Los 1,290 y 1,335 días de la profecía de Daniel
“El SEÑOR conoce los días del inocente.”—Sal. 37:18, UTA.
1, 2. ¿Qué desarrollos significantes deben notarse en la historia del pueblo del Señor desde 1918 a 1921?
EN 1918 (d. de J.C.) no se oyó ningún cántico de liberación y alabanza, no se desempeñó el servicio diario de alabanza. El pueblo de Jehová guardó silencio, y la condición fué una de aflicción y dolor de corazón para el resto fiel y leal, algunos de los cuales estaban en prisión. En marzo de 1919 Dios libró de la prisión a los organizadores de su pueblo y ellos inmediatamente se ocuparon e hicieron arreglos para una convención que se celebró en Cedar Point, Ohío, en septiembre de 1919. Allí el pueblo de Jehová recibió consuelo, fortaleza y ánimo. El “esclavo fiel y discreto” sirvió alimento espiritual. Se vió que había más trabajo que hacer, una verdadera sorpresa para algunos que habían declarado que la obra se había completado. La revista compañera de La Atalaya, entonces conocida como The Golden Age (Luz y Verdad), se publicó en 1919. Fué tiempo de gran prueba y de escudriñamiento de corazón, pero aquellos cuyo corazón y mente estaban en una condición lista para desempeñar cualquier servicio se sintieron felices. Pero algunos no estaban en una condición espiritual saludable. El motivo que tenían para desempeñar servicio no era puro; y esto no debe causar sorpresa, porque Jesús dijo: “El amor de la mayor parte se enfriará.” (Mat. 24:12, NM) Algunos comenzaron a trabajar desordenadamente en la organización de Dios y hasta a herir a los que antes eran sus compañeros.—Mat. 24:48, 49.
2 En 1921 la Sociedad Watch Tower Bible & Tract publicó por primera vez “instrucciones de la organización”. La Sociedad nombró a uno de los hermanos maduros de cada congregación como su representante. A causa de esta dirección muchos se opusieron y abandonaron a la Sociedad y se marcharon. Ellos deseaban manejar la obra del Señor a su propia manera.
3. ¿Qué gran cambio en la condición de los siervos de Dios sobre la tierra se hizo muy aparente en 1922?
3 Ya para este tiempo la condición de “saco” del pueblo de Dios se estaba cambiando, se estaba reemplazando con otros vestidos de identificación. La ceniza se cambió por hermosura. (Isa. 61:3) Jehová hizo que los relámpagos empezaran a brillar desde el templo, y se discernieron maravillosas verdades. Se vió que ya estábamos viviendo en el ‘día de Jehová’. (Sal. 118:23, 24) La clase de Isaías que había estado inmunda fué limpiada. (Isa. 6:5, 6) El Señor Jesús había venido a su templo para juicio. (Mal. 3:1-3) Esto se explicó en 1922 en la segunda Convención de Cedar Point, celebrada del 5 al 13 de septiembre. Los hijos de Sión ahora estaban despiertos, se habían quitado el “saco”, habían cambiado de inactividad a actividad, de incertidumbre a confianza, de temor a denuedo. Se pusieron de pie abiertamente delante de todo el mundo verdaderamente como los siervos de Dios, para anunciar de allí en adelante al Rey y su Reino. Pero ¿qué hay acerca de sus enemigos, los que habían causado la muerte de los “dos testigos” antitípicos? “Gran temor cayó sobre aquellos que los vieron.” (Apo. 11:3-11, NM) Y esto fué con buena, razón, porque sus temores y tormentos estaban por principiar.
4, 5. ¿Qué eventos desde 1918 por lo tanto manifiestan claramente el cumplimiento de la profecía concerniente a los 1,290 días?
4 Esto significa que desde 1918, cuando terminó el período de los 1,260 días, dos grandes maravillas habían sucedido. Primero, el Diablo había establecido un reino substituto que debía tomar el lugar del reino de Dios mediante Cristo y que estaba esforzándose por hacer que toda la gente lo adorara. Segundo, tuvo éxito por un tiempo en hacer que los santos de Dios dejaran de ofrecer el sacrificio continuo de alabanza a Jehová Dios. Estos eventos cumplen de una manera muy clara la profecía dada por el ángel a Daniel concerniente a los 1,290 días: “Muchos serán purificados y emblanquecidos y acrisolados; pero los malos seguirán haciendo maldades; y no entenderá ninguno de los malhechores; mas los sabios entenderán. Y desde el tiempo en que fuere quitado el holocausto continuo, es a saber, para poner allí la abominación desoladora, habrá mil doscientos y noventa días.” (Dan. 12:10, 11) “Desde el tiempo que se quite el sacrificio que asciende continuamente, y se establezca la abominación horrible que confunde habrá mil doscientos y noventa días.” (Rótherham) “Y desde el tiempo de la remoción del sacrificio perpetuo, cuando se establecerá la abominación de desolación, habrá mil doscientos y noventa días.” (LXX) “Mil doscientos y no venta días pasarán, después que se haya parado la ofrenda diaria y la abominación espantosa se haya establecido.” (Mo) Este sacrificio no tiene que ser una oferta que se hace literalmente cada día, sino más bien de continuo. La palabra hebrea “tau-mid” contiene el mismo pensamiento que en Isaías 21:8, Isaías 62:6, Salmo 34:1 y Salmo 71:6. Tiene que ver con el servicio continuo y fiel del pueblo de Jehová.
5 Estas dos cosas están en evidencia al mismo tiempo, a saber, (1) el establecimiento de la horrible abominación que confunde, y (2) la remoción del sacrificio continuo. No existe razón bíblica para concluir que los 1,290 días deben de transcurrir al mismo tiempo que los 1,260 días. Los 1,290 días por esto se cuentan desde la fecha del establecimiento de la abominación, lo cual fué durante la última parte de enero de 1919. Este período de 3 años y 7 meses termina en septiembre de 1922—precisamente cuando estaba en sesión la Convención de Cedar Point anteriormente mencionada. Tenga presente que esta convención no fué arreglada para esa fecha con la mira de cumplir alguna profecía, porque en ese tiempo no se sabía que estas fechas eran importantes. El “sacrificio continuo” ya se había restaurado para 1922. Los labios de la clase de Isaías se habían limpiado y ellos ahora estaban dedicados cabalmente a cantar alabanzas a Jehová. “Y en su Templo todo ello le dice: ¡Gloria!”—Sal. 29:9.
6. ¿Qué hechos señalan hacia la consumación del período de 1,290 días en septiembre de 1922?
6 Al fin de este período de 1,290 días todo el mundo llegaría a conocer que la Sociedad de las Naciones no estaba aprobada por Dios y que vendría a ser nada. (Isa. 8:9, 10) Había de pronunciarse su ruina. Cualquier reconstrucción de ese mismo sistema también sería condenada al fracaso. Pasaron tres años y siete meses desde el tiempo cuando la abominación fué establecida hasta que se pronunció públicamente que estaba condenada, allí en la Convención de Cedar Point en septiembre de 1922. Allí, también, cesó otra situación, desde el tiempo en que fué estorbado y quitado el sacrificio continuo de alabanza a Jehová hasta que fué restaurado, y el sacrificio de alabanza se ofreció de nuevo en el templo de Dios, y la abominación detestable fué expuesta como un subterfugio, colocada en el lugar donde nunca debería estar. De esta suerte terminaron los 1,290 días.—Vea The Watchtower en inglés del 1 de noviembre de 1922 y La Torre del Vigía (ahora Atalaya) de diciembre de 1922 y enero de 1923.
1,335 DÍAS
7. ¿Es razonable pensar que estos tres períodos de tiempo mencionados en Daniel 12 abarcan muchos siglos de tiempo? ¿Por qué contesta así?
7 Daniel 12:12 anuncia: “¡Bienaventurado aquel que espere, y alcance a mil trescientos treinta y cinco días!” Desde 1922 en adelante hubo un movimiento hacia adelante, nuevas verdades se estaban revelando a los fieles. Ya no hubo paros, porque, con la visión del Señor en el templo, el trabajo de anunciar al Rey y su reino había cobrado ímpetu. Para algunos quizás parezca extraño que estas profecías de hace 2,500 años ahora estén recibiendo su cumplimiento en unos cuantos años. Pero es menester que apreciemos que algún día tienen que cumplirse, y ¿por qué no ahora? Algunos quizás prefieren pensar que estos 1,260, 1,290 y 1,335 “días” de Daniel 12:7-12 abarcan un período de siglos, como si eso añadiera a su importancia. Pero ¿será razonable eso? Pregúntese a sí mismo: ¿Por qué se dieron esas maravillas? Es cosa segura que no fué solamente con el fin de registrar o detallar hechos históricos, para que los estudiantes de la Biblia pudiesen manifestar con confianza que la Palabra de Dios es verídica. Más bien, esas visiones son para el consuelo, edificación y guía del pueblo de Dios en estos “postreros días”, para que no tuvieran dificultad en conocer la señal de los tiempos y el tiempo cuando vendría su liberación del cautiverio babilónico. (Rom. 15:4, NM) ¿Cómo sería posible que esas maravillas nos guiaran en este día si nada más conociéramos que ciertas profecías se habían cumplido durante la Edad Media? Es verdad que ciertas profecías recibieron un cumplimiento parcial o en miniatura durante el primer advenimiento de Cristo Jesús, y eso fué con el fin de identificar al Hijo de Dios y para cumplir el propósito de Dios para con él, de esta manera dándole a la iglesia confianza y completa seguridad de que él era el Mesías.
8. ¿Cuál fué el propósito de estas visiones y profecías de Daniel? y ¿qué otros acontecimientos predichos desde hace mucho fueron cumplidos en cortos períodos de tiempo?
8 Las profecías de Daniel no se han provisto para manifestar el curso de las naciones gentiles entre 607 a. de J.C. hasta 1914 (d. de J.C.), sino para manifestar al pueblo de Jehová los acontecimientos desde 1914 en adelante, no durante el tiempo del poder gentil, sino después de su expiración. A Daniel se le dijeron las visiones y las maravillas para los postreros días, no con el propósito de manifestar en ese entonces los eventos que habían acontecido a través de 2,000 años, para luego decir en efecto, “Eso ya ha sucedido.” Más bien es una palabra “viviente”; esas visiones eran para un tiempo señalado y hablarían al día designado, y ciertamente lo están haciendo hoy en día. De ese modo aumenta el conocimiento, de hecho el entendimiento de esas visiones forma parte del conocimiento. Tenga presente que el evento más grande de la historia humana ha acontecido, porque Cristo Jesús ha recibido mandamiento de su Padre para dominar en medio de sus enemigos. Cuando el pequeño Hijo de Dios nació en Belén, Jehová envió ángeles del cielo para anunciar las buenas nuevas. También recuerde que Juan el Bautista, que fué el Elías de aquel tiempo, predicó por sólo un período muy corto antes que principiara el ministerio de Cristo. Además de eso, muchas profecías también se cumplieron durante los tres años y medio del ministerio de Cristo Jesús, y ése duró solamente 1,260 días.
9. ¿Había de esperarse que estas maravillas que se hallan conectadas con la segunda presencia del Señor Jesús se observaran prontamente por todo el mundo?
9 ¿Le extraña entonces que Jehová Dios haya hecho que se registraran tantas profecías para estos postreros días, cuando la presencia de Cristo Jesús no es como un niño humano sino como el glorioso Rey de todos los reyes? ¿Esperaba usted algo aparatoso, alguna manifestación mundana exterior, o algún esplendor magnífico, para que todo el mundo se maravillara? Él no vino de esa manera en su primer advenimiento. (Mat. 12:19; Luc. 4:9-12; Isa. 53) Su segunda presencia no principia con tal manifestación. Considere esto: “Porque ustedes mismos bien conocen que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. Entonces, pues, no sigamos durmiendo como hacen los demás, sino quedémosnos despiertos y mantengamos nuestro juicio.” (1 Tes. 5:2, 6, NM) “Empero el día de Jehová vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos estando intensamente calientes serán disueltos, y la tierra y las obras en ella serán descubiertas.” (2 Ped. 3:10, NM) Realmente es posible que se cumplan muchas maravillas sin que millones de personas ni siquiera se den cuenta. Felices son sus ojos si ven estas cosas, si usted está despierto y vigilando.
10. ¿Qué hechos correspondientes en la profecía de Zacarías (4:9, 10) corroboran cabalmente nuestro entendimiento de los “días” de Daniel?
10 Recuerde ahora la reconstrucción del templo de Jerusalén en los días cuando Israel fué libertado del cautiverio babilónico literal. Parecía ser cosa tan insignificante, tan pequeña, sólo unos cuantos cautivos comparativamente regresando y empezando a construir. Sin embargo, está registrado: “Las manos de Zorobabel echaron los cimientos de esta Casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los Ejércitos me ha enviado a vosotros. Porque ¿quién es aquel que desprecia el día de las cosas pequeñas? Pues los tales se regocijarán, viendo la plomada en la mano de Zorobabel, con aquellos siete que son los ojos de Jehová que recorren toda la tierra.” (Zac. 4:9, 10) Por esto tenga presente que éstas son el principio de las cosas, porque Dios comenzó a hacer una obra grande y maravillosa mediante su pueblo desde 1919 en particular. Una vez principiada esa obra nunca terminará. Sí, principia de una manera pequeña, callada, sin ostentación, pero con una seguridad que nunca cesará. El nuevo sistema de cosas estaba entrando para reemplazar al viejo. En estos postreros días, un mundo que cuenta con 4,000 años de edad habrá de terminar, y un nuevo mundo habrá de entrar. El cumplimiento de profecía quizás parezca ser insignificante para con algunos; pero no se engañe usted. Tenga presente que la grande montaña, que llenó toda la tierra, creció de una piedra pequeña. (Dan. 2:34, 35) Cuando Jehová extiende su mano para cumplir algún propósito, éste se cumple y no existe poder alguno que pueda impedirlo, porque Él es todopoderoso. El pueblo de Jehová todavía tendrá que aguantar mucha persecución brutal, porque todavía vive en un mundo impío e inicuo, pero su unidad y paz que se desprenden como resultado de conocer que ellos son el núcleo de la sociedad de la Nueva Tierra nunca serán quebrantadas. Ellos nunca serán desmenuzados. Permita usted que su mente absorba las verdades de que el Rey de Jehová está presente, que el Reino está aquí y que permanecerá para siempre jamás y que pronto manifestará su poder entre las naciones.
11. ¿Qué verdades maravillosas empezó a entender el pueblo del Señor en los años después de 1922?
11 El pueblo de Jehová estaba aprendiendo estas verdades desde 1922 en adelante y se estaba regocijando en gran manera. Estaba saliendo de las tinieblas, de la religión falsa, y estaba aprendiendo los propósitos de Jehová. El resplandor del sol del Reino se estaba manifestando. Ellos ahora aprendieron por qué se les permitía entender estas cosas maravillosas y por qué los había congregado Jehová. ¡Ciertamente fué por una razón muy diferente a lo que ellos habían pensado! Ya en ese tiempo reconocían que no fueron libertados principalmente para su propia salvación y glorificación, sino para servir el propósito de Dios. Así como dice Hechos 15:14 (NM): “Simeón ha relatado cabalmente cómo Dios por primera vez dirigió su atención a las naciones para tomar de ellas un pueblo para su nombre.” Para “su nombre” habrá de notarse, y no para manifestar virtudes personales aunque todos deben tenerlas, sino para ser “‘un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó fuera de la oscuridad a su luz maravillosa”. (1 Ped. 2:9, NM) Era mucho el trabajo que debían hacer los ungidos de Dios antes que terminaran su carrera sobre la tierra. Además, en 1925, por primera vez, vieron y entendieron que el Reino realmente había nacido en 1914, que ya era un hecho. Ya no era asunto de declarar que el tiempo había llegado para el Reino, que había llegado el día cuando finalizaría el mundo de Satanás, sino que el Reino ya había llegado y estaba dominando desde el cielo, y ya se había luchado una guerra en el cielo. La Watchtower del 1 de marzo de 1925 publicó esta información.
12. El aprecio de ¿qué cosa produjo gozo en el pueblo del Señor, y también satisfacción y el deseo de expresar activamente su gratitud?
12 Sí, el resto ungido se había congregado en los “postreros días” con un propósito, no para desempeñar una obra poderosa del Reino allá en el cielo, ya que podían hacer eso sin ser congregados aquí, sino para servir sobre la tierra antes de marcharse allá. Sión fué establecida nuevamente, el Rey fué entronizado, se dió a luz el hijo varón (Reino), y Dios ahora iba a usar a su pueblo para declarar su nombre en todo el mundo, para alabanza de él en toda la tierra. (Isaías 12) Por siglos el nombre de Jehová se había reprochado, ridiculizado, blasfemado, colmado de mentiras; pero ahora él haría que se declarara la verdad, su santo nombre sería conocido por dondequiera y se cantarían sus alabanzas. Pero ¿quién honraría su nombre? ¿Quiénes formarían el pueblo que cumpliría ese propósito? Un sentimiento profundo de gratitud estaba creciendo en los corazones de los hijos de Dios. Habían llegado a conocer que ellos eran esa posesión especial. ¿No los había libertado Dios del cautiverio y polvo de Babilonia? ¿No los había restaurado al lugar donde estaban libres para adorarlo? ¿No los había limpiado y no les había manifestado cosas maravillosas, ayudándolos para que todos vieran con qué motivo los traía desde el norte, el sur, el oriente y el occidente? El favor de Jehová había vuelto a Sión, y su rostro estaba tornado en dirección a ellos. “¡Haga Jehová resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti compasión! ¡Alce Jehová su rostro sobre ti, y te conceda la paz!” (Núm. 6:25, 26) ¡Con qué claridad y hermosura estaba ayudando Jehová a su pueblo para que viera las cosas grandes que él todavía haría para ellos en cumplimiento de su palabra, según se manifestaba en las profecías de Isaías 52, Isaías 60, Isaías 61 e Isaías 62! Verdaderamente ya había llegado el tiempo para que se cantaran las alabanzas de Jehová. La Watchtower del 1 de enero de 1926 (La Torre del Vigía para marzo y abril de 1926) publicó el artículo “¿Quién quiere honrar a Jehová?” y el texto para ese año fué “Bendito sea el Señor desde Sión”. (Sal. 135:21, VA) ¡Gozo y alegría habían llegado a ser la porción de Sión, y ahora Sión era feliz y favorecida!
13. ¿Qué citas de la Watchtower marcan a 1926 como un año verdaderamente bienaventurado?
13 El año de 1926 resultó ser un año bendito, y para dar alguna idea de esta felicidad y del entendimiento que tenían acerca del trabajo que todavía tenía que hacerse, citamos aquí unos breves extractos de dos artículos de la Watchtower:
“Entre las cosas que tienen que hacerse de acuerdo con lo que se le dirige al ‘Siervo’ en esta profecía está lo siguiente: ‘Restaurar las desolaciones de Israel,’ y ‘hacer que hereden las herencias desoladas’. (Isaías 49:6, 8, VA, margen) Los que se mencionan como las ‘desoladas’ sin duda son aquella clase que es designada como la grande compañía. . . . Luego el profeta se dirige al ‘Siervo’ y declara qué es lo que ese Siervo hará: ‘Diciendo a los que están presos: ¡Salid! y a los que están en tinieblas: ¡Manifestaos! Pacerán al lado de los caminos, y sobre todos los cerros [altos] serán sus pastos.’ (Isaías 49:9) Esto prueba definitivamente que ‘El Siervo’, obrando bajo la dirección de Jehová, tiene que entregar un mensaje a estos prisioneros, a los que están en tinieblas.”—The Watchtower, 15 de noviembre de 1926.
“Son estos ‘pueblos lejanos’ los que deben ser animados a juntarse a o bajo la bandera de Jehová. ‘El siervo’ tiene la orden de levantar la bandera de Dios, lo cual quiere decir que debe dar a la gente el testimonio concerniente a Dios y al reino. La orden al siervo es: ‘He aquí que yo alzaré mi mano a las naciones, y levantaré mi bandera a los pueblos; y ellos traerán a tus hijos en sus brazos, y tus hijas sobre sus hombros serán llevadas.’—Isaías 49:22.
“El profeta indica que muchas otras gentes tendrán aún que oír, y que oyendo se regocijarán. Hablando figurativamente, los que oyen el mensaje llevan sobre sus hombros y en sus brazos a esos hijos que han sido traídos al conocimiento de la provisión de Dios para darles a ellos vida. De este modo expresan su gozo y aprobación. Cuando la gente se siente contenta una de las mejores maneras de expresar su gozo al que lo ha motivado es llevándolo sobre los hombros y en las manos. Un buen número de gente se ha provisto con los libros que enseñan el plan de Dios. Mayor número escucha por medio del radio. Estos pasan la buena nueva a otros. Muchos de éstos han llegado a ser amigos de los que aman al Señor y su mensaje, y aun cuando no dan evidencia de engendro del espíritu, se regocijan en la verdad y en el mensaje de vida, expresando su gozo a su manera, ilustrada por la llevada de los hijos en los brazos y sobre los hombros.”—The Watchtower, 15 de agosto de 1926 (La Torre del Vigía de enero y febrero de 1927).
14. ¿Por qué ya no era asunto de cuánto tiempo tendrían que continuar sobre la tierra los siervos del Señor desempeñando Su servicio?
14 Con los fieles ungidos ya no era asunto de cuánto tiempo tendrían que trabajar sobre la tierra antes de entrar a la gloria celestial. Más bien, tenemos aquí mismo el servicio del Reino, igual como si el Reino hubiese bajado del cielo al pueblo de Dios, y vivieran ellos en él. Ya no se preocupaban, sea que tuvieran que permanecer sobre la tierra un año o muchos años, porque se sentían muy felices. “Como el rocío del Hermón es la influencia que desciende sobre las montañas de Sión; porque allí Jehová la bendición ha mandado, es a saber, la vida para siempre jamás.” (Sal. 133:3) Su porción ahora era seguridad y confianza. “Y el Redentor vendrá a Sión, es decir, a los que se vuelven de la transgresión en Jacob, dice Jehová. Y en cuanto a mí, éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: ¡Mi espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice Jehová, desde ahora en adelante y para siempre!” (Isa. 59:20, 21) “Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia es de mí, dice Jehová.” (Isa. 54:17) “¡Despiértate, despiértate! ¡vístete de tu fortaleza, oh Sión! ¡vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalem, ciudad santa! porque no volverá más a entrar en ti el incircunciso y el inmundo.” (Isa. 52:1) Los lugares desolados habían de llenarse, las tiendas debían extenderse, y el desierto debía llegar a ser una laguna. Todos sus hijos debían volver a su hogar en Sión. ¡Ah, qué tiempo tan gozoso les esperaba ahora a los hijos de Jehová, y eso para siempre jamás!
15. ¿Por qué es “aquel que espere” bienaventurado al fin de los 1,335 días?
15 Veamos ahora como se ajusta esto a la profecía de Daniel. Recuerde ahora todos los acontecimientos desde 1914 en adelante, y estas palabras consoladoras: “¡Bienaventurado aquel que espere, y alcance a mil trescientos treinta y cinco días!” (Dan. 12:12) La palabra “espere” se toma de la palabra hebrea que significa “adherirse, apegarse o permanecer estable y fijo”. Durante los muchos años desde 1914 hubo muchos sacudimientos, grandes pruebas de fe y numerosas experiencias desagradables. Bienaventurados serían los que permanecieran, que se mantuvieran estables y fijos, y que llegaran a los 1,335 días. Ellos entonces entenderían el propósito de todas estas cosas, y se llenarían de gratitud. ¿Cuándo, pues, principiaron los 1,335 días y cuándo terminaron? De acuerdo con la manera bíblica de contar el tiempo, 30 días para cada mes, esto abarca un período de tres años, ocho meses y medio.
16. ¿Qué cosa marca 1926 como el cumplimiento del período de 1,335 días cuando los siervos del Señor entran en notable felicidad?
16 Tenga presente que los 1,290 días terminaron con la restauración del “sacrificio continuo” y con recibir ellos la seguridad de que el sacrificio de ofrendar alabanzas había de continuar aunque vinieran muchas persecuciones. Sigue pues adelante el servicio, y bienaventurado aquel que alcance a los 1,335 días. De modo que si contamos ese período desde la terminación de los 1,290 días eso querrá decir desde septiembre de 1922 hasta mayo de 1926,—tres años, ocho meses y medio—y en esa fecha se estaba celebrando una gran convención internacional del pueblo de Jehová en Londres, Inglaterra. Fué un tiempo bienaventurado, porque se había llevado a cabo una gran obra de limpieza en Sión, la ciudad espiritual de Dios. Muchas ideas eclesiásticas de la religión falsa se hicieron a un lado, se le estaba dando un tremendo golpe a la gran “abominación” de la Sociedad de las Naciones, y ahora se entendió que el pueblo de Dios estaba sobre la tierra con el propósito de cantar las alabanzas de Jehová Dios, para de hecho y verdaderamente ser un pueblo para su nombre. Entendieron por qué estaban viviendo, qué estaban haciendo, y hacia dónde iban. El gran gozo de estar en esa condición fué para ellos una fuente de consuelo diario. ¡Ah, qué bendita fué la porción de los que alcanzaron a los 1,335 días! Estamos viviendo ahora en el día cuando estas grandes bendiciones ya se han realizado. No es posible ni razonable comparar el gozo y los favores de hoy con las experiencias benditas de 1926, con el fin de llegar al correcto significado y aplicación de esta profecía, sino debemos comparar, si hay que hacerlo, la posición grande y maravillosa del pueblo de Jehová en 1926 con su condición en 1914 y 1918. De esta manera se entenderá su estado bendito.
¡Canten de gozo y alégrense los que se complacen en mi justicia! y digan siempre: ¡Sea ensalzado Jehová, que se complace en la prosperidad de su siervo! Y mi lengua hablará de tu justicia; todo el día, de tu loor.—Sal. 35:27, 28.