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Santificando al “Santo de Israel”La Atalaya 1968 | 15 de agosto
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18, 19. ¿Qué se representa en la parte final de la “señal,” y cómo vemos que se cumple esto hoy día?
18 Y como parte final de la “señal,” Isaías profetizó concerniente al rey de Asiria: “No entrará en esta ciudad ni disparará allí una flecha ni se presentará contra ella con escudo ni alzará contra ella cerco de sitiar. Por el camino por el cual procedió a venir, volverá, y en esta ciudad no entrará, es la expresión de Jehová. Y ciertamente defenderé esta ciudad para salvarla por amor a mí mismo y por amor a David mi siervo.” (2 Rey. 19:32-34) ¡Qué consuelo suministran estas palabras al resto ungido y a sus compañeros hoy día! Sin importar cuánto amenacen y vilipendien Gog y sus hordas totalitarias, solo pueden llegar hasta cierta distancia. Parece que, en su acercamiento final, las fuerzas invasoras de Senaquerib nunca se acercaron más a Jerusalén que hasta Libna, a unos cuarenta kilómetros de distancia. Oh, lanzaron sus amenazas con gritos y blandieron los puños contra la Jerusalén distante, y Senaquerib envió a sus propagandistas increpantes para tratar severamente e intimidar a Ezequías y a su pueblo. Pero, ¡fue en vano! Asiria no pudo imponer ninguna amenaza verdadera a la ciudadela de la adoración verdadera.
19 A medida que el asirio moderno maniobra para plantar sus tiendas nacionalistas en la tierra dedicada a la alabanza de Jehová, igualmente él, también, se halla impotente como opositor de la voluntad divina. Sus prisiones y campos de concentración, sean nazis, soviéticos o comunistas chinos, no han descubierto fórmula alguna para “lavarles el cerebro” a los testigos de Jehová. Estos tienen fe invencible. Individual y colectivamente, subsisten inexpugnables en contra del enemigo. Jehová ha limpiado de la organización de su pueblo la religión falsa y demoníaca y los caminos inmorales del mundo, y nunca permitirá que los gobernantes nacionalistas controlados por los demonios se introduzcan a la fuerza y contaminen la adoración verdadera que es santa a Jehová. Por causa de su gran nombre, y de su pacto del Reino que ahora concentra en el David Mayor, Cristo Jesús, Jehová defiende a los representantes terrestres de su ciudad santa. (Sal. 89:34-37) Se prepara para conducir al asirio moderno de vuelta a donde pertenece.
20, 21. ¿Qué dramático trastrocamiento tuvo lugar ahora delante de Libna?
20 Pero, ¡mire, ahora, el drama que se desenvuelve delante de Libna! Los lacayos de Senaquerib han regresado al campamento después de dar la notificación final a Ezequías. ¡Se ha dado el ultimátum! Y allí, tendida sobre la Sefela, yace la flor y nata del poderío de Asiria, su magnífico ejército que no conoce lo que es la derrota... la mandarria que está levantada para asestar el golpe mortal sobre Jerusalén. El orgullo del militarismo asirio está por lograr una de sus más ricas conquistas, la del “pueblo del gran Rey,” Jehová. Cae la noche. Todo está en calma. Se asemeja a la calma que precede a la tempestad.
21 ¡Pero sigue la calma! Al despuntar el alba, una pavorosa quietud se cierne sobre el campamento. Nada se mueve. Al fin, algunos judíos se atreven a salir de Libna para investigar. ¡Vengan todos, y vean! ¡Qué cuadro! Pues aconteció “en aquella noche que el ángel de Jehová procedió a salir y derribar a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios. Cuando se levantaron unas personas muy de mañana, he aquí todos eran cadáveres muertos.”—2 Rey. 19:35.
22. ¿Cómo prefiguró esto la acción de Jehová en el Har–Magedón?
22 Sucederá lo mismo cuando la noche del Har–Magedón caiga sobre la Tierra. El arcángel y Ejecutor nombrado por Jehová, Cristo Jesús, vendrá veloz y calladamente, a semejanza de ladrón. No habrá escapatoria para la chusma de Gog. Su último desafío con escarnio en contra del resto congregado del pueblo ungido de Jehová será repelido cuando el Rey de Dios proceda a desmenuzarla con una vara de hierro, y a aplastarla en el lagar de la ira del Dios Todopoderoso. (Rev. 19:15) Será exactamente como fue en el día de Ezequías: “Y Jehová procedió a enviar un ángel y a raer a todo hombre valiente, poderoso y a caudillo y jefe en el campamento del rey de Asiria, de manera que éste se volvió con rostro avergonzado a su propio país.”—2 Cró. 32:21.
23. ¿Qué destino final le sobrevino a Senaquerib, y qué representa esto?
23 Pero, ¿habrá de escapar simplemente “con rostro avergonzado” el arrogante “rey de Asiria”? El justo juicio de Dios decreta más que esto. Se registra sobre Senaquerib en la Palabra de Dios (y se confirma con el recién descubierto prisma de Esar-hadónb) que “más tarde entró en la casa de su dios y allí ciertos individuos que habían salido de sus propias entrañas lo hicieron caer a espada. Así Jehová salvó a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de la mano de Senaquerib el rey de Asiria y de la mano de todo otro y les dio descanso todo en derredor.” (2 Cró. 32:21, 22) Satanás, “el padre de la mentira,” igualmente descubrirá que su religión de hechura propia no es protección alguna. Pues Cristo ciertamente lo atará y lo echará al abismo sin vida, cerrándolo y sellándolo tras él. (Rev. 20:2, 3) Solo entonces los adoradores verdaderos de Dios tendrán “descanso todo en derredor.”
24. Como se indica en el tipo, ¿cómo serán ensalzados entonces Jehová y Cristo a los ojos de muchos?
24 ¡Qué ocasión para alabar a Jehová! El relato de 2 Crónicas termina con las palabras: “Y hubo muchos que le traían regalos a Jehová en Jerusalén y cosas selectas a Ezequías el rey de Judá, y él llegó a ser ensalzado a los ojos de todas las naciones después de eso.” (32:23) Y al despuntar la mañana del nuevo orden de Dios después del Har–Magedón, podemos estar seguros de que todos los que sobrevivan ofrecerán sacrificios de alabanza en honra de Jehová y de su Cristo victorioso, el Mayor que Ezequías. Toda la Tierra llegará a disfrutar del descanso sabático del dominio del Reino de 1.000 años de Cristo, y —¡maravillosa perspectiva!— el Redentor Cristo será ensalzado también a los ojos de muchos de las naciones de la humanidad que serán traídos de vuelta de la sepultura mediante una resurrección.—Juan 5:28, 29.
25. (a) ¿En qué triunfo participan por lo tanto los adoradores de Jehová? (b) ¿De qué magnífico privilegio ha de disfrutarse ahora, y en qué debemos fijar nuestros corazones?
25 ¡Qué triunfo para el monte Sion celestial! ¡Qué gozo para todos los que moran sin riesgo detrás de su antemural, adhiriéndose firmemente a la adoración verdadera! “Marchen ustedes alrededor de Sion, y rodéenla, cuenten sus torres. Fijen su corazón en su antemural, inspeccionen sus torres de habitación, para que puedan relatarlo a la generación futura. Porque este Dios es nuestro Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” (Sal. 48:12-14) ¡Cuán hermosa es esta Sion celestial, amada de Jehová! ¡Y qué magnífico nuestro privilegio de relatar su gloria a la “grande muchedumbre,” de la generación que sobrevivirá al Har–Magedón y hallará vida eterna en un santuario de alabanza en toda la Tierra! Todos juntos, fijemos nuestro corazón en la adoración verdadera del único y verdadero Dios eterno, Jehová. ¡Sea vindicado y santificado para siempre el nombre del “Santo de Israel”!
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Los médicos y la BibliaLa Atalaya 1968 | 15 de agosto
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Los médicos y la Biblia
◆ El American Medical Association News del 10 de julio de 1967 contiene esta interesante confesión por el Dr. H. O. Philips, de Navajo, Nuevo México: “Los investigadores médicos mejor informados que ahora están haciendo el mejor trabajo están llegando a la conclusión de que la Biblia es un libro científico muy exacto . . . la información sobre el funcionamiento del cuerpo humano, la diagnosis, el tratamiento, y la medicina preventiva según se da en la Biblia, está mucho más adelantada y es más confiable que las teorías de Hipócrates, muchas de las cuales todavía no han sido probadas, y algunas han resultado crasamente inexactas.”
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