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El propósito de nuestro ministerioLa Atalaya 1961 | 15 de junio
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muchos gozos y bendiciones como resultado del ministerio. Recuerde la prosperidad, la gloria y el esplendor del reino de Salomón. Cuando la reina de Sabá vino para ver por sí misma se quedó sin habla, como dice el registro: “Entonces resultó que no quedó más espíritu en ella. Por eso ella dijo al rey: ‘Cierta ha resultado ser la palabra que oí en mi propia tierra acerca de los asuntos de usted y acerca de su sabiduría. Y no puse fe en las palabras hasta que hubiese venido para que mis propios ojos vieran, y, ¡mire! no se me había dicho la mitad. Usted ha superado en sabiduría y prosperidad las cosas oídas a las que escuché. ¡Dichosos sus hombres, dichosos estos siervos suyos que están delante de usted de continuo, escuchando su sabiduría!’”—1 Rey. 10:5-8.
22. (a) ¿Qué bendiciones están presenciando ahora los ministros de Jehová? (b) ¿En qué estado de ánimo jamás debemos dejarnos estar, y por qué?
22 Hoy los que están en el servicio del mayor Salomón, Cristo Jesús, están presenciando con sus mismísimos ojos la prosperidad, los gozos y la felicidad de la sociedad del nuevo mundo en acción. Ven y oyen a hombres, mujeres y niños de todas partes de la Tierra publicando el nombre de Jehová. Las personas de buena voluntad también pueden ver la gloria y esplendor del reino de Dios y de su Hijo, y han estado fluyendo a su organización a razón de 1,000 por semana sin falta durante los últimos diez años. El conocer el gozo de la llegada de las otras ovejas del Señor es otra bendición del ministerio. Jamás cambie lugares ni privilegios del ministerio por todos los puestos que este mundo pueda ofrecer. El ministerio debe ser nuestra vocación principal y nuestra ocupación seglar debe ser secundaria. Solo es el medio de ayudarnos a continuar en el ministerio. Como ministros de Dios, nuestro interés es ‘seguir, pues, buscando primero el reino y su justicia.’ (Mat. 6:33) Comprendiendo que este requisito descansa sobre cada uno de los ministros de Jehová Jamás caigamos en tal estado de ánimo que digamos: “Oh, la obra se hará sin mí.” Naturalmente, Jehová Dios puede hacer que se haga este ministerio sin nosotros. También puede producir su nuevo mundo sin nosotros. Es mucho mejor considerarlo de esta manera: Él nos usará y continuará usándonos eternamente en su nuevo mundo si cumplimos el propósito de nuestro ministerio ahora. Que la gente del mundo busque riqueza material, poder, popularidad, prestigio y placer, sin embargo, recuerde, estas metas solo durarán hasta el Armagedón. Pero la finalidad de ustedes como ministros de Dios de participar en la vindicación del nombre de Jehová, de ayudar a otras personas a conocer a Jehová Dios, y de manifestarse ministros fieles y productivos será una meta que los guiará a través del Armagedón hasta entrar en el nuevo mundo. ¡Que nuestro ministerio traiga deleite a Jehová, Dios y a cada individuo fiel el galardón de vida eterna!
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Pacificadora paralizadaLa Atalaya 1961 | 15 de junio
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Pacificadora paralizada
“Las Naciones Unidas como pacificadora quedaron paralizadas desde el mismo comienzo como resultado del conflicto entre el mundo occidental bajo la dirección de los Estados Unidos y el bloque soviético.
“Los intentos para asegurar la paz mediante un gobierno internacional de naciones soberanas han sido todos víctima de una contradicción inherente en estos mismos intentos. El establecimiento de un gobierno efectivo de naciones soberanas parece ser una contradicción en términos que puede ser eliminada solo mediante un ataque directo a la propia soberanía nacional.”—The Encyclopædia Britannica, Tomo 17, página 414 (1959).
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