Aguante como el de Job en el tiempo del fin
“Ustedes han oído del aguante de Job y se han dado cuenta del resultado que dió Jehová, que Jehová es muy tierno en afección y compasivo.”—Sant. 5:11
1. ¿Qué juez se niega la cristiandad a reconocer, y qué relación no decidirá el que una persona deba ser salvada o no en el Armagedón?
MÁS y más la sección del mundo conocida como la cristiandad rehusa reconocer al Dios “cuyo nombre es JEHOVÁ,” el Altísimo sobre toda la tierra. (Sal. 83:18, Mod) ¿Debe extrañarnos el que los juicios de Él estén siendo ejecutados sobre la cristiandad, la cual más que todas las otras comunidades religiosas del mundo debería reconocer al Padre celestial de Jesucristo? Pronto, en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” él hará que su espada pase por la tierra de la cristiandad para destruir a los que tercamente rehusan adorarlo con espíritu y verdad. (Apo. 16:14, 16; Juan 4:24) En esa guerra universal entre Jehová Dios y el mundo del Diablo, las relaciones de familia no decidirán si una persona será salvada y vivirá a través del fin del viejo mundo y entrará en el nuevo mundo de justicia e integridad de Dios. Manifestando la regla por la cual él se guiará al ejecutar sus juicios rectos, él hace mucho tiempo dijo a su profeta Ezequiel (poco antes de la destrucción de la ciudad de Jerusalén y de la desolación de la provincia judía en el año 607 antes de la era cristiana):
2. En Ezequiel 14:12-20, ¿qué regla se manifiesta mediante la cual se guiará Jehová para ejecutar sus juicios?
2 “Si hubiere en ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, por su justicia librarán tan solamente sus propias almas, dice Jehová el Señor. . . . si estuvieren estos tres varones en medio de ella, ¡vivo yo! dice Jehová el Señor, que ni a hijos ni a hijas podrán ellos librar; ellos solos serán librados; y la tierra será desolada. . . . si estos tres varones estuvieren en medio de ella, ¡vivo yo! dice Jehová el Señor, que no podrán librar ni a hijos ni a hijas, sino que tan sólo ellos mismos serán librados. . . . si Noé, Daniel y Job estuvieren en medio de ella, ¡vivo yo! dice Jehová el Señor, que ni a hijo ni a hija podrán ellos librar por su justicia; tan sólo a sus propias almas librarán.”—Eze. 14:12-20, Mod.
3. ¿Cuáles fueron las relaciones de Noé, Daniel y Job, y mediante qué supervivencias fué recompensada su justicia?
3 Cuando Dios inspiró a Ezequiel para que escribiera esas notificaciones de juicio severo el profeta Daniel todavía estaba vivo con Ezequiel en la tierra de Babilonia. El hombre Job había muerto. El hombre fiel Abrahán, que murió en 1844 antes de la era cristiana, fué tío bisabuelo de Job, y por eso para el tiempo de Ezequiel Job había estado muerto unos 900 años. Noé, el sobreviviente del gran diluvio y el antepasado común de Abrahán y Job, entonces también estaba muerto, ya que había muerto 350 años después del diluvio, o en 2020 antes de la era cristiana. Los tres hombres, Noé, Daniel y Job, fueron hombres de un modo de vivir intachable. Los tres fueron adoradores del único Dios, Jehová; de hecho, el registro de la Santa Biblia muestra que todos fueron testigos de Jehová. A causa de su justicia delante de Él, Noé sobrevivió al fin del viejo mundo que pereció en el diluvio; Daniel sobrevivió no sólo a la destrucción de Jerusalén sino también al derrocamiento de Babilonia la gran potencia mundial; y Job sobrevivió el tiempo de juicio en el cual fué un cautivo no voluntario de Satanás el Diablo, “el dios de este mundo,” y vivió durante 140 años después. Los tres fueron librados a causa de su justicia, razón por la cual Jehová Dios los usó como ejemplos de la justicia que conduce a nuestra propia liberación por el poder de Dios.
4. Porque Noé, Daniel y Job no estuvieron en Jerusalén en 607 a. de la E.C. ¿no se salvó nadie de su destrucción? Y ¿cómo fué traído de vuelta un resto setenta años después?
4 Noé, Daniel y Job no estuvieron en Jerusalén cuando fué destruída en 607 a. de la E.C. ¿Significa esto que nadie se salvó del desastre que le sobrevino a esa ciudad que en otro tiempo fué santa? No; un resto de los judíos, incluyendo a Jeremías y Gedalías, además de los no judíos como los recabitas y Ébed-melec, fueron salvados de la destrucción de Jerusalén. Así como Jehová le había dicho a Ezequiel en conexión con esto: “Eso no obstante, he aquí que será dejado en ella un resto que será llevado afuera, así hijos como hijas; he aquí que vendrán a vosotros; y veréis su camino y sus hechos; y seréis consolados respecto del mal que he hecho venir sobre Jerusalén; . . . y conoceréis que no sin causa hice todo lo que en ella he hecho, dice el Señor Jehová.” (Eze. 14:22, 23, AN) Fué de entre este resto que muchos judíos regresaron de la tierra de su destierro setenta años después y reedificaron a Jerusalén y al templo dedicado al nombre de Jehová para la revivificación de su adoración.
5. ¿Por qué habrá un resto de sobrevivientes en nuestro día?
5 ¿Habrá un resto de sobrevivientes en nuestro día? Noé, Daniel y Job todavía no han sido resucitados de entre los muertos para que estén aquí durante la destrucción del mundo en el Armagedón, para que sean los únicos sobrevivientes de esa destrucción de la cristiandad y de todo el resto del mundo. Pero ahora hay personas cristianas de verdadera justicia semejantes a Noé, Daniel y Job; y conforme a la propia promesa profética de Jehová estos justos testigos suyos serán salvados y sobrevivirán a la destrucción del viejo mundo y entrarán en el justo nuevo mundo. Habrá un resto que sobreviva. Jesucristo dijo, en su profecía concerniente al fin del mundo: “Por causa de los escogidos aquellos días serán acortados. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:22, 37) Nos gustaría estar entre estos sobrevivientes.
6. De acuerdo con Santiago 5:9-11, ¿cómo queremos que sea Jehová para con nosotros durante el juicio venidero?
6 El discípulo de Jesús llamado Santiago escribió concerniente al juicio que le vendrá a este mundo inicuo y dijo: “¡Miren! el juez está delante de las puertas. Hermanos, tomen como dechado de sufrir el mal y ejercer la paciencia a los profetas, que hablaron en el nombre de Jehová. ¡Miren! nosotros pronunciamos felices a los que han manifestado aguante. Ustedes han oído del aguante de Job y se han dado cuenta del resultado que dió Jehová, que Jehová es muy tierno en afección y compasivo.” (Sant. 5:9-11) De acuerdo con el estímulo que Santiago nos da, nosotros también queremos ser pronunciados felices. Nosotros también queremos que Jehová Dios sea muy tierno en afección y compasivo para con nosotros y no nos destruya durante la ejecución de sus juicios en la guerra del Armagedón.
7. ¿Como qué hombres tenemos que aguantar ahora, y por qué?
7 Pero en el asunto hay implicado algo más que simplemente el querer que sea así. Tenemos que aguantar; tenemos que sufrir el mal, y a través de todo ello tenemos que ejercer la paciencia de los profetas de Jehová. Además, el mal que sufrimos no debe ser por nuestros propios pecados voluntariosos contra Jehová Dios. Sus profetas no sufrieron todas las cosas que sufrieron a causa de que hubiesen obrado mal y hubiesen pecado en contra de Dios. No; ellos sufrieron el mal injustamente, y allí es donde entró en juego la prueba de su aguante. Sufrieron porque tenían fe en Dios y lo adoraban sin cesar y daban testimonio de él. Por lo tanto sus sufrimientos no les sobrevinieron de la mano de Dios, sino que Dios dejó que los sufrimientos les sobrevinieran injustamente, para probarlos y ver si su sufrimiento inmerecido los haría apartarse de su adoración y servicio, renunciando a Dios en su misma cara. Aguantando hasta el fin de la prueba de su fidelidad, ellos vindicarían a Jehová como Dios y Soberano universal y él los recompensaría con un resultado feliz, con gran ternura en afección y con compasión. Por medio de esto probaría a todos los acusadores que él era justo al dejarlos sufrir con dicho propósito, y que él podía levantar del género humano pecaminoso a hombres que retendrían su integridad hacia él. Santiago nombra específicamente el caso de Job como un ejemplo notable de cómo procede Dios. Así, a modo de estímulo para poder aguantar hasta el resultado feliz, hacemos bien en familiarizarnos con el libro de Job.
RESALTA PARA SOLUCIÓN EL PUNTO EN CUESTIÓN DEL AGUANTE
8. ¿Dónde vivió Job, y en qué tiempo fué que Job fué testigo de Jehová sin igual en la tierra?
8 Job vivió en la tierra de Uz, en lo que ahora es Arabia, y no muy lejos del Golfo de Akaba. En ese tiempo Dios mismo dijo concerniente a Job: “No hay nadie como él en la tierra, un hombre de integridad y recto, que teme a Dios y se desvía de lo malo.” (Job 1:8) Esta y otras circunstancias situarían a Job en Uz alrededor del tiempo en que sus primos distantes, las doce tribus de Israel, se hallaban en esclavitud en la tierra de Egipto. Para ese entonces José, el hijo de Israel, había muerto después de haber aguantado mucho sufrimiento injusto, pero había retenido su inculpabilidad en su relación con Jehová Dios. Moisés, un primo lejano de Job, todavía no se había levantado como profeta de Jehová para sacar a las doce tribus de Israel de la esclavitud egipcia. Por lo tanto fué adecuado que Jehová Dios llamara la atención a Job como testigo suyo, quien entonces se hallaba sin igual en la tierra. ¿Cómo sucedió esto?
9. ¿Qué sucedió en la primera reunión delante de Jehová Dios a la cual se le ordenó a Satanás que viniera?
9 El poder de Dios descorre el velo de la invisibilidad y contemplamos el mundo de los espíritus, donde vemos una reunión de ángeles congregándose delante del Dios Altísimo, a la cual reunión Jehová Dios había ordenado a Satanás que viniese. ¿Qué sucedió en la reunión? A continuación se halla el relato del libro de Job: “Y bien, llegó a ser el día en que los hijos de El Dios [verdadero] entraban para tomar su puesto delante de Jehová, y aun Satanás procedió a entrar allí mismo entre ellos. Entonces Jehová le dijo a Satanás: ‘¿De dónde vienes?’ Ante esto, Satanás respondió a Jehová y dijo: ‘De vagar por aquí y por allá en la tierra y de andar aquí y allá en ella.’ Y Jehová pasó a decirle a Satanás: ‘¿Has fijado la atención de tu corazón en mi siervo Job, que no hay nadie como él en la tierra, un hombre de integridad y recto, que teme a Dios y se desvía del mal?’ Ante esto Satanás respondió a Jehová y dijo: ‘¿Es por nada que Job ha temido a Dios? ¿No has puesto tú mismo una cerca alrededor de él y alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene por todos lados? Tú has bendecido la obra de sus manos y su ganado mismo se ha extendido sobre la tierra. Pero, para variar, extiende la mano, por favor, y toca todo lo que tiene [y ve] si no te maldice en tu mismísima cara.’ De consiguiente Jehová le dijo a Satanás: ‘¡Mira! todo lo que él tiene está en tu mano. ¡Sólo cuida de que contra él mismo no extiendas tu mano!’ De modo que Satanás salió, apartándose de la persona de Jehová.”—Job 1:6-12.
10. ¿Qué ignoraba Job en ese tiempo, y por qué no había ninguna persona mejor capacitada que él para suministrar la respuesta a la pregunta suscitada?
10 Job no sabía nada de esta reunión en el cielo ni cuál era la pregunta importante que se había planteado ni qué había de hacerse para obtener la respuesta verdadera a la pregunta. Eso fué lo que le causó dificultad a Job. Él no sabía el punto en cuestión para probar el cual se le había escogido, a saber, que Dios puede levantar personas de la clase correcta para que sean sus testigos en la tierra, y que ellas se asirán a su integridad a él a pesar de todo el sufrimiento injusto que él permita para probar que su adoración a él es altruísta. Dado que Job en aquel entonces era testigo de Jehová, testigo sin igual sobre la tierra, nadie debería estar mejor capacitado para probar este punto a favor de Jehová que Job.
11. ¿En qué puesto con relación a Dios actuaba Job a favor de su familia, y por qué?
11 Job hacía las veces de sacerdote de Jehová Dios para su familia. Su esposa vivía y él tenía siete hijos y tres hijas. Además de eso, tenía siete mil ovejas y tres mil camellos, un total de diez mil juntos, y también quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, junto con numerosa servidumbre. A pesar de todas estas posesiones, Job no era un hombre materialista. Él no se enterraba tan profundamente en sus bienes materiales que se olvidara de Dios, quien era la verdadera fuente de toda su riqueza. No trató de aumentar su riqueza material por medio de volverse avieso y violar las leyes de Dios y no mostrar temor a Dios. Job quería que sus diez hijos temieran a Dios y permanecieran en el favor de Dios. De modo que después que sus siete hijos habían preparado banquetes para sus tres hermanas en sus siete casas, Job siempre hacía las veces de intercesor por ellos con Jehová. “Job enviaba y los santificaba, y se levantaba temprano por la mañana y ofrecía sacrificios quemados conforme al número de todos ellos, porque, decía Job: ‘quizás mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón.’ Así era como Job siempre hacía.” (Job 1:1-5) En ese tiempo Jehová Dios todavía no había instituído su sacerdocio exclusivo en la tribu de Leví, la tribu de Moisés el profeta.
12. ¿De qué manera bendijo Jehová a Job, y por qué de esta manera?
12 Muy apropiadamente Jehová Dios bendijo a Job por su adoración fiel como testigo de Jehová, y muy apropiadamente en ese tiempo Dios bendijo a Job con bienes materiales que habían de usarse de manera correcta. A Job se le podían confiar. Mucho antes de esto Dios había bendecido al tío abuelo de Job, Abrahán, de esta manera, y también al hijo de Abrahán, Isaac, y a su nieto Jacob. De modo que no era nada nuevo el que Dios aumentara las posesiones materiales de su siervo Job y las protegiera en contra del ataque del enemigo. Ciertamente Dios no bendecía a sus siervos con bienes materiales simplemente para enriquecer a los enemigos rapaces. Por esta razón Dios protegía esos bienes de las manos de malhechores egoístas, voraces. Ni Job ni Abrahán ni Isaac ni Jacob esperaban ir al cielo y ser recompensados sólo allá arriba después de morir. De modo que Dios estaba actuando en armonía con las esperanzas terrestres de ellos al bendecirlos sobre la tierra. ¿Quién, entonces, tenía derecho de objetar porque Job tuviera toda esta riqueza material? Nadie.
13. ¿Qué prueba había soportado Job hasta ahora, y por eso qué prueba propuso Satanás, y por qué?
13 Sin embargo, Satanás el Diablo no quería que Dios derivara ningún deleite de Job. Por consiguiente acusó a Job. Debe observarse que Satanás no acusó a Job, porque no podía, de obrar de manera materialista y de usar mal todos los bienes materiales con los cuales Jehová había bendecido a Job. No; hasta ese punto Job había resistido la prueba del materialismo. Todo lo que le quedaba a Satanás por hacer, entonces, era acusar la condición de corazón de Job. En el fondo era materialista; servía a Jehová Dios sólo por el bien material que podía sacar de ello, arguyó Satanás el Diablo. Para sacar a luz como mala la condición de corazón de Job y exponer lo débil de su integridad Satanás sugirió que Jehová le quitara todas esas posesiones materiales. Naturalmente, Jehová mismo no haría eso; pero, para permitir que la pregunta fuese contestada, dejaría que Satanás el Diablo y su muchedumbre sobre la tierra le quitaran a Job dichas cosas materiales. Satanás no tenía confianza en Job. Dios sí, y no estaba opuesto a demostrarlo.
14. ¿Cómo mostró que Satanás es un mentiroso esta primera parte de la prueba de Job?
14 ¿Cuál fué el resultado de la primera parte de la prueba de Job? Se mantuvo firme. Despojado de todo menos su esposa, Job ahora tenía que decidir si se despojaría de su Dios. Job rehusó deshacerse de su Dios. Se lamentó por sus hijos y procedió a “inclinarse y decir: ‘Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová mismo ha dado y Jehová mismo ha quitado. Que el nombre de Jehová continúe siendo bendito.’ En todo esto Job no pecó ni atribuyó indignidad a Dios.” (Job 1:20-22) Se mostró que Satanás es un mentiroso.
15. ¿Qué significa el nombre de Job, y a quién, principalmente, prefiguró por lo tanto?
15 En esta primera parte del drama profético de Job podemos ver una prefiguración de la prueba que le sobrevino a Jesucristo hace diecinueve siglos. El nombre de Job significa “objeto de hostilidad.” En la tierra Jesucristo fué el principal objeto de la hostilidad de Satanás. Él era la simiente prometida de la mujer de Dios, concerniente a quien Jehová había dicho a Satanás el Diablo en el jardín de Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:15) Esto le hizo saber a Satanás que el Todopoderoso Dios por lo menos permitiría que él y su simiente inicua magullaran a Jesucristo “en el talón.”
16. ¿Cómo fué Jesucristo en la tierra semejante a Job en cuanto a tener posesiones materiales e hijos?
16 Satanás el Diablo insultó a Jesús al interrogar a Jesús en su cara tocante a si era o no el Hijo de Dios que había puesto a un lado la gloria celestial y había venido a librar al género humano del dominio mortífero de Satanás. (Mat. 4:3, 6) Por nacer como humano perfecto Jesús merecía tener todo lo que Jehová Dios había otorgado al hombre perfecto Adán en el jardín de Edén. Cuando Jesús fué ungido con el espíritu de Dios para ser el Rey escogido para el nuevo mundo de Dios Jesús era dueño de la tierra y de toda su riqueza y animales. Dios no le dió una esposa terrestre humana, pero sí le dió algo equivalente a hijos. Le dió “hijos” en forma de discípulos fieles, leales seguidores de sus pisadas, a quienes pudo enseñar y cuidar, así como un padre terrestre lo hace con sus hijos. El profeta Isaías había predicho estos hijos espirituales de Jesús cuando dijo: “Ata el rollo del testimonio, y sella la ley entre mis discípulos. He aquí que yo y los hijos que me ha dado Jehová, somos para señales y para tipos en Israel, de parte de Jehová de los Ejércitos, que habita en el Monte de Sión.” (Isa. 8:16, 18, Mod; Heb. 2:5-8, 13) Doce de dichos hijos espirituales fueron apóstoles de Jesucristo.
17. ¿Cómo llegó a estar despojado Jesús, semejante a Job, de tales cosas, y sin violar su integridad?
17 Como en el caso de Job, Satanás el Diablo trató de despojar a Jesús para siempre de estas cosas. Él halló que no podía hacerlo tentando a Jesús de manera que cayera en el materialismo o la adoración falsa o en el temor a los hombres o diablos. Satanás sí hizo que un hijo apostólico de Jesús se apartara al materialismo. Por treinta monedas de plata este traidor, Judas, entregó a Jesús en manos de sus enemigos, sólo para suicidarse ahorcándose no muchas horas después. Cuando Jesús se entregó él mismo a la muchedumbre conducida por Judas los otros once apóstoles se asustaron y huyeron, dejando a Jesús solo en manos de sus enemigos sedientos de sangre. Un poco más tarde uno de estos once negó a Jesús tres veces. Jesús no se reunió con todos estos once apóstoles y otros discípulos sino hasta después de su resurrección de entre los muertos al tercer día. Durante el tiempo en que Jesús yació muerto en el sepulcro de otro hombre verdaderamente estaba despojado de todo—hijos y posesiones—a instancia de Satanás, el magullador de su talón. Pero aun hasta el momento en que murió en el madero de tormento fuera de Jerusalén, Jesús, como Job, “no pecó ni atribuyó indignidad a Dios.” Sus labios y corazón estaban inmaculados cuando dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu,” y luego: “Se ha logrado,” y finalmente expiró.—Luc. 23:46; Juan 19:30.
18. ¿Cómo hizo Jehová entonces a Jesús sumamente feliz, y en él qué tiene Jehová con respecto a la acusación de Satanás?
18 La confianza de Jehová en su Hijo principal, su sumo sacerdote y mediador, no había sido confianza mal colocada. Jesucristo había sostenido lealmente la Divinidad y la soberanía universal de Jehová hasta el fin, con plena integridad bajo la prueba más dolorosa y humillante. Satanás dió pruebas una vez más de que es un calumniador mentiroso. Jesucristo había probado que Jehová Dios es veraz, que es el único objeto digno de ser amado con todo el corazón y completa obediencia. Con afección muy tierna para este Hijo obediente, Jehová sanó la herida que Satanás había infligido en el talón de Jesús levantándolo de la muerte a la inmortalidad en los cielos y nombrándolo “heredero de todas las cosas.” (Heb. 1:2) De toda la familia de Dios en el cielo y sobre la tierra Jehová ahora puede decir a Satanás y a todas las criaturas que no hay ninguno como Jesucristo en todo el universo. En Jesús solo Jehová Dios tiene una respuesta completa y eterna a la acusación falsa de Satanás de que Dios no puede poner un hombre sobre la tierra que permanezca fiel a él bajo la prueba más grande. De modo que Dios hizo a Jesús sumamente feliz. Nosotros lo pronunciamos feliz.
AGUANTANDO PERSECUCIÓN, REPRESENTACIÓN FALSA
19. ¿Sobre quiénes ha concentrado su ataque Satanás en este “tiempo del fin,” y qué es necesario que hagan éstos, y por qué?
19 Satanás el Diablo no pudo probar su acusación falsa en contra del Hijo principal de Dios. Deseoso de tener una respuesta aun más completa, él continúa acusando a los seguidores ungidos de las pisadas de Jesús, a los hermanos espirituales de Jesucristo, hasta este día. Por eso, cuando nació el reino en el cielo en 1914 y estalló guerra en el cielo y el victorioso Rey Jesucristo arrojó a Satanás desde el cielo hasta nuestra tierra, una voz fuerte en el cielo dijo: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado hacia abajo, el cual los acusa día y noche delante de nuestro Dios!” (Apo. 12:7-10) Desde entonces este acusador de los hermanos de Cristo ha concentrado su ataque sobre el resto que todavía está en la tierra de estos hermanos engendrados del espíritu, quienes, como Cristo, son parte de la simiente de la mujer de Dios. (Apo. 12:13, 17) Por lo tanto en este “tiempo del fin” del mundo de Satanás los del resto de los coherederos ungidos de Cristo tienen el privilegio de mostrar un aguante semejante al de Job y probar su integridad a Dios. Igual que Job y Jesús, tienen que suministrar a Dios una respuesta para Satanás para que éste no tenga base para arrojar oprobio a Dios en el caso de ellos. A ellos ahora su Padre celestial Jehová les dice: “Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, para que responda al que se está mofando de mí.”—Pro. 27:11.
20. ¿Quién, especialmente, necesitaría entender el libro de Job, y cómo ha sido abierto a su entendimiento como una ayuda?
20 El cumplimiento del drama profético de Job ahora cambia del día de Jesús a nuestro día. ¿Quién, entonces, necesitaría entender el libro de Job? ¡El resto de los compañeros en los sufrimientos de Jesús y coherederos de él! De modo que fué por nada menos que la guía divina de los asuntos que diez años después que se hizo activo el resto, y no antes de eso, se nos presentó el tema de “integridad” como algo enteramente nuevo para nosotros. Eso fué en el año 1929. Se publicaron tres artículos sobre el libro de Job en los números de The Watch Tower de julio y agosto. Luego estos artículos fueron publicados de nuevo en el capítulo 11 del libro Vida, que fué puesto en circulación el 25 de agosto de 1929. Dos años después de eso un rasgo sorprendente del drama profético de Job comenzó a cumplirse. Más tarde, en medio de las angustias de la II Guerra Mundial, se publicó una explicación de todo el libro de Job, capítulo por capítulo, en el libro El Nuevo Mundo, capítulos 4 al 12 inclusive, puesto en circulación durante la Asamblea Teocrática “Nuevo Mundo” de los testigos de Jehová en Cléveland, Ohío, EE.UU., en septiembre de 1942. Y ahora, en el año 1958, se hace posible estudiar el libro de Job usando la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Hebreas (en inglés). A causa de la gran prueba de aguante e integridad que se les impone a los del resto en este “tiempo del fin” se les ha abierto el libro de Job a su entendimiento a modo de ayuda, y en él ellos hallan representada dramáticamente su propia experiencia. ¿Cómo?
21. En la segunda reunión en el cielo, ¿qué prueba propuso Satanás, y qué mostró Jehová por la respuesta que le dió a Satanás?
21 Después que Job había aceptado la pérdida de todas sus posesiones materiales y de sus diez hijos sin maldecir a Dios en su cara por permitir que Satanás causara esta pérdida terrible, se convocó en el cielo delante de Dios otra asamblea de los hijos espíritus de Dios. Otra vez se ordenó que Satanás estuviera presente. El perseguidor de Job se sintió desafiador cuando Jehová hizo notar la integridad inquebrantable de Job diciendo: “Aun todavía retiene firmemente su integridad, aunque tú me incitas contra él para que me lo trague sin causa.” Con desprecio para Job y sin admitir todavía la derrota, el infiel Satanás replicó: “Piel a favor de piel, y todo lo que el hombre tenga lo dará a favor de su alma. Para variar, extiende tu mano, por favor, y toca hasta su hueso y su carne [y ve] si no te maldice en tu mismísima cara.” Jehová estaba seguro de que aun esa forma de persecución impuesta por Satanás no quebraría la integridad de Job. En expresión de su soberanía universal y mostrando que Satanás mismo no podía hacer nada contra los testigos de Jehová sin permiso del Soberano Dios, Jehová abandonó a Job en manos de Satanás para más abuso, diciendo: “¡Allí lo tienes en tu mano! ¡Sólo ten cuidado con su alma misma!”
22. ¿Cómo fué herido ahora Job por Satanás, y con qué consecuencias, pero cómo tachó Job a Satanás de mentiroso?
22 Sin embargo, Satanás hirió a Job con una enfermedad que parecía significar muerte segura, de modo que Job mismo dijo: “El cementerio es para mí.” También parecía un castigo procedente del Dios verdadero a los ojos de la gente del Medio Oriente. Sus propios hermanos se mantuvieron a distancia de él; sus conocidos se alejaron de él, lo abandonaron; aquellos que él conocía bien lo olvidaron como si estuviese muerto; llegó a ser semejante a un extranjero para los transeúntes y esclavos de su propia casa, quienes rehusaban obedecerle. Su aliento se le hizo repugnante a su esposa; su cuerpo se les hizo hediondo a sus propios hermanos; los jóvenes ya no le mostraban respeto ni de palabra ni por comportamiento; sus asociados íntimos lo detestaban, y aquellos a quienes había amado lo trataban con frialdad. Su cuerpo se consumió hasta los huesos, y, para explicar cómo todavía vivía, Job dijo: “Me escapo con la piel de mis dientes.” (Job 17:1; 19:13-20) Estando persuadida ahora de que Jehová había renunciado abiertamente a Job, su propia esposa le hizo un cumplido aunque declaró irremediable la situación. “¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad?”, dijo ella. “¡Maldice a Dios y muere!” Creyendo todavía en su propia integridad, Job aguantó este golpe cruel de la esposa a quien amaba y le dió esta corrección merecida: “Como habla una de las mujeres insensatas tú también hablas. ¿Aceptaremos de El Dios [verdadero] sólo lo que es bueno y no aceptaremos también lo que es malo?” Esta reacción de Job tachó a Satanás de mentiroso calumniador delante de Dios, pues el registro de Dios dice: “En todo esto no pecó Job con los labios.”—Job 2:1-10.
23. ¿Cómo sufrió el resto una experiencia semejante a la de Job con su esposa?
23 ¡Cuán bien dramatizó proféticamente esta parte de la prueba de integridad de Job lo que le ha sobrevenido al resto de los seguidores ungidos de Cristo! Cada uno de ellos puede decir con el apóstol Pablo: ¡“Yo a mi vez estoy llenando lo que falta de las tribulaciones del Cristo en mi carne a favor de su cuerpo, que es la congregación”! (Col. 1:24) Durante los años de la I Guerra Mundial tuvieron muchos asociados espirituales los cuales, como ellos mismos, estaban comprometidos para casarse con el Novio celestial en la “primera resurrección” de entre los muertos; pero bajo las persecuciones duras que las naciones amontonaron sobre los testigos de Jehová con la aprobación de los líderes religiosos estos asociados se rebelaron contra el tener que sufrir con el resto fiel. Dijeron que Dios había rechazado la organización del resto y rompieron sus vínculos con el resto y establecieron su propia organización religiosa. Esta fué una experiencia muy penosa para el resto fiel, como sucedió cuando la esposa de Job se volvió contra él como si hubiera sido un hombre abandonado por Dios. Pero este resto semejante a Job señaló por medio de las Escrituras el proceder insensato de los rebeldes y egoístas que se retiraban, y declaró que estaba determinado a soportar la persecución que el Todopoderoso Dios permitiera que viniera sobre él para probar su amor y devoción a Él. A los ojos de las sectas religiosas de la cristiandad que participaron en perseguir a los testigos de Jehová el resto estaba espiritualmente tan enfermo y afligido por Dios como lo estuvo Job y ellas abandonaron al resto a la destrucción a manos de los gobiernos políticos de Satanás y la máquina militar de ellos. Pero, en armonía con el drama profético de Job, el resto fiel aguantó todo esto, aunque se preguntaba lo que significaba todo ello.
24. ¿De hacer qué al resto semejante a Job había restringido Jehová al enemigo? y no obstante ¿por qué no terminaron entonces sus pruebas en la tierra?
24 La I Guerra Mundial terminó en noviembre de 1918, pero Dios había restringido las manos violentas de los agentes políticos y religiosos de Satanás para que no le quitaran el alma a su resto fiel. En la primavera de 1919 él lo revivió de la condición espiritual semejante a muerte en que se hallaba. Lo puso a trabajar en la proclamación de las buenas nuevas acerca del reino de Dios que había nacido en los cielos al fin de los “tiempos señalados de las naciones” en el otoño de 1914. Pero sus pruebas en la tierra no habían terminado, como se representó proféticamente por el maltrato adicional que Satanás le dió a Job. Había de venir un largo período de controversia religiosa, también un período en que el resto sería juzgado mal, representado falsamente y condenado, siendo esto compensado por esclarecimiento consolador de parte de Dios.
LOS TRES AMIGOS FALSOS DE JOB
25. ¿A emprender qué proceder dirigió ahora Satanás a tres amigos de Job, y qué serie de debates se desarrolló?
25 Amigos mal orientados, con facultad persuasiva mal dirigida, pueden constituir una prueba escudriñadora para nuestra integridad con relación a Jehová Dios. Sabiendo esto, Satanás dirigió ciertos asuntos de tal manera que tres compañeros de Job se juntaron por cita y lanzaron un asalto combinado de golpe triple a la integridad de Job, para arruinarla si fuese posible. Elifaz, de la tierra de Temán, Bildad, descendiente de Suah, y Zofar de Naama no reconocieron a primera vista a Job, que estaba desgastado por la enfermedad. Produjeron una gran escena de lamento ruidoso, demostrativo, por él. En silencio se quedaron sentados observándolo por siete días, abriendo la mente a las sugestiones de Satanás en cuanto a lo que indicaba la condición de Job. Por fin Job rompió el silencio maldiciendo el día de su nacimiento y preguntándose por qué Dios lo mantenía vivo. (Job 2:11 a 3:26) Esto resultó en una serie de tres debates. En los primeros dos debates los tres hombres declararon fuertemente lo que pensaban, y Job se defendió de cada uno por orden. En el tercer debate Zofar el naamatita no tomó parte, probablemente por pensar que no valía la pena o por no tener nada más que decir, siendo acallado junto con sus dos compañeros.
26. ¿A qué juicio en cuanto a Job llegaron sus tres compañeros, y sobre qué base de juicio?
26 Al llegar, estos tres hombres fingieron haber venido para compadecerse de Job y para consolarlo. ¡Cuánto les faltó por cumplir sus intenciones, si ésas eran realmente sus intenciones! Ellos tomaron la actitud de aquellos a quienes el profeta Isaías predijo como críticos de Jesucristo: “Nosotros le reputamos como herido, castigado de Dios y afligido.” (Isa. 53:4, Mod) Ellos interpretaron incorrectamente los tratos de Dios con Job. Entendían los tratos de Dios tan poco como Job. Job interpretó los tratos de Dios como mostrando que Dios hace sufrir a los justos así como a los injustos, y que tiene pleno derecho de hacerlo. Los tres compañeros de Job juzgaron las cosas por las apariencias y según su propia facultad de raciocinio torcido. De modo que interpretaron los tratos de Dios como descubriendo públicamente a Job como un hipócrita sin integridad y que Dios lo estaba castigando abiertamente por sus pecados que por mucho tiempo había mantenido secretos de sus asociados, quienes confiaban en él. De esta manera se mostraba que Job era de corazón malo, pero ellos mismos—bueno, ellos no estaban sufriendo como Job, lo cual les demostraba que ellos eran justos a la vista de Dios y Job no. Ellos no necesitaban arrepentirse y no necesitaban ningún sacrificio por los pecados, pero Job necesitaba arrepentirse y ser convertido y ser traído de vuelta al favor de Dios. Se sentían pagados de su propia rectitud y se gloriaban en ello.
27. ¿Qué les dijo correctamente Job a ellos que puso de manifiesto que no lo habían consolado?
27 Bien podía decir Job a estos tres agentes de Satanás: “Ahora ustedes no han valido nada; . . . ¡Cuán eficaces han resultado ser los dichos de la rectitud! Pero ¿qué reprende la reprensión de parte de ustedes?” (Job 6:21, 25) “Ustedes son tiznadores de falsedad; todos ustedes son médicos de ningún valor. ¡Si a lo menos se quedaran absolutamente callados, para que eso resultase ser sabiduría de parte de ustedes!” (Job 13:4, 5) “¡Todos ustedes son consoladores molestosos! ¿Tienen fin las palabras llenas de viento? ¿O qué te irrita, que respondes? Bien podría hablar yo mismo también como ustedes hablan. Si sólo sus almas existieran en el lugar de mi alma, ¿me mostraría yo brillante en palabras contra ustedes, y menearía yo la cabeza contra ustedes?” (Job 16:2-4) “¿Hasta cuándo seguirán ustedes irritando mi alma y seguirán aplastándome con palabras? Estas diez veces ustedes procedieron a reprenderme; no se avergüenzan [de] tratar tan duro conmigo. Y, dando por sentado que yo haya cometido un error, es conmigo que pasará mi error la noche. Si en realidad ustedes se dan grandes ínfulas contra mí y muestran que es apropiado contra mí mi oprobio, sepan, entonces, que Dios mismo me ha orientado mal y me ha encerrado en su red de cazar. Muéstrenme favor, muéstrenme favor, oh compañeros míos, porque la propia mano de Dios me ha tocado. ¿Por qué siguen ustedes persiguiéndome como Dios me persigue, y no se hartan con mi propia carne?” (Job 19:2-6, 21, 22) “Por eso, ¡cuán vanamente tratan ustedes de consolarme, y sus mismas respuestas subsisten como infidelidad!” (Job 21:34) Los tres supuestos consoladores de Job mostraron que no habían sido ungidos con el espíritu santo de Jehová para “consolar a todos los que lloran.”—Isa. 61:1-3, Mod.
28. ¿Con qué palabras se representó Job como si estuviera en un tribunal judicial con Dios como su contrincante judicial?
28 Job se veía a sí mismo como en un tribunal alegando su inocencia, y teniendo a Dios como su contrincante judicial. “Porque,” dijo Job, “él no es hombre como yo [para que] le responda, para que entremos juntos a juicio. No existe ninguna persona que decida entre nosotros, para que ponga la mano sobre nosotros dos.” Job no podía esperar ganar teniendo a Dios como contrincante: “A quien yo no respondería, aunque realmente tuviera yo razón. De mi contrincante judicial imploraría favor.” (Job 9:15, 32, 33) No obstante, Job continuaría implorando delante de él, porque Job estaba seguro de que Dios el fiscal no podría hallar que él fuera infiel, aun si Dios tuviese que matar a Job para probar que Job no era apóstata: “Aun si él me matase, ¿no esperaría yo? Sólo argüiría en su cara por mis propios caminos. Él también sería mi salvación, porque delante de él no entrará ningún apóstata.” (Job 13:15, 16) “También ahora, ¡mira! en los cielos hay uno que da testimonio acerca de mí, y mi testigo está en las alturas. Mis compañeros son voceros contra mí; a Dios ha mirado mi ojo en desvelo. Y uno decide entre un hombre físicamente capacitado y Dios, como entre un hijo de hombre y su semejante.”—Job 16:19-21.
29. ¿Con qué expresiones mostró Job que estaba determinado a insistir en ser un hombre de integridad, y cómo mostró su aprecio de la sabiduría?
29 Hasta el mismo fin Job está determinado a insistir en que él es un hombre de integridad y a comportarse en armonía con lo que afirma. A sus compañeros que razonan falsamente él dice: “Por mi parte, ¡no se puede ni pensar que yo vaya a justificarlos a ustedes! ¡Hasta que expire no quitaré mi integridad de mí mismo! De mi apego a lo justo me he asido y no lo soltaré; mi corazón no [me] vituperará por ninguno de mis días.” Por eso Job llegó a esta conclusión: “Una cosa hay. Por eso sí digo: ‘A uno de integridad, también a un inicuo, [Dios] los está llevando a su fin.’” Y: “Él me pesará en balanzas exactas y Dios llegará a conocer mi integridad.” (Job 27:5, 6; 9:22; 31:6) Job conocía mejor su propia vida privada, y mirándose a la luz de ella Job se sentía seguro de que podía establecer su propia integridad. Job revela cuán altamente ha apreciado siempre la sabiduría y que Dios ha dicho al hombre: “¡Mira! el temor de Jehová—eso es sabiduría, y el apartarse del mal es entendimiento.”—Job 28:28.
30. ¿Para mostrar qué habla Job acerca de su vida particular, y con qué invitación a su contrincante judicial somete su caso para juicio al terminar sus palabras?
30 Delante de sus tres compañeros y también delante del joven Eliú, Job abiertamente narra cómo ha vivido, esforzándose por vivir de acuerdo con la sabiduría verdadera, no amando el dinero ni confiando en él, ni adorando las creaciones visibles de los cielos: “Pues yo hubiese negado a El Dios [verdadero] que está arriba.” Invita a su contrincante judicial a que presente cargos en contra del registro de su vida que lleva su propia firma: “¡Oh que tuviese a alguien escuchándome, que de acuerdo con mi firma el Todopoderoso mismo me respondiese! ¡O que el individuo en la disputa judicial conmigo hubiese escrito un documento mismo! De seguro lo llevaría yo sobre el hombro; lo ceñiría alrededor de mí como una corona magnífica. Le diría el número de mis pasos, como un líder me acercaría a él.” Si pudiese probarse culpa contra Job, él estaría dispuesto a sufrir el castigo debido. De modo que él ahora somete su caso y aguarda el fallo del tribunal divino. “Las palabras de Job han llegado a su fin.”—Job 31:28, 35-40.
31. ¿Cómo han desempeñado los líderes religiosos de la cristiandad en particular papeles equivalentes a los de Elifaz, Bildad y Zofar?
31 En el cumplimiento del drama profético de Job durante este “tiempo del fin” los líderes religiosos de la cristiandad en particular han desempeñado muy bien papeles equivalentes a los de Elifaz, Bildad y Zofar. Acusando maliciosamente a los del resto del cuerpo de Cristo, aun orando a Dios contra ellos, se aprovecharon injustamente de la I Guerra Mundial, con la cual comenzó el tiempo del fin de este mundo, y le impusieron oprobio, persecución y opresión política al resto. Después del fin de la I Guerra Mundial continuaron sus acusaciones y condenación del resto que se encontraba en la posición de Job, y arguyeron que éstos no tenían buena reputación con Dios y que no eran testigos de Jehová y que eran un riesgo para la seguridad de los gobiernos de este mundo a causa de primero dar a Jehová Dios lo que es de él y luego dar al César político lo que es de él. Han tratado de tomar diversas medidas en contra de su testificación de casa en casa mientras los del resto ‘predican estas buenas nuevas del reino establecido de Dios en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones antes de que venga el fin de este mundo en el Armagedón.’—Hech. 20:20; Mat. 24:14.
32. ¿Dónde, por lo tanto, ha sido obligado el resto a hablar de su manera de vivir, pero ante quién especialmente se ha esforzado por sostener su afirmación de integridad?
32 Por consiguiente en miles de tribunales de la tierra los del resto han tenido que hacer una declaración abierta de su manera de vivir y actuar, para dar a conocer su inocencia y para probar su inocencia, su integridad. Particularmente desde 1922 han proclamado que un juicio procedente del templo espiritual de Jehová ha comenzado para el resto, y han tratado de mantener limpio su registro en el tribunal divino delante del Juez Supremo prescindiendo del fallo que rindan respecto a ellos los tribunales judiciales y eclesiásticos. Delante de Dios se han esforzado por retener su integridad, sabiendo que Su fallo es el fallo final para ellos, el fallo que vale y que tiene que ser ejecutado al fin. Han tenido una gran batalla al adherirse firmemente a su declaración de que son cristianos de integridad delante de Dios, a quien, como último recurso, someten su caso. Jesucristo su Líder también fué representado en falsos colores y perseguido hasta la muerte, pero eso nunca significó que a él le faltó integridad para con Dios.
ELIÚ, EL TESTIGO DE JEHOVÁ
33. ¿Quién habló en alta voz ahora, y por qué estaba airado, pero por qué no fueron las palabras de él las de un muchacho impertinente?
33 Ahora que tanto Job como sus tres amigos falsos que se habían puesto de parte de Satanás al acusar a Job habían terminado la presentación de su argumentación, Eliú, un pariente lejano de Job, habló. Respetando a hombres mayores que él, Eliú se había abstenido de expresarse hasta que hubiera habido una discusión completa entre las partes implicadas. Para entonces Eliú se había airado. ¿Por qué? “Contra Job ardió su ira por justificar su propia alma más que a Dios. También contra sus tres compañeros ardió su ira debido al hecho de que no habían hallado una repuesta sino que procedieron a pronunciar culpable a Dios.” (Job 32:1-3) Los críticos modernos llaman “locuaz” a Eliú y dicen que sus discursos fueron “prolijos,” porque habló tan extensamente, presentando el material que se halla en los capítulos 32 al 37 inclusive del libro de Job. Pero Eliú discernía que la vindicación de Jehová Dios era más importante que la vindicación de cualquier hombre. Para hablar palabras que proporcionaran entendimiento confiaba más en el espíritu de Dios que en la sabiduría que se espera que venga por tener uno muchos años de edad y tener mucha experiencia. Él estaba contra el mostrar parcialidad hacia cualquier hombre o contra el otorgarle títulos impresionantes a cualquier hombre. Sus palabras no fueron las de un muchacho impertinente.
34. ¿Qué describió correctamente Eliú a Job con anticipación, prediciendo mediante ello también lo que le ha sobrevenido a quién desde 1919?
34 Eliú describió correctamente a Job con anticipación lo que se cumplió en Job cuando fué restaurado a la posición de un hombre reconocido públicamente como estando en el favor de Dios por haber probado su integridad y por haber proporcionado sabiamente a Dios una respuesta contra Satanás, quien ocasionó oprobio a Dios acusándolo de comprar el amor de los que le sirven. Porque Job aquí prefiguró al resto cristiano, Eliú también predijo lo que le ha sobrevenido al resto ungido desde 1919, diciendo:
35. ¿Qué fué lo que dijo Eliú en esa descripción hecha a Job?
35 “Su alma se acerca al hoyo, y su vida a los que infligen muerte. Si existe para él un mensajero, un vocero, uno de entre mil, que le diga al hombre su rectitud, entonces lo favorece y dice: ‘¡Líbralo de bajar al hoyo! ¡He hallado un rescate! Hágase su carne más fresca que en la juventud; vuelva a los días de su vigor juvenil.’ Rogará a Dios para que se complazca en él, y con gritos de gozo verá su rostro, y Él restaurará Su justicia al hombre mortal. Cantará a los hombres y dirá: ‘He pecado y lo que es recto lo he pervertido, y eso ciertamente no era lo correcto para mí. Él ha redimido mi alma de pasar al hoyo, y mi vida misma verá la luz.’ ¡Mira! Todas estas cosas Dios las ejecuta, dos veces, tres veces, en el caso de un hombre físicamente capacitado, para hacer volver su alma del hoyo para que sea iluminado con la luz de los que viven.”—Job 33:22-30.
36. ¿Cómo libró Dios al resto del hoyo y de la muerte?
36 En 1918 Jehová Dios libró al resto de descender al hoyo de la muerte a manos de sus enemigos violentos. En 1919 los libró de entrar en muerte espiritual. ¿Cómo? Poniendo su espíritu en ellos para reavivarlos de nuevo en su servicio, para que fueran sus testigos del Reino en este “tiempo del fin.”
37. ¿Cómo terminó Eliú sus palabras en vindicación de Jehová, y qué muestra ahora a quién prefiguró Eliú en el drama de Job?
37 Esto confirma las palabras de Eliú, quien terminó sus palabras en vindicación de Jehová diciendo: “En cuanto al Todopoderoso, no lo hemos sondeado; es ensalzado en poder, y él no menoscabará la justicia y la abundancia de rectitud. Por lo tanto témanle los hombres. Él no considera a los que son sabios en [su propio] corazón.” (Job 37:23, 24) Por lo tanto, como personaje en el drama profético de Job, Eliú bien parece prefigurar al cuerpo gobernante espiritual del resto ungido del cuerpo de Cristo. De acuerdo con la historia moderna desde 1919 este cuerpo gobernante o junta administrativa de la clase del “esclavo fiel y discreto” trajo al resto en conjunto la información iluminadora concerniente a nuestra necesidad vital de integridad y al punto en disputa supremo, a saber, la vindicación de la soberanía universal de Jehová mediante su reino en manos de Jesucristo.
LA RESPUESTA DE JEHOVÁ
38. ¿Cómo respondió Jehová, y con qué efecto en Job?
38 Job había rogado que el Dios a quien él adoraba en integridad hablase. Él habló. “Y Jehová procedió a contestar a Job desde el torbellino y a decir: ‘¿Quién es éste que está obscureciendo el consejo con palabras sin conocimiento?’” Por lo que ahora dijo e hizo a Job él probó que los críticos modernos están equivocados, y que él y el Jehová Dios de las doce tribus de Israel son el mismo Jehová, y que él es el mismo Jehová cuyos testigos tenemos el privilegio de ser delante de todo el género humano en este grande y polemístico “fin del mundo.” En lenguaje excelso que está en armonía con el relato de la creación que se da en el primer libro de la Biblia, el Génesis, ahora Jehová mostró que él estaba fuera del alcance de todas las preguntas de incredulidad y de cargos falsos, porque él había creado el cielo y la tierra, en cuyas maravillas profundas Job, un llegado muy reciente a la tierra, no había podido penetrar ni pudiera haber penetrado plenamente. Job no tenía dominio de la creación y el Todopoderoso Dios podía cuidar a su creación sin la ayuda de Job. Dijo Jehová: “¿Debiera haber contención alguna de un criticón con el Todopoderoso? Contéstelo el que reprende a Dios mismo.” Profundamente humillado, Job confesó que él no tenía nada que decir a favor de su propia justificación. Entonces Jehová describió al poderoso behemot y al ágil leviatán como maravillas de creación bien conocidas al hombre.—Job 38:1, 2; 40:2, 15 a 41:34, margen.
39. ¿Con qué debe impresionarnos un estudio de las obras de la creación por Jehová, y por eso qué hecho confesó Job ahora?
39 Un estudio de dichas obras de la creación debe impresionarnos con la sabiduría y el poder de Jehová Dios y debe hacernos pensar profundamente antes de dejar que la apariencia exterior de nuestras circunstancias nos lleve a pensar que él es injusto y desamorado. Tomando a pecho sabiamente la lección, Job confesó que había alegado su caso sin entendimiento. Dijo a Jehová: “De oídas he oído de ti, pero ahora mi propio ojo ciertamente te ve. Por eso me retracto y me arrepiento, sí, en polvo y cenizas.”—Job 42:1-6.
40. ¿Desde qué ha respondido Jehová al resto semejante a Job, y desde cuándo, y con qué resultado?
40 ¿Ha contestado también Jehová al resto semejante a Job desde el torbellino? ¡Sí! Este torbellino es la gran tribulación que él trae sobre la organización de Satanás para principiar y terminar este “tiempo del fin” del mundo de Satanás. Esta tribulación hirió la parte invisible de la organización de Satanás en 1914, y lo arrojó junto con sus demonios desde el cielo hasta la proximidad de la tierra. Los días de esa tribulación han sido acortados al concederle a Satanás un “corto período de tiempo” en el cual obrar en la tierra para probar al resto, mientras el resto y sus asociados de buena voluntad efectúan una predicación mundial de las buenas nuevas del reino establecido de Dios. La tribulación será reanudada en la batalla del Armagedón y destruirá a la organización visible de Satanás y pondrá fuera de operación a su organización invisible. Durante este período intermedio mediante el cual los días de la tribulación han sido acortados, como si fuera en el momento de calma: que viene con el centro de un torbellino antes de que estalle la parte final de la tormenta, Jehová ha contestado al resto semejante a Job, particularmente desde 1919. Desde entonces al resto espiritual se le han aclarado en gran manera muchas doctrinas bíblicas. Se le ha hecho conocer acerca del desafío que Satanás hizo respecto a su integridad, y también acerca del punto en cuestión principalísimo de la soberanía universal de Jehová, que tiene que ser vindicada por su reino establecido. De modo que hemos llegado a ser testigos suyos como nunca antes.
41. ¿Cómo trató Jehová a Elifaz, Bildad y Zofar, y qué fueron obligados a hacer?
41 Después de hablar a Job desde el torbellino Jehová reprendió severamente a Elifaz, Bildad y Zofar. Fueron obligados a tomar sacrificios, ofrecerlos y hacer que Job orara por ellos. Ellos necesitaban convertirse, no Job, pues Jehová dijo: “Sólo su rostro aceptaré de modo que no cometa insensatez vergonzosa con ustedes, porque ustedes no han hablado concerniente a mí lo que es verdad como lo ha hecho mi siervo Job.”—Job 42:8.
42. ¿Qué hizo ahora Jehová para Job, y de qué fué Job un ejemplo cuando murió a una edad avanzada?
42 Ahora Jehová libró a Job de la mano de Satanás y lo sanó. Está escrito: “Jehová procedió a aceptar el rostro de Job. Y Jehová mismo hizo que se apartara la condición de cautividad de Job cuando él oró a favor de sus compañeros, y Jehová comenzó a dar adicionalmente todo lo que había sido de Job, en doble cantidad.” Sus hermanos y hermanas y antiguos conocidos vinieron y comieron y bebieron y se asociaron con él como solían hacerlo antes, y le dieron regalos. Su esposa le dió otra vez siete hijos y tres hijas, las muchachas más hermosas de toda la tierra, y ellas recibieron parte de la herencia junto con sus siete hermanos. La vida de Job fué extendida milagrosamente por otros 140 años, y él vió la cuarta generación de sus descendientes. Finalmente murió en su integridad, como ejemplo de cuán tiernamente afectuoso y compasivo es Jehová con los que retienen integridad hacia él y cuán felices en Dios llegan a ser sus siervos por aguantar toda forma de hostilidad de Satanás para vindicarlo a Él.—Job 42:7-17.
43. ¿Cómo fué hecho feliz el resto entre 1919 y 1931?
43 ¡Cuán felices han llegado a ser los del resto semejante a Job desde 1919, y particularmente desde 1931! Después del fin de la I Guerra Mundial fueron librados de la esclavitud espiritual al mundo de Satanás y su relación con Jehová Dios fué sanada. Él los bendijo con vigor juvenil para predicar el mensaje del Reino en todas partes, y los favoreció con un gran aumento, tan grande numéricamente que compensó por todos sus compañeros que se habían vuelto infieles y se habían apartado durante la prueba anterior, y también completó el número de los miembros del resto, para que mediante ello el cuerpo espiritual de Cristo tuviera 144,000 miembros como fué preordenado.
44. Desde 1931, ¿cómo se ha cumplido el cuadro de haber tenido Job un segundo grupo de diez hijos?
44 Pero ¿qué hay desde 1931? Ah, entonces el Pastor Propio de Jehová Dios, a saber, Jesucristo, comenzó a recoger con el resto semejante a Job a sus “otras ovejas,” para las cuales él llegará a ser un “Padre eterno” durante los mil años de su reinado bendito. Él ha estado usando al resto de los miembros de su cuerpo para recoger a estas “otras ovejas.” Por lo tanto estas ovejas llegan a ser como hijos espirituales para el resto, sus hijos engendrados por las buenas nuevas del Reino que el resto ha predicado. De modo que estas “otras ovejas” corresponden al segundo grupo de diez hijos que obtuvo Job después que Jehová lo sacó de su condición de cautividad.-1 Cor. 4:15.
45. ¿Cómo son hermosas estas personas como los hijos de Job, y cómo tienen una igualdad en posesión hereditaria?
45 Como fué prefigurado por el número perfecto diez, estas “otras ovejas” ya han llegado a ser una “grande muchedumbre,” pero todavía continúan siendo recogidas durante este corto período antes del Armagedón. Son hermosas espiritualmente, pues son las cosas deseables de todas las naciones, las cosas preciosas de todas las naciones, que han venido al templo espiritual de Jehová para glorificarlo. Así como las tres hijas de Job tuvieron una posesión hereditaria de parte de él junto con sus siete hermanos, igualmente ahora tanto las mujeres como los hombres entre las “otras ovejas” participan del privilegio de ser ahora testigos de Jehová y de predicar las buenas nuevas del Reino. De esta manera ellas ayudan a recoger a todavía más de las “otras ovejas.” Aun muchos que anteriormente tuvieron una impresión incorrecta porque Satanás perseguía al resto, como sucedió en el caso de los parientes y conocidos de Job, han recibido corrección y han llegado a ser compañeros teocráticos del resto.
46. ¿Hasta cuándo tienen que aguantar el resto y las “otras ovejas,” y cuán felices se les hará por haber obrado así?
46 El resto todavía tiene que aguantar hasta el Armagedón. Todas las “otras ovejas” congregadas igualmente tienen que retener su integridad hacia Dios y tienen que aguantar junto con el resto hasta que el mundo de Satanás lleno de perseguidores y opositores sea desolado en el Armagedón. ¡Cuán felices somos todos nosotros por haber aguantado con integridad hasta ahora! ¡Cuán inefablemente felices seremos por aguantar hasta que Jehová vindique su soberanía universal en el Armagedón y nos libre para que entremos en su justo nuevo mundo! Porque allí él glorificará al resto de integridad probada en el reino celestial de su Hijo Jesucristo y también bendecirá a la grande muchedumbre de “otras ovejas” levantándolas a la perfección humana en semejanza a Dios en un paraíso que hermoseará toda la tierra.