Alabanza internacional al un solo Dios
“Alaben a Jehová, todas las naciones.”—Sal. 117:1; Rom. 15:11.
1. ¿A qué llegarán todavía todas las naciones?
TODAVÍA llegarán a hacerlo todas las naciones. Todavía dejarán ellas a los millones de dioses que adoran hoy día y se unirán en la adoración del único Dios. Sólo el un solo Dios verdadero podría de esta manera ganarse la adoración de todas las naciones religiosamente divididas de la actualidad.
2. ¿Qué han resultado ser hasta ahora todos los dioses de las potencias mundiales, pero la adoración de quién ha continuado hasta ahora con esperanza, protección y liberación para los adoradores?
2 Los dioses del antiguo Egipto han desaparecido, incapaces de conservar a Egipto como la potencia mundial que fué en otro tiempo. Los dioses, también, de la potestad mundial que le sucedió, Asiria, han desaparecido. Los dioses de la poderosa potestad mundial de Babilonia han desaparecido. Sí, los dioses de las potestades mundiales que siguieron en orden, Medo-Persia, Grecia y Roma, todas han desaparecido, dejando sólo un recuerdo que se va disipando del imperialismo de sus adoradores respectivos. ¿Dónde está la tríade egipcia de Isis, Osiris y Horo? ¿Dónde están Asur y Nisroch de Asiria? ¿Dónde están Belo y Marduk de Babilonia? ¿Dónde están Ahuramazda de Persia, Zeus de Grecia y Júpiter de Roma? A través de los muchos siglos de los tiempos antiguos un solo Dios ha contendido con todos esos dioses y ha probado que ellos son falsos. Un solo Dios ha sobrevivido como vencedor y su adoración ha continuado como debería continuar hasta este mismo día. Él sabe quién es él. Él sabe que no hay otro Dios verdadero además de él mismo, y como en el pasado, así es hoy: todos los dioses falsos de las naciones del mundo están resultando ser impotentes para con sus miles de millones de adoradores, pero este un solo Dios verdadero es la esperanza y protección y liberación de sus adoradores. En el libro, cuya escritura él inspiró, él nos dice claramente quién es él. Bajo el funcionamiento de su espíritu un estudiante de Su historia sagrada escribió:
3. Bajo el funcionamiento de Su espíritu, ¿qué escribió acerca de él un estudiante de Su historia sagrada en el Salmo 135?
3 “Yo mismo bien sé que Jehová es grande, y nuestro Señor es más que todos los otros dioses. Todo aquello en que Jehová se ha deleitado lo ha hecho en los cielos y en la tierra, en los mares y en todas las aguas agitadas. Oh Jehová, tu nombre es hasta tiempo indefinido. Oh Jehová, tu memorial es hasta generación tras generación. Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de las manos del hombre terrestre. Boca tienen, pero no pueden hablar nada; ojos tienen, pero no pueden ver nada; oídos tienen, pero a nada pueden prestar oídos. Además, no existe espíritu en su boca. Quienes los hacen llegarán a ser exactamente como ellos, todo el que en ellos confía. Bendito desde Sión sea Jehová, quien está residiendo en Jerusalén. ¡Alaben a Jah!”—Sal. 135:5, 6, 13, 15-18, 21.
4. ¿Qué acción actual de los gobernantes y naciones fué predicha en el Salmo 2?, y no obstante, ¿qué llamada para alabar se expidió proféticamente?
4 El aspecto de las cosas hoy parece matar toda esperanza y probabilidad de que todas las naciones de la tierra algún día estén unidas felizmente en adorar a este un solo Dios que está en posición única al llevar su nombre Jehová. Sí, en su mismísimo libro de profecía la situación del tiempo presente fué predicha con estas palabras poéticas: “¿Por qué han estado en tumulto las naciones y los pueblos mismos han continuado murmurando una cosa vana? Los reyes de la tierra toman su lugar y los funcionarios encumbrados se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido, [diciendo:] ‘¡Rompamos sus ataduras y arrojemos de nosotros sus cuerdas!’” (Sal. 2:1-3) Y no obstante, a pesar de inspirar esa profecía de la oposición del día presente a Jehová como Dios y a su Hijo ungido Jesucristo como Rey del nuevo mundo, él también dirigió este mandato a la gente de las naciones: “Alaben a Jehová, todas las naciones; elógienle, todas las tribus.” (Sal. 117:1) Además, uno de los doce apóstoles de Cristo adoptó ese mandato y lo repitió a los cristianos de Roma durante los días del poder mundial de Roma, diciendo: “Alaben a Jehová, todas las naciones, y alábenlo todos los pueblos.”—Rom. 15:11.
5. ¿Cómo muestran los hechos durante los pasados cuarenta y tantos años que la llamada a rendir alabanza no se expidió en vano?
5 Esta llamada para alabar al único Dios vivo y verdadero no fué conservada por escrito hasta este día en vano, para pasar sin cumplirse. A pesar del tumulto de las naciones, que ha durado ya más de cuarenta años, la llamada para alabar a Jehová ha hallado una respuesta notable en más de 160 países de la tierra. Todavía no ha llegado el fin de esta respuesta. La llamada continúa saliendo con volumen creciente. Más gente está oyendo de manera inteligente. Es seguro que más personas responderán de entre todas las naciones y alabarán a este un solo Dios, Jehová. Esto significará salvación para ellas.
CIENTO CINCUENTA SALMOS
6. ¿Cómo se llama el libro de alabanzas a él, y por quiénes fué compuesto y por medio de qué?
6 Se ha escrito un libro entero de alabanzas a él. En el idioma original en que se escribió, el libro se llamó Tehilim, que significa “Alabanzas.” Pero entre los que no hablan hebreo generalmente se llama Los Salmos. Un salmo es un poema que ha de cantarse con el acompañamiento de instrumentos de cuerda tales como el arpa. El pastor David de Belén en Judea, que llegó a ser rey de Jerusalén, no fué el compositor de los 150 Salmos. El nombre de David aparece en los encabezamientos de setenta y tres salmos. Los nombres de otros compositores aparecen en el encabezamiento de otros: el rey Salomón hijo de David, el profeta Moisés, los compositores Asaf, Hemán y Etán, y luego los hijos de Coré. Hay cuarenta y nueve salmos que no llevan el nombre de ningún compositor. Pero sea quien fuere el que los haya compuesto en la tierra, los 150 Salmos, todos, fueron inspirados por espíritu santo.
7. ¿Qué dijeron David y varios otros concerniente a la inspiración de los Salmos?, y por eso ¿qué resultará de la llamada para alabar?
7 Dijo el rey David, el más abundante productor de salmos: “La declaración de David el hijo de Isaí, y la declaración del hombre que fué levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, y el favorito de las melodías de Israel. Fué el espíritu de Jehová lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua.” (2 Sam. 23:1, 2) Confirmando dicha inspiración, el apóstol cristiano Pedro dijo en una reunión en Jerusalén: “Hombres, hermanos, era necesario que se cumpliera la escritura que el espíritu santo habló de antemano por boca de David.” (Hech. 1:15, 16) Citando el Salmo 95 por David, el escritor de “A los hebreos” dijo: “Por esta razón, así como dice el espíritu santo: ‘Hoy si ustedes oyeran su voz, no estén endureciendo su corazón.’” (Heb. 3:7, 8; 4:7) En un tiempo crítico los primeros cristianos oraron a Dios, dirigiéndose a él como Aquel que “por medio de espíritu santo dijiste por la boca de nuestro antepasado David, tu siervo: ‘¿Con qué fin se pusieron tumultuosas las naciones y los pueblos meditaron cosas infructuosas?’” (Hech. 4:24, 25) Por eso, dado que el libro de los Salmos es inspirado por el Todopoderoso Dios, la llamada en el Salmo 117:1 para que todas las naciones lo alaben no puede menos que cumplirse.
8. ¿Quién es el que mejor puede determinar la inspiración y calidad profética de los Salmos, y cómo profetizaron los Salmos la exaltación de él al cielo, como lo confirma Pedro?
8 Nadie podría determinar mejor que Jesucristo, el Fundador del cristianismo, la inspiración y la calidad profética de los Salmos. Él fué más que un simple profeta como los que Dios había enviado antes que él viniera. Él era el Hijo primogénito de Dios procedente del cielo. (Heb. 1:1, 2) Por esta razón, aunque era un hijo distante de David era el Señor del rey David. Para mostrar que el libro de los Salmos profetizó concerniente a su exaltación al cielo muy por encima del rey David, Jesús dijo a los guías religiosos: “¿Cómo es que ellos dicen que el Cristo es hijo de David? Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: ‘Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que haga de tus enemigos un banco para tus pies.’ David, pues, le llama ‘Señor’; entonces ¿cómo es su hijo?” (Luc. 20:41-44) El apóstol Pedro, hablando por el espíritu de Dios, dijo que este Salmo 110 se cumplió en Jesucristo, quien fué levantado de entre los muertos y ensalzado a la diestra de Dios para llegar a ser su Rey ungido del nuevo mundo. Es en contra de este Ungido de Jehová que las naciones de este mundo se han alzado en tumulto desde 1914, y contra quien los reyes han tomado su lugar y los funcionarios encumbrados se han reunido en masa como uno solo; pero ellos nunca podrán obstruir el gobierno de mil años que él ejercerá sobre el género humano.
9. En el día de su resurrección ¿cómo señaló Jesús a la calidad profética de los Salmos?
9 En la noche del día en que fué levantado de entre los muertos para llegar a ser el Señor de David en el cielo, Jesús repentinamente se apareció a sus discípulos en un cuarto en Jerusalén. Él les mostró claramente que él era el Jesús que había sido muerto en un madero de tormento precisamente tres días antes. Entonces, para probar que los Salmos eran tanto inspirados como proféticos, él “les dijo: ‘Estas son mis palabras que yo les hablé cuando todavía estaba con ustedes, que todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí tienen que cumplirse.’ Luego cabalmente les abrió la mente para que pudieran entender el significado de las Escrituras, y les dijo: ‘De esta manera está escrito que el Cristo sufriría y que se levantaría de entre los muertos el tercer día, y sobre la base de su nombre se predicaría arrepentimiento para perdón de pecados en todas las naciones-comenzando desde Jerusalén, ustedes han de ser testigos de estas cosas.’”—Luc. 24:44-48.
10. En armonía con esto, ¿qué puede probarse concerniente a Jesús con el libro de los Salmos, aunque la expresión “Salmos” podría incluir qué?
10 En armonía con esto, ¿puede probarse con los Salmos que Jesucristo había de sufrir y morir y ser levantado de entre los muertos y luego que su nombre sería predicado a todas las naciones como el medio de salvarlas de sus pecados? Sí, sólo con el libro de los Salmos por sí mismo. Sin embargo, permítasenos decir que Jesús dividió las antiguas Escrituras Hebreas en tres secciones, a saber, “la ley de Moisés” y “los Profetas” y “los Salmos.” El libro de 150 Salmos fué el primer libro de la sección conocida como los Escritos Santos o Hagiógrafos, compuesta de trece libros. Por consiguiente se hacía referencia a la entera sección tercera como los Salmos, para abreviar. Sin embargo, fijemos nuestra atención ahora particularmente en el libro inspirado de 150 Salmos.
11. ¿Quiénes siguieron el ejemplo de Jesús al citar de los Salmos?, y por eso ¿qué son los Salmos en vez de ser simple poesía sentimental, emocional?
11 Los doce apóstoles de Jesús y sus condiscípulos siguieron el ejemplo de Jesús y citaron frecuentemente del libro de los Salmos. En los veintisiete libros de las Escrituras Cristianas Griegas, desde Mateo hasta Apocalipsis, los ocho escritores cristianos inspirados citaron de103 de los 150 Salmos,a o desde el Segundo Salmo hasta el Salmo 149. Por lo tanto los Salmos no son simple poesía sentimental y emocional. Son históricos, también son proféticos, son una guía para las oraciones y alabanzas del cristiano, y son una guía para la obra del cristiano en el servicio de Dios. Son una parte importante de “toda [la] Escritura” que es “inspirada por Dios y es benéfica para enseñar, para reprender, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.”—2 Tim. 3:16, 17.
EL SUPREMO PUNTO EN DISPUTA CON DIOS
12. ¿Por qué surgió el punto en disputa supremo delante de todo el universo, y cómo hablan los Salmos 90 y 91 con relación a este punto en disputa?
12 De manera notable el libro de los Salmos hace referencias al entero programa de acontecimientos desde la creación del cielo y la tierra, pasando a través de los milenios de la existencia del hombre y a través de nuestro día y siguiendo hasta la decisión del supremo punto en disputa o cuestión delante de todo el universo. Ese principalísimo punto en disputa es la soberanía universal del único Dios, cuyo nombre es Jehová. Ese punto en disputa surgió a causa de la entrada del pecado entre el género humano. El salario de dicho pecado es muerte para el género humano y el volver al polvo de la tierra. Llamando la atención a esto, el salmo escrito por el profeta Moisés dice: “Oh Jehová, tú mismo has resultado ser una verdadera morada para nosotros durante generación tras generación. Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el suelo productivo, aun desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido tú eres Dios. Tú haces que el hombre mortal vuelva a la materia triturada y dices: ‘Vuelvan atrás, hijos de los hombres.’ Porque mil años son a tus ojos sólo como ayer cuando ha pasado y como una vigilia durante la noche. Tú los has arrollado; ellos llegan a ser simple sueño.” (Sal. 90:1-5 y encabezamiento) Los primeros dos versículos del siguiente salmo se refieren a este Sempiterno como el Altísimo, el Todopoderoso, Jehová y Dios. En apoyo de su lado en el supremo punto en disputa, los Salmos también hablan de Jehová Dios como Señor Soberano.
13. Como el Señor Soberano, ¿qué puede hacer él para los que lo apoyan, y cómo se ve que no se hace esfuerzo prejuiciado alguno en los Salmos para ocultar su nombre y títulos y soberanía?
13 A causa de que él es el Señor Soberano, el Soberano universal, él puede proteger y preservar a los que están de parte de su soberanía universal. Dijo el rey David como salmista: “Oh Jehová, el Señor Soberano, la fortaleza de mi salvación, tú has resguardado mi cabeza en el día de la fuerza armada.” “Mis ojos miran a ti, oh Jehová el Señor Soberano. En ti me he refugiado. No derrames mi alma.” (Sal. 140:7; 141:8) “El Dios [verdadero] es para nosotros un Dios de hechos salvadores, y a Jehová el Señor Soberano pertenecen las maneras de salir de la muerte.” “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios me es bueno. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio, para declarar todas tus obras.” (Sal. 68:20; 73:28; 69:6; 109:21) No se ve en el libro de los Salmos ningún esfuerzo impulsado por prejuicio por ocultar el propio nombre personal de Dios, pues este libro lo llama 848 vecesb por su nombre Jehová, cuarenta y tres veces se refiere a él por su nombre abreviado J ah, y 475 veces se refiere a él bajo su título Dios o Elohim. En el Salmo 50:1 leemos: “El Divino, Dios, Jehová, él mismo ha hablado.” En el Salmo 103:20-22 su soberanía o dominio en el cielo y en la tierra se da como la razón para expedir este mandato: “Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, escuchando la voz de su palabra. Bendigan a Jehová, todos los ejércitos suyos, ministros suyos, que hacen su voluntad. Bendigan a Jehová, todas ustedes sus obras, en todos los lugares de su dominio. Bendice a Jehová, oh alma mía.”
14. ¿En qué resultó para nosotros el que Adán y Eva se pusieran del lado incorrecto de la controversia, y por qué se hizo necesario que Dios suministrara el sacrificio adecuado?
14 Cuando Adán y Eva se pusieron del lado incorrecto en la controversia por la soberanía universal de Jehová Dios, se acarrearon la sentencia de muerte, de modo que todos nosotros nacimos imperfectos y bajo la condena de la muerte. En su pesar a causa de haber cometido un pecado grave, el salmista David oró a Dios: “¡Mira! con error fuí dado a luz con dolores de parto, y en pecado me concibió mi madre. Purifícame del pecado con hisopo, para que sea limpio; lávame, para que me ponga aun más blanco que la nieve.” (Sal. 51:5, 7) En aquel entonces el rey David y otros adoradores ofrecían a Jehová Dios sacrificios animales por el pecado, pero el salmista dijo bajo inspiración que las víctimas animales, tales como las que los hombres ricos podían comprar y ofrecer en abundancia, realmente no podían quitar el pecado ni levantar del género humano la condena a muerte: “Ni uno solo de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él; (y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido) de modo que viva todavía para siempre [y] no vea el hoyo. Porque él ve que aun los sabios mueren.” (Sal. 49:7-10) Por esa razón se hizo necesario que el Soberano universal suministrara un sacrificio humano perfecto para todo el género humano. ¿Cómo?
15. ¿Cómo suministró Dios el sacrificio humano perfecto, y por medio de qué conocimiento se presentó Jesús como sacrificio adecuado?
15 El Señor Soberano universal envió a su Hijo unigénito desde el cielo para que naciera como hombre con un cuerpo perfecto para que llegara a ser el Mesías o Ungido, acerca de quien hablan proféticamente los Salmos. Este Hijo celestial de Dios nació hace diecinueve siglos en la familia real del rey David, no en un palacio glorioso, sin embargo, sino en un establo en la ciudad de Belén, donde nació David. Entonces su cama fué un pesebre. Le pusieron por nombre Jesús, que quiere decir “Jehová es salvación,” y llevando este nombre había de salvar a su pueblo, los cristianos, de sus pecados. (Mat. 1:20, 21) Con razón él dijo repetidas veces que había venido en el nombre de su Padre. A la edad de treinta años fué bautizado en las aguas del río Jordán, no en símbolo de ser pecador, sino como señal delante de Dios y de los santos ángeles y de Juan el Bautizador de que se estaba dedicando a servir de manera más amplia a Dios su Padre. Inmediatamente después de este bautismo Dios ungió a Jesús con espíritu santo desde el cielo y así se le agregó el título de “Cristo” o Ungido a su nombre; vino a ser Jesucristo. El Jesús perfecto sabía que los sacrificios animales de los judíos no eran iguales al valor de un hombre y por lo tanto no podían ser un precio de redención para el género humano; la sangre de ellos no podía lavar los pecados del género humano. Por eso fué que Jesús, conociendo su propia perfección humana, se presentó como un sacrificio adecuado.
16. Cuando se presentó así, ¿qué palabras del Salmo 40 estaba cumpliendo Jesús, y qué quiso decir esta declaración concerniente a él?
16 Cuando Jesús hizo esto estaba cumpliendo las palabras del Salmo 40:6-8: “No te deleitaste en sacrificio ni ofrenda; abriste estos oídos míos [pero me preparaste un cuerpo]. No pediste ofrenda quemada ni ofrenda por el pecado. Siendo eso así, dije: ‘Aquí he venido, pues en el rollo del libro está escrito acerca de mí. En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas.’” (Lectura marginal; Heb. 10:5-10) Esto significaba que Jesús tenía que morir sin pecado, en sacrificio, de esta manera renunciando para siempre al perfecto cuerpo humano que Jehová Dios le había preparado milagrosamente. Él tenía que usar ese sacrificio, no volver a tomarlo.
17. ¿De qué manera específica tenía que morir Jesús según el Salmo 22?
17 Según los Salmos, así como otros textos proféticos, Jesús tenía que morir de cierta manera. No, no en el altar del templo de Jehová en Jerusalén; ése no era para sacrificios humanos. Pero sí en un madero de tormento, y clavado a él de pies y manos. Como el Salmo 22:16 profetizó concerniente a Jesús: “Perros me han rodeado; la asamblea de los malhechores mismos me ha circundado. Como león [tratan] mis manos y mis pies [Horadaron mis manos y pies].”—Lectura marginal.
18. ¿Los cumplimientos de qué otras partes del Salmo 22 y del Salmo 69 señalan a Jesús como el Mesías predicho?
18 A medida que leemos el resto del Salmo 22 a la luz de su cumplimiento posterior podemos oír a los enemigos que urdieron para hacer que él fuera clavado al madero de tormento vituperarlo, diciendo: “Se encomendó a Jehová. ¡Suminístrele Él escape! ¡Líbrelo él, ya que se ha deleitado en él!” Podemos ver, jugando a los dados para ver quién se quedaba con la vestidura interior de Jesús a los soldados romanos que despojaron a éste de su ropa antes de clavarlo en el madero: “Reparten mi ropa entre ellos, y sobre mi vestidura echan suertes.” Podemos oír a Jesús, justamente antes de su muerte, pronunciar las palabras del Salmo 22:1: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? [¿Por qué estás] lejos de salvarme, [de] las palabras de mi rugir?” Y al fin cuando él expira y un soldado romano traspasa su costado con una lanza y sale fluyendo sangre y agua, vemos cumplidas las palabras: “Como agua he sido derramado, y todos mis huesos han sido separados unos de otros. Mi corazón se ha hecho como cera; se ha derretido profundamente en mis entrañas. Mi poder se ha secado exactamente como un fragmento de loza de barro, y se hace que mi lengua se me pegue a las encías, y en el polvo de la muerte me estás colocando.” (Sal. 22:8, 14, 15, 18; Mat. 27:43, 46; Juan 19:23, 24) Aun la hiel que habían tratado de hacerle beber, y el vinagre con que los soldados le mojaron la boca para apagar su sed, fueron predichos: “El oprobio mismo ha quebrantado mi corazón y [la herida] es incurable. Y seguí esperando que alguien se compadeciera pero no hubo nadie, y consoladores, pero no hallé ninguno. Pero por alimento procedieron a dar[me] una planta venenosa, y para mi sed trataron de hacerme beber vinagre.” (Sal. 69:20, 21; Juan 19:28-30) ¡Estos cumplimientos señalan a Jesús como el Mesías predicho!
19. En los Salmos, ¿cómo predijo Jehová la resurrección de Jesús, y cómo cumplió él dicha profecía?
19 Pero un Jesús muerto no serviría para vindicarse como un Hijo de Dios fiel hasta la muerte ni vindicaría a Jehová Dios como Señor Soberano universal con todo poder y dominio. Teniendo esto en cuenta, Jehová predijo en los Salmos la resurrección de Jesús de entre los muertos. Jesús, muerto, fué enterrado en un sepulcro cercano hecho en una roca y así su alma, que él había derramado en la muerte, fué al Sheol o al sepulcro común del género humano. Pero Jesús murió con completa esperanza en una resurrección, y su esperanza se halla expresada en el Salmo 16:8-11: “He puesto a Jehová en frente de mí constantemente. Porque [él] está a mi mano derecha no se me hará bambolear. Por lo tanto mi corazón ciertamente se regocija y mi gloria se inclina a estar alegre. También, mi propia carne residirá en seguridad. Porque tú no dejarás mi alma en Sheol. No dejarás que tu hombre de bondad amorosa vea el hoyo. Me harás conocer la senda de la vida. El regocijarse a cabalidad está con tu rostro; hay agradabilidad a tu mano derecha para siempre.” Para que ésta y otras profecías de los Salmos pudieran cumplirse, Jehová Dios echó a un lado los esfuerzos del Diablo para impedirlo y levantó a Jesús de entre los muertos, librándolo del Sheol al tercer día. Dios lo recompensó con un cuerpo espiritual en lugar del cuerpo humano sacrificado, para que conociera de nuevo la senda de la vida y conociera la agradabilidad a la diestra de Dios para siempre.—Hech. 2:22-31.
LA CONGREGACIÓN Y EL PACTO DEL REINO
20. Como se predijo en el Salmo 40:8-10, ¿qué trabajo tuvo que hacer Jesús en la tierra, cómo llegó a ser pastor, y a quién a su vez reconoció él como pastor suyo?
20 Sin embargo, antes de que Jesús terminara su carrera en la tierra tenía un trabajo que hacer. Su trabajo era el de dar a conocer el nombre y la soberanía del único Dios verdadero; el de ser el principal testigo de Jehová, el de reunir a su alrededor una congregación de discípulos, hermanos espirituales, que efectuaran y terminaran en la tierra el trabajo que él había comenzado de dar testimonio al Reino. Esto era parte de la voluntad de Jehová para Jesús, como el Salmo 40:8-10 predijo: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas. He contado las buenas nuevas de justicia en la congregación grande. ¡Mira! no refreno los labios. Oh Jehová, tú mismo sabes bien eso. Tu justicia no la he encubierto dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa y tu fidelidad en la congregación grande.” En armonía con esta profecía que fué escrita concerniente a él en el rollo de la Biblia de Dios, Jesús procedió a juntar a su alrededor doce apóstoles y otros discípulos. Para esta “manada pequeña” él era el Pastor Propio de Jehová. Pero él mismo era el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,” y por eso, igual que el salmista David, pudo decir a Dios su Padre: “Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua.”—Sal. 23:1, 2.
21. ¿Qué confesión pública hizo él concerniente a sus seguidores, y cómo se predijo esto en el Salmo 22?
21 Jesús llevó consigo en este trabajo suyo de predicar a muchos de sus discípulos, a fin de entrenarlos para su ministerio futuro. No se avergonzó de llamarlos hermanos suyos en un sentido espiritual. Esto lo predijeron estas palabras del Salmo 22:22: “Declararé tu nombre a mis hermanos; en el medio de la congregación te alabaré.” (Heb. 2:11, 12) Cuando alguien en medio de una grande muchedumbre dijo que su madre y los otros hijos de ella querían acercarse y hablarle, él señaló a sus discípulos y dijo: “¡Miren! ¡mi madre y mis hermanos!” En el día de su resurrección él se apareció a María Magdalena y dijo: “Ve a mis hermanos y diles: ‘Yo estoy ascendiendo a mi Padre y al Padre de ustedes y a mi Dios y al Dios de ustedes.’”—Mat. 12:46-50; Juan 20:17.
22. ¿Qué pacto dió a conocer Jesús cuando celebró la cena del Señor, y cómo se predijo esto en el Salmo 50?
22 A estos discípulos fieles Jesús dió a conocer el nuevo pacto prometido que había de reemplazar al viejo pacto de la ley que el profeta Moisés había mediado entre Jehová Dios e Israel. Cuando en su última cena con sus apóstoles antes de su muerte Jesús mencionó el nuevo pacto, se refirió al nuevo pacto que había de ser concluído sobre su propio sacrificio humano y que fué predicho en el Salmo 50:4, 5: “[Dios] llama a los cielos arriba y a la tierra para ejecutar juicio sobre su pueblo: ‘Júntenme a mis hombres de bondad amorosa, los que concluyen mi pacto sobre sacrificio.’”
23. Por medio de este pacto nuevo, ¿qué bondad inmerecida habían de recibir los creyentes, haciéndolos sumamente felices, y por este pacto qué se saca de las naciones?
23 Por medio de este nuevo pacto ellos habrían de recibir perdón verdadero de sus pecados a causa de su fe en el sacrificio humano mediante el cual se puso en vigor el pacto, lo cual haría de ellos el pueblo más feliz de la tierra. Como David predijo en el Salmo 32:1, 2: “Feliz es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto. Feliz es el hombre en cuya cuenta Jehová no imputa error, y en cuyo espíritu no hay engaño.” (Rom. 4:5-8; Jer. 31:31-34, Mod) Mediante este pacto somos sacados de todas las naciones mundanas para llegar a ser un pueblo para el nombre de Jehová, es decir, testigos felices y justos de Jehová. (Hech. 15:14) En estos últimos días el resto de aquellos a quienes Jehová ha concedido su bondad amorosa ha sido reunido a él para servir como testigos de su reino a todas las naciones en toda la tierra habitada.
24. ¿Qué propósito sirve el Reino, y quién tenía que ser el que concibiera la idea de un pacto para el Reino? ¿Hablan también de esto los Salmos?
24 En el ensalzado arreglo de Jehová el Reino sirve el propósito más importante. Es el medio especial mediante el cual Jehová vindicará su posición como el Señor Soberano universal. En este reino él tiene un representante suyo en el trono, un representante a quien él unge para ser Rey. Poco después del diluvio del día de Noé, Jehová levantó en la tierra a un rey que prefiguró al ungido Rey del nuevo mundo de Jehová. Se llamó Melquisedec, y fué rey de la ciudad de Salem y al mismo tiempo sacerdote del Altísimo Dios. Ninguna criatura del cielo o de la tierra podía hacer arreglos para hacerse rey del nuevo mundo. Tenía que ser Jehová quien concibiera la idea de dicho rey e hiciera un pacto o acuerdo solemne con uno que él eligiera para tener esta soberanía real. Jesucristo es aquel a quien Jehová ha ungido para ser el Rey, aquel con quien él ha hecho el pacto especial para el reino de los cielos. Dado que Jesús mostró a sus discípulos que los Salmos tenían tanto que decir proféticamente concerniente a él, ¿hallamos algunos salmos que hablen del pacto del Reino y de Melquisedec? Sí. Jehová escogió el linaje del rey David como aquel mediante el cual vendría el Mesías, el ungido Rey del nuevo mundo. De modo que Jehová hizo con David un pacto para un reino permanente.
25. ¿Cómo hizo una súplica Etán el ezrahita a Dios en el nombre del pacto del Reino en el Salmo 89?
25 En el Salmo 89 Etán el ezrahita hace una súplica a Jehová Dios en el nombre de este pacto del reino; cita a Jehová como diciendo: “He concluído un pacto para con mi escogido; he jurado a David mi siervo: ‘Aun hasta tiempo indefinido estableceré firmemente tu simiente, y edificaré tu trono hasta generación tras generación.’ Él mismo me llama: ‘Tú eres mi Padre, mi Dios y la Roca de mi salvación.’ También yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra. Preservaré hasta tiempo indefinido mi bondad amorosa para con él, y mi pacto será fiel a él. Y ciertamente estableceré su simiente para siempre y su trono como los días del cielo. No profanaré mi pacto, y la expresión que salió de mis labios no la cambiaré. Una vez he jurado en mi santidad, a David no le diré mentiras. Su simiente misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido y su trono como el sol en frente de mí. Como la luna será establecido firmemente por tiempo indefinido y será un testigo fiel en los cielos.”—Sal. 89:3, 4, 26-29, 34-37.
26. ¿Cómo recordó el salmista a Jehová acerca del pacto del Reino en el Salmo 132, y por qué no retrocederá Jehová de lo que juró a David aunque lo juró hace mucho tiempo?
26 Otro salmista, posiblemente el rey Ezequías, quien se sentó en el trono de David, también recuerda a Jehová Dios acerca de su pacto del reino, diciendo: “A causa de David tu siervo, no vuelvas atrás el rostro de tu ungido. Jehová ha jurado a David, verdaderamente él no se retirará de ello: ‘Del fruto de tu vientre pondré en tu trono. Si tus hijos guardan mi pacto y mis recordatorios que les enseñaré, los hijos de ellos también se sentarán para siempre sobre tu trono.’ Porque Jehová ha escogido a Sión; la ha anhelado como habitación para sí: ‘. . . Allí haré crecer el cuerno de David. He puesto en orden una lámpara para mi ungido. Vestiré de ignominia a sus enemigos, pero sobre él florecerá su diadema.’” (Sal. 132:10-18) Dado que el Reino es el medio poderoso mediante el cual Jehová ha escogido vindicar su soberanía universal, ¡cómo pudiéramos siquiera pensar que Jehová desistiera de lo que ha jurado solemnemente al rey David aunque lo hizo hace treinta siglos! Él es un Dios que cumple fielmente su pacto.
27. ¿Con quién, por lo tanto, hizo Jehová un pacto del Reino después, y luego para quiénes hizo éste un pacto para el mismo reino?
27 Al llevar a cabo este pacto del reino él puso a su Hijo Jesucristo en la tierra como descendiente del rey David, y con Jesús hizo un pacto no sólo para el reino de la tierra sino para el reino de los cielos. Por eso fué que en la noche antes de morir como testigo de este reino, Jesús dijo a sus apóstoles fieles: “Ustedes son los que han permanecido conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.” (Luc. 22:28, 29) Por esta razón Jesús tendrá a su congregación de hermanos, ungidos con el mismo espíritu de Dios, como coherederos en el reino de los cielos.
28. ¿Cómo había de llegar a ser Jesús más alto que los reyes de la tierra?
28 Se profetizó que Jesús llegaría a estar más alto de lo que jamás ha estado rey alguno sobre la tierra, sí, más alto que el rey David mismo. De esta manera él, aunque era hijo de David, llegaría a ser el Señor de David. Él podría llegar a ser el Señor de David sólo por medio de ser un Rey celestial, sentado a la diestra de Dios en los cielos. Él llegaría a ser un sacerdote para David, y dado que David sólo fué rey pero no fué sacerdote, otra vez Jesús llegaría a ser más que David; llegaría a ser Rey y Sacerdote como el antiguo Melquisedec, rey de Salem.
29. ¿De qué manera llamó Jesús la atención a estos hechos para acallar a sus enemigos, y cómo se refirió Pedro también a esos hechos en el día del Pentecostés?
29 Al llamar la atención a estos hechos Jesús acalló a sus enemigos. Les citó del Salmo 110, en el cual el rey David proféticamente llamó a Jesucristo su Señor, diciendo: “La declaración de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi mano derecha hasta que ponga a tus enemigos como banco para tus pies.’ Jehová enviará desde Sión la vara de tu fortaleza: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’ Jehová ha jurado (y no lo sentirá): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido según la manera de Melquisedec!’ Jehová mismo a tu mano derecha ciertamente hará añicos a reyes en el día de su ira.” (Sal. 110:1, 2, 4, 5; Mat. 22:41-45) Para llevar a cabo esta invitación que se le hizo a Jesús para que se sentara a su diestra y para llevar a cabo este juramento de hacer a Jesús sentado allí un rey sempiterno semejante a Melquisedec, Jehová levantó a Jesús de entre los muertos al tercer día para que pudiera entrar en los cielos invisibles. Cuarenta días después de eso sus discípulos que estaban en el monte de los Olivos lo vieron ascender hacia el cielo, a su Padre. Diez días más tarde en el día del Pentecostés el apóstol Pedro predicó a más de 3,000 judíos y citó el Salmo 110 y les dió la prueba de que Jesús estaba entonces, ese día, arriba en el cielo a la diestra de Jehová como Señor de David y como Cristo.—Hech. 2:32-36.
EL REINO EN ACCIÓN
30. ¿Por qué no están aquellas cosas de hace diecinueve siglos demasiado atrás en el pasado para afectarnos hoy?
30 ¡Pero eso fué hace más de mil novecientos años! ¿Qué tiene que ver eso con nosotros hoy? ¿Cómo podría afectarnos eso hoy en esta edad de bombas de hidrógeno y de guerra nuclear? Nos otros los humanos no debemos pensar que eso pasó demasiado atrás en el pasado para que debamos considerarlo meditativamente o para que sea de valor para nosotros hoy. Un período de diecinueve siglos nos parece a nosotros como un tiempo muy, muy largo, pero a Jehová Dios, que no tuvo principio ni tendrá fin, para quien mil de nuestros años son como un solo día, mil novecientos años son como menos de dos días. Más que nunca las acciones de las naciones desde el año 1914 requieren que se resuelva el supremo punto en disputa, la vindicación de la soberanía de Jehová sobre la tierra así como sobre el cielo. A eso se debe el que hoy haya necesidad del gobierno real de su Rey semejante a Melquisedec.
31. ¿Cómo ha llegado a estar aquí ese reino desde 1914, y cómo ha seguido sojuzgando en medio de los enemigos de Cristo?
31 Ese reino ahora ha llegado para apoyar el lado de Jehová en el punto en disputa de la soberanía universal. Ese reino nació en los cielos en 1914 en cumplimiento del juramento que Jehová le hizo al Señor de David. Para ese año Jesús ya había cumplido el período de tiempo señalado para que estuviera sentado a la mano derecha de su Padre celestial. De modo que en 1914 había llegado el tiempo para que Jehová comenzara a hacer de los enemigos de Cristo el banquillo para sus pies. Había llegado el tiempo para que Jehová enviara la vara de la fortaleza de Cristo desde la Sión celestial con el mandato: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.” Al tiempo exacto en 1914 Jehová Dios hizo fielmente esas cosas. Su reino por Cristo ahora está en acción. A causa de la acción de éste Satanás el Diablo y todos sus demonios ahora se encuentran lanzados y restringidos a la vecindad de esta tierra para aguardar el tiempo no muy lejano en que Jehová mismo, a la mano derecha de su Rey ungido, hará añicos a los reyes de la tierra enemigos en el día señalado para vindicar su soberanía universal.
32. ¿Por qué es éste un día para acción y testificación extraordinarias de parte de la congregación de los hermanos de Cristo?
32 De consiguiente éste es un día para acción extraordinaria de parte de la congregación de los hermanos de Cristo en la tierra. Este es el día para testificación extraordinaria de parte de los testigos ungidos del Soberano universal. Es el día predicho por Jesucristo para predicar las buenas nuevas del reino establecido de Dios a todos los habitantes de la tierra para dar un testimonio a todas las naciones antes de que venga el fin de éstas en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Aclamen todos este día, porque es el día de cumplir los mandatos divinos del Salmo 96: “Canta a Jehová un cántico nuevo, canta a Jehová, toda [la gente de] la tierra. Canten a Jehová, bendigan su nombre. Digan de día en día las buenas nuevas de salvación por él. . . . Digan entre las naciones: ‘Jehová mismo ha llegado a ser rey.’” Y precisamente el salmo siguiente dice a las personas en tierras grandes y pequeñas que se alegren porque Jehová ha dado a luz su gobierno real, diciendo: “¡Jehová mismo ha llegado a ser rey! Alégrese la tierra. Regocíjense las muchas islas. Porque tú, oh Jehová, eres el Altísimo sobre toda la tierra; tú has hecho tu ascenso muy por encima de todos los otros dioses.” (Sal. 97:1, 9) Somos sabios, realmente, si nos regocijamos con fe por el establecimiento del reino de Dios en vez de lamentarnos por el inminente derrumbe de los reinos de este mundo inicuo.
33. ¿Qué hacen los que se regocijan, y en qué ha resultado el que lo hagan?
33 ¿Qué hacen los que se regocijan? De manera sobresaliente desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918 ellos cumplen el Salmo 145:10-13: “Todas tus obras te ensalzarán, oh Jehová, y tus hombres de bondad amorosa [la congregación de los que están en el pacto del reino] te bendecirán. Hablarán de la gloria de tu soberanía real, y dirán de tu potencia, para dar a conocer a los hijos de los hombres los hechos poderosos de él y la gloria del esplendor de su soberanía real. Tu soberanía real es soberanía real de todos los tiempos indefinidos, y tu dominio dura por todas las generaciones sucesivas.” Este hablar acerca de la gloria de la soberanía real de Jehová por todos los muchos medios de predicar no ha sido en vano. Ya centenares de miles de los hijos de los hombres a quienes la gloria del esplendor de la soberanía real de Jehová se ha dado a conocer en más de cien idiomas han creído y aceptado el mensaje del Reino y se están regocijando con él. Más que eso, están obrando de acuerdo con él en cumplimiento de la oración del salmista: “La alabanza de Jehová hablará mi boca, y bendiga toda carne su santo nombre hasta tiempo indefinido, aun para siempre.” (Sal. 145:21) Ellos también han llegado a ser testigos del Reino de Jehová.
34. ¿Cómo es la clase de la novia de Cristo una hija del Rey, y quiénes se han unido a ella ahora al acercarse ella a su día de bodas?
34 En lenguaje que deleita el libro de los Salmos habla acerca de estos compañeros gozosos del resto predicador de los herederos del Reino. Los del resto son los últimos que quedan en la tierra de la clase representada como la novia de Cristo. Han sido engendrados por Jehová Dios por medio de su espíritu vivificante y por eso han llegado a ser como una hija del gran Rey de la eternidad, Jehová, el Soberano universal. Ahora que el reino del amado Hijo de Dios, el Novio de ellos, ha sido establecido, se acerca el tiempo para su matrimonio con él en la “primera resurrección.” Ahora a medida que los del resto de la clase de la novia se acercan al día de la boda están contando a todos los que aman el gobierno divino lo concerniente a su Novio, que ha sido hecho Rey a la diestra de Jehová en el cielo. A medida que avanzan a través de este mundo hacia su unión final con el Novio se unen a ellos compañeros que les desean bien y quieren hacerse súbditos de su Rey Novio. Estos llegan a ser como damas compañeras de la novia para el resto.
35. ¿Cómo describe el Salmo 45 a estos compañeros nupciales, y cómo están ahora ellos en el palacio del rey?
35 El Salmo 45:13-15 describe tanto a la clase de la novia como a las damas compañeras de la novia con estas palabras hermosas: “La hija del rey está toda gloriosa dentro [de la casa]; su ropa es de engastes de oro. En ropa tejida será traída al rey. Las vírgenes de su séquito como compañeras de ella están siendo introducidas . . . con regocijo y gozo; ellas entrarán en el palacio del rey.” Estas personas semejantes a damas compañeras de la novia procedentes de todas las naciones fueron representadas así proféticamente como una feliz multitud de personas, y hoy son inefablemente felices. Son felices porque tienen el privilegio de dar a otros las buenas nuevas del Reino en compañerismo estrecho con el resto de la clase de la novia. Están en el palacio del Rey universal, Jehová, porque ahora se encuentran en su templo espiritual, rindiéndole allí servicio sagrado continuamente.
36. ¿Cómo se ha cumplido en ellos Salmo 22:27, 28?
36 Esta grande muchedumbre de damas compañeras de la novia viene desde los mismos cabos de la tierra hasta los cuales se ha predicado el mensaje del Reino, y son miembros de todas las familias de las naciones, ya que Dios es imparcial para con todas. Han aprendido acerca del nombre de Jehová y con el fin de adorar a Jehová como Dios y servirle como Rey legítimo se han apartado de los dioses falsos que tienen otros nombres. En ellos se cumple el Salmo 22:27, 28: “Todos los cabos de la tierra se acordarán y se volverán a Jehová. Y todas las familias de las naciones se inclinarán ante ti. Porque la soberanía real es de Jehová y él está dominando a las naciones.”
FELICIDADES (BIENAVENTURANZAS)
37. ¿Qué nos suministra como guía a la felicidad el libro de los Salmos, como se muestra en los Salmos 1 y 2?
37 Mientras las naciones mundanas se preocupan en su angustia e incertidumbre, y a medida que marchan hacia su destrucción en la guerra universal del Armagedón, nosotros podemos ser felices. ¿Queremos ser felices? Podemos serlo. ¿Cómo? Hay veinticuatro felicidades o bienaventuranzas en los Salmos que nos dicen el secreto de cómo ser felices con la felicidad que nunca terminará. ¡Es instructivo para nosotros el oír algunas de estas bienaventuranzas! El mismo libro de los Salmos empieza con una bienaventuranza: “Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado y en el asiento de los escarnecedores no se ha sentado. Sino que su deleite está en la ley de Jehová, y en su ley lee en un tono de voz bajo día y noche.” (Sal. 1:1, 2) La bienaventuranza del Salmo Segundo es una bienaventuranza a que no sólo los gobernantes del mundo, sino todos nosotros, que estamos bajo la sombra del Armagedón, deberíamos prestar atención: “Sirvan a Jehová con temor y alégrense con temblor. Besen al hijo, para que Él no se encolerice y ustedes no perezcan [de] el camino, porque su ira se inflama fácilmente. Felices son todos los que se refugian en él.”—Sal. 2:11, 12.
38. ¿Qué otras felicidades se mencionan para nosotros en los Salmos 40, 41, 94, 112, 119?
38 No podemos desafiar a Dios y contar mentiras acerca de él y ser felices. “Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha puesto a Jehová como confianza suya y que no ha vuelto la cara hacia gente desafiadora, ni hacia los que sucumben a mentiras.” (Sal. 40:4) Los que disfrutan de la felicidad de dar serán preservados a través del Armagedón: “Feliz es cualquiera que obra con consideración para con el de humilde condición; en el día de calamidad Jehová le suministrará escape. Jehová mismo lo guardará y lo preservará vivo. Será pronunciado feliz en la tierra, y no es posible que lo entregues al deseo de toda el alma de sus enemigos.” (Sal. 41:1, 2, margen) La corrección de parte de Jehová se nos da para que resulte en nuestra felicidad: “Feliz es el hombre físicamente capacitado a quien tú corriges, oh J ah, y a quien tú enseñas con tu propia ley, para tranquilizarlo de los días de calamidad, hasta que se le cave un hoyo al inicuo.” (Sal. 94:12, 13) La obediencia al mandato de Dios resulta en felicidad extraordinaria: “Feliz es el hombre que teme a Jehová, en cuyos mandamientos se ha deleitado muchísimo.” “Felices son los que están sin tacha en [su] camino, los que andan en la ley de Jehová. Felices son los que observan sus recordatorios; con todo el corazón siguen buscándolo.”—Sal. 112:1; 119:1, 2.
39. ¿Qué dicen que es una condición feliz los materialmente ricos, pero en contraste qué dicen los testigos de Jehová?
39 Los que son materialmente ricos tal vez se jacten por su familia y sus posesiones terrestres y luego quizás digan: “¡Feliz es el pueblo para quien es exactamente así!” Pero la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová, espiritualmente rica, dice en contraste: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” (Sal. 144:12-15) “Feliz es el que tiene al Dios de Jacob como ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el Hacedor del cielo y de la tierra.”—Sal. 146:5, 6.
ALELUYA
40. Al acercarnos al día de la guerra de Jehová, ¿qué debemos hacer con la mira de unificarnos?, y por consiguiente, ¿cuál debe ser nuestra determinación?
40 Para nuestra máxima felicidad ahora y en el nuevo mundo venidero los Salmos nos son útiles como una guía fiel concerniente a lo que es Su voluntad para nosotros ahora. A medida que nos acercamos al día de los días en que Jehová hará cesar las guerras hasta los extremos de la tierra, haciendo añicos los armamentos del enemigo y realizando acontecimientos asombrosos en la tierra, es preciso que nos mantengamos unidos como pueblo suyo y nos reunamos tan a menudo como sea posible disponerlo. “¡Mira! ¡cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en unidad!” (Sal. 133:1) Para estimular esa bondad y agradabilidad de vivir juntos en unidad debemos aprovechar la oportunidad y edificamos mutuamente como cocreyentes y consiervos. Nos reunimos, no sólo para alabar al Soberano universal y su reino, sino para ayudarnos mutuamente a alabarlo ante personas de afuera que necesitan salvación. Nuestra determinación debe ser: “En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Oh redímeme y muéstrame favor. Mi propio pie ciertamente estará plantado en lugar llano; entre las multitudes congregadas bendeciré a Jehová.” (Sal. 26:11, 12) “Te ensalzaré en la congregación grande; entre un pueblo numeroso te alabaré.”—Sal. 35:18.
41. ¿A que haga qué cosa debemos invitar a la gente de afuera, como se indica en los Salmos 107 y 149?
41 A las personas de afuera, personas infelices, aturdidas, en peligro, las debemos invitar a participar con nosotros en nuestras reuniones gozosas, edificantes: “Oh ensalce la gente a Jehová por su bondad amorosa y por sus obras maravillosas para con los hijos de los hombres. Y engrandézcanlo en la congregación del pueblo, y en el asiento de los ancianos alábenlo.” (Sal. 107:31, 32) “¡Alaben a Jah! Canten a Jehová un cántico nuevo, su alabanza en la congregación de hombres de bondad amorosa. Regocíjese Israel en su magnífico Hacedor, los hijos de Sion—alégrense en su Rey.”—Sal. 149:1, 2.
42. ¿Cómo ha separado Jehová a su pueblo de entre las naciones y lo ha puesto en una tierra recién nacida?
42 Diferentes al Israel de la antigüedad, nosotros no vivimos juntos en un país que sea sólo para nosotros, viviendo para nosotros mismos y no teniendo nada que ver con las naciones de fuera de nuestros linderos. Vivimos esparcidos alrededor de la tierra en medio de pueblos mundanos, cuyas impías prácticas y creencias y orgullo nacionalista y ambiciones tenemos que resistir. No obstante, Jehová ha separado de este mundo a los de su pueblo por medio de su verdad, la cual los ha hecho libres, y por medio de organizarlos para que todos puedan obrar juntos en hacer la una sola voluntad que él tiene para ellos. En este día de Jehová él ha producido su nación del Israel espiritual, una nación que no está en cautiverio a ninguna de las naciones de este mundo. Le ha dado a ella una posición espiritual delante de él, una posición teocrática que nadie más ocupa en la tierra, de modo que él, por decirlo así, ha hecho que ‘nazca una tierra’ en este gran día de Jehová para que su pueblo resida en ella. Allí ha llevado a los hijos espirituales de su mujer, Sión, y allí ha reunido a ellos centenares de miles de residentes temporarios de buena voluntad.
43. Para apreciar nuestra condición de nación espiritual, ¿qué necesitamos hacer, y qué bendición nos resulta por hacer tal cosa?
43 Para que apreciemos nuestra condición de nación espiritual, nuestra unidad nacional, necesitamos congregarnos regularmente en nuestras reuniones. Ese es el lugar adecuado donde hablar concerniente al Dios que nos ha hecho su pueblo organizado. Allí delante de nuestros hermanos en la fe y con ellos debemos expresar nuestro gozo en Jehová, quien ha llegado a ser nuestro Rey desde 1914. La bendición que nos resultará de esto será que se profundizará el amor que le tenemos a él y a su Cristo y a nuestros hermanos, y se fortalecerá el lazo que nos une mutuamente para que perseveremos juntos en contra de todo el mundo que está unido contra Jehová y contra nosotros como testigos suyos.
44. ¿Qué se nos manda salir a hacer desde nuestras reuniones? y, según el Salmo 68:11, 12, ¿quiénes participan también en esto?
44 Se nos manda salir desde nuestras reuniones a dar testimonio y amonestar a todas las naciones por última vez, porque su fin completo está fijado para el Armagedón. Por fe, a la luz de la profecía, vemos la victoria de Dios y podemos regocijarnos a causa de lo que esa victoria significará para su propia soberanía universal y para la bendición de todos los que lo aman y le sirven. Al salir a nuestro territorio para dar testimonio públicamente y de casa en casa, él nos da su mensaje triunfante hoy. Mujeres y no sólo los hombres que generalmente combaten han de participar en esta proclamación triunfal. El Salmo 68:11, 12 se ha cumplido en este respecto: “Jehová mismo da el dicho; las mujeres que dicen las buenas nuevas son un ejército grande. Aun los reyes de ejércitos huyen, ellos huyen. En cuanto a la que habita en casa, ella participa del botín.” En nuestros hogares, también, debemos hablar de las victorias teocráticas que conseguimos al predicar las buenas nuevas del reino triunfante de Jehová.
45. ¿Dónde aparece por primera vez la expresión “Aleluya,” y cuántas veces se nos exhorta en los Salmos a hacer lo que la expresión pide, sea cual fuere nuestra edad o sexo?
45 Mirando adelante a la victoria de Jehová en el Armagedón, como lo hizo el salmista, podemos decir con él: “Los pecadores serán acabados de sobre la tierra, y en cuanto a los inicuos, ya no serán. Bendice a Jehová, oh alma mía. ¡Alaben a Jah!” (Sal. 104:35) Aquí por primera vez aparece esa exclamación sagrada hebrea, ¡Aleluya! (Alaben a Yah), en la cual el nombre Yah o Jah es la forma abreviada de Jehová. Hoy nosotros que hemos presenciado el nacimiento de su reino y hemos experimentado tan grandiosas bendiciones bajo él tenemos toda razón para alabar a Jehová. En esta parte final del libro de los Salmos, veintitrés veces se nos hace esta exhortación a alabar: ¡Aleluya! A todas las personas que hoy viven en la tierra se les exhorta a que alaben al Soberano universal, sin importar la posición que ocupen en la tierra, sin importar cuál sea su edad o sexo: “Alaben a Jehová desde la tierra, . . . ustedes los reyes de la tierra y todos ustedes los grupos nacionales, los príncipes y todos los jueces de la tierra, ustedes, varones jóvenes, y también ustedes las vírgenes, los ancianos junto con los muchachos. Alaben ellos el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es inalcanzablemente alto. Su dignidad está por encima de la tierra y el cielo. Y él enaltecerá el cuerno de su pueblo, la alabanza de todos sus hombres de bondad amorosa, de los hijos de Israel, el pueblo que está cerca de él. ¡Alaben a J ah [Aleluya]!”—Sal.148:7-14, margen.
46. Ahora es el tiempo para que hagamos ¿qué cosa, según las cinco doxologías del libro de los Salmos?
46 Nos estamos acercando a la terminación del tiempo del fin de este viejo mundo y sus reinos. El tiempo de alabar a hombres y organizaciones e instituciones humanas ha pasado definitivamente. Es el tiempo crítico para que todos los que quieran vivir alaben a nuestro Creador y Soberano. Es la ocasión importante para que nosotros prestemos atención a la llamada a bendecirlo. El libro de los Salmos está dividido en cinco partes por cinco doxologías o cinco declaraciones de bendición sobre el un solo Dios vivo y verdadero, Jehová; la primera doxología al fin del Salmo 41, la segunda al fin del Salmo 72, la tercera al fin del Salmo 89, la cuarta al fin del Salmo 106, y la quinta pone fin al entero libro de los Salmos. En realidad es el entero Salmo 150. Abarca a todo en la expansión de los cielos y sobre la tierra en su llamada a todos a unirse en un grandioso Aleluya. “¡Alaben a Jah! Alaben a Dios en su santuario. Alábenlo en la extensión de su fortaleza. . . . Toda cosa que respira—alabe a Jah. ¡Alaben a Jah [Aleluya]!”—Sal. 150:1-6, margen.
47. ¿Qué requiere el Salmo 150?, y por eso debemos adelantar en hacer ¿qué cosa?
47 Eso requiere alabanza internacional ahora, hoy, al un solo Dios. Así pensó y sintió el salmista con relación a él. Así pensamos y sentimos nosotros con relación a aquel que es digno de recibir alabanza universal. ¡Adelante, entonces, con la predicación que se ha mandado hacer, la predicación de las buenas nuevas del Reino a la gente de todas las naciones en testimonio final, para que las personas agradecidas puedan unirse en la Aleluya universal en cumplimiento de esta profecía y respiren la alabanza de Jehová eternamente en su nuevo mundo!
[Notas]
a Vea el índice de lugares en el Novum Testamentum Graece, por D. Eberhard Nestle, Stuttgart, Alemania.
b Esto incluye las cuarenta y ocho veces donde los soferim judíos cambiaron el texto hebreo primitivo para que se leyera Adonaí en vez de Yehowá, las cuales la Traducción del Nuevo Mundo ha restaurado a la manera en que se leía originalmente.