Génesis inspira fe, esperanza y ánimo
Durante el mes de junio, los testigos de Jehová comenzarán un estudio del libro bíblico de Génesis. Considerarán por algún tiempo este electrizante relato en la Escuela del Ministerio Teocrático, reunión que celebran semanalmente. Este artículo se ha publicado como ayuda para entender mejor el libro, y esperamos que conteste algunas de las preguntas que usted quizás tenga con relación a Génesis, una porción de las Santas Escrituras que es verdaderamente absorbente y edifica la fe.
JEHOVÁ se complace solamente con los que ejercen fe absoluta en él. Y ellos ciertamente tienen motivo para confiar en él, pues él es “el Dios que da esperanza” y sus grandiosas promesas nunca fallan. Es cierto que, mientras aguardan a que éstas se cumplan, tal vez afronten dificultades y pruebas. Pero todos los que “esperan a Jehová” pueden tener ánimo imperecedero, ya que él siempre salvaguarda a los que le sirven fielmente. (Romanos 15:13; Salmo 31:23, 24; Hebreos 11:6.)
Todo eso se demuestra claramente en el libro bíblico de Génesis. Éste fue escrito por Moisés en el desierto de Sinaí en 1513 a. de la E.C., y es una estimada porción de la Palabra de Dios que inspira fe, esperanza y ánimo.
Resumen del libro
Remontándose a miles de millones de años atrás, Génesis empieza con estas palabras: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”... las cosas celestiales y las terrenales. Se prepara la Tierra para que el género humano la habite, y finalmente la humanidad se halla en estado de perfección ante el Creador. Aunque se pierde el Paraíso debido al pecado, Jehová da esperanza al predecir una “descendencia” que magullaría la cabeza de la serpiente. En fe, el justo Abel ofrece un sacrificio aceptable a Dios, pero muere a manos de su hermano y se convierte así en el primer testigo de Jehová a quien se martiriza. (Génesis 1:1–4:26.)
Enoc ‘anda con Dios’ y obra en armonía con la voluntad divina. Pero las circunstancias empeoran cuando los desobedientes ‘hijos angelicales de Dios’ toman mujeres como esposas y producen a los nefilim. Sin embargo, con fe, esperanza y ánimo Noé construye el arca, da advertencia en cuanto al Diluvio inminente, y al final escapa con su familia de la devastación que el Diluvio causa. El mundo antediluviano ha desaparecido; la humanidad entra en una nueva Era. Mas con el tiempo los constructores de la torre de Babel procuran hacerse un nombre, solo para quedar frustrados cuando Jehová confunde el lenguaje de ellos y los dispersa por toda la Tierra. (Génesis 5:1–11:9.)
Obrando con fe en los mandatos de Dios, Abrán se marcha de Ur de los caldeos y llega a morar en tiendas en una tierra que Jehová promete dar a él y a sus descendientes. Se toma acción divina contra los inicuos habitantes de Sodoma y las ciudades circunvecinas. Pasa el tiempo y se cumple una promesa de Dios al nacer Isaac. No obstante, unos años más tarde se pone a prueba a Abrahán en gran manera cuando Jehová le manda que ofrezca a su hijo como sacrificio. Un ángel detiene a Abrahán, y el envejecido patriarca no tiene que llevar a cabo tal acción. Mas ahora no cabe duda de que él es un hombre de fe, y se le asegura que todas las naciones se bendecirán mediante la descendencia de él. La muerte de Sara, amada esposa de Abrahán, lo entristece, pero él puede mirar adelante con la esperanza segura de la resurrección. (Génesis 11:10–23:20; Hebreos 11:8-19.)
Mediante su siervo, Abrahán hace arreglos para el matrimonio de Isaac con Rebeca, mujer que tiene fe en Jehová. Con el tiempo ella da a luz a los gemelos Esaú y Jacob. Esaú desprecia la primogenitura y la vende a Jacob, quien luego recibe la bendición de su padre. Jacob huye a Padán-aram, donde se casa con Lea y Raquel, y cuida de los rebaños del padre de ellas, Labán, por unos 20 años, antes de partir de allí junto con su familia. Más tarde, Jacob forcejea con un ángel, recibe una bendición y su nombre se cambia al de Israel. Como hombre de fe que tiene una esperanza segura, Israel continúa morando como forastero en Canaán, la tierra de promisión. (Génesis 24:1–37:1.)
Los celos mueven a los hijos de Jacob a vender como esclavo a su hermano José. En Egipto, la adherencia fiel y valerosa de José a las altas normas morales de Dios resulta en que se le aprisione. Pero luego se le saca de la prisión para que interprete, (con la ayuda de Jehová) los sueños de Faraón, que predicen siete años de abundancia seguidos por siete años de hambre. José recibe el nombramiento de administrador de alimentos de Egipto. Los hermanos de José van a Egipto en busca de alimento, pero no reconocen a su hermano. Él primero los pone a prueba, entonces finalmente revela su verdadera identidad. El fiel Jacob se vuelve a unir con su hijo por mucho tiempo perdido, y la familia del patriarca se establece en la fértil tierra de Gosén. En su lecho de muerte, Jacob bendice a sus hijos y se siente movido a predecir que el cetro y el bastón de mando no se apartarían de Judá hasta que viniera Silo... profecía que da esperanza segura de que en los siglos por venir habría grandes bendiciones. Se transportan a Canaán los restos de Jacob para darles sepultura, y cuando José muere, a la edad de 110 años, su cuerpo es embalsamado para que algún día se le transporte a la Tierra Prometida. (Génesis 37:2–50:26; Éxodo 13:19.)
Si lee Génesis cuidadosamente, usted obtendrá gran provecho de este electrizante registro de fe, esperanza y ánimo. No obstante, puede que al leerlo le vengan preguntas a la mente. Tal vez algunas de ellas reciban respuesta mientras hacemos un examen más minucioso del primer libro de la Biblia.
El mundo antediluviano
● 1:26—¿Cómo se hizo al hombre a la imagen y semejanza de Dios?
La forma de Dios es desconocida por el hombre (Deuteronomio 4:15-20). Pero el hombre fue hecho a la imagen y semejanza de Jehová en el sentido de que fue dotado de atributos divinos, como la justicia, la sabiduría, el poder y el amor (Deuteronomio 32:4; Job 12:13; Isaías 40:26; 1 Juan 4:8). Puesto que el Hijo de Dios, la Palabra, también posee esas cualidades, Jehová apropiadamente le dijo: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”. (Juan 1:1-3, 14.)
● 4:17—¿Dónde consiguió Caín su esposa?
Adán “llegó a ser padre de hijos e hijas” (Génesis 5:4). Así que Caín tomó como esposa a una de sus hermanas. Más tarde, la Ley que Dios dio a los israelitas no permitió el matrimonio entre un hermano y una hermana carnales. (Levítico 18:9.)
● 6:6—¿En qué sentido “sintió pesar” Jehová por haber hecho a los hombres?
La palabra hebrea que ahí se traduce “sintió pesar” se relaciona con un cambio de actitud o intención. Jehová es perfecto, y por lo tanto no cometió error alguno cuando creó al hombre. Pero sí hubo un cambio en su actitud mental con relación a la inicua generación antediluviana. Dios cambió de la actitud de Creador de humanos a la de destructor de ellos por el desagrado que le causó la iniquidad de ellos. Jehová lamentó que la iniquidad del hombre requiriera que se efectuara una vasta destrucción de vida, pero se vio obligado a obrar para apoyar Sus justas normas. El hecho de que preservó a algunos humanos muestra que su pesar se limitó a los que se habían echado a perder de palabra y obra. (2 Pedro 2:5, 9.)
La humanidad entra en una nueva Era
● 8:11—Si el Diluvio arruinó los árboles, ¿dónde consiguió la paloma la hoja de olivo?
Sin duda alguna las aguas del Diluvio sí afectaron adversamente a muchos árboles. Sin embargo, Teofrasto, filósofo y científico griego, y Plinio el Viejo, naturalista romano, informaron que el olivo ha crecido bajo el agua en el mar Rojo y hasta ha conservado su verdor en tales circunstancias. De modo que un olivo pudiera haber quedado vivo bajo el agua por algunos meses durante el Diluvio. Al bajar las aguas que habían caído durante el Diluvio, un olivo que hubiera quedado sumergido volvería a estar en tierra firme y podría echar hojas, una de las cuales pudiera haber obtenido fácilmente la paloma.
● 9:24, 25—¿Por qué maldijo Noé a Canaán, si Cam fue el ofensor?
Es muy probable que Canaán fuera culpable de algún abuso o perversión contra su abuelo Noé, y Cam presenciara esto sin oponerse a ello. En vez de eso, parece que Cam, hijo de Noé, difundió lo ocurrido mientras Sem y Jafet tomaron medidas para cubrir a su padre. Por consiguiente, Sem y Jafet fueron bendecidos; Canaán, el probable perpetrador, fue maldecido, y Cam, espectador y chismoso, sufrió a causa de la vergüenza que aquello trajo sobre su prole. Aunque las Escrituras no suministran todos los detalles, lo importante es que Jehová hizo que Noé pronunciara la profecía, y Dios efectuó el cumplimiento de ella cuando a los cananeos que no fueron destruidos por los israelitas se les puso en servidumbre a los descendientes de Sem. (Josué 9:23; 1 Reyes 9:21.)
● 10:25—¿Cómo se “dividió” la tierra en los días de Peleg?
Peleg vivió desde 2269 hasta 2030 a. de la E.C. Su nombre significaba “división”, y si recibió ese nombre cuando nació, éste fue profético de una notable división que ocurrió durante su vida. Fue entonces cuando “se dividió la tierra [o “la población terrestre”]”. El registro bíblico indica que “en sus días” Jehová causó una gran división al confundir el lenguaje de los constructores de Babel y ‘dispersarlos sobre toda la superficie de la tierra’. (Génesis 11:9; vea también 10:1, 6, 8-10; 11:10-17.)
Patriarcas de fe duradera
● 15:13—¿Cómo se cumplió la predicha aflicción de 400 años que sufriría la prole de Abrán?
Este período de aflicción se extendió de 1913 a 1513 a. de la E.C. Cuando Isaac, hijo de Abrahán, fue destetado a la edad de unos 5 años, en 1913 a. de la E.C., su medio hermano Ismael (que entonces tenía unos 19 años de edad) ‘se burló’ de él. La gravedad de tal mofa del heredero de Abrahán se ve claramente en la reacción de Sara y el hecho de que Jehová aprobara la insistencia de ella tocante a despedir a Agar y su hijo Ismael (Génesis 21:8-14; Gálatas 4:29). Ese período de aflicción de 400 años terminó con la liberación de los israelitas, quienes estaban cautivos en Egipto, en 1513 a. de la E.C.
● 19:30-38—¿Excusó Jehová el que Lot se emborrachara y engendrara hijos mediante sus dos hijas?
Jehová no excusa ni el incesto ni la borrachera (Levítico 18:6, 7, 29; 1 Corintios 6:9, 10). Además, Lot, sobrino de Abrahán, deploró los “hechos desaforados” de los habitantes de Sodoma, y evidentemente se lamentó de la conducta incorrecta en la que incurrió, pues el Examinador de corazones lo consideró “justo” (2 Pedro 2:8). El mismísimo hecho de que las hijas de Lot lo emborracharan indica que ellas se daban cuenta de que él no consentiría en tener relaciones sexuales con ellas mientras estuviera sobrio. Pero como forasteros en la tierra, sus hijas pensaron que ésa era la única manera de evitar la extinción de la familia de Lot. El registro no está en la Biblia para despertar pensamientos eróticos, sino para revelar el parentesco que tenían los moabitas y los amonitas con los descendientes de Abrahán, los israelitas.
● 28:12, 13—¿Cuál fue el significado del sueño de Jacob relacionado con una “escalera”?
Esta “escalera” (que puede haber tenido la apariencia de un tramo ascendente de piedras) indicó que hay comunicación entre la Tierra y el cielo. Mostró que los ángeles ministran entre Jehová y los humanos que tienen Su aprobación. (Compare con Juan 1:51.)
● 31:19—¿Qué eran los terafim que Raquel hurtó a Labán?
Los terafim eran dioses o ídolos de familia. En Mesopotamia se han hecho hallazgos arqueológicos que señalan que la posesión de tales imágenes tenía que ver con quién recibiría la herencia de la familia. Es posible que Raquel tuviera eso presente y razonara que tenía razón en tomar los terafim debido a los tratos engañosos de su padre, Labán, con su esposo, Jacob (Génesis 31:14-16). Pero no hay nada que indique que Jacob trató alguna vez de usar los terafim para conseguir la herencia de la familia. Jacob se deshizo de tales ídolos, a más tardar, cuando enterró todos los dioses extranjeros que le entregó su casa. (Génesis 35:1-4.)
● 44:5—¿Utilizó realmente José una copa para leer agüeros?
José estaba resuelto a poner a prueba a sus hermanos, que no lo reconocieron. Así que dio a su siervo la orden de que llenara de alimento los costales de ellos, colocara el dinero de cada uno en la boca de su costal y pusiera la copa de plata que pertenecía a José en la boca del costal de Benjamín. Así José se estaba describiendo a sí mismo como administrador de un país pagano. Por lo tanto, la copa y lo que se dijo de ella eran evidentemente parte de un subterfugio. Como fiel adorador de Jehová, José no usó realmente la copa para leer agüeros, tal como Benjamín en realidad no la hurtó.
● 49:10—¿Hay alguna diferencia entre un cetro y un bastón de mando?
Sí. El cetro es el bastón que lleva un gobernante como símbolo de su autoridad real. El bastón de mando es una vara larga que simboliza el poder de mando. La referencia que Jacob hizo a ambos evidentemente indicó que en la tribu de Judá residirían autoridad y poder significativos hasta la venida de Silo. Este descendiente de Judá es Jesucristo, aquel a quien Jehová ha dado gobernación celestial. Cristo tiene autoridad real y posee el poder de mando. (Salmo 2:8, 9; Isaías 55:4; Daniel 7:13, 14.)
Fundamento para la fe, la esperanza y el ánimo
Génesis nos provee claramente un fundamento para la fe, la esperanza y el ánimo. Inspira fe en Jehová y esperanza en la “descendencia” prometida, que traerá bendiciones (Génesis 3:15; 22:18). Este libro también nos ayuda a afrontar el futuro con ánimo, como lo hicieron los testigos de Jehová de la antigüedad.
Aquellos siervos de Dios estaban “haciendo esfuerzos por obtener un lugar mejor, [...] uno que pertenece al cielo”, y Jehová “les tiene lista una ciudad” (Hebreos 11:15, 16). Tal como ellos miraron adelante al arreglo del Reino, que nosotros también cifremos nuestra confianza en tal arreglo. Y, como aquellos testigos de Jehová, que tengamos verdadera fe, esperanza y ánimo.
[Ilustraciones en la página 28]
Jacob y Esaú
José
Abrahán e Isaac
Caín y Abel
Noé