La Santa Biblia—el Libro por los testigos de Jehová
“Las santas escrituras que te pueden hacer sabio para la salvación.”—2 Tim. 3:15
1. ¿Qué hace al más admirable libro sobre la Tierra singular en cuanto a su edad, el tiempo que tomó el escribirlo y en cuanto a su autor?
¿CUÁL es el libro más admirable en la Tierra en esta edad nuclear, sideral? Es un libro que comenzó a escribirse antes de la era cristiana, antes de la era budista (563 a. de la E.C.), antes de la era japonesa (660 a. de la E.C.), antes de la era romana (753 a. de la E.C.) y antes de la era olímpica griega (776 a. de la E.C.). Sin embargo, su gran edad no ha disminuido su valor. En realidad, su edad ha aumentado su valor inapreciable. También tomó más tiempo para escribirse que cualquier otro libro. Desde que se escribió su primer capítulo pasaron alrededor de 1,610 años antes que se terminara su capítulo final, cerca del cierre del primer siglo de la era cristiana. Sin embargo el autor del libro fue una sola persona.
2. ¿A qué grado aparece el nombre del autor en el libro, y en qué ha resultado el que el libro tenga el un solo autor que tiene?
2 Desde el principio hasta el fin este libro se escribió en el propio nombre del único autor. En realidad, el nombre del autor aparece a través del libro unas siete mil veces. Realmente, solo por el motivo de tener a ese único autor el libro excede en valor a cualquier otro libro y todavía cobrará mayor fama de, la que ya goza.
3. Dado que tomó tanto tiempo para escribirse, ¿cómo es posible que tuviera un solo autor?
3 Ningún hombre ha vivido más de mil seiscientos años, de modo que ¿cómo es posible que un libro que tomó tanto tiempo para escribirse tenga un solo autor? Se debe a que el autor del libro no es un hombre que muere. El nombre del autor muestra ese hecho, porque Él se llama Jehová.
4. ¿De qué manera aparece el nombre del autor muy cerca del fin y cerca del principio del libro?
4 En el anteantepenúltimo capítulo de este maravilloso libro leemos cuatro veces el clamor de alabanza a su autor, a saber, ¡Aleluya! Traducido al español moderno, esto significa “¡Alaben a Jehová!”a (Apo. 19:1, 3, 4, 6) Ese nombre singular es el nombre del único Dios vivo y verdadero, el Creador del universo; y por eso es que, en el segundo capítulo, versículo cuatro, este famoso libro pone su nombre junto con su título, y dice: “Estas son las generaciones de, los cielos y de la tierra cuando fueron creados, en el día que Jehová Dios hizo tierra y cielos.”—Mod.
5. ¿Cómo se llama ese libro, por qué pudo ser su único autor Aquel que el libro menciona de principio a fin, y qué calidad da al libro el que él sea su autor?
5 El único libro sagrado que así desde el principio hasta el fin declara que su Autor es Jehová Dios es La Santa Biblia. Declara que él es inmortal. En su libro trigésimo quinto, capítulo uno, versículo doce, se dirige a él con estas palabras: “¿No eres tú desde la eternidad, Jehová? Tú, mi Dios santo, no mueres.”b También su quincuagésimo cuarto libro, capítulo uno, versículo diecisiete, lo bendice a Él, diciendo: “Ahora al Rey de la eternidad, incorruptible, invisible, al único Dios, sea honor y gloria para siempre jamás. Amén.” (Hab. 1:12; 1 Tim. 1:17) Siendo eterno, incorruptible, inmortal, el único Dios Jehová fácilmente pudo ser el único Autor. A causa de que él es su Autor la Biblia es santa, sagrada.
6. ¿Qué muestra la derivación de su nombre que realmente es la Biblia, y por qué se llama también Las Escrituras?
6 La Santa Biblia realmente es una biblioteca de muchos libros. Aunque cada libro hoy tiene un título diferente, Jehová Dios es el Autor de todos ellos. El mismísimo nombre Biblia llama la atención a este hecho, porque el nombre se deriva de la antigua palabra griega biblía, que significa “libritos,” es decir, una colección de todos ellos juntos en un solo volumen. La Biblia misma hace referencia a sus libros como “las santas escrituras que te pueden hacer sabio para la salvación.” (2 Tim. 3:15) Por eso también se llaman Las Escrituras.
7. ¿Cómo en el monte Sinaí puso Jehová Dios un dedo directamente en la escritura de la Biblia?
7 Además de proveer el un solo tema unificador que se manifiesta en la entera biblioteca de libros, Dios de una manera muy notable puso su dedo en la escritura del Libro. Los famosos Diez Mandamientos se hallan escritos en el segundo libro de la Biblia. Estos Diez Mandamientos fueron entregados al profeta de Jehová. Moisés, en el monte Sinaí en Arabia en el siglo dieciséis antes de la era cristiana, y primero fueron escritos en tablillas de piedra. Concerniente a la escritura y entrega de las tablillas de piedra el registro bíblico dice: “Ahora, tan pronto como [Jehová Dios] hubo terminado de hablar con él en el monte Sinaí, procedió a dar a Moisés dos tablillas del testimonio, tablillas de piedra sobre las cuales había escrito el dedo de Dios.” “Y las tablillas eran el trabajo de Dios, y la escritura era la escritura de Dios grabada en las tablillas.” El pueblo sobre el cual se impusieron los Diez Mandamientos los desobedeció, y por eso Moisés en un arranque de ira rompió las dos tablillas. “Entonces Jehová dijo a Moisés: ‘Lábrate dos tablillas de piedra como las primeras, y yo debo escribir sobre las tablillas las palabras que aparecían en las primeras tablillas, que tú hiciste pedazos.’” Por lo tanto cuando Moisés descendió del monte Sinaí esta vez llevaba en la mano las dos tablillas que tenían en ellas la propia escritura de Dios. (Éxo. 31:18; 32:16; 34:1, 29) Después Moisés copió los Diez Mandamientos en otro material para que los leyeran los hombres.
8. ¿Cómo se escribió el resto de la Biblia, pero a través de toda su escritura qué permaneció igual en conexión con ella?
8 ¿Se entregó todo el resto de la Santa Biblia al pueblo de Dios así como se entregaron los Diez Mandamientos con la escritura directa de Dios mismo? ¡No! Se usaron hombres, criaturas humanas imperfectas, para escribir el resto de la Biblia. Pero esto no refuta el hecho de que la entera Biblia tiene un solo Autor, Jehová Dios, y que contiene sus pensamientos y expresiones más bien que los pensamientos y expresiones de los muchos escritores humanos que escribieron las diferentes partes de ella. Una fuerza invisible y activa funcionó sobre esos escritores humanos. Esta fuerza activa invisible provino del único Autor de la Biblia y Él la dirigió sobre estos escritores. Esta fuerza activa invisible se llama espíritu, y debido a que su fuente es el Dios de santidad se llama “espíritu santo.” Aunque los escritores en la Tierra cambiaron de cuando en cuando, permaneció el un solo, inalterado espíritu santo, y su fuente permaneció igual, a saber, el Dios inmortal, Jehová.
ESCRITA BAJO INSPIRACIÓN
9. ¿Cómo muestran David y Pedro que los antiguos profetas hablaron o escribieron bajo una fuerza impulsora que no era de ellos, y en el nombre de quién escribieron?
9 Por ejemplo, considere a David, que llegó a ser el primer rey israelita de Jerusalén. Escribió muchos salmos en el siglo once antes de la era cristiana. En uno de estos cánticos sagrados incluidos en la Santa Biblia David explicó que no escribió bajo su propia fuerza impulsora. Él dijo: “La declaración de David el hijo de Isaí, . . . Fue el espíritu de Jehová lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua.” (2 Sam. 23:1, 2) Once siglos después de la muerte de David, el apóstol cristiano llamado Pedro escribió dos cartas que están incluidas en la Santa Biblia. Pedro recordó a los cristianos que los profetas antiguos como David divulgaron profecías que no eran de su propio pensar o voluntad privados sino que provinieron de una fuente celestial. Pedro dijo: “Ustedes conocen esto primeramente, que ninguna profecía de la Escritura proviene de divulgación privada [o, sale de revelación privada]. Porque la profecía en ningún tiempo fue traída por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron por parte de Dios al ser ellos impulsados por espíritu santo.” (2 Ped. 1:20, 21, margen) Pedro también dijo: “Era necesario que se cumpliera la escritura que el espíritu santo habló de antemano por boca de David ... Dios habló por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 1:16; 3:21) Sí, de veras, los escritores de la Biblia escribieron, pero escribieron bajo la fuerza activa del un solo espíritu santo de Jehová Dios. Escribieron como instrumentos terrestres de Dios y escribieron en el nombre santo de Dios.
10. Al curar a un hombre, ¿cómo mostró Jesús que el espíritu de Dios tiene bastante fuerza impulsora para impulsar a un hombre a escribir un libro?
10 El espíritu santo de Dios puede mover a un profeta a escribir tan fácilmente como puede echar fuera a un demonio de un hombre poseído. El Hijo de Dios, Jesucristo, demostró eso. Él predicó el reino de Dios a la gente y también hizo muchos milagros maravillosos. Una vez echo fuera al demonio de un hombre poseído, de modo que el hombre mudo habló y vio. Pero los enemigos religiosos de Jesús blasfemaron de los medios por los cuales él había echado fuera al demonio. Según el apóstol Mateo, Jesús les dijo: “Si es por medio del espíritu de Dios que yo echo fuera los demonios, el reino de Dios verdaderamente los ha sobrecogido.” (Mat. 12:28) El discípulo Lucas cita a Jesús como diciendo en esa ocasión: “Si es por medio del dedo de Dios que echo fuera los demonios, el reino de Dios realmente los ha sobrecogido.”—Luc. 11:20.
11. En vista del uso de la palabra “dedo,” ¿cómo puede decirse que la Biblia es por el dedo de Dios, y por eso de qué cosa es la Biblia el resultado visible, tangible?
11 Así, Jesús habló del espíritu de Dios como del “dedo” de Dios. De modo directo el dedo de Dios escribió los Diez Mandamientos en las dos tablillas de piedra. Pero cuando Dios usó a hombres para escribir los diferentes libros de la Santa Biblia, el dedo simbólico de Dios, su espíritu, impelió el punzón o pluma de estos hombres. (Deu. 9:10) En el Salmo 8:3 David dice a Dios: “Veo tus cielos, las obras de tus dedos, la Luna y las estrellas que tú has preparado.” Mucho tiempo antes de David, el profeta Moisés fue usado por Jehová Dios para traer la tercera de diez plagas destructivas sobre la tierra de Egipto. Esta fue una plaga que los sacerdotes de Egipto que practicaban magia no pudieron imitar. De modo que dijeron a su gobernante, Faraón: “¡Es el dedo de Dios!” (Éxo. 8:18, 19) En conformidad con aquellos usos de la palabra “dedo” podemos decir hoy que la Santa Biblia es por el dedo de Dios, puesto que la Santa Biblia fue escrita bajo la operación del espíritu santo o fuerza activa invisible de Dios. Por lo tanto su dedo la escribió desde el principio hasta el fin, desde Génesis hasta Apocalipsis. El espíritu santo o fuerza activa de Dios es invisible, pero produce resultados visibles, tangibles. La Santa Biblia es el resultado visible, tangible, producido por el espíritu de Dios, por su dedo en movimiento. Él por lo tanto es el Autor celestial de la Biblia.
IDENTIDAD DE LOS ESCRITORES TERRESTRES DE LA BIBLIA
12 ¿Quién, entonces, hizo verdaderamente la Biblia pero qué pretenden religiosos de la Iglesia Católica?
12 Se acepta sin contradicción que Jehová Dios hizo la Santa Biblia por medio de siervos terrestres a quienes usó como sus secretarios, escribas o escritores dirigidos. Por consiguiente le parece a uno bastante ofensivo leer lo que el Blade de Toledo (Ohío) informó en su número del 1 de marzo de 1943. Informó que un sacerdote de una organización religiosa había dicho lo siguiente en la Iglesia de la Inmaculada Concepción el día anterior: “No se comprende generalmente, como debería comprenderse, que la Biblia pertenece exclusivamente a la Iglesia Católica Romana. La Iglesia Católica hizo la Biblia; ella la ha conservado; y ella la interpreta. Otros pueden leer la Santa Escritura—y se les insta a hacerlo —pero fuera de esto no tienen ningún derecho tocante a ella. El Todopoderoso Dios ha colocado esta preciosa herencia exclusivamente en manos de su Iglesia Católica. Quizás parezca extraño decir que la Iglesia Católica hizo la Biblia, porque sabemos que este volumen es la palabra de Dios, toda palabra en ella fue autorizada finalmente por él. Pero tenemos que recordar la manera en que Dios hizo esto. . . . La Iglesia Católica no solo hizo la Biblia; ella también la conservó.... El Todopoderoso Dios. . ., también, estableció un tribunal supremo—la Iglesia Católica, para determinar exactamente qué significa su constitución—La Santa Escritura.” En consonancia con eso muchos impresos y muchos anuncios en revistas y diarios han aparecido con el encabezamiento osado: “La Biblia es un libro católico.”
13. ¿Cuántos hombres se usaron durante los dieciséis siglos para escribir la Biblia completa, y quiénes están incluidos entre esos escritores?
13 El público general para quien se publican tales declaraciones y pretensiones tiene derecho a saber los hechos. ¿Cuáles son los hechos básicos? Algunos libros de la Santa Biblia hoy día llevan los nombres de sus escritores. Según se puede determinar se usaron más de treinta hombres durante los dieciséis siglos envueltos en escribir la Biblia completa. Estos escritores incluyen a Moisés, Josué, Samuel, Gad, Natán, Jeremías, Esdras, Nehemías, Mardoqueo, David, Salomón, Agur, Lemuel, Isaías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Aggeo, Zacarías, Malaquías, Mateo, Marcos, Lucas, Juan el apóstol, Pablo, Santiago el hermanastro de Jesús, Pedro, Judas el hermanastro de Jesús.
14. ¿Qué hecho se destaca agudamente tocante a todos esos escritores de la Biblia, y, en sentido espiritual, qué se les puede llamar a todos los seguidores de las pisadas de Jesús?
14 Al examinar el origen y los antecedentes de estos escritores bíblicos aceptados, un hecho sobrecogiente se destaca agudamente. Todos fueron hebreos, israelitas o judíos por nacimiento. Sin embargo, hay hombres que creen que Lucas fue griego. Ni uno solo fue latino. Descendieron de Abrahán, en cuya Simiente Jehová Dios prometió bendecir a todas las familias de la Tierra. Abrahán fue hebreo. (Gén. 12:1-3; 14:13) Sus descendientes por medio de Isaac y Jacob fueron llamados hebreos. (Gén. 39:14, 17; 41:12; Éxo. 1:15, 16, 19; Jon. 1:9) Dios cambió el nombre de Jacob a Israel, y por consiguiente las doce tribus de su prole se llamaron, no jacobitas, sino israelitas. (Éxo. 9:7) El Jacob o Israel que agonizaba otorgó la bendición de futura soberanía real a su hijo Judá; y por consiguiente los israelitas que se adhirieron tenazmente a la tribu real de Judá y al rey de esa tribu se llamaron judíos. (Gén. 49:10; 2 Rey. 16:6; Zac. 8:23) Jesucristo fue de la tribu de Judá. Todos los seguidores de sus pisadas que se adhieren a él como el Rey prometido de Dios son por lo tanto judíos en un sentido espiritual, cuyo corazón ha sido circuncidado de la impureza.—Apo. 5:5; Heb. 7:13, 14.
15. ¿Qué se llamó en sus cartas el escritor Pablo?
15 El apóstol Pablo, que escribió catorce de los libros de la Biblia, dijo: “Yo también soy israelita, de la simiente de Abrahán.” (Rom. 11:1) “Circuncidado al octavo día, del linaje familiar de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo nacido de hebreos.”—Fili. 3:5.
16. Por lo tanto, ¿qué clase de libro podría llamarse la Biblia, y qué escribió Pablo tocante a la “superioridad del judío”?
16 Desde este punto de vista la Biblia pudiera llamarse, no, no un libro católico, sino un libro hebreo, un libro israelita, un libro judío. De acuerdo con eso, el cristiano judío Pablo escribió a los cristianos que estaban en Roma: “No es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. Pero es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por el espíritu, y no por un código escrito. La alabanza de aquél no viene de los hombres, sino de Dios. ¿Cuál, pues, es la superioridad del judío, o cuál el provecho de la circuncisión? Muchísimo de todas maneras. Primeramente, porque se les confiaron las declaraciones formales sagradas de Dios.”—Rom. 2:28 a 3:2.
17. (a) ¿Fueron cristianos todos los escritores de la Santa Biblia? (b) ¿Qué sirvió de vínculo para hacer una unidad de sus escritos y también mostró la operación de un solo espíritu en ellos?
17 Todos los profetas judíos señalaron hacia adelante al Ungido, Mesías o Cristo de Dios. El tener esperanza en él sirvió de vínculo que hizo una unidad de todos los antiguos escritos proféticos. Pero no todos los escritores de la Biblia fueron cristianos, en el sentido de ser hombres que siguieran en pos de Cristo como Rey. Los escritores de la Biblia que precedieron a Jesucristo, por supuesto, no pudieron ser seguidores suyos. No, dice el apóstol Pedro: “Siguieron investigando qué estación en particular o qué clase de estación el espíritu en ellos estaba indicando concerniente a Cristo cuando estaba dando testimonio de antemano acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a éstos.” (1 Ped. 1:10, 11) El último de los escritores precristianos fue Malaquías, cuyo libro cierra el canon o catálogo oficial de las Escrituras escritas en hebreo y arameo. Después de Malaquías los ocho escritores que escribieron los restantes libros de la Santa Biblia todos fueron cristianos judíos. En sus escritos en el idioma griego común de su día indicaron como muchas profecías de los antiguos escritores de Jehová se cumplieron en Jesucristo el Rey prometido de la tribu de Judá; ellos mismos también predijeron cosas que sucederían en conexión con él. Así, todos los escritores estuvieron en plena afinidad y acuerdo unos con los otros en cuanto al reino de Dios mediante el Mesías o Cristo. Esto prueba la operación del un solo espíritu de Dios como Autor sobre todos ellos.
SU VOCACIÓN COMÚN
18, 19. (a) Además de la nacionalidad judía, ¿qué unió a todos los escritores de la Biblia? (b) Al saber lo que Dios declaró en respuesta a la pregunta, ¿qué rollo llega a ser de interés especial para nosotros?
18 Aunque no todos los escritores inspirados de la Biblia fueron cristianos, hubo una cosa además de la nacionalidad judía que los unía a todos. ¿Qué fue eso? Su llamada común. ¿Cuál fue su llamada? Escuchemos lo que Jehová Dios mismo declaró que era su llamada. En el año 1947, en medio de la guerra de Palestina, se despertó interés mundial en la Santa Biblia por el hallazgo de ciertos manuscritos antiguos, no en la ciudad de Roma, sino cerca del extremo del noroeste del mar Muerto en Palestina. Estos manuscritos llegaron a llamarse los Rollos del mar Muerto. No, no estaban en latín. Estaban en hebreo; y según el estudio de los arqueólogos fueron escritos más de un siglo antes de que se fundara la iglesia o congregación cristiana en Jerusalén en el año 33 (d. de J.C.). El más sobresaliente de estos rollos fue el que contenía un manuscrito hebreo casi completo de la profecía de Isaías.
19 Dice el Harper’s Bible Dictionary (1952), en la página 654a: “Los Rollo se habían colocado en la Cueva del mar Muerto antes de nacer Jesús, y no se descubrieron sino hasta casi 2,000 años después de su muerte. El Rollo de Isaías que se halló en la Cueva probablemente se asemeja a aquel del cual leyó él Isaías cuando era un hombre joven en Nazaret. (Luc. 4:16-19) Tiene pocas variaciones de la profecía que leemos hoy día, salvo diferencias menores en deletreo y errores de los copistas.”
20, 21. (a) En la página-columna 36, ¿qué dice este Rollo del mar Muerto que Dios declara ser la llamada de su pueblo escogido? (b) ¿Cómo se comenta sobre Isaías 43:10 en The Soncino Books of the Bible (1949)?
20 Este Rollo es uno de muchísimos no conservados por la Iglesia Católica Romana. En su página-columna 36 el Rollo da el texto hebreo de Isaías 43:1, 10-12, que, traducido al español moderno, lee: “Y ahora esto es lo que Jehová ha dicho, tu Creador, oh Jacob, y tu Formador, oh Israel: ‘No temas, porque te he vuelto a comprar. Te he llamado por tu nombre. Eres mío.’” “‘Ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová, ‘aun mi siervo a quien he escogido, para que me conozcan y tengan fe en mí, y para que entiendan que yo soy el Mismo. Antes de mí no hubo Dios alguno formado, y después de mí continuó sin que hubiese alguno. Yo—yo soy Jehová, y además de mí no hay salvador.’ ‘Yo mismo lo he enunciado y he salvado y he hecho que sea oído, cuando no había extraño entro Ustedes. De modo que, Ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová, ‘y yo soy Dios.’”
21 Con estas palabras claras Jehová Dios declaró que la llamada de su pueblo escogido Jacob o Israel había de ser la de sus “testigos.” Al comentar sobre Isaías 43:10 aquí, en The Soncino Books of the Bible (1949), el Dr. Israel W. Slotki, judío, dice, en la página 207: “Las naciones y sus dioses no pudiendo probar su pretensión, Dios pide a Israel, al que se describe como Mis testigos y Mi siervo, que dé testimonio de la singularidad de Su Divinidad, de que ni había ni jamás habría un Dios semejante a Él.”
22. (a) ¿Quién fue Moisés, y desde cuándo llegó a ser un testigo sobresaliente? (b) ¿Qué prueba que Moisés fue tal testigo de Jehová?
22 El primero de los inspirados escritores de la Biblia fue el profeta Moisés. Fue de la tribu de Leví de la nación de Israel. De consiguiente, en vista de la propia declaración de Jehová en Isaías 43:10-12, Moisés fue uno de Sus testigos. Mediante su santo ángel en la zarza que ardía milagrosamente “dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Dijo además: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. Y volvió Dios a decir a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: JEHOVÁ, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y este es mi memorial de siglo en siglo.” (Éxo. 3:2, 14, 15, Mod) De allí en adelante Moisés llegó a ser un testigo sobresaliente de Jehová. En los primeros cinco libros de la Biblia que él escribió, desde Génesis hasta Deuteronomio, él usó el nombre Jehová. (יהוה)c 1,833 veces. ¿Quién, entonces, en verdad puede negar que Moisés fue un testigo de Jehová y que cumplió su llamada? ¡Nadie podría hacerlo salvo los hipócritas religiosos, embusteros y ocultadores de la verdad! El escritor cristiano de la inspirada carta a los hebreos, capítulos once y doce, alista a Moisés entre los testigos de Jehová. Pero Moisés no fue el primer testigo de Jehová.
23. ¿Quién fue el primer testigo fiel, y el comienzo de qué fue marcado por el fin de su carrera?
23 El escritor de Hebreos alista a Abel, el segundo hijo de Adán, como el primer testigo fiel de Jehová, diciendo: “Por fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más completo que Caín,—por la cual recibió testimonio de que era justo, Dios dando testimonio respecto a sus dádivas, y mediante ésta, aunque murió, todavía habla.” (Heb. 11:4, Ro; NM) Como está escrito, en Génesis 4:4, 5 (Mod): “Y Abel también la trajo de los primogénitos de sus ovejas y de los sebos de ellas. Y Jehová miró a Abel y su ofrenda; mas a Caín y su ofrenda no miró.” Con celos religiosos Caín asesinó a su hermano Abel por ser un testigo fiel, aceptable a Jehová. Este fue el comienzo de toda la violencia que los religiosos han infligido a los testigos verdaderos de Jehová desde el tiempo antiguo de Abel hasta hoy día.
24, 25. (a) ¿A quiénes nombra en su lista el capítulo once de Hebreos? (b) ¿Cómo indica el escritor de Hebreos que los mencionados fueron testigos de Jehová?
24 Después de Abel, el capítulo once de Hebreos da una lista de testigos de Jehová nombrando a los profetas Enoc y Noé; a los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob; a la esposa de Abrahán, Sara; al hijo de Jacob, José; al profeta Moisés; a Rahab la ramera, que sobrevivió a la destrucción de la Jericó amurallada; a los jueces Gedeón, Barac, Sansón y Jefté; al rey David y al profeta Samuel. El escritor no halla tiempo para nombrar a los otros profetas; pero cuando se refiere a ‘cerrar las bocas de leones,’ ¿a quién pudo también haber tenido en mientes sino al profeta Daniel que salió a salvo del foso de los leones? Cuando habló de testigos de Jehová que murieron por matanza con la espada, pudo haber tenido en mientes a Juan el Bautista, que fue decapitado. Después de describir el maltratamiento que recibieron, el capítulo once de Hebreos termina, diciendo: “Y éstos todos, aunque obtuvieron testimonio por medio de su fe, sin embargo no se llevaron la promesa: Dios proveyendo para nosotros [los cristianos] algo mejor, que no aparte de nosotros fuesen ellos perfeccionados.” (Heb. 11:39, 40, Ro) Pero, ¿cómo indica el escritor de Hebreos que ellos fueron testigos de Jehová Dios? Lo hace al decir en precisamente los siguientes dos versículos:
25 “Por lo cual, en verdad, viendo que nosotros también tenemos circundándonos tan grande nube de testigos, desnudándonos de todo estorbo y del pecado que fácilmente enreda, hallémonos corriendo la carrera que está puesta ante nosotros, mirando allá al Caudillo principesco y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, que al considerar el gozo que estaba puesto ante él soportó una cruz, despreciando la vergüenza, y a la diestra del trono de Dios ha tomado su asiento.”—Heb. 12:1, 2, Ro.
26. ¿Qué muestra de quién fueron “nube de testigos,” por eso quién fue el autor de las Escrituras Hebreorameas, y por medio de quiénes?
26 Note que el escritor de Hebreos llama a los que nombró o describió en el capítulo once y que precedieron a Jesucristo, una “nube de testigos.” Pero, ¿testigos de quién? Solo hay una respuesta: de Jehová. Pues, el último de los libros de la Biblia escritos antes de Jesucristo, a saber, la profecía de Malaquías, menciona a Jehová cuarenta y ocho veces. Jesucristo mismo citó de esta profecía de Malaquías para mostrar su inspiración y autenticidad como parte de la Palabra de Jehová. (Mat. 11:7-15; Mal. 3:1; 4:5, 6) Por lo tanto desde Moisés hasta Malaquías todos los escritores de las Escrituras canónicas fueron testigos de Jehová; y todas aquellas inspiradas Escrituras en hebreo y arameo tenían a Jehová como Autor y fueron por sus testigos.
TESTIGOS CRISTIANOS DE JEHOVÁ
27, 28. (a) Jesús nació para ser ¿qué, y cómo fue eso? (b) ¿A qué gobernante político confesó ese hecho, y por eso qué título se ganó?
27 Los cristianos hebreos a quienes escribió el escritor de la carta estuvieron rodeados de tal “nube de testigos” y se les dijo también que miraran allá al “Caudillo principesco y perfeccionador de nuestra fe,” que murió la muerte de mártir. ¿Significa esto que Jesús fue también un testigo de Jehová? Sí, Jesús el Hijo de Dios procedente del cielo nació en la línea de familia del rey David, en la tribu de Judá, en la nación de Israel. Por nacimiento Jesús fue uno de la nación de Israel a quien Jehová Dios dijo, en Isaías 43:10-12: “‘Ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová. De modo que Jesús nació en la Tierra para ser testigo de Jehová. Rehusó negar este hecho, aun delante del gobernador romano Poncio Pilato, que sentenció a muerte a Jesús. En respuesta a la pregunta de Pilato: “Entonces, pues, ¿es usted un rey?” Jesús dijo: “Le toca a usted decir que soy un rey. Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, [¿para qué?] para dar testimonio a la verdad.”—Juan 18:37.
28 Para subrayar el hecho de que Jesús fue testigo el apóstol Pablo habla de “Cristo Jesús, que como testigo hizo la declaración pública correcta en la audiencia de Poncio Pilato.” (1 Tim. 6:13) Igualmente, el apóstol Juan, escribiendo a las siete congregaciones de la provincia de Asia, dice: “Tengan bondad inmerecida y paz de parte de . . . Jesucristo, ‘el Testigo Fiel,’ ‘El primogénito de los muertos,’ y ‘El Gobernante de los reyes de la Tierra’.”—Apo. 1:4, 5.
29. ¿Cómo confesó Jesús que era un testigo cuando habló a Nicodemo?
29 Además, de la propia boca de Jesús oímos la confesión que hace de ser testigo de Jehová, cuando dice a Nicodemo, un maestro judío en Israel: “Lo que sabemos hablamos y de lo que hemos visto testificamos, pero ustedes no reciben el testimonio que damos. Si les he dicho cosas terrestres y sin embargo ustedes no creen, ¿cómo creerán si les digo cosas celestiales?”—Juan 3:11, 12; Ro.
30, 31. (a) ¿Cómo comenta entonces Juan sobre Jesús como testigo? (b) ¿Cómo habló Jesús los dichos de Dios en la sinagoga de Nazaret?
30 Algunos versículos después el apóstol Juan comenta sobre esto, diciendo: “El que del cielo viene está por encima de todos los demás. Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio, pero ningún hombre está aceptando su testimonio. El que ha aceptado su testimonio ha dado su sello a que Dios es veraz. Pues el que Dios envió habla los dichos de Dios, porque él no da el espíritu parcamente.” (Juan 3:31-34; Ro) Jesús verdaderamente habló los dichos de Dios el sábado cuando estuvo en la sinagoga en su ciudad natal Nazaret, y leyó de la Palabra de Dios. Un rollo de Isaías, como el que se encontró cerca del mar Muerto en 1947, le fue entregado por el asistente, y Jesús lo desenrolló hasta el capítulo sesenta y uno, versículos uno y dos, y leyó:
31 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel; para proclamar el año de la buena voluntad de Jehová.”—Isa. 61:1, 2, Mod; Luc. 4:16-19.
32, 33. (a) ¿Qué dijo entonces Jesús para mostrarse testigo de Jehová? (b) En el templo de Jerusalén, ¿qué profeta declaró Pedro que era Jesucristo?
32 Luego Jesús comentó: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” Para mostrar su cumplimiento, él ahora pasó a “proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,” que Jehová lo había ungido para proclamar. Jesús así estaba probando que era testigo de Jehová. (Luc. 4:20-22) Después de haberse probado Jesús un testigo fiel hasta la muerte de mártir, el apóstol Pedro públicamente dijo a una muchedumbre de adoradores de Jehová en el templo de Jerusalén que Jesús era el profeta que Moisés había predicho con estas palabras a Israel:
33 “Jehová tu Dios levantará para ti un Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, semejante a mí; a él oiréis: ... A lo cual me dijo Jehová: ... Profeta les he de levantar, de en medio de sus hermanos, semejante a ti [Moisés] ; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo cuanto yo le mandare. Y sucederá que el hombre que no obedeciere a mis palabras que él hablare en mi nombre [Jehová], yo mismo le pediré cuenta de ello.”—Deu. 18:15-19, Mod.
34. Al ser un profeta como Moisés, ¿qué estaba obligado Jesucristo a ser, y por lo tanto al imitar a Jesús qué tienen que ser sus seguidores?
34 Moisés como profeta fue un testigo prominente de Jehová, y declaró el nombre de Jehová aun al poderoso Faraón de Egipto. No solo el apóstol Pedro sino también el mártir cristiano Esteban declaró que Jesús fue el profeta predicho que había de ser levantado, uno como Moisés pero mayor que Moisés. (Hech. 3:20-23; 7:37, 52, 53) En cumplimiento de la profecía de Moisés, Jesucristo fue testigo de Jehová así como Moisés había sido, pero fue un testigo mayor que Moisés. Es a Jesús el Moisés Mayor a quien se les dice que miren todos los corredores en la carrera cristiana hacia la vida eterna en el nuevo mundo de Dios, sí, que miren con el propósito de imitar a Jesucristo. (Heb. 12:1, 2) Dijo el apóstol Pablo: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1; 1 Tes. 1:6) Por lo tanto, se hace clara la verdad de que los cristianos verdaderos, los seguidores verdaderos de Cristo, tienen que imitarlo en cuanto a ser testigos de Jehová. Los cristianos verdaderos son testigos de Jehová.
35. (a) ¿Hasta la conversión de quién nacieron los judíos naturales para ser testigos? (b) ¿Qué llegaron a ser los judíos que salieron del judaísmo para entrar en el cristianismo, pero qué cesaron de ser los judíos que rehusaron el cristianismo?
35 Los apóstoles y discípulos judíos de Jesucristo fueron prueba del hecho de que los cristianos genuinos son testigos de Jehová Dios. Ante las propias palabras de Jehová a la nación de Israel en el rollo de Isaías, capítulo cuarenta y tres, versículos diez al doce, todos los judíos naturales que nacieron antes de la conversión de Cornelio, el primer no judío, al cristianismo nacieron para ser siervos y testigos de Jehová. Cuando tales judíos naturales dejaron el judaísmo con sus tradiciones y se hicieron cristianos en los días de los apóstoles, no cesaron de ser testigos de Jehová. No; llegaron a ser los testigos cristianos de Jehová, como su Caudillo Jesucristo el Moisés Mayor. Los judíos por nacimiento que rehusaron aceptar a Jesucristo como el Moisés Mayor fueron los que cesaron de ser testigos de Jehová e igualmente cesaron de ser la clase del “siervo” nacional de Jehová. Por otra parte, los cristianos fueron los que reconocieron que las palabras de Jehová en el rollo de Isaías, capítulo cincuenta y cinco, versículo cuatro, aplicaban a Jesucristo: “He aquí que le he puesto a él por testigo a los pueblos, por caudillo y comandante a los pueblos.”—Mod.
36. En el Pentecostés, ¿qué llegaron a ser los judíos ungidos?
36 En el día de la fiesta del Pentecostés de 33 d. de J.C. los seguidores judíos de Jesús fueron ungidos con el espíritu santo de Jehová de la misma manera que Jesús había sido ungido. Mediante esto ellos ahora llegaron a ser Judíos espirituales, especialmente ungidos para ser la nueva nación del Israel espiritual, la nueva nación de siervos y testigos de Jehová.—1 Ped. 2:9.
37. (a) En el Pentecostés, ¿qué porciones de las Escrituras Hebreas citó Pedro, y qué comentario concluyente hizo sobre ellas? (b) ¿Qué se mostró ser así Pedro?
37 Cuando explicó ese derramamiento de espíritu santo sobre los cristianos judíos ese día, el apóstol Pedro citó las siguientes palabras del rollo de la profecía de Joel: “Acontecerá después de esto, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; . . . El sol se volverá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga aquel grande y espantoso día de, Jehová. Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo.” (Joel 2:28-32, Mod) Luego Pedro citó el Salmo 16:8-11, que dice: “A Jehová he puesto siempre delante de mí; . . . porque no dejarás mi alma entre los muertos [en sheol, margen], . . .” (Mod) Pedro también citó el Salmo 110:1, que dice: “Jehová dijo a mi Señor: ¡Siéntate a mi diestra, hasta tanto que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies!” (Mod) Luego, al comentar sobre estas escrituras inspiradas, Pedro dijo: “A este Jesús Dios resucitó, del cual hecho todos nosotros somos testigos. . . . Por lo tanto sepa toda la casa de Israel con certeza que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes empalaron.” (Hech. 2:14-36) De esta manera inequívoca Pedro mostró desde el mismo comienzo que él como —judío o israelita espiritual era un testigo ungido de Jehová, de este Jehová que había resucitado a su Hijo Jesucristo de la muerte en Sheol y que había derramado su espíritu santo por medio de Jesucristo sentado a Su diestra.
38. En su primera epístola ¿cómo se clasificó Juan testigo, y cómo hasta el fin de la Biblia mostró Juan que Jesús fue un testigo?
38 El apóstol Juan estuvo allí con Pedro en Jerusalén en el día del Pentecostés. Juan claramente se clasificó como testigo del Único Dios cuyo nombre es Jehová. En 1 Juan 4:14 el apóstol Juan escribe: “Además, nosotros mismos hemos contemplado y estamos dando testimonio de que el Padre [Jehová] ha enviado a su Hijo como Salvador del mundo.” Y en el último libro de la Biblia Juan cita al glorificado Jesucristo como diciéndole a él en una visión: “Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios.” “El que da testimonio de estas cosas dice: ‘Sí; yo vengo prestamente.”’ A este Último anuncio Juan responde: “¡Amén! Ven, Señor Jesús.” (Apo. 3:14; 22:20) De modo que hasta el mismo fin de la Santa Biblia Juan subrayó que Jesucristo fue testigo de su Padre celestial Jehová. Juan también testificó de que él mismo fue tal testigo de Jehová Dios.
39. (a) ¿Por quiénes y cómo nos fueron proporcionados los últimos veintisiete libros de la Biblia? (b) ¿Cómo clasificó Pedro los escritos apostólicos con las Santas Escrituras inspiradas?
39 Juan, Pedro y los otros testigos de Jehová del primer siglo dieron testimonio no solo verbalmente sino también por escrito. Como resultado a los cristianos se les proveyeron los últimos veintisiete libros de la Biblia, escribiéndose estos libros, no en el antiguo hebreo ni latín, sino en el griego común, el idioma internacional del primer siglo. Jehová Dios inspiró a ocho hombres de su nueva nación del Israel espiritual, ocho cristianos judíos ungidos, para completar la Santa Biblia para nosotros para fines del primer siglo. Por consiguiente, por ejemplo, el apóstol Pedro clasifica a los escritos inspirados del apóstol Pablo con “las demás Escrituras” cuando escribe: “Consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le ha sido dada también les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus otras cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, el significado de las cuales los indoctos e inconstantes están torciendo, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.”—2 Ped. 3:15, 16; UTA; Mof.
40. ¿Por medio de quiénes fue comenzada la Santa Biblia y por medio de quiénes fue completada , y por eso puede decirse que es un libro por quiénes?
40 Así la Santa Biblia de la cual Jehová Dios es el único Autor se completó por medio de sus testigos, así como había sido comenzada por medio de ellos. En consecuencia, sin que haya lugar para contradicción bíblica, puede decirse que La Santa Biblia es el Libro por los testigos de Jehová. Como Apocalipsis 19:6 exclama: “¡Aleluya!”
[Notas]
a Vea también Salmos 135:1; 146:1, AN, nota. Dice la Cyclopœdia de McClintock y Strong, Tomo IV, pág. 32a: “Aleluya (heb. halleluyah,הללו־יה, ¡Alaben a Jah, i.e. Jehová!) o (en su forma griega) ALLELUIAH (’Αλληλούϊα), una palabra que se halla al principio de muchos de los Salmos. . . . En el gran himno triunfal en el cielo a causa de la destrucción de Babilonia, el apóstol en visión oyó a la multitud cual voz de truenos poderosos prorrumpir en ‘Aleluia, porque el Señor Dios, omnipotente reina,’ respondiendo a la voz que salió del trono diciendo: ‘Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos, los que le teméis, pequeños y grandes.’ (Apo. xix, 1-6).”
b Citado de la Versión Westminster de las Sagradas Escrituras (1937). Vea también Rotherham, Una Traducción Americana, Moffatt, y la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (todas en inglés).
c Algunos doctos hebreos pronunciarían el nombre Jahveh o Yahweh. Vea la página 25 §1 del Prefacio de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Cristianas Griegas.
[Ilustración de la página 177]
Esta impresión de fotocopia del Rollo del mar Muerto de Isaías (DSIa) es la primera de sus cincuenta y cuatro columnas de escritura hebrea bien conservada, que se lee de derecha a izquierda. Contiene el capítulo uno de Isaías, del versículo 1 hasta parte del versículo 26. Esta primera página contiene 29 líneas, y el tetragrámaton del nombre divino יהוה todavía está legible por completo siete veces, en las líneas 3, 10, 12, 13, 21, 27, las primeras dos letras de él en la línea 5.