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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1972 | 15 de octubre
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No, porque eso significaría que las leyes contra el adulterio, asesinato y robo y cosas semejantes servían para aumentar el crimen y la violencia. Esto es enteramente contrario a los caminos de Dios. Antes que se diera la Ley, las personas ya se habían envuelto en codiciar, asesinar, robar y otras cosas de esta naturaleza. De modo que la Ley se diseñó para controlar las acciones de los israelitas y no para incitarlos a más desafuero. El salmista declaró: “La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto.” (Sal. 19:7) ¿De qué manera, entonces, excitó la Ley pasiones pecaminosas y suministró un “incentivo” al pecado?
Esto se aclara cuando recordamos que el apóstol Pablo dijo: “Aparte de ley el pecado estaba muerto.” Es decir, lo que era el pecado no se había definido específicamente. No se le puede acusar a uno de pecados que no son señalados legalmente como pecados. Por eso antes que viniera la Ley, Pablo o los de su nación vivían sin ser condenados por cualesquier pecados que no habían sido especificados. Había una esperanza de vida sin la Ley. Por consiguiente cuando la Ley de Dios, especificando pecados, se introdujo para conseguir la vida, Pablo o los de su pueblo murieron. ¿Por qué? Porque llegaron a ser designados como pecadores malditos, condenados a la muerte. Pablo o los de su nación descubrieron que eran pecadores más que lo que habían pensado. La Ley hizo que se dieran más cuenta de ser pecadores. A la luz de la ley, se vieron como pecadores sobre más puntos. Por eso a la luz de esa ley más pecadores quedaron expuestos a la vista. No que la ley los haya impulsado a pecar, sino que los puso de manifiesto como pecadores. Así el pecado recibió un incentivo por la Ley y obró el pecado en Pablo y su pueblo. La Ley proveyó la base para condenar a más personas como pecadoras y sobre muchos más puntos legales.
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Suminístreles guía moral a sus hijosLa Atalaya 1972 | 15 de octubre
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Suminístreles guía moral a sus hijos
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