¡Cobre valor—el reino de Dios se ha acercado!
1, 2. (a) ¿Qué cualidad es apropiada en este tiempo? (b) ¿Por qué debería cualquiera de nosotros cobrar valor ante el hecho de que se ha acercado el reino de Dios?
¡ÉSTE es un tiempo en que se necesita valor! ¡Éste es un tiempo en que se debe cobrar valor! ¿Por qué? ¡Porque el reino de Dios se ha acercado!
2 Hace diecinueve siglos un mensaje como éste electrificó a la gente que esperaba lo correcto. Hoy día incontables números de personas no han oído acerca del reino de Dios. Otros centenares de millones han oído mencionar el reino de Dios pero no han entendido lo que este gobierno divino significa para la humanidad. Por lo tanto, ¿por qué deberían éstos cobrar valor porque se haya acercado el reino de Dios? En cuanto a eso, ¿por qué debería cualquiera de nosotros cobrar valor ante ese hecho? Es por el alivio y las bendiciones que traerá el reino de Dios, no después de nuestro tiempo, sino dentro de esta misma generación nuestra. Habiendo alivio duradero cerca, ¿por qué no habrían de cobrar valor los que aman lo que es correcto? Todos los valerosos de hoy desean ayudar a otros a cobrar valor.
3. Al mirar a la Tierra y los cielos, ¿qué contraste notamos, pero qué no tenemos que temer en esta era de cohetes?
3 Tenemos que confesar que aquí en la Tierra éste es un mundo muy desordenado. Nunca antes ha conocido la humanidad nada como éste. Pero miramos arriba y más allá al espacio sideral, y allí vemos orden asombroso, regularidad, equilibrio e interdependencia entre los cuerpos celestes, día y noche. Este hermoso y admirable sistema de los cielos existió por miles de millones de años antes de que las naciones modernas dispararan hombres en cohetes al espacio exterior, con amenaza de llevar al espacio sideral el desorden del hombre. Pero no hay que temer que, por medio de cohetes y satélites y hombres del espacio, los humanos hayan de desarreglar y perturbar el universo visible. En vez de eso, el bello orden y la armonía de los cielos se traerá acá abajo a la Tierra y se establecerá sobre un cimiento que no pueden derribar jamás hombres de mente maligna.
4, 5. (a) Con respecto a nuestra Tierra, ¿qué preguntas hacemos en cuanto al gran Creador de esos cuerpos celestes? (b) ¿Por qué no se puede comparar a nadie con él?
4 ¿No le gustaría a usted que el orden y la relación pacífica que existen entre los cuerpos celestes visibles se establecieran en la Tierra en nuestra generación? De seguro que el gran Productor, el gran Creador, quien colgó todos esos innumerables cuerpos celestes en el espacio sideral en tan hermoso arreglo y orden tan científico puede poner orden a su propio tiempo escogido en nuestra Tierra, que es meramente una motita en un universo sin límites. Escuche lo que él mismo dijo e hizo que se escribiera, traducido desde el lenguaje antiguo en que él habló al lenguaje moderno:
5 “¿A quién pues semejaréis a Dios, o qué comparación instituiréis para con él? . . . ¿No querréis saber? ¿no querréis escuchar? ¿nunca se os ha anunciado desde el principio? ¿nunca lo habéis entendido desde que fueron echados los cimientos de la tierra? Dios es aquel que se está sentado sobre el círculo de la tierra, y los habitantes de ella le son como langostas; el que extiende, como cendal, los cielos, y los despliega como pabellón que se tiende para habitación: el que reduce los príncipes a la nada; a los jueces de la tierra los ha hecho como la vacuidad misma. . . . ¿A quién pues me compararéis, para que yo sea como él? dice el Santo. ¡Levantad hacia arriba vuestros ojos, y ved! ¿Quién creó aquellos cuerpos celestes? ¿quién saca por cuenta su hueste? A todos ellos los llama por sus nombres; a causa de la grandeza de sus fuerzas y la pujanza de su poder, no deja de presentarse ni uno de ellos. . . . ¿Acaso tú no sabes? ¿acaso nunca lo has oído decir? ¡El Dios eterno, Jehová, el Creador de los fines de la tierra, no desfallece, ni aun se cansa: no hay quien escudriñe su entendimiento!”—Isa. 40:18-28, Mod.
6. ¿Qué escribió un rey poético de la antigüedad acerca de los cielos y su Hacedor?
6 También, un rey de la antigüedad que observó los cielos escribió estas palabras poéticas, según se traducen a lenguaje moderno: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento manifiesta la obra de sus manos. Un día a otro día transmite copiosamente el dicho, y una noche a otra noche divulga el conocimiento. No hay dicho, ni palabras, ni es oída su voz; empero por toda la tierra ha salido su melodía, y hasta los cabos del mundo sus palabras. Para el sol colocó pabellón en ellos, y éste, como esposo que sale de su tálamo, se regocija, cual hombre esforzado, para correr la carrera. Del un extremo de los cielos es su salida, y su rodeo hasta los cabos de ellos; y nada hay que se esconda de su calor. La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al simple; los preceptos de Jehová son rectos, que alegran el corazón.”—Sal. 19:1-8, Mod.
7. ¿A qué verdad testifican los cielos acerca de Dios, y qué, por lo tanto, significará su reino para toda la humanidad?
7 El estudio meditativo de los cielos por cualquiera testifica a la verdad que hace mucho tiempo escribió un oriental: “Dios no es Dios de confusión, sino de paz.” (1 Cor. 14:33, Mod) Para que el orden y la paz reemplacen a la confusión egoísta y mortífera aquí en la Tierra se requerirá acción por este Dios, cuya ley es perfecta, cuyo testimonio es puro, cuyos preceptos son correctos, cuya gloria se ve en todos los cielos aunque el hombre de vista débil no puede verlo a él mismo. Por lo tanto, una cosa que el reino de Dios significará para toda la humanidad es paz y buen orden universales, la remoción de la confusión desenfrenada.
8. ¿Qué significará el tener a Dios el Creador como rey en lo concerniente a las gobernaciones religiosas sobre la Tierra hasta ahora?
8 ¡Imagínese el tener a Dios como rey sobre toda la Tierra! Siendo el Creador de la Tierra y el hombre, él merece ser rey. No pudiéramos tener a nadie más alto que él como rey. Esto elimina el que dios humano alguno domine sobre nosotros, como el antiguo Faraón de Egipto, quien pretendía ser Dios y delante del cual sus súbditos tenían que arrastrarse sobre el vientre al acercarse a él; o dios humano alguno como los deificados Césares de Roma, a quienes se solía llamar “Su Divinidad”; o como el emperador del Japón, quien el 31 de diciembre de 1945 proclamó el principio de que el Tenno o Emperador japonés no era un dios que hubiera descendido de la diosa del sol Amaterasu. Otra cosa: El tener a Dios como rey no significa una teocracia terrena en que el sacerdocio católico romano o el sacerdocio ortodoxo griego gobiernen en tronos de oro y dicten instrucciones a políticos, hombres de negocio, jueces y policía y al pueblo en general. No significa una teocracia humana por el sacerdocio budista, o el sacerdocio hindúe, o el sacerdocio musulmán, o el sacerdocio sintoísta, o el clero religioso protestante, actuando como diputados del Rey celestial. Por siglos hemos tenido a estas autoridades religiosas dominando la vida de la gente, y por ello, ¿qué tenemos hoy? ¡Nada sino el actual desbarajuste terrenal!
9. En cuanto a gobernaciones terrestres, ¿qué ha permitido Dios particularmente desde 607 a. de la E.C.?
9 El reino de Dios quiere decir algo que difiere enormemente para el beneficio de la humanidad, del tener a esas autoridades religiosas dominando las cosas, dictando cosas, controlando el negocio y el empleo, presentándose como favoritos a los que son grandes en la política y a los ricos y regulándoles la vida a las masas de la gente. Fue en 607 a. de la E.C., o hace aproximadamente 2,570 años, que Nabucodonosor el rey de Babilonia llegó a ser el gobernante mundial. Particularmente desde entonces Dios permitió que las naciones tuvieran los gobernantes políticos que ellas mismas prefirieran. Ha dejado que los hombres hagan lo que quieran acerca de reyes y reinos, aun si quisieran eliminar a los reyes y establecer el dominio de los pueblos como en democracias y repúblicas.
10. ¿Cómo han actuado en cuanto a esos movimientos políticos los que han creído en el reino de Dios, y por qué?
10 Pero los que verdaderamente han creído en el reino de Dios no han tenido parte en esos movimientos políticos. Han actuado en armonía con la regla de acción que el escritor inspirado de Dios señaló a los cristianos de la Roma de los Césares de hace diecinueve siglos, diciendo: “Todos deben obedecer las autoridades que están sobre ellos, porque sin el permiso de Dios no puede existir ninguna autoridad.” (Rom. 13:1, UTA) Los cristianos verdaderos han obedecido esta regla de acción, porque han creído en el reino de Dios y han orado y esperado que obtenga el dominio mundial de la Tierra, para gloria de Dios y bendición sin fin de la gente.
11. (a) Después de toda la gobernación humana que Dios ha permitido, ¿qué quiere la gente hoy? (b) No obstante, ha llegado el tiempo para que Dios haga ¿qué?
11 Por suficiente tiempo ya Dios ha dejado que la gente y sus gobernantes hagan lo que quieran en la Tierra. Después de toda la experiencia que la humanidad ha tenido hasta ahora, para ahora debería haber tenido suficiente del gobierno humano sin el Dios verdadero. Pero hoy, principalmente debido a que rehúsa saber de algo mejor o debido a no tener fe en nada mejor, la gente se deja gobernar por llamadas Potestades Superiores o “autoridades superiores” de la clase humana, incluyendo democracias o repúblicas de estilo occidental o de estilo oriental. La gente ya ha tenido su oportunidad; y el que Dios le haya permitido lo que ella ha deseado o escogido le ha dejado llegar al actual estado mundial de asuntos. El que la gente haya hecho lo que quería no le ha sido de provecho, a juzgar por los resultados. Aun así, no quieren a Dios como rey. Pero prescindiendo de los deseos de la gente y sus caudillos políticos, comerciales y religiosos, el tiempo de Dios para permitir esta manera de dominar la Tierra se está acabando. Se ha acercado el tiempo de él para establecer el Reino.
12. (a) ¿Por qué tiene Dios derecho a establecer su reino sobre la Tierra? (b) ¿Por qué es de esperarse que él haga eso?
12 ¿Quién se atreve a negar que en cualquier tiempo Dios tiene el derecho de establecer su reino? La Tierra es creación de él y le pertenece, y todos nosotros somos sus criaturas y dependemos de él para vida y toda otra cosa buena. (Sal. 24:1) Este Dios, que produjo el movimiento y arreglo ordenado de todos los cuerpos celestes que hay sobre nosotros, tiene el poder y la sabiduría que se necesitan para establecer un reino perfecto y justo sobre nosotros los que habitamos Su Tierra. Él ha prometido que hará esto en un tiempo definido. Su promesa está escrita en el Libro para escribir el cual él inspiró a sus siervos fieles, la Sagrada Biblia. Cuando su Hijo Jesucristo estuvo en la Tierra como hombre hace diecinueve siglos, enseñó los adoradores de Dios a orar a Dios: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Esa oración que por tanto tiempo han orado los verdaderos seguidores de Jesucristo, tendrá contestación del Dios Todopoderoso, pues está en armonía con su propia voluntad.
13. ¿Por qué no podía menos que fracasar el que cualquier grupo religioso tratara de transformar las potestades políticas en el reino de Dios, y quién verdaderamente ha fallado en cuanto a lograr eso?
13 Por permiso de Dios durante el tiempo que él ha permitido para ello hemos tenido en control o dominio político de la Tierra hasta ahora a las llamadas Potestades Superiores o “autoridades superiores.” Estas han sido establecidas por permiso de Dios según su arreglo de los asuntos del hombre. Por lo tanto cualquier grupo religioso que tratara de transformar estas mundanas Potestades Superiores en el reino de Dios por Cristo no podía menos que fracasar con tal falsificación religiosa. Las condiciones mundiales de hoy prueban que la cristiandad ha fallado. Probado está que no es instrumento en las manos de Dios, no es parte del reino de Dios.—Rom. 13:1, 2.
14, 15. (a) ¿Según qué lección que se enseñó en los días de Nabucodonosor serán puestas en funciones las autoridades gobernantes en el nuevo mundo de Dios? (b) ¿A quién, pues, se dará la gobernación mundial?
14 Cuando Dios reemplace a las actuales Potestades Superiores con su propio reino sobre la humanidad, Dios nombrará y pondrá en funciones directamente a las Autoridades Gobernantes de su nuevo mundo justo. Demostrará la lección que le enseñó al rey Nabucodonosor de Babilonia hace veinticinco siglos. La lección es ésta, que “el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad y que al que quiere, lo da y coloca sobre él aun al más humilde de la humanidad.” (Dan. 4:17, 25, 32) Ese es su Hijo celestial, quien llegó a ser el humilde hombre Jesucristo; y éste compartirá el reino con su congregación de fieles seguidores humildes a quienes exaltará de la Tierra al cielo. En nuestro tiempo Dios hará realidad la visión que su profeta Daniel tuvo en la Babilonia antigua:
15 “¡Vea allí! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien semejante a un hijo de hombre; y consiguió acceso al Anciano de Días, y lo hicieron subir cerca aun delante de Aquél [Jehová Dios]. Y a él le fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguas, todos le sirvan aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno al que no se le reducirá a ruinas.”—Dan. 7:13,14.
LO QUE SIGNIFICARÁ PARA NOSOTROS
16. ¿Qué demostró Jesucristo, cuando estuvo en la Tierra, que será realidad en cuanto a alimentar a la humanidad bajo el reino de Dios?
16 ¡Oh lo que eso querrá decir para todos los pueblos y grupos nacionales de todo lenguaje! Hoy día el hambre aflige grandes porciones de la Tierra, y como cosa regular la mitad de la población del mundo no consigue suficiente alimento y padece de desnutrición. Cuando Jesucristo, quien se llamó “el Hijo del hombre,” estuvo aquí en la Tierra, rehusó hacer un milagro de convertir piedras en pan para satisfacer su hambre. Pero un día, después de impartir enseñanza a la gente, alimentó a una multitud de más de cinco mil personas, y en otro día a su auditorio de más de cuatro mil personas, multiplicando milagrosamente unos cuantos panes y pescados. Debido a que Jesucristo tenía este poder de alimentar a la gente milagrosamente, muchos quisieron echar mano de él y hacerlo su rey terrenal. Pero él rehusó dejar que esto aconteciera. (Mat. 4:1-4; 15:29-38; Juan 6:1-15) Pero cuando él deja que Dios lo haga rey sobre toda la humanidad y cuando toma el lugar de las Potestades Superiores actuales sobre la gente, él se encargará de que todos los que lleguen a ser sus súbditos obedientes en la Tierra se alimenten bien. Nunca habrá hambre.
17. (a) Con respecto a esto, ¿qué hará Jesucristo en cumplimiento del Salmo 72? (b) ¿Cómo probará así que es “algo más que Salomón”?
17 Como el rey nombrado por Dios sobre la humanidad Jesucristo hará realidad cumplida esta profecía concerniente a su reino, que dice: “El librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a quienquiera que no tiene ayudador. Se compadecerá del humilde y el pobre, y las almas de los pobres las salvará. De la opresión y de la violencia redimirá su alma, y la sangre de ellos será preciosa a su vista. Llegará a haber mucho grano sobre la tierra; en la cumbre de las montañas habrá sobreabundancia. Su fruto será como en el [monte] Líbano, y los que son de la ciudad florecerán como la vegetación de la tierra.” (Sal. 72:12-14, 16) La abundancia de alimento será como la de los días del sabio y pacífico rey Salomón, de quien la Biblia dice: “[Los de] Judá e Israel eran muchos, como los granos de arena que están junto al mar en cuanto a multitud, comiendo y bebiendo y regocijándose. Y Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera, desde [la ciudad de] Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón.” (1 Rey. 4:20, 25) Esta es una notable manera en que Jesucristo demostrará ser lo que dijo, “algo más que Salomón.”—Mat. 12:42.
18. Aun en su mismo caso, ¿qué alimento puso Jesucristo antes que el alimento de clase material, y cómo mostrará eso en su reino?
18 No obstante, Jesucristo puso el alimento espiritual antes que el alimento material cuando dijo a nuestro gran enemigo, Satanás el Diablo, estas palabras de la Santa Biblia: “El hombre ha de vivir, no solo de pan, sino de toda declaración que procede de la boca de Jehová.” (Mat. 4:4; Deu. 8:3) En su reino él atenderá no solo las necesidades materiales sino especialmente las necesidades espirituales de todos sus súbditos fieles. Los alimentará con alimento espiritual, tal como hizo cuando estuvo aquí en la Tierra. Les dará la verdad pura acerca de Jehová Dios y la manera correcta de adorar y servirle por medio de hacer su voluntad perfecta. Esto los alimentará y fortalecerá para obtener vida eterna en el nuevo mundo de Dios; y nunca serán corrompidos por la abundancia material de modo que hagan de su vientre su dios. Por puro amor y aprecio al gran Proveedor celestial de todo esto se sentirán impelidos a adorarlo.
19. ¿Cómo predice el capítulo 25 de Isaías un efecto como ése de la bondad de Dios en la humanidad bajo su reino?
19 Ese efecto de la bondad de Dios en los hombres se predice en la profecía de Isaías con estas, palabras: “Y Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todas las gentes, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite llenos de medula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado. Y en esta montaña ciertamente se tragará el rostro del envolvimiento que está envolviendo sobre todas las gentes, y la obra de tejido que está entretejida sobre todas las naciones. Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro. Y el oprobio de su pueblo lo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado. Y en aquel día uno ciertamente dirá: ‘¡Mira! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él.’” (Isa. 25:6-9) Debido al alimento espiritual apropiado para corazón y mente los súbditos fieles del reino de Dios no harán del materialismo su dios.
UN PARAÍSO DE BUENA SALUD
20. (a) ¿Qué tendrá que acompañar al que se provea suficiente alimento? (b) ¿Cómo se destacará Jehová en contraste con los dioses a quienes oran las naciones?
20 El que se provea suficiencia de alimento para alimentar a una población mundial que por mucho sobrepasará a la de hoy tendrá que estar acompañado por cambios en el clima de la Tierra y la condición del suelo y también por control de los insectos. La falta de lluvia en largas extensiones de la Tierra, estación tras estación, aflige con hambre a millones de personas. El sistema de distribución del abastecimiento de alimento que haya no cumple con lo que requiere la situación. Muchos mueren por falta de alimento y bebida. Millones innumerables de personas están débiles y macilentas por no tener suficiente alimento; y el espíritu de rebelión contra las Potestades Superiores terrenales está aumentando y extendiéndose. Esto sobresale en sombrío contraste con las condiciones ideales de clima y terreno y riego que no podrán menos que existir bajo el reino de Dios. En contraste agudo con los dioses de las naciones a quienes la gente ora por lluvia que sacie al terreno tostado, o de quienes la esperan, Jehová Dios es el gran Hacedor de Lluvia. Aun sus profetas del tiempo antiguo sabían eso; y su profeta Jeremías se dirigió a él y dijo: “¿Existe entre los ídolos vanos de las naciones alguno que pueda derramar lluvia, o pueden aun los cielos mismos dar aguaceros copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y nosotros esperamos en ti, porque tú mismo has hecho todas estas cosas.” (Jer. 14:22) La historia prueba que él las ha hecho.
21. ¿Qué hizo Jehová en cuanto a abastecimiento de agua para Israel en el desierto, y según Isaías 41:17-20 qué promete hacer?
21 Es historia bien sabida que Jehová Dios abrió milagrosamente fuentes de agua cuando condujo a su pueblo escogido por mano de Moisés a través del desierto a la “tierra que mana leche y miel.” Él mismo usa esos acontecimientos históricos como ejemplos de lo que hará para la gente por medio de su reino. He aquí una promesa profética de él: “Los afligidos y los pobres están buscando agua, pero no hay ninguna. Debido a la sed su misma lengua se ha secado. Yo mismo, Jehová, les contestaré. Yo, el Dios de Israel, no los dejaré. Sobre cerros pelados abriré ríos, y en medio de los llanos de los valles, manantiales. Haré del desierto un estanque juncoso de agua, y de la tierra sin agua fuentes de agua. En el desierto pondré el cedro, la acacia y el arrayán y el árbol de aceite. En el llano del desierto colocaré el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo; para que la gente vea y sepa y preste atención y tenga perspicacia al mismo tiempo, que la misma mano de Jehová ha hecho esto, y el Santo de Israel ha creado esto él mismo.”—Isa. 41:17-20.
22, 23. (a) Con esos abastecimientos de agua, ¿qué le pasará a esta Tierra, y cómo confirmó Jesús esto antes de morir? (b) ¿Qué comparación habrá entre esto y el Paraíso en que vivieron una vez Adán y Eva?
22 Bajo ese riego de las partes áridas de la Tierra y la distribución apropiada de los abastecimientos de agua, ¿qué le pasará a esta Tierra? Por estas provisiones de Dios y por su bendición sobre el trabajo que ejecuten los súbditos de su reino toda la Tierra se convertirá en un paraíso, un hermoso parque que será el hogar eterno de la humanidad obediente. En ningún lugar será la condición de esta Tierra un oprobio al reino de Dios que la gobierna, sino que por todas partes será una gloria a Dios su Creador. Aun Jesucristo, cuando moría en sacrificio en un madero fuera de los muros de Jerusalén, esperaba la restauración del paraíso a esta Tierra después que Dios lo levantara de entre los muertos y lo instalara en el Reino. Cuando un hombre compadecido moría al lado de Jesús le dijo: “¡Jesús! acuérdate de mí cuando entres en tu reino,” Jesús contestó: “En verdad te digo en este día: Conmigo estarás en el Paraíso.” (Luc. 23:42, 43, Ro) En belleza, deleite y fecundidad sostenedora de la vida este Paraíso será igual al que el primer hombre y la primera mujer perdieron debido a pecar contra Dios.
23 Pero este Paraíso no existirá solo en el Oriente Medio. Toda la Tierra será convertida en un paraíso, lleno de gente perfecta. Este proyecto que el primer hombre y la primera mujer no llegaron a ejecutar lo logrará gloriosamente el reino de Dios por Cristo.
VIDA Y RESURRECCIÓN
24. ¿Cuánto tiempo se podrá vivir en ese Paraíso, y cómo afectará al estado de la salud el vivir allí?
24 Pensando en ello, ciertamente sería terrible el morir y dejar un lugar tan hermoso y agradable como ese Paraíso. Sí, lo sería; pero el reino de Dios hará posible que la gente obediente viva en ese Paraíso para siempre, en paz con Dios y su Rey Jesucristo y en paz unos con otros y con todos los animales, aves y criaturas de las aguas. No habrá guerras que maten a nadie. Habrá desarme completo y universal; y el crédito por esto irá, no al comunismo irreligioso o a las Naciones Unidas, sino al reino de Dios. (Miq. 4:1-5) Teniendo sobre sí un gobierno perfecto, y teniendo un Paraíso pacífico en el cual vivir, con aire puro para respirar y agua incontaminada para beber y muchos alimentos saludables para comer, la salud de la gente debería mejorar y hacerse perfecta.
25. (a) Debido a su muerte sacrificatoria, ¿qué podrá hacer para la humanidad el Rey Jesucristo? (b) ¿Cómo asocia la gobernación y la salud Isaías 33,22, 24?
25 Sin embargo, su Rey Jesucristo una vez murió por estas personas, dando su humanidad perfecta en muerte sacrificatoria por ellas. Este hecho hará posible que él quite la condenación de muerte bajo la cual todo hombre nació debido al pecado de nuestros primeros padres. (Rom. 5:12-14) Así el reino de Dios por Cristo podrá elevar a la humanidad fiel y obediente a la perfección humana que tuvieron sus primeros padres, Adán y Eva, cuando Dios los creó y los puso en el Paraíso de Edén. La enfermedad mortífera será extirpada, tan ciertamente como que Jesucristo, cuando estuvo en la Tierra, curó al enfermo, hizo ver al ciego, oír al sordo, hablar al mudo, caminar al cojo, y limpió leprosos y levantó muertos a la vida, aun a un hombre que había estado muerto por cuatro días. Esto será resultado de que Dios gobierne como Rey por medio de su Cristo. La profecía de Isaías (33:22, 24) asocia la gobernación y la salud, diciendo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. Y ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo.’ El pueblo que está morando en la tierra será aquel al que se le perdone su error.”
26, 27. (a) ¿Por qué esas cosas no serán muy buenas para solo la gente que esté viviendo entonces? (b) ¿Qué clase de Dios había de ser él a Abrahán, Isaac y Jacob, según lo que le dijo a Moisés en el espino?
26 Muy bueno para los que estén viviendo, dice usted, pero ¿qué hay de los miles de millones de personas que han muerto? ¿Qué hay de los profetas fieles de Dios que murieron hace miles de años, como Abrahán, Isaac y Jacob y Moisés? Nos alegra contestar que hay esperanza brillante en cuanto a los muertos. Nosotros no somos como la secta religiosa de los judíos saduceos que no extendían esperanza alguna en cuanto a los muertos, al no creer que los muertos serían resucitados a la vida de nuevo bajo el reino de Dios. A los que no creían en una resurrección, Jesucristo dijo concerniente a los que son levantados a la vida de nuevo: “Son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. Pero el que los muertos son levantados aun Moisés lo expuso, en el relato acerca del espino, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob.’ Él es Dios, no de los muertos, sino de los vivos, porque para él todos ellos están viviendo.”—Luc. 20:36-38.
27 Mirando adelante, Dios vio a Abrahán, Isaac, Jacob y el resto de los muertos viviendo de nuevo bajo su reino por Cristo. Aunque Abrahán, Isaac y Jacob estaban muertos para cuando vivió su descendiente Moisés, Dios estaba tan seguro de efectuar su propósito de levantar a la vida a los muertos que habló de ser, no un Dios del pasado, sino el futuro Dios de Abrahán, Isaac y Jacob, como si ellos estuvieran vivos en aquel tiempo.
28. ¿Qué resurrección efectuó Dios como garantía de que levantaría los muertos a la vida bajo su reino?
28 Para darnos una prueba o garantía de que bajo su reino él levantaría a los muertos, Dios levantó de entre los muertos al mismo a quien hace rey de toda la Tierra, a saber, a Jesucristo su hijo. El apóstol cristiano Pablo, quien vio milagrosamente a Jesucristo y habló con él después que éste había sido resucitado de entre los muertos, dice lo siguiente: “Ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos, las primicias de los que se han dormido en la muerte. Pues como la muerte es por medio de un hombre [Adán, el esposo de Eva], la resurrección de los muertos es también por medio de un hombre [Jesucristo sacrificado].” Este mismo testigo de la resurrección de Jesucristo dijo también al más elevado tribunal de jueces de la Grecia antigua: Dios “ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada en justicia por medio de un hombre a quien ha nombrado, y él ha proporcionado una garantía a todos los hombres con haberlo resucitado de entre los muertos.”—1 Cor. 15:20, 21; Hech. 17:31.
29, 30. (a) ¿Están los muertos humanos en un mundo de espíritus o transmigrados? (b) ¿Por qué no será su resurrección una transmigración del alma, y por cuánto tiempo tendrán oportunidad de vivir?
29 Nuestros muertos humanos no están vivos en algún lugar en un mundo invisible de espíritus. Sus almas no han transmigrado de sus cuerpos humanos personales a los cuerpos de animales, aves, insectos, peces, o alguna otra persona humana. La Palabra de Dios dice que son almas muertas, almas que duermen en la muerte en espera de una resurrección bajo el reino de Dios, aunque nunca oyeran del reino de Dios en vida. Los muchos miles de millones de ellos no son demasiados para que Dios los recuerde, puesto que los incontables miles de millones de estrellas son muchas veces más en cantidad que todos nuestros muertos, y sin embargo Dios conoce y nombra todas esas estrellas.
30 Dios tiene un registro perfecto de todos los muertos y puede reproducirlos aquí en esta Tierra. El registro de Dios no se ha ido desvaneciendo porque la gente haya estado muerta por tanto tiempo. La resurrección que él les dará por medio de Cristo será una re-creación de ellos con su misma personalidad y desarrollo mental. Por lo tanto la resurrección no será una transmigración de los muertos a los cuerpos de nueva gente que nazca por primera vez bajo el reino de Dios. La gente de esta generación que viva y entre en los tiempos del Reino conocerá a sus amados y amigos que han muerto cuando éstos sean resucitados. Abrahán, Isaac y Jacob se conocerán en la resurrección. Eso será cierto de todos los demás, incluyendo a aquel hombre amistoso que Jesús dijo que estaría en el Paraíso al entrar Jesús en su reino. Todos estos resucitados tendrán la grandiosa oportunidad de obtener vida eterna bajo el reino de Dios por medio de hacer la voluntad de Dios y obedecer a su Rey, Jesucristo. Disfrutarán de vivir en el Paraíso, bajo la Luna, sin querer ir a la Luna.
¡SE HA ACERCADO!
31, 32. (a) Debido a lo deseable que es el reino de Dios, ¿cuál es, naturalmente, nuestro deseo, y en cuanto a esto qué se puede decir ahora? (b) ¿Qué pasaría si la venida del reino de Dios dependiera de la cristiandad, y qué prueba matemática muestra eso?
31 Verdaderamente el reino de Dios significará todo lo que la humanidad pudiera desear. ¡Naturalmente el deseo de todo humano que cultiva fe en ese reino es que venga en nuestro día! A todo el que eso desea le podemos decir bíblicamente que el reino de Dios se ha acercado. Por eso es que deben cobrar valor, porque quizás sigan viviendo y entren en sus indescriptibles bendiciones y regocijos. Pero, ¿por qué tenemos tanta confianza en que el reino de Dios está tan cerca que esta generación vivirá para disfrutar de la experiencia de su gobierno benigno? ¿Por qué no faltan millares de años para el Reino, hasta que la cristiandad haya convertido al mundo al cristianismo? Bueno, si el reino de Dios tuviera que esperar hasta que la cristiandad convirtiera al mundo al cristianismo, el reino de Dios jamás vendría.
32 Para ilustrarlo: The World Almanac para 1955 dijo que la población del mundo para ese tiempo era de 2,400,000,000 de personas, de las cuales 787,016,933 afirmaban ser cristianas. Siete años después, The World Almanac para 1962 dijo que la población del mundo era de 2,971,800,000 personas, de las cuales 888,803,026 afirmaban ser miembros de la cristiandad. Eso quiere decir 101,786,093 más “cristianos” en el período de siete años. ¿Pero qué hay de la población mundial? En ese período de siete años aumentó por 571,800,000. En otras palabras, la población del mundo ha aumentado a una proporción 5.61 veces mayor que el número de los llamados cristianos. En 1955 había 1,612,983,067 no cristianos, pero en 1962 había 2,082,996,974 no cristianos. Así que en vez de irse cerrando la brecha entre el número de no cristianos y el número de “cristianos,” cada año se hace tremendamente más ancha. Y así en verdad debe ser, pues la Biblia no profetiza que la cristiandad convertirá alguna vez al mundo al cristianismo y así establecerá el reino de Dios. Más bien, la Biblia profetiza que se apostataría de la verdadera fe cristiana. La cristiandad misma es una evidencia o expresión de este apostatar del cristianismo. Por eso la cristiandad no tiene paz y unidad hoy.—2 Tes. 2:1-12.
33, 34. (a) Por lo tanto, ¿a qué información debemos acudir para el espíritu de valor, y por qué? (b) Desde 1914, ¿a través de qué hemos vivido, de lo cual queremos saber el significado?
33 El depender de que la cristiandad convirtiera al mundo y trajera el reino de Dios llevaría a pérdida de valor. Así que debemos dirigirnos a la Palabra de Dios, la Biblia, por el espíritu de valor. La Palabra de Dios es el Libro que pone significado en la historia humana, el verdadero significado. Da la interpretación verdadera de los acontecimientos de la historia desde el año 1914. Hemos vivido a través de un tiempo —inspirador de temor desde 1914, y todavía no ha terminado. ¿Qué significa? Desde 1914 hemos vivido a través de dos guerras mundiales, la segunda peor que la primera. Hemos visto introducirse en la guerra moderna el poder atómico, bajo el escudo de la más poderosa nación de la cristiandad. No han terminado todavía las pestilencias, las hambres y los terremotos que han hecho mella grande en la población del mundo. Hemos visto un aumento en el desafuero, con violencia que debe ser peor que la que existió en los días de Noé antes del diluvio en que todo el viejo mundo fue destruido.—Gén. 6:11-13; 2 Ped. 3:6.
34 A esto debemos añadir el derrumbe en la moralidad por todas partes, el aumento de las enfermedades sociales, la fragmentación de imperios, una explosión de población mundial con distribución inadecuada de alimentos, armamentos de proyectiles con casco guerrero nuclear, el disparo de los cuales sería seguido por una tormenta de fuego que quemaría una región más grande que la de Sodoma y Gomorra y las otras ciudades del llano del Jordán.
35. ¿Cuál es el arma más reciente que se tiene propósito de usar en la guerra, con efectos de gran alcance?
35 Y ahora lo último que se propone es una “bomba asteroide,” que sería un cohete lo suficientemente poderoso como para sacar a un planeta pequeño de su órbita alrededor del Sol y enviarlo a estrellarse contra una región que serviría de blanco aquí en la Tierra. Describiéndola, un científico dijo: “Una sola bomba asteroide que diera en Kentucky acabaría con toda la mitad oriental de los Estados Unidos,” a lo que seguirían sacudidas sísmicas que “derribarían edificios por todo el continente norteamericano.” El científico dijo que la Unión Soviética debería tener un cohete de esa clase para 1970 o antes. ¿No es éste en verdad un tiempo para temor?—Times de Nueva York del 19 de enero de 1962.
36. ¿Qué palabras de Jesús muestran si éste debe ser o no un tiempo para temor de parte de sus seguidores?
36 ¿Tiempo para temor? ¡No! dice un hombre que venció al mundo. Ese hombre fue Jesucristo, el Rey nombrado para el reino que Dios prometió. En la noche de la pascua del año 33, solo algunas horas antes de que lo mataran en un madero por predicar el reino de Dios, Jesús dijo a sus apóstoles leales: “Les he dicho estas cosas para que por medio de mí tengan paz. En el mundo tendrán tribulación, pero ¡cobren valor! yo he vencido al mundo.”—Juan 16:33.
37. Hoy el ceder al temor o el cobrar valor sería seguir ¿qué proceder?
37 Hoy día, el que cualquiera ceda al espíritu de temor significa irse por donde va el mundo. Pero el cobrar valor significa obedecer lo que Jesús nos dice que hagamos y hallar paz e intrepidez por medio de él. Hace diecinueve siglos cuando estaba a pocas horas de ser clavado en un madero a morir, pudo decir a sus seguidores que cobraran valor a pesar de las tribulaciones que tendrían en el mundo, tribulaciones que no serían mayores que las tribulaciones por las cuales pasaba él entonces. Allá en aquel tiempo él, su Caudillo, había vencido al mundo porque él no dejó que el mundo quebrara la lealtad de él al reino de Dios por medio de causarle tribulación a él.
38. ¿Por qué tiene Jesús aun más razón hoy para decirnos que cobremos valor, y cómo podemos saber que esta razón es segura?
38 Hoy día Jesucristo tiene aun más razón para decirnos que cobremos valor. ¿Por qué? Porque ahora él ha entrado en su reino como el ungido de Dios, instalado Rey para el nuevo mundo. No hay lugar a dudas en cuanto a esto. Las mismas cosas que hemos experimentado en este mundo desde el año 1914 son prueba de que él ha entrado en su reino. Podemos saber esto, porque él predijo que estos acontecimientos y condiciones mundiales serían prueba visible, tangible, de que él había sido instalado en el trono celestial en 1914. Ese fue el año en que estalló la I Guerra Mundial y empezó a venir toda esta dificultad.
39, 40. (a) ¿Cómo proveyó Jesús la interpretación verdadera de los acontecimientos de nuestra generación desde 1914? (b) Según cosas que dijo, ¿de qué son prueba las tribulaciones que sus seguidores han experimentado?
39 Jesucristo el Rey predijo estas cosas con gran lujo de detalles, extendiéndose por cuatro capítulos de la Biblia, en contestación a la pregunta que hicieron cuatro de sus apóstoles: “Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo, capítulos 24, 25; Marcos, capítulo 13; Lucas, capítulo 21) Jesús proveyó el verdadero significado, la interpretación verdadera, para los acontecimientos de nuestra generación desde 1914. Su interpretación es que él llegó a estar presente en su reino celestial prometido en 1914, el año en que este sistema de cosas mundano entró en su tiempo del fin. Además, las mismas tribulaciones que sus seguidores verdaderos han experimentado desde 1914 son parte de la “señal” o prueba visible de que el Reino se ha acercado y de que este sistema de cosas se enfrenta a su fin completo. Al dar su profecía Jesús dijo a sus apóstoles, en Mateo 24:9-13:
40 “Entonces la gente los entregará a ustedes a la tribulación y los matará, y ustedes serán objetos de odio de parte de todas las naciones por causa de mi nombre. Entonces, también, a muchos se les hará tropezar y se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. Y muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; y debido al aumento del desafuero el amor de la mayor parte se enfriará. Pero el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo.”
41. (a) ¿A qué se debe que haya todavía un resto de fieles seguidores ungidos aún en la Tierra? (b) Según Jesús, ¿qué actitud deben adoptar debido a las cosas que están ocurriendo?
41 Un resto de estos fieles seguidores ungidos está aquí en la Tierra con nosotros hasta este día, a pesar de toda la tribulación desde 1914. Esto se debe a que han vencido al mundo, como su Caudillo Jesucristo. Pero todavía no ha llegado la victoria final de ellos. Todavía tienen que completar su vencimiento de este mundo. Para hacer esto, deben continuar aguantando tribulación hasta el fin de este mundo o sistema de cosas. Así pues, las palabras triunfantes de Jesucristo deben seguir resonando en sus oídos: “¡Cobren valor!” Deben mantener la actitud que él les dijo que adoptaran en su profecía que predecía las evidencias que marcarían el fin de este sistema de cosas mundano. Después que había predicho la situación mundial que se desarrollaría desde 1914 en adelante, les dijo: “Los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria. Pero al empezar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se está acercando.” ¿No sería eso suficiente razón para que cobraran valor?—Luc. 21:26-28.
42. (a) El hecho de que la liberación está cerca para éstos significa también ¿qué otra cosa? (b) ¿En qué cosa apropiada del Sermón del Monte de Cristo creen ellos ahora?
42 Cerca está ahora la liberación para el resto fiel de estos herederos del reino celestial de Dios. Felizmente este medio de liberación también está cerca para personas de todas las naciones, razas, colores y lenguajes que ahora se interesan en el reino de Dios por Cristo y que le dan el primer lugar en su vida. Estas personas creen en el famoso Sermón del Monte de Cristo. Creen en todo ese Sermón, no solo en la llamada Regla Aurea que se encuentra en él, a saber: “Todas las cosas, por lo tanto, que quieren que los hombres les hagan, también de igual manera deben hacérselas a ellos.” Creen también en estas palabras de ese Sermón: “Por eso nunca estén ansiosos y digan: ‘¿Qué habremos de comer?’ o, ‘¿Qué habremos de beber?’ o, ‘¿Qué habremos de vestir?’ Porque todas éstas son las cosas que las naciones buscan con anhelo. Porque su Padre celestial sabe que necesitan todas estas cosas. Sigan, pues, buscando primero el reino y su justicia, y todas estas otras cosas les serán añadidas.”—Mat. 7:12; 6:31-33.
43. (a) Para tener valor para obedecer esas palabras, ¿qué tenemos que tener? (b) ¿Por qué es el reino de Dios la cosa más popular de toda la creación?
43 Se necesita valor para seguir estas palabras del Sermón del Monte. Para tener tal valor tenemos que tener fe en Dios el Padre celestial. Sin embargo, tenemos razón para tener fe en que se ha acercado el reino establecido de Dios y que su reino nos apoya. Aun en estos días de las Naciones Unidas con más de cien naciones como miembros, el reino de Dios es la cosa más popular de toda la creación visible e invisible. ¿Pero cómo es esto, cuando hay oposición internacional tan grande a él y cuando los que lo predican son odiados y perseguidos? Es porque todos los santos ángeles de los cielos de Dios están a favor de su reino por Cristo. Estos ángeles están de parte nuestra si nosotros estamos a favor de la misma cosa que ellos.
44. (a) ¿Qué se puede decir acerca de esos ángeles como ejército? (b) ¿Cuándo pelearán la batalla culminante, y con qué resultado?
44 Esos ángeles, cuya cantidad es innumerable para nosotros, son el mejor ejército de toda la creación. Nunca han perdido una batalla, de modo que hayan desilusionado a su Dios o traído oprobio de derrota a su nombre glorioso. Ya, según la profecía bíblica que describe el orden de los acontecimientos en los cielos espirituales invisibles, han peleado por el reino de Dios, después que éste fue instalado en 1914. Como resultado de esto el principal opositor Reino, Satanás el Diablo, y sus demonios han sido echados de los cielos santos abajo a nuestra Tierra a esperar aquí su Armagedón de derrota. Y en esa guerra universal del Armagedón los ángeles de Dios pelearán la batalla culminante para el reino de Dios, bajo el acaudillamiento de su Rey Jesucristo. Este mundo, es decir, este sistema de cosas, caerá en destrucción. El reino de Dios saldrá victorioso, y reinará para siempre para bendición de la humanidad.—Apo. 12:1-12; 19:11-21.
CÓMO COBRAR VALOR
45, 46. (a) ¿Qué será el Armagedón en la experiencia de la humanidad? (b) ¿Qué no será movido entonces, y por lo tanto la confianza expresada de quién podemos tener durante las angustias del mundo?
45 La destrucción de este sistema mundial de cosas por el Armagedón traerá el mayor tiempo de dificultad que los hombres habrán experimentado desde el diluvio global del día de Noé. Eso es lo que dice la profecía de Jesús. (Mat. 24:21, 22, 37-39) El cimiento o fundamento mismo de este perturbado sistema de cosas le será quitado de debajo y será arrojado, por decirlo así, en las oscuras profundidades de los océanos. Será como si el mismo suelo estuviera siendo movido de debajo de los pies de los hombres. Pero el reino de Dios nunca será movido o quitado; y mientras lo busquemos primero y anclemos nuestra esperanza en él, podemos tener la confianza que hallamos expresada en el profético Salmo 46, versículos 1 a 7:
46 “Para nosotros Dios es refugio y fuerza, una ayuda que habrá de hallarse prontamente durante angustias. Por eso no temeremos, aunque la tierra sufra cambio y aunque las montañas bamboleen y caigan dentro del corazón del vasto mar; aunque sus aguas sean ruidosas, y hagan espuma, aunque las montañas se mezan por su alboroto. Hay un río cuyas corrientes hacen que se regocije la ciudad de Dios, el santísimo magnífico tabernáculo del Altísimo. Dios está en medio de la ciudad; no se le hará bambolear. Dios la ayudará al aparecer la mañana. Las naciones se hicieron ruidosas, los reinos bambolearon; él hizo sonido con su voz, la tierra procedió a derretirse. Jehová de los ejércitos es con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura para nosotros.”
47. (a) ¿En línea con qué se pondrán los que tienen ese valor piadoso, y con qué oración? (b) ¿Qué instrucciones apostólicas concernientes a las potestades políticas seguirán, y cómo?
47 Los que tienen este valor verdaderamente piadoso hoy día se mantendrán en línea con Jehová de los ejércitos, el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob. Orarán que venga su reino con destrucción para este sistema de cosas mundano, tal como Jesucristo nos enseñó a orar en su Sermón del Monte: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) No se adelantarán a esa venida del reino de Dios y secretamente establecerán un gobierno rebelde en el destierro y usarán violencia para obligar a la gente a ponerse de parte del reino de Dios. Seguirán pacíficamente las instrucciones del apóstol en Romanos 13:1, 5: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas en sus posiciones relativas por Dios. Hay, por lo tanto, razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira [expresada por estas autoridades superiores] sino también por causa de su conciencia.” Los cristianos verdaderos saben que nunca pueden derribar este sistema de cosas mundano. Saben que se ha acercado el tiempo de Dios en que él lo hará.
48. ¿Cómo podemos cobrar valor, y por qué es necesario aun en la cristiandad?
48 Es fácil decirle a la gente: “¡Cobren valor!” pero ¿cómo puede la gente cobrar valor cuando el movimiento de los asuntos del mundo es tan atemorizante hoy día? La única manera de hacerlo es estudiando la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Esta nos dice convincentemente quién es Dios y lo que su reino significa para nosotros. Hoy es cosa general el no creer en el Dios de la Biblia, aun en la cristiandad. Por lo tanto, aun el confesar fe en este Dios exige valor en medio de un mundo que se burla. Además, el creer que este Dios establecerá su reino, no por medio de conversión mundial por la cristiandad, sino por acción directa de parte de Dios con una calamidad mundial, exige aun más valor.
49. ¿Qué tenemos que hacer acerca de la Biblia y lo que promete?
49 Pero, ¿cómo podemos buscar a este Dios que es un refugio para nosotros a menos que aprendamos acerca de él? ¿Cómo podemos buscar primero su reino si quedamos en desconocimiento de él y su importancia vital para nosotros? Por lo tanto es absolutamente necesario que consigamos una Biblia y la estudiemos y aprendamos sus animadoras promesas y las creamos. Tenemos que orar a este Dios que ha hecho todas estas preciosas promesas, asegurándonos que este mundo será quitado y el reino de Dios será establecido y traerá un nuevo mundo justo, junto con la resurrección de los muertos y el cultivo de un paraíso por toda la Tierra.
50. Por medio de la Biblia, ¿qué debemos aprender, y cómo debemos desplegar nuestro valor de convicción?
50 Por lo tanto familiarícese con el Libro del Reino, la Biblia. Aprenda a conocer al Rey de ese reino, a Jehová Dios, y a su Cristo, Jesús, quien amó a la humanidad y murió en sacrificio por ella. Aprenda por qué el Reino y su triunfo en nuestra generación son cosa garantizada. Aprenda por qué es el gobierno inevitable para toda nuestra Tierra y para todas las gentes. Entonces comparta este conocimiento salvavidas con otros. Despliegue su valor de convicción tomando parte en el cumplimiento de una gloriosa profecía que aplica durante el “tiempo del fin” de este sistema de cosas. ¿Cuál profecía? La que Jesús dijo que se realizaría como parte de la evidencia de que él está presente en su reino y de que este mundo está en su “tiempo del fin.” Esta es la profecía: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada como testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”—Mat. 24:14; Dan. 12:4.
51. (a) ¿Por qué no es necesario hacer esta predicación a solas? (b) ¿Por qué es necesario reunirse con ellos, y en obediencia a qué consejo del libro de Hebreos?
51 Usted no tendrá que ir solo a predicar este Reino. Usted tiene a todos los testigos activos de Jehová de 189 países por toda la Tierra como compañeros de predicación, en más de 150 idiomas. Ellos han hecho de “Jehová de los ejércitos” su refugio, su fuerza y su ayuda presta. Para cobrar valor en estos días usted necesita reunirse con estos testigos del Reino de Jehová, para absorber el valor de ellos mientras estudian la Palabra de Dios con usted. En este respecto siga la oportuna palabra de consejo de la Biblia: “Considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras excelentes, no dejando de congregarnos, . . . sino animándonos, y tanto más al ver que el día se acerca.”—Heb. 10:24, 25.
52. (a) En vista del nuevo mundo ante nosotros, ¿por qué es necesario edificar ahora el valor cristiano? (b) ¿Cuál será la experiencia de los valerosos durante la guerra del Armagedón?
52 ¡Toda evidencia señala a que el “día” se acerca! Tome todo paso positivo, entonces, para edificar su valor, valor cristiano. Solo la gente que tenga valor como el de Cristo pasará a través del Armagedón consumidor del mundo que está frente a nosotros. Los cobardes mundanos no pasarán a través de esa guerra universal, pues los cobardes no están de parte de Dios hoy ni de parte de su Hijo, el Rey Jesucristo. La Biblia dice positivamente que el nuevo mundo de justicia de Dios no es para cobardes. (Apo. 21:8) En la guerra decisiva del Armagedón entre las fuerzas que representan los dos mundos los valerosos se mantendrán fieles al reino de Dios y nunca dejarán de predicarlo hasta que haya ganado una magnífica victoria sobre el viejo mundo de Satanás y traído el nuevo mundo de justicia. Estos valerosos tendrán la protección de Dios y pasarán a través de la guerra al nuevo mundo prometido bajo el reino triunfante de Dios por Cristo. Hay pues razón sólida ahora para escuchar la exhortación que sale de la Biblia: ¡Cobre valor! ¡Pues el reino de Dios se ha acercado!