Defensores leales de la Palabra de Dios
“Cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, . . . la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios, la cual también está obrando en ustedes los creyentes.”—1 Tes. 2:13.
1, 2. ¿Qué característica, según señala un orientalista, distingue a la Biblia de otros escritos sagrados?
HAY muchos escritos que son considerados sagrados por personas que viven en diferentes partes de la Tierra. Pero la Santa Biblia tiene características que la colocan en una clase separada de todos los demás escritos.
2 Acerca de una de estas características, el orientalista George Rawlinson dijo: “El cristianismo . . . en nada se distingue más de las otras religiones del mundo que en su carácter objetivo o histórico. Las religiones de Grecia y Roma, de Egipto, India, Persia, y Oriente en general . . . ni siquiera alegaron seriamente tener base histórica. . . . Pero sucede lo contrario con la religión de la Biblia. Allí . . . hallamos un cuadro de doctrina que está enlazado con hechos; que depende absolutamente de ellos; que es nulo e inválido sin ellos; y que para todo fin práctico se puede considerar establecido si se muestra que merecen aceptación.”a
3. Dé ejemplos de los hechos históricos incorporados en los relatos de la Biblia.
3 Un examen de la evidencia muestra que el registro bíblico gira alrededor de personas que en realidad vivieron y lugares que verdaderamente existen. Este registro especifica el tiempo de notables acontecimientos y menciona a gobernantes contemporáneos de otras naciones que existían al mismo tiempo. (2 Rey. 25:8, 9; Luc. 3:1, 2) La Biblia es un libro que sale vencedor ante un escrutinio cuidadoso. Como le dijo el salmista bíblico a Jehová Dios: “La sustancia de tu palabra es verdad.”—Sal. 119:160.
4. ¿Qué hay de significativo en el hecho de que la Biblia sea un libro de profecía?
4 Aun más notable que su exactitud histórica, no obstante, es el hecho de que la Biblia es un libro de profecía confiable. Esto, sobresalientemente, la distingue de todos los otros libros sagrados. Sus profecías no son sencillamente unos cuantos comentarios incidentales acerca del futuro. Desde su primer libro, Génesis, hasta e inclusive su último libro, La Revelación, la Biblia está llena de declaraciones formales de acontecimientos futuros.—Gén. 3:15; Dan. 4:17; Rev. 21:1-5.
5. (a) ¿Supieron las personas que vivían en el tiempo mismo en que se pronunciaron originalmente las profecías bíblicas que éstas eran de Dios? (b) ¿Cómo nos ayuda la profecía bíblica?
5 Muchas de aquellas profecías se cumplieron dentro de la vida de los que las oyeron cuando originalmente se pronunciaron. Así, personas que vivían entonces vieron por sí mismas que éstas no eran de origen meramente humano. (Gén. 18:9-11; 21:1-3; Jer. 28:15-17) Pero no toda la profecía bíblica enfocó en acontecimientos que ahora han estado por mucho tiempo en el pasado. Predijo lo que sucedería en este siglo veinte. Aunque la última porción de la Biblia se escribió antes del fin del primer siglo de nuestra era común, describió vívidamente la agitación que sacudiría a la sociedad humana en nuestro día. También aclaró que estos acontecimientos marcarían los “últimos días” del sistema de cosas actual y el tiempo para el establecimiento del reino de Dios. (Luc. 21:24-31; Rev. 6:1-8) Al mostrar dónde estamos con relación al cumplimiento de los propósitos de Dios, y el proceder que es sabio que sigamos, la Biblia suministra guía que cada uno de nosotros necesitamos.
6. ¿Qué se observa en cuanto a la actitud de los escritores de la Biblia que se gana la confianza de uno? Ilustre.
6 El registro bíblico también se gana nuestra confianza debido a la obvia humildad y honradez de sus escritores. Ellos no tratan de esconder con explicaciones las realidades, para hacer que personas notables entre ellos parezcan ser más justas de lo que realmente eran. De manera muy franca ellos confiesan sinceramente sus propias debilidades y fracasos. (Éxo. 4:10-14; Mat. 26:31-56) Los discípulos de Jesús dan reconocimiento al hecho de que los líderes religiosos de su día los menospreciaban como “iletrados y del vulgo.” (Hech. 4:13) Los escritores de la Biblia libremente cuentan tanto de liberaciones que Dios ejecutó a favor de su pueblo como de las ocasiones en que expresó que no los aprobaba. (2 Cró. 12:1-9; 20:14-26) Esta evidencia inequívoca de honradez, elevados ideales, motivo puro y convicción inteligente atrae a los amadores de la verdad a la Biblia.
7. ¿Por qué otras razones se nos recomienda la Biblia como merecedora de nuestra atención solícita?
7 Es aquí en la Biblia que uno halla respuestas a preguntas que de otro modo no se podrían contestar. ¿Cuál es el origen del universo, de nuestro planeta Tierra y de la humanidad? ¿Por qué está la humanidad plagada de dificultades, enfermedad y muerte? Con lenguaje fácilmente entendible la Biblia contesta esas preguntas. (Gén. 1:1, 2, 26-28; 2:16, 17; 3:1-24; Rom. 5:12) También da los principales detalles de lo que Dios ha hecho para traer alivio a la familia humana, y muestra lo que nosotros individualmente tenemos que hacer para aprovecharnos de esa provisión. (Juan 3:16, 36; Dan. 2:44) Por todas estas razones la Biblia misma se nos recomienda como un libro que merece nuestra atención solícita.
8. ¿Por qué debemos nosotros personalmente leer y estudiar la Biblia entera?
8 Pero, ¿qué hay de usted como individuo? ¿Ha leído usted la Biblia... no solo partes de ella, sino la Biblia entera, de cubierta a cubierta? ¿La ha estudiado cuidadosamente para determinar cómo afecta su vida? Ciertamente éste es el proceder de la sabiduría práctica. ¿Por qué? Porque nuestra vida depende de Dios, y la Biblia dice claramente que ella es la Palabra de Dios.—Éxo. 20:1; Efe. 6:17.
REALMENTE LA “PALABRA DE DIOS”
9. ¿En qué sentido es la Biblia la “Palabra de Dios”?
9 Para el mundo en general, aun para miembros de las iglesias de la cristiandad, la expresión “Palabra de Dios” usada con referencia a la Biblia significa muy poco. Ellos quizás crean que la Biblia es un libro que hombres devotos escribieron acerca de Dios, pero no que en realidad se haya originado de Dios. Sin embargo, la Biblia misma dice que “toda Escritura es inspirada de Dios.” También, que “la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo.” (2 Tim. 3:16; 2 Ped. 1:21) Esto significa que, aunque se utilizó a varios hombres para que hicieran la mayor parte de la escritura misma, la Biblia tiene un solo Autor, Jehová Dios. Por medio de su espíritu él comunicó mensajes o visiones a la mente de sus profetas, y ellos entonces los escribieron. ¿Cómo se hizo esto?
10, 11. (a) ¿Dictó de hecho Dios las palabras que contiene la Biblia? (b) ¿Qué práctica común de los negocios ayuda a ilustrar este asunto?
10 En algunos casos la información se comunicó por dictado. Por medio de un representante angelical Jehová le dijo a Moisés: “Escríbete estas palabras, porque es en conformidad con estas palabras que de veras celebro yo un pacto contigo y con Israel.” (Éxo. 34:27; Heb. 2:2) Moisés registró exactamente lo que se le dijo.
11 No obstante, en otros casos parece manifiesto que a los escritores de la Biblia se les permitió usar cierta cantidad de iniciativa personal en cuanto al estilo de escritura. El espíritu de Jehová guió sus pensamientos, pero el modo de expresión reflejó hasta cierto grado las características de los escritores. (Ecl. 12:10; 2 Sam. 23:1, 2) En nuestro propio día es práctica común el que un administrador de algún negocio dirija a su secretario o secretaria a escribir una carta, aunque no necesariamente especifique la fraseología que se ha de usar. El secretario o la secretaria efectúa la escritura misma, siguiendo cuidadosamente las instrucciones que se le han dado y usando las expresiones que sabe, por experiencia, que están en armonía con la manera en que el administrador hace las cosas. La carta completa, firmada por el administrador, recibe reconocimiento como procedente de él.
12, 13. ¿Por qué no debería ser difícil para nosotros comprender que Dios haya podido comunicar mensajes o visiones a los hombres desde la región invisible?
12 ¿Debería ser difícil para nosotros comprender que Dios, aunque invisible a sus siervos, haya podido comunicar mensajes o visiones a la mente de ellos? (Hech. 28:25; Eze. 1:1-3) No consideramos fuera de lo usual poner la radio y escuchar la voz de alguien a quien no podemos ver, y que está a muchos kilómetros de distancia. Cuando los astronautas estuvieron en órbita alrededor de la Luna, ellos transmitieron tanto mensajes como cuadros visuales a la Tierra, y éstos fueron recibidos con notable claridad. ¿Cómo hacen estas cosas los hombres? Simplemente usando leyes que Jehová mismo ya había puesto en función.
13 Por eso, la idea de que Dios pueda comunicarse con el hombre desde la región invisible no es de ningún modo irrazonable. El hecho de que escritores que estaban aquí en la Tierra efectuaran la escritura misma tampoco prueba que lo que ellos escribieron no fue verdaderamente de Dios. Sin embargo, hay que reconocer que el mero hecho de que estas cosas podrían ser no prueba en sí mismo que la Biblia sea de Dios. ¿Qué evidencia hay de que Dios realmente se comunicó con los hombres que escribieron la Biblia?
EVIDENCIA DE COMUNICACIÓN DIVINA
14. Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, ¿qué mensaje trajo a sus compañeros israelitas, pero qué preguntas podrían hacerse?
14 Después que los israelitas habían sido librados de la esclavitud en Egipto, se reunieron en el desierto de Sinaí. Moisés subió a la montaña para recibir instrucciones de Jehová y volvió con un mensaje para el pueblo. Moisés informó que Jehová había dicho: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: ‘Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.’” (Éxo. 19:3-6) Eso fue lo que Moisés les dijo a los hombres de más edad del pueblo, pero ¿era cierto? ¿Había Dios hablado a él realmente? ¿Qué razón tenían para creer que Jehová estaba tratando con Israel por medio de Moisés?—1 Juan 4:1.
15. ¿Cómo sabían los israelitas que Jehová se había comunicado con Moisés y lo usaba?
15 No muchos meses antes de esto todos ellos habían estado en Egipto. Allí Moisés, hablando en el nombre de Jehová Dios, había predicho diez devastadoras plagas que vendrían sobre el país. Cada una había venido según se había anunciado. (Éxo. 7:15–12:29) Seguramente Moisés mismo no había causado la plaga de langostas ni la pestilencia que predijo. Él no podía controlar los elementos para producir la tormenta de granizo que había anunciado de antemano. Él ciertamente no entró personalmente en todo hogar y establo de los egipcios para dar muerte a sus primogénitos. Sin lugar a duda, esto había sido la obra de Dios, y puesto que Moisés había podido anunciar de antemano lo que sucedería, tiene que haber sido Dios quien se había comunicado con él. Más tarde, cuando Moisés extendió su mano sobre el mar Rojo, las aguas se habían abierto para suministrarles una ruta de escape, mientras una nube sobrenatural mantenía a Israel separado de las fuerzas perseguidoras de Egipto. Los israelitas, quienes estaban ahora en el monte Sinaí, habían estado allí y lo habían visto; ellos sabían que Jehová estaba usando a Moisés para conducirlos.—Éxo. 14:19-22.
16. En el monte Sinaí, ¿qué otras señales ejecutó Jehová, y por qué?
16 Ahora en el monte Sinaí Jehová ejecutó más señales, y la mismísima razón por la cual lo hizo fue, como le dijo a Moisés, “a fin de que oiga el pueblo cuando hable contigo, y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido.” (Éxo. 19:9) Fue una exhibición inspiradora de temor del poder de Dios. “Empezaron a ocurrir truenos y relámpagos, y una nube densa sobre la montaña y un sonido muy fuerte de cuerno, de manera que empezó a temblar toda la gente que estaba en el campamento. . . . Y el monte Sinaí humeaba por todas partes, debido al hecho de que Jehová descendió sobre él en fuego; y seguía ascendiendo su humo como el humo de un horno de calcinación, y toda la montaña estaba temblando muchísimo. Cuando el sonido del cuerno continuó haciéndose más y más fuerte, Moisés empezó a hablar, y el Dios verdadero empezó a contestarle con una voz.” (Éxo. 19:16-19) Los millones de personas que fueron testigos de este espectáculo tuvieron prueba convincente de que las cosas que Moisés hablaba y escribía en el nombre de Jehová eran realmente “palabra de Dios.”—Hech. 7:35-38.
17. ¿Cómo se hizo manifiesto que Jehová también se comunicó con los profetas hebreos de más tarde cuyos escritos se encuentran en la Biblia?
17 Durante los siglos que siguieron, Jehová levantó a otros profetas: Samuel, Natán, Isaías, Jeremías, Daniel y muchos otros. Ellos, también, hablaron en el nombre de Jehová, y el hecho de que anunciaron confiablemente de antemano los hechos de Dios hizo manifiesto que Él se estaba comunicando con ellos.—Deu. 13:1-3; 18:21, 22.
18. (a) Cuando Jesucristo apareció en la Tierra, ¿qué prueba hubo de que él había venido de Dios? (b) ¿Cómo consideró él los libros de la Biblia que se habían escrito hasta aquel tiempo?
18 En el primer siglo de nuestra era común, apareció Jesucristo en la escena terrestre. Él dijo claramente que él era el Hijo de Dios, y por medio de calmar milagrosamente el mar, curar a los enfermos y levantar a los muertos probó que él ciertamente había procedido de Dios. (Juan 10:36; Luc. 8:22-25; 5:17-26; Juan 11:39-44) ¿Cómo consideró él los libros de la Biblia que se habían escrito hasta aquel tiempo? Lo que decían acerca del pasado él lo citó como realidad. En cuanto a las declaraciones que contenían acerca del futuro él se refirió a ellas como cosas que ciertamente serían cumplidas. (Mat. 19:1-6; 24:30; Dan. 7:13, 14) Cuando hablaba de “las Escrituras” él incluía la Ley, los Profetas y los Salmos, todas las Escrituras Hebreas. (Luc. 24:27, 44-48) Él creía en ellas, las enseñaba, y guiaba su vida por ellas. Él reconocía que eran la Palabra inspirada de su Dios y Padre que estaba en el cielo.
19. ¿Qué prueba de apoyo divino hubo en el caso de los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas?
19 Poco después de la muerte y resurrección de Jesús, al tiempo en que se formó la congregación cristiana, Dios demostró de nuevo con señales sobrenaturales a quiénes estaba usando como voceros en la Tierra. (Heb. 2:1-4) Derramó su espíritu sobre los discípulos de Jesucristo que estaban reunidos en Jerusalén, haciendo posible que ellos hablaran milagrosamente en lenguas que no habían estudiado. Representantes de muchas naciones personalmente fueron testigos de esta manifestación de apoyo divino. (Hech. 2:1-12) De entre aquellos sobre los cuales Dios puso su espíritu, haya sido entonces o poco después, él seleccionó hombres para escribir las Escrituras Griegas Cristianas. Estas cosas no se hicieron en un rincón. Las obras poderosas que Dios ejecutó por medio de las manos de ellos fueron de conocimiento público. Como resultado, miles de personas llegaron a ser creyentes.—Hech. 2:41; 3:1–4:4; 9:40-42.
20. Por lo tanto, ¿cómo consideran la Biblia los testigos de Jehová?
20 A una congregación de tales individuos en Macedonia, el apóstol Pablo escribió, diciendo: “Nosotros también incesantemente damos gracias a Dios, porque cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, que oyeron de parte de nosotros, la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios, la cual también está obrando en ustedes los creyentes.” (1 Tes. 2:13) Los testigos cristianos de Jehová en este siglo veinte creen lo mismo que creían aquellos cristianos macedonios del primer siglo. Habiendo leído la Biblia para sí mismos y sabiendo lo que contiene, no tienen duda de que verdaderamente es la Palabra de Dios. ¿Comparte usted esa fe?
21. (a) Si alguien cree que la Biblia verdaderamente es la Palabra de Dios, ¿qué privilegio y responsabilidad tiene? (b) Para agradar bien a Dios, ¿hasta qué punto tiene que ir la creencia de uno en la Biblia?
21 Si así es, usted tiene el privilegio y la responsabilidad de ayudar a otros. Si ellos nunca han leído la Biblia, anímelos a hacerlo. Considere con ellos la evidencia de que es la Palabra de Dios. Familiarícelos con lo que enseña. Para bien de ellos dé énfasis a la seriedad del asunto. Entonces, por supuesto, ellos tendrán que tomar su propia decisión en cuanto a lo que harán. Pero creencia a medias no es suficiente. Para que una persona agrade bien a Dios, tiene que actuar de todo corazón; tiene que ser un leal defensor de la Palabra de Dios.
‘SERVICIO SAGRADO CON LEALTAD’
22. ¿Cómo y por qué da énfasis la Biblia a la lealtad?
22 La Biblia misma da énfasis a la importancia de la lealtad. ¿Por qué? Porque es una de las notables cualidades de Jehová, el Autor de la Biblia. Al pueblo de Israel propenso a descarriarse, Jehová le dijo por medio de su profeta Jeremías: “Soy leal.” (Jer. 3:12) Y el apóstol Juan, al contemplar una visión de acontecimientos del futuro, oyó a aquellos a quienes Dios ensalza a gloria celestial cantar a Dios: “Grandes y maravillosas son tus obras, Jehová Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. ¿Quién no te temerá verdaderamente, Jehová, y glorificará tu nombre, porque solo tú eres leal?” (Rev. 15:3, 4) Ellos comprenden que la lealtad se origina de Jehová y que lo caracteriza sobresalientemente a él.
23. ¿Por qué tenemos que rendir nuestro servicio a Jehová “con lealtad,” y qué da a entender esto con relación a nuestra actitud en cuanto a la Palabra de Dios?
23 Se puede comprender, pues, que si los humanos van a servir a Dios de manera que le sea aceptable a él tienen que reflejar esta cualidad divina. Zacarías, el padre de Juan el Bautista, se dio cuenta de esto. Lleno de espíritu santo, dio gracias a Dios por el “privilegio de rendirle servicio sagrado sin temor con lealtad y justicia delante de él todos nuestros días.” (Luc. 1:74, 75) Pero, ¿cómo puede una persona ser leal a Jehová si está llena de dudas acerca de Su Palabra? Si alguien tiene preguntas, es solo razonable hacerlas, examinar la evidencia que se presenta en respuesta, y entonces tomar una decisión. Pero no podemos complacer a Dios si somos de corazón dividido, siempre cojeando entre dos opiniones. (1 Rey. 18:21) “Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos y sin reconvenir; y le será dada. Pero que siga pidiendo en fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra. De hecho, no vaya a figurarse ese hombre que recibirá cosa alguna de Jehová; es un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos.”—Sant. 1:5-8.
24. (a) ¿Cómo se manifiesta en la cristiandad deslealtad a Dios? (b) ¿Qué cambio tienen que hacer tales personas para poder ser verdaderos seguidores de Jesucristo?
24 Para poder agradar a nuestro Creador, tenemos que tener confianza en lo justo de sus caminos. Pero ésa es una cualidad que notablemente falta entre muchos de los que afirman ser cristianos. Se predijo en la Biblia en Segunda a Timoteo, capítulo 3, que una de las actitudes sobresalientes que prevalecerían en “los últimos días” sería la deslealtad. No solo deslealtad a cónyuges y patronos, sino deslealtad a Dios. Debido a esto, aquellas personas cuya adoración es solo “una forma de devoción piadosa” resultan “falsos a su poder.” (2 Tim. 3:1, 2, 5) Faltándoles convicción personal de que la Biblia es la Palabra de Dios, no la toman en serio. No es la fuerza guiadora en la vida de ellos; no los impulsa. Pero se exige un cambio si van a ser seguidores genuinos de Jesucristo. En Efesios 4:23, 24, a los cristianos se les amonesta así: “Que sean hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y se vistan de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.” ¿Ha hecho usted eso? ¿Es usted insacudiblemente leal a Dios, y lo manifiesta por su actitud hacia su Palabra la Biblia? Si así es, entonces usted puede ser una bendición a otros ayudándolos a poner fe en la Palabra de Dios.
[Nota]
a The Historical Evidences of the Truth of the Scripture Records, págs. 25, 26.
[Ilustración de la página 396]
En el monte Sinaí Jehová ejecutó señales. La montaña tembló y humeó por todas partes. Millones de personas vieron y oyeron prueba de que lo que Moisés daba a conocer en el nombre de Dios era la palabra de Dios