Los muertos que recibirán resurrección
“Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: ‘yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.”—Mat. 22:31, 32.
1. En el tiempo de la resurrección, ¿por qué es posible que muchos sean sorprendidos al ser levantados?
MUCHOS hombres y mujeres de la historia antigua esperaron una resurrección de los muertos. Un sinnúmero de otros no tuvo conocimiento de tal cosa como una resurrección y no tuvo semejante expectativa. Sus religiones les enseñaron de otra manera. ¿Serán sorprendidos con una resurrección de entre los muertos cuando el Dios Todopoderoso use su poder durante el dominio de su reino sobre la Tierra?
2, 3. (a) ¿Qué antiguo libro tiene autoridad para contestar a esa pregunta, y cómo muestran eso sus capítulos de apertura y de conclusión? (b) ¿Qué dice su declaración final sobre la resurrección?
2 Solo un libro antiguo de religión tiene la autoridad para responder a esa pregunta. Es el único libro que enseña tal cosa como la resurrección de los muertos por medio del reino de Dios, en el cual reino su Hijo más amado gobernará como rey para bendición de toda la humanidad. Este extraordinario libro religioso es la Santa Biblia, que aun hoy en día, mil novecientos años desde su terminación, se halla en primer lugar entre todos los libros sobre la Tierra, religiosos o no religiosos. En sus primeros cincuenta capítulos la Santa Biblia indica una resurrección de los muertos humanos. En sus últimos veintidós capítulos habla de (1) la resurrección del fiel Hijo de Dios, Jesucristo, (2) la resurrección de sus fieles discípulos en lo que se llama “la primera resurrección,” y (3) la resurrección de la humanidad en general. (Vea Revelación 1:17, 18, 5; 2:10; 20:4-6, 12-14.) En esa declaración final de la resurrección el escritor de esa última sección de la Biblia dice:
3 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.”—Rev. 20:11-15.
4. ¿Qué clase de gente resucitada vio allí Juan, y qué hecho acerca de la supremacía llegará ésta a conocer por lo menos entonces?
4 Observe, en el versículo Rev. 20:12 citado antes, que el escritor, el apóstol cristiano Juan, no dice que los resucitados son buenos o malos. No dice: ‘Vi a los muertos, los buenos y los malos,’ sino dice: “Vi a los muertos, los grandes y los pequeños.” En otras palabras, gente de toda posición social. Pero sean grandes o pequeños, todos fueron incluidos en un juicio delante del trono del Juez de toda la creación, el Dios Altísimo y Todopoderoso. En ese tiempo, si nunca lo conocieron antes, conocerán lo que dice el Salmo 83:18 (Versión Moderna) a este Juez supremo, que es Dios: “Conozcan todos que tú, cuyo nombre es JEHOVÁ, tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra.” Por eso, los muertos no pueden escaparse de un juicio por el Dios Altísimo que se llama Jehová.
5. Al escribir Revelación 20:11-14, ¿por qué no usó Juan como judío la palabra Sheol?
5 La muerte es la condición de estar muerto. Pero, ¿de qué lugar saldrán los muertos acerca de los cuales profetiza Revelación 20:11-14? El versículo Rev. 20:13 dice: “Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos.” Todos nosotros sabemos qué es el mar y sabemos que muchos han hallado una tumba acuosa en él. Pero, ¿qué es el Hades? Para la mayor parte de personas esto se ha explicado incorrectamente, es decir, no bíblicamente. El apóstol Juan, aunque era cristiano, era hebreo o judío por nacimiento. Escribió Revelación 20:11-14 en el idioma internacional de su día, el griego común, y por eso usó la palabra griega Hades. Pero si hubiera escrito en hebreo, Juan hubiera usado la palabra hebrea Sheol. De hecho, nueve traducciones hebreas modernas de la Revelación a Juan usan la palabra Sheol; y la traducción siríaca, que se leía en el Oriente Medio, usa la palabra relacionada Shiul.
6. En la Biblia completa, ¿cómo se usan Sheol y Hades, y al averiguar quiénes están allí, qué podemos conocer también?
6 En otras palabras, en toda la Santa Biblia compuesta de las Escrituras Hebreas inspiradas y las Escrituras Griegas inspiradas, Hades y Sheol significan la misma cosa. El Hades o Sheol significa el sepulcro común de la humanidad muerta en el polvo de la tierra. De hecho, la Versión Autorizada o del Rey Jaime de la Biblia traduce la palabra hebrea Sheol treinta y una veces como “el sepulcro.” Por eso, ahora, al averiguar de la Santa Biblia quiénes dice ella que están en el Sheol o Hades, podemos saber quiénes serán resucitados de allí, además del mar.
LOS QUE ESTÁN EN EL SHEOL (HADES)
7, 8. (a) ¿En qué conexión se informa que se usaba la palabra Sheol en el Oriente Medio en el siglo dieciocho a. de la E.C.? (b) ¿En conexión con qué se usaba la palabra Sheol poco después en Egipto?
7 Más de mil setecientos años antes de nuestra era común la gente en el Oriente Medio usaba la palabra Sheol para dar a entender el sepulcro común de los que mueren en la tierra, no de los que mueren en el mar. En el año 1750 a. de la E.C., cuando José fue plagiado y vendido en Egipto, sus hermanos responsables informaron que había sido muerto. De modo que su padre Jacob (o Israel) rehusó recibir consuelo de sus otros hijos y dijo: “¡Lamentándome descenderé a mi hijo al Sheol!” (Gén. 37:35) Veintidós años después nueve de los hijos mayores de Jacob querían llevar a su hijo más joven Benjamín a Egipto para ayudarlos a obtener alimento de allí debido al hambre. Al principio Jacob rehusó y dijo: “Mi hijo no descenderá con ustedes, porque su hermano está muerto y ha sido dejado solo. Si le aconteciera un accidente fatal en el camino en el que ustedes fuesen, entonces ustedes ciertamente harían descender mis canas con aflicción al Sheol.” (Gén. 42:38) Más tarde, el cuarto hijo de Jacob, Judá, repitió esas mismísimas palabras de su padre cuando Benjamín pareció estar en peligro de ser detenido como esclavo en Egipto. (Gén. 44:29) Judá también dijo:
8 “Entonces es cierto que sucederá que tan pronto vea que el muchacho no está allí simplemente se morirá, y sus esclavos ciertamente harán descender las canas de su esclavo nuestro padre con aflicción al Sheol.”—Gén. 44:31. (La LXX griega traduce Sheol como Hades.)
9. En su lecho de muerte, ¿con quiénes dijo Jacob que tenía que yacer?
9 En ese tiempo crítico se supo que el amado hijo de Jacob, José, estaba vivo en Egipto como su Administrador de Alimento. De modo que hubo una reunión feliz allí de todos los hijos de Jacob. Se mandó a buscar al anciano Jacob y lo trajeron a Egipto para vivir allí lo restante de sus ciento cuarenta y siete años. Al acercarse su muerte, Jacob dijo a su hijo José, el primer ministro de Egipto: “Tengo que yacer con mis padres, y ustedes tienen que llevarme fuera de Egipto y enterrarme en su sepulcro.” (Gén. 47:30) José juró hacer esto.
10. (a) ¿Con quiénes dijo a sus hijos el moribundo Jacob que sería juntado? (b) Al morir y ser enterrado, ¿adónde fue Jacob, y a quiénes?
10 En su lecho de muerte Jacob bendijo a todos sus doce hijos y les dijo: “Estoy siendo juntado a mi pueblo. Entiérrenme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita, en la cueva que está en el campo de Macpela que está enfrente de Mamré en la tierra de Canaán, el campo que Abrahán compró a Efrón el hitita para posesión de un lugar de entierro. Allí enterraron a Abrahán y Sara su esposa. Allí enterraron a Isaac y Rebeca su esposa, y allí enterré a Lea.” (Gén. 49:29-31, 33) Se llevó a cabo esta última petición de Jacob, y así los restos terrestres de Abrahán, Isaac y Jacob llegaron a descansar juntos en el mismo lugar de entierro, la cueva de Macpela, en lo que llegó a ser el territorio de Judá. (Gén. 50:12-14) Así Jacob finalmente descendió, no a su hijo José, sino a sus antepasados, en el Sheol.
11. (a) ¿Dónde estaba Abrahán en los días de Jesucristo sobre la Tierra? (b) ¿Por qué información sabemos que Jesús estaba relatando una parábola en Lucas 16:22-26, implicando a Abrahán?
11 Por la Santa Biblia se establece así que Abrahán, Isaac y Jacob están en el Sheol. Muchos siglos después Abrahán todavía estaba allí cuando su descendiente, Jesucristo, estuvo sobre la Tierra y habló acerca de ‘cierto hombre rico’ y “cierto mendigo, de nombre Lázaro.” Sabiendo lo que la Santa Biblia enseña acerca del Sheol o Hades, sabemos que lo que Jesús dijo acerca de este “hombre rico” y este “mendigo” debe haber sido una parábola o ilustración. Así Jesús habló en lenguaje pictórico, hasta usando a Abrahán como cuadro. Para probar esto por usted mismo, observe cómo expresó Jesús este relato, en Lucas 16:22-26, Versión Moderna de la Biblia:
12. ¿Cómo implicó Jesús a Abrahán y al Hades en esta parábola?
12 “Mas aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: el rico también murió, y fué sepultado. Y entre los muertos [hades, margen; Sheol, hebreo; Shiul, siríaco] alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió a Abraham, de lejos, y a Lázaro en su seno: y clamando, dijo: ¡Padre Abraham, ten piedad de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua: porque estoy angustiado en esta llama! Mas Abraham, dijo: Hijo, acuérdate que en tu vida recibiste los bienes tuyos, y Lázaro de igual manera los males suyos: ahora empero él aquí es consolado, y tú, angustiado. Y sobre todo esto, entre nosotros y vosotros está colocada una sima grande, de modo que los que quisieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allí pueda nadie pasar a nosotros.”
13. Al poner a prueba si las palabras de Jesús allí han de tomarse literalmente o no, ¿qué preguntas debería hacerse el lector?
13 Ahora que el lector se pregunte: ¿Realmente quiso decir Jesús que los ángeles se llevaron el cuerpo muerto de Lázaro, lleno de llagas, a la cueva de Macpela en frente de la ciudad de Hebrón y que allí colocaron al Lázaro muerto en el seno de Abrahán, echando fuera a la esposa muerta de Abrahán, Sara? Además, Abrahán, Isaac y Jacob todos están en el Hades o Sheol. De modo que, ¿realmente quiso decir Jesús que hay fuego llameante en el Hades o Sheol, el lugar en el cual, Jesús dijo, se hallaba el “hombre rico” muerto y enterrado? Y, ¿atormenta ese fuego llameante a ciertos individuos en el Hades o Sheol y no atormenta a otros? ¿Pueden los que están en el Hades o Sheol verse uno al otro y conversar a través de una “sima grande”? Y, ¿hay agua en el Hades o Sheol en la cual puede meter el dedo una persona?
14. (a) ¿Se informa hoy en día que el “hombre rico” y “Lázaro” están enterrados en el tradicional lugar de entierro de Abrahán, Isaac y Jacob? (b) Con referencia a la parábola de Jesús, ¿qué enseña la Biblia que no es el Hades o Sheol literal?
14 Muchos lectores religiosos de la Biblia dicen que Jesús no estaba diciendo una parábola o ilustración pictórica sino que estaba diciendo las cosas tal como realmente son. Esto pone a Jesús en ridículo. Lo representa como si hablara lo contrario del resto de la Palabra de Dios en cuanto a lo que ésta dice acerca del Hades o Sheol. Vaya, por favor, al Oriente Medio de la actualidad, a la ubicación tradicional del lugar de entierro de Abrahán, Isaac y Jacob en la ciudad de Hebrón, bajo una mezquita mahometana. ¿Le dirán a usted que el mendigo Lázaro o el ‘cierto hombre rico’ (el llamado Dives) yace enterrado allí? ¡No! Además, la Santa Biblia dice que el Hades o Sheol no es la ubicación del Paraíso para algunos muertos y de tormento ardiente para otros, sino que es el lugar de silencio y de inactividad en todo respecto; que los muertos que están allí no hablan ni siquiera para loar y alabar a Dios, y que no hay obra ni idear ni conocimiento ni sabiduría en el Hades o Sheol.—Isa. 38:18; Ecl. 9:5, 10; Sal. 6:5.
15. ¿Cómo usó Jesús a Abrahán en la parábola, y por qué lo hizo apropiadamente?
15 Los lectores de corazón honrado de la Biblia tienen ojos de entendimiento para discernir que en Lucas 16:19-31 Jesucristo estaba diciendo una parábola o ilustración pictórica. Tales lectores disciernen que Jesús estaba usando a Abrahán como cuadro del Padre celestial, Jehová Dios, que hizo la promesa a su amigo terrestre Abrahán de bendecir a todas las familias de la Tierra por medio de la descendencia o prole de Abrahán. Así como Abrahán por mandato de Dios presentó a su hijo Isaac para sacrificio humano, así Jehová Dios realmente sacrificó a su Hijo Jesucristo, la descendencia real prometida de Abrahán para la bendición de todas las naciones de la Tierra.—Gén. 22:1-18; Juan 3:16.
16. ¿A quiénes, por lo tanto, representan el hombre rico y Lázaro, y sobre qué se basa esta explicación?
16 De consiguiente, el ‘cierto hombre rico’ y el “cierto mendigo, de nombre Lázaro” no eran hombres literales; simplemente representaron dos clases de personas. Una clase murió a su posición favorecida con el Mayor Abrahán, Jehová Dios, y después tuvo una atormentadora experiencia religiosa sobre la Tierra. La otra clase murió a su desfavorable condición religiosa y fue conducida por poder angelical al favor del Mayor Abrahán, Jehová Dios, por medio de su Hijo sacrificado, Jesucristo. Este entendimiento y explicación de la parábola profética de Jesús se basan en la verdadera experiencia histórica de las dos clases religiosas generales entre los descendientes naturales del patriarca Abrahán en el día de Jesús.a
17. ¿Qué están aguardando ahora Abrahán, Isaac y Jacob, y cómo mostró Abrahán su fe en esto?
17 Abrahán, Isaac y Jacob en el Sheol están aguardando el cumplimiento de Revelación 20:12-14 mediante su resurrección de entre los muertos, cuando Sheol los entregue. Hace mucho tiempo cuando Abrahán obedientemente trató de sacrificar a su amado hijo Isaac, exhibió su propia fe en la resurrección de los muertos. Hebreos 11:17-19 nos dice eso con estas palabras: “Por fe Abrahán, cuando fue probado, ofreció, por decirlo así, a Isaac, y el que gustosamente había recibido las promesas trató de ofrecer a su hijo unigénito, aunque se le había dicho: ‘Lo que será llamado “descendencia tuya” será por Isaac.’ Pero estimó que Dios podía levantarlo aun de entre los muertos; y de allí lo recibió también a manera de ilustración.”
18. Cuando Abrahán recibió así de vuelta a Isaac, ¿qué ilustró esto, en cumplimiento de qué versículo de los Salmos?
18 Así, cuando Abrahán recibió de vuelta a su Hijo vivo del altar y fue provisto de un carnero para ofrecerlo como sacrificio sustituto, se ilustró mediante esto cómo el mayor Abrahán, Jehová Dios, recibiría a su Hijo unigénito Jesucristo de entre los muertos mediante una resurrección, cumpliendo mediante ello el Salmo 16:10: “No dejarás mi alma al Sheol; ni permitirás que tu santo vea corrupción [o, el hoyo].”—AN, margen.
19, 20. (a) ¿Cómo se prueba la certeza de la resurrección de Abrahán, Isaac y Jacob por la discusión de la resurrección por Jesús? (b) ¿Qué propósito de Dios mostró así Jesús?
19 La venidera resurrección de Abrahán, Isaac y Jacob es una certeza. Las palabras de Jesucristo fortalecen esta certeza. La secta religiosa de los saduceos del día de Jesús no creía en la resurrección de los muertos. Para tratar de probar que la resurrección sería una cosa irrazonable, hicieron una pregunta capciosa a Jesús, una que tenía que ver con cierta mujer casada siete veces.
20 Para mostrar que el problema que planteaban no suministraría dificultad alguna para Dios en la resurrección, Jesús dijo a estos saduceos: “Ustedes están equivocados, porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios; porque en la resurrección ni se casan los hombres, ni se dan las mujeres en matrimonio, sino que son como los ángeles en el cielo. Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios al decir: ‘Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.” (Mat. 22:29-32) En otras palabras, si aquellos tres patriarcas habrían de permanecer muertos para siempre, Dios no habría dicho concerniente a Abrahán, Isaac y Jacob: “Yo soy el Dios.” Hubiera dicho apropiadamente: ‘Yo fui el Dios.’ Pero, sabiendo Su propio propósito de tener a esos tres hombres fieles ‘vivos’ otra vez por medio de la resurrección, Jehová dijo: “Yo soy el Dios” de ellos.—Mar. 12:24-27.
21. ¿En qué sentido estaban “vivos” los tres patriarcas para con Dios?
21 El que Abrahán, Isaac y Jacob volverían a vivir mediante una resurrección de entre los muertos lo aseguró Dios tan definitivamente que le habló a Moisés como si ya estuvieran “vivos.” Según Lucas 20:37, 38, Jesús dijo: “Pero el que los muertos son levantados aun Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob.’ Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.” Al tiempo que Jehová Dios le habló a Moisés en la zarza ardiente en el desierto de Arabia, Jehová no quiso decir que Abrahán, Isaac y Jacob estaban vivos entonces. Si hubiesen estado vivos entonces en los días de Moisés, no habría habido ninguna necesidad de resucitarlos del Sheol o Hades y las palabras de Jehová no hubieran sido ninguna prueba de que habrá una resurrección de los muertos. Pero solo a causa de que fue el propósito de Dios que haya una resurrección, Él habló de los tres patriarcas como si ya estuvieran viviendo. Desde el punto de vista de la resurrección venidera todos ellos están “vivos” para Dios.
¿QUÉ HAY DE LOS ANTEPASADOS?
22. (a) ¿Qué preguntas surgen respecto a los antepasados de Abrahán, y cómo se contestan? (b) ¿A quiénes habría de ir Abrahán al morir, y cuándo se cumplió esto?
22 Sin embargo, al llegar aquí trataremos la cuestión de los antecesores o antepasados de Abrahán. Estando éstos ahora muertos por millares de años, ¿dónde están? ¿Tendrán también una resurrección? ¿Cómo determinaremos las respuestas a estas preguntas? ¡Mediante la Palabra escrita de Dios! Según Génesis 15:15, Jehová Dios le dijo a Abrahán en la Tierra Prometida: “En cuanto a ti, tú irás a tus antepasados en paz; serás enterrado a edad muy avanzada.” El cumplimiento de esto sucedió noventa años después, concerniente a lo cual leemos: “Entonces Abrahán expiró y murió en buena vejez, anciano y satisfecho, y fue juntado a su pueblo. De modo que Isaac e Ismael sus hijos lo enterraron en la cueva de Macpela en el campo de Efrón hijo de Zohar el hitita que está enfrente de Mamré, el campo que Abrahán había comprado a los hijos de Het. Allí fue enterrado Abrahán, y también Sara su esposa.”—Gén. 25:8-10.
23. ¿A qué pueblo fue juntado Abrahán al morir, y qué, por lo tanto, sería así verdad también en cuanto a ese pueblo?
23 Así, como Dios había dicho, Abrahán fue a sus antepasados en paz; fue juntado a su pueblo. ¿Quiénes fueron los antepasados de Abrahán, y quiénes fueron su pueblo? El padre inmediato de Abrahán fue Téraj de la ciudad de Ur de los caldeos; y el capítulo once de Génesis alista a los antepasados de Abrahán remontándose hacia atrás, a través de nueve generaciones, hasta Sem, hijo de Noé. Noé murió dos años antes de nacer Abrahán, mientras que Sem murió solo veinticinco años antes de morir Abrahán. A estos hombres como pueblo suyo fue juntado Abrahán, y a éstos como antepasados suyos fue Abrahán en paz al morir. ¿Qué, entonces, significa esto? Esto, que, si al morir Abrahán fue al Sheol o Hades, al cual lugar Isaac y Jacob lo siguieron, entonces el pueblo o antepasados de Abrahán hasta Noé también tienen que estar en el Sheol o Hades, y allí ellos también están aguardando la resurrección de los muertos bajo el reino de Dios mediante su Cristo.
24. ¿A quiénes fue juntado Ismael hijo de Abrahán al morir, y dónde?
24 El hermanastro de Isaac, Ismael, fue hijo de Abrahán por su concubina egipcia Agar. Ismael vivió ciento treinta y siete años, y luego, como Génesis 25:17 nos dice, “expiró y murió y fue juntado a su pueblo.” Su pueblo incluyó a su padre Abrahán, a quien tanto Ismael como Isaac enterraron noventa años antes. Ismael, también, fue juntado así al Sheol o Hades, el sepulcro común de los muertos humanos que yacen en el polvo de la Tierra.
25. ¿A quiénes fue juntado Aarón hermano de Moisés al morir, y en qué tiempo?
25 La Palabra escrita de Dios menciona el juntar a otros a sus antepasados al morir. Apenas ciento quince años después el patriarca Jacob murió en Egipto, su tataranieto Aarón nació y tres años después nació el hermano de Aarón, quien llegó a ser el profeta Moisés. Cuando Aarón tenía ciento veintitrés años de edad Dios dijo: “Aarón será juntado a su pueblo, porque él no entrará en la tierra que ciertamente daré a los hijos de Israel.” De modo que el sumo sacerdote de Dios Aarón murió en el monte Hor al este de la Tierra Prometida. (Núm. 20:23-29) Más tarde ese mismo año Jehová le dijo al profeta Moisés: “Tienes que ser juntado a tu pueblo, sí, tú, así como Aarón tu hermano fue juntado.”—Núm. 27:13.
26. ¿Adónde fue juntado a su pueblo Moisés, y dónde está él ahora?
26 Antes de que sucediera esto, Jehová hizo que Moisés ejecutara venganza sobre los madianitas enemigos. (Núm. 31:1, 2) En el día de la muerte de Moisés en 1473 a. de la E.C., Jehová le dijo que subiera al monte Nebo y contemplara la Tierra Prometida desde allí y luego fuera juntado a su pueblo. (Deu. 32:48-52) Moisés obedeció este mandato; y el informe acerca de él después de su muerte dice: “Después de eso Moisés el siervo de Jehová murió en la tierra de Moab por orden de Jehová. Y procedió a enterrarlo en el valle en la tierra de Moab enfrente de Bet-peor, y nadie ha llegado a conocer su sepulcro hasta este día.” (Deu. 34:5, 6) Pero dondequiera que haya estado el sepulcro de Moisés, él fue al Sheol o Hades. De allí Dios puede librarlo y también a Aarón por medio de una resurrección mediante Jesucristo el Rey.
27. ¿A quiénes fueron juntados Josué y sus contemporáneos israelitas al morir, y a qué descendieron entonces?
27 ¿Quién sucedió a Moisés como el juez visible de la nación escogida de Dios? Fue Josué hijo de Nun. Él condujo al pueblo escogido a través del río Jordán para entrar en la Tierra Prometida. Fue fiel a Dios hasta que murió. Concerniente a Josué y otros de su día Jueces 2:8-10 nos dice: “Josué el hijo de Nun, el siervo de Jehová, murió a la edad de ciento diez años. De modo que lo enterraron en el territorio de su herencia en Timnat-heres en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. Y toda aquella generación también fue juntada a sus padres, y después de ella comenzó a levantarse otra generación.” El juntar a todos éstos a sus padres significa que todos descendieron al Sheol, al Hades.
28. (a) ¿Con quiénes yació el rey David al morir? (b) ¿Adónde informó el apóstol Pedro que estaba David en el Pentecostés de 33 E.C.?
28 Siglos después David de Belén llegó a ser rey de todas las doce tribus de Israel. Fue el primer rey judío que gobernó en Jerusalén. En varios de los salmos que David escribió él habla acerca de liberación del Sheol o Hades. (Sals. 16:10; 18:5; 30:3; 86:13) Él vivió hasta ver a su hijo sabio Salomón instalado como su sucesor en el trono de Jerusalén. “Entonces David yació con sus antepasados y fue enterrado en la ciudad de David.” (1 Rey. 2:10; Hech. 13:36) Se unió a sus antepasados en el Sheol o Hades. Mucho tiempo después, en el día festivo de Shabuoth (Pentecostés) de 33 E.C., se informó que David todavía estaba en el Sheol o Hades. En ese día el apóstol cristiano Pedro informó que el Salmo Sal. 16 Dieciséis (compuesto por David) se había cumplido entonces en el descendiente prometido de David, Jesucristo. Como dijo Pedro concerniente a David: “Vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. . . . De hecho David no ascendió a los cielos.” (Hech. 2:1-34) Según las palabras de Pedro la resurrección de David todavía es futura.
29, 30. (a) ¿Con quiénes dijo la profetisa Hulda que sería juntado el rey Josías, y cómo se cumplió esto? (b) ¿Fueron enterrados en el mismo lugar todos los reyes antes de Josías?
29 Uno de los fieles sucesores de David al trono de Jerusalén fue Josías del séptimo siglo antes de nuestra era común. Al hacer volver a su pueblo a la ley de Jehová Dios, Josías trató de hacer lo que pudo para impedir que la calamidad nacional le sobreviniera. Cuando inquirió por medio de la profetisa Hulda lo que encerraba el futuro para su nación, Josías recibió esta promesa de Dios: “Aquí estoy juntándote a tus antepasados, y ciertamente serás juntado a tu propio cementerio en paz, y tus ojos no contemplarán toda la calamidad que estoy trayendo sobre este lugar.”—2 Rey. 22:20.
30 Josías murió de una herida que recibió en batalla en Megido. De modo que no fue durante la terrible calamidad que habría de venir sobre Jerusalén. Después que Josías fue herido fatalmente, “sus siervos lo bajaron del carro y lo hicieron viajar en el segundo carro de guerra que era suyo y lo trajeron a Jerusalén. Así murió y fue enterrado en el cementerio de sus antepasados; y todo Judá y Jerusalén estuvieron lamentándose a causa de Josías.” (2 Cró. 35:22-24) No todos los reyes de Jerusalén que precedieron a Josías fueron enterrados en el mismo lugar en Jerusalén, en los “lugares de entierro de los reyes de Israel.”—2 Cró. 28:27; 21:20; 24:25; 32:33; 16:14.
31, 32. (a) Para que tales personajes antiguos fuesen juntados a su pueblo, ¿qué hay acerca de sus sepulcros individuales? (b) ¿De dónde saldrán todos en común, y cómo?
31 El que todos estos reyes y patriarcas fueran juntados a su pueblo o fuesen a sus antepasados y yacieran con sus antepasados, no quiso decir que todos tuvieron que ser enterrados en el mismo sepulcro o tumba. Ciertamente cuando murió el patriarca Abrahán y fue “juntado a su pueblo,” no fue enterrado en el mismo sepulcro con su padre Téraj, que murió al norte en Harán en el valle de Mesopotamia, ni en el mismo cementerio con Noé y Sem.
32 Ciertamente cuando murió el sumo sacerdote Aarón en el monte Hor y su hermano Moisés murió en el monte Nebo y fueron juntados a su pueblo, no fueron enterrados con sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob en la cueva en Macpela cerca de Hebrón en la Tierra Prometida. No obstante todos fueron juntados al Sheol o Hades. Todos yacen muertos en el único Sheol o Hades; y de allí, Revelación 20:13 nos dice, los muertos saldrán en una resurrección.
[Nota]
a En el libro ¿Qué ha hecho la religión para la humanidad? véase el capítulo 19 intitulado “Los pobres transferidos al seno de Abrahán,” páginas 260-272, y la página 331, párrafo 11.