Viernes 6 de junio
En un tiempo ustedes eran oscuridad, pero ahora son luz (Efes. 5:8).
El apóstol Pablo había pasado un tiempo en Éfeso predicando y enseñando las buenas noticias (Hech. 19:1, 8-10; 20:20, 21). Él amaba muchísimo a sus hermanos y quería ayudarlos a serle fieles a Jehová. Antes de hacerse cristianos, los efesios tenían muchas creencias religiosas falsas y eran muy supersticiosos. Las personas de Éfeso eran muy inmorales y no sentían ni la más mínima vergüenza de su conducta. Las obras de teatro y las celebraciones religiosas giraban en torno al sexo (Efes. 5:3). La gente había “perdido todo sentido moral”, una expresión que literalmente significa que habían dejado de sentir dolor (Efes. 4:17-19). En otras palabras, no les dolía la conciencia. Como no distinguían lo bueno de lo malo, Pablo dijo que estaban “en oscuridad mental y separados de la vida que le pertenece a Dios”. Sin embargo, algunos efesios habían salido de toda esa oscuridad. w24.03 20 párrs. 2, 4; 21 párrs. 5, 6
Sábado 7 de junio
Los que ponen su esperanza en Jehová recobrarán las fuerzas. No se cansarán (Is. 40:31).
Como juez de Israel, Gedeón tuvo que desgastarse mucho físicamente. Cuando los madianitas huyeron en una batalla nocturna, él los persiguió desde el valle de Jezreel hasta el río Jordán (Juec. 7:22). ¿Qué hizo entonces? ¿Se detuvo? ¡Por supuesto que no! Aunque él y sus 300 hombres estaban cansados, cruzaron el río y continuaron con la persecución. Al final, alcanzaron a los madianitas y los derrotaron (Juec. 8:4-12). Gedeón confió en que Jehová le daría fuerzas, y Jehová no le falló (Juec. 6:14, 34). En una ocasión, Gedeón y sus hombres persiguieron a pie a dos reyes madianitas que, al parecer, huían montados en sus camellos (Juec. 8:12, 21). Pero, con la ayuda de Jehová, estos israelitas tan perseverantes los alcanzaron y los vencieron. Los ancianos de la actualidad también pueden confiar en Jehová, el Dios que “jamás se cansa ni se agota”. Él les dará fuerzas siempre que las necesiten (Is. 40:28, 29). w23.06 6 párr. 14; 7 párr. 16
Domingo 8 de junio
Jehová no los dejará ni los abandonará (Deut. 31:6).
Podemos tener un corazón firme ante cualquier prueba que se nos presente. Así que confiemos en Jehová. Pensemos en el juez Barac y en lo bien que le fue por seguir las instrucciones de Jehová sin dudar. En esa época, los israelitas no estaban preparados para ir a la batalla. No tenían ni un escudo ni una lanza. A pesar de todo, Jehová le dijo a Barac que se fuera a pelear contra Sísara y su ejército cananeo, que estaban armados hasta los dientes (Juec. 5:8). La profetisa Débora le dijo a Barac que bajara del monte Tabor a la llanura para enfrentarse con Sísara y sus 900 carros. Aunque en terreno llano los carros tendrían ventaja, Barac obedeció. Mientras los soldados bajaban del monte, Jehová mandó un fuerte aguacero. Los carros se atascaron en el lodo, y Jehová le dio a Barac la victoria (Juec. 4:1-7, 10, 13-16). Lo mismo puede decirse de nosotros: Jehová nos dará la victoria si confiamos en él y seguimos las instrucciones que nos da mediante su organización. w23.07 19 párrs. 17, 18