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Sea “de juicio sano” a medida que se acerca el Nuevo OrdenLa Atalaya 1973 | 1 de noviembre
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no perfecto todavía, por supuesto, pero diferente.’ ¿Es esto ser “de juicio sano”? ¿Deberíamos pensar que lo aterrador de la “tribulación grande” y su guerra del Armagedón de alguna manera obrarán en nosotros alguna transformación correctiva en cuanto a nuestro corazón? Considere la información que sigue.
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¿Está usted listo para vivir en el nuevo orden de Dios?La Atalaya 1973 | 1 de noviembre
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¿Está usted listo para vivir en el nuevo orden de Dios?
1-3. (a) ¿Qué aterradora experiencia tuvo Israel en el mar Rojo? (b) ¿Hizo cambiar ésta a los israelitas? ¿Cómo lo sabemos?
PIENSE en el tiempo en que el Israel de la antigüedad efectuó su éxodo de Egipto. Al llegar a la orilla occidental del mar Rojo, los israelitas se hallaban atrapados a medida que las fuerzas de Faraón avanzaban sobre ellos desde la retaguardia. Estallaron en murmuración y queja: ‘Este Moisés, ¿por qué nos ha sacado al desierto para ser degollados con nuestras esposas e hijos?’ Mostraron falta de fe en la dirección de Dios. Sin embargo, Jehová le mandó a Moisés que extendiera su vara sobre el mar, y entonces Dios hizo que se abriera el mar, formando una senda a través de él hasta la orilla oriental. Es posible que unos tres millones de personas hayan estado envueltas, y como hace notar el libro Aid to Bible Understanding (página 546):
“Puesto que Israel atravesó el mar en una sola noche, difícilmente podría asumirse que las aguas se dividieron en un canal angosto. Más bien, éste debe haber sido de una milla (1,6 kilómetros), o de varias millas, de ancho. Aunque en formación de marcha bastante cerrada, tal grupo, junto con los carruajes que tenían, su equipaje y su ganado vacuno, aun cuando estuvieran en filas bastante compactas, ocuparían una superficie de quizás tres millas cuadradas (7,7 kilómetros cuadrados). . . . Tal columna necesitaría varias horas para entrar en el lecho del mar y atravesarlo.”
2 ¡Qué tremenda experiencia hubiera sido el efectuar esa marcha a través del mar hasta el otro lado y, una vez allí, volverse y ver regresar las aguas y ahogar a las fuerzas de Faraón como ratas atrapadas! ¡Aterrador, emocionante, de veras! ¿Pero hizo cambiar esto a los israelitas? ¿Fueron personas diferentes en la orilla oriental del mar Rojo de lo que habían sido en la orilla occidental?
3 Lea el relato y usted verá que en el transcurso de un mes había estallado de nuevo su queja y murmuración... ahora no había suficiente agua. Al murmurar esta vez y en ocasiones subsecuentes no alzaron los rostros hacia el cielo y se quejaron directamente contra Dios. No, se quejaron contra la agencia humana visible que él estaba usando. Continuó su falta de fe.—Éxo. 15:22-24; 16:1, 2.
4-6. (a) ¿Qué determina si los milagros u otras experiencias aterradoras tienen un efecto duradero sobre uno o no? (b) ¿Cómo ilustra esto Lucas 17:11-19?
4 Sea que un acto poderoso de Dios tenga solo un efecto momentáneo o realmente cambie a una persona depende de que el corazón de esa persona sea afectado o no. Esto fue cierto en cuanto a los milagros que los profetas de Dios y su propio Hijo ejecutaron. ¿Quién no ha sabido de la lepra, una enfermedad temida que ataca varias partes del cuerpo... los dedos de las manos y de los pies, los oídos, la nariz, los labios? Estos se consumen gradualmente. Suponga que esto le sucediera a usted y tuviera que ver su cuerpo y rostro sufrir lentamente tal desfiguración. Pero, ¿qué hay si alguien lo sanara a usted, restaurara su cuerpo y rostro a la salud de modo que la experiencia llegara a ser como una
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