-
Un regalo sin igualLa Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (público) 2017
-
-
TEMA DE PORTADA | ¿ACEPTARÁ USTED EL MAYOR REGALO DE DIOS?
Un regalo sin igual
EL SACAPUNTAS con forma de barco que Jordan tiene en la mano no parece gran cosa. Sin embargo, es una de sus posesiones más preciadas. Él cuenta: “Me lo regaló Russell, un viejo amigo de la familia, cuando yo era niño”. Tras la muerte de Russell, Jordan se enteró de lo importante que había sido aquel amigo en la vida de su abuelo y de sus padres, y de cuánto los había ayudado en momentos difíciles. “Ahora que conozco más detalles de él, su pequeño regalo tiene más valor que nunca”, dice Jordan.
Esta experiencia ilustra que un regalo que quizás para alguien tenga poco o ningún valor, para una persona agradecida puede llegar a ser muy valioso, algo único. En la Biblia se menciona un regalo de valor incalculable con estas conocidas palabras: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).
¡Un regalo que puede dar vida eterna a quien lo recibe! ¿Podría haber un obsequio más valioso? Aunque algunas personas no lo consideren así, para los cristianos verdaderos es “precioso”, de mucho valor (Salmo 49:8; 1 Pedro 1:18, 19). Pero ¿por qué ofreció Dios la vida de su Hijo como regalo para la humanidad?
El apóstol Pablo lo explica así: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres” (Romanos 5:12). El primer hombre, Adán, pecó al desobedecer a Dios a propósito y por eso fue castigado con la pena de muerte. Por culpa de Adán, su descendencia —toda la humanidad— heredó la muerte.
“El salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23). A fin de rescatar al ser humano de la condena a muerte, Dios envió a la Tierra a su Hijo, Jesucristo, para que sacrificara su vida humana perfecta por toda la humanidad. Gracias a ese sacrificio, conocido como “el rescate”, quienes pongan fe en Jesús tendrán vida eterna (Romanos 3:24).
Al hablar de las bendiciones que Dios da mediante Jesucristo a quienes le sirven, el apóstol Pablo dijo: “A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita” (2 Corintios 9:15). En efecto, el rescate es un regalo tan extraordinario que no hay palabras para describirlo. Pero de entre todos los generosos regalos que Dios nos ha dado, ¿por qué es el rescate el más sobresaliente? ¿Qué lo hace diferente de cualquier otro regalo que Dios nos haya hecho?a ¿Y cómo deberíamos responder nosotros? Los siguientes dos artículos contestarán estas preguntas.
a Jesús dio su vida por nosotros voluntariamente (1 Juan 3:16). Sin embargo, como ese sacrificio formaba parte del propósito de Dios, esta serie de artículos se centrará en el papel que Dios desempeñó para hacer posible el rescate.
-
-
El mayor regalo de Dios. ¿Qué lo hace tan especial?La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (público) 2017
-
-
TEMA DE PORTADA | ¿ACEPTARÁ USTED EL MAYOR REGALO DE DIOS?
El mayor regalo de Dios. ¿Qué lo hace tan especial?
¿Qué hace que un regalo sea especial para usted? De seguro, estos cuatro factores están implicados: 1) quién hizo el regalo, 2) por qué lo hizo, 3) qué sacrificio implicó hacerlo y 4) si ese regalo satisfizo una verdadera necesidad. Reflexionar en estos factores puede ayudarnos a aumentar la gratitud que sentimos por el rescate, el mejor regalo que Dios nos ha hecho.
¿QUIÉN HIZO EL REGALO?
Un regalo puede ser especial si nos lo ha dado una persona con autoridad o por la que sentimos gran admiración. Otros regalos quizás los atesoremos porque nos los dio un familiar querido o un buen amigo, aunque tengan poco valor monetario. Ese fue el caso del regalo que Russell le hizo a Jordan y que mencionamos en el artículo anterior. Pero ¿qué tiene que ver esto con el rescate?
En primer lugar, la Biblia dice que “Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiéramos la vida mediante él” (1 Juan 4:9). Ese hecho hace que sea un regalo muy valioso, ya que no hay nadie con mayor autoridad que Dios. Un salmista hebreo escribió: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra” (Salmo 83:18). No podríamos recibir un regalo de nadie más importante.
En segundo lugar, Dios es “nuestro Padre” (Isaías 63:16). ¿Por qué decimos eso? Porque nos dio la vida. Además, nos cuida y se preocupa por nosotros como hace un buen padre con sus hijos. Refiriéndose a una parte de su pueblo de la antigüedad a la que llamaba Efraín, Dios preguntó: “¿Es Efraín para mí un hijo precioso, o un niño acariciado? [...] Con toda seguridad le tendré piedad” (Jeremías 31:20). Hoy, Dios siente lo mismo por sus adoradores. No solo es nuestro Creador todopoderoso, también es nuestro amoroso Padre y Amigo. Por ello, cualquier regalo suyo es especialmente valioso.
¿POR QUÉ LO HIZO?
Algunos regalos son especiales porque se dieron por amor, no por compromiso. Quien es realmente generoso no espera recibir nada a cambio de lo que da.
Dios entregó a su Hijo a favor nuestro porque nos ama. “Por esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso —dice la Biblia—, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiéramos la vida mediante él” (1 Juan 4:9). Dios no tenía ninguna obligación de hacerlo. “El rescate pagado por Cristo Jesús” es una demostración de la “bondad inmerecida” de Dios (Romanos 3:24).
¿Por qué es este regalo de Dios una muestra de su “bondad inmerecida”? La Biblia explica: “Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Movido por su gran amor, Dios actuó a favor de la humanidad débil y pecadora, que estaba desamparada. Nosotros no merecíamos ese amor y tampoco se lo podremos pagar nunca. Su regalo es la mayor muestra de amor de la historia.
¿QUÉ SE SACRIFICÓ?
Algunos regalos son valiosos porque implicaron un gran sacrificio para la persona que los dio. Cuando alguien está dispuesto a desprenderse de algo que aprecia muchísimo y nos lo da, ese sacrificio hace que su regalo tenga un valor especial para nosotros.
Dios “dio a su Hijo unigénito” (Juan 3:16). No podría habernos dado a nadie a quien quisiera más. Durante los miles de millones de años en los que Dios creó el universo, Jesús trabajó a su lado y llegó a ser aquel “con quien él estuvo especialmente encariñado” (Proverbios 8:30). Jesús es su Hijo amado, “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:13-15). Nunca han existido dos personas más unidas.
Y sin embargo, Jehová estuvo dispuesto a entregar a su propio Hijo (Romanos 8:32). En efecto, nos dio lo mejor que tenía. Ningún otro regalo le ha costado tanto.
¿POR QUÉ ES TAN NECESARIO?
Algunos regalos son especiales porque cubren una verdadera necesidad, quizás una urgente. Imagine, por ejemplo, que usted necesita un tratamiento médico que le puede salvar la vida pero no se lo puede costear y que alguien se ofrece a pagarlo. Sin duda, le estaría tremendamente agradecido, ¿no cree?
“Así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22). Los descendientes de Adán estamos “muriendo”, pues no podemos librarnos de la enfermedad y la muerte; tampoco podemos reconciliarnos con Dios y estar sin culpa ante él. Y al ser simples humanos, no podemos “vivificar” a ninguna persona. La Biblia señala que nadie “puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él”, ya que no está a nuestro alcance (Salmo 49:7, 8). Necesitamos ayuda con urgencia, pues no podemos pagar el precio del rescate. Por nuestra cuenta no lograríamos nada.
Impulsado por su gran amor, Jehová pagó con gusto el “tratamiento” que necesitamos para salvar nuestra vida y lo hizo mediante Jesús. ¿Cómo logra esto el rescate? “La sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado”. Es decir, tener fe en la sangre derramada de Jesucristo permite que se nos perdonen los pecados y tengamos vida eterna (1 Juan 1:7; 5:13). El rescate también beneficiará a nuestros seres queridos que han muerto, pues la Biblia dice: “Dado que la muerte es mediante un hombre, la resurrección de los muertos también es mediante un hombre [Jesús]” (1 Corintios 15:21).a
El sacrificio de Jesús es el mayor regalo de la historia pues nos lo dio el ser más importante del universo motivado por un amor insuperable. Nadie ha sacrificado tanto por nosotros como Jehová Dios. Y no hay otro regalo que satisfaga una necesidad tan urgente como la de librarnos del pecado y la muerte. Sin lugar a dudas, el rescate es un regalo sin igual.
-
-
¿Cómo responderá al mayor regalo de Dios?La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (público) 2017
-
-
TEMA DE PORTADA | ¿ACEPTARÁ USTED EL MAYOR REGALO DE DIOS?
¿Cómo responderá al mayor regalo de Dios?
“El amor que el Cristo tiene nos obliga, [...] murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado” (2 Corintios 5:14, 15).
RECIBIR un regalo muy especial debería motivarnos a mostrar gratitud. Jesús resaltó la importancia de ser agradecidos cuando sanó a diez hombres de una enfermedad penosa que entonces no tenía cura. Uno de los diez hombres “volvió atrás, glorificando a Dios en alta voz”. Jesús dijo: “Los diez fueron limpiados, ¿no es verdad? Entonces, ¿dónde están los otros nueve?” (Lucas 17:12-17). Este relato nos enseña lo rápido que podemos olvidar los buenos gestos que otros tienen con nosotros.
Como hemos visto, el rescate es un regalo sin igual. Es, por mucho, el mejor regalo que se haya hecho jamás. Por lo tanto, ¿cómo deberíamos responder a lo que Dios ha hecho por nosotros?
Conozca a quien hace el regalo. El rescate no otorga vida eterna a todas las personas automáticamente. Más bien, es tal como Jesús oró a su Padre: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). Si se enterara de que un hombre le salvó la vida cuando usted era niño, ¿no desearía conocerlo mejor y preguntarle por qué lo hizo? Jehová Dios, quien nos dio el regalo del rescate para salvarnos la vida, quiere que lo lleguemos a conocer y que seamos sus amigos. “Acérquense a Dios —aconseja la Biblia—, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).
Tenga fe en el rescate. “El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36). ¿Qué significa ejercer fe? Significa actuar. La fe en el rescate se demuestra con obras (Santiago 2:17). Para que un regalo llegue a ser suyo, usted debe extender la mano y aceptarlo. De la misma manera, tiene que “extender la mano” para aceptar el regalo del rescate. Esto implica aprender cómo quiere Dios que vivamos y actuar en consecuencia.a Ore a Dios y pídale que le perdone y le dé una conciencia limpia. Acérquese a él con la total confianza de que el rescate garantiza un futuro eterno de paz, seguridad y bienestar para todos los que ejerzan fe (Hebreos 11:1).
Asista a la Conmemoración de la muerte de Jesús. Para que no olvidáramos el rescate, Jesús instituyó una celebración anual. Dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Este año, los testigos de Jehová conmemoraremos la muerte de Jesús el martes 11 de abril, después de la puesta del Sol. En el programa, que dura cerca de una hora, se explicará lo que significa la muerte de Jesús y cómo nos beneficia ahora y en el futuro. El año pasado asistieron a la Conmemoración unos 20 millones de personas en todo el mundo. Lo invitamos cordialmente a asistir para agradecerle a Dios el mayor regalo que nos ha hecho.
-