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Un rey que olvidó la gratitudLa Atalaya 1980 | 1 de agosto
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la gente volviera a sus sentidos y estimularla a arrepentirse. Pero ni el rey ni sus príncipes prestaron atención.—2 Cró. 24:17-19.
A Zacarías, el hijo de Joiada, se le inspiró divinamente a proclamar: “Esto es lo que ha dicho el Dios verdadero: ‘¿Por qué están ustedes traspasando los mandamientos de Jehová, de modo que no pueden tener buen éxito? Porque ustedes han dejado a Jehová, él, a su vez, los dejará a ustedes.’”—2 Cró. 24:20.
¿Respondió Joás con aprecio a la palabra que Jehová dio por medio de su primo? Al contrario, ni siquiera tomó en consideración la bondad que Joiada, el padre de su primo, le había mostrado. Joás ordenó que Zacarías fuera muerto a pedradas en el patio del templo. Cuando estaba a punto de morir, Zacarías dijo: “Jehová lo vea y lo reclame.”—2 Cró. 24:21, 22.
Está claro que siglos más tarde Jesucristo se refirió a este incidente, cuando dijo: “La sabiduría de Dios también dijo: ‘Yo les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos de ellos matarán y perseguirán, para que la sangre de todos los profetas derramada desde la fundación del mundo sea demandada a esta generación, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue muerto entre el altar y la casa.’”—Luc. 11:49-51.
Joás ciertamente recibió el castigo que merecía, al igual que más tarde la infiel generación de judíos del primer siglo E.C. Jehová Dios retiró de aquel rey ingrato su bendición y protección. Una pequeña fuerza militar siria bajo el mando de Hazael invadió a Judá con éxito y obligó a Joás a entregar tesoros del santuario. Cuando el ejército sirio se retiró, el rey era un hombre enfermo y arruinado. Finalmente, dos de sus propios siervos lo asesinaron.—2 Rey. 12:17-21; 2 Cró. 24:23-27.
¡Qué diferente pudo haber sido la vida de Joás si hubiera continuado siendo un siervo de Jehová que hubiera mostrado aprecio y hubiera continuado experimentando la protección y el favor divinos! En nuestro caso, la vida también puede ser diferente, siempre y cuando continuemos mostrando que apreciamos los justos requisitos de Dios. Un espíritu de ingratitud solo puede causar ruina, como sucedió en el caso de Joás. Por lo tanto, esforcémonos por continuar apreciando intensamente la dirección divina.
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1980 | 1 de agosto
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Ponderando las noticias
¿Justicia por linchamiento?
● La revista noticiera brasileña Veja llama a una ola de linchamientos en Brasil “la más reciente plaga social.” Cerca de Rio de Janeiro, una furiosa chusma dio muerte a un granjero y su capataz, que habían sido acusados de un crimen. Pocos días después, muchedumbres enfurecidas mataron en masa a varios ladrones y violadores. Hay quienes dicen que la gente ya no cree que se pueda dispensar justicia por medio del orden legal establecido, y por eso la gente toma la ley en sus propias manos.
Sin embargo, cuando unos conductores de taxímetros del sur de Brasil ahorcaron a un joven porque pensaron que éste había matado a un colega, más tarde descubrieron, para su consternación, que era inocente.
Aunque los cristianos reconocen que los humanos no podrán poner fin al delito, continúan ‘en sujeción a las autoridades gubernamentales.’ (Rom. 13:1) No toman la justicia en sus propias manos. Más bien, aguardan pacientemente el tiempo en que el reino de Dios elimine toda la iniquidad e introduzca verdadera justicia por toda la Tierra.—Sal. 37:9, 10; Isa. 32:1.
Ninguna división entre clero y legos
● El clérigo presbiteriano Thomas Gillespie, de California, escribiendo para la publicación Theology Today, dice que el apartar únicamente al clero para que reciba entrenamiento e instrucción como orden “mayor,” y tener al laico o lego clasificado como la orden “menor,” “es ajeno al entendimiento teológico del laico en las Escrituras.”
Aunque hace notar que la Biblia sí muestra varios papeles de dirección o acaudillamiento, Gillespie declara que a todo el “pueblo de Dios”
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