sugiere el Salmo 78:4: ‘No escondan de sus hijos las alabanzas de Jehová y su fuerza y sus maravillosas cosas que ha hecho. Relátenlas aun a la generación venidera.’ Por eso, al enseñar y entrenar a sus hijos en las leyes y mandamientos de Jehová, ustedes los padres estarán extendiendo y aumentando las alabanzas de Jehová.

25. ¿Pueden ustedes también, hijos, aumentar la alabanza a Jehová?

²⁵ Ahora, ustedes, niños y ustedes, adolescentes, no crean que este asunto de alabar a Jehová es un privilegio reservado “solo para adultos.” Ustedes también, al vigilar su comportamiento en el hogar, en la congregación, en el vecindario y en la escuela, pueden engrandecer muchísimo la gloria de su amoroso Creador. Satanás y sus agentes se oponen mucho a ustedes los jóvenes que están adorando y sirviendo a Jehová, y tratarán de detenerlos, así como los gobernantes religiosos del día de Jesús trataron de impedir que los niños alabaran a Jehová. Al reprender a aquella muchedumbre satánica Jesús le preguntó: “¿Nunca leyeron esto: ‘De la boca de los pequeñuelos y de los que maman has [tú Jehová] proporcionado alabanza’?” (Mat. 21:16) Por eso, hoy en día también, Jehová es quien les ha provisto y les ha suministrado a ustedes, jóvenes, el privilegio y la habilidad de alabarlo a Él. Por lo tanto, ¡aprovéchense y hagan buen uso de estos privilegios!

26. Por eso, ¿por qué razón grandiosa, arrolladora, debe ser aumentada esta canción de alabanza, como se declara en 1 Crónicas 16:31 y el Salmo 97?

²⁶ Como pueblo de Jehová alrededor del mundo, y prescindiendo de su edad o sexo u origen nacional o condición económica, asegúrese de que usted individualmente pone en práctica estas cosas, y en los días venideros que todos ustedes aumenten el volumen de su canción de alabanza a Jehová. Ciertamente no es a la República de Israel ni a la cristiandad, sino a ustedes, adoradores y testigos unidos de Jehová, que se hace la invitación: “Estén alabando a nuestro Dios, todos ustedes sus esclavos, que le temen, los pequeños y los grandes.” (Rev. 19:5) Verdaderamente, para cantarla ustedes tienen la más grandiosa canción que se ha escrito. ¡Qué tema tiene! “Alégrense los cielos, llénese de gozo la tierra, y digan entre las naciones: ‘¡Jehová mismo ha llegado a ser rey!’” (1 Cró. 16:31) La popularidad de esta canción aumentará hasta que, pronto, toda cosa que respira estará alabando a Jehová hasta tiempo indefinido, ¡aun para siempre! Por eso, sigan cantando. ¡Sigan aumentando su alabanza individual y colectiva de su Magnífico Creador, todo para su propia bendición eterna y para la gloria, honra, vindicación y alabanza eterna de Jehová!—Sals. 97:1; 145:2; 150:1-6.

Entrenada desde la infancia

◆ Una testigo de Jehová brasileña que tiene diez hijos y cuyo esposo no es creyente informa en cuanto a la bendición que han recibido sus esfuerzos por instruir a sus hijos: “Algunos de mis hijos son celosos, publicadores regulares, y otros son muy pequeños; pero aun así pido la bendición a la hora de las comidas y considero el texto bíblico del día con ellos. También estudio con ellos cada semana. Una de las más grandes bendiciones que Jehová me ha otorgado es que mis hijos ya tienen la verdad en el corazón. Cierto día mi esposo llevó a una de nuestras hijas al mercado al aire libre en el pueblo de Cabo. A la hora del almuerzo él decidió comer un plato que se considera delicioso, un bien conocido picadillo, que se hace con sangre. La niñita que estaba con él es inteligente y sabe lo que es el picadillo, que está hecho con sangre. ¿Sabe lo que pasó? Cuando su padre le dio un plato lleno de picadillo, la niñita dijo: ‘Papito, esta comida contiene sangre. Yo no puedo comer esto, porque a Dios no le gusta que la gente coma sangre.’ La niña solo tiene cuatro años de edad.” Verdaderamente, una madre como ésta entrena a sus hijos ‘según el camino que es para ellos.’—Pro. 22:6; Hech. 15:20, 28, 29.