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La siega, un tiempo de felicidadLa Atalaya 1966 | 1 de noviembre
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de liberación.—Esd. 1:1-6; 2:43-58, 64-70.
23. ¿Quiénes son hechos felices por la siega, y por qué?
23 ¡Qué siega está efectuando Jehová Dios en este tremendo campo, el mundo! Con infalible exactitud el rey entronizado Jesucristo y los segadores, los ángeles, recogerán todo el trigo. ¡Qué bendición y felicidad es para los que ayudan en la siega predicando las buenas nuevas del Reino aquí en la Tierra, en el mismísimo campo de Dios! ¡Qué felicidad para los que ahora están siendo recogidos a medida que ayudan en la obra con las expectativas presentes de disfrutar de vida perfecta y felicidad eterna en el nuevo orden de cosas! Pero sobre todo, el Gran Dueño del campo y Amo de la siega tiene la mayor felicidad de todos al lograr su propósito y al otorgar vida eterna a los que oyen las buenas nuevas y muestran ser la clase correcta que ha de ser segada e introducida en su granero de bendición eterna.
24. ¿Qué tiene lugar siempre después de recogerse la siega, y qué vista anticipada adicional podemos esperar de Revelación?
24 Pero con cada siega hay un trillar y un hollar. La Revelación nos describe esto también y nos da una vista anticipada de lo que habrá de suceder después de que se haya recogido todo el fruto de la siega. Esperaremos esta vista anticipada en números subsiguientes de La Atalaya.
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El bálsamo de GalaadLa Atalaya 1966 | 1 de noviembre
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El bálsamo de Galaad
“¿NO HAY bálsamo en Galaad?” Así preguntó Jeremías hace unos 2.500 años. ¿Qué era este bálsamo de Galaad, y qué significado tiene para los cristianos hoy día?—Jer. 8:22.
La palabra “bálsamo” proviene del griego balsamon, que, a su vez, proviene de dos raíces hebreas, baal (señor), y shemen (aceite). Así el bálsamo daba a entender que era el más fino de los aceites, el señor o jefe de los aceites, que se usaba, no para comer, sino para perfume y por sus propiedades curativas. “Era considerado en alta estima entre las naciones de la antigüedad y hasta el día presente se aprecia peculiarmente entre los pueblos de Oriente.”—Encyclopædia Britannica, 11.a edición.
Exactamente de qué planta se extraía el bálsamo estimado de Galaad no puede expresarse con certeza hoy. Sin embargo, el más probable entre los árboles o arbustos siempreverdes de baja altura es el Amyris opobalsamum o gileadensis. Para recoger el aceite de bálsamo, se hacen incisiones en los árboles de las cuales, según una autoridad, a lo más se podrían recoger sesenta gotas de aceite en un día durante determinada estación del año. Se daba tan abundantemente en el antiguo Galaad que se exportaba de allí a Egipto y Tiro. Según Josefo, en años posteriores Jericó también fue famoso por sus árboles de bálsamo.—Gén. 37:25; Eze. 27:17.
De las Escrituras así como de la historia profana parece que las tres características sobresalientes del bálsamo de Galaad eran su precio caro, su fragancia y sus propiedades curativas.
Los árboles de bálsamo eran considerados tan valiosos que repetidas veces despertaron la codicia de los invasores, y se registra que Pompeyo exhibió un árbol de bálsamo entre sus despojos de la conquista de la tierra de Israel. El precio caro del bálsamo se denota además por haberlo
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