Aguantando las pruebas de nuestra fe
“Han sido contristados por diversas pruebas, a fin de que la cualidad probada de su fe . . . sea hallada causa de alabanza.”—1 Ped. 1:6, 7.
1. ¿Son agradables las pruebas? ¿Cómo puede la fidelidad bajo prueba resultar en causa para dar y obtener alabanza?
LAS pruebas no son agradables. Pueden ser muy penosas. Ciertamente no fue agradable, por ejemplo, cuando escupieron a Jesucristo y se mofaron de él, y finalmente lo golpearon malignamente y lo clavaron a un madero de tormento para que sufriera una muerte angustiosa. (Mat. 26:66-68; 27:26-30) Estas experiencias dolorosas que sometieron su fe a la prueba más extremada realmente fueron penosas. Sin embargo, el fiel proceder de Jesús bajo prueba resultó ser una causa para dar y obtener alabanza. Primero, dio alabanza al nombre de Dios, porque la fidelidad de Jesús probó que Satanás el Diablo no pudo apartarlo de la adoración de Dios. Entonces, también, Jesús fue remunerado por su fidelidad con alabanza y honra cuando Dios lo resucitó de entre los muertos a la vida celestial.—Fili. 2:9-11.
2, 3. (a) ¿Cómo es posible ser feliz aun cuando uno pase por pruebas? (b) ¿De qué beneficio resultan las pruebas?
2 Cuando siempre mantenemos en mira la alabanza en que resulta para el nombre de Dios y el magnífico galardón que él da por la fidelidad, podemos retener felicidad genuina aun cuando suframos pruebas. De hecho, Jesús dijo en su Sermón del Monte: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos.” (Mat. 5:11, 12) El discípulo Santiago escribió de modo similar: “Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.” (Sant. 1:12) Sí, es una fuente de gozo cuando sabemos que nuestra fidelidad bajo prueba le agrada a Dios y merecerá su galardón de vida eterna. También podemos estar felices por la oportunidad que suministran las pruebas de demostrar nuestro amor a nuestro Padre celestial.
3 Por lo tanto, cuando las consideramos de la manera correcta, realmente podemos recibir con regocijo las pruebas, porque producen resultados provechosos. Esto ciertamente aplica en relación con el entrenamiento que precisa el corredor o nadador. Esas personas tienen que pasar por muchas experiencias y pruebas exigentes para cultivar la cualidad necesaria de aguante. Solo después de haber pasado por esas pruebas pueden esperar ganar en concursos de pista y campo o de natación en los que hay feroz competencia. Para el cristiano es similar; las pruebas sirven para hacerlo más fuerte en la fe. Es por esta razón que el discípulo Santiago escribió: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante.”—Sant. 1:2, 3.
4, 5. (a) ¿Por qué pudieron regocijarse los apóstoles después de recibir azotes? (b) ¿De qué manera nos fortalecen las pruebas?
4 Una experiencia de los apóstoles ilustra cómo las pruebas de la fe pueden producir aguante, y realmente resultan en gozo. En una ocasión fueron llamados por los oficiales del Sanedrín, quienes “les dieron azotes, y les ordenaron que dejasen de hablar sobre la base del nombre de Jesús.” ¿Cómo reaccionaron? La Biblia dice: “Éstos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre.” (Hech. 5:40-42) Los apóstoles se sintieron felices por la oportunidad que tuvieron de probar su lealtad a Cristo y su Padre celestial. También, el hecho de que su fe hubiera sido probada por medio de una prueba severa y hubiera resultado de cualidad genuina fue una fuente de gozo para los apóstoles. Pudieron regocijarse de que la experiencia penosa hubiera producido aguante en ellos.
5 ¡Imagínese! Esas experiencias por las cuales Satanás trata de derribar nuestra fe de hecho pueden edificarnos. Porque cuando aguantamos fielmente la prueba, nuestra mente se llena de la realización consciente de que estamos agradando a Dios. El estar conscientes así de la aprobación de Dios fortalece y hace más segura nuestra esperanza. De modo que las pruebas y las tribulaciones ponen en marcha una clase de “reacción en cadena” por la cual los esfuerzos del Diablo contra nosotros quedan completamente desbaratados. El apóstol Pablo explicó muy bien el asunto, instando: “Alborocémonos mientras estamos en tribulaciones, puesto que sabemos que la tribulación produce aguante; el aguante, a su vez, una condición aprobada; la condición aprobada, a su vez, esperanza, y la esperanza no conduce a la desilusión.” (Rom. 5:3-5) ¡Qué victoriosa combinación nos ha dado Jehová Dios! Sí, los sufrimientos y las pruebas solo pueden servir para edificarnos y fortalecernos cuando permanecemos fieles.
6. (a) ¿Cómo sabemos que el Diablo no tiene nuevos métodos en sus esfuerzos por apartarnos del servicio de Dios? (b) ¿Por qué es posible que el Diablo trate de imponer diferentes pruebas a diferentes individuos?
6 Es significativo que Satanás el Diablo no tiene nuevos métodos, no tiene nuevas maneras de tratar de apartarnos del servicio de Dios. Es por eso que el apóstol Pablo dijo en una ocasión acerca de Satanás: “No estamos en ignorancia de sus designios.” (2 Cor. 2:11) También se nos dice en 1 Corintios 10:13: “Ninguna tentación [o prueba] los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres.” En la Biblia están registradas para nosotros las muchas diferentes pruebas por las cuales se nos puede tentar para que rechacemos a Jehová. Al examinar estos ejemplos bíblicos podemos recibir advertencia de qué esperar, y el estar prevenidos es estar armados de antemano. También queremos recordar que Satanás es muy ladino. No le impondrá necesariamente las mismas pruebas a cada uno. Porque lo que es una prueba severa para una persona puede ser algo relativamente fácil de aguantar para otra persona. Por eso podemos estar seguros de que el Diablo tratará de atacarnos en nuestro punto más vulnerable. Teniendo presente esto, consideremos brevemente algunas pruebas que quizás nos sobrevengan para probar nuestra fe.
PROBADOS SOBRE LEALTAD A DIOS
7. (a) ¿Cómo trata el Diablo de hacer que las personas quebranten las leyes de Dios? (b) ¿Cuál es una ley de Dios que a menudo Satanás ha tratado de hacer que quebranten las personas?
7 Es en relación con la obediencia a las leyes de Dios que será probada nuestra fe. Satanás el Diablo trata de hacer que ocurran circunstancias que constituyan una prueba severa y que hagan muy difícil el que obedezcamos a Dios. Una de las leyes o mandatos de Jehová Dios que Satanás frecuentemente trata de hacer que los siervos de Dios quebranten es éste: “No debes tener otros dioses contra mi rostro. . . . No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirles, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción exclusiva.” (Éxo. 20:3-5) Jesús expresó el mandato como sigue: “Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.” (Mat. 4:10) Los siervos de Dios han pasado frecuentemente por pruebas severas que han puesto de manifiesto si permanecerían fieles o no a este requisito de dar devoción exclusiva a Dios.
8. ¿De qué manera fueron probados los tres hebreos en relación con la ley de Dios de que se ha tratado?
8 Por ejemplo, cuando Babilonia de la antigüedad fue una potencia mundial, su gobernante, el rey Nabucodonosor, erigió una enorme imagen de oro, y se dio a todos los presentes esta orden: “Al tiempo de oír el sonido del cuerno, el caramillo, la cítara, el arpa triangular, el instrumento de cuerdas, la gaita y toda suerte de instrumentos musicales, [es menester que] caigan y adoren la imagen de oro que Nabucodonosor el rey ha erigido. Y quienquiera que no caiga y adore, al mismo momento será arrojado en el ardiente horno de fuego.” (Dan. 3:5, 6) Entre los presentes había tres siervos hebreos de Jehová Dios: Sadrac, Mesac y Abednego. ¡Qué prueba severa fue ésta para ellos! ¡Qué prueba de su fe! Dios les había mandado: “No debes inclinarte,” y sin embargo el mandato del rey babilonio era: “Caigan y adoren la imagen de oro” o mueran en el horno. Este fue un esfuerzo deliberado de Satanás el Diablo para hacer que los tres hebreos quebrantaran la ley de Dios inclinándose ante el Estado, la imagen del Estado.
9. En tiempos modernos, ¿a qué imagen o símbolo a menudo han exigido las naciones que se rinda servicio?
9 Los métodos del Diablo no han cambiado. Todavía hace maniobras para que los siervos de Dios se encuentren en situaciones penosas similares. Por ejemplo, tal como hicieron las naciones en los días de Babilonia de la antigüedad, así hoy las naciones erigen emblemas y mandan a sus ciudadanos que saluden, se inclinen o lleven a cabo otros honores de adoración hacia éstos. Respecto a un símbolo prominente de las naciones en tiempos modernos, el historiador católico Carlton Hayes hace notar lo siguiente: “El principal símbolo de fe y objeto central de adoración del nacionalismo es la bandera, y se han diseñado curiosas formas litúrgicas para ‘saludar’ a la bandera, para ‘saludar con’ la bandera, para ‘bajar’ la bandera y para ‘enarbolar’ la bandera. Los hombres se descubren la cabeza cuando pasa la bandera; y en alabanza a la bandera los poetas escriben odas y los niños cantan himnos.”a Y tal como a los ciudadanos de Babilonia de la antigüedad se les impuso la obligación de inclinarse ante la imagen del Estado, así en tiempos modernos a menudo las naciones exigen que se rinda servicio o adoración a algún emblema del Estado o a algún representante humano del Estado.
10, 11. ¿Cómo han sido probados los siervos de Dios en tiempos modernos en relación con idolatrar a un hombre o rendir homenaje a un emblema del Estado?
10 En la Alemania nazi a la gente se le mandaba que diera un “heil” a Hitler y levantara el brazo en dirección de la svástica. El no acatar esta práctica idolátrica se castigaba con tratamiento brutal y los horrores de un campo de concentración. ¡Qué severa prueba de fe era esto para los cristianos verdaderos! ¿Saludarían diciendo “heil” a un hombre y rendirían honores adoradores a un emblema del Estado? ¿U obedecerían a Dios? ¿Qué habría hecho usted? Millares de testigos cristianos de Jehová obedecieron a Dios y rehusaron rendir devoción a Hitler o a un emblema del Estado. Es cierto que fueron enviados a campos de concentración y sufrieron trato horrible, pero la mayoría de ellos salieron regocijándose de que la experiencia penosa hubiera producido en ellos aguante.
11 Más recientemente, a la gente de la República Árabe Unida se le mandó que lanzaran gritos patrióticos como: “¡Viva el presidente Gamal Abdel Nasser!” ¡Qué felices estuvieron los que lealmente rehusaron participar de prácticas idolátricas de esa índole hacia un hombre que desde entonces ha muerto... en 1970! Aunque recibieron golpizas, estuvieron conscientes de la ayuda de Jehová durante esta experiencia penosa. El Post de Washington, informando sobre otro país africano, dijo: “Centenares de niños de las familias de los Testigos han sido expulsados de la escuela. Rehusaban cantar el himno y saludar la bandera.”b A pesar del precedente bíblico y las objeciones a causa de conciencia de estos niños sobre quienes se ejerció mucha presión para hacer que quebrantaran la ley de Dios, el Tribunal Supremo dio el fallo de que había suficiente base para negarles una educación.
12. ¿A qué prueba son sometidos frecuentemente los niños de escuela?
12 Podemos estar seguros de que Satanás el Diablo continuará haciendo sus esfuerzos por obligar por presión a los cristianos a rendir honores de adoración a personas o emblemas del Estado. Él no quiere que nadie permanezca leal a Dios dando a Dios devoción exclusiva. En muchos países a los niños de escuela se les pide con regularidad que saluden la bandera, que repitan un juramento de lealtad a ella, y en algunos lugares hasta que se arrodillen ante ella y la besen con los labios. Los que no han acatado esos requisitos han sido objetos de mofa y en algunos casos han recibido daño físico. Esto puede llegar a ser pronto lo que se practique donde usted vive, si todavía no lo es. ¿Qué hará usted? ¿Aguantará esos esfuerzos deliberados del Diablo para hacer que usted se haga desleal a Dios? ¿Pasará esta prueba de su fe?
PROBADOS POR CUESTIÓN DE LA SANGRE
13. (a) ¿Cuál es la ley de Dios tocante a la sangre? (b) ¿Cómo fueron probados los cristianos primitivos en relación con esta ley, y con qué resultados?
13 Otra ley en relación con la cual los siervos de Dios han sido probados con frecuencia es la prohibición acerca de la sangre. El mandato de Dios a los israelitas fue: “No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será cortado.” (Lev. 17:14) El mandato les fue repetido a los cristianos: “Que se abstengan . . . de lo estrangulado y de la sangre.” (Hech. 15:19, 20) El escritor primitivo Tertuliano informa que los romanos estaban enterados del punto de vista de los cristianos en cuanto a la sangre, y que los cristianos eran probados en relación con esta ley. Tertuliano escribe: “Cuando ustedes están probando a los cristianos, les ofrecen salchichas llenas de sangre; ustedes saben perfectamente bien, por supuesto, que entre ellos está prohibido; pero ustedes quieren hacer que ellos transgredan.”c Pero los cristianos fieles no transgredían. No se les podía obligar a quebrantar la ley de Dios aunque se les amenazara con la pena de muerte.
14. (a) ¿Cuál es una práctica médica común hoy día, y cómo puede constituir ésta una prueba para los cristianos verdaderos? (b) ¿Cómo resulta en protección verdadera la obediencia a la ley de Dios?
14 Debido a la práctica médica moderna de transfundir sangre a los enfermos, hoy frecuentemente los cristianos se enfrentan a una prueba similar de su fe. Algunas autoridades médicas insisten en administrar este tratamiento de sangre, o no administrar en absoluto ningún tratamiento. Ésta puede ser una verdadera prueba para el cristiano. ¿Qué hay si usted se hallara en una circunstancia en que los doctores insistieran en administrarle sangre a usted o a un miembro de su familia? ¿Se adherirá usted fielmente a la ley clara de Dios que manda abstenerse de la sangre, o cederá a la tentación y quebrantará Su ley por presiones instigadas por el Diablo? ¡Qué felices son los que han obedecido fielmente a Dios cuando han afrontado tal prueba! No solo tienen el magnífico conocimiento de la aprobación de Dios, sino que han sido protegidos de las muchas horribles enfermedades y peligros con los cuales están asociadas las transfusiones de sangre.
PROBADOS SOBRE REQUISITOS MORALES
15. (a) ¿Cuáles son las leyes de Dios en relación con la conducta moral? (b) ¿Cómo ha tentado Satanás a los siervos de Dios en relación con estas leyes? ¿Está haciéndolo hoy?
15 Por otra parte, a los cristianos también se les prueba frecuentemente en relación con los requisitos morales de Dios. Dios manda: “No debes cometer adulterio.” “Que se abstengan de la fornicación.” (Éxo. 20:14; 1 Tes. 4:3; Hech. 15:20) El Diablo ha descubierto que muchos del pueblo de Jehová son vulnerables en este aspecto. Por lo tanto, uno de sus métodos favoritos para alejar de Dios a las personas es emplear seducción que los lleve a quebrantar estas leyes. Por ejemplo, cuando el pueblo de Jehová, Israel, estaba por entrar en la tierra de Canaán, Satanás usó a atractivas moabitas como cebo para seducir a los hombres de Israel a cometer inmoralidad y así hacer que incurrieran en la ira de Dios. (Núm. 25:1-9; Rev. 2:14) En tiempos recientes, también, Satanás el Diablo ha utilizado el sexo para tentar a los cristianos a conducta inmoral. El tremendo énfasis que se da al sexo, con la glorificación casi en todas partes de prácticas sexuales ilícitas, puede constituir una verdadera prueba para los cristianos.
16, 17. ¿Cómo podemos evitar con éxito el caer en la inmoralidad sexual?
16 ¿Cómo podemos aguantar con éxito esta prueba? ¿Dejando que nuestra mente se espacíe en pensamientos inmorales? ¿Yendo a ver películas, leyendo libros y viendo programas de televisión que excusan la prostitución, el adulterio y otras prácticas que deshonran a Dios? ¿Mirando a personas, que no son nuestro cónyuge, con el pensamiento de tener relaciones inmorales con ellas? ¡Por supuesto que no! Porque los pensamientos con los cuales llenamos nuestra mente de continuo son los que con el tiempo nos impelerán a obrar. ¡Qué peligroso es, por lo tanto, dejar que nuestra mente se concentre en deseos inmorales!—Mat. 5:28; Sant. 1:13-15.
17 Para pasar con éxito esta prueba de nuestra fe tenemos que controlar persistentemente nuestros pensamientos. Tenemos que prestar atención a esta instrucción de la Palabra de Dios: “Cuantas cosas sean . . . justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Fili. 4:8) Sí, haga de esto su resolución o determinación mental, y refuerce vez tras vez esa determinación, de que sin importar qué situaciones surjan en su vida usted obedecerá los requisitos morales de Dios. Cuando sea tentado, ore a Jehová. Piense en regocijar Su corazón. También, fortalézcase considerando ejemplos fieles como José, que resistió la tentación a la inmoralidad. ¡Oh, qué excelente el ser como ese hombre temeroso de Dios!—Gén. 39:1-13.
EL MANDATO DE PREDICAR... UNA PRUEBA DE FE
18, 19. (a) ¿Cuál fue la voluntad de Dios en cuanto a Jesús? ¿Es la misma en cuanto a los cristianos hoy día? (b) ¿Qué evidencia hay de que el Diablo ha hecho difícil obedecer el mandato de Dios de predicar, pero con qué efecto en los cristianos?
18 La voluntad de Dios en cuanto a Jesucristo era que fuese predicador del “reino de Dios,” y Jesús efectuó fielmente este trabajo ante la oposición creciente que finalmente le quitó la vida. (Luc. 4:43; 8:1) Más tarde Jesús mandó a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones . . . enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Este mandato de predicar aplica a todos los cristianos hoy día. De hecho, ahora es especialmente urgente que los cristianos prediquen, porque Jesús predijo que ‘estas buenas nuevas del reino tienen que predicarse en toda la tierra habitada para testimonio antes que venga el fin.’ (Mat. 24:14) No sorprende, por lo tanto, que Satanás el Diablo esté concentrando sus esfuerzos para hacer difícil el que los siervos de Dios obedezcan este mandato. Esto significa que esta comisión solemne: “Predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente,” presenta una verdadera prueba de fe para los cristianos.—2 Tim. 4:2; 1 Cor. 9:16.
19 En el primer siglo ciertamente la presentó. Usted recordará que Satanás aguijoneó a sus representantes religiosos contra los apóstoles, y que ellos “les dieron azotes, y les ordenaron que dejasen de hablar sobre la base del nombre de Jesús.” (Hech. 5:40) ¿Qué habría hecho usted? ¿Dejar de predicar para evitar que lo azotaran nuevamente? ¡Los apóstoles no dejaron de predicar! Aguantaron la prueba; pasaron esta prueba de su fe. En años recientes, también, los cristianos se han enfrentado a circunstancias similares. Algunas autoridades han proscrito la predicación en ciertos lugares. Pero, imitando a Jesucristo y los doce apóstoles, los cristianos verdaderos han continuado predicando. Han dicho de hecho: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29) ¡Qué valor! ¡Qué fidelidad a Dios! Este es el ejemplo que ciertamente queremos imitar.
20. ¿Cómo es responsable el Diablo de las actitudes de la gente, y qué efecto se propone lograr en los ministros cristianos?
20 Sin embargo, en la mayoría de los lugares no ha sido proscrita la obra de predicar. No obstante, la gente con frecuencia es indiferente al mensaje del Reino; quizás hasta se mofe y se burle. Esto, también, es una prueba. Presenta una verdadera prueba de nuestra fe. ¿Está usted aguantando esta prueba? ¿Reconoce usted la responsabilidad que tiene Satanás por la actitud de indiferencia de la gente? Es una realidad. Por su propaganda ha moldeado el pensar de la gente. (2 Cor. 4:4) Así está tratando de desanimarlo a usted de siquiera tratar de predicarle a la gente. Pero, ¡no deje que él tenga éxito! Reconozca en las actitudes de la gente, de indiferencia y a veces hasta de hostilidad, los esfuerzos de Satanás por hacer que usted afloje el paso e impedir que usted celosa y prudentemente les presente el mensaje del Reino. No permita que el Diablo haga, de alguna manera, que usted deje de obedecer el mandato de nuestro Padre celestial de predicar.
PASANDO LAS PRUEBAS DE NUESTRA FE
21. ¿Cómo probó Dios a Abrahán, y cómo respondió Abrahán?
21 Los mandatos de Dios a nosotros pueden resultar en una prueba aun cuando Satanás no nos cause tribulación que nos pruebe. La Biblia da un ejemplo antiguo, diciéndonos: “El Dios verdadero puso a prueba a Abrahán. Por consiguiente, le dijo: ‘¡Abrahán! . . . Toma, por favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y haz un viaje a la tierra de Moría y allí ofrécelo como ofrenda quemada.’” ¡Imagínese qué difícil fue para Abrahán el obedecer este mandato de Dios! Pero Abrahán lo obedeció. Llegó hasta estar al mismísimo punto de usar el cuchillo para degollar a su hijo amado. ¡Qué fidelidad a Dios! Jehová, después de hacer que Abrahán retuviera la mano y no le causara daño a su hijo, le dijo a Abrahán: “Ahora sé de veras que eres temeroso de Dios puesto que no has retenido de mí a tu hijo, tu único.”—Gén. 22:1-18.
22. (a) ¿Qué requisitos para los cristianos hoy día pueden hacérseles a algunos casi tan duros de obedecer como la prueba que se le aplicó a Abrahán? (b) ¿Cómo fue bendecido Abrahán por su obediencia, y qué indica esto acerca de nosotros si somos obedientes?
22 Hoy las instrucciones de Dios a los cristianos presentan una prueba similar. Por ejemplo, ¡qué difícil es para algunos predicar “públicamente y de casa en casa”! (Hech. 20:20) ¡Y qué difícil se les hace prepararse para esta obra de predicación pronunciando discursos en la Escuela del Ministerio Teocrático o haciendo comentarios en las reuniones de congregación! (1 Tim. 4:13; Heb. 10:24, 25) Pero, ¿son estas pruebas mayores a grado alguno que la que Dios le aplicó a Abrahán? Una persona sumamente tímida quizás opine que casi lo son. Pero recuerde, Jehová es un Dios amoroso, misericordioso. Jamás le pide a su pueblo que haga algo que no sea para su propio bien y bendición. Piense, por ejemplo, en las bendiciones que recibió Abrahán por obedecer a Dios. Tuvo el gozo de que el ángel de Dios lo detuviera y de oír la aprobación de Dios pronunciada sobre él. Llegó a ser antepasado de la descendencia prometida. (Gén. 22:17, 18; Gál. 3:16) También, en la Biblia se recomienda su fe como algo que todos los cristianos deben imitar. (Heb. 11:17-19) Y Abrahán sirvió de prototipo de Dios mismo, quien ofreció a su Hijo como sacrificio para la humanidad. (Juan 3:16) Nosotros, también, seremos bendecidos por Dios si obedientemente hacemos lo que él dice.
23. ¿Qué error queremos evitar cometer?
23 Es un verdadero error el tratar de evitar o evadir una prueba por medio de dejar de hacer lo que Dios nos manda. La Biblia dice que “se levantó Abrahán muy de mañana” y tomó a Isaac e inmediatamente inició su viaje a Moría. No lo postergó. Tampoco debemos nosotros postergar el obedecer las instrucciones que Dios nos da de predicar el mensaje de su Reino. La obediencia sólo se hará más difícil mientras más posterguemos el hacer lo que sabemos que deberíamos hacer ahora. Y esa prueba siempre estará entre nosotros y el obtener la aprobación y bendición de Dios.
24. ¿Qué prueba no pasaron algunos israelitas, y qué muestra que si hubieran confiado en Dios pudieran haberla pasado?
24 Como ejemplo, considere a los israelitas a quienes Dios sacó de Egipto para llevarlos a la tierra “que mana leche y miel.” La tierra era de ellos, pero había una prueba que tenían que pasar primero. La tierra estaba llena de adoradores demoníacos que participaban en prácticas verdaderamente abominables. Lo que es más, algunos eran de tamaño extraordinario, gigantescos. (Núm. 13:1-33) Esto hizo que los israelitas sintieran temor y rehusaran obedecer las instrucciones que Dios les dio de entrar y apoderarse de la tierra. Por lo tanto, Dios dijo que no entrarían, sino que todos los mayores de veinte años morirían en el desierto. (Núm. 14:29-34) Sin embargo, cuarenta años después, cuando la siguiente generación de israelitas procedió a entrar en la tierra por mandato de Dios, ¿cuál era la situación? Pues, ¡allí estaban aquellos mismos hombres poderosos, o por lo menos su prole! Todavía se tenía que pasar la prueba. Pero esta vez los israelitas no evitaron la prueba. Confiaron en Dios y obedientemente entraron en la tierra y comenzaron a apoderarse de ella. (Jos. 11:21-23) ¡Cuánto mejor hubiera sido, sin embargo, el que sus padres hubieran pasado la prueba cuarenta años antes!
25. ¿Qué debemos hacer ahora nosotros, y con qué expectativa en mira?
25 Ahora nosotros nos encontramos en los portales del justo nuevo sistema de cosas de Dios. (2 Ped. 3:13) ¡Qué cerca está el fin de este sistema! Por lo tanto, no es tiempo de postergar o descuidar el hacer la voluntad de Dios. Tenemos que confiar en Jehová, y valerosamente hacer lo que él dice. Ya muy pronto podemos esperar que Satanás en su ataque total y final contra el pueblo de Dios nos someta a tremendas pruebas. Pero con la fuerza de Dios podemos aguantar estas pruebas de nuestra fe. ¡Sí, y entonces considere el magnífico galardón de vida eterna en su justo nuevo sistema con el cual nos bendecirá Dios!—Sant. 1:12; Rev. 21:3, 4.
[Notas]
a What Americans Believe and How They Worship por J. Paul Williams, páginas 359 y 360.
b El Post de Washington, 21 de feb. de 1969, pág. F2.
c Apology de Tertuliano, traducida por T. R. Glover, págs. 51-53 (1931).
[Ilustración de la página 437]
A pesar de terribles amenazas, los tres hebreos rehusaron inclinarse ante la imagen del rey. ¿Puede usted aguantar pruebas similares de su fe?
[Ilustración de la página 438]
¿Qué hará usted si los doctores insisten en administrarle sangre?
[Ilustración de la página 439]
¿Le ayudará a usted a aguantar las pruebas el ver programas de TV que excusan prácticas inmorales?