo durante su presencia” (1 Cor. 15:23; 1 Tes. 4:15, 16). Como vemos, los apóstoles y otros ungidos tendrían que esperar hasta la presencia de Cristo para recibir su recompensa celestial y estar “unidos a él en una resurrección como la suya” (Rom. 6:5). Ahora vivimos en la predicha “presencia” de Cristo. w20.12 5 párr. 12; 6 párrs. 16, 17
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 14 de nisán) Juan 19:1-42
Domingo 17 de abril
Se siembra en corrupción y se resucita en incorrupción (1 Cor. 15:42).
El apóstol Pablo se refería a quienes resucitan con un cuerpo celestial, es decir, “uno espiritual” (1 Cor. 15:43, 44). Cuando Jesús estuvo en la Tierra, tuvo un cuerpo físico. Pero, al resucitar, “se convirtió en un espíritu que da vida” y regresó al cielo. De manera parecida, los ungidos resucitarían como seres espirituales. Pablo explicó: “Tal como somos la imagen del que fue hecho del polvo, seremos también la imagen del que es celestial” (1 Cor. 15:45-49). Recordemos que Jesús no resucitó con un cuerpo humano. Pablo explicó por qué: “Carne y hueso no pueden heredar el Reino de Dios” en el cielo (1 Cor. 15:50). Los apóstoles y los demás ungidos tampoco irían al cielo con cuerpos de carne y hueso, que se corrompen. w20.12 10, 11 párrs. 10-12
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 15 de nisán) Mateo 27:62-66 (tras la puesta del sol: 16 de nisán) Juan 20:1
Lunes 18 de abril
Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón? (1 Cor. 15:55).
Dios inspiró a algunos discípulos de Jesús del siglo primero para que escribieran sobre la esperanza celestial. El apóstol Juan explicó: “Ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando él sea manifestado seremos como él” (1 Juan 3:2). Así que los ungidos no saben cómo será eso de vivir en el cielo y tener un cuerpo espiritual. Lo que sí saben es que cuando reciban su recompensa verán a Jehová. La Biblia da algunos detalles sobre esto. Los ungidos estarán con Cristo cuando él destruya “todo gobierno y toda autoridad y poder”, lo que incluye al “último enemigo, la muerte”. Finalmente, Jesús y los que gobiernen con él se someterán ellos mismos y someterán todas las cosas a Jehová (1 Cor. 15:24-28). ¡Qué momento tan emocionante! w20.12 8 párr. 2
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 16 de nisán) Juan 20:2-18