Restricciones de la libertad cristiana
“Ustedes fueron . . . llamados para libertad, hermanos; sólo que no usen esta libertad como un móvil para la carne, sino por medio del amor sean esclavos unos de otros.”—Gál. 5:13, NW.
1, 2. (a) ¿Por qué no puede existir para siempre el universo parte esclavo y parte libre? (b) Describa la libertad de que un cristiano ya disfruta, y ¿cuáles son algunas de sus limitaciones generales?
EL UNIVERSO no puede existir para siempre parte esclavo y parte libre como en la actualidad. Nunca fué el propósito de Dios que la creación universal fuera esclava del egoísmo y la injusticia. (Rom. 8:21, NW) No puede haber duda de cuál será el resultado de esta controversia que ha continuado por largo tiempo, y dicho resultado se predijo hace mucho. La causa de la libertad ganará la eternidad de paz. Como la libertad es el elemento propio en que pueden vivir las criaturas fieles de Jehová, los que viven para servirle para siempre tienen que hacerlo por propia elección voluntaria, y gozosamente. Para que una persona esté capacitada para hacer una elección inteligente debe saber el alcance de libertad que se le ofrece en el servicio divino de Dios. Cierto, el cristiano no debe abusar de la libertad que tiene por no estar bajo el pacto de la Ley judío y andar descuidada o relajadamente en cuanto a la carne. (Col. 2:14, NW) Pero hay una libertad adicional a la que el cristiano ha sido llamado. Esta libertad tiene restricciones debido al amor que uno tiene a Dios y a su prójimo cristiano. Por consiguiente la libertad del cristiano es una libertad sabiamente restringida.—Gál. 5:13, NW.
2 Al comienzo el cristiano tiene que comprender que, a gran grado, la libertad de que ya disfruta es relativa. No existe separada del Soberano Superior, Jehová Dios, quien está en posición de limitar la región de acción libre para el mayor bien de sus siervos. Esta libertad relativa sólo puede disfrutarse viviendo y obrando en armonía con las restricciones dadas a conocer por el Autor de la libertad, Dios. (Sal. 146:7) Estas restricciones constituyen los confines que limitan la libertad relativa de una criatura. Algunos de estos límites de la libertad se clasifican como sigue: limitaciones impuestas por la naturaleza misma, normas de compañerismo social, principios de verdad, leyes teocráticas, revelaciones de voluntad divina, y restricciones por derechos concedidos a otros. Estas serán consideradas a su vez.
LIMITACIONES IMPUESTAS POR LA NATURALEZA
3, 4. (a) ¿Qué limitaciones se imponen por naturaleza al cristiano en cuanto al uso de su cuerpo? (b) ¿Qué se da a entender al decir que algunos se hacen de mente animal?
3 Los hombres son hombres; no son espíritus ni animales. Por naturaleza se dividen en sexos, masculino y femenino. Muchos son niños y el resto crecidos, maduros. De los adultos, un porcentaje son solteros y el resto casados con responsabilidades como esposos y esposas. El cuerpo humano de los cristianos se compara a un vaso, que debe mantenerse limpio y usarse sabiamente de acuerdo con la naturaleza. (2 Cor. 4:7; 1 Tes. 4:3-5, NW) En todas las épocas Satanás y los demonios han inducido a los hombres a ejercer libre albedrío usando su cuerpo de modo contranatural, contrario al propósito original de Dios al hacer varón y hembra. Al describir a esos réprobos que se han salido de los límites establecidos en la naturaleza, Pablo escribe, “Por eso es que Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque tanto sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza, y también hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia los unos por los otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa que merecían por su error.”—Rom. 1:26, 27, NW.
4 Pedro y Judas también describen a los que traspasan los límites de la naturaleza porque se hacen de mente animal. Ellos amonestan que éstos hasta tratan de buscar el compañerismo de los cristianos. “Hombres, como animales irracionales nacidos naturalmente para ser cogidos y destruídos, sufrirán, en las cosas de las que son ignorantes y hablan ofensivamente, aun la destrucción en su propio curso de destrucción.” “‘En el último tiempo habrá ridiculizadores, procediendo conforme a sus propios deseos de cosas impías.’ Estos son los que hacen separaciones, hombres animales que no tienen espiritualidad.”—2 Ped. 2:12; Judas 18, 19, NW.
5. ¿Son libres los cristianos para no demostrar cariño natural?
5 Por naturaleza hay también vínculos fuertes que atan a padres e hijos en relación estrecha. Estos incluyen vínculos de cariño natural que deben existir entre hijos y padres. Los cristianos no pueden pasar por alto estos hechos de la naturaleza. Existen como un confín a su libertad relativa. De los que no prestan la debida atención a este confín está escrito, “Hombres . . . desobedientes a sus padres, sin gratitud, sin bondad amorosa, sin tener cariño natural, . . . sin dominio de sí mismos,” etc. (2 Tim. 3:2, 3, NW) El cumplir con y fortalecer estos vínculos de la naturaleza ayudará a muchos padres a criar a sus hijos con buen éxito en el favor divino.
6. ¿Qué restricciones hay en cuanto a las relaciones con los del sexo opuesto?
6 Otro asunto es el de lo correcto en las relaciones sexuales. Se han colocado limitaciones sobre los cristianos para que no tengan relaciones sexuales con personas que no sean su propio esposo o esposa. (Mat. 19:3-9, NW) El entregarse a la fornicación y adulterio es salirse de los límites establecidos. Entre los que están casados la naturaleza pide el pago de ciertos deberes que no deben ser rehusados. “Que cada hombre tenga su propia esposa y cada mujer tenga su propio esposo. Que el esposo pague a su esposa su obligación; pero que la esposa también haga igualmente con su esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino que su esposo la ejerce; de igual modo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino que su esposa la ejerce.” (1 Cor. 7:2-4, NW) El hombre tiene que vivir con su esposa conforme al conocimiento de las leyes fundamentales que Dios puso en la naturaleza. El esposo considera la constitución biológica de la mujer, sus limitaciones, sus períodos, sus vicisitudes, que afectan mucho sus procesos mentales, disposición y temperamento. Dios no pasa por alto estas restricciones femeninas; tampoco deben pasarlas por alto los esposos.—Lev. 18:19; 20:18; 1 Ped. 3:7-9, NW.
NORMAS DE COMPAÑERISMO SOCIAL
7. ¿Qué restricciones sabias hay en cuanto al compañerismo del cristiano con los de la misma fe preciosa?
7 Cuando las personas llegan a ser cristianas son traídas a asociación estrecha con otros cristianos y así forman una congregación como parte de la “sola manada” de Dios. (Juan 10:16, NW) A un cristiano dedicado no se le llama para que viva para sí mismo sino que es invitado a entrar con sus compañeros cristianos en el servicio unido del Señor. Se espera que use más que decencia común en su asociación con otros. Tiene que usar buen sentido y demostrar su amor por los hermanos en su congregación local. (1 Ped. 2:17, NW) Jesús nos dió una buena norma que gobierna tal compañerismo social cuando dijo, “Todas las cosas, por lo tanto, que quieren que los hombres les hagan, también de igual manera deben hacérselas a ellos.” (Mat. 7:12, NW) De hecho, todas las Escrituras cristianas griegas están llenas de rico consejo en cuanto a la conducta del cristiano para con sus compañeros. Un cristiano no puede ser voluntarioso, hacer lo que quiera en la congregación o no demostrar consideración alguna hacia los sentimientos de sus asociados. Definitivamente en lo que toca a compañerismo, tenemos una serie de restricciones sabias para nuestra libertad relativa segura. Estas limitaciones en el ejercicio de nuestro libre albedrío obran bien para nosotros no sólo en cuanto a nuestra felicidad presente sino también en cuanto a asegurarnos un lugar en la eterna organización familiar de Dios.
PRINCIPIOS DE VERDAD
8, 9. (a) ¿Qué son principios verdaderos, y dónde se encuentran? Dé algunos ejemplos. (b) ¿Cómo se forman las doctrinas bíblicas? Ilústrelo.
8 El reconocer principios de verdad y aplicarlos sabiamente es el camino de la justicia. El cristiano siempre anda en la justicia y por eso evita ejercer su libre albedrío abrazando lo que es injusto. ¿Qué, entonces, son principios? Un principio verdadero es una verdad fundamental. Puesto que la verdad concuerda con los hechos o es lo que está de acuerdo con el estado actual de las cosas, los principios son esencialmente declaraciones de hechos básicos. La Biblia contiene, expresamente declarados, miles de estos principios, mientras que otros se deducen o se encuentran en el libro de la naturaleza. (Rom. 1:20, NW) Aquí se presentan sólo unos cuantos. ‘Dios formó la tierra para ser habitada.’ ‘El hombre es mortal.’ ‘El alma que peca muere.’ ‘Adán pecó y fué sentenciado a la muerte.’ ‘Dios es rico en misericordia.’ ‘Vida perfecta se da por una vida perfecta.’ ‘La vida de la carne está en la sangre.’ ‘Jesús fué hecho carne perfecta.’ ‘La vida perfecta de Jesús fué un rescate correspondiente.’ ‘La sangre vital de Jesús compró la liberación eterna del hombre de la muerte.’—Isa. 45:18; Gén. 2:17; Eze. 18:4; Gén. 3:6, 19; Efe. 2:4, NW; Éxo. 21:23; Lev. 17:11; Juan 1:14; 1 Tim. 2:6; Heb. 9:12, NW.
9 Igual a los bloques de construcción que se reúnen conforme a un modelo para formar un edificio, así los principios de verdad de la Biblia se reúnen conforme al modelo divino para formar doctrinas de verdad bíblicas. Reuniendo los principios susodichos en el orden presentado, uno tiene la armazón de la importante doctrina bíblica tocante a la liberación del hombre de la muerte por medio del rescate provisto por Jesucristo. De este modo todas las doctrinas bíblicas se forman de principios de verdades básicas.—Heb. 6:1, NW.
10. ¿Cómo ha edificado Satanás su vasta organización sobre el fundamento de su primera mentira?
10 Ahora observe lo que Satanás el originador de mentiras ha hecho con su primera mentira, ‘De seguro que no morirán.’ (Juan 8:44, NW; Gén. 3:4) Él la ha usado para producir el siguiente principio injusto y falso que no está basado en hecho o verdad. “El alma es un principio animante . . . separada en naturaleza del cuerpo y generalmente considerada como de existencia separada.”a De este primer principio mentiroso Satanás ha producido su casi universal falsa doctrina religiosa de la inmortalidad humana, de que el hombre continúa teniendo una existencia después de morir. ¡Imagínese! ¡Sobre el fundamento arenoso de esta primera mentira el Diablo ha convertido otras mentiras en principios injustos y luego ha usado tales principios falsos para edificar su gigantesca organización de injusticia que comprende la religión falsa, el comercio y la política! Así por medio de sus muchas enseñanzas venenosas y teorías mentirosas Satanás ha mantenido en cautiverio las mentes de los hombres por miles de años y los ha alimentado de bagazos de alimento mental sin vida, lo que los mantiene espiritualmente enfermos y encadenados en tinieblas mentales, lejos de la verdad.—1 Cor. 10:21, NW.
11, 12. (a) ¿A qué está restringido el cristiano en cuanto a su alimento espiritual, y por qué? (b) ¿Cómo ilustra Jesús el curso sabio y el insensato?
11 Así vemos cuán vital es para el cristiano no propasarse en su límite de libertad relativa para penetrar en las doctrinas de los demonios como se exponen por la religión falsa. Tal ejercicio de libre albedrío lo hace caer en las garras del Diablo y lo pone en esclavitud a la injusticia. El tal pronto se halla arrojado a las tinieblas exteriores; y ¡cuán grandes son esas tinieblas! Por lo tanto la vida y el pensamiento del cristiano tienen que ser alimentados diariamente con las enseñanzas de verdad que se recogen de la Palabra de verdad revelada de Dios. La verdad permanece para siempre. La verdad es indestructible. El disfrutar del calor y la luz de la verdad verdaderamente es libertad.—Sal. 146:6; Juan 7:16, 17; 2 Cor. 13:8, NW.
12 Jesús contrastó bien los dos cursos. En lo siguiente él contrasta a los que edifican su estructura de fe sobre la “masa de roca” de verdad con los insensatos que edifican sobre la “arena” de la falsedad. “Por lo tanto todo el que oye estos dichos míos y los hace será comparado a un hombre discreto, que edificó su casa sobre la masa de roca. Y la lluvia cayó y llegaron las inundaciones y los vientos soplaron y azotaron contra esa casa, pero no cedió, porque había sido fundada sobre la masa de roca. Además, todo el que oye estos dichos míos y no los hace será comparado a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Y la lluvia cayó y llegaron las inundaciones y los vientos soplaron y golpearon contra esa casa y cedió, y su desplome fué grande.”—Mat. 7:24-27, NW.
LEYES TEOCRÁTICAS
13, 14. (a) ¿Qué contraste hay entre la base de las leyes de Dios y la base de muchas de las leyes del hombre? Ilústrelo. (b) ¿Qué sucedió con los principios tras el pacto de la Ley cuando Dios terminó la fuerza legal de la Ley en 33 d. de J.C. y de este modo hizo que no fuera obligatoria para los cristianos?
13 Aunque muchas de las leyes del hombre se basen en principios falsamente concebidos, las leyes teocráticas legisladas por el gran Soberano Superior, Jehová Dios, se basan sanamente en principios de verdad. “Tu justicia es una justicia eterna, y tu ley es la verdad.” (Sal. 119:142) La ley de Dios no está compuesta de ninguna ficción legal. Por ejemplo, la ley divina todavía en vigor hasta este día que prohibe el asesinato se basa sobre el llano principio de verdad de que el hombre es mortal. (Gén. 9:6) Las religiones falsas enseñan directamente lo contrario, la ficción de que el hombre es inmortal. De modo que así como se usan principios verdaderos para formar todas las muchas doctrinas bíblicas, se ve que hay principios verdaderos tras todas las leyes de Dios.—1 Cor. 9:8-10, NW.
14 En realidad, cada una de las centenares de leyes que comprenden el pacto de la Ley, como fué dado a Moisés en 1513 a. de J.C., se basa en uno o más principios de verdad. De hecho, una multitud de principios justos vino a la atención del hombre por primera vez cuando el pacto de la Ley fué dado como revelación a los israelitas. Por esta razón cuando Dios terminó la fuerza obligatoria legal del pacto de la Ley “clavándolo al madero de tormento” de Jesús en 33 d. de J.C., él no destruyó los principios eternos de verdad que se llamaron a la atención del hombre por medio del pacto. (Col. 2:14, NW) Estos principios de verdad hallados en la Ley, todavía preservados para nosotros en la Biblia, continúan guiando a los cristianos en su camino de justicia. Y por eso las sanciones del pacto de la Ley son tan muertas como el pacto de la Ley mismo y por lo tanto no son obligatorias para los cristianos hoy en día. “Ustedes no están bajo ley sino bajo bondad inmerecida.”—Rom. 6:14, NW.
15. ¿Cuáles son algunas leyes teocráticas que restringen al cristiano en cuanto a sus acciones?
15 Pero hay leyes teocráticas fuera de la Ley de Moisés que limitan el área de libertad relativa del cristiano. Ya que las leyes son reglas de acción dictadas por el superior para la conducta del inferior, el inferior está obligado a obedecer en estos asuntos. Además de la ley que prohibe el asesinato, a la cual ya se hizo referencia, al cristiano también se le prohibe comer sangre, tiene que abstenerse de fornicación, tiene que guardarse de adorar ídolos, no debe abandonar el juntarse en asambleas, etcétera. (Gén. 9:4; Hech. 15:20, 29; Heb. 10:25, NW) Tampoco olvidemos las dos grandes leyes o mandamientos que Jesús nos dió. “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es éste: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.’” (Mat. 22:37-39, NW) Estas y las muchas otras reglas dictadas para los cristianos en las Escrituras cristianas griegas provenientes de las verdaderas autoridades superiores, Jehová Dios y Cristo Jesús, son parte de los límites de la libertad relativa del cristiano.
REVELACIONES DE VOLUNTAD DIVINA
16, 17. (a) ¿Cuál es la actitud del cristiano hacia la voluntad de Dios? Ilústrelo en el caso de Jesús. (b) Dé ejemplos de la voluntad revelada de Dios que afectan mucho la actividad y el curso del cristiano hoy en día.
16 El cristiano correctamente ora a Dios, “Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:10, NW) Mediante esto el cristiano conviene en limitar su propio libre albedrío en armonía con la voluntad de su Soberano Superior. Esto significa que al aclarársele cualesquier revelaciones de voluntad divina por medio de las Escrituras, él va a gobernar sus actos en conformidad con ellas. Notamos esto en el caso de Jesús, que entendió de sus estudios de las Escrituras hebreas y por el espíritu santo que lo guió que era la voluntad de Dios que él muriera voluntariamente una muerte de sacrificio para proporcionar libertad de la muerte a toda la humanidad obediente. En la culminación de su ministerio, poco antes de pagar el costoso precio por medio de su muerte en el madero de tormento, tenemos este registro de sus palabras, “Padre, si quieres, aparta esta copa de mí. No obstante, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya.”—Luc. 22:42, NW.
17 La Biblia está llena de la voluntad revelada de Dios para que la efectúen sus siervos. Diligentemente éstos buscan mayor conocimiento y aprecio de Su voluntad y seriamente emprenden el ajustar sus acciones en conformidad con esa voluntad justa de Dios. Por ejemplo, ahora la voluntad de Dios hecha manifiesta es que Sus testigos declaren el nombre de Jehová por toda la tierra habitada. (Isa. 61:1, 2; Mat. 24:14; Rom. 9:17, NW) También es evidente de las Escrituras que es Su voluntad que su reino establecido en los cielos proceda a desmenuzar a todos los reinos de este viejo mundo en la inminente guerra del Armagedón. (Dan. 2:44; Sof. 3:8) ¿Quiénes somos para resistir la majestuosa voluntad de Dios? Más bien, nos apresuramos para hacer que nuestra vida y asuntos estén en plena armonía con Su voluntad para que siempre se efectúe sobre la tierra como se efectúa en los cielos.
RESTRICCIÓN POR DERECHOS CONCEDIDOS A OTROS
18. (a) ¿Quién confiere derechos, y cuáles cinco clases se mencionan? (b) ¿Qué es un deber, y qué relación tiene con un derecho? Ilústrelo.
18 Los cristianos llegan a saber que su libertad también está limitada por los derechos concedidos por Dios a otros. ¿Cómo es eso? En todo gobierno, teocrático o hecho por los hombres, el superior tiene el poder de conferir derechos a los individuos. Los derechos son ventajas o poderes adicionales de acción libre. Los tales pueden venir en forma de (1) ventajas legales tocante a asuntos de interés particular, (2) autoridad especial en conexión con el puesto, (3) comisiones generales, (4) privilegios o (5) dones. Estos derechos pueden ser creados por ley para el grupo entero, concedidos directamente a meros individuos o traídos a la existencia mediante pactos. Luego, es bueno entender que por cada derecho que el superior hace, también se crea un deber igual en dirección contraria. “Dondequiera que existe un derecho en alguna persona, un deber correspondiente también descansa sobre alguna otra persona o sobre todas las personas en general.”b Por lo tanto, un deber es una obligación de hacer algo o abstenerse de hacer algo de acuerdo con el derecho de otro. Por ejemplo, usted le debe a un hombre $10.00. Él tiene el derecho de reclamarle $10.00. Usted tiene el deber de pagarle $10.00. Si hubiera alguna disputa acerca del asunto susodicho, entonces es asunto del juez determinar cuál de las dos partes tiene el derecho. Luego él ordena que tal derecho sea reconocido y que pague el deber el que lo tenga. Así vemos cómo es que nuestra libertad cristiana está restringida por los deberes con que debemos cumplir de acuerdo con los derechos que Dios ha conferido a otras criaturas.
19. Compare los derechos de Dios con los derechos del hombre.
19 Jehová Dios por razón de ser el Creador tiene los derechos más grandes del universo. Sus derechos o ventajas legales son designados como derechos soberanos por razón de ser el Gran Superior en el gobierno teocrático. (Rom. 9:20, 21, NW; Sal. 95:3) Todos los derechos menores originan con Jehová Dios y dimanan de sus derechos soberanos. (Job 36:6) Estos derechos menores conferidos a sus inferiores, todas las criaturas fieles desde Cristo Jesús hasta el hombre leal en la tierra, se llaman derechos delegados. En otras palabras, estos derechos menores son delegados por Dios a sus siervos ya sea como recompensas por servicio fiel o simplemente como manifestaciones de Su gran amor a sus criaturas. A manera de ilustración considere la siguiente imposibilidad. Una criatura nunca podría llevar a Dios ante un tribunal por una disputa, porque el trabajo del tribunal es determinar quién tiene los derechos superiores en cualquier punto en cuestión particular. Puesto que Dios siempre tendría derechos mucho mayores en cualquier punto en cuestión que pudiera surgir, en todo caso ganaría el pleito. Todo esto significa que los derechos soberanos de Dios jamás pueden ser disputados con buen éxito. Aun Satanás el Diablo será obligado a reconocer este gran hecho en la derrota completa que sufrirá en el Armagedón.—Jer. 18:1-10.
20. ¿Cuáles son los “derechos del pobre”, y cómo afectan éstos las acciones del cristiano hoy en día?
20 Lo siguiente es un estudio breve de ejemplos de derechos a los que la Biblia alude y los cuales originaron de las diferentes maneras que se mencionan en el párrafo 18. “Sé que el SEÑOR sostendrá . . . los derechos del pobre.” (Sal. 140:12, AT; Isa. 10:2) Estos derechos generales del pobre fueron creados por ley bajo el pacto de la Ley para dar a los extranjeros no israelitas y a los otros pobres del país la ventaja de tomar los rebuscos en los campos de cosecha. Así, amplia provisión se hizo por ley para la alimentación de los pobres. (Lev. 19:9, 10) Esta ley, siendo como es sólo una sombra de mayores cosas en nuestro tiempo, aparentemente representa el derecho de los espiritualmente pobres o los que no son cristianos verdaderos a oír el mensaje de verdad como se predica por los testigos cristianos de Jehová. Los testigos de Jehová, por lo tanto, tienen el deber importante de alimentar espiritualmente a estos “pobres” del Señor. Dios les ha concedido el derecho de oír de la misericordia de Dios y de aceptar la verdad para vida en el nuevo mundo. ¿Quiénes somos nosotros para negarles ese derecho de obtener salvación?—Luc. 7:22; 14:21, NW.
21. ¿Cuál es el derecho a que se alude en Ezequiel 21:27, y cómo afecta hoy las acciones del cristiano? (b) ¿Cuál es la situación cuando a otros se les confiere autoridad en la organización de Dios?
21 Las Escrituras se refieren a otro derecho que es interesante examinar. Ezequiel dice, “Esto . . . no será más, hasta que venga aquel cuyo derecho es; y se lo daré a él.” (Eze. 21:27, AS) El derecho al que se alude aquí es el derecho de sentarse en el trono de Jehová cuando él establece su reino. Este derecho se da por medio de un pacto, o contrato, según el habla moderna. Los términos se gestionaron en el pacto que Dios hizo con David. A este contrato también se le llamó “las bondades amorosas de David”. En ese pacto Dios dijo, “Haré estable su reino. Él edificará Casa para mi nombre; y yo estableceré el trono de su reino para siempre.” (2 Sam. 7:12, 13) El apóstol Pablo manifiesta claramente que Cristo Jesús es quien obtiene este derecho por pacto al trono del reino de los cielos. Esto significa que todos los cristianos tienen que aceptar el derecho regio de Cristo Jesús y tienen el deber de reconocerlo como un gobernante ensalzado en el gobierno teocrático de Dios. (Hech. 13:32-37; Juan 1:49; 1 Ped. 2:17, NW) Este arreglo también aplica a cualesquier otros a quienes se les confiere un puesto en la organización de Dios. Ellos, también, reciben cierta medida de autoridad, la cual, a su vez, les da el derecho (una libertad ensanchada para obrar sabiamente en la superintendencia de la organización) de ejecutar actos que a los otros quizás no se les permita ejecutar. Los otros tienen el deber de obrar de acuerdo con el funcionamiento activo de aquel a quien se le ha confiado tal autoridad teocrática.—Mar. 11:28; Luc. 19:17; Juan 5:27; 2 Cor. 10:8; Mat. 10:1, NW.
22. ¿Qué derechos vienen a los cristianos como resultado de la comisión que Jesús dió en Mateo 28:19, 20?
22 Consideremos ahora un ejemplo de derechos conferidos por medio de comisión general. Antes de ascender a los cielos Jesús dió a sus seguidores cristianos la comisión de ser ministros y sus testigos hasta los cabos lejanos de la tierra. “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Mat. 28:19, 20; Hech. 1:8, NW) Esto dió a los cristianos dedicados el derecho por comisión de predicar tocante a Cristo Jesús en todas partes de la tierra. Esto coloca sobre todos los gobernantes terrestres y los pueblos en general el deber de permitir que estos ministros efectúen su comisión. Para que este derecho cristiano de predicar a Cristo fuera reconocido por el gobierno romano, Pablo apeló su caso al tribunal supremo del imperio situado en Roma. Refiriéndose a este establecimiento legal del derecho de predicar las buenas nuevas Pablo dice, “todos ustedes siendo participantes conmigo en la bondad inmerecida tanto en mis prisiones como en defendiendo y legalmente estableciendo las buenas nuevas.” (Fili. 1:7, NW) Por esta razón los ministros cristianos insisten hoy en sus derechos de predicar el mensaje del Reino en todos los países. Además, ningún cristiano individual puede impedir que otro cristiano haga valer su derecho como ministro.
23. Discuta los derechos que han venido a los cristianos por razón de un privilegio que disfrutan de Dios.
23 También por la concesión de privilegios se traen a existencia derechos. Para mencionar uno, considere, por ejemplo, ese privilegio inapreciable de llevar el nombre de Jehová. Al alcance del oído de sus apóstoles fieles Jesús oró a Jehová Dios, diciendo: “He hecho tu nombre manifiesto a los hombres que del mundo me diste. . . . Yo he manifestado tu nombre a ellos y lo manifestaré.” (Juan 17:6, 26, NW) Los verdaderos ministros cristianos, sabiendo el significado real del nombre divino, Jehová, gozosamente responden a la declaración de Dios donde él dice, “¡Vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, y yo soy Dios!” (Isa. 43:12) Este privilegio trae consigo el derecho de hablar como un embajador de Dios y de representarlo delante de los gobernantes y las gentes de la sociedad de este viejo mundo. Aquí otra vez se restringe a un testigo cristiano de Jehová de impedir que un compañero cristiano ejerza el derecho que tiene debido a este privilegio. Esto se debe a que dicho privilegio viene directamente de Dios mismo y no brota de ninguna autoridad terrestre.
24, 25. (a) ¿Cómo manifiesta Pablo que las variedades de dones conferidos sobre los cristianos primitivos tenían derechos asociados con ellos? (b) ¿En qué dones están interesados hoy los cristianos? ¿Pueden sostener los derechos asociados con estos dones sin que otros se lo impidan?
24 Finalmente, los muchos maravillosos y diversos dones que vienen de Jehová todos traen consigo derechos. Considere cómo, en los días de la congregación primitiva, Dios dió diferentes dones a diversos siervos cristianos. “Ahora hay variedades de dones, pero hay el mismo espíritu. Por ejemplo, a uno se le da mediante el espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de conocimiento según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu, a otro dones de curaciones mediante ese único espíritu, a otro operaciones de obras poderosas, a otro profecía, a otro discernimiento de dichos inspirados, a otro lenguas distintas, y a otro interpretación de lenguas.” (1 Cor. 12:4, 8-11, NW) Pablo manifiesta en otro lugar cómo cada siervo bendecido con tal don tenía el derecho de hablar delante de la congregación, y nadie podía impedírselo debido al derecho. “Cuando ustedes se reúnen, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación. Que todas las cosas se efectúen para edificación.” (1 Cor. 14:26, NW) Los dones enumerados aquí no están en existencia hoy entre los cristianos.
25 Sin embargo, Jehová, el Dador de todo don bueno, no ha pasado por alto a los cristianos de después de los días de los apóstoles. (Sant. 1:17) A continuación se dan sólo algunos de los dones que se mencionan en la Biblia, todos los cuales traen consigo derechos. La verdad misma es un don precioso que nadie tiene el derecho de quitarle a usted. La fe en Dios y Cristo es asimismo un don del cual nadie puede privar a uno. Luego hay dones de soltería y matrimonio, el don de la bondad inmerecida de Dios y el indescriptible don gratuito de la benignidad de Dios. (Juan 4:10; Efe. 2:8; Mat. 19:11; 1 Cor. 7:7; Rom. 5:15; 2 Cor. 9:15, NW) Pero el mayor don que se guarda para todos los cristianos fieles es el de la vida eterna. “El don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” (Rom. 6:23, NW) Cuando se reciba ese don se habrá obtenido el premio del derecho a la vida. El que tiene ese derecho a la vida lo sostiene sin poder impedírselo nadie salvo Jehová Dios, su Dador de vida, quien mantiene los derechos soberanos superiores. ¡Qué tesoro será ese derecho a la vida!
ALCANCE DE LA LIBERTAD CRISTIANA
26. ¿Tienen la misma cantidad de libertad relativa las criaturas espirituales y las humanas? Explique.
26 El hombre no es la única criatura que tiene límites establecidos en su libertad relativa. Puesto que está escrito que el hombre es ‘hecho un poco inferior a los ángeles’, parece que el área de libertad relativa disfrutada por los ángeles sería algo mayor que la del hombre fiel. (Heb. 2:6, 7, NW) Luego están los 144,000 miembros de la gloriosa organización del Reino en los cielos que son “participantes de la naturaleza divina”, la cual es un estado todavía más alto que el de cualquiera de los ángeles. Por eso con razonamiento parecido hay que concluir que estos gloriosos hijos inmortales de Dios disfrutan de un campo vasto de libertad relativa conforme a su nueva creación. (2 Ped. 1:4; 2 Cor. 5:17, NW) Del resucitado Cristo Jesús, el Rey, está escrito, “Él es la reflexión de su gloria [la de Dios] y la representación exacta de su mismo ser.” (Heb. 1:3, NW) Verdaderamente este exaltado personaje tiene una libertad relativa que le permite gran acción de libre albedrío que debe ser parecida a la de Dios mismo. Empero, en realidad, Jehová como el Soberano Superior es el único que tiene libertad absoluta.
27. Describa y discuta el alcance de la libertad que Dios pone delante de sus criaturas.
27 Distinto a Jehová, todos los demás tienen límites que determinan su libertad a un grado mayor o menor, dependiendo de su grado de inferioridad en estado, desde Cristo Jesús hasta el hombre fiel. Sin embargo, el alcance del área de libertad relativa capacita adecuadamente a las criaturas de cualquier estado para dar la expresión más plena a su vida perfecta con bien para sí mismas y para todos alrededor de ellas, todo para la gloria de su Creador, Dios. Es vasta para la criatura individual la cantidad de libertad que se le ofrece. Nunca en las edades venideras sentirá frustración o restricción de acción. El área de libertad que permite acciones de libre albedrío, tanto físicas como mentales, nunca será ocupada plenamente por los logros del individuo en ese estado. Al fin del reinado de mil años de Cristo, cuando los súbditos terrestres de Dios reciban plena posesión de su ‘gloriosa libertad como hijos de Dios’, entonces ellos darán comienzo a proezas que absorberán toda ingeniosidad, arte y talento plenamente desarrollados del hombre perfecto. Estas capacidades, que implican los poderes mentales, físicos y espirituales del hombre perfecto, alcanzarán logros inimaginables en este tiempo de transición mundial.—Isa. 64:4.
28. ¿Qué se ilustra en el caso de Jesús en cuanto al alcance de actividad futuro del hombre perfecto en conexión con su libertad?
28 Brevemente reflexione sobre cómo esto quedó demostrado en el caso del hombre perfecto Jesús durante su ministerio terrestre. Al comienzo de su ministerio, cuando fué bautizado en el Jordán en 29 d. de J.C., los “cielos fueron abiertos” y el espíritu de Dios vino sobre él. (Mat. 3:16, NW) De ese tiempo en adelante él recordó todas sus experiencias prehumanas y su vida espiritual. Esto quiso decir que el cerebro de ese hombre perfecto era de tamaño suficiente para que la mente de Jesús retuviera todos los logros mentales y memorias recogidas a través de un período de incalculables miles de millones de años en su carrera prehumana como una poderosa criatura espiritual en los cielos. Esto explica cómo Jesús pudo aludir a muchas de sus conversaciones personales con Jehová Dios en los cielos, las cuales él recordó con exactitud. Es razonable concluir que nunca en los miles de millones de años por delante podrá el hombre perfecto sobre la tierra alcanzar los superbrillantes logros mentales demostrados en el caso de Jesús, el Hijo unigénito de Dios. De modo que si Jesús como hombre perfecto nunca encontró su curso de vida sobre la tierra frustrado o restringido, entonces es cosa segura que al hombre perfecto le espera en el nuevo mundo venidero una interminable vida conmovedora de libertad y actividad intensa sobre la tierra. No sólo eso, sino que será una vida de libertad con seguridad eterna.—Juan 5:19-21; 8:58; 12:48, 49; 17:5; Col. 1:15-17, NW.
29. ¿Por qué y cómo deben evaluar los cristianos su libertad?
29 La llamada a libertad cristiana se ha publicado en toda la tierra. Grande es la muchedumbre que ha respondido. Son muchos los que se han libertado de la esclavitud de la sociedad del viejo mundo de Satanás. Pero todavía mayor es el número de aquellos a quienes todavía tiene que hacérseles oír la llamada, “Decir a los presos: Salid.” (Isa. 49:9, NC) Al gran número de personas que ha estado gozando del clima apropiado de libertad teocrática por varios años se da este consejo: Sean un ejemplo genuino para los nuevos que ahora abrazan la libertad por primera vez. Por su ejemplo al caminar circunspectamente en lo que toca a los derechos de otros y al mantenerse limitados por las apropiadas restricciones teocráticas a nuestra libertad cristiana, ustedes ayudarán a los que van entrando a progresar a la madurez. En ellos se desarrollará el respeto hacia los requisitos de Dios y llegarán a ser miembros más eficaces de la sociedad del nuevo mundo. Si obramos en conformidad con los presentes procedimientos de la organización cristiana estaremos mucho mejor educados y preparados para ser administradores en el nuevo mundo después del Armagedón. Continúen probando su integridad como ministros de las buenas nuevas para que su meta de que se les confiera el don anhelado de la vida eterna en la tierra paradisíaca infinita llegue a ser una realidad bendita. Por eso, jóvenes y ancianos, evalúen su libertad cristiana como una gema de gran precio. Que nadie se la robe. Reténganla firmemente.
[Notas]
a El New International Dictionary de Webster, segunda edición, 1934.
b Black’s Law Dictionary, tercera edición, 1933.