Tiempo de descanso y refrigerio se acerca
NUESTRA generación verá el fin del actual orden plagado de tensiones. De hecho, hasta hay buena razón para esperar que un nuevo orden hecho por Dios comience dentro de la década actual. ¿A qué se debe esto?
Desde el año 1914 en adelante, las tensiones de la humanidad han aumentado dramáticamente, hasta un punto que se acerca a explosión. Como se mostró antes en este número, la profecía bíblica cumplida señala a ese año de 1914 como el comienzo del predicho “tiempo del fin” del actual orden lleno de presión. Pero al mismo tiempo convierte a la generación que vive en ese entonces en una generación ‘marcada.’ ¿Cómo?
Jesús mostró esto en su gran profecía registrada en los capítulos 24 de Mateo, cap. 13 de Marcos y cap. 21 de Lucas. Es cierto que gran parte de esa profecía tuvo un cumplimiento en el primer siglo. Predijo el derrumbe del orden judío y la desolación de Jerusalén y su templo. Pero las propias palabras de Jesús aclaran muy bien que esta profecía tendría otro cumplimiento, un cumplimiento mayor, al tiempo de su ‘segunda presencia.’ Ese cumplimiento mayor está aconteciendo en este “tiempo del fin” que comenzó en 1914.—Mat. 24:27, 30.
Jesús predijo las guerras, el hambre, la enfermedad, los terremotos, el aumento del crimen y otras calamidades que se han combinado para producir tan tremenda tirantez sobre esta generación desde 1914. Habló de “angustia de naciones” debido a no conocer la salida del dilema existente, mientras que los hombres ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.’ Esas palabras cuadran mejor con la condición de la humanidad desde 1914 en adelante que en ningún otro período de la historia humana.
Felizmente, sin embargo, Jesús dijo a los que cifran su confianza y esperanza en el gobierno de su Reino: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca. . . . En verdad les digo: Esta generación no pasará de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas.”—Luc. 21:25-32.
La generación judía que oyó esa profecía en el primer siglo vio el cumplimiento de la profecía de Jesús acerca de Jerusalén menos de cuatro décadas después, cuando Jerusalén fue destruida en el año 70 E.C. Podemos estar seguros de que esa profecía no resultará ser menos confiable en su cumplimiento principal en nuestro propio tiempo.
La generación que vivía en 1914 cuando ‘comenzaron a suceder estas cosas’ ya ha envejecido. En el más de medio siglo que ha pasado, el número de los que pertenecen a esa generación ha disminuido considerablemente. Sin embargo, “todas las cosas” que Jesús predijo para nuestro día tienen que acontecer plenamente antes de que ‘pase completamente esta generación.’ Eso significa que el debido tiempo para que acontezcan plenamente tiene que estar a la mano, muy cerca.
Todos los otros rasgos de la profecía de Jesús se han cumplido con pasmosa exactitud. No necesitamos dudar de que él habló la verdad inspirada cuando dijo que la generación que viera el comienzo de este “tiempo del fin” también verá su conclusión. Eso significará el fin del actual e insatisfaciente viejo orden, lleno de egoísmo y opresión y la introducción del refrescante nuevo orden justo de Dios.
Pero, ¿por qué hay razón de esperar que este cambio sucederá aun dentro de la década actual?
La Biblia muestra que nos estamos acercando al fin de 6.000 años de historia humana. La cronología bíblica revela que la vida humana comenzó con la creación de Adán unos 4.058 años antes de la muerte de Jesús (en la primavera del año 33 E.C.). Añadiendo a esto los años que han transcurrido desde la muerte de Jesús, hallamos que la terminación de 6.000 años de la existencia del hombre ocurrirá aproximadamente a mediados de esta década de los años setenta. Esto es significativo. ¿Por qué?
La respuesta se halla en el pacto de la Ley que Dios dio al Israel de la antigüedad por su mediador Moisés. La Biblia nos asegura que esa Ley tenía “una sombra de las buenas cosas por venir.” (Heb. 10:1) Siga una sombra y finalmente llegará a la realidad, la sustancia de la cual la sombra solo es un contorno. Las cosas prefiguradas por el pacto de la Ley nos llevan a la realidad del reino de Dios en las manos de su Hijo, Cristo Jesús.
Colosenses 2:16, 17 muestra que el arreglo del sábado está incluido entre las ‘sombras de las cosas por venir.’ Según ese arreglo del sábado cada séptimo día era un día de descanso de todo trabajo. También, cada séptimo año era un año de descanso para la tierra, sin que ésta se arara ni se sembrara. De esa manera no solo la tierra tenía la oportunidad de renovar su fuerza productiva, sino también la gente.—Éxo. 20:8-11; Lev. 25:1-8.
¿Qué “buenas cosas” prefiguró esto? Ese arreglo de sábado prefiguró magníficas bendiciones y alivio para toda la humanidad por medio del reino de Cristo. El libro de Revelación muestra que, con el fin del actual orden injusto, el reino de Cristo introducirá un régimen de paz y bendiciones divinas que durará por mil años. Esto resultará en un descanso semejante a sábado para toda la Tierra y todos sus habitantes. El reino de Cristo se encargará de que la humanidad reciba todos los beneficios del rescate de Cristo, trayéndola con el tiempo a la plena libertad del pecado. También se encargará de abismar a Satanás y sus fuerzas demoníacas, libertando a la humanidad de su régimen opresivo.—Rev. 20:1-6; 21:1-4.
Si aplicamos la declaración bíblica de que para Jehová Dios ‘mil años son como un día,’ esto significaría que los seis mil años de la existencia del hombre son solo como sus días a la vista de Dios. (Sal. 90:4; 2 Ped. 3:8) Entonces el venidero reinado de mil años de su Hijo sería un séptimo “día” que seguiría a esos seis. Esto cuadraría perfectamente con el modelo profética de un período sabático de descanso después de seis períodos de trabajo afanoso. Por eso, al acercarnos al fin de seis mil años de existencia humana durante esta década, hay la conmovedora y cierta esperanza de la cercana realización de un magnífico Sábado de descanso y alivio. Entonces terminarán las tensiones que causan frustración y fatiga. En lugar de éstas habrá libertad refrescante y disfrute de lo bueno.
¿Qué tiene usted que hacer si quiere conseguir la vida en ese refrescante nuevo orden bajo el gobierno de Dios por medio de su Hijo? Considere la información en el siguiente artículo.
[Gráfico de la página 27]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000
CREACIÓN DILUVIO MUERTE DE ¿REINO
DEL DEL DÍA JESUCRISTO 1914 MILENARIO
HOMBRE DE NOÉ 33 E.C. DE CRISTO
JESÚS?
Al acercarnos al fin de 6.000 años de historia humana a mediados de los años setenta hay la conmovedora esperanza de un magnífico alivio