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Un conflicto antiguo está para terminarLa Atalaya 1976 | 1 de julio
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sino por medio del rey escogido de Dios, el Príncipe Miguel, el Señor Jesucristo. Daniel 12:1 nos dice: “Durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo. Y durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro.”
El “tiempo de angustia” que se menciona aquí será una “grande tribulación” que pondrá fin a todo régimen humano, incluso el del “rey del norte” y el “rey del sur.” Esta “grande tribulación” también preparará el terreno para el régimen justo del Señor Jesucristo. Las personas temerosas de Dios que se han identificado como de parte del Príncipe Miguel escaparán de la destrucción que se avecina. (Mat. 24:21, 22; Rev. 7:9, 14) Ante ellas estará la expectativa de vivir en una Tierra sin opresión, injusticia ni guerras, y hasta sin enfermedad y muerte.—Rev. 21:3, 4; Sal. 37:9-11, 29.
En vista de lo que el futuro traerá, ¿muestra su vida que usted está esperando el fin próximo del conflicto antiguo? ¿Ha obrado positivamente para ponerse de parte de Jesucristo, el Rey de reyes? Si no lo ha hecho, lo instamos a que examine las Escrituras y aprenda lo que se necesita para obtener una posición aprobada ante Dios. A los testigos de Jehová de su zona les complacería ayudarle por medio de compartir con usted lo que ellos han aprendido de la Biblia.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1976 | 1 de julio
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Preguntas de los lectores
● ¿Se propuso Dios originalmente que la mujer estuviera en sujeción a su esposo, o fue solo después que Adán y Eva pecaron y Dios le dijo a la mujer que “tu esposo . . . te dominará”?—Gén. 3:16.
Del registro bíblico se hace patente que el propósito original de Dios fue que el hombre fuese el cabeza de su familia y que la esposa estuviese en sujeción a su esposo.
Antes de ser creada Eva, Jehová dijo: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él.” (Gén. 2:18) Por lo tanto, el hombre tendría la responsabilidad principal en la familia y la mujer le ayudaría.
El apóstol Pablo, en 1 Timoteo 2:11-14, se refiere a que Adán fue creado primero, al mostrar que en la congregación cristiana las mujeres deben estar en sujeción a los hombres como superintendentes y que la mujer no debe ‘ejercer autoridad sobre el hombre.’ ¿Por qué? “Porque Adán fue formado primero, luego Eva. También, Adán no fue engañado, sino que la mujer fue cabalmente engañada y vino a estar en transgresión.”
Eva debería haber consultado cuidadosamente con su esposo respecto a cualquier decisión importante que se tuviera que tomar. Y especialmente debió haber estado alerta para preguntarle cuando fue puesta en la tentación de comer del fruto prohibido, puesto que la serpiente la estaba atrayendo a desobedecer el mandato que Dios había dado previamente, por medio de su esposo Adán, de no comer del fruto prohibido. El haber reconocido la jefatura de su esposo de esta manera habría sido una protección y una salvaguarda para ella. El que se hubiera sometido a la jefatura de él por medio de consultar con él y cooperar con él le habría ayudado muchísimo a rendir obedientemente adoración apropiada a Dios.
Al pronunciarle sentencia a Eva, Jehová dijo: “Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz hijos, y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará.”—Gén. 3:16.
No parece que Jehová haya producido directamente estas condiciones como castigo a Eva y, por herencia, a todas sus hijas descendientes. Más bien, al cortar del favor divino tanto a la mujer como al hombre, Jehová estaba señalando a las consecuencias y los abusos que se producirían como resultado de aquello. El dar a luz hijos sería muy difícil en medio de condiciones de imperfección. Jehová previó que ahora dentro del arreglo matrimonial las imperfecciones resultarían con frecuencia en frustración, inquietud y disturbio. Sería un deseo natural para la mujer desear vehementemente un esposo, no solo para satisfacción sexual, sino
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