-
Por qué sigue siendo importante la modestiaLa Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2017
-
-
¿Cómo podemos imitar a Jesús cuando recibimos un cambio de asignación? (Vea los párrafos 12 a 14).
12, 13. ¿Por qué no sería extraño si de vez en cuando cambia nuestro lugar en la organización de Dios?
12 Ahora bien, nuestro papel en la organización de Dios puede cambiar con el tiempo. Pensemos en el caso de Jesús. Al principio, estaba a solas con Jehová (Prov. 8:22). Más tarde, ayudó a crear a los demás seres espirituales, el universo y, finalmente, a los humanos (Col. 1:16). Muchos años después, Jesús asumió un nuevo papel en la Tierra, primero como un bebé indefenso y luego como un adulto (Filip. 2:7). Cuando dio su vida en sacrificio, regresó al cielo y se convirtió en el Rey del Reino de Dios en 1914 (Heb. 2:9). Y esta no será la última asignación que reciba. Al final de su Reinado de Mil Años, entregará el Reino a Jehová para que él “sea todas las cosas para con todos” (1 Cor. 15:28).
13 Así que nosotros también podemos esperar cambios de asignación de vez en cuando, a menudo por las decisiones que tomamos. Por ejemplo, quizás decidimos casarnos o tener hijos, o en los últimos años hemos simplificado nuestra vida para servir de tiempo completo. Cada una de estas decisiones nos trae privilegios y responsabilidades. Además, otras circunstancias —si somos jóvenes o estamos entrados en años, si tenemos buena salud o no— también pueden aumentar o reducir lo que podemos hacer. Pero Jehová siempre tiene en cuenta cuál es la mejor manera de usarnos en su servicio. Solo espera de nosotros lo que es razonable y valora mucho todo lo que hacemos (Heb. 6:10).
-
-
Por qué sigue siendo importante la modestiaLa Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (estudio) 2017
-
-
16, 17. Cuando piensa en su progreso espiritual, ¿qué cosas tiene en cuenta la persona modesta?
16 Ser modesto no significa que no debemos aceptar privilegios o esforzarnos por conseguirlos. Las Escrituras nos animan a todos a progresar (1 Tim. 4:13-15). Pero ¿hace falta recibir un cambio de asignación para ello? No necesariamente. Con la ayuda de Jehová, podemos progresar espiritualmente sea cual sea la asignación que tengamos ahora. Y es posible seguir desarrollando las capacidades que Dios nos ha dado y hacer más por otras personas.
-