Jueves 19 de mayo
Hagan discípulos de gente de todas las naciones. Bautícenlos (Mat. 28:19).
Si fuimos nosotros los que le dimos clases de la Biblia a un discípulo recién bautizado, nos sentimos muy felices (1 Tes. 2:19, 20). Los nuevos discípulos son excelentes “cartas de recomendación” que hablan bien no solo de su maestro, sino de toda la congregación (2 Cor. 3:1-3). Nos alegra ver que durante cuatro años se han informado un promedio mensual de 10.000.000 de cursos bíblicos por todo el mundo. Y durante ese mismo periodo de tiempo se han bautizado un promedio anual de más de 280.000 personas. Como vemos, todavía quedan varios millones de estudiantes que podrían bautizarse. ¿Cómo podemos ayudarlos? Jehová es paciente y todavía les está dando a las personas la oportunidad de llegar a ser discípulos de Cristo. El tiempo se está agotando, así que queremos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarlas a progresar lo más rápido posible y bautizarse (1 Cor. 7:29a; 1 Ped. 4:7). w20.10 6 párrs. 1, 2
Viernes 20 de mayo
Dios se opone a los arrogantes, pero les muestra bondad inmerecida a los humildes (Sant. 4:6).
El rey Saúl no obedeció a Jehová. Cuando el profeta Samuel le llamó la atención por eso, Saúl no admitió su error. Por el contrario, trató de justificarse quitándoles importancia a las consecuencias de desobedecer y echándoles la culpa a otros (1 Sam. 15:13-24). Y no era la primera vez que Saúl había tenido esta actitud (1 Sam. 13:10-14). Por desgracia, permitió que su corazón se volviera arrogante. Como no corrigió su manera de pensar, Jehová lo reprendió y lo rechazó. Para aprender de lo que le pasó a Saúl, podemos hacernos las siguientes preguntas: “¿Busco excusas para no poner en práctica los consejos que leo en la Biblia? ¿Les quito importancia a las consecuencias de desobedecer? ¿Les echo a otros la culpa de lo que yo hago?”. Si hemos respondido que sí a alguna de estas preguntas, tenemos que cambiar nuestra manera de pensar y nuestra actitud. Si no lo hacemos, nuestro corazón podría volverse tan arrogante que Jehová no querría ser nuestro amigo. w20.11 20 párrs. 4, 5
Sábado 21 de mayo
Acuérdate de tu Gran Creador en tu juventud, antes de que vengan los días angustiosos y lleguen los años en que vas a decir: “No encuentro en ellos ningún placer” (Ecl. 12:1).
Joven, decide a quién servirás. Tienes que comprobar por ti mismo quién es Jehová, cuál es su voluntad y cómo puedes hacerla (Rom. 12:2). Solo así podrás tomar la decisión más importante de tu vida: la de servir a Jehová (Jos. 24:15). Si lees y estudias la Biblia de manera regular, tu amor por Jehová y tu fe en él se harán más fuertes. Centra tu vida en hacer la voluntad de Jehová. El mundo de Satanás promete que si usas tus talentos para tu propio beneficio serás feliz. Pero en realidad quienes centran su vida en conseguir cosas materiales se causan “muchos dolores” (1 Tim. 6:9, 10). En cambio, si escuchas a Jehová y decides poner su voluntad en primer lugar, te irá bien en la vida y “actuarás con sabiduría” (Jos. 1:8). w20.10 30, 31 párrs. 17, 18