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¡Manténganse alerta!Ministerio del Reino 1976 | enero
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el tratar de comenzar un estudio usando uno de los folletos gratuitos que dejamos con cada suscriptor, como el folleto “Buenas nuevas” o el “¡Mira!,” en la mismísima primera visita.
6 En realidad, si muestran interés, podemos tratar de comenzar estudios sea que las personas se suscriban o no. Solamente se requieren unos cuantos minutos para mostrarles cómo usar nuestras publicaciones para estudiar la Biblia. Si no parece prudente prolongar la conversación, quizás podamos hacer arreglos para volver a una hora conveniente. De esta manera podemos continuar con la importante obra de hacer revisitas y, especialmente, comenzar estudios bíblicos a la vez que durante esta campaña de suscripción presentamos a la gente el material edificador de fe de las revistas La Atalaya y ¡Despertad!
Manténganse alerta por no saber el “día y hora.”
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¿Quién verdaderamente es irreprensible?Ministerio del Reino 1976 | enero
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¿Quién verdaderamente es irreprensible?
1 Al escribir con aprobación de los hermanos que ‘están haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente,’ el apóstol Pablo le recordó a Timoteo: ‘El superintendente debe ser irreprensible.’ (1 Tim. 3:1, 2) Pero esto no es algo que se espera solamente de los superintendentes. En el mismo libro de la Biblia, se insta también a otros miembros de la congregación a ser irreprensibles. (1 Tim. 5:7) ¿Precisamente qué significa el ser irreprensible?
2 Todos nosotros necesitamos apreciar que nuestra conducta no es meramente un asunto personal. Lo que hacemos tiene un efecto en nuestra familia, la congregación, y el nombre de Dios. Debemos conducirnos de una manera que honre a Jehová y a su pueblo. No solamente debemos hablar acerca de conducta correcta, sino que cada individuo debe ser un “ejemplo de obras excelentes.” (Tito 2:6, 7) A pesar de que uno haga esto, puede que algunas personas interpreten mal lo que uno hace y hallen defectos, como lo hicieron los miembros de la congregación judía con Jesús. (Luc. 7:34, 35) Pero el significado de la amonestación de Pablo es que no se pueda hacer ninguna acusación válida en contra de la persona.
3 Por supuesto, ninguno de nosotros está libre de pecados. Bajo examen se puede probar que todos tenemos fallas; todos erramos el blanco. (1 Juan 1:8) Pero no debemos estar dejando de amoldarnos a los requisitos de la Palabra de Dios de manera tan grave que sea necesario que se nos censure. (Vea Gálatas 5:19-21.) Debemos esforzarnos sinceramente por aplicar los principios bíblicos en todos los asuntos de la vida.—Compare con 1 Corintios 11:1.
4 Al imitar a Cristo, es necesario dar atención no solo a las actividades en que participamos, sino también al espíritu que mostramos. Por lo tanto, al escribir a la congregación de Filipos, incluso a los superintendentes y siervos ministeriales, el apóstol Pablo enfatizó la necesidad de que ellos fueran imitadores de Cristo en este sentido... “no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad de mente que los demás son superiores a ustedes.”—Fili. 1:1; 2:1-8.
5 Pero, ¿qué hay si una persona no hace eso? Hay personas que son tan testarudas que a menudo otros no pueden razonar con ellas. Cuando una persona de esa clase participa en una consideración es contenciosa, dando a otros la impresión clara de que está luchando verbalmente en contra de sus hermanos. Debido a que piensa demasiado de sí mismo, se inclina a considerar con desdén los puntos de vista de otros. Como resultado, sus declaraciones fácilmente producen divisiones agudas sobre las cuestiones bajo consideración en vez de contribuir a un acuerdo. Por supuesto, no todo el mundo se expresa de la misma manera. Algunos son más vigorosos que otros. Pero las altercaciones y las divisiones son clasificadas por la Palabra de Dios como “obras de la carne.” (Gál. 5:19, 20) Cualquiera que practica estas cosas no es irreprensible.
6 En cuanto a lo que se registra en 1 Timoteo 5:7, a lo cual nos referimos anteriormente, Pablo estaba diciendo que los cristianos verdaderos deben ser irreprensibles en la manera en que cuidan de viudas que están estrechamente relacionadas con ellos. Pero, por supuesto, ¿no es cierto que la misma norma elevada aplica en cada aspecto de nuestra vida? A pesar de lo que el mundo a nuestro alrededor haga, todos nosotros debemos ser intachables. ¿Cómo? “Teniendo la palabra de vida asida con fuerza,” siempre apoyándola tanto por nuestra habla como por nuestra conducta.—Fili. 2:14-16.
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Presentación que se sugiereMinisterio del Reino 1976 | enero
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Presentación que se sugiere
Lo que el Gobierno del Reino de Dios significará para nosotros aquí en la Tierra
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Su participación en el servicio del campoMinisterio del Reino 1976 | enero
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Su participación en el servicio del campo
1 ¿Hay una necesidad urgente de participar en el servicio del campo hoy día? ¡Sí! El mandato de “hagan discípulos” tiene más fuerza ahora que en ningún otro tiempo desde que se dio casi al principio de la era común, pues la Biblia muestra que los que sean destruidos en la venidera “grande tribulación” perecerán para siempre. (2 Tes. 1:9) Es por eso que todos nosotros, prescindiendo de nuestras circunstancias o privilegios en la congregación, debemos esforzarnos por participar en ayudar a otros a entrar en una relación apropiada con Jehová.—Mat. 28:19, 20.
2 Para participar eficazmente en el servicio del campo, es necesario hacer buenos planes. Si del todo posible, es provechoso apartar tiempo para participar con regularidad a horas convenientes cada semana. Un buen horario le permitirá lograr mucho más y su regularidad será una fuente de ánimo para los que puedan trabajar con usted. Si usted por lo general participa en el servicio del campo solamente en días de entre semana, tal vez pueda arreglar las cosas de vez en cuando a fin de obtener el beneficio de trabajar con uno de los ancianos u otros hermanos durante un fin de semana.
3 Aunque los ancianos de la congregación tienen mucho que hacer en la obra de pastoreo, también son “ejemplos del rebaño,” y eso incluye el que tomen la delantera en el servicio del campo. (1 Ped. 5:3) Así es que los ancianos deben esforzarse por equilibrar su pastoreo con la actividad del campo, dando la debida consideración a cada una de éstas. Se necesita equilibrio, puesto que cualquiera de nosotros pudiera tener la tendencia de elegir lo que parece ser más fácil, en vez de lo que necesita mayor atención.
4 Pero, ¿cómo pueden los ancianos tomar la delantera en el servicio del campo sin descuidar la obra de pastoreo? Algunos ancianos hacen citas para trabajar en el servicio del campo con publicadores que necesitan estímulo y les dan consejo a medida que van de casa en casa, y así de muy excelente manera, combinan el pastoreo con la obra de casa en casa. Otros quizás alternen los fines de semana entre la obra de pastoreo y el servicio del campo o quizás trabajen con el grupo de casa en casa por aproximadamente una hora y entonces visiten a publicadores.
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