“La escritura de palabras correctas de verdad”
“El congregador procuró hallar las palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad.”—Ecl. 12:10.
1. ¿Cuándo es un relato provechoso y de verdadero valor para nosotros?
¿A QUIÉN no le gusta oír un buen relato o leer uno? Si la narración se presenta en palabras hábilmente escogidas y se expresa con excelencia de significado, eso aumenta el deleite que uno experimenta a medida que la narración se desarrolla. Si es una historia de la vida real, realmente resulta provechosa para nosotros, cuando se cuenta sin torcer las cosas o sin exageración, sino con ‘palabras de verdad’ de manera correcta e imparcial. De ese modo estamos aprendiendo la verdad que durará y prevalecerá y que tendrá verdadero valor para nosotros.
2. ¿En usar qué se deleita el mismo narrador, y qué debe suceder cuando nosotros presentamos un mensaje escrito que significa vida eterna a los que lo reciben?
2 En cuanto al narrador mismo, él también halla deleite en presentar el relato con palabras que aun lo deleitan a él al usarlas. Porque ama la verdad y desea edificar a los que quedan absortos en su relato, él concienzudamente trata de narrarlo correctamente con ‘palabras de verdad.’ Tales ‘palabras de verdad’ son lo que correctamente debe contar. Puesto que esto es lo que sucede con meramente un relato, ¡cuánto más debe suceder así cuando, por medio de escritura, presentamos un mensaje que significa vida eterna a los que reciben el mensaje!
3. ¿Por qué se le puede llamar a Salomón un narrador sincero de esa clase?
3 El rey más sabio de la antigüedad, Salomón de Jerusalén, fue narrador y portador de mensajes sincero, de la clase ya descrita. ¿Ha leído usted alguna vez sus veintenas de proverbios según se encuentran en el libro bíblico de Proverbios? ¿O su bella historia de amor según se cuenta en el libro bíblico de El Cantar de los Cantares? ¿O su sabiduría expresada en el libro bíblico de Eclesiastés, escrito para personas que desean saber el propósito de la vida que en la mayoría de los casos parece ser tan vana, frustradora? Si usted ha leído estos libros bíblicos, entonces usted puede apreciar la excelente selección de palabras que hizo Salomón para que cuadraran con excelentes ideas. ¡Cuán hermosos y apegados a la realidad de la vida son sus proverbios! ¡Qué bueno su consejo!
4. A pesar de que fue inspirado, ¿qué tenía que ser y hacer Salomón, y dónde hace él referencia a esto?
4 Es verdad que él fue inspirado por el espíritu de Dios cuando escribió su parte de la Santa Biblia. Y sin embargo él tuvo que haber tenido un amor a la verdad, él tuvo que haberse esforzado, haber esforzado su mente, para expresar la verdad de manera atractiva con palabras de significado correcto. Las cosas no le vinieron a él automáticamente, de manera espontánea. Él tuvo que esforzarse por hallar las cosas verdaderas que decir o escribir y también buscar el lenguaje apropiado en el cual decirlas. El esfuerzo personal que se requirió de su parte él lo menciona hacia el fin de su libro inspirado de Eclesiastés. Él dice con referencia a sí mismo: “El congregador procuró hallar las palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad.”—Ecl. 12:10.
5. (a) ¿Qué se llamó Salomón, y qué responsabilidad colocó esto sobre él? (b) ¿De qué manera fue él un ejemplo para nosotros?
5 Note que Salomón se llama “el congregador,” y no meramente un “predicador.” ¿Un “congregador” de quiénes fue Salomón? Fue de la propia congregación de Dios, la congregación del propio pueblo de Salomón, la antigua nación escogida de Dios. Esto hacía que la responsabilidad de Salomón fuera aun mayor, porque esta congregación en particular merecía que se le dijera y escribiera la verdad. Para cumplir con lo que él mismo se llamó, Qoheleth en hebreo, o “congregador” en español, él trató de juntar a su pueblo en unidad; él como Rey tenía que hablar, escribir y enseñar de tal manera que los mantuviera unidos como adoradores del único Dios vivo y verdadero, a quien Salomón llamaba Jehová. Salomón sabía la importancia de las palabras, el poder oculto de las palabras. Por lo tanto, en pro de lo que habló, escribió y enseñó, se esforzó por dar con las “palabras deleitables,” las “palabras correctas.” Salomón tuvo magnífico éxito, y en esto nos puso un ejemplo.
6, 7. (a) ¿Qué importancia tienen las palabras para el pensar, y de dónde le vino al hombre la facultad de pensar? (b) Como prueba de que esto no es meramente una tradición compuesta por la imaginación, ¿qué registro escrito tenemos en la Biblia?
6 ¿Podría uno siquiera pensar sin palabras? ¡No! Las criaturas inferiores, los animales, los pájaros, los peces, los insectos, no piensan; actúan por instinto y responden a sonidos y vistas y sentimientos. El pensar tiene que hacerse con lenguaje. El lenguaje tiene que ser expresado en palabras que estén conectadas gramáticamente para forjar una idea, un concepto mental. Las criaturas humanas pueden pensar. ¿De dónde les vino esta facultad de pensar? No de alguna célula viva sin cerebro ni mente, creada químicamente, que se desarrollara a sí misma y ascendiera por la escalera de la vida hasta llegar a ser un hombre o una mujer. Esto tiene que haberles venido a las criaturas humanas desde afuera. Tiene que haber venido de un pensador, uno que está familiarizado con el pensar, que sabe cómo trabaja, que ha creado un cerebro. La facultad de pensar tiene que haber venido de afuera. ¡Es un don! ¿De qué o de quién? Solo del Creador, de Dios. Este hecho no es meramente una tradición humana fabricada por la imaginación. Hay un registro de esto en palabras escritas, que, traducidas al español moderno, dicen:
7 “Y pasó Dios a decir: ‘Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza, y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra.’ Y procedió Dios a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.’”—Gén. 1:26-28.
8. (a) ¿Cómo sabemos si, al hacer aquella declaración acerca de la creación del hombre, Él estaba hablándose a sí mismo o no? (b) ¿Cómo mostró Dios así que era el creador del habla, el idioma y la gramática?
8 Este registro presenta a Dios como Pensador, como Hablador, y el Creador de criaturas humanas con cerebros en sus cráneos. Antes de que Dios hablara, diciendo: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza,” Dios pensó. Para pensar trajo a la mente palabras que contenían ideas. Antes de hacer a cualquier criatura inteligente, él estuvo pensando, y no necesitó la compañía de ninguna otra persona viviente. Él no habló consigo mismo, aunque pensó con palabras que llevaban ideas. Cuando, según Génesis 1:26, él dijo: “Hagamos,” él no estaba hablándose a sí mismo en expresión de su decisión personal. Él estaba hablando con por lo menos otra persona. Según el resto de la Biblia, esta otra persona era su primera creación, una creación celestial, su primer hijo espíritu, hecho directamente por Dios sin ninguna agencia. Dios se propuso comunicarse con ese Hijo. De modo que Dios lo creó con la facultad de pensar y con su acompañamiento propio, la facultad de hablar. Inmediatamente aquel Hijo pudo hablar, pudo forjar palabras y ponerlas juntas gramáticamente. Así Dios creó el habla, creó el idioma, y, puesto que el idioma exige gramática, Él creó la gramática.
9. ¿Cómo utilizó entonces Dios a este Hijo, dando así más prueba de ser el creador del idioma y el más grande Gramático?
9 No sabemos qué idioma habló Dios con este primer hijo Suyo. (Rev. 3:14; Col. 1:15-18) Entonces, por la agencia de este Hijo, Dios creó otras criaturas espíritus, criaturas querúbicas, criaturas seráficas, ángeles. Dios les formó su idioma original, según las capacidades que tenían estas criaturas parlantes. Él les creó todos sus poderes vocales, para que hablaran su lenguaje con el estilo gramatical apropiado. Él inventó para ellos su gramática. Dios es el más grande Gramático. Estas criaturas espíritus entendían cuando Dios les hablaba, y podían responder de manera que le era entendible a él.—Sal. 103:20.
10. (a) ¿Qué idioma no alista la Academia de Idiomas, y por qué no? (b) Si el apóstol Pablo hubiera podido hablar aquellas lenguas, ¿qué hubiera tenido que tener además para no ser solo alguien que hiciera ruido?
10 La lista de idiomas que ha sido compilada por la moderna Academia de Idiomas no incluye ninguna lengua angélica, porque los hombres nunca han oído tal lengua y no saben cómo es. La Academia quizás se ría de tal cosa. Pero aquel hombre de abundante experiencia espiritual que vivió en el primer siglo, el apóstol cristiano Pablo, habla de lenguaje angelical, cuando escribe: “Si hablo en las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, he venido a ser un pedazo de bronce sonante o un címbalo estruendoso.” (1 Cor. 13:1) Pablo podía hablar en varios idiomas o lenguas, por lo menos en hebreo y griego del primer siglo de nuestra era común. Él no hablaba en ninguna lengua de ángeles, y sin duda no podía, porque los ángeles tienen capacidades vocales que están más allá de lo que el hombre puede lograr. Pero aun si Pablo hubiera podido hablar en la lengua de los ángeles y sin embargo no tuviera amor como el de Dios como motivo para hablar y actuar, hubiera sido como un pedazo resonante de bronce o un címbalo estruendoso. Tal como Satanás el Diablo y sus demonios espíritus, que hablan en la lengua de los ángeles, pero que no tienen amor, sino que tienen odio asesino.
11. (a) ¿En qué lenguaje habló el ángel de Dios con Abrahán, haciendo qué promesa después que éste trató de sacrificar a Isaac? (b) ¿En qué idiomas se escribió la Biblia, y por la prole de quién?
11 Por consiguiente, cuando Dios envió a sus ángeles a hablar con los hombres, ellos hablaron en el lenguaje humano del hombre o de los hombres a quienes hablaron, no en el lenguaje que los ángeles hablan entre sí en el cielo. Tenemos registros que indican que cuando les hablaron a hombres ante los cuales se materializaron o a quienes se les aparecieron en visiones, lo hicieron en hebreo, arameo y el griego del primer siglo, los idiomas en los cuales se escribió la Santa Biblia. Por ejemplo, Dios, por medio de su ángel, le dijo a Abrahán el hebreo inmediatamente después que él mostró que estaba dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio religioso: “Yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas . . . Y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz.” (Gén. 22:17, 18) Abrahán entendió lo que se dijo desde el cielo, y se regocijó con la esperanza de que, algún día, todas las naciones de la Tierra serían bendecidas por medio de su prole. Es interesante notar que todos los libros de la Santa Biblia fueron escritos por miembros de la prole de Abrahán, para que gente de todas las naciones leyeran y entendieran para su provecho duradero.
12. ¿En qué idioma le habló a Daniel un ángel, y qué dijo explicando una visión del Reino?
12 Siglos más tarde la prole muy multiplicada de Abrahán incluía al profeta Daniel. En la ciudad de Babilonia a orillas del río Éufrates, un ángel se le apareció a Daniel en “visiones durante la noche” y le habló en arameo. Explicando las visiones dadas a Daniel, el ángel que hablaba arameo dijo: “Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino indefinidamente duradero, y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos.” (Dan. 7:1-4, 23, 27) Daniel escribió estas visiones en arameo.
13. ¿Qué anunció sobre el Reino, y en qué idioma, oyó Juan que hicieron voces fuertes en el cielo?
13 En el último libro alistado de la Santa Biblia, en la revelación que le fue dada al apóstol cristiano Juan alrededor del año 96 E.C., él oyó voces fuertes en el cielo que decían: “El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.” (Rev. 11:15) Juan escribió esto en el griego común del primer siglo.
INVENCIÓN DE MUCHOS IDIOMAS HUMANOS
14, 15. (a) ¿Qué pregunta surge hoy, puesto que todos descendemos de los que hablaban el solo idioma original? (b) ¿Qué mensaje de paz, y en qué idioma, dio el ángel de Dios a los sobrevivientes del Diluvio?
14 Hoy hay muchos idiomas más que el hebreo, arameo y griego común en los cuales fue escrita la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Una de las cosas importantes que añade peso a las razones por las cuales no tenemos paz mundial hoy día es el hecho de que tenemos tantos idiomas, de modo que no nos podemos entender directamente unos a otros. ¿A qué se debe que, considerando que todos descendimos del primer hombre y la primera mujer a quienes Dios creó en el Jardín de Edén, no hablemos todos hoy el mismo idioma que hablaron aquellos dos primeros humanos? El profeta Noé y los siete pasajeros acompañantes, quienes sobrevivieron el diluvio global de hace cuarenta y tres siglos, hablaban el mismo idioma en el arca en la cual fueron conservados vivos. Era el mismo idioma que hablaba la primera pareja humana, aunque engrandecido durante los 1.656 años desde la creación del primer hombre hasta el Diluvio. Pasado aquel Diluvio y después que Noé y sus compañeros sobrevivientes salieron del arca sobre el monte Ararat en el sudoeste de Asia, Dios les habló por medio de su ángel. Él hizo que apareciera un símbolo de paz, el arco iris, y les dio un mensaje de paz. En el un solo idioma de ellos les dijo:
15 “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra. . . . De veras que doy mi arco iris en la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre mí y la tierra. Y tiene que suceder que al traer yo una nube sobre la tierra, entonces ciertamente aparecerá el arco iris en la nube. Y ciertamente me acordaré de mi pacto que hay entre mí y ustedes y toda alma viviente entre toda carne; y nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.”—Gén. 9:1, 13-15.
16. ¿Por aproximadamente cuánto tiempo siguió la humanidad con un solo idioma, y quién tomó la decisión de que hubiera grupos distinguidos por idiomas, y por qué?
16 Por más de dos generaciones, o alrededor de ciento ochenta años, después del Diluvio, el idioma de Noé y sus descendientes siguió siendo uno solo. La “escritura de palabras correctas de verdad” según se encuentra en la Biblia inspirada dice: “Ahora bien, toda la tierra continuaba siendo de un solo lenguaje y de un solo conjunto de palabras.” (Ecl. 12:10; Gén. 11:1) Pues bien, ¿decidieron los hombres en aquel punto en el tiempo hacer algo académico o colegial y comenzar a hablar diferentes idiomas? ¡No! ¿Por qué habrían ellos de tener la idea de hacer esto? Más bien, fue Dios quien entonces decidió inventar nuevos idiomas humanos. Él sabía de antemano el poder divisivo de una confusión de idiomas entre los hombres. Le pareció bien dividirlos en grupos por idiomas y así hacer difícil que se entendieran unos a otros y que se llevaran bien juntos.
17. ¿En qué proyecto estuvieron trabajando los hombres en las llanuras de Sinar, y cómo dio Dios a aquel proyecto un gran revés?
17 En aquel tiempo particular aquellos descendientes de Noé que habían bajado a las llanuras de Sinar en Mesopotamia estaban unidos en una mala obra, contraria a la voluntad de Dios según se le declaró a Noé y sus hijos después del Diluvio. Hablando el un solo idioma comúnmente entendido, esta gente rebelde decidió construir una ciudad allí como centro de adoración religiosa, con una torre rascacielos, y así hacerse un nombre célebre. Para dar a este proyecto un gran revés, el Dios Todopoderoso decidió romper la unidad de acción de ellos por medio de inventar e implantar diferentes idiomas en ellos, borrando toda memoria del idioma común que tenían anteriormente. Súbitamente, mientras trabajaban armoniosamente juntos en su proyecto de edificación que desafiaba a Dios, las diferentes personas comenzaron a hablar diferentes idiomas y se apoderó de ellas una confusión que las obligó a romper relaciones unas con otras y a separarse. Aparentemente solo un grupo de personas del mismo idioma permaneció en la ciudad incompleta y su torre religiosa, bajo Nemrod.
18. (a) ¿Qué muestra que esto no fue algo de invención humana, sino que fue un milagro divino? (b) ¿Por qué fue aun más sorprendente el milagro que aconteció en cuanto a idiomas el día del Pentecostés entre los discípulos de Cristo?
18 ¿Cómo podía suceder tal cosa, instantáneamente, si no procedía de Dios Todopoderoso? Él dio a cada grupo un idioma diferente con su propia gramática y conjunto de palabras, de modo que inmediatamente ellos empezaron a hablar el nuevo idioma perfectamente. No era de invención humana, y por esta hazaña milagrosa Dios mostró que él era el Gramático Magistral, el más grande Gramático hasta el día presente. Esto no fue un suceso precursor del día de fiesta del Pentecostés del año 33 E.C., cuando el espíritu santo de Dios fue derramado sobre los ciento veinte discípulos de Jesucristo en Jerusalén y ellos comenzaron súbitamente a hablar en muchos idiomas que nunca habían estudiado y aprendido. No obstante, aquel acontecimiento antiguo en las llanuras de Sinar ilustró, ejemplificó, lo que el Dios Todopoderoso pudo hacer más tarde, en el día del Pentecostés en Jerusalén. Y, lo que fue más sorprendente, aquellos discípulos de Jesucristo, aunque súbitamente recibieron como don la facultad de hablar nuevos idiomas, no olvidaron su lenguaje original, el hebreo. De modo que no se apoderó de ellos la confusión y no se separaron. El un solo espíritu de Dios sobre ellos los mantuvo unidos en la predicación de Su reino.—Hech. 2:1-21.
19. (a) ¿Cuál es el significado del nombre que se le dio a la ciudad, y desde ella qué se llevó a otros lugares además de nuevos idiomas? (b) ¿El idioma de quiénes no fue cambiado, y por qué?
19 Debido a la confusión de idiomas que surgió en aquel tiempo remoto allá en las llanuras de Sinar la ciudad cuyo programa de edificación sufrió un terrible revés fue llamada Babel. Muy apropiadamente, porque este nombre significa “Confusión.” Las personas de habla griega la llamaron Babilonia. (Gén. 11:2-9) Esto sucedió en los días de Nemrod, el bisnieto de Noé. Nemrod llegó a ser llamado “poderoso cazador en oposición a Jehová,” y Génesis 10:8-10 llama a este poderoso cazador el primer rey de Babel, porque “el principio de su reino llegó a ser Babel.” Desde esta ciudad los diferentes grupos divididos por idiomas que dejaron de edificar la ciudad llevaron la falsa religión babilónica a las diferentes partes de la Tierra adonde fueron esparcidos. La familia humana había llegado a ser ahora una raza políglota o de muchas lenguas. El profeta Noé y su hijo Sem, quien temía a Dios, no participaron en edificar la ciudad y la torre de Babel. Por lo tanto el idioma de ellos no fue cambiado. Ellos continuaron hablándose el uno al otro en el mismo idioma original.—Gén. 9:26-29.
20. (a) ¿Qué nueva profesión surgió, y quién se valió de ella durante un hambre en el antiguo Egipto? (b) ¿En el caso de quiénes hubo traducción o interpretación inspirada?
20 Debido a la confusión de idiomas que Dios comenzó en Babel, surgió una nueva profesión, la de intérprete o traductor. Así sucedió que, en cierta ocasión, un descendiente de Sem, a saber, José el bisnieto de Abrahán, utilizó un intérprete. Hermanos envidiosos de él lo habían vendido como esclavo a Egipto, pero, trece años más tarde, Dios hizo que José llegara a ser el primer ministro y administrador de alimentos de Egipto debido a un hambre mundial que se predijo. Cuando, durante el hambre misma, sus hermanos bajaron a Egipto para comprar alimentos, no reconocieron a José. Entre otras cosas que escondían su identidad, José no les habló en hebreo, de modo que usó un intérprete egipcio-hebreo. Como dice Génesis 42:23: “Había un intérprete entre ellos.” Eso fue en el siglo dieciocho antes de nuestra era común. Desde entonces los intérpretes se han multiplicado. Estos intérpretes no eran inspirados. Solo en el caso de la congregación cristiana, a la cual se le dio el don milagroso de hablar en idiomas extranjeros en los días de los apóstoles de Cristo, se dio también el don milagroso de interpretar idiomas.—1 Cor. 14:13-28.
TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA
21. (a) Para hacer una traducción exacta, ¿qué sería necesario seleccionar, y qué se necesitaría para que una traducción fuera absolutamente perfecta? (b) ¿Cuándo fueron traducidas las Escrituras Hebreo-Arameas, y cómo se le llamó a esta primera traducción?
21 Para que se haga una traducción exacta o se dé una interpretación verdadera, hay que usar las palabras correctas de un idioma que correspondan con las palabras del idioma que está siendo interpretado o traducido. En los días de los apóstoles cristianos las interpretaciones que hicieron aquellos cristianos dotados del poder milagroso de interpretación o traducción serían perfectas, absolutamente correctas, porque la interpretación sería inspirada. (1 Cor. 12:4-11, 27-30) Los escritos más importantes que se pueden interpretar son las Sagradas Escrituras, la Santa Biblia. Para el tiempo del quinto siglo antes de nuestra era común los escritos que estaban en hebreo y arameo y habían sido inspirados por Dios fueron completados en la forma de treinta y nueve libros, según ahora se cuentan. Después que el griego común llegó a ser el idioma internacional en el siglo siguiente, judíos de habla griega comenzaron una traducción de aquellas Sagradas Escrituras del hebreo al griego en Alejandría, en Egipto. Ésta llegó a ser conocida como la versión griega de los Setenta, o LXX, debido a la tradición de que unos setenta traductores judíos tuvieron que ver originalmente con ella.
22. (a) ¿Fue inspirada esta primera traducción? ¿Fue tal traducción contraria a la voluntad y el espíritu de Dios? (b) Al escribir las inspiradas Escrituras Griegas, ¿cómo citaron los discípulos de Cristo de las Escrituras Hebreas, y por qué?
22 La versión griega de los Setenta de las Escrituras Hebreas no fue inspirada por el espíritu de Dios, pero no era contraria al espíritu de Dios. Era la voluntad de Dios que su Palabra inspirada se tradujera a tantos idiomas del mundo como fuera posible antes de que su reino por Jesucristo tomara el control completo de toda la Tierra. Al escribir las Escrituras Griegas inspiradas, en veintisiete libros, cuatro de los apóstoles de Cristo y cuatro de sus otros discípulos citaron centenares de veces de las Escrituras Hebreas inspiradas. A veces citaron directamente de la versión griega de los Setenta; en otras ocasiones hicieron sus propias traducciones directas de las Escrituras Hebreas. Esto se hizo para mostrar que aquellas Escrituras Hebreas eran realmente las ‘palabras de verdad’ de Dios y que se estaban cumpliendo en lo relacionado con la congregación cristiana y su obra de predicar el reino de Dios.
23. (a) ¿Cómo indicó Jesucristo indirectamente que la Biblia tendría que traducirse a muchos idiomas? (b) ¿Cuándo captaron sus discípulos la importancia de esto, y qué hicieron en cuanto a ello?
23 Cuando Jesucristo, el Hijo de Dios, habló a sus discípulos después de su resurrección de entre los muertos y algunos días antes de su ascensión al cielo, indicó que las Sagradas Escrituras, la Santa Biblia, tendrían que ser traducidas a muchos idiomas. Dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:18-20) Él también había profetizado antes: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) Después del derramamiento del espíritu santo de Dios sobre ellos en el día del Pentecostés del 33 E.C., los discípulos de Cristo captaron la importancia y significado de aquellas palabras y comenzaron a traducir y escribir traducciones de las Santas Escrituras en los idiomas de las naciones entre las cuales estaban predicando el reino de Dios y haciendo discípulos. Según informes, el apóstol Mateo escribió su Evangelio primero en hebreo y entonces lo puso en griego.
24. (a) Sabiendo que la Biblia es una obra maestra de literatura, ¿qué se esforzaron por hacer los traductores concienzudos? (b) ¿Qué progreso ha habido en la traducción de la Biblia, y qué sociedad hoy día se cuenta entre las principales sociedades que imprimen y distribuyen Biblias?
24 En poco tiempo se hicieron traducciones de las Sagradas Escrituras en los idiomas antiguos que entonces predominaban, tales como el latín, el siríaco, el etíope, el árabe, el persa, y así por el estilo. Los traductores sabían que la Santa Biblia es una obra maestra de literatura, y concienzudamente se esforzaron por verterla en diferentes idiomas por medio de usar “palabras deleitables” y “palabras correctas de verdad” que fielmente transmitieran el pensamiento de las Escrituras inspiradas. A pesar de tremenda oposición de parte del cuerpo religioso dominante de la cristiandad la traducción de la Santa Biblia en los idiomas de la gente común ha seguido adelante hasta ahora. Hoy hay traducciones de la Santa Biblia disponibles en 1.337 ó más idiomas, toda o en parte. Se han formado sociedades para la impresión y distribución de las Escrituras inspiradas. Hoy una de las principales sociedades de impresión y publicación de Biblias es la Sociedad Watch Tower Bible and Tract de Pensilvania, con sus sucursales en noventa y cuatro países y grupos de islas.
[Ilustración de la página 301]
Los que trabajaban en la Torre de Babel, desafiando a Dios, súbitamente empezaron a hablar diferentes idiomas y se apoderó de ellos una confusión desorganizadora