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Parte 15—“Hágase tu voluntad en la tierra”La Atalaya 1959 | 1 de agosto
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La Biblia no nos dice qué palabras usó Juan al sumergir a Jesús bajo las aguas del Jordán, si es que usó palabras. Pero Jesús sabía por qué había venido para ser bautizado. Fué para hacer la voluntad de su Padre celestial en la tierra así como también en el cielo.
19 Pablo el apóstol lo explica, diciendo concerniente a su Amo y Señor Jesús: “No es posible que la sangre de novillos y de machos cabríos quite los pecados. Por esto cuando entra en el mundo él dice: ‘“Tú no deseaste sacrificio y ofrenda, pero me preparaste un cuerpo. No aprobaste holocaustos enteros y ofrenda por los pecados.” Entonces dije yo: “¡Mira! yo he venido (en el rollo del libro está escrito acerca de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios.”’ Después de decir primeramente: ‘Tú no deseaste ni tampoco aprobaste los sacrificios y ofrendas y holocaustos enteros y ofrenda por los pecados’—sacrificios que se ofrecen de acuerdo con la Ley—entonces dice él realmente: ‘¡Mira! yo he venido para hacer tu voluntad.’ . . . Mediante dicha ‘voluntad’ hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para todo tiempo.” (Heb. 10:4-10) El apóstol Pablo aquí estaba aplicando el Salmo 40:6-8 profético a Jesús al tiempo de su bautismo.
20. ¿Qué, pues, simbolizó allí Jesús, y qué manifiesta si, al bautizarse, murió su voluntad?
20 Por medio de bautizarse en agua Jesús estaba simbolizando la dedicación de sí mismo, cuerpo y todo, para hacer la voluntad de Jehová de un modo mayor al que demandaba la ley dada por medio de Moisés. Al tiempo de su bautismo en agua, cuando fué hundido por Juan debajo de las aguas, Jesús murió simbólicamente a la situación pasada de su vida terrenal. No murió su voluntad, porque cuando fué levantado del Jordán todavía tenía su poder de voluntad. Él dijo después de eso: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió y terminar su obra.” “Yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.” “He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió. Esta es la voluntad del que me envió, que no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que ve al Hijo y ejerce fe en él, tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el último día.” Y en oración a Dios poco antes de ser traicionado por el infiel Judas, Jesús dijo: “Padre mío, si no es posible que ésta pase de mí sin que la beba, hágase tu voluntad.” “No obstante, que no se haga mi voluntad, sino la tuya.”—Juan 4:34; 5:30; 6:38-40; Mat. 26:42; Luc. 22:42; vea también 1 Corintios 7:37.
21. ¿Por qué no fué hipócrita Jesús cuando enseñó a sus discípulos a orar: “Cúmplase tu voluntad”?
21 Hasta el día en que Jesús de hecho fué bautizado en la muerte literal por medio de ser empalado en el madero de tormento, él de continuo tuvo que ejercitar su poder de voluntad en armonía con la voluntad de Dios su Padre. (Juan 21:22) Él no fué hipócrita cuando enseñó a sus discípulos a orar a Dios: “Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.”—Mat. 6:9, 10.
(Continuará)
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Ningún conflicto con la cienciaLa Atalaya 1959 | 1 de agosto
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Ningún conflicto con la ciencia
Elmer Maurer, un químico que especializa en investigación, dijo: “No he hallado nada en la ciencia natural, en la química, que esté en conflicto con la Biblia.”—The Evidence of God in an Expanding Universe.
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