Criando a los hijos en la sociedad del Nuevo Mundo
“Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar en tu corazón, y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.”—Deu. 6:6, 7, NM.
1. ¿En qué difieren los hombres y Jehová?
JEHOVÁ dice que no es del hombre que anda dirigir sus pasos. Los hombres dicen que el hombre puede dirigir sus pasos. De modo que rehusan dirección divina, aceptan dirección humana, pasan de un lío a otro, y prueban que Dios es veraz. Jehová dice que hay un camino que al hombre le parece recto, pero cuyo fin es el camino de la muerte. Los hombres por mucho tiempo han tomado el camino que les ha parecido recto, y éste los ha llevado a guerra, hambre, enfermedad y muerte. El camino que le parece recto al hombre le parece incorrecto a Dios. El camino en que el hombre anda no es el camino que Dios dirige debe tomarse.—Pro. 14:12; Jer. 10:23.
2. ¿En qué insensatez se arrojan los hombres modernos concerniente a la educación de los niños?
2 Si el camino que parece recto al hombre termina en la muerte, ¿cómo puede terminar en otra cosa el camino que parece recto a un niño? Si no es del hombre que anda el dirigir sus pasos, ¿cómo puede ser del niño que hace pinitos el dirigir los suyos? No obstante el hombre moderno, que dirige sus pasos de lío en lío y cuyo camino acaba en el foso de la destrucción, dice que el niño moderno debe dirigir sus propios pasos, que debe escoger el camino que quiera. Este método se llama “autoregulación,” y uno de sus más fanáticos defensores escribe: “Obviamente la autoregulación no debe estar acompañada de ceños fruncidos o palabras airadas por parte de los padres. El bebé tiene que ser aprobado en todo y a todo tiempo. . . . La principal mira del niño en la vida es ser amado, y cada nalgada, cada sermoneo moral, cada ceño fruncido significa para el niño que no se le ama. . . . El imponer temor en un niño es el pecado imperdonable, y me apresuro a decir que el temor no necesariamente significa dar una zurra o estallar de cólera, porque la madre más melosa puede infundir temor en sus hijos con sólo una mirada de desaprobación.” Se arguye que la disciplina restringe al niño, lo frustra, impide el desarrollo de su personalidad.
3, 4. ¿Qué delincuencia espantosa caracteriza a nuestro día?
3 Bueno, aquí están algunas personalidades que debieran haber sido impedidas en su desarrollo. Un muchacho de 15 años apuñaleó hasta dar muerte a una niña de diez años. ¿Por qué? Él responde: “De repente sentí un irresistible impulso de matar.” Un muchacho de 16 años mató a un señor con un martillo. Su razón: “Sentí un deseo repentino de matar a alguien—no importaba a quién.” Otro de 16 años disparó y mató a tres hermanas y el hermano de ellas, explicando: “Quería saber qué se sentiría al matar a alguien.” Un muchacho de 15 años dijo a la policía que mató con un cuchillo a su mejor amigo en una reunión de despertamiento religioso porque, “Me pegó con un libro de cánticos.” Un muchacho de 16 años mató a su amigo porque le hizo cosquillas en los pies mientras dormía. Porque su mamá no le dejó usar el automóvil de la familia para ir a un juego de basquetbol, un adolescente tomó una escopeta, mató a su mamá, a su hermano de 11 años, a su hermana de 6 años, tomó el automóvil, y se fué al juego. Dos hermanos que tenían un rifle derribaron a un hombre desde cierta distancia, luego mientras avanzaban hacia el hombre lastimado tomaron turnos en disparar balas a su cuerpo, y le pegaron un tiro final a boca de jarro en el cerebro. Todavía otro adolescente dedicó un fin de semana a asesinato desenfrenado. Sus víctimas gritaban. Él no puede aguantar los gritos. Él se disculpó de cinco matanzas con “qué lástima.”
4 Los encabezamientos de primera plana de un diario de Nueva York decían el julio pasado: “Banda de muchachas peleando con cuchillos detenida al entrar en acción.” El informe decía: “Una pelea entre bandas de muchachas con ‘picahielos,’ navajas automáticas y cuchillos de carnicero fué impedida, aunque las líneas de batalla ya se habían formado, cuando la policía respondió a una llamada.” Se había convenido entrar en batalla como resultado de una disputa por muchachos. Las guerras de bandas entre adolescentes son increíbles, pero son ciertas. Las bandas rivales combaten mediante cita, pelean con armas de fuego, cuchillos, garrotes y hasta explosivos de gasolina caseros que llaman “cocteles Molotov.” En un caso bandas rivales pelearon, un muchacho fué atado al parachoques delantero de un automóvil, el automóvil sin conductor fué lanzado hacia abajo por una colina, el choque en el fondo lo mató. De nuevo, dos bandas de adolescentes se encontraron, una lucha comenzó, cinco disparos sonaron, cinco muchachos cayeron, tres heridos y dos muertos.
5. En vista del fruto producido por los métodos modernos. ¿a qué conclusión llegan algunos?
5 Los hombres pueden dominar el átomo, pero no pueden dominar a sus hijos. Los psicólogos de niños se oponen a ello, favoreciendo métodos progresivos sin restricciones. Pero con psicólogos de niños para dirigir, ¿por qué aumenta la delincuencia? Si las teorías de educación que han plantado son tan buenas, ¿por qué son tan malos los frutos de la cosecha? Sólo hemos tocado el registro de la delincuencia juvenil, pero esa pequeña muestra nos ha dicho que el fruto está podrido. Recientemente un principal diario de Nueva York publicó una serie de artículos sobre los crímenes y guerras de bandas de los adolescentes, y, después de notar el aumento en el uso de métodos progresivos de educación de niños que casi desechan por completo todo disciplinar, dijo: “Muchos de los que combaten el crimen por adolescentes están convencidos de que a esta falta de disciplina se debe el que muchos niños rehusen aceptar las normas regulares de conducta.” J. Edgar Hóover ha investigado las causas de la delincuencia juvenil y alega que el noventa por ciento de ella se debe a la falta de disciplina por parte de los padres. Un juez de un tribunal de Brooklyn contribuye este comentario cáustico: “Creo que necesitamos las disciplinas para algunos jóvenes. Pero eso no se considera de moda ahora. Ahora se nos dice que no debemos golpear a un niño; que tal vez estemos impidiendo el desarrollo de un genio.”
6. ¿Qué debe reemplazar a los métodos modernos?
6 Pero ¿está brotando alrededor de nosotros una cosecha sobreabundante de genios no impedidos en su desarrollo? ¿No estamos más bien segando una cosecha record de delincuentes juveniles? Árboles buenos producen buen fruto, no cosechas podridas. Quizás las teorías plantadas por los psicólogos de niños no son árboles buenos, sino podridos. Los árboles podridos deben ser cortados. Los métodos modernos deben ser desarraigados y en su lugar debe plantarse la adecuada disciplina suministrada por los padres. No disciplina suministrada por los padres de las maneras que parecen rectas a los hombres, dado que no es de los padres ni del niño dirigir sus propios pasos o escoger caminos rectos sin ayuda. ¡Acuda a Jehová Dios! Él dirigirá tanto a los padres como al niño en los caminos rectos. Él dirige a los padres mediante Su Palabra; él dirige al niño mediante sus padres instruídos divinamente. De modo que confíe en Jehová, no se apoye en usted mismo. Reconózcalo en este asunto, y él dirigirá su sendero.—Pro. 3:5, 6; Mat. 7:16-20.
7. ¿Qué obligación recae en los padres, y cómo pueden cumplir con ella?
7 A los padres Jehová dice: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar en tu corazón, y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” (Deu. 6:6, 7, NM) Los padres estaban obligados a instruir, los hijos a escuchar y aprender. No se puso ninguna limitación en cuanto a tiempo o lugar a esta instrucción. Dondequiera que sea apropiado, dondequiera que sea conveniente, en cualquier ocasión adecuada que se presente, debe darse instrucción. Pero además los padres deben apartar horas específicas para estudio en casa con sus hijos. Pudiera ser una discusión del texto a la hora del desayuno, o un estudio durante el día o la noche con uno de los libros encuadernados de la Sociedad, o un capítulo de la Biblia, o un artículo secundario de La Atalaya, o uno de los temas del libro “Make Sure of All Things” (“Asegúrense de todas las cosas”), o un repaso de puntos presentados en una reunión de congregación.
8. ¿Qué debe hacerse y qué no debe hacerse relativo a los niños y las reuniones?
8 Seguramente los niños deben asistir a estas reuniones y sentarse quietos. Note que la asistencia de los niños es un mandato divino: “Convoca al pueblo, a los hombres y a las mujeres y a los pequeñitos y a tu residente temporario que está dentro de tus puertas, para que escuchen y para que aprendan, ya que tienen que temer a Jehová el Dios de ustedes y cuidar de llevar a cabo todas las palabras de esta ley.” (Deu. 31:12, NM) Los niñitos no habían de ser segregados de los padres, no habían de ser enviados a alguna escuela dominical para recibir instrucción especial, sino que habían de permanecer en la única congregación “para que escuchen y para que aprendan.” Y ¿qué debían escuchar? ¿La Ley especialmente escrita y simplificada para que los niños pudieran asimilarla? No, ¡ellos prestaban oídos a cosas tan complicadas como Levítico! Ellos escuchaban y aprendían, y cuando no entendían preguntaban a sus padres después. Hoy los pequeñines no han de ser colocados en un cuarto a prueba de ruido para retozar, ni es prudente suministrarles chucherías para que jueguen y las tiren durante las reuniones. Recuerde: el propósito de Jehová al ordenar su presencia es “para que escuchen y para que aprendan.” Si los niñitos de Israel podían escuchar Levítico y aprender, los jovencitos de hoy día pueden escuchar material que es mucho más fácil y aprender. Este camino tal vez no parezca correcto a los hombres, pero es correcto para Dios.
IMPORTANCIA DEL EJEMPLO DE LOS PADRES
9. ¿Cómo manifestó Jesús el rasgo imitativo de los niños?
9 La instrucción mediante el hablar y leer puede lograr mucho, pero la instrucción mediante el ejemplo logra más. Los padres son ejemplos para sus hijos, quieran serlo o no. Los niños son especialmente susceptibles a los ejemplos; tienen una tendencia natural a imitar Jesús demostró esto cuando dijo: “¿Con quiénes compararé a esta generación? Es semejante a los chicos sentados en las plazas de mercado que gritan a sus compañeros de juego, diciendo: ‘Les tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; nos lamentamos, pero ustedes no se golpearon con aflicción.’” (Mat. 11:16, 17, NM) La generación de Jesús no era cooperativa y era imposible de satisfacer, semejante a los compañeros de juego que no querían responder con bailar cuando otros niños tocaban la flauta o con aflicción cuando sus compañeros se lamentaban. Pero el punto es que los niños en sus juegos imitaban a los adultos. Los adultos celebraban matrimonios acompañados de música y baile; y conducían funerales en que había mucho lamento y aflicción. En sus juegos los niños imitaban estas actividades de los adultos.
10. ¿De qué deben estar seguros los padres, y qué pueden esperar?
10 Estén seguros de que sus actividades como padres son dignas de imitación. ¿Estudian regularmente en casa la Biblia y las ayudas bíblicas? ¿Asisten a estudios de libro de área, a estudios de congregación de La Atalaya y reuniones de servicio y sesiones de la escuela del ministerio? ¿Se sientan ustedes quietos y escuchan, y ofrecen comentarios cuando la oportunidad se presenta? ¿Participan en el servicio del campo regularmente, llevando con ustedes a sus hijos? ¿Los observan ellos a ustedes en la obra de puerta en puerta, en la obra de revisitas y en la obra de estudios bíblicos de casa, oyéndolos hacer presentaciones eficaces? Si ellos los observan hacerlo, no se sorprendan si los ven jugar al servicio de puerta en puerta con sus compañeros de juego o conduciendo un estudio con una muñeca o dando un discurso de estudiante a un auditorio imaginario. Algunos padres hasta han animado a sus hijos en dichos juegos, con buenos resultados.
11. ¿Cuál es el primer requisito para que los padres eduquen a los hijos para la vida en el nuevo mundo?
11 De cualquier manera, en vista de esta característica imitativa de los niños, para educar a sus hijos para que vivan en el nuevo mundo el primer requisito es que usted se eduque para vivir en él. Obre usted de la manera que usted quiere que sus hijos obren, sea usted como usted quiere que sus hijos sean. Ellos tenderán a imitarlo a usted. No sólo es esto cierto con relación a actividades ·teocráticas, sino que es especialmente cierto con relación a la conducta personal. Si su norma moral es elevada, si sus principios son buenos, si usted es bondadoso y cortés y considerado para con todos, entonces sus hijos irán en esas direcciones. Si usted es callado, respetuoso, honrado, misericordioso, fiel y amoroso, estas cualidades tenderán a pasarse a sus hijos.
12. ¿Con qué preguntas escrutadoras pueden examinarse los padres?
12 Es de poco valor el que usted diga a su niño lo que usted hizo cuando era un muchacho o muchacha de su edad. Él no lo vió a usted entonces; él lo ve a usted ahora. Lo importante no es tanto lo que usted hizo entonces, como lo que usted hace ahora; no es tanto lo que usted hizo como niño, sino lo que usted hace como adulto. ¿Tiene usted dos colecciones de principios, una para ser predicada y la otra para ser practicada, una para usted mismo y la otra para su hijo? Por supuesto, los adultos pueden hacer cosas que los niños no deben hacer, no obstante los principios fundamentales que gobiernan generalmente son los mismos. ¿Cuchichea usted durante las reuniones, no obstante regaña a su hijo cuando él causa perturbación? ¿Anda usted por todas partes durante las sesiones en asambleas grandes, y no obstante corrige usted a su hijo si hace lo mismo en la congregación local? Después de decirle a su hijo que no hable acerca de otros, ¿chismea usted? ¿Le dice usted que no mienta, luego usted mismo miente? ¿Rompe usted sus promesas a él, pero espera usted que él cumpla sus promesas a usted? ¿Demanda usted más de él que de usted mismo?
13. ¿Qué puede resultar si los padres son inconsistentes en palabra y hechos?
13 Jamás olvide que sus acciones hablan más fuertemente que su lengua, que su ejemplo dice más que sus palabras. A veces si usted practica sus principios usted ni siquiera tiene que predicarlos. Algunas cosas pueden parecer triviales, pero si violan un principio que usted está tratando de inculcar en su hijo hacen daño. El niño puede pensar que usted es inconsistente e indigno de confianza, y creer que él también puede pasar por alto los principios. La educación y preceptos que él recibe de usted tienen que ser consistentes o el niño no sabrá la posición que ocupa con relación a usted, no estará seguro de que cuando usted dice una cosa la hará, de que cuando usted promete usted cumplirá, de que cuando usted amenaza usted ejecutará lo dicho. Si usted dice pero no hace, será semejante a los fariseos hipócritas de quienes Jesús dijo: “Ellos dicen pero no hacen.” (Mat. 23:3, NM) Lo que decían estaba bien; lo que hacían estaba mal. Un niño distingue la insinceridad e hipocresía y le tiene aversión; pero también la copiará para provecho egoísta. Por eso, padres, si ustedes no quieren pequeños fariseos no sean ustedes grandes fariseos.
14. ¿Por qué son responsables en gran manera los padres por la presente delincuencia juvenil?
14 Se ha culpado al ejemplo de los padres por mucha de la presente delincuencia juvenil, justamente. Un prominente juez de la ciudad de Nueva York citó dos factores como responsables de la delincuencia: (1) hombres en puestos encumbrados que se rozan con criminales y los protegen, y (2) falta de guía por parte de los padres. Una reunión de debate de jóvenes en Ja que se discutió el problema de la delincuencia “recalcó el fracaso de los padres en el hogar y el derrumbamiento en el código moral en una grande sección de la población.” Un pedagogo dijo que la “diferencia entre la moralidad enseñada a los hijos por sus mayores y la vida real que estos mayores llevan . . . está contribuyendo al aumento de la delincuencia en América.” Los adultos escriben ficción, dibujan historietas cómicas, hacen películas, patrocinan la televisión, componen música, publican anuncios, y con éstas y muchas otras cosas inundan la mente con sexo e inmoralidad, latrocinio y asesinato, violencia y guerra. Estos son los frutos podridos de la carne caída que son apiñados en las mentes juveniles, entretanto que la Biblia dice que la mente de los jóvenes y ancianos debe concentrarse en los frutos buenos del espíritu de Jehová. Es ley de Jehová el que nuestros pensamientos íntimos con el tiempo hallan expresión en palabra y hechos. (Gál. 5:22-24; Fili. 4:8; Mat. 12:34, 35) Si el pensamiento incorrecto no es echado fuera por el pensamiento correcto, el mal con el tiempo saldrá a la superficie y nos hundirá en el pecado.
EDUCACIÓN DURANTE LOS AÑOS FORMATIVOS
15. ¿Qué preocupación ansiosa sienten los padres temerosos de Dios, pero qué ventaja tienen?
15 ¡Este viejo mundo está hundido! Él mismo se ha hundido. Siembra inmundicia, siega inmundicia. Se burla de Dios, pero no con impunidad. (Gál. 6:7, 8) No obstante es en medio de estos ensuciados mares de la humanidad delincuente que nosotros tenemos que llevar un curso de moralidad e integridad, y una de las preocupaciones más ansiosas de los padres fieles es que sus hijos no se hundan en estos mares al salir del puerto del hogar. Bueno, sin duda es cierto que, como Pablo dijo: “Las malas asociaciones corrompen las costumbres provechosas.” (1 Cor. 15:33, NM) Sin embargo, los padres que están en la verdad cuando sus hijos nacen tienen una ventaja bendita. Tienen la ventaja de asociarse con sus hijos antes de que éstos tengan alguna asociación mundana. Su asociación con el niño es exclusiva durante los primeros meses, y son la principal asociación de él durante los primeros años, antes de que él ingrese en la escuela. Si la asociación con los padres es buena atrincherará costumbres provechosas antes de que las malas asociaciones ataquen. Finalmente cuando las fuerzas malignas tienen acceso al niño para hacer su ataque él puede resistir su avance. Recuerde, la sabiduría es una defensa y conserva la vida del que la tiene.—Ecl. 7:12.
16. ¿Qué razonamiento falso hace que algunos pierdan esta ventaja, y cómo prueba la Biblia que este razonamiento es falso?
16 No obstante un frecuente error de los padres es desperdiciar la preciosa ventaja aplazando la educación teocrática hasta años después. Envían al niño a las asociaciones mundanas sin la defensa de la sabiduría divina, pensando que la mente del niñito es incapaz de entender las verdades y principios fundamentales. Parecen no haber notado el hecho de que la mente infantil puede aprender un idioma complicado en un corto período de tiempo. Eso es una hazaña que abruma a la mente adulta. Dado que el niñito va a aprender un lenguaje, ¿por qué no dejar que sea el lenguaje puro? ¿Por qué no poner en su vocabulario palabras que den alabanza a Jehová? (Sof. 3:9; Sal. 148:12, 13) ¿Por qué no dejar que la enseñanza teocrática sea la primera que entre en la mente, en vez de aplazarla por años mientras se embebe información inferior? La madre y la abuela de Timoteo no se equivocaron al instruirlo cuando era niñito, ¿verdad? Y ellas usaron las Escrituras, no un libro simplificado para niños. No estuvieron fuera de su alcance mental, porque él llegó a conocer las Escrituras. Pablo mencionó con aprobación la educación que Timoteo recibió en su infancia años más tarde: “Desde la infancia has conocido las santas escrituras que te pueden hacer sabio para la salvación.” (2 Tim. 3:15, NM) Algunos dicen que los niñitos no sacan nada de asistir a las reuniones, pero Jehová dice que hay que llevarlos “para que escuchen y para que aprendan.” ¿Cómo pueden recordar a su Creador en los días de su juventud si nunca oyen acerca de su Creador en los días de su juventud?—Ecl. 12:1.
17. ¿Por qué es aconsejable comenzar la educación teocrática temprano en la vida?
17 Mediante el impacto e impresión de su Palabra en nosotros Jehová nos moldea como vasos de barro de misericordia o de ira. (Rom. 9:20-24) Mientras más fresco el barro más fácil es moldearlo. Mientras más se cuaja más se endurece. Nos es más fácil ser moldeados en conformidad con la Palabra de Jehová si se nos aplica esa Palabra mientras somos jóvenes en vez de esperar hasta que somos viejos y más fijos en nuestra manera de ser. Los jóvenes son más manejables, y mientras más jóvenes mejor. Jesús usó a un niño como ejemplo de humildad, diciendo a sus seguidores que tenían que llegar a ser como él. (Mat. 18:1-4) Un bebé es inestable y necesita orientación, como se manifiesta por Isaías cuando se refiere al tiempo “antes que sepa el niño desechar lo malo y escoger lo bueno.” (Isa. 7:16; Efe. 4:14) Los años tiernos son los años formativos, y formación se efectuará, para bien o para mal. Los padres tienen que hacer la formación para el bien, basándose en principios correctos, y otras influencias la harán para el mal, y para el tiempo que los padres tardíos piensen que la educación teocrática debe empezar pueden encontrar una actitud endurecida en contra de ella. Pro. 19:18, Va.
18. ¿Qué descubrimientos confirman la sabiduría de dar educación en la infancia?
18 Un editorial de periódico, lamentando el que la ola de crímenes por menores está llegando a ser una ola enorme declara: “Los expertos ahora están de acuerdo en que si queremos impedir la delincuencia tenemos que alcanzar a los niños en los años preescolares.” En una de las investigaciones más amplias de la delincuencia juvenil que jamás se ha hecho, que tomó diez años, lo que principalmente se descubrió fue que es la vida en el hogar lo que primordialmente determina si el niño se hará delincuente o no. La investigación estableció que si la vida de la familia era sana las probabilidades de que el niño llegara a ser delincuente eran sólo 3 en 100, mientras que si las relaciones de los padres con los hijos eran malas las probabilidades de que el niño se desviara eran 98 de 100. Por eso aunque haya excepciones aisladas, la regla general de Proverbios 22:6 permanece verdadera: “Críese al niño en el camino en que debe andar, y cuando fuere viejo no se apartará de él.”
19. ¿Qué experiencia puede consolar a los padres que se preocupan por el efecto que en los hijos puedan tener las malas asociaciones mundanas?
19 Aquí está una experiencia real que puede consolar a los padres que se preocupan por sus hijos temiendo que sean corrompidos por las asociaciones mundanas cuando se hallan más allá de la protección del círculo de la familia. Un testigo conducía un estudio bíblico con una señora en Brooklyn. Su hijo de 4 años escuchaba. El padre se opuso. Él dijo que dejaran que el muchacho esperara hasta los 21 años antes de hacer una decisión acerca de religión. Unos días después una maestra de escuela llegó a la puerta de la señora y preguntó si ella era una testigo de Jehová. No, sólo estudiaba con ellos, la señora dijo. Luego la maestra le contó que vió al muchachito siendo atacado por un grupo de niños, cómo ella detuvo el ataque y se enteró de la razón de él. Los niños querían que este muchachito reconociera como Dios a una estatua del vecindario; no era una estatua religiosa, pero la educación religiosa de los niños los hizo pensar que era Dios. El muchacho de 4 años rehusó reconocerla como Dios, les dijo que la estatua no podía ver, ni podía oír, ni podía hablar, ni podía moverse, ni podía ser Dios, y ¡él no la llamaría Dios! Debido a esto fué atacado por la chusma de niños. Cuando el padre del muchacho oyó esto se asombró de que su hijo hubiera aprendido tanto estando presente en el estudio bíblico y quedó tan impresionado por el valor de su hijo al permanecer firme contra la chusma juvenil que cambió y dijo que su hijo podía continuar participando en el estudio.—Jer. 10:5; Hab. 2:18, 19.