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¡Rechazan la Santa Biblia!La Atalaya 1972 | 1 de enero
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“Cuando llegué a casa consideré esto con mi esposo. Entonces recordé que los Testigos nos habían mostrado que ‘toda Escritura es inspirada de Dios,’ y que debíamos estudiar la Biblia para tener un conocimiento exacto de la verdad. (2 Tim. 3:16) Dejé de enseñar en la escuela dominical poco después y comencé a estudiar la Biblia y a asistir a las reuniones con los Testigos con más regularidad.
“Ahora mi esposo y yo somos ministros dedicados de Jehová Dios, y nos regocijamos al sostener y proclamar la Biblia como Su Palabra de verdad.”
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¿En qué se basan los mitos griegos?La Atalaya 1972 | 1 de enero
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¿En qué se basan los mitos griegos?
ZEUS, Apolo, Artemis, Afrodita... estos nombres y otros son conocidos de la mayoría de nosotros como los de dioses y diosas griegos. Muchos, también, saben que los relatos mitológicos de los antiguos griegos atribuyen toda clase de prácticas detestables a sus deidades. Se les representa riñendo entre sí, peleando unos contra otros y hasta conspirando unos contra otros. El que los mitos cuenten con siquiera la base más leve en la realidad puede parecer difícil de concebirse. Sin embargo, extraño como parezca a algunas personas, la Biblia arroja luz sobre el origen posible, o hasta probable, de estas leyendas.
Según la historia verdadera que se encuentra en Génesis 6:1-13, hijos angelicales de Dios vinieron a la Tierra antes del diluvio en el día de Noé y se pusieron a vivir como esposos de mujeres atractivas. A la prole de estas uniones se les llamó “nefilim” o “derribadores,” es decir, ‘los que hacen que otros caigan.’ Todo esto contribuyó inconmensurablemente a la inmoralidad y violencia que dominaba entonces en la Tierra.
Sin duda los sobrevivientes del Diluvio, Noé y su familia, pasaron a sus descendientes la información acerca de las condiciones que existieron antes del Diluvio. Por lo tanto es digno de notarse que los mitos atribuidos a los poetas griegos Homero y Hesíodo hacen eco al relato que se halla en la Biblia. Por supuesto, estos mitos presentan los asuntos de manera sumamente deformada cuando se comparan con el registro de la Biblia.
Las deidades griegas que describen Hesíodo y Homero tenían forma humana y gran belleza, aunque a menudo eran gigantescas y sobrehumanas. Comían, bebían, dormían, tenían coito sexual entre ellas mismas o aun con humanos, vivían como familias, seducían y violaban. Aunque supuestamente eran santos e inmortales, eran capaces de cualquier clase de engaño y crimen. Podían andar visible o invisiblemente entre la humanidad.
Además de los dioses principales, las leyendas griegas describen a semidioses o héroes que eran tanto de descendencia divina como humana. Los semidioses eran de fuerza sobrehumana, pero eran mortales (Hércules es el único de ellos de quien se dice que se le concedió el privilegio de alcanzar la inmortalidad). De modo que los semidioses tienen una similitud señalada con los nefilim que se mencionan en el relato de Génesis, mientras que los dioses parecen tener su paralelo o correspondencia en los ‘hijos de Dios’ que abandonaron su posición celestial.
EVIDENCIA DE INFLUENCIA BABILÓNICA
Pero ¿por qué es que los mitos griegos presentan una versión tan tergiversada de
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