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“Tengan sal en ustedes mismos”La Atalaya 1978 | 1 de enero
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26. El que tengamos la “sal” figurativa en nosotros nos ayuda a observar ¿qué admonición final de Jesús a sus apóstoles, y con qué consecuencias para nosotros mismos como discípulos de él?
26 El tener “sal” en nosotros mismos y el sazonar nuestra habla con ella nos ayudará a hacer lo que dijo Jesús al terminar su consideración con sus doce apóstoles: “Mantengan paz entre unos y otros.” (Mar. 9:50) No hay duda de que el que seamos discretos, considerados, sanos y pacificadores en el habla y la conducta promoverá relaciones pacíficas entre unos y otros como discípulos de Cristo. Hará patente que el espíritu de Dios está dentro de nosotros, pues “el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz.” (Gál. 5:22) También, “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica.” (Sant. 3:17) De modo que se despliega un alto grado de sabiduría cuando obedecemos la exhortación de Jesús en cuanto a la paz. Es una marca del discipulado cristiano verdadero en medio de un mundo competidor, desunido, que se está desintegrando. Nos mantiene juntos como el pueblo organizado de Dios bajo Cristo.
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¿Es su fe una fe viva?La Atalaya 1978 | 1 de enero
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¿Es su fe una fe viva?
SUMAMENTE deseable es la cualidad piadosa de la fe. (Juan 3:16; 2 Cor. 5:7; Heb. 10:38) Pero en la fe está envuelto mucho más que simplemente creer. “¿Quieres saber, oh hombre vano,” pregunta el escritor bíblico Santiago, “que la fe aparte de las obras es inactiva?” (Sant. 2:20) Agrega: “En verdad, como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:26) La fe del cristiano no puede ser estática, sino que como vegetación que embellece la tierra, la fe tiene que permanecer viva y continuar creciendo.—2 Tes. 1:3.
Tocante a esto se puede aprender una lección valiosa de la manera en que el Israel antiguo respondió cuando Dios prometió darle la tierra de Canaán. Dios les aseguró a los israelitas su apoyo sobrehumano, al decir:
“Aquí estoy enviando un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado. Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él. Sin embargo, si obedeces estrictamente su voz y verdaderamente haces todo lo que yo hable, entonces yo ciertamente seré hostil para con tus enemigos y hostigaré a los que te hostiguen.”—Éxo. 23:20-22.
Israel estaba bajo la obligación de trabajar junto con Dios para exterminar a los cananeos. Dios mandó: “Sin falta debes darlas irrevocablemente a la destrucción. No debes celebrar pacto alguno con ellas ni mostrarles
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