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Elí, un sacerdote que fracasó como padreLa Atalaya 1980 | 15 de enero
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ti que les vendrá a tus dos hijos, Ofni y Finees: En un mismo día ambos morirán. Y yo ciertamente levantaré para mí un sacerdote fiel. En armonía con lo que está en mi corazón y en mi alma obrará él; y ciertamente le edificaré una casa duradera, y ciertamente andará delante de mi ungido siempre. Y tiene que suceder que cualquiera que quede en tu casa vendrá y se inclinará ante él por el pago de dinero y un pan redondo, y ciertamente dirá: “Agrégame, por favor, a uno de los puestos sacerdotales para comer un pedazo de pan.”’”—1 Sam. 2:27-36.
Esta profecía se cumplió parcialmente cuando, poco tiempo después, los dos hijos de Elí fueron muertos en una batalla con los filisteos, y el arca, que ellos habían cargado a la batalla, fue capturada. Cuando Elí oyó el informe, cayó del asiento hacia atrás al lado de la puerta y se le quebró la cerviz.—1 Sam. 4:10, 11, 18.
La posteridad de Elí sí ocupó el oficio de sumo sacerdote por años después de eso, pero los ojos de ellos vieron muchas calamidades, tales como el exterminio de los sacerdotes por orden de Saúl. (1 Sam. 22:11, 16-18) Años más tarde se ejecutó otra parte del juicio cuando el rey Salomón “expulsó a Abiatar [el sumo sacerdote, un descendiente de Elí] para que no rindiese servicio como sacerdote de Jehová, para cumplir la palabra de Jehová que él había hablado contra la casa de Elí en Silo.” Salomón puso en el lugar de Abiatar en el oficio de sacerdote a uno de los hijos de Sadoc. (1 Rey. 2:27, 35) Sadoc era descendiente de la línea de Eleazar, hijo de Aarón, mientras que Elí era de la línea de Itamar, otro hijo de Aarón. (1 Cró. 6:50-53; 24:1; 1 Sam. 14:3; 22:9) Aun entonces Dios permitió que algunos descendientes de Elí sirvieran de subsacerdotes. Pero ellos experimentaron la decadencia de la adoración en el templo durante el reinado de los reyes, cuando el sacerdocio no recibió el apoyo apropiado de la gente.—2 Cró. 29:3, 6; 33:7; 34:8-11.
El relato acerca de Elí enfatiza vigorosamente estos hechos que no podemos pasar por alto: Nosotros, como siervos de Dios, debemos obedecer el consejo bíblico de enseñar a nuestros hijos la Palabra de Dios todos los días y, aunque les mostramos amor y consideración, debemos ‘criarlos en la disciplina y regulación mental de Jehová.’ (Efe. 6:4; Deu. 6:4-9) Si los padres permiten que sus hijos hagan cosas incorrectas, no podrán menos que perder el respeto de los hijos. Más tarde, padres como éstos se darán cuenta de que han destruido la línea de comunicación, y, lamentablemente, verán que pierden a sus hijos, que se van a los caminos del mundo.
Mucho más importante aún es que el ejemplo de los hijos de Elí graba en nuestra mente el hecho de que todo uso que demos a nuestra posición como siervos de Dios para obtener ganancia egoísta nos traerá el juicio adverso de Dios. “Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él.”—1 Cor. 3:17.
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1980 | 15 de enero
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Ponderando las noticias
El hinduismo católico de la India
● “Es difícil creerlo,” informa The Indian Express de Bombay, “pero es verdad que sacerdotes y monjas cantan bhajans [cánticos devocionales] mientras están sentados en el suelo con los pies descalzos, ejecutan ‘arati’ [mueven de un lado a otro un plato que contiene incienso y una llama de alcanfor] en vez de mover de lado a lado el incensario,” y siguen otras prácticas hindúes. El periódico declara que “ahora no es raro el que en las iglesias de Kerala, con su antigua tradición de 2.000 años, se oiga el himno de Upanishad ‘Asatho ma sad gamaya, thamaso ma jyothirgamaya, mruthvorama amrutham gamaya’ cantado monótonamente antes del comienzo de la santa misa.”
El cardenal católico romano Joseph Parecattil, de la India, de quien se dice que es “un vigoroso defensor de la indianización de la iglesia,” declara que “este movimiento está destinado a salir vencedor.” Según el Express el cardenal Parecattil dijo que “era conveniente usar los ricos recursos del hinduismo” para ciertos rasgos de la adoración católica entre las personas de la India.
Aunque una filosofía de esta índole da la impresión de ser muy comprensiva y tolerante, ¿refleja un punto de vista verdaderamente cristiano de la adoración? Difícilmente. La Versión
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