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Asambleas “Palabra de Verdad” de los testigos de JehováLa Atalaya 1966 | 1 de abril
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que todavía estaban disponibles. Estas eran de las 10:00 a.m. a las 12:00 del día el 25 de julio, ¡el tiempo exacto que se había fijado para el bautismo!
En Dublín, Irlanda, la mano guiadora de Jehová, también, se vio claramente. En aquella fortaleza católica hubo mucha oposición a que los testigos de Jehová celebraran una asamblea. Fallaron los esfuerzos que se hicieron para obtener lugar tras lugar. Pero finalmente se abrió el camino y se obtuvo el Parque Tolka, un estadio para futbol local, a pesar de vehementes protestas. Con el tiempo, muchas personas católicas imparciales se expresaron públicamente a favor de la libertad de adoración, y se celebró una excelente asamblea con mucho reportaje periodístico bueno. ¡Ciertamente una evidencia de la dirección de Jehová!
El funcionamiento sin asperezas de estas asambleas, hecho posible por las labores amorosas de muchos trabajadores voluntarios anuentes, también fue una evidencia de la operación del espíritu de Jehová. Declaró el Evening News de Edimburgo: “Si se trata de un problema de organización, solo tome nota de cómo los testigos de Jehová lo resuelven. Aun el Ejército tendría dificultad en rivalizar con su precisión.” Y en Brandon, Manitoba, Canadá, el gerente de la arena comentó: “De la manera en que ustedes están organizados podrían dirigir toda la ciudad, más que eso, podrían dirigir el país o aun todo el mundo, y éste mejoraría mucho por ello.”
La guía divina también fue evidente por la quietud, orden y consideración de las muchedumbres. ¡Cuán diferente de las reuniones mundanas! En Rotterdam un funcionario de la policía se acercó al jefe del departamento de servidores de la asamblea y le preguntó cómo se las arreglaban para mantener despejada la zona en frente de la plataforma solo con un pequeño cordón. Dijo que ellos siempre necesitaban una fuerza de veinte policías para contener la gente. En Luxemburgo el gerente del salón de la asamblea quedó pasmado. “No sé qué decir,” exclamó. “Los niños están tan callados. ¿Cómo lo logran?”
La respuesta, por supuesto, es por medio de aplicar los principios de la Palabra de Verdad de Dios. Los testigos de Jehová creen en la Biblia, la estudian con regularidad, y viven en armonía con ella. Las asambleas “Palabra de Verdad” suministraron otro poderoso testimonio a personas de muchos países del ambiente maravilloso de paz que prevalece cuando personas cristianas aplican la Biblia.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1966 | 1 de abril
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Preguntas de los lectores
● Según Levítico 25:11, 12, los israelitas no habían de “sembrar semilla ni segar lo que en la tierra crezca de los granos caídos” durante el año del Jubileo, pero podían “comer lo que la tierra produce.” ¿Cómo se resuelve esta aparente inconsistencia?—A. K., EE. UU.
Los estatutos para el Jubileo eran muy parecidos a los del año séptimo sabático corriente. Jehová prometió bendecir la cosecha en el sexto año de modo que los israelitas tuvieran suficiente alimento almacenado para durarles hasta la cosecha de la siembra hecha en el año octavo. (Lev. 25:20-22) Cuando la tierra se dejara sin cultivar produciría algún grano de los granos caídos en la cosecha anterior. Durante los años sabáticos del Jubileo los agricultores habrían de comer de lo que hubieran almacenado, y no segar y poner en sus almacenes lo que creciera de los granos caídos. Eso se había de dejar en el campo.
No obstante, en la Ley se había hecho una provisión amorosa que permitía que los afligidos del país recogieran lo que quedara en los campos después de una cosecha normal. (Lev. 19:9, 10; Rut 2:2, 3) Pero, ¿qué habían de hacer los pobres y los residentes forasteros durante el año séptimo sabático y el Jubileo?
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