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¿Qué ha prometido Dios?La Atalaya 1973 | 15 de abril
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de la destrucción de este mundo e introducirlos en su nuevo orden solo para heredar una condición de desolación completa. Él sabe que los humanos necesitan casas de alguna clase. Pero después de la destrucción de este sistema de cosas quizás pase algún tiempo antes que la Tierra pueda ser reconstruida y hermoseada a algún grado extenso, según los planos ‘arquitectónicos’ que habrá de suministrar Jehová Dios, quien sabe cuál es su diseño para el nuevo orden. Esto no significa que el propio ingenio y los talentos del hombre serán suprimidos, sino que Dios determinará el modelo general. En el ínterin, se atenderán las necesidades de todos.
Lo que Dios hizo por su pueblo Israel cuando entraron en la Tierra Prometida revela que Dios ciertamente satisfará las necesidades de los que sobrevivan y entren en el nuevo orden. Moisés le dijo a Israel de antemano: “Y tiene que suceder que cuando Jehová tu Dios te introduzca en la tierra que a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob juró darte, ciudades grandes y de buena apariencia que tú no edificaste, y casas llenas de toda suerte de cosas buenas que tú no llenaste, y cisternas labradas que tú no labraste, viñas y olivares que tú no plantaste, . . . cuídate para que no te olvides de Jehová.” Más tarde el proverbio inspirado expresó como principio: “La riqueza del pecador es algo que está atesorado para el justo.”—Deu. 6:10-12; Pro. 13:22.
La Biblia no nos dice que quedarán ciudades, etcétera, después de la “tribulación grande.” Pero estas declaraciones de la Palabra de Dios que describen su provisión para los israelitas cuando entraron en la Tierra Prometida prueban que los que entren en su nuevo orden tendrán suficiente para satisfacer sus necesidades materiales junto con la inapreciable herencia de la vida en este deleitable planeta Tierra.
Lo que Dios promete y lo que produce son lo mejor para todos los implicados y de esto podemos estar seguros. A menudo deseamos cosas que, al obtenerlas, nos dejan desilusionados. Por lo tanto, no podemos determinar que será lo mejor para nosotros en el nuevo orden de Dios. Pero podemos asirnos de lo que Dios nos da ahora de manera espiritual, las cosas que son de verdadero valor en la vida.
A su debido tiempo Dios nos revelará todo lo que tiene reservado para nosotros, cosas más deleitables que lo que nuestra mente puede visualizar ahora. Nuestro interés principal actualmente debería ser obtener ‘conocimiento exacto y pleno discernimiento, para que nos aseguremos de las cosas más importantes’ a fin de estar presentes para disfrutar de su nuevo orden de justicia.—Fili. 1:9, 10.
Cuáles son estas cosas importantes y lo que podemos hacer a fin de tener una conciencia realmente buena para con Dios y practicar las cosas que son rectas a sus ojos se considerarán en el artículo siguiente, intitulado “Preparándose para el nuevo orden de Dios.”
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Un mostrador de higosLa Atalaya 1973 | 15 de abril
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Un mostrador de higos
● En una ocasión Juan el Bautista aconsejó a ciertos hombres en servicio militar: “No acosen a nadie, ni acusen falsamente a nadie.” (Luc. 3:14) Al contar este relato, Lucas usó una expresión griega que literalmente significa “deberían tomar por mostrar higos.” ¿Qué es un “mostrador de higos”?
Varias autoridades presentan la explicación de que en Atenas de la antigüedad el exportar higos de la provincia estaba prohibido. Al que denunciaba a otros, acusándolos de intentar la exportación de higos, se le llamaba un “mostrador de higos.” La expresión llegó a designar a un delator malévolo, a una persona que acusaba a otros por amor a la ganancia, a un acusador falso, a un chantajista.
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