2 Y en el mes de nisán, en el año 20+ del rey Artajerjes,+ le trajeron vino al rey. Yo, como siempre, agarré el vino y se lo serví.+ Ahora bien, yo nunca había estado triste en su presencia. 2 Por eso el rey me dijo: “Te veo decaído. ¿Qué te pasa? No estás enfermo, así que debe ser que tu corazón está triste”. En ese momento sentí muchísimo miedo.
3 Entonces le dije al rey: “¡Larga vida al rey! ¿Cómo no voy a verme triste, cuando la ciudad donde están enterrados mis antepasados está en ruinas y sus puertas fueron quemadas?”.+ 4 El rey me preguntó: “¿Qué es lo que quieres hacer?”. Al instante le oré al Dios de los cielos.+ 5 Y contesté: “Si al rey le parece bien y si este siervo tuyo tiene tu favor, envíame a Judá, a la ciudad donde están enterrados mis antepasados, para que pueda reconstruirla”.+ 6 Entonces el rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me dijo: “¿Cuánto va a durar tu viaje? ¿Y cuándo volverás?”. Así pues, al rey le pareció bien enviarme,+ y yo le dije el tiempo que estaría fuera.+
7 Luego le dije al rey: “Si al rey le parece bien, que me den cartas dirigidas a los gobernadores de la región que está al oeste del río Éufrates+ para que me dejen pasar libremente hasta que llegue a Judá. 8 Que también me entreguen una carta dirigida a Asaf, el guarda del Parque del Rey, a fin de que me dé madera para hacer vigas para las puertas de la Fortaleza+ de la Casa, para las murallas de la ciudad+ y para la casa donde viviré”. Y el rey me dio las cartas,+ pues la bondadosa mano de mi Dios estaba conmigo.+