Estados Unidos de América (Parte 3)
ESTALLA LA VIOLENCIA EN LITCHFIELD
Para aproximadamente el mismo tiempo en que la Hacienda del Reino había sido objeto de una amenaza de ataque e incendio premeditado, estallaron dificultades contra los testigos de Jehová en Litchfield, Illinois. “De alguna manera los alborotadores de Litchfield se enteraron de nuestros planes de modo que cuando sí entramos en aquel lugar para trabajar el pueblo ya nos estaban esperando,” recuerda Clarence S. Huzzey. “El sacerdote local tocó las campanas de la iglesia como señal y ellos empezaron a recoger a los hermanos... y llevarlos a la cárcel local. Algunos de los hermanos fueron golpeados malamente y la chusma hasta amenazó con quemar la cárcel. Algunos de los de la chusma hallaron los automóviles de los hermanos y comenzaron a demolerlos... hasta convertirlos en basura.”
Walter R. Wissman dice: “Los hermanos, después de haber sido golpeados por la chusma, fueron llevados rápidamente en grupo a la cárcel local por la patrulla estatal de las carreteras para su propia protección. A cierto hermano, Charles Cervenka, lo derribaron al suelo cuando rehusó saludar la bandera, y le empujaron la bandera contra el rostro, y lo patearon y golpearon gravemente en la cabeza y el cuerpo. Fue el más gravemente golpeado y herido de los hermanos y nunca se recuperó completamente de la golpeadura. Murió pocos años después. Él dijo más tarde que mientras lo golpeaban pensó para sí que se alegraba mucho de que esto le estuviera sucediendo a él y no a uno de los hermanos más nuevos porque él sabía que él podía aguantarlo, mientras que quizás uno más nuevo se hubiera debilitado y hubiera transigido.”
“El pueblo de Litchfield se enorgulleció mucho de su logro,” recuerda el hermano Wissman. “De hecho, varios años después, cuando habían entrado ya los años cincuenta, Litchfield tuvo una celebración de centenario con carrozas que pintaban los sucesos sobresalientes de los cien años de historia de la ciudad. Una de estas carrozas conmemoraba la asonada de 1940 contra los testigos de Jehová. Los funcionarios de la ciudad consideraban que esto era un acontecimiento memorable de su historia. ¡Que Jehová les dé su recompensa!”
SÚPLICAS QUE NO FUERON OÍDAS
Tan serios y numerosos fueron los ataques violentos contra los testigos de Jehová que el subsecretario de justicia de los Estados Unidos, Francis Biddle, y la Sra. Eleanor Roosevelt (esposa del presidente Franklin D. Roosevelt) hicieron llamamientos públicos para que se descontinuaran aquellos actos. De hecho, el 16 de junio de 1940, el mismo día del incidente de Litchfield, durante una transmisión por radio a través de una cadena de costa a costa de la National Broadcasting Company, Biddle declaró:
“A los testigos de Jehová los han atacado y golpeado repetidas veces. No habían cometido ningún crimen; pero la chusma juzgó que sí lo habían cometido; y suministró el castigo de la asonada. El ministro de justicia ha mandado que se haga una investigación inmediata de estos ultrajes.
“El pueblo tiene que estar alerta y vigilante, y ante todo ser sereno y cuerdo. Puesto que la violencia de las chusmas hará infinitamente más difícil la tarea del gobierno, no será tolerada. No venceremos el mal de los nazis emulando sus métodos.”
Pero esas súplicas no detuvieron el oleaje de hostilidad contra los testigos de Jehová.
INTERRUPCIÓN DE REUNIONES CRISTIANAS
Durante aquellos años turbulentos, a veces se atacó a los cristianos de los Estados Unidos mientras estaban reunidos pacíficamente para recibir instrucción bíblica. Eso sucedió, por ejemplo, en Saco, Maine, durante 1940. En cierta ocasión, mientras los testigos de Jehová estaban en su Salón del Reino de un segundo piso preparándose para presentar una conferencia bíblica grabada, una chusma de 1.500 a 1.700 se formó, según Harold B. Duncan. Él recuerda claramente que había un sacerdote con ellos, sentado en un automóvil enfrente del salón. “El individuo del taller [adyacente] de reparación de radios puso todo aparato de radio que pudo en el volumen más alto para que no se pudiera oír el discurso,” dice el hermano Duncan, y añade: “Entonces la chusma empezó a arrojar piedras contra las ventanas. La policía en traje civil usaba linternas eléctricas para señalar con rayos de luz las ventanas que se habían de apedrear. El cuartel de la policía estaba a solo cuadra y media o manzana y media de distancia. Fui dos veces a aquel lugar y les informé lo que estaba sucediendo. Dijeron: ‘¡Cuando saluden la bandera americana les daremos ayuda!’ La chusma rompió a pedradas 70 [vidrios pequeños de las ventanas] del salón, y una piedra del tamaño de mi puño, que por poco le da en la cabeza a la hermana Gertrude Bob, le arrancó un trozo de esquina a la pared enyesada.”
También estalló violencia de chusmas durante la asamblea de 1942 en Klamath Falls, Oregón. Según Don Milford, los alborotadores cortaron los alambres telefónicos por los cuales estaba transmitiéndose un discurso desde otra ciudad de asamblea, pero un hermano que tenía una copia del discurso inmediatamente tomó control de la situación y el programa siguió adelante. Finalmente, la chusma irrumpió en el salón. Los Testigos se defendieron y cuando la puerta se cerró de nuevo uno de los atacantes —“un hombre grande y poderoso”— estaba inconsciente dentro del edificio. Era un agente de la policía y se le tomó una fotografía con su placa identificadora al lado de la cara. “Llamamos a la Cruz Roja,” dice el hermano Milford, “y ellos enviaron dos mujeres con una camilla y se lo llevaron. Más tarde se le oyó decir: ‘Yo no pensaba que ellos iban a pelear.’” La policía rehusó ayudar a los Testigos, y pasaron más de cuatro horas antes que la chusma fuera disuelta por la milicia estatal.
ATAQUES DURANTE LA OBRA CON LAS REVISTAS EN LA CALLE
Aunque en algunas localidades los agentes de la policía no protegían a los testigos de Jehová, ciertamente no sucedía así en todo caso. Por ejemplo, años atrás, mientras L. I. Payne trabajaba en la calle con las revistas en Tulsa, Oklahoma, notó que siempre había un policía a la vista. “Por eso,” dice el hermano Payne, “cierto día le pregunté por qué estaba siempre tan cerca. Dijo que aunque tenía que abarcar un territorio grande, estaría en aquella vecindad porque no iba a dejar que nadie me echara de allí o me golpeara. Había leído en cuanto a cómo los pueblecitos estaban tratando a los Testigos y no podía ver por qué nadie querría estorbar esta obra.”
La realidad fue que los siervos de Jehová a menudo fueron atacados por chusmas violentas mientras participaban en testificar en las calles con The Watchtower (La Atalaya) y Consolation (Consolación). Por ejemplo, George L. McKee dice que semana tras semana en una comunidad de Oklahoma chusmas que variaban de 100 a mucho más de 1.000 hombres enfurecidos atacaban a los Testigos que participaban en la obra con las revistas en las calles. El alcalde, el jefe de la policía y otros funcionarios no suministraban ninguna protección. Según el hermano McKee, por lo general los alborotosos eran dirigidos por un médico prominente y líder de la Legión Americana, primo de Belle Starr, una notoria bandida. Primero, unos secuaces borrachos comenzaban a perturbar. Entonces venía la chusma, armada con tacos de billar, palos, cuchillos, hachas de carnicero y pistolas. ¿Con qué objetivo? Echar del pueblo a los Testigos. Pero cada sábado los proclamadores del Reino determinaban de antemano por cuánto tiempo participarían en la obra en las calles y, aunque la chusma se reunía rápidamente, los hermanos lograban completar el tiempo que se habían fijado. Se colocaban muchas revistas con los que iban de compras.
Cierto sábado unos quince Testigos fueron atacados. “Nos dimos cuenta de que teníamos que depender de Jehová Dios y del buen juicio para escapar con nuestra propia vida,” dice el hermano McKee, y continúa: “Sin darnos advertencia alguna, comenzaron a atacar a tres de nosotros los hermanos con sus cuchillos y palos. . . . Con nuestros brazos rotos, cráneos partidos y otros daños, fuimos a cuatro diferentes médicos de la comunidad, pero todos rehusaron darnos el tratamiento que necesitábamos. Tuvimos que viajar a una comunidad a ochenta kilómetros de allí para que un doctor compasivo nos administrara su servicio. Golpes y sentimientos pronto ganaron y volvimos a la esquina de la calle el siguiente sábado con las buenas nuevas del Reino. Este espíritu dominó durante todos los tiempos difíciles que experimentamos en lo intenso de la persecución.”
FURIA EN CONNERSVILLE
Notables entre los actos de violencia de chusmas fueron incidentes que ocurrieron en 1940 en Connersville, Indiana. Ciertas cristianas que estaban siendo sometidas a juicio allí fueron acusadas falsamente de “conspiración y amotinamiento.” Mientras el hermano Rainbow, un siervo de zona, y Victor y Mildred Schmidt salían del edificio del tribunal el primer día del juicio, unos veinte hombres se lanzaron contra el auto de ellos, los amenazaron de muerte y trataron de volcar el vehículo.
El último día del juicio, el fiscal usó más para incitar a un alboroto que para presentar su caso el tiempo de que disponía; a veces habló directamente a hombres armados que estaban en el edificio. Para las nueve de la noche vino el veredicto... “Culpables.” Entonces estalló una tempestad de violencia. La hermana Schmidt dice que ella y su esposo Victor, que era uno de los abogados encargados del caso, junto con otros dos hermanos, fueron separados de los otros Testigos y atacados por una chusma de doscientas a trescientas personas. Nos dice:
“Casi inmediatamente, nos vimos bombardeados por una lluvia de toda clase de frutas, vegetales y huevos. Más tarde se nos dijo que los de la chusma habían descargado un camión entero lleno de estas cosas sobre nosotros.
“Tratamos de correr a nuestro auto, pero nos cerraron el paso y nos empujaron a la carretera que llevaba hacia fuera de la ciudad. Entonces la chusma se abalanzó sobre nosotros; golpearon con los puños a los hermanos y a mí me propinaron un golpe en la espalda, con el efecto de sacudirme violentamente la cabeza hacia atrás. Para entonces, una tormenta había estallado en toda su furia. La lluvia caía a torrentes y el viento azotaba furiosamente. Sin embargo, la furia de los elementos era insignificante en comparación con la furia de esta chusma enloquecida por los demonios. Debido a la tormenta, muchos corrieron a sus autos y manejaban al lado de nosotros, gritando y maldiciéndonos y siempre incluyendo el nombre de Jehová en sus maldiciones. ¡Oh, cómo hería nuestro corazón aquello!
“Pero a pesar de la tormenta, parecía como si hubiera por lo menos cien hombres a pie hostigándonos. En una ocasión un automóvil en que venían hermanos, y manejado por la hermana Jacoby (ahora la hermana Crain) de Springfield, Ohio, trató de rescatarnos, pero la chusma casi derribó el auto y le dio patadas y trató de abrir sus puertas. Esto hizo que arreciaran los golpes contra nosotros cuando la chusma nos apartó del automóvil. Los hermanos se vieron obligados a seguir adelante sin nosotros. Empujándonos adelante mientras la tormenta continuaba sin abatir, la chusma seguía gritando y repitiendo: ‘¡Échenlos al río! ¡Échenlos al río!’ Este sonsonete incesante puso terror en mi corazón y cuando nos acercábamos al puente para cruzar el río el sonsonete súbitamente cesó. En poco tiempo estuvimos de hecho al otro lado del puente. ¡Era como si los ángeles de Jehová hubieran cegado a la chusma en cuanto a dónde estábamos! Pensé: ‘¡Ay, Jehová, gracias!’
“Entonces los grandes y fornidos miembros de la chusma empezaron a golpear de nuevo a los hermanos. ¡Qué duro es ver que se golpea a una persona a quien uno ama! Cada vez que golpeaban a Victor, él tambaleaba, pero nunca caía. Estos golpes eran golpes de horror para mí . . .
“Vez tras vez se me acercaban desde atrás y me daban aquel empujón rápido que me sacudía violentamente la cabeza hacia atrás. Finalmente nos vimos separados de los dos hermanos y mientras caminábamos con los brazos fuertemente enlazados, Victor dijo: ‘No hemos sufrido lo que sufrió Pablo. No hemos resistido hasta el derramamiento de sangre.’ [Compare con Hebreos 12:4.]
“Estaba muy oscuro y se estaba haciendo tarde (después supe que eran las once de la noche, aproximadamente). Habíamos salido de los límites de la ciudad y estábamos casi exhaustos cuando súbitamente un automóvil se detuvo muy cerca de nosotros. Una voz familiar dijo: ‘¡Rápido! ¡Entren!’ ¡Oh, aquí estaba aquel excelente joven precursor, Ray Franz, rescatándonos de esta violenta chusma! . . .
“Otra vez, todos sentimos que los ángeles de Jehová habían cegado al enemigo de modo que no nos vieran entrar en el auto. Aquí en el automóvil, a salvo de la chusma, estaban el estimado hermano Rainbow y su esposa y otros tres. De alguna manera, aquel pequeño automóvil tuvo espacio para todos nosotros, ocho personas. Fue el sentir de todos nosotros que los ángeles de Jehová habían evitado que el enemigo nos viera entrar en el auto. La chusma todavía estaba violentamente agitada contra nosotros, sin señal de dejarnos ir. ¡Parecía como si Jehová con sus brazos amorosos hubiera extendido las manos a nosotros y nos hubiera rescatado! Más tarde aprendimos que después que los dos hermanos fueron separados de nosotros habían hallado refugio en un montón de heno hasta que unos hermanos los encontraron temprano por la mañana. Uno de los hermanos había sido herido seriamente por un objeto que habían arrojado contra él.
“Llegamos a casa como a las dos de la mañana empapados y fríos, puesto que la tormenta había puesto fin a una ola de calor y traído consigo aire frío. Nuestros hermanos y hermanas nos atendieron, y hasta cerraron cinco heridas que habían sido abiertas en el rostro de Victor. ¡Cuánto agradecimos estar recibiendo el amoroso cuidado de nuestros queridos hermanos!”
A pesar de experiencias graves de esa índole, Jehová sostiene y fortalece a sus siervos. “Así,” dice la hermana Schmidt, “habíamos pasado otra clase de prueba que Jehová nos había ayudado misericordiosamente a soportar y ‘dejar que el aguante tuviera completa su obra.’”—Sant. 1:4.
OTROS ACTOS DE CRUELDAD DE CHUSMAS
Muchos fueron los actos de violencia de chusmas que tuvieron como blanco a los testigos de Jehová. En diciembre de 1942 en Winnsboro, Texas, varios testigos de Jehová fueron atacados por una chusma mientras trabajaban en las calles con las revistas. Entre los Testigos estuvo O. L. Pillars, siervo para los hermanos (superintendente de circuito). Al acercarse la chusma, los Testigos concluyeron que no podían trabajar en la calle en medio de aquellas circunstancias. Por eso comenzaron a dirigirse a su automóvil. “En medio de la calle principal, en su automóvil con altavoz, estaba el predicador bautista, C. C. Phillips,” recuerda el hermano Pillars. “Él había estado predicando acerca de Cristo y la crucifixión, pero tan pronto como nos vio cambió de sermón. Empezó a vociferar y rabiar en cuanto a que los testigos de Jehová no querían saludar la bandera. Dijo que él se alegraría de morir por la bandera y que todo el que no saludaba la bandera debería ser echado del pueblo. Cuando pasamos su camión, vimos que desde el frente tenía otra chusma hacia nosotros. Pronto nos rodearon y nos mantuvieron allí hasta que el jefe de la policía de la ciudad apareció y nos arrestó.”
Más tarde, la chusma entró en la oficina del jefe de la policía, que no hizo ningún esfuerzo por proteger a los Testigos. La chusma se apoderó de ellos. En la calle, sobre el hermano Pillars, entre otros, llovieron puñetazos. “En ese momento,” dice el hermano Pillars, “experimenté la ayuda más extraordinaria. Me estaban golpeando terriblemente. De mi nariz, rostro y boca salía sangre, pero yo sentía poco o ningún dolor. Aun en aquel tiempo me maravillé de este hecho y pensé que era una manifestación de ayuda angelical. . . . Para mí esto explicaba cómo nuestros hermanos alemanes habían aguantado fielmente lo más intenso de la persecución nazi sin vacilar.”
Al hermano Pillars lo golpearon repetidamente hasta que perdió el sentido, entonces lo revivificaron y golpearon de nuevo. Finalmente, no pudiendo hacer que recobrara el sentido, la chusma lo empapó de agua fría y trató de hacerle saludar una bandera de cinco centímetros por diez, según él, “la única bandera que estos grandes ‘patriotas’ pudieron encontrar.” Mientras la mantenían en alto, también le levantaban el brazo, pero él dejaba que la mano colgara, mostrando que no iba a saludar. Pronto le pusieron una soga alrededor del cuello, lo halaron violentamente hacia el suelo y lo arrastraron a la cárcel. Con dificultad les oyó decir: “Vamos a colgarlo de una vez. Entonces nos habremos librado de estos Testigos para siempre.” Poco tiempo después trataron de hacer precisamente eso. El hermano Pillars escribe: “Me pusieron la nueva soga de cáñamo de un centímetro alrededor del cuello, y me hicieron el nudo de ejecución detrás de la oreja, y me arrastraron a la calle. Después lanzaron la soga sobre un tubo que sobresalía del edificio. Cuatro o cinco miembros de la chusma comenzaron a halar la soga. Mientras me elevaban del suelo, la soga se apretó y yo perdí el sentido.”
Lo siguiente de que tuvo consciencia el hermano Pillars fue que estaba de nuevo en la cárcel sin calefacción. Un médico lo examinó y dijo: “Si se quiere que este muchacho viva, hay que llevarlo al hospital, porque ha perdido mucha sangre y sus ojos se han dilatado.” A esto el alguacil respondió: “No he visto diablo más terco que éste.” “¡Cómo me animaron aquellas palabras,” dice el hermano Pillars, “porque me dieron seguridad de que no había transigido!”
Cuando el doctor se fue, los miembros de la chusma desfilaron por la cárcel fría y sin luz. Prendieron cerillos para verle la cara al hermano Pillars, y él les oyó preguntar: “¿No está muerto todavía?” Alguien respondió: “No, pero se morirá.” Frío hasta los huesos y calado de agua, el hermano Pillara trataba de evitar los temblores del frío, esperando que pensaran que había muerto. Finalmente se fueron y todo quedó en silencio. Al fin la puerta se abrió, miembros de la Policía Estatal de Texas entraron, y el hermano Pillars fue llevado en ambulancia al hospital de Pittsburg, Texas. Había estado a merced de la chusma por seis horas. Pero, ¿qué había sucedido cuando lo colgaron? ¿Por qué estaba vivo todavía? “Tarde al día siguiente me enteré de la respuesta a esas preguntas,” dice el hermano Pillars, y añade:
“A mi cuarto de prisión en el hospital de Pittsburg donde me recuperaba vino el hermano Tom Williams. Él era un abogado local de Sulphur Springs y un verdadero luchador a favor de la justicia. Se había esforzado inútilmente por hallarme hasta que amenazó con demandar al pueblo. Entonces le revelaron que estaba en el hospital. ¡Qué bueno fue ver el rostro de un hermano! Entonces me dijo que por todo el pueblo se sabía... ¡me habían colgado pero la soga se rompió!
“Más tarde, cuando la F.B.I. hizo una investigación oficial y esto llevó a una pesquisa por jurado para determinar si había motivo para procesar, un grupo de pentecosteses estuvieron dispuestos a testificar. Dijeron: ‘Hoy son los testigos de Jehová. ¡Mañana seremos nosotros!’ Cuando describieron el ahorcamiento dijeron: ‘Lo vimos colgando de la soga. Entonces se rompió. Cuando vimos que la soga se rompió, supimos que el Señor la había roto.’”
El alguacil y otros oficiales cruzaron, huyendo, la frontera del estado. Por eso, nunca se les sometió a juicio. El hermano Pillars se recuperó y regresó a su obra de siervo para los hermanos en aquella zona.
AGUANTANDO CRUEL PERSECUCIÓN
“¡Yo nunca podría aguantar una persecución tan cruel!” quizás exclame usted. No, no por su propia fortaleza. Pero Jehová puede hacerlo fuerte si usted aprovecha las provisiones que él hace para que uno se edifique espiritualmente ahora. La razón principal para la persecución tiene que ver con la cuestión de la soberanía universal. En realidad, Satanás desafió a Dios, alegando que ninguna criatura humana permanecería fiel a Jehová si el Diablo la sometía a una prueba. ¡Qué privilegio es mantener integridad a Dios, y así probar que Satanás es un mentiroso y apoyar el lado de Jehová en la cuestión!—Job 1:1–2:10; Pro. 27:11.
En los años que han pasado desde aquellos días turbulentos de muchos ataques de chusmas a los testigos de Jehová en los Estados Unidos, el pueblo de Dios ha comprendido con claridad cada vez mayor que es necesario que dependan plenamente de Jehová. Aunque se defienden y defienden a sus amados en armonía con los principios cristianos, no se arman con armas mortíferas a la espera de un ataque. (Mat. 26:51, 52; 2 Tim. 2:24) Más bien, reconocen que ‘las armas de su guerrear no son carnales.’—2 Cor. 10:4; vea La Atalaya, 15 de octubre de 1968, páginas 633-638.
ASAMBLEA TEOCRÁTICA EN SAINT LOUIS
La humanidad estaba en los dolores de la II Guerra Mundial y rabiaba la persecución contra el pueblo de Dios. Pero ‘Jehová de los ejércitos estaba con ellos.’ (Sal. 46:1, 7) Él se encargó de que tuvieran amplias provisiones en sentido espiritual. Muy notable en cuanto a esto fue la Asamblea Teocrática de los Testigos de Jehová en Saint Louis, Misuri, del 6 al 10 de agosto de 1941.
Los siervos de Jehová estaban muy deseosos de estar presentes en aquella asamblea. Por eso, hubo muchos de ellos viajando por las carreteras en dirección a Saint Louis. “Pronto aprendimos,” dice la hermana A. L. McCreery, “que todos los Testigos ponían una revista [La Atalaya o Consolación en inglés] en la ventana del automóvil para identificarse; de modo que hicimos lo mismo. Todo el viaje fue uno de saludar con la mano a personas a quienes nunca habíamos visto que nos pasaban, pero sabíamos que eran nuestros hermanos por sus sonrisas y sus saludos.”
A pesar de que recibieron presión de la Acción Católica y de los Veteranos de las Guerras Extranjeras, la administración del lugar de asamblea, The Arena, rehusó cancelar el contrato para el uso de este establecimiento por los testigos de Jehová. Sin embargo, las iglesias católicas circularon propaganda que hizo que muchos amos de casa cancelaran el uso de las habitaciones que iban a alquilar al pueblo de Dios. “Las monjas iban de casa en casa diciéndole a la gente que no alquilara sus habitaciones a los testigos de Jehová,” dice Robert E. Rainer. Por eso, al llegar a Saint Louis, “hubo tantos Testigos sin alojamiento que se hizo necesario hacer colchones y rellenarlos para que pudieran dormir allí en el terreno de la Arena,” según Margaret J. Rogers.
Acerca del problema del alojamiento, el hermano G. J. Janssen y su esposa declaran: “Durante la asamblea el periódico publicó una fotografía de una madre Testigo y su criatura durmiendo de noche sobre el césped en los terrenos de la asamblea. Aquello cambió la situación. Los residentes locales, de corazón más blando que sus falsos maestros, empezaron a hacer llamadas al departamento de alojamiento para decir que sus habitaciones extras estaban disponibles para los Testigos.” No pasó mucho tiempo antes que se estuvieran ofreciendo habitaciones por telegrama, llamadas telefónicas, cartas, visitas personales y otros medios. Hasta en las calles la gente detenía a los publicadores del Reino y les ofrecía alojamiento.
Algunos Testigos, al llegar, se dirigieron a la Ciudad Teocrática de Remolques. Esta creció hasta que el lugar rebosaba con 677 remolques o coches-habitaciones, 1.824 tiendas de campaña, 100 automóviles especialmente preparados para dormir, 99 camiones y 3 autobuses... y una población de 15.526 personas. “Era inmensa,” declara Edna Gorra, que también dice: “Las calles tenían nombre y había instalaciones de aseo, apropiadas instalaciones sanitarias, y así por el estilo. Presentaba una vista maravillosa... gente de diferentes estados viviendo en sus remolques o coches-habitaciones, tiendas y autobuses, todos en armonía.”
ALGUNOS PUNTOS DEL PROGRAMA
El programa de la asamblea fue ciertamente remunerador espiritualmente. Por ejemplo, Hazel Burford, ahora misionera en Panamá, dice: “Allí nos emocionó la clarificación que recibimos acerca de la cuestión de la dominación universal de Jehová como Soberano Supremo y cómo aquello tenía que ver con la integridad de los siervos de Jehová. . . . Nos dimos cuenta más claramente que nunca de por qué Jehová permitía aquella intensa persecución de su pueblo por todo el mundo.” En su discurso intitulado “Integridad,” el hermano Rutherford señaló que la cuestión que hizo surgir Satanás en el día de Job fue: “¿Puede Jehová poner en la Tierra hombres que, bajo la prueba más severa, resulten fieles y verdaderos a Dios?” Se mostró, sin embargo, que la cuestión principal era la de dominación universal. Entre otras cosas, el discursante instó a los que lo escuchaban a estar completa y absolutamente dedicados al Gobierno Teocrático por Cristo Jesús, sabiendo que éste vindicará el nombre de Jehová y traerá liberación a todos los que aman la justicia y sirven a Jehová.
Hubo un rasgo de la asamblea que especialmente llegó al corazón de los delegados. El domingo 10 de agosto de 1941 fue el “Día de los Hijos” en la asamblea de Saint Louis. Temprano aquella mañana se pronunció un discurso de bautismo y 3.903 personas se bautizaron, entre ellas 1.357 niños. Pero para los niños —y para los adultos también— aquel día fue muy especial. “Todos los hijos de padres consagrados entre las edades de 5 y 18 años y que tengan boletos de asientos reservados se congregarán en la parte principal de la arena directamente enfrente de la plataforma,” decía el programa impreso. El discurso “Hijos del Rey,” que había de presentar el hermano Rutherford, se había fijado para las once de la mañana.
Para entonces el auditorio de la asamblea había llegado a ser un tremendo gentío de 115.000 personas. Directamente enfrente de la plataforma del discursante y en los palcos que la rodeaban había un auditorio extraordinario... todos eran niños entre las edades de cinco y dieciocho años. Cuando el hermano Rutherford subió a la plataforma, los jóvenes vitorearon y aplaudieron. Él ondeó su pañuelo y miles de manos jóvenes se movieron en respuesta. Pronto él pasó al frente de la plataforma, literalmente radiante de gozo ante lo que veía.
J. F. Rutherford dijo mucho a todos aquellos jovencitos y a los miles de otras personas de aquel vasto auditorio. Por ejemplo, Dorothy Wilkes declara: “La esperanza de condiciones paradisíacas en la Tierra se nos hizo muy real a medida que el hermano Rutherford declaró, en efecto, que ‘¡los terrenos que ustedes vieron mientras viajaban a la asamblea no eran nada en comparación con lo que han de tener!’” Y Neal L. Callaway, que fue uno de los jovencitos del auditorio aquel día, en cierta ocasión escribió: “. . . después de terminar su discurso, el presidente de la Sociedad dijo: ‘Tengo que hacer una pregunta a cada uno de ustedes. ¡Todos ustedes los que han convenido en hacer la voluntad de Dios y se han puesto de parte del Gobierno Teocrático por Cristo Jesús, y que han convenido en obedecer a Dios y a Su Rey, por favor PÓNGANSE DE PIE!’
“Nos levantamos como un solo cuerpo. ‘¡Mire!’ exclamó el presidente de la Sociedad, ‘¡más de 15.000 nuevos testigos para el Reino!’ Después de largo aplauso, dijo: ‘Todos ustedes los que harán lo que puedan para hablar a otros acerca del reino de Dios y sus bendiciones concomitantes sírvanse decir ¡Sí!’ Entonces vino un atronador ‘¡Sí!’ de 15.000 niños de pie.
“Y entonces el presidente de la Sociedad dijo: ‘Si ustedes tuvieran en sus manos un instrumento que pudieran usar para honrar el nombre de Jehová, ¿lo usarían diligentemente?’ Respondimos: ‘¡Sí!’ ‘Entonces sírvanse sentarse, y les hablaré acerca de ese instrumento. El Señor ha hecho posible la preparación de este libro como mensaje para ustedes. El título de este libro es “Hijos.”’ ¡Qué tremendo aplauso vino después de eso!” Un ejemplar gratis del nuevo libro Hijos, escrito por el hermano Rutherford, fue entregado a cada niño que estaba sentado en las secciones especiales de The Arena y el campamento de remolques.
Muchos individuos que estuvieron presentes para aquella magnífica ocasión como simples niñitos continuaron progresando, declara George D. Caron. “Se hicieron precursores, entraron en la Escuela de Galaad y emprendieron asignaciones de misioneros, fueron a Betel y de otros modos adelantaron con la organización. Hoy son espina dorsal y fortaleza en muchas congregaciones por todo el mundo.”
El domingo 10 de agosto de 1941 por la tarde, J. F. Rutherford, estando enfermo, habló al auditorio de la asamblea por última vez. Lo hizo extemporáneamente, sin notas, por unos cuarenta y cinco minutos.
Hizo algunas declaraciones muy significativas acerca de la dirección o acaudillamiento del pueblo de Jehová, diciendo: “Quiero que cualesquier extraños que haya aquí sepan lo que ustedes piensan acerca de que un hombre sea el caudillo o líder de ustedes, para que no lo vayan a olvidar. Cada vez que algo surge y comienza a crecer, dicen que hay algún hombre, un líder que tiene un gran conjunto de seguidores. Si hay alguna persona en este auditorio que piense que yo, este hombre de pie aquí, es el caudillo de los testigos de Jehová, que diga Sí. [Unánime NO]
“Si ustedes los que están aquí creen que yo soy solo uno de los siervos del Señor, y que estamos trabajando hombro a hombro en unidad, sirviendo a Dios y sirviendo a Cristo, digan Sí. [Unánime SÍ]
“Bueno, no tienen que tenerme como caudillo terrestre para conseguir que una muchedumbre como ésa trabaje; ese tipo de clase de personas pelearía contra el Diablo con un palo de olmo de Misuri, y están peleando con la espada del espíritu, que es más eficaz.”
Repetidamente durante este discurso final, el hermano Rutherford instó a los que escuchaban a seguir adelante con la obra de predicar el mensaje del Reino.
DÍAS FINALES EN BETH-SARIM
Para noviembre la crítica enfermedad del hermano Rutherford había adelantado y él se vio obligado a someterse a una operación en Elkhart, Indiana. Después de eso expresó el deseo de ir a California. Por eso, fue llevado a una residencia de San Diego conocida como “Beth-Sarim.” Por algún tiempo sus asociados y los mejores peritos médicos habían comprendido que él no podría recobrarse.
Brevemente se puede decir que el hermano Rutherford tuvo un caso grave de pulmonía después de haber sido soltado del aprisionamiento injusto durante 1918-1919 por su fidelidad a Jehová. Después de eso solo tenía un pulmón bueno. Se le hacía casi imposible permanecer durante el invierno en Brooklyn, Nueva York, y todavía cumplir con sus deberes de presidente de la Sociedad. En los años veinte fue a San Diego bajo tratamiento médico. El clima allí era excepcionalmente bueno y el médico lo instó a pasar el mayor tiempo posible en San Diego. Eso fue lo que Rutherford hizo al fin.
Con el tiempo, se hizo una contribución directa con el propósito de que se construyera una casa en San Diego que el hermano Rutherford usara. No se construyó a expensas de la Sociedad Watch Tower. Acerca de esta propiedad, el libro Salvación, de 1939, declaró: “En San Diego, California, . . . hay un pequeño terreno, en el cual, en el año de 1929, se edificó una casa que se conoce como Beth-Sarim.”
La hermana Hazel Burford fue una de las enfermeras que atendieron al hermano Rutherford durante su enfermedad final en Beth-Sarim, adonde fue llevado en noviembre de 1941. Nos dice: “Tuvimos tiempos interesantes, porque llegó al punto en que dormía todo el día y entonces estaba ocupado toda la noche con asuntos de la Sociedad y nos mantenía ocupadas.” Cierta mañana a mediados de diciembre tres hermanos, incluso el hermano Knorr, llegaron de Brooklyn. La hermana Burford recuerda lo siguiente: “Pasaron varios días con él revisando el informe anual para el Yearbook y otros asuntos de organización. Después de partir ellos, el hermano Rutherford continuó debilitándose y, unas tres semanas después, el jueves 8 de enero de 1942, terminó fielmente su carrera terrestre y se graduó a más plenos privilegios de servicio en las cortes de su Padre celestial.” Más tarde aquel día la noticia fue enviada a la oficina central en Brooklyn por llamada telefónica de larga distancia a las 6:15 de la tarde.
¿Cómo se recibió la noticia de la muerte de J. F. Rutherford en el Betel de Brooklyn? “Nunca olvidaré el día en que supimos que el hermano Rutherford había muerto,” comenta William A. Elrod. “El anuncio fue breve. No hubo discursos.”
UNA TRANSICIÓN SIN ASPEREZAS
El jueves 8 de enero de 1942 terminó la vida terrestre de José Franklin Rutherford, de setenta y dos años de edad. Por veinticinco años había sido presidente de la Sociedad Watch Tower. Cuando el primer presidente de la Sociedad, Carlos Taze Russell, murió en 1916, los Estudiantes de la Biblia recibieron una gran sacudida y muchos se preguntaban cómo podían seguir adelante en el servicio de Dios. Además, hombres egoístas procuraron obtener control de la Sociedad y esto presentó problemas por algún tiempo, aunque su posición y proyectos fueron completamente vencidos por medio de la ayuda divina. La muerte de J. F. Rutherford no tuvo esos efectos, sin embargo. Por supuesto, los enemigos del pueblo de Dios pensaron que la obra de los testigos de Jehová se detendría, pero estaban equivocados. “La organización teocrática siguió adelante sin detenimiento ni tropiezo,” dice Grant Suiter.
El 13 de enero de 1942, todos los miembros de la junta de las corporaciones de Pensilvania y Nueva York que utilizaba el pueblo de Dios se congregaron en reunión conjunta en el Betel de Brooklyn. Varios días antes, el vicepresidente de la Sociedad, Nathan H. Knorr, había pedido que buscaran solícitamente sabiduría divina por medio de oración y meditación, y ellos hicieron esto. Su reunión conjunta comenzó con una oración en que se pedía la guía de Jehová, y después de consideración cuidadosa la candidatura del hermano Knorr fue presentada y él fue unánimemente electo presidente de la Sociedad. “Nadie de quien yo supiera siquiera puso en tela de juicio el nombramiento del hermano Knorr,” dice C. W. Barber, “y todos estábamos resueltos a apoyarlo hombro a hombro y probar nuestra devoción a la organización de Jehová. Había completa unidad también entre todos los directores de la Sociedad.” Se recibieron muchos telegramas y cartas que mostraban que los siervos de Jehová por todo el mundo estaban unificados y resueltos a seguir adelante con la predicación.
Nathan Homer Knorr nació en Bethlehem, Pensilvania, en 1905, de padres que habían nacido en los Estados Unidos de América. Cuando tenía dieciséis años de edad se asoció con la congregación de Estudiantes de la Biblia de Allentown, y en 1922 asistió a la asamblea de Cedar Point, donde se resolvió a renunciar como miembro de la Iglesia Reformada. Se le presentó la oportunidad de bautizarse en agua en símbolo de la dedicación de su vida a Jehová Dios el 4 de julio de 1923, mientras Frederick W. Franz, del Betel de Brooklyn, visitaba la congregación de Allentown. El hermano Fred Franz pronunció el discurso de bautismo y Nathan H. Knorr, de dieciocho años de edad, estuvo entre los individuos que se bautizaron aquel día, en el río Little Lehigh. Siempre ha sido un gozo recordar ese día, ¡y qué placer le ha sido al hermano Knorr tener el privilegio de trabajar lado a lado con el hermano Fred Franz por más de cincuenta y un años ya!
Unos dos meses después, el 6 de septiembre de 1923, el hermano Knorr llegó a ser miembro de la familia del Betel de Brooklyn. C. W. Barber recuerda lo siguiente: “El mediodía que él llegó, al venir a la casa para la comida del mediodía, vimos a un joven hermano que estaba muy ocupado colocando su ropa y cosas en una de las cómodas del cuarto A-9. Puesto que no sabíamos que se había hecho un cambio y que él estaba ocupando el lugar de un hermano que había sido transferido a WBBR en Staten Island, hicimos ciertas expresiones de reconvención. ‘¿Qué hace usted aquí?’ ‘En este cuarto ya hay suficientes personas y ya no queda espacio.’ Pensábamos que una persona más en el cuarto era demasiado, pero la situación se tranquilizó después, y resultó que el joven hermano no era otro sino el hermano N. H. Knorr. Aquello no fue exactamente una bienvenida apropiada, pero, años después, con frecuencia rememorábamos esta situación y nos reíamos de buena gana. Desde el mismo principio se manifestó que él no había venido a Betel a hacer nada que no fuera aplicarse al trabajo que tuviera que hacer. Se aplicó vigorosamente en el departamento de envíos y progresó rápidamente, encargándose de responsabilidades y haciendo cuanto se le pedía que hiciera.”
Más tarde sirvió en la oficina del despacho de la imprenta de la Sociedad y el 8 de febrero de 1928 fue nombrado por el hermano Rutherford para que fuera consocio en la publicación de la revista Golden Age. Clayton J. Woodworth era director; Robert J. Martin, administrador de la empresa, y Nathan H. Knorr, secretario y tesorero. Al morir el administrador de la fábrica, Robert J. Martin, el 23 de septiembre de 1932, J. F. Rutherford nombró a N. H. Knorr para que sirviera en aquella capacidad. El 11 de enero de 1934 el hermano Knorr fue elegido director de la Asociación del Púlpito de la Gente (ahora Sociedad Watchtower Bible and Tract of New York, Inc.). Fue hecho vicepresidente de la Asociación el 10 de enero de 1935, después de la muerte de E. J. Coward. El 10 de junio de 1940, el hermano Knorr llegó a ser director y fue electo vicepresidente de la corporación de Pensilvania, la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Fue electo a la presidencia de ambas sociedades el 13 de enero de 1942. También fue hecho presidente de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. En cuanto a la actitud del hermano Knorr para con la obra, J. L. Cantwell recuerda lo siguiente: “En 1940, cuando había tanta persecución, las sucursales estaban siendo cerradas y había acción de chusmas. Cierta noche estábamos trabajando horas extraordinarias en la fábrica. Se dio una llamada para un ‘entrenamiento para en caso de fuegos’ y, entre otras cosas, el hermano Knorr, quien presidió en la reunión resultante, dijo: ‘Yo sé que las perspectivas parecen malas para la obra. Pero hay algo que todos los que estamos aquí queremos recordar, y es esto: Si el Armagedón viniera mañana, quisiéramos haber mantenido la fábrica funcionando toda la noche esta noche.’”
EDUCANDO A LA GENTE PARA LA VIDA
El pueblo de Jehová había estado usando la tarjeta de testimonio y el fonógrafo en su servicio del campo. No obstante, deberían poder expresarse ellos mismos bíblicamente. Deberían poder dar razones para la esperanza que abrigaban. Ese era el punto de vista del nuevo presidente de la Sociedad, N. H. Knorr. Reflexionando en cuanto al pasado, C. James Woodworth dice: “Mientras que en los días del hermano Rutherford se dio énfasis a que ‘La religión es un lazo y un fraude’ ahora amanecía la era de la expansión global y comenzó la educación —bíblica y de organización— en una escala que hasta entonces le había sido desconocida al pueblo de Jehová.”
En los años subsiguientes el énfasis en la educación bíblica se haría aun más pronunciado. Los testigos de Jehová ciertamente habían entrado en una era de educación para la vida.
CURSO EN EL MINISTERIO TEOCRÁTICO
“Solo días después de cumplirse un mes desde que el hermano Knorr llegó a ser presidente de la Sociedad,” dice Henry A. Cantwell, “se hicieron arreglos para lo que entonces fue llamado Curso Avanzado en el Ministerio Teocrático.” Y, ¿qué fue eso? Una escuela, inaugurada en el Betel de Brooklyn en febrero de 1942.
C. W. Barber explica. “Todos los miembros varones de la familia del Betel de Brooklyn fueron invitados a matricularse . . . Al principio del curso se pronunciaba un discurso a la entera escuela. Las hermanas estaban invitadas a asistir, pero en aquel tiempo no se les matriculaba en la escuela. Después de la conferencia íbamos a cuartos más pequeños donde todos los matriculados pronunciaban discursos estudiantiles bajo la preceptoria de consejeros entrenados.” L. E. Reusch añade: “Cada mes teníamos un repaso preparado por nuestro instructor escolar, el hermano T. J. Sullivan.”
¿Le parece conocido eso? Si usted es testigo de Jehová, usted sabe qué empezó hace más de tres décadas en el Betel de Brooklyn... la Escuela del Ministerio Teocrático. Pronto otros alabadores de Jehová estuvieron beneficiándose de esta educación también. En su Asamblea “Llamada a la Acción,” celebrada en 247 países por todos los Estados Unidos el 17 y 18 de abril de 1943, se anunció y demostró el “Curso en el Ministerio Teocrático.” Una publicación impresa presentada de sorpresa con el mismo nombre fue un folleto de 96 páginas que decía cómo conducir el nuevo arreglo escolar en cada congregación y también suministraba información para discursos de instrucción semanales. El instructor de escuela nombrado obraría de presidente y ofrecería consejo edificador acerca de los discursos estudiantiles de seis minutos, presentados sobre varios temas bíblicos por los matriculados varones.
Si usted está en la matrícula de la Escuela del Ministerio Teocrático de hoy, probablemente tuvo un poco de recelo en cuanto a su primer discurso estudiantil. Pero suponga que toda la escuela fuera nueva, como lo era allá a principios de los años cuarenta. ¿Entonces qué? El primer discurso de un hermano en la escuela podía ser una experiencia difícil de olvidar. “Mis rodillas chocaban, mis manos temblaban y mis dientes castañeteaban,” admite Julio S. Ramu. “No duré seis minutos, porque pronuncié el discurso entero en tres minutos. Aquélla fue mi primera experiencia de discursante ante un público, pero no me di por vencido.” “El Rey de la Eternidad” fue el título del primer discurso estudiantil de Angelo Catanzaro. “Nunca lo olvidaré,” dice. “Mi madre dijo que por varias noches consecutivas pronuncié aquel discurso entre sueños.” Pero la oración y el confiar en Jehová desempeñaron un papel vital.” “Estaban prestos y trataban,” comenta Louisa A. Warrington, “y fue maravilloso ver cómo los ayudó el espíritu de Jehová . . . a hacerse discursantes eficaces y de aplomo.”
Desde el principio de 1959, las hermanas de las congregaciones del pueblo de Dios tuvieron el privilegio de matricularse en la Escuela del Ministerio Teocrático. El demostrar cómo presentar sermones de seis minutos a la gente en sus hogares les presentó un desafío de peso. ¡Ahora les llegó a ellas el turno de ponerse nerviosas! Grace A. Estep tuvo un sermón en la primera noche en que las hermanas hicieron sus presentaciones en la Escuela del Ministerio Teocrático de la congregación. “¡Qué asustada estaba!” admite ella. “Pero era un tema fácil y muy conocido, y de alguna manera lo terminé. Aunque me pareció tan difícil hacerlo, ¡qué complacida me sentí después por esta bendición que Jehová me había añadido!” ¿Es eso lo que siente usted?
Sí, todo aquello empezó en el Betel de Brooklyn allá en febrero de 1942. Hoy, sin embargo, la Escuela del Ministerio Teocrático es un rasgo regular del entrenamiento cristiano que se suministra en las 34.576 congregaciones del pueblo de Jehová por toda la Tierra. Desde que comenzó, la Escuela del Ministerio Teocrático ha sido muy provechosa para el pueblo de Jehová. En poco tiempo se hizo notable una excelente, mejorada aptitud al hablar. Así, después de 1944, el uso del fonógrafo, que había durado una década, fue reemplazado por la testificación oral por predicadores teocráticos a las puertas y en los hogares de la gente.
Un rasgo notable de la Escuela del Ministerio Teocrático es la lectura de la Palabra de Dios. Esto ha sido parte regular del programa. Una de las primeras publicaciones preparadas para usarse en la Escuela del Ministerio Teocrático fue “Equipado para toda buena obra,” publicada en 1946 en inglés. Mabel P. M. Philbrick le dirá que este libro “hizo posible tener un mejor entendimiento de la escritura y conservación de la Biblia, así como de la manera en que se añadieron los libros apócrifos. Aprendí por primera vez lo que era el Talmud, el texto masorético y muchos otros rasgos. Lo mejor de todo fue el análisis de todo libro de la Biblia.”
Varias publicaciones de años subsiguientes se prepararon teniendo presente la Escuela del Ministerio Teocrático. Entre éstas estuvo un libro del tamaño de La Atalaya: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa,” de 1963. Expresando indudablemente la opinión de muchas otras personas, Alice Babcock bien llama a este libro “un verdadero almacén de tesoros espirituales.” Aquí estaba otra publicación que consideraba cuidadosamente cada uno de los sesenta y seis libros de la Biblia, con énfasis especial en las maneras en que cada libro de la Biblia es provechoso para los cristianos hoy día.
En la actualidad en la Escuela del Ministerio Teocrático en inglés, y en investigación particular, se usa una obra que representa seis años de investigación. Unos doscientos cincuenta hermanos de más de noventa países contribuyeron a ella, y entonces un personal especial trabajó en el material en la oficina central de la Sociedad en Brooklyn. El resultado fue un libro de 1.700 páginas que abarcaba temas bíblicos desde “Aarón” hasta “Zuzim.” ¿Qué título llevaba? Aid to Bible Understanding (Ayuda para entender la Biblia), completado en 1970. Verdaderamente ha sido una provisión de Jehová.
UNA CAMPAÑA DE DISCURSOS PÚBLICOS
Allá en los años cuarenta la Escuela del Ministerio Teocrático pronto produjo muchos hermanos capacitados que podían pronunciar discursos públicos. Por ello, en enero de 1945 se inauguró una campaña mundial de discursos públicos. Cada discursante preparaba su propio discurso, pero la Sociedad Watch Tower se aseguró de que hubiera uniformidad de presentación al seleccionar los temas y suministrar bosquejos de una página para estos discursos de una hora. Esta campaña de reuniones públicas comenzó con una serie de ocho discursos, el primero de los cuales se intituló “¿Tendrá éxito el hombre como constructor de un mundo?”
Además del discursante, otros proclamadores del Reino participaban en la campaña. ¿Cómo? Anunciando el discurso por medio de distribuir hojas sueltas en las calles y de casa en casa. A veces la distribución de hojas impresas estaba acompañada de llevar cartelones en los cuales se anunciaba el discurso. Con frecuencia el discurso se pronunciaba en el Salón del Reino, pero se podían hacer arreglos para presentar una serie de conferencias en lugares alquilados o en otros lugares en alguna zona algo distante en el territorio de la congregación. Si usted asiste a las reuniones cristianas con regularidad, entonces se está beneficiando de estas reuniones públicas hasta este mismo día.
En aquellos días del principio, por supuesto, el pronunciar un discurso público presentaba un gran desafío. Era algo nuevo. Dice W. L. Pelle: “Por muchos, muchos años, en la noche antes de cuando tenía que pronunciar un discurso público me arrodillaba al lado de la cama y le oraba a Jehová que me diera la aptitud y fortaleza necesarias para pronunciar el discurso de manera agradable a él. Aconsejo a los hermanos jóvenes que están en la Escuela del Ministerio Teocrático que hagan lo mismo, porque Jehová siempre ha oído mi petición y oirá la de ellos también.”—Sal. 65:2.
JEHOVÁ PROVEE PARA UN TESTIMONIO MUNDIAL
Tres décadas atrás, aproximadamente, la humanidad estaba en las angustias de la II Guerra Mundial. A algunos pudiera haberles parecido que no era práctico hacer planes entonces para una expansión internacional de las actividades de predicar el Reino. Pero el espíritu de Jehová fortaleció a sus siervos para que adelantaran. El suministrar educación para la vida era vitalmente importante.
En septiembre de 1942, el hermano Knorr y los demás directores de la Sociedad Watch Tower unánimemente aprobaron el establecimiento de una escuela que tenía el propósito de entrenar misioneros para actividad ministerial en países de toda la Tierra. ¿Dónde funcionaría? En la propiedad de la Sociedad en la zona de los lagos Finger de la parte del norte del estado de Nueva York... la Hacienda del Reino, cerca de South Lansing.
Allí había un edificio grande de tres pisos, hecho de ladrillos, que la Sociedad Watchtower había completado en 1941. Había sido construido para que sirviera de refugio para miembros de la familia del Betel de Brooklyn si una persecución intensa exigía que fueran transferidos a aquel lugar. Pero nunca se había usado con aquel propósito. Parece que Jehová quizás estuvo siempre dirigiendo los asuntos, con un propósito singular para este edificio. Ahora se hicieron planes para una nueva institución educativa teocrática. La escuela misma se llamaría el Colegio Bíblico de Galaad de la Watchtower. Más tarde fue llamada Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower.
Hubo una agitación de actividad. Comenzando en octubre de 1942, A. D. Schroeder, Maxwell G. Friend y Eduardo F. Keller prepararon los cursos que bosquejó el cuerpo gobernante, elaborando conferencias, adquiriendo libros de texto y recogiendo una biblioteca. Al mismo tiempo, se hicieron ajustes en los edificios que había en la Hacienda del Reino para suministrar una biblioteca, un auditorio, salas de clase, dormitorios y otras cosas necesarias. ¡Aquéllos fueron meses emocionantes!
Imagínese la sorpresa de ciertos precursores cuando recibieron solicitudes de admisión para la nueva escuela. Lo más emocionante fue cuando aquellas solicitudes fueron aceptadas. “Nos sentíamos extremadamente inadecuados, pero agradecidos por el privilegio,” dijeron el hermano Charles Eisenhower y su esposa. “Nuestras solicitudes de admisión fueron aceptadas. Vendimos nuestro automóvil y remolque y nos dirigimos a la escuela. Aquélla era la primera clase de Galaad. La escuela era nueva, las clases eran nuevas, los instructores y estudiantes eran nuevos.”
El muy esperado día de apertura llegó... el lunes 1 de febrero de 1943. La nieve cubría los campos de la Hacienda del Reino. Era un día frío y tempestuoso. Sin embargo, dentro del edificio de la administración cuarenta y nueve hombres y cincuenta y una mujeres —unos casados, otros solteros— se reunieron con gran deleite. Junto con ellos para los ejercicios de dedicación de la escuela estaban directores de la Sociedad, miembros de la facultad, amigos y parientes... en total, 161 personas.
F. W. Franz y W. E. Van Amburgh y otros pronunciaron discursos. El hermano Knorr mismo pronunció el discurso de bienvenida y dedicación. No hay duda de que todos los que estaban allí presentes concordaron plenamente con sus comentarios: “Jehová Dios ha suministrado esta tierra y edificio llamados ‘Galaad’ para Su propósito. A Él damos todas las gracias y alabanza.” ¡No hay duda de ello! El establecimiento de esta escuela fue un desenvolvimiento teocrático de importancia.
Investigación Bíblica, Ministerio Teocrático del Campo, Oratoria Bíblica, Ley Suprema, Temas Bíblicos... éstos fueron algunos de los temas a los cuales dieron su atención los industriosos estudiantes durante el curso de cinco meses. Se incluía instrucción en un lenguaje extranjero... español para la primera clase. En verdad había muchas cosas que aprender. Pero los estudiantes de Galaad también pasaban algún tiempo cada día escolar efectuando ciertos deberes en la granja y en el hogar. Entre otras cosas, esto ayudaba a aliviar la tensión nerviosa. Las noches de los días de semana corrientes eran para estudio personal. Los fines de semana suministraban excelentes ocasiones para la obra salvavidas de predicar el Reino. Tanto los estudiantes como los instructores participaban en el servicio del campo.
La II Guerra Mundial todavía ardía cuando las primeras clases de la Escuela de Galaad se graduaron. Puesto que entonces era casi imposible enviar misioneros a Europa y al oeste a las islas del mar, así como a Asia, fueron enviados primero a Cuba, México, Costa Rica, Puerto Rico, Canadá y Alaska. Desde entonces han ido hasta los mismos extremos de la Tierra a declarar las buenas nuevas del Reino “para testimonio.”—Mat. 24:14.
La graduación de la clase 35 de la Escuela de Galaad se efectuó en la Hacienda del Reino el 24 de julio de 1960. La clase número 36 empezó en el local de la Sociedad Watch Tower en 107 de Columbia Heights, Brooklyn, Nueva York, el lunes 6 de febrero de 1961. ¡Qué provechoso es tener esta escuela en la oficina central de la Sociedad! Los estudiantes ahora tienen el privilegio de escuchar discursos por más hermanos que están asociados con el personal de la Sociedad, incluso miembros del cuerpo gobernante de los testigos de Jehová.
Han pasado tres décadas desde que la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower comenzó. Hasta la fecha más de 5.500 estudiantes han asistido a esta institución de educación teocrática. De esta cantidad, más de 2.500 todavía están activos en el servicio de tiempo cabal, predicando las buenas nuevas del Reino alrededor del mundo.
ESCUELA DEL MINISTERIO DEL REINO
El énfasis en la educación teocrática para la vida ha continuado a través de los años. En 1958 se comenzó a trabajar en un curso de estudio para una nueva escuela. Ésta era para superintendentes. Fue llamada la Escuela del Ministerio del Reino y originalmente tuvo un curso que consistía en veinticuatro días escolares, noventa y seis sesiones en las salas de clase y veinte discursos o conferencias de instrucción. Entre los temas estaban Enseñanzas del Reino, Ministerio del Campo, Oratoria y Superintendentes. El primer grupo que asistió a esta Escuela del Ministerio del Reino consistió en veinticinco estudiantes, siervos (superintendentes) de circuito de los Estados Unidos y sus esposas que no eran graduados de la Escuela de Galaad. Aquel primer curso se extendió desde el 9 de marzo hasta el 3 de abril de 1959 en el local de la Sociedad cerca de South Lansing, Nueva York. La escuela fue transferida a la central en Brooklyn el 9 de abril de 1967.
Con el transcurso del tiempo, ha habido ajustes en la Escuela del Ministerio del Reino, como el arreglo de un curso de estudio de dos semanas. Las Escuelas del Ministerio del Reino han funcionado en muchos países de toda la Tierra, para gran beneficio del pueblo de Jehová. En varios países los instructores viajan de un lugar a otro, usando Salones del Reino locales para que más ancianos puedan beneficiarse de tener la escuela en un lugar más conveniente para ellos. ¡Qué agradecido puede estar el pueblo de Jehová de que se haya provisto este excelente entrenamiento! La Escuela del Ministerio del Reino ha efectuado gran trabajo en cuanto a equipar a los superintendentes cristianos para sus responsabilidades y privilegios.
Hay una parte interesante de la educación teocrática para la vida que no debe ser pasada por alto. A través de los años algunas personas que han buscado conocimiento bíblico han sido analfabetas, pero su problema no ha sido puesto a un lado. En muchos países la organización del pueblo de Dios ha suministrado clases de escritura y lectura; algunas han recibido gran encomio de parte de funcionarios gubernamentales. Hombres y mujeres han aprendido a leer y escribir y muchos entre ellos han adelantado y disfrutado de abundantes privilegios de servicio para la honra y gloria de Jehová.
SE DA LA SEÑAL DE “ADELANTE”
Allá en 1942 el hermano Knorr y sus asociados en la administración se dieron cuenta de que había mucho trabajo que hacer en el futuro. De hecho, en la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehová del 18 al 20 de septiembre de 1942, se dio una señal de “Adelante.” Cleveland, Ohio, fue la ciudad clave, y hubo otras cincuenta y una ciudades conectadas con ésta por todos los Estados Unidos.
El discurso clave fue presentado por F. W. Franz el viernes 18 de septiembre de 1942 por la noche. Se intituló “La única luz” y estuvo basado en Isaías, capítulos 49 y 60. En ese discurso sonó claramente la señal de “Adelante.” Julia Wilcox escribe: “En la conclusión del discurso clave, ‘La única luz,’ no creo que nadie del auditorio pensaba que hubiera llegado el tiempo para aflojar la mano y descansar. No, era tiempo para ‘levantarse y resplandecer,’ de modo que el pueblo de Dios continuara reflejando la única luz en la oscuridad de este viejo mundo.”
El hermano Knorr habló después de F. W. Franz en el programa, sobre el tema “Presentando ‘la espada del espíritu.’” Comenzó su discurso con las significativas palabras: “Hay más trabajo que hacer; ¡mucho trabajo!”
Otra indicación de que había trabajo en el futuro fueron las declaraciones que se hicieron durante el discurso público del domingo 20 de septiembre por la tarde. ¿El tema? Uno verdaderamente extraño, puesto que las naciones estaban entonces envueltas en la II Guerra Mundial. El tema era “Paz... ¿será duradera?”
El hermano Knorr comprendió que aquél sería un discurso muy importante. Con la ayuda de Jehová estuvo resuelto a darle ‘todo cuanto tenía.’ “Meses antes,” dice L. E. Reusch, “podía oírlo practicando en voz alta, repasando literalmente docenas de veces su discurso público ‘Paz... ¿será duradera?’ Mi habitación en Betel estaba en el piso directamente debajo de la habitación del presidente. Por eso, yo sé personalmente el largo tiempo y lo mucho que practicó la presentación.”
Durante aquella conferencia de paso vivo que duró una hora, se identificó a la Sociedad o Liga de Naciones con la criatura política de color de escarlata del capítulo 17 de Revelación. Se señaló que la Liga, que entonces estaba en el abismo de la inactividad, ‘no era,’ pero no permanecería en el hoyo. (Rev. 17:8) Se levantaría de nuevo. “Pero fijémonos en esto,” declaró Knorr, “la profecía muestra que cuando la ‘bestia’ salga del abismo, al final de esta guerra total, resurgirá con la mujer ‘Babilonia’ sobre su espalda o ella se encaramará tan pronto como nuevamente aparezca.” Sin embargo, ni la paz hecha por el hombre ni la bestia de color escarlata durarían. Pronto la bestia misma sería completamente destruida.
Recordando aquel discurso, Marie Gibbard comenta: “¡Cuán exactamente se ha desenvuelto la profecía de Revelación 17, al mostrarse que la Liga saldría del abismo a una paz inestable que no duraría! ¡Qué maravillosa protección para que no fuéramos desviados por los acontecimientos mundiales que vendrían después... el júbilo que le vino a este país cuando llegaron los días de la victoria en Europa y la victoria en el Japón y después, en 1945, cuando se aclamó a las Naciones Unidas como la respuesta de paz para el futuro! Este discurso verdaderamente hizo impresiones duraderas para aplicación práctica.” Lo que se deducía también era claro. Los siervos de Jehová tenían trabajo que hacer y habría algún tiempo en el cual efectuarlo.
PASTORES VISITANTES DEL REBAÑO
En aquella asamblea de 1942 se anunció que representantes de la Sociedad Watch Tower visitarían con regularidad las congregaciones del pueblo de Dios. (Los siervos de zona habían hecho esa obra anteriormente, pero las actividades de éstos, y las de los siervos regionales, así como las celebraciones de asambleas de zona, habían sido descontinuadas desde el 1 de diciembre de 1941.) El 1 de octubre de 1942 se reanudaría el envío de los representantes viajantes de la Sociedad. A estos hermanos se les conoció como “siervos para los hermanos,” algo comparable a los superintendentes de circuito de hoy. “Examinaban los registros de las congregaciones y ayudaban a los hermanos a dar adelanto a los intereses del Reino,” dice la hermana J. Norris. “Todo esto nos hizo conscientes del cuidado que Jehová daba a su pueblo por medio de su organización.”
Desde el 15 de octubre de 1946 en adelante se introducirían nuevos rasgos con relación a esta obra. El campo sería dividido en circuitos, cada uno compuesto de veinte compañías (congregaciones). A éstas rendirían servicio por una semana superintendentes viajantes, que se ocuparían principalmente en ayudar a los Testigos en su predicación de casa en casa. Dos veces al año todas las congregaciones de un circuito se reunirían en un solo lugar para una asamblea de circuito de tres días, sobre la cual presidiría un “siervo de distrito.” Con el transcurso de los años ha habido ajustes en este arreglo, y usted se está beneficiando de él ahora si es testigo de Jehová. Sin embargo, ¿cómo era años atrás?
Tomemos la obra de distrito de los años cuarenta como ejemplo de los esfuerzos que hacían estos diligentes pastores del rebaño de Dios. Mire atrás a fines de los años cuarenta, por ejemplo, cuando Nicholas Kovalak, Jr., era uno de los pocos hermanos que participaban en la obra de distrito en los Estados Unidos. Refiriéndose a octubre de 1949, él dice: “¡Viajé casi 6.500 kilómetros por auto aquel mes!” También dice: “Tuve cinco asambleas de circuito en los fines de semana, además de rendir servicio a varias congregaciones entre esas ocasiones. ¡De modo que viajé, hablé, testifiqué, investigué los registros, comí, estudié, leí y tuve un poquito de tiempo para dormir!” En una semana viajó casi 3.200 kilómetros para suministrar su servicio a dos congregaciones, y a una asamblea de circuito durante el fin de semana. Por supuesto, no todos sus viajes por automóvil eran tan largos. “Ahora que hay más congregaciones es más fácil,” admite el hermano Kovalak. “Jehová es bueno con nosotros y nos sostiene.”
Los superintendentes de circuito y distrito de hoy están muy interesados en sus compañeros que adoran a Jehová. Se esfuerzan por ayudarlos en el servicio del campo y por edificarlos espiritualmente. Las asambleas de circuito también desempeñan un papel importante en dar adelanto a los intereses del Reino. ¿Sabe usted que en los Estados Unidos durante el pasado año de servicio se celebraron veinte asambleas de circuito, como promedio, cada semana, con una concurrencia media de 1.605 personas? Sumando todo eso para el año entero, hubo 1.064 asambleas de circuito, con una concurrencia de 1.708.143 personas.
CRISTIANOS NEUTRALES SE AFIRMAN EN SU POSICIÓN
Al comenzar la nueva administración de la Sociedad Watch Tower a principios de los años cuarenta, la II Guerra Mundial se desarrollaba y cierta cantidad de hombres cristianos estaban viendo su integridad a Jehová sometida a prueba. En el año 1940 entró en vigor en los Estados Unidos, que todavía estaban en paz, el Acta de Entrenamiento y Servicio Selectivo. Esto autorizó el reclutamiento, para servicio militar, de jóvenes de más de dieciocho años de edad, pero estipulaba exención de los “ministros regulares o debidamente ordenados de religión,” en la clase IV-D. En la mayoría de los casos, a los testigos de Jehová se les negó la clasificación de ministros. Ellos no eran sediciosos, ni interferían con lo militar ni otros empeños de los gobiernos humanos. No obstante, los Testigos mismos estaban resueltos a mantener estricta neutralidad como cristianos. (Juan 17:16) Además, habían ‘batido sus espadas en rejas de arado.’—Isa. 2:2-4.
En miles de casos, los abogados del gobierno alegaron que los Testigos tenían que entrar en las fuerzas armadas para poder acudir por remedio a los tribunales federales. Por eso, desde tribunales de distrito federales los que se apegaron a su integridad fueron enviados a prisión, y muchos recibieron la sentencia máxima de cinco años de cárcel y una multa de diez mil dólares. Es interesante que, cuando Eugene R. Brandt y otros seis Testigos fueron sentenciados, el juez señaló a una bandera que colgaba de la pared detrás de su asiento y dijo, según recuerda el hermano Brandt: “¿Ven esa bandera? Bueno, yo puedo ver el rostro de mi dios en esa bandera y por eso no me opongo a adorarla, y eso deberían sentir ustedes.”
UTILIZANDO BIEN EL TIEMPO EN LA PRISIÓN
Aquella primera noche tras las barras era una experiencia que no se olvidaba fácilmente. El precursor Daniel Sydlik (que ahora sirve en el Betel de Brooklyn) fue encarcelado debido a su neutralidad cristiana en 1944. Él recuerda cuando, acostado en su litera, oyó que las puertas de acero, “como trueno retumbante, se iban cerrando.” El sonido de aquellas puertas cerrándose una tras otra se fue acercando hasta que la puerta de su celda tembló, entonces lentamente fue moviéndose hasta cerrarse. Dice él: “Súbitamente una arrolladora sensación de hundimiento pasó sobre mí, y me produjo un sentimiento de estar atrapado, sin salida. Entonces con la misma rapidez vino otra sensación igualmente arrolladora, que me hizo sentir gran paz y gozo, la clase de paz de que habla la Biblia... ‘la paz de Dios que supera todo pensamiento.’”—Fili. 4:7.
El hermano Sydlik, como tantos otros, con el tiempo se encontró en una prisión federal. ¿Qué hicieron allí los cristianos neutrales? Utilizaron bien su tiempo. Cuando no estaban ocupados en deberes de la prisión, con frecuencia se les permitía celebrar reuniones para estudiar la Biblia y publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Además, mejoraron su educación en general, como al estudiar idiomas extranjeros como español y griego. Acerca de los cristianos aprisionados en Mill Point, Virginia Occidental, Rudolph J. Sunal dice: “Teníamos nuestro estudio de libro de congregación . . . Cada grupo de hermanos en los dormitorios tenía su Reunión de Servicio y Escuela del Ministerio Teocrático. . . . Los domingos teníamos nuestro estudio de La Atalaya en la biblioteca. . . . Otra provisión para la cual pudimos hacer arreglos fue el privilegio de asambleas en miniatura. . . . Cierto verano utilizamos el campo de pelota y tuvimos el piano y otros instrumentos para la música y un programa muy instructivo.”
Recordando el programa educativo cristiano en la prisión durante aquellos días, F. Jerry Molohan dice: “Nuestras reuniones de estudio de toda clase tenían una concurrencia excepcional y aquello era tan educativo que festivamente llamábamos ‘Universidad Intramuros’ a la Hacienda de Honor de la Prisión Leavenworth.”
La Sociedad Watch Tower se preocupaba por el bienestar espiritual de estos jóvenes. Por eso, se hicieron arreglos para que ciertos hermanos, como A. H. Macmillan y T. J. Sullivan, los visitaran con regularidad. ¿Con qué propósito? Para suministrar consejo y estímulo bíblico.
Libres o en prisión, los testigos de Jehová buscan maneras de cumplir su comisión de hacer discípulos. (Mat. 28:19, 20) Es verdad que las oportunidades que había ante estos cristianos neutrales eran limitadas ahora. Pero eso no selló sus labios enteramente. El hermano Molohan comenta: “Aproveché lo mejor que pude una oportunidad, y un hombre de buen corazón que cumplía una sentencia de cadena perpetua, Frank Ryden, llegó a ser mi primera ‘carta de recomendación’ y fue bautizado en el abrevadero de las mulas.”—2 Cor. 3:1-3.
SE SOLICITA EL INDULTO
El 10 de agosto de 1946 más de 60.000 delegados a la Asamblea Teocrática de Naciones Alegres de los Testigos de Jehová en Cleveland, Ohio, adoptaron unánimemente una significativa resolución. En ésta se pedía al presidente de los Estados Unidos que otorgara indulto pleno a más de 4.000 Testigos que habían sido erróneamente hallados culpables y aprisionados. Un acto de clemencia de esta índole restauraría los derechos civiles de estos cristianos neutrales a quienes las juntas de reclutamiento y los tribunales federales habían negado sus derechos desde 1940 hasta 1946.
“Para sorpresa mía,” dice Edgar C. Kennedy, “el presidente anunció que la resolución, que pedía indulto pleno para todos estos hombres, sería presentada personalmente al presidente de los Estados Unidos por un representante de la Sociedad. Puesto que el presidente era Harry Truman, el ex-oficial del ejército con quien yo había servido durante la I Guerra Mundial, pensé que sería bueno que yo mencionara este hecho a la oficina del presidente, lo cual hice.” Según resultaron las cosas, a las 12:30 del mediodía, el viernes 6 de septiembre de 1946, el abogado general de la Sociedad, otro abogado y el hermano Kennedy, precursor, se reunieron con el presidente por unos cuarenta minutos. Según el hermano Kennedy, Truman escuchó atentamente mientras el abogado de la Sociedad elaboró los rasgos de la resolución hasta el punto en que se solicitaba clemencia ejecutiva. Entonces, recuerda él: “Truman interrumpió en un arrebato de emoción y dijo: ‘Yo tengo en poco al . . . que no quiere pelear por su patria. Además, no me gusta la falta de respeto que ustedes le muestran a la bandera.’” El hermano Kennedy continúa así:
“Ahora comprendí que me tocaba hablar. Me identifiqué como un anterior compañero entre los oficiales del ejército y le dije que yo había tenido la responsabilidad de suministrar a su batería todas las municiones que ésta había disparado durante la guerra. Saqué de mi maletín una fotografía de los oficiales del regimiento y la coloqué sobre su escritorio. Él la miró y dijo que tenía la misma fotografía colgando sobre su escritorio en su biblioteca. Entonces le dije que es más difícil pelear por los principios cristianos que pelear en la guerra. Brevemente expliqué por qué los testigos de Jehová no saludan la bandera. Escuchó y entonces dijo: ‘Veo que estaba equivocado.’”
Según el hermano Kennedy, el presidente después dio atención al abogado de la Sociedad “mientras éste concluyó la solicitud de que se pusiera en libertad a los testigos de Jehová a quienes se retenía en prisión bajo el Acta de Servicio Selectivo. Truman entonces dijo que consideraría el asunto con el procurador general.”
Con el tiempo, el presidente Truman nombró su Junta de Amnistía. Estos repasaron miles de registros de tribunal y archivos de juntas de reclutamiento, y recomendaron algunos indultos. Pero el 23 de diciembre de 1947 Truman otorgó indulto a solo unos 136 Testigos, mientras que se otorgaron 1.523 indultos. Otros grupos religiosos, que en conjunto solo tenían un total de 1.000 hombres en prisión, en contraste con los 4.300 Testigos que había en las prisiones, salieron con el mejor partido. Por consiguiente, por mucho la mayoría de estos cristianos neutrales fueron objeto de discriminación solo porque habían sido firmes en su resolución de mantener su integridad a Jehová Dios.
CONTINÚA LA BATALLA JURÍDICA
En los casos Smith y Estep, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió, el 4 de febrero de 1946, que los tribunales federales inferiores habían cometido un error al negar a los Testigos el derecho a una audiencia imparcial y al sostener que tenían que entrar en las fuerzas armadas antes de poderse defender en corte. El 23 de diciembre de 1946, en los casos Gibson y Dodez, el Tribunal extendió la ley para permitir que se defendieran en el tribunal los testigos de Jehová a quienes se había acusado de no presentarse en un campamento de objetores por conciencia o no permanecer en un campamento de aquella índole después de presentarse.
Los abogados del gobierno alegaron que los precursores de tiempo cabal no tenían derecho a exención del servicio y entrenamiento militar porque no tenían congregaciones fijas. Además, los abogados del gobierno alegaron que los siervos de compañía (superintendentes presidentes) no tenían derecho a exención porque no tenían congregaciones que consistieran en laicos, sino que presidían sobre congregaciones compuestas de testigos de Jehová. Aquellos argumentos fueron derrotados en el caso Dickinson, en el cual el Tribunal Supremo de los Estados Unidos falló a favor de los testigos de Jehová el 30 de noviembre de 1953. Esto fijó el precedente para todos los tribunales federales.
FIRMES EN LA FE A PESAR DE LA PRISIÓN
Al remontarse unas tres décadas en el pasado hasta los días en que tantos cristianos neutrales fueron encerrados en prisión porque mantenían su integridad, uno pudiera preguntarse qué haría uno mismo en medio de circunstancias similares. No importa realmente qué excusa use el enemigo para encarcelar al pueblo de Dios. Con la ayuda de Jehová se puede mantener la integridad, como lo hicieron aquellos centenares de cristianos neutrales hace unos años. En 1965, después de siete años en las prisiones de la China Roja, Stanley Ernest Jones habló a más de 34.700 personas en el Estadio Yanqui de la ciudad de Nueva York. Mientras estuvo en prisión, había meditado en las Escrituras, acudido a la oración y se había mantenido espiritualmente fuerte con la ayuda del espíritu de Jehová. Pero una cosa que mencionó fue: “Solo vamos a tener tribulación ‘diez días.’ En otras palabras, es algo que tiene fin. Todo tiene fin a su propio tiempo. Por lo tanto sencillamente aguantamos; Dios nos pasará al otro lado.”—Rev. 2:10.
Un compañero misionero, Harold King, pasó casi cinco años en una prisión de la China Roja. Él, también, había permanecido espiritualmente fuerte. ¿Sabe usted que, mientras estuvo preso, hasta compuso música basada en pensamientos bíblicos? Sí, el libro de cánticos usado por los testigos de Jehová hoy —“Cantando y acompañándose con música en su corazón”— contiene una melodía que el hermano King compuso en prisión. Es el cántico número 10, intitulado “De casa en casa.” Por eso, no tema el futuro. Jehová puede sostenerlo como sostuvo a los cristianos neutrales encarcelados en los Estados Unidos así como a muchos otros mantenedores de integridad, incluso a los hermanos Jones y King, que tuvieron la dura experiencia de estar encarcelados en una prisión comunista china.
MANOS QUE SE EXTIENDEN PARA AYUDAR
El 2 de septiembre de 1945 terminó la II Guerra Mundial. Pronto las oficinas sucursales de la Sociedad Watch Tower fueron abiertas de nuevo en muchos países. De nuevo se establecieron congregaciones y nuevamente se hizo disponible el alimento espiritual en cantidades cada vez mayores. Sin embargo, los cristianos de las naciones que habían sido arrasadas por la guerra necesitaban cosas materiales también. Por eso, en un despliegue de amor cristiano a sus compañeros de creencia necesitados, el pueblo de Jehová lanzó lo que resultó ser una campaña de socorro mundial de dos años y medio. (Juan 13:34, 35) Testigos de los Estados Unidos, el Canadá, Suiza, Suecia y otros lugares voluntariamente contribuyeron ropa y dinero para comprar alimento para ayudar a cristianos de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Checoslovaquia, China, Dinamarca, la República de las Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Inglaterra, Italia, Noruega, los Países Bajos, Polonia y Rumania.
“Al fin de la II Guerra Mundial,” recuerdan Hazelle y Helen Krull, “nuestros hermanos regresaron de los campamentos de prisión, muchos enfermos y habiendo perdido permanentemente sus posesiones materiales, algunos separados de sus familias, sin saber si estaban vivos todavía en la carne o no. Pero con todo esto estaban sorprendentemente fuertes en sentido espiritual. Sus hermanos de todo el mundo les dieron la bienvenida. Su primer interés era reorganizarse para la obra del Reino, declarar las mismas buenas nuevas por las cuales habían sido aprisionados y recuperar su conocimiento espiritual. El deseo que los impulsaba, después de aquellas grandes y extensas dificultades, fue una inspiración para nosotros, y nos alegramos de haber tenido el privilegio de ayudar a suministrar, humildemente, lo que materialmente necesitaban. Ropa, zapatos y otras necesidades se recogieron y organizaron en los Salones del Reino, entonces fueron colocadas en camiones para ser enviadas a nuestros hermanos. Así se suministraron amorosamente toneladas y toneladas.”
Los embarques totales de ropa alcanzaron la cifra de 479.103 kilogramos. Los embarques de alimento fueron un total de 326.074 kilogramos. Además, se enviaron 124.110 pares de zapatos a cristianos necesitados durante esta campaña de socorro. Monetariamente el valor de todo esto alcanzó la cifra de 1.322.406,90 dólares. Y estos dones bondadosos fueron apreciados. Comentando acerca de una expresión de gratitud, Esther Allen dice: “La carta de agradecimiento que vino en respuesta hizo que nuestros ojos se nublaran con lágrimas de gozo.” De manera que en una dirección fluyeron cosas materiales, y en la otra, gran aprecio y un estimulador registro de integridad.
A través de los años los testigos de Jehová de los Estados Unidos han tenido varias oportunidades de ayudar materialmente a sus compañeros de creencia, tanto en su propio país como en el extranjero. Considere el temblor de tierra que hubo en el Perú en 1970. Las congregaciones de Lima recogieron ropa, alimento y dinero y prontamente llevaron unas siete toneladas de suministros a la zona azotada. Los testigos de Jehová de la ciudad de Nueva York donaron más de diez toneladas de ropa. Esto fue, en realidad, mucho más de la ropa que se necesitaba. Además, la Sociedad Watch Tower suministró 20.000 dólares para que su oficina sucursal los usara en obtener lo que necesitaran los hermanos de la zona azotada. De manera similar, se suministró ayuda cuando un terremoto destruyó a Managua, Nicaragua, en 1972. Esos despliegues de amor cristiano recuerdan la liberalidad de corazón bueno de los cristianos del primer siglo.—2 Cor. 9:1-14.
Sin embargo, la ayuda que se da a compañeros adoradores de Jehová no siempre consiste en cosas materiales. ¿Sabe usted que en el año 1961 los siervos de Jehová de los Estados Unidos y otros países escribieron miles de cartas a las autoridades de España solicitando que se otorgara allí libertad de adoración al pueblo de Dios? Y en el año 1968 escribieron a las autoridades de Malawi en protesta contra el maltrato a los testigos cristianos de Jehová en aquel lugar. Se interesan genuina y amorosamente en sus hermanos de todas partes.
ASAMBLEAS HISTÓRICAS HONRAN VERDADERAMENTE A JEHOVÁ
Reuniones grandes del pueblo de Dios, tanto el antiguo como el moderno, han sido ocasiones de gran provecho espiritual. A menudo han sido también tiempos de gran regocijo. (Deu. 31:10-13; Neh. 8:8, 12) De seguro esto fue lo que sucedió en cuanto a la Asamblea Teocrática de Naciones Alegres de los Testigos de Jehová en Cleveland, Ohio, celebrada en el primer año de la posguerra del 4 al 11 de agosto de 1946. Aquella asamblea fue diferente. Asambleas de muchas ciudades habían sido conectadas por arreglos de radioteléfono en diferentes países en años anteriores, y el auditorio combinado había sido grande. Pero fue por primera vez en la Asamblea Teocrática de Naciones Alegres que el pueblo de Dios tuvo una asamblea internacional de proporciones tan grandes que puso en una sola ciudad a delegados de todas partes de la Tierra.
Una formidable tarea que precedió a la asamblea fue hallar alojamiento para los delegados. Esto se logró por extensa obra de casa en casa. No obstante, muchos delegados fueron acomodados en el campamento de coches-habitaciones o remolques de los Testigos. Allí, con el tiempo, una comunidad de 20.000 personas vivieron convenientemente y sin gran costo. Naturalmente, los delegados necesitaban alimento físico, y ciertamente fue significativo el arreglo de cafetería en el lugar de la asamblea. Allí, entre 15.000 y 20.000 personas podían ser alimentadas en el período de una hora.
Pero alimento espiritual era lo de mayor importancia, y fue suministrado en abundancia. Por ejemplo, F. W. Franz habló acerca de “La siega, la consumación del siglo,” una absorbente explicación de la ilustración de Jesucristo acerca del trigo y la cizaña o mala hierba. (Mat. 13:24-30, 36-43) Y fue en aquella misma asamblea que L. A. Swingle consideró el tema “¡Despertad!” Describió al mundo del siglo veinte como un mundo sintético, desintegrador del átomo, de propulsión a chorro, controlado por radar, un mundo electrónico que se encaminaba al foso de la destrucción por no estar despierto a las verdaderas cuestiones a que se enfrenta la humanidad. El hermano Knorr habló acerca de “Respuesta a la llamada entusiasmadora,” e instó a los que lo escuchaban ‘a estar despiertos, permanecer despiertos y leer ¡Despertad!’ Sí, la nueva revista ¡Despertad! había de reemplazar a Consolación, que anteriormente había sido conocida en español como Luz y verdad y en inglés como The Golden Age. Muchos años después Henry A. Cantwell pudo decir: “No hay duda alguna de que ¡Despertad! ha cumplido con lo que su nombre significa al ayudar a muchos a despertar del sueño letárgico y volverse a la adoración verdadera.”
Otros recordarán esta emocionante asamblea debido a la excelente ayuda para estudio primario de la Biblia que allí se recibió... el libro “Sea Dios Veraz.” Más de 10.500.000 ejemplares de la primera edición se publicaron dentro de unos seis años. La distribución de este libro, con revisión desde el 1 de abril de 1952, continuó, y para principios de 1971 un total de 19.246.710 ejemplares habían sido publicados en 54 idiomas. “Sea Dios Veraz” estuvo entonces en cuarto lugar en una lista de los libros de más venta en el mundo entre los que no eran de ficción en el siglo veinte.
El jueves 8 de agosto fue especialmente notable en aquella asamblea de 1946. El hermano Knorr habló sobre el tema “Los problemas de la reconstrucción y expansión.” Rememorando aquel acontecimiento, Edgar Clay, de las Islas Británicas, escribió más tarde: “Tuve el privilegio de estar detrás de él en la plataforma aquella noche, y mientras él describía sucintamente la obra y entonces hablaba acerca de los planes que había para dar expansión al hogar Betel de Brooklyn y la fábrica, el aplauso del vasto auditorio venía en oleadas con estallidos repetidos. Aunque no se podía distinguir ningún rostro claramente desde la plataforma, era fácil intuir el gozo que sentían.”
UNA MIRADA A LA ESCENA MUNDIAL
Tenía que haber reconstrucción y expansión teocrática. Eso era patente. Por eso, el 6 de febrero de 1947, unos seis meses después de la Asamblea Teocrática de Naciones Alegres, el presidente de la Sociedad, N. H. Knorr, y su secretario, M. G. Henschel, partieron en una gira de servicio alrededor del mundo. Por observación personal durante aquel viaje de 76.472 kilómetros fue posible determinar los pasos que se requerían para fortalecer y unificar la organización mundial.
Aquel viaje logró mucho. Entre otras cosas, después de la gira se enviaron misioneros de Galaad a ciertos países asiáticos e islas del Pacífico. Se estaba dando adelanto a los intereses del Reino. ¡La Teocracia adelantaba!
AUMENTO DE LA TEOCRACIA
Jehová puede ‘hacer que el pequeño llegue a ser mil y el chico una nación poderosa.’ (Isa. 60:22) Hace siglos hizo eso al restaurar a los desterrados israelitas desde Babilonia a su país de procedencia. De manera similar, Dios ha librado a los israelitas espirituales del cautiverio a Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. Además, los ha bendecido con aumento. En 1938 hubo un máximo de 59.047 proclamadores del Reino por todo el mundo. Entonces vinieron años de guerra, persecución de cristianos y después reconstrucción de la organización entre el pueblo de Dios. ¿Con qué resultado? ¡Pues, para 1949 había 317.877 testigos cristianos de Jehová! ¡Era patente el aumento de la Teocracia!
Por eso, ¡qué apropiado fue que el pueblo de Dios se reuniera para la Asamblea del Aumento de la Teocracia de los Testigos de Jehová! Por automóvil, autobús, tren, barco y avión vinieron en muchedumbres al afamado Estadio Yanqui de la ciudad de Nueva York, para la asamblea internacional de ocho días desde el 30 de julio al 6 de agosto de 1950. La entrada de unos 10.000 extranjeros alarmó al Servicio de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos, que causó indignidades discriminatorias a estos visitantes. Más tarde, los delegados reunidos en la asamblea protestaron vigorosamente contra aquellos actos.
Como en la asamblea internacional de 1946 en Cleveland, Ohio, se estableció un extenso arreglo de cafetería para alimentar a los muchos miles de personas. ¡Qué impresionante fue! El Times de Nueva York citó estas palabras de un inspector del Departamento de Salud: “Estoy fascinado. Nunca antes he visto nada funcionar tan suavemente.”
Muchos delegados fueron alojados en hogares particulares y hoteles. Sin embargo, más de 13.000 al fin acamparon en el campamento de remolques de los Testigos en Nueva Jersey, a 64 kilómetros de la ciudad de Nueva York. Marie M. Greetham recuerda lo siguiente: “Los hermanos de toda Nueva York y Nueva Jersey trabajaron por muchas semanas instalando la tubería de agua, el gas y la energía eléctrica y el servicio sanitario y de baño. . . . Esta ciudad fue conectada por cable con la asamblea que se celebraba en Nueva York, de modo que todo lo que se presentaba en la asamblea de la ciudad de Nueva York podía oírse en el campamento de remolques.”
Mientras amanecía el miércoles 2 de agosto de 1950, el pueblo de Jehová en general no tenía idea de la maravillosa bendición que les esperaba en aquel “Día de ‘predicar la Palabra.’” Aquella tarde el hermano Knorr habló sobre el tema “Dirigiendo a las gentes un lenguaje puro.” (Sof. 3:9) Entre otras cosas, mencionó que en 1902 la Sociedad Watch Tower llegó a ser dueña de una traducción de las Escrituras Griegas Cristianas conocida como The Emphatic Diaglott, que por primera vez fue impresa en sus propias prensas el 21 de diciembre de 1926. Después de eso la Sociedad emprendió otras muy notables actividades de impresión de Biblias.
Pero aquella sesión de la asamblea de 1950 sacó a la luz algo especialmente emocionante. En aquella memorable ocasión, el hermano Knorr tuvo el gran placer de presentar al auditorio la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en inglés. Un auditorio sorprendido y muy deleitado de 82.075 personas en el estadio y el campamento de remolques la recibió con el mayor entusiasmo, aplausos sostenidos y profundo aprecio. Los delegados a la asamblea obtuvieron solícitamente decenas de miles de ejemplares. ¡Qué emoción para todos los que estaban reunidos!
¡LOS “PRÍNCIPES” ESTÁN AQUÍ!
Por años, el pueblo de Jehová pensó que hombres fieles de la antigüedad, como Abrahán, José y David, serían resucitados antes del fin de este inicuo sistema de cosas. A aquellos siervos de Dios del pasado se les llamaba “los antiguos beneméritos,” “hombres fieles de la antigüedad” y “los príncipes.” El salmista había declarado: “En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes establecerás por príncipes en toda la tierra.” (Sal. 45:16, King James Version) Por eso, cuando el pueblo de Jehová iba a una asamblea hace años, había un grado de expectativa. ¡Quizás aquella reunión se caracterizaría por la aparición de uno o más de aquellos príncipes resucitados u hombres de la antigüedad!
Teniendo eso presente, únase mentalmente a los 82.601 concurrentes a la asamblea mientras escuchan atentamente a F. W. Franz en la noche del sábado 5 de agosto de 1950. En un punto culminante de su absorbente discurso bíblico, preguntó: “¿Se alegraría esta asamblea internacional al saber que AQUÍ, ESTA NOCHE, entre nosotros, hay varios PRÍNCIPES en perspectiva DE LA NUEVA TIERRA?”
¡Qué respuesta hubo a aquella pregunta! He aquí algunos recuerdos vívidos: “Recuerdo que súbitamente toda la asamblea contuvo la respiración debido a la sorpresa, y empezamos a mirar alrededor a la expectativa . . . ¿estaba David aquí, o Abrahán, o Daniel, o Job? ¡Muchas de nosotras las hermanas teníamos lágrimas en los ojos!” (Grace A. Estep) “Me emocioné tanto que estaba sentada al borde del asiento con los ojos pegados al lugar de salida de los jugadores. Estaba segura de que uno o más de aquellos hombres de la antigüedad saldrían en cualquier momento.” (La hermana Kenyon, esposa de Dwight T. Kenyon) “La gente que estaba en los corredores se apresuró a las entradas del estadio para mirar al lugar donde estaba el orador, quizás esperando ver a Abrahán, David o quizás Moisés. El auditorio se puso de pie... el ambiente estaba electrizado. Estoy segura de que si alguien con una barba larga hubiera subido a la plataforma no se habría podido restringir a la muchedumbre.”—L. E. Reusch.
Un profundo silencio se posó entonces sobre el auditorio. Todo oído parecía esforzarse por no perder nada de lo que dijera el discursante. Él consideró el verdadero significado de la palabra hebrea traducida “príncipe.” Señaló que las “otras ovejas” de hoy han sufrido tanto por su fe como los testigos de Jehová de la antigüedad. Por eso, nada arguye contra el que Cristo haga a estas “otras ovejas” “príncipes en toda la tierra” como se requiera. (Sal. 45:16; Juan 10:16) Entonces, concluyendo su discurso, el hermano Franz dijo: “Con estas expectativas admirables tan cerca de nosotros, mantengamos la organización teocrática y dejemos que Dios siga mejorándola como la sociedad del nuevo mundo. Que nunca miremos hacia atrás a esta Sodoma moderna que está reservada para la destrucción; sino que sigamos con nuestras caras hacia el frente ejerciendo una fe completa. ¡Adelante, pues, firmemente, todos juntos, como la sociedad del nuevo mundo!”
EVIDENCIA DEL AUMENTO DE LA TEOCRACIA
El domingo 6 de agosto fue día emocionante, en la tarde, para los que celebraban la asamblea. El estadio Yanqui quedó lleno con 87.195 personas. Otras 25.215 estaban en las aceras y en tiendas de campaña cercanas. Otras 11.297 estaban presentes en el campamento de remolques.
Así fue que un total de 123.707 personas asistieron al absorbente y ampliamente anunciado discurso público del hermano Knorr “¿Puede usted vivir para siempre en felicidad sobre la Tierra?” Aquel discurso lógico y emocionante dio amplia prueba bíblica de que hay personas que pueden vivir para siempre en felicidad en la Tierra.
EN ASAMBLEA COMO UNA SOCIEDAD DEL NUEVO MUNDO
Otro punto importante en la historia teocrática se alcanzó en 1953. Del 19 al 26 de julio fueron días que esperó ansiosamente el pueblo de Jehová. De noventa y seis países fuera de los Estados Unidos vinieron, hasta que miles de personas llegaron y llenaron el Estadio Yanqui de la ciudad de Nueva York. Aquella Asamblea “Sociedad del Nuevo Mundo,” que duró ocho días, suministró al mundo maravillosa evidencia de la unidad internacional que existe entre los testigos cristianos de Jehová.
De nuevo se obtuvo alojamiento en hogares particulares para miles de delegados a la asamblea. Otros se alojaron en hoteles y otros 45.000 vivieron en la Ciudad de Remolques de la Sociedad del Nuevo Mundo, a 64 kilómetros del estadio, cerca de New Market, Nueva Jersey. De paso, el mercado de la Ciudad de Remolques dio a un suministrador local de cosas necesarias un testimonio silencioso acerca de la honradez cristiana. (Heb. 13:18) Puesto que muchos Testigos salían de aquel lugar para trabajar como voluntarios en el estadio antes de la hora de apertura y regresaban después que estas instalaciones estaban cerradas para el día, tomaban ellos mismos los artículos necesarios y dejaban dinero en pago sobre receptáculos que no estaban vigilados. R. D. Cantwell dice: “Este caballero [el suministrador] quedó atónito al observar esto y finalmente declaró: ‘Sr. Cantwell, puedo decirle esto: En mi iglesia no se podría hacer eso, porque no se puede confiar en ellos.’”
El aspecto internacional de aquella asamblea se destacó por los noventa letreros coloridos que colgaban de la porción superior y media del estadio. Frases como las siguientes saludaban a los delegados: “Salaams del país de los cedros, Líbano,” y “Aloha cristiano desde el Hawai.” Además cada día tenía un tema territorial, como “Día de Norte América” y “Día de las Islas del Atlántico.”
En armonía con el tema de la asamblea, el 20 de julio el hermano Knorr pronunció el oportuno discurso “Viviendo ahora como Sociedad del Nuevo Mundo.” Recordando aquella tarde, C. W. Barber escribe: “Mientras las veintenas de miles de personas estaban reunidas así como ‘sociedad del nuevo mundo,’ se presentó la magnífica oportunidad de obtener expresión de esta grande muchedumbre en cuanto a su solidaridad y unidad.” ¿Cómo? Adoptando una resolución que cristalizara la comprensión de los testigos de Jehová de que constituyen una sola y unida sociedad del nuevo mundo. La resolución fue adoptada unánimemente por las 125.040 personas presentes en el estadio, y en las tiendas de campaña para el exceso de concurrencia y en la Ciudad de Remolques.
SE DA UNA ALARMA
Esta magnífica asamblea de seguro sería recordada por un rasgo de la asamblea que Webster L. Roe llama “¡electrizante!” Acerca de ese discurso en particular, Roger Morgan escribe: “El discurso que más me impresionó en la asamblea de 1953 en el Estadio Yanqui fue la conferencia del hermano Franz ‘La Sociedad del Nuevo Mundo atacada desde el Norte lejano.’”
En realidad se hizo sonar una alarma aquel jueves 23 de julio de 1953 por la noche. El vicepresidente de la Sociedad, F. W. Franz, pintó un cuadro gráfico del venidero ataque que Gog de Magog y sus huestes lanzarán contra el pueblo de Jehová. Gog, el principal personaje de la profecía, fue identificado con Satanás. Y, mostró Franz, la tierra de Magog es la ubicación de las inicuas fuerzas espirituales en una región espiritual limitada cerca de la vecindad de la Tierra después de haber sido expulsados desde el cielo para 1918 (E.C.). (Rev. 12:7-9) El discursante mostró que la prosperidad, unidad y seguridad actual del pueblo de Jehová haría que Gog y sus fuerzas atacaran. Pero a través de toda esta tremenda tempestad Jehová conservaría a la sociedad del nuevo mundo. ¡Cuánto apreciaron los 112.700 oyentes esta advertencia y la amonestación que instaba a seguir confiando en Jehová y proclamando las buenas nuevas de su reino por Cristo!
LA CONMOVEDORA CONCLUSIÓN DE LA ASAMBLEA
A los delegados les esperaba una experiencia particularmente conmovedora en la tarde del domingo 26 de julio. Para el discurso público de N. H. Knorr “Después del Armagedón... el nuevo mundo de Dios” 165.829 personas se congregaron dentro del Estadio Yanqui, en tiendas de campaña para el exceso de concurrencia y en la Ciudad de Remolques. Hubo 91.562 personas en el estadio mismo. Poco antes del discurso público, se abrieron las puertas y miles de personas entraron y se sentaron en la grama del campo de jugar pelota. Otros miles escucharon el discurso por la estación de radio de la Sociedad, WBBR.
Aquella absorbente hora pasó rápidamente y pronto el discurso público había terminado. Una fresca brisa refrescó a los millares que permanecieron para la sesión final de la asamblea. Basando sus declaraciones en Salmo 145, el hermano Knorr pronunció un discurso de una hora en el cual dio énfasis a la necesidad de alabar a Jehová, ensalzarlo como Dios, anunciarlo como Soberano Universal y dar a conocer su posición de Rey. Con la letra lírica del cántico “¡Cantad alabanza triunfante!” y una oración de cierre, la más grande asamblea cristiana hasta aquel tiempo llegó a feliz fin.
ASAMBLEA INTERNACIONAL “VOLUNTAD DIVINA”
“Aun ahora cuando se menciona el año 1958,” escribió Angelo C. Manera, Jr., “hay un gran acontecimiento que recuerdan los testigos de Jehová... la ‘gran asamblea,’ la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” de los Testigos de Jehová. ¡Qué asamblea!” En esta notable reunión se congregaron delegados de por lo menos 123 países y grupos insulares. En un tiempo de tensión en las relaciones internacionales, con la amenaza de guerra asomándose en el Oriente Medio, el pueblo de Jehová se reunió en paz y unidad en el Estadio Yanqui de la ciudad de Nueva York y el cercano Polo Grounds del 27 de julio al 3 de agosto de 1958.
Por casi dos semanas antes de la asamblea el hermano Knorr se reunió con más de ochenta de los superintendentes de las sucursales de la Sociedad y sus auxiliares. Consideraron el nuevo libro que él había preparado acerca del procedimiento en la oficina de sucursal después de haber inspeccionado personalmente la sucursal mayor, en Brooklyn, la de los Estados Unidos. Se celebraron otras reuniones provechosas con estos hombres, así como con misioneros, precursores especiales y superintendentes de circuito y distrito durante la asamblea misma.
El miércoles 30 de julio sucedió algo que movió a Ernest Jansma a decir: “Estoy seguro de que su magnitud vivirá por largo tiempo en los anales de la historia teocrática.” En realidad, nada como aquello había sucedido desde el Pentecostés de 33 E.C., en Jerusalén, cuando unos 3.000 nuevos seguidores de Jesucristo fueron bautizados en un solo día. (Hech. 2:41) Poco después de escuchar el discurso “Bautismo de acuerdo con la voluntad divina,” 7.136 personas (2.937 hombres y 4.199 mujeres) se bautizaron en la playa Orchard, a varios kilómetros de distancia simbolizando así su dedicación a Jehová Dios. Este fue el más grande bautismo en masa en un solo lugar en tiempos modernos.
En esta gran asamblea tres cosas se consideraron en el discurso “Manteniendo nuestro paraíso espiritual,” pronunciado por el hermano Knorr: el paraíso terrestre, el paraíso espiritual y el paraíso celestial. Después de este absorbente discurso, el discursante relató que misioneros que estaban en Tailandia habían preguntado en cierta ocasión si la Sociedad produciría una publicación para estudio, no en refutación de la falsedad, sino presentando la verdadera enseñanza bíblica. Para satisfacer la necesidad de ellos y la de cristianos por todas partes, dijo él, la Sociedad había producido el nuevo libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. El libro Paraíso, escrito en lenguaje sencillo y profusamente ilustrado, ha sido un deleite tanto para jóvenes como para viejos. “Una generación entera de niños ha crecido hojeando el libro Paraíso,” dice Grace A. Estep, “llevándolo a las reuniones con ellos, compartiéndolo con sus compañeritos de juego, pudiendo relatar, mucho tiempo antes de haber crecido lo suficiente para leer, una serie entera de historias bíblicas con solamente los cuadros.”
El sábado 2 de agosto fue el Día de “Cúmplase Tu Voluntad.” Aquella tarde el presidente de la Sociedad pronunció el emocionante discurso “Cúmplase tu voluntad,” después de lo cual electrificó a su auditorio de 175.441 personas al anunciar la presentación en público del nuevo libro “Hágase tu voluntad en la Tierra.” ¡Cómo anhelaron los delegados investigar su explicación de profecías, especialmente las del libro de Daniel!
“¡QUÉ TESTIMONIO PARA JEHOVÁ!”
¿Cómo pudiera uno describir lo que aconteció en la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” el domingo 3 de agosto? Un informe impreso de la asamblea dijo de ella: “¡Qué testimonio para Jehová!” Eso ciertamente fue. “El domingo fue un día que ninguno de los que estuvieron en la asamblea podría jamás olvidar,” dice Edgar C. Kennedy. “La congregación de personas para el discurso público en el Estadio Yanqui era algo que merecía verse. Desde donde estábamos sentados podíamos ver el río continuo de personas que entraba en el estadio, llenando las graderías y rebosando al campo de juego, sentándose en la grama en secciones ordenadas. A todos los que observaban era una tremenda exhibición de la ‘grande muchedumbre’ viniendo al lado del resto ungido de Jehová para junto con ellos dar alabanza a Su nombre, haciendo Su ‘Voluntad Divina.’ Damos gracias a Dios de haber podido ser parte de aquella muchedumbre. Mientras el estadio se iba llenando completamente, lo mismo estaba sucediendo en el Polo Grounds. A las tres de la tarde hubo un gran silencio entre las más de un cuarto de millón de personas presentes cuando el presidente de la asamblea se levantó para presentar al discursante, N. H. Knorr, presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, y anunciar el tema de su discurso: ‘El reino de Dios domina... ¿se acerca el fin del mundo?’”
¡Aquella vasta muchedumbre alcanzó la cifra de 253.922 personas! Juzgando por el gran auditorio del viernes, tiene que haber habido unas 60.000 personas del público presentes. Durante aquella hora multitudes de personas escucharon prueba bíblica convincente de que el reino de Dios había estado gobernando desde 1914 E.C. y que el fin del mundo está cerca.
HACIENDO DISPONIBLE LA PALABRA DE DIOS
Para educar a la gente para la vida y para dar adelanto a los intereses terrestres del reino de Dios, era urgente que el mismo Libro que tiene el tema del Reino se hiciera fácilmente disponible a la gente. Por años el hermano Knorr había pensado así. De hecho, mientras trabajaba en la fábrica de la Sociedad, por mucho tiempo tuvo en su escritorio cierto material que podría usarse para imprimir una Biblia completa, pero las circunstancias no se habían desenvuelto de tal manera como para hacer posible que se pusiera en efecto esta idea. Después de llegar a ser presidente de la Sociedad, sin embargo, el hermano Knorr no perdió tiempo en cuanto a hacer de este pensamiento una realidad. Importante, también, era producir Biblias de poco costo, de modo que la gente en general pudiera obtener y leer ejemplares de la Palabra de Dios.
Cuando N. H. Knorr habló sobre el tema “Presentando ‘la espada del espíritu,’” allá en 1942 en la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehová en Cleveland, Ohio, llamó a la Biblia la más grande arma de ofensa, la “espada del espíritu.” (Efe. 6:17) En esencia, expresó los sentimientos de los siervos de Jehová en general: ‘Si pudiéramos hallar el texto que deseamos, podríamos mantener a distancia a nuestros opositores, podríamos consolar a los que lloran, podríamos hacer sencillas para otros, con abundancia de prueba, las cosas que son tan claras para nosotros. ¡Si solo tuviéramos una Biblia con ayudas en la cual pudiéramos hallar rápidamente lo que necesitamos!’
Una provisión de esta índole se hizo en esta asamblea... la nueva edición Watch Tower de la King James Version, o Versión Autorizada en inglés, la primera Biblia completa que se había impreso en las propias prensas de la Sociedad. Meses de estudio por más de 150 siervos de Jehová en colaboración habían resultado en compilar, como parte de esta publicación, una concordancia especialmente diseñada para ser utilizada por el pueblo de Dios al predicar. Como dice James W. Filson, esta Biblia “satisfizo una verdadera necesidad.” “La necesitábamos nosotros mismos; la necesitábamos también para colocarla en manos de la gente en nuestros territorios. . . . Fue excelente tener una Biblia buena y que no era costosa para dejársela a la gente por solo un dólar. Hasta este día es la única Biblia que hay en muchos hogares de personas que no están en la verdad.”
El hermano Knorr tenía otro pensamiento fundamental en mente. Eso era la conservación del nombre de Jehová en todos los idiomas. Había una traducción en inglés de la Biblia que usaba el nombre divino en las Escrituras Hebreas. Era la American Standard Version. La Sociedad compró el uso de planchas para imprimir esta Biblia, y la muy apreciada edición Watch Tower se hizo disponible a los delegados deleitados que asistieron a la Asamblea Teocrática de Anunciadores Unidos de 1944. “Usamos esta Biblia extensamente en nuestras revisitas y estudios bíblicos,” dice Edgar C. Kennedy.
UNA NUEVA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA
Particularmente desde 1946 el presidente de la Sociedad había buscado una traducción en lenguaje moderno de las Escrituras Griegas Cristianas que suministrara la base para adquirir todavía más verdad al presentar fielmente el sentido de los escritos originales. Cuando el hermano Knorr habló a un auditorio de 82.075 personas durante la internacional Asamblea del Aumento de la Teocracia el 2 de agosto de 1950, informó que en el Betel de Brooklyn el 3 de septiembre de 1949 había habido una reunión conjunta de las juntas de directores de las corporaciones de Pensilvania y Nueva York, con la ausencia de un solo director, y en aquel tiempo él había anunciado la existencia de un “Comité de la Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia.” Precisamente el día anterior, éste había completado y entregado a la posesión y control de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, corporación de Pensilvania, una traducción de las Escrituras Griegas Cristianas. El personal de la fábrica comenzó a trabajar en el primer material el 29 de septiembre de 1949.
Aquella tarde del 2 de agosto de 1950, el hermano Knorr tuvo el deleite de presentar a los muy emocionados delegados a la asamblea la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en inglés. No era una revisión de alguna traducción bíblica ya hecha. ¡Era completamente nueva! El Comité de la Traducción del Nuevo Mundo de la Biblia había usado el famoso texto maestro griego por los eruditos Westcott y Hort, mientras que a la misma vez consultaba textos griegos de la Biblia preparados por otros. Palabras arcaicas del inglés como thee y thou no habían sido usadas. La Biblia estaba en lenguaje moderno, fácilmente entendible para lectores de inglés de la actualidad.
Especialmente digno de nota era el uso del nombre divino “Jehová” 237 veces en el texto principal de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas. En el prólogo por el Comité de Traducción se presentaban claramente las razones válidas que había para usar el Nombre. Muchos eran los rasgos excelentes de la Traducción del Nuevo Mundo.
Con el tiempo, la Traducción del Nuevo Mundo tuvo efectos profundos en el habla del pueblo de Jehová en general. Por ejemplo, en vez del término en inglés arcaico para hermanos, brethren, usaba el término moderno, brothers, y por eso los siervos de Dios empezaron a usar el término moderno. (Rom. 1:13) Además, a principios de 1953 la palabra “congregación,” empleada en la Traducción del Nuevo Mundo, tomó el lugar de “compañía” como la palabra que se usaba para referirse a un grupo congregado del pueblo de Dios.—Compare con Hechos 20:17; Colosenses 4:15, Traducción del Nuevo Mundo.
Con el transcurso de los años, cinco tomos de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Hebreas en inglés se prepararon, y luego fueron presentados en las asambleas del pueblo de Dios. Durante su Asamblea de Distrito de Adoradores Unidos de 1961, los testigos cristianos de Jehová se regocijaron especialmente al recibir la edición completa en un solo tomo de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés. De paso, para este tiempo la cantidad de proclamadores del Reino por toda la Tierra había aumentado a 965.169. De seguro Jehová había estado bendiciendo sus esfuerzos. Por medio de Su espíritu santo, Dios estaba haciendo que las cosas crecieran.—1 Cor. 3:6, 7.
¡SIGUE ADELANTE LA PRODUCCIÓN DE BIBLIAS!
El deseo constante de poner la Palabra de Dios en las manos de la gente ha continuado entre los siervos de Jehová a través de los años. Por lo tanto, Biblias de muchos tipos se han hecho disponibles. Por ejemplo, la Asamblea “Buenas Nuevas Eternas” de los Testigos de Jehová, en 1963, fue señalada por la presentación de una edición de bolsillo de la revisión de 1961 en inglés de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Otra presentación en inglés fue la valiosa edición original en letra grande, en un solo tomo, completa con referencias combinadas, notas al pie de la página y un apéndice extenso. ¡Pero imagínese el deleite de los delegados italianos, holandeses, franceses, alemanes, portugueses y de habla española cuando recibieron la nueva presentación de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en sus idiomas nativos! “¡Bravo! ¡Bravissimo!” exclamó un delegado de habla italiana. Un delegado alemán dijo: “¡Qué oportunidad para que los testigos de Jehová despierten el interés que los alemanes solían tener en la Biblia!” Más tarde la Traducción del Nuevo Mundo completa se hizo disponible en los idiomas ya mencionados.
Entre las publicaciones impresas presentadas en las Asambleas de Distrito “Nombre Divino,” celebradas en 1971, estuvo la edición revisada de 1971, en letra grande, de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés. Y para los que desean estudiar las Escrituras a la manera del erudito, hay el libro de 1.184 páginas intitulado “The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures” (La Traducción Interlinear del Reino de las Escrituras Griegas), publicado en 1969.
El deseo continuo de mantener el nombre de Jehová ante la gente ha sido la razón tras otras actividades de impresión de la Biblia. Así, en 1972, la Sociedad Watch Tower produjo The Bible in Living English, por el difunto Steven T. Byington. En esta traducción el tetragrámaton hebreo se vierte consistentemente “Jehovah” (Jehová).
Desde 1950 se han distribuido millones de ejemplares de la Traducción del Nuevo Mundo por toda la Tierra, muchos de ellos en inglés. Por lo tanto, se apreció mucho la Comprehensive Concordance of the New World Translation of the Holy Scriptures (Concordancia abarcadora de la New World Translation of the Holy Scriptures), presentada en 1973, con unas 14.700 palabras de encabezamiento y aproximadamente 333.200 anotaciones. Muchos miembros de la familia del Betel de Brooklyn trabajaron industriosamente en la compilación, corrección de pruebas, y así por el estilo, relacionados con esta concordancia. Ciertamente, con esta provisión se ahorra mucho tiempo cuando se desea hallar textos bíblicos.
Hoy, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras está disponible, entera, en siete idiomas, y las Escrituras Griegas Cristianas en un idioma más. Además, se está trabajando en las Escrituras Griegas Cristianas en otros cuatro idiomas. En inglés la edición regular de la Traducción del Nuevo Mundo de toda la Biblia todavía se puede conseguir por un dólar el ejemplar, y el equivalente de eso es todo lo que se recibe en moneda extranjera por esta excelente traducción de la Biblia en otros idiomas. ¿Por qué un costo tan bajo? Para que las Santas Escrituras lleguen a las manos de la gente, para que los de corazón honrado y sincero entre ellos puedan leerla y aceptarla, “no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios.”—1 Tes. 2:13.
Han pasado más de tres décadas desde que de una de las prensas de la Sociedad salió el primer ejemplar de la edición Watch Tower de la King James Version. Durante los años desde entonces, muchas manos dedicadas han trabajado diligentemente para poner ejemplares de la Palabra de Dios en manos de la gente en cantidades cada vez mayores. De hecho, desde 1942 hasta el año de servicio de 1974 inclusive, 28.533.890 ejemplares de las Escrituras, en su totalidad o en parte, han sido producidas en la imprenta de Brooklyn de la Sociedad. Quizás le sorprenda saber que durante 1974 hasta quince prensas rotativas de la Sociedad Watchtower en Brooklyn estaban siendo usadas de tiempo cabal en la impresión de Biblias.
Junto con esta tremenda producción de Biblias se han publicado millones de ayudas para el estudio de la Biblia. Todas ellas —como “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa” y Aid to Bible Understanding— han ayudado a hacer industriosos estudiantes de la Biblia y competentes proclamadores teocráticos de las buenas nuevas de miles de personas procedentes de muchas ocupaciones. Y, puesto que hay personas que han dudado de la autenticidad de las Escrituras, se han hecho esfuerzos solícitos por probar que éstas son verdaderamente de origen divino. Es notable con relación a esto el libro de 192 páginas ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? del cual se han impreso más de 18.768.000 ejemplares en 27 idiomas. Esta publicación de 1969 de la Sociedad muestra magistralmente que la veracidad de la Biblia no depende de la evidencia que haya sido desenterrada o descubierta por arqueólogos, como si las Escrituras estuvieran en una posición débil, y necesitaran ayuda de “autoridades” mundanas. Más bien, los puntos de peso del libro se argumentan desde el punto de vista de la fortaleza de la Biblia, se basan en su propio testimonio poderoso, lo razonable de ella y el hecho de que contesta preguntas que de otro modo permanecerían sin respuesta. “Llegó en un tiempo en que el clero se estaba haciendo más audible en sus esfuerzos por desacreditar la Biblia,” comenta Webster L. Roe, “y sirvió para sostener la fe titubeante de muchos hasta el punto de llevarlos a efectuar un estudio sincero de la Biblia.”
‘¡VIVAMOS O MURAMOS, PERTENECEMOS A JEHOVÁ!’
Los testigos de Jehová no son vendedores ambulantes de la Palabra de Dios. (2 Cor. 2:17) Sinceramente abogan por ella personalmente y creen en ella. Por eso se adhieren firmemente a la ley de Dios acerca de la sangre. De hecho, se han dado a conocer por todo el mundo debido a que obedecen lealmente el decreto de Dios de que la sangre no se debe comer ni se debe poner dentro del organismo de uno para sostener las fuerzas vitales del cuerpo. (Hech. 15:28, 29) Aun cuando la vida parece estar en peligro, repetidamente los cristianos han dicho, esencialmente, ‘vivamos o muramos, pertenecemos a Jehová.’—Rom. 14:7, 8.
La santidad de la sangre fue recalcada en The Watch Tower del 15 de diciembre de 1927. Entre otras cosas, su artículo “Una razón para la venganza de Dios” dijo: “Dios le dijo a Noé que toda criatura viviente sería carne para él; pero que no debería comer la sangre, porque la vida está en la sangre.” Años más tarde The Watchtower (1 de diciembre de 1944; vea en español La Atalaya del 15 de abril de 1945.) declaró: “No sólo como descendiente de Noé, sino ahora también como uno obligado por la ley que Dios dió a Israel . . . el extranjero tenía prohibido comer o beber sangre, fuera por transfusión o por la boca. (Gén. 9:4; Lev. 17:10-14)” En los años subsiguientes, estos asuntos se hicieron todavía más claros.
The Watchtower del 1 de julio de 1945 (La Atalaya del 15 de noviembre de 1945) clarificó la posición cristiana en cuanto a la sangre. Entre otras cosas, señaló que, aunque la transfusión de sangre data desde los antiguos egipcios, el caso más temprano de que hay informe fue un intento inútil de salvarle la vida al papa Inocencio VIII en 1492, en una operación que les costó la vida a tres jóvenes. Más significativamente, este número de La Atalaya mostró que la ley de Dios acerca de la sangre según se le dio a Noé obliga a toda la humanidad y que se requiere que los cristianos se abstengan de sangre. (Hech. 15:28, 29) En resumen, La Atalaya dijo:
“Viendo, pues, que el Dios Altísimo y Santísimo dió instrucciones claras en cuanto a la disposición de la sangre, en armonía con su pacto eterno hecho con Noé y todos sus descendientes; y viendo que el único uso de la sangre que él autorizó para proporcionarle vida a la humanidad fué el uso de ella como propiciación o expiación por el pecado; y viendo que había de hacerse sobre el santo altar de él o en su propiciatorio, y no tomando tal sangre directamente dentro del cuerpo humano; por eso es menester que todo adorador de Jehová que busque la vida eterna en su nuevo mundo de justicia respete la santidad de la sangre y se conforme a los justos reglamentos de Dios respecto a este asunto vital.”
La posición cristiana en cuanto a las transfusiones de sangre ahora había quedado claramente definida. Samuel Muscariello vio su integridad sometida a prueba con relación a este asunto. Blosco Muscariello nos dice: “Poco después de haber salido de la prisión [donde fue encerrado debido a su neutralidad cristiana], mi hermano menor, Samuel, contrajo la clase de infección de la garganta que resulta en envenenamiento urémico. Los médicos prescribieron una operación —con transfusiones de sangre, por supuesto— y le dieron a lo más dos años de vida sin la operación y la sangre. Sam les volvió las espaldas y se fue. Esto fue en el año 1947. . . . Además de la declaración de La Atalaya [una que habían notado en particular], las palabras del hermano Sullivan [que visitaba] en la prisión seguían sonando en nuestros oídos . . . ‘no es correcto tomar la sangre.’ En exactamente dos años Sam fue llevado de regreso al hospital, moribundo. Bajo presión, fui a su lecho de enfermo y dije: ‘Sam, quieren darte sangre.’ Medio narcotizado, medio consciente, trató de salirse de la cama [para no recibir sangre, que nunca le fue administrada] . . . nuestra familia, aunque entristecida [por su muerte], fue fortalecida por el pensamiento claro de Sam y su integridad a Jehová hasta la muerte.”
A principios de los años cincuenta surgió una cuestión en cuanto al hecho de que los testigos de Jehová se negaban a aceptar transfusiones de sangre. El 18 de abril de 1951, el estado llevó un caso al tribunal en Chicago, Illinois, para quitar un niño de sus padres de modo que los doctores le administraran una transfusión de sangre. De Cheryl Labrenz, de seis días, se dijo que tenía una condición rara en la cual sus corpúsculos rojos estaban siendo destruidos. Según los médicos, moriría si no recibía una transfusión de sangre. Como testigos cristianos de Jehová, sus padres, Darrell y Rhoda Labrenz, correctamente consideraban la transfusión de sangre como una violación de la ley de Dios y por eso se opusieron a ella. Se preocupaban por el bienestar eterno de su hijita, porque la vida eterna es lo que les espera solo a los que se adhieren a las leyes de Dios. Pero por orden del tribunal se le administró sangre a Cheryl a pesar de las protestas de sus padres.
El caso Labrenz fue solo un capítulo temprano en lo que ha llegado a ser una narración larga. Ya por más de dos décadas los testigos de Jehová se han atraído la atención pública debido a que han mostrado respeto a la ley de Dios en cuanto a la sangre. Marie M. Greetham recuerda bien lo que le sucedió a su hermano, Dan Morgan. Este, un paciente que padecía de cáncer incurable, tres veces fue dado de baja de un hospital de veteranos de la ciudad de Nueva York debido a que firmemente rehusó aceptar transfusiones de sangre. Cuando se le admitió por cuarta vez, todavía rehusó aceptar sangre. La hermana Greetham nos dice: “Esto sucedió en agosto de 1951 y Dan murió en octubre de 1951 a la edad de cincuenta y cuatro años. Dan se encontraba muy tranquilo y feliz. Solo cuatro días antes de morir, le explicó a otra hermana que muy pronto él cerraría sus ojos, pero estaba feliz porque había sido fiel y su recompensa era grande, puesto que él era del ‘rebaño pequeño’ de seguidores de Cristo.”—Luc. 12:32; Rev. 2:10.
Pero, ¿es inevitable la muerte porque una persona rechace una transfusión de sangre? ¡Ciertamente no! Considere el caso de Gladys Bolton. El médico de ella le dijo que tenía un aneurisma en la arteria principal que conducía a su bazo y que el bazo tendría que ser removido. Ella convino en ser operada con la condición de que no se le administraran transfusiones de sangre. Aunque sorprendido, el médico escuchó la explicación de ella y notó que ella no objetaría al uso de un ‘sustituto de la sangre.’ Él convino en operar sin usar la sangre y esto se hizo el 21 de mayo de 1959. Sin embargo, antes que fuera posible remover el bazo, la arteria se abrió y la hermana Bolton perdió más del 70 por ciento de su sangre. Aunque los médicos y enfermeras en la sala de operación pedían sangre, el médico de ella se apegó a su promesa. Ella estuvo inconsciente por dos semanas y en una tienda de oxígeno por tres, sufriendo una complicación tras otra, pero el doctor le prestó mucha atención y gradualmente la hermana Bolton mejoró. Escribe ella: “Cierto día cuando estábamos a solas, él dijo: ‘Sra. Bolton, nunca deje de apegarse a su Dios Jehová. De acuerdo con toda la historia y los registros médicos usted debería estar muerta ahora mismo. ¡Nadie jamás ha perdido tanta sangre y quedado vivo!’ Respondí: ‘Doctor Davis, no tengo intenciones de dejar de apegarme a Jehová, pero los testigos de Jehová no enseñan que hoy haya curación divina. Apreciamos a los buenos médicos y enfermeras, y todos ustedes han trabajado afanosamente por mantenerme viva. Sin embargo, porque obedecimos el mandato de Jehová acerca de la sangre a todos nosotros se nos a bendecido.’ A él pareció alegrarle mi respuesta y me dio gracias.” La hermana Bolton fue dada de alta del hospital el 1 de julio de 1959.
A través de los años, Jehová Dios bondadosamente ha hecho provisión abundante para los que desean adherirse a su ley en cuanto a la sangre. En este constante fluir de ayuda espiritual hay que incluir el folleto de 64 páginas La sangre, la medicina y la ley de Dios, publicado en 1961. ¿Lo ha usado usted para considerar este tema vital con su médico?
PROMOVIENDO LA ADORACIÓN VERDADERA
Los siervos de Jehová saben que para disfrutar del favor divino tienen que participar en adoración limpia e incontaminada. (Sant. 1:27) Es necesario que sean limpios moral y espiritualmente. (Isa. 52:11; 1 Cor. 6:9-11) Apropiadamente, esos puntos han sido recalcados por medio de discursos en las asambleas, artículos de La Atalaya, y cosas semejantes, especialmente durante los últimos años, a medida que el mundo en general se ha hundido cada vez más profundamente en el cieno de la degradación moral.
En 1951, los que abogan por la adoración verdadera aprendieron algo significativo acerca del término “religión.” Algunos de ellos bien podían recordar el año 1938, cuando, a veces, portaron el anuncio que decía: “La religión es un lazo y un fraude,” un anuncio que ponía a pensar al que lo veía. Desde su punto de vista entonces, toda “religión” era anticristiana, procedente del Diablo. Pero The Watchtower del 15 de marzo de 1951 (La Atalaya del 1 de agosto de 1951) aprobó el uso de los adjetivos “verdadera” y “falsa” con relación a la religión. Además, el absorbente libro ¿Qué ha hecho la religión para la humanidad? (publicado en inglés en 1951 y presentado al público en la Asamblea de Adoración Limpia en el Estadio de Wembley, Londres, Inglaterra) dijo lo siguiente: “Tomada de acuerdo con la manera en que es usada, ‘religión’ en su definición más sencilla quiere decir un sistema de adoración, una forma de adoración, sin tomar en cuenta si es adoración falsa o verdadera. Esto está de acuerdo con el significado de la palabra que se usa por ella en hebreo, ’abohdah, que literalmente quiere decir ‘servicio,’ sin tomar en cuenta a quién se rinde el servicio.” Después de eso, las expresiones “religión falsa” y “religión verdadera” se hicieron comunes entre los testigos de Jehová.
El pueblo de Dios estaba resuelto a practicar la religión verdadera y permanecer limpio moral y espiritualmente para el servicio de Jehová. Particularmente se dio énfasis a esto en The Watchtower del 1 de marzo de 1952 (en español, La Atalaya del 15 de julio de 1952) que contenía los muy significativos artículos “Manteniendo limpia la organización,” “Lo correcto que es expulsarlos” y “Pecado que hace imposible el restablecimiento.” Esta publicación mostró que era apropiado expulsar de la congregación cristiana al malhechor bautizado que no se arrepintiera. (1 Cor. 5:1-13) Se señalaba que, si más tarde se arrepentía el pecador, era posible un restablecimiento.—2 Cor. 2:6-11.
Esta no era la primera vez que La Atalaya había mencionado la expulsión de los pecadores no arrepentidos de entre la congregación. Desde 1952 en adelante, sin embargo, se recalcó especialmente la necesidad de mantener la limpieza espiritual de la congregación cristiana. El transcurso de los años también hizo que fuera comprendiéndose mejor que era esencial tratar con misericordia a los que se arrepentían. (Sant. 2:13) Por lo tanto, con frecuencia los superintendentes han producido la restauración espiritual de los que han cometido errores antes que los asuntos se hayan deteriorado hasta el punto en que se requiriera expulsión de entre la congregación.—Gál. 6:1.
Los cristianos no se asocian con las personas expulsadas en un espíritu de hermandad. Tampoco toleran la iniquidad entre ellos. Pero, ¿qué hay si los individuos expulsados abandonan su mal proceder? Muy pertinentes a esa pregunta son los artículos “La misericordia divina señala la senda de regreso a los que han errado” y “Manteniendo un punto de vista equilibrado para con los expulsados,” que salieron en The Watchtower del 1 de agosto de 1974 (en español, La Atalaya del 15 de diciembre de 1974). Estos muestran que a esas personas expulsadas se les puede dar verdadero estímulo para ser restablecidas en el camino a la vida.
No ha sido pequeño el papel que han desempeñado en mantener limpia la organización varios discursos que se han presentado en asambleas. Por ejemplo, L. E. Reusch menciona especialmente el discurso de la asamblea de 1964 “Manteniendo pura y casta la organización de siervos públicos,” según lo presentó F. W. Franz. Dice el hermano Reusch: “Presentó la ilustración de que una joven floja en cuanto a virtud era comparable a una toalla sucia en un lavabo público. Con habla franca y directa en cuanto a moralidad se declararon las cosas con claridad en lenguaje llano. . . . ¡qué maravillosamente calculado el tiempo para ello... sabio consejo en preparación para el tremendo deterioro en la moralidad que se ha presentado desde entonces!”
El fluir de sólido consejo bíblico ha continuado sin cesar a través de los años. Hablando espiritualmente, las publicaciones han mostrado al pueblo de Jehová cuál es el camino en el cual andar.
DANDO EXPANSIÓN AL TESTIMONIO DEL REINO
Durante los años cincuenta se hicieron esfuerzos pronunciados por dar expansión a la obra de declarar el mensaje del Reino. De hecho, un paso muy significativo se dio en 1951. Hablando en una asamblea celebrada en Washington, D.C., en octubre de 1951, el hermano Knorr reveló que casi el 50 por ciento de los condados de los Estados Unidos (1.469 de 3.062) estaban completamente sin trabajar o recibían solo un testimonio parcial. Pero esto cambiaría. Se asignarían publicadores y precursores regulares para trabajar en estos territorios durante junio, julio y agosto de 1952. Esto tuvo una respuesta entusiástica. Una obra similar se ha continuado efectuando en los territorios aislados hasta la actualidad.
Otro paso notable en dar adelanto al testimonio del Reino señaló las Asambleas de Distrito de 1957 “Sabiduría Dadora de Vida.” Escribe Marie Gibbard: “En este tiempo oímos por primera vez la expresión ‘servir donde hay gran necesidad de ayuda.’ Las familias podían, de hecho, rendir servicio como el de misioneros. Este fue un nuevo concepto en el servicio que abrió las puertas de la oportunidad a individuos y familias que no podían valerse del entrenamiento de la Escuela de Galaad y entrar en el campo misional formal.”
Muchos cristianos que se han mudado a lugares de los Estados Unidos o el extranjero donde había mayor necesidad de predicadores del Reino que en sus congregaciones anteriores han podido estimular y edificar a compañeros de creencia, ayudar a los nuevos a adquirir conocimiento de la verdad de Dios o hasta participar en el establecimiento de una congregación.
APRENDIENDO A SER MEJORES PREDICADORES DE LAS BUENAS NUEVAS
“Toda persona debe poder predicar las buenas nuevas de casa en casa,” declaró el hermano Knorr, citando eso como un objetivo principal entre los cristianos. Hizo esa declaración el 22 de julio de 1953, en la asamblea internacional llamada Asamblea de la Sociedad del Nuevo Mundo. Los testigos de Jehová habían usado grabaciones fonográficas y tarjetas de testimonio para predicar las buenas nuevas en los años anteriores, pero eso no se estaba haciendo ahora. Sin embargo, se necesitaba más entrenamiento. Mientras hablaba sobre el tema “El principal trabajo de todos los siervos,” el hermano Knorr anunció un nuevo programa de entrenamiento de casa en casa. Siervos (superintendentes) de circuito y distrito tendrían mucho que ver con éste, pero todos los siervos nombrados de las congregaciones suministrarían ayuda para que cada publicador del Reino pudiera llegar a ser un proclamador regular de las buenas nuevas de casa en casa. El siervo de circuito, mientras visitaba una congregación, seleccionaría a predicadores que tuvieran experiencia en la obra de casa en casa para que trabajaran con los nuevos y los inexpertos en el programa de entrenamiento. Esta provisión trascendental para capacitar a más testigos cristianos comenzó el 1 de septiembre de 1953, y pronto estuvo efectuándose con todo vigor.
“El programa de entrenamiento . . . fue una cosa muy buena,” dice James W. Filson. “A algunos que eran tímidos se les ayudó a adelantar. A algunos que pensaban que solo podían hacer una cosa, como la obra con las revistas, se les ayudó a tratar de participar en otros rasgos [del servicio de Dios]. Al tratar de ayudar a otros, muchos mejoraron sus propias habilidades.”
MANEJANDO DENODADAMENTE LA “ESPADA DEL ESPÍRITU”
Los cristianos deben estar capacitados para manejar “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.” (Efe. 6:17) En esto, el programa de entrenamiento fue una gran ayuda. Con el transcurso del tiempo, la Sociedad Watchtower publicó varios bosquejos para sermones de tres a ocho minutos que se daban como sugerencia para la obra de casa en casa y otros bosquejos para sermones de diez a quince minutos para usarlos en revisitas en la publicación mensual de instrucciones para el servicio, Informador, y la publicación que la sucedió, Ministerio del Reino. Más tarde para algunos Testigos fue más fácil y más conveniente usar sermones cortos basados en un solo texto bíblico, como Isaías 2:4 ó Juan 17:3.
Para Walter R. Wissman el pronunciar sermones bíblicos en la testificación de casa en casa y en las revisitas “fue un escalón significativo en nuestro progreso teocrático.” El público fue identificando cada vez más al pueblo de Dios con la Biblia. R. D. Cantwell dice: “No pasó mucho tiempo antes que fuera oyéndose cada vez menos de la vieja acusación que se hacía a las puertas de que los testigos de Jehová eran ‘vendedores de libros.’”
“¡Qué gran mejora hemos hecho en nuestro servicio de casa en casa!” exclama Myrtle Strain. “Ya no es necesario tener una tarjeta para entregársela a la gente para que la lea, ni se necesita tocar una grabación, ni entrar y pasar una hora dándoles el bosquejo entero del propósito de Dios. Ahora todos hemos aprendido a pronunciar sermones cortos a las puertas, estamos bien preparados con un tema fijo, apoyado por dos o tres textos bíblicos al caso. Podemos usar muchos sermones cortos, todos basados en textos bíblicos importantes y oportunos. Además, nos esforzamos por ver que el amo de casa entre en la conversación.” Sea que se acepte o no el mensaje, así se ha dado un testimonio a la gente.
DENUNCIANDO UNA LUZ FALSA
Mientras los testigos de Jehová se hacían cada vez más eficaces en el uso de las Santas Escrituras al umbral de los hogares de la gente, no habían perdido nada del ardiente entusiasmo que había caracterizado sus actividades de los años del pasado. Así, a principios de 1955 los testigos de Jehová declararon intrépidamente un mensaje que denunciaba a una falsa luz espiritual.
El domingo 3 de abril de 1955 se presentó contra la cristiandad una denodada proclamación de juicio, y, de hecho, contra el entero sistema de la religión falsa. Esto se hizo por la presentación simultánea de un discurso público por discursantes cristianos en muchos idiomas por toda la Tierra. Aquella vigorosa conferencia intitulada “La cristiandad o el cristianismo... ¿cuál es ‘la luz del mundo’?” fue escuchada por más de medio millón de personas.
Los siervos de Jehová estaban muy deseosos de que la gente supiera que la cristiandad es una luz falsa. Con el tiempo la Sociedad Watch Tower satisfizo la gran demanda de este mensaje en forma de folleto por la publicación de más de 22.000.000 de ejemplares en treinta idiomas. Deseosos de participar en la distribución de este folleto, miles de nuevos publicadores participaron en el servicio del campo por primera vez durante abril de 1955. En aquel mes se alcanzó un nuevo máximo sin procedente de 625.256 publicadores del Reino por todo el mundo. A fines de julio de 1955 los testigos de Jehová enviaron cartas y estos folletos con su vigoroso mensaje a clérigos y directores de publicaciones.
“EL VERBO”... ¿QUIÉN ES?
Ciertamente a muchos clérigos no les gustó la denuncia de la falsa luz de la cristiandad, pero no habían recibido su último mensaje de los testigos de Jehová. ¡De ninguna manera! Muchos clérigos estaban negando la inspiración divina de las Santas Escrituras. Otros afirmaban que abogaban por la Biblia, pero estaban enseñando doctrinas que deshonraban a Dios. La Trinidad estaba entre estas enseñanzas falsas. Con relación a esto —fuera que les gustara o no— los clérigos consiguieron un mensaje de los testigos cristianos de Jehová a fines de 1962.
Vino en la forma de un folleto de 64 páginas intitulado “‘El Verbo’—¿quién es? Según Juan.” En él se denunció como innegablemente falsa la doctrina de la Trinidad. Se fijó una distribución especial de este folleto para durante noviembre de 1962. Los proclamadores del Reino no solo lo ofrecieron en su obra de casa en casa. Enviaron por correo un ejemplar a cada clérigo protestante y católico, junto con una carta acompañante preparada por la Sociedad Watchtower. Así se dio un testimonio tremendo, en el cual se identificaba con el “Verbo” o “la Palabra” de Juan 1:1 no a Dios, sino al Hijo de Dios, Jesucristo, antes que existiera como hombre.
ASAMBLEAS EN MOVIMIENTO
Las asambleas regulares del pueblo de Dios han contribuido de manera mensurable al desarrollo del valor cristiano que es necesario para la predicación. Algunas de ellas han sido extraordinarias en cierto sentido particular. Han sido asambleas en movimiento, pues algunos delegados han viajado de lugar en lugar, aun alrededor del mundo. ¡Qué efecto unificador han tenido estas reuniones! Los cristianos de un país pueden leer las experiencias y actividades de sus compañeros de creencia de otros países. Pero el conocerlos y compartir su compañía —hasta cuando existen barreras de lenguaje— es verdaderamente una experiencia provechosa. Aunque quizás no puedan comunicarse en el mismo idioma, cuando el pueblo de Dios de diferentes extracciones nacionales y raciales se congrega sí habla un solo idioma, el “lenguaje puro” de la verdad que Dios bondadosamente ha dado a todos los que lo aman en la Tierra.—Sof. 3:9.
Entre las asambleas en movimiento se destacó la Asamblea “Reino Triunfante” de los Testigos de Jehová durante 1955. En solo diez semanas trece asambleas se celebraron en los Estados Unidos y en el extranjero, y muchos delegados viajaron a estas diferentes reuniones. Una publicación dijo que ésta era “probablemente el más grande movimiento en masa de estadounidenses por Europa desde la invasión aliada durante la II Guerra Mundial.”
La Sociedad Watch Tower había fletado cuarenta y dos aviones y dos vapores (el Arosa Kulm y el Arosa Star). Estos barcos eran de hecho salones de asamblea flotantes porque se hicieron arreglos para tener programas espiritualmente edificadores en ellos diariamente para el beneficio de los pasajeros.
Uno de los lugares de asamblea europeos fue el Zeppelinwiese de Nuremberg, donde se reunieron 107.423 personas. “Nosotros en los Estados Unidos nos alegramos mucho de saber,” dice C. James Woodworth, “de que ¡en el mismo lugar en que Hitler había gritado ‘aniquilación’ para los testigos de Jehová, estas personas cristianas tuvieron la más grande de todas sus Asambleas ‘Reino Triunfante’! ¿Dónde estaba Hitler?”
ASAMBLEA ALREDEDOR DEL MUNDO
Para el pueblo de Jehová, en 1963 algo muy significativo empezó el 30 de junio en Milwaukee, Wisconsin, y terminó el 8 de septiembre en Pasadena, California. Esto fue la Asamblea “Buenas Nuevas Eternas” de los Testigos de Jehová... de hecho una asamblea que viajó alrededor del mundo y que se celebró en más de veinticuatro ciudades. En total, 583 delegados hicieron una rápida gira alrededor del globo terráqueo. Los varios viajeros, llevando rutas ligeramente diferentes, se reunieron con muchedumbres de compañeros de creencia en ciudades como Londres, Estocolmo, Munich, Jerusalén, Nueva Delhi, Rangún, Bangkok, Singapur, Melbourne, Hong Kong, Manila, Seúl y Honolulú.
Muchos delegados a la asamblea de Londres visitaron el Museo Británico. Allí, entre otras cosas, vieron la Crónica de Nabonido, que ayuda a fijar la fecha de la caída de Babilonia en 539 a. de la E.C. También fue interesante un hígado de barro, que se usaba para adivinación en la religión babilónica.—Compare con Ezequiel 21:21.
Los delegados que viajaron a tierras bíblicas visitaron muchos lugares de importancia bíblica. Cuando vieron los famosos cedros del Líbano, las llanuras de Moab, o el valle de Hinón, se profundizó su aprecio a la Palabra de Dios.
Cuando los delegados viajantes a las asambleas llegaron al Lejano Oriente, vieron allí, como en otras partes, los efectos de la influencia de la religión de Babilonia. En Wat Po en Bangkok, vieron un símbolo fálico, ante el cual adoraban mujeres estériles con la esperanza de tener hijos. Los murales que se vieron en el Wat Sakhet budista, también en aquella ciudad, pintaban tanto el nirvana como un infierno de tormento. Las similaridades entre el Infierno de Dante y lo que vieron los delegados pintado allí hacía que se viera con claridad inconfundible el origen común de las dos ideas religiosas.
El observar aquellos rasgos de la adoración falsa dio mayor significado al emocionante discurso de la asamblea “La ejecución del juicio divino contra la religión falsa.” Durante aquel discurso se hizo que los que escuchaban se remontaran mentalmente a la antigua Babel (Babilonia). Cuando Dios confundió el lenguaje de los edificadores de la torre en aquella ciudad, éstos se mudaron a otros países, llevando consigo su religión inmunda. Llegó a practicarse en varios idiomas, y así llegó a existir un imperio mundial de la religión falsa. Debido a su origen en Babilonia, el libro bíblico de Revelación lo llama “Babilonia la Grande.” (Rev. 18:2) Fue con relación a aquel conmovedor discurso que los delegados a la asamblea recibieron el nuevo libro de 704 páginas en inglés “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules! Es en realidad dos tomos en uno, y su primera sección considera la relación de la antigua Babilonia con el pueblo de Jehová; la Parte Dos incluye un análisis versículo por versículo de los capítulos 14 a 22 de Revelación.
AYUDAS VISUALES AYUDAN A HACER DISCÍPULOS
En los meses después de la asamblea, la Sociedad produjo una película que estimulaba la meditación. “¡Poderosa!” “¡Inspiradora!” “¡Reveladora!” “¡Sacudidora!” Estas fueron las respuestas típicas a esta película de dos horas a color, “Proclamando ‘Buenas Nuevas Eternas’ Alrededor del Mundo.” En esta película se presentan las Asambleas “Buenas Nuevas Eternas” de 1963, que se celebraron alrededor del mundo, y en las cuales un total de 580.509 personas se reunieron para escuchar el sobresaliente discurso público “Cuando Dios sea Rey sobre toda la Tierra.” Pero esta película no es una simple narración de un viaje. Muestra claramente que una ciudad que ahora está en ruinas afecta la vida de millones de personas hoy. Desde aquella ciudad —la antigua Babilonia— han surgido símbolos y ceremonias que han penetrado en el modo de vivir de casi todos los habitantes de la Tierra. Se subraya la urgencia de abandonar a Babilonia la Grande. Se pintan en la película el afecto y amor de los cristianos verdaderos, según se desplegó en sus asambleas alrededor del mundo. Los espectadores pueden ver que hay una organización con la cual uno debe asociarse al salir de Babilonia la Grande. Por consiguiente, a los que aman la justicia se les insta a abandonar el imperio mundial de la religión falsa y asociarse con adoradores de Jehová.—Rev. 18:4, 5.
Para 1963 la Sociedad Watch Tower había estado usando películas modernas por una década como ayudas visuales para hacer discípulos. Notablemente, después de la asamblea internacional de 1953 la Sociedad produjo la muy interesante película “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.” Era la primera película producida por la Sociedad desde el “Foto-Drama,” casi cuarenta años antes. Esta película de una hora y veinte minutos resultó ser un poderoso instrumento en cuanto a familiarizar a los espectadores con la magnitud de la organización terrestre de Dios, la tremenda cantidad de trabajo que efectúa la familia de Betel, la actividad de los testigos de Jehová en general, sus grandes asambleas y la manera suave y eficaz en que funcionaba la sociedad del nuevo mundo. H. A. Cantwell declara: “Este fue un maravilloso medio de ayudar a las personas recientemente interesadas a ver precisamente lo grande y extensa que es la organización.”
“La Felicidad de la Sociedad del Nuevo Mundo” y “Asamblea Internacional ‘Voluntad Divina’ de los Testigos de Jehová” fueron películas presentadas por la Sociedad después de las grandes asambleas de 1955 y 1958. Los siervos de Jehová también usaron el medio de las películas para contrarrestar la filosofía de que “Dios ha muerto.” En 1966 la Sociedad Watch Tower produjo la absorbente película a colores “Dios no puede mentir.” Esta película fehaciente probaba que Dios está vivo y que está cumpliendo sus propósitos para la Tierra y el hombre. Coloridas escenas de moción, alternadas con hermosas ilustraciones a color, ayudaron a los auditorios a visualizar los principales acontecimientos bíblicos y a captar el significado de ellos para nuestro día. “Disfruté de la película,” dijo una persona, “particularmente porque usó acontecimientos históricos que cumplían las profecías bíblicas como prueba de que ‘Dios no puede mentir.’ Por ejemplo, las varias ruinas que se mostraron existen como evidencia para todos de que Dios no mintió. El verlas me dio más seguridad de que Dios no miente acerca de lo que ha dicho que acontecerá ahora y en el futuro.”
La película en inglés “Heritage” (Herencia), también producida por la Sociedad Watch Tower en 1966, consideró las varias tentaciones a que se enfrentan los jóvenes hoy. Sin embargo, Angelo C. Manera, Jr., declara que la película mostró “lo que estaba haciendo la juventud de la sociedad del nuevo mundo y cómo estaban venciendo estas tentaciones y siguiendo un proceder cristiano.” Esta película era singular por el hecho de que tenía banda de sonido, a diferencia de otras películas recientes producidas por la Sociedad, y muchas estaciones de televisión la presentaron en sus programas. Así, miles de personas la vieron en sus hogares. “Heritage” también fue presentada en asambleas de circuito y otras reuniones públicas.
Durante los últimos años, superintendentes de circuito han presentado programas de transparencias o diapositivas en las reuniones públicas al visitar a las congregaciones del pueblo de Dios. El primero de éstos comenzó a exhibirse en septiembre de 1970. Intitulado “Visitando la central mundial de los testigos de Jehová,” tenía el propósito de familiarizar a la gente con la organización de Dios de manera que se sintieran impulsados a tomar la acción debida. Otra de estas presentaciones de diapositivas —“Una mirada de cerca a las iglesias”— ayudó a los auditorios a darse cuenta de que las iglesias de la cristiandad no son lugar para los que aman la verdad y la justicia. No solo les haría querer desasociarse del imperio mundial de la religión falsa; probablemente también movería a estos individuos a participar en ayudar a otros a huir de Babilonia la Grande. Estos son solo ejemplos de programas de diapositivas presentados por superintendentes de circuito como ayudas visuales para impartir instrucción bíblica.
¡ALGO NUEVO Y EMOCIONANTE!
“Escuche las palabras de Daniel para nuestro día.” ¿Recuerda esa porción de las Asambleas de Distrito “Hijos de Libertad de Dios,” de 1966? Mientras los delegados la escuchaban, una cosa sorprendente aconteció. De los altavoces salieron voces diferentes que representaban a Daniel, los tres fieles hebreos... hasta a ángeles. Hubo el sonido de música, y a los tres hebreos se les dio una oportunidad final de inclinarse ante la imagen de oro levantada por Nabucodonosor en la llanura de Dura. Firmemente, sin embargo, ellos mantuvieron su integridad, rehusaron inclinarse, y recibieron la liberación que Jehová dio.—Dan. cap. 3.
Esta era una manera nueva y diferente de impartir instrucción bíblica. A los auditorios de las asambleas les pareció que habían sido transportados a la Babilonia antigua. Les causó una emoción similar la presentación intitulada “Vea el aguante de Jeremías, necesario hoy.” Ciertamente los delegados sí ‘vieron’ el aguante de Jeremías. Un drama bíblico, con actores en la vestidura apropiada representando la vida y tiempos de aquel profeta hebreo de la antigua Jerusalén, se presentó ante sus propios ojos. La impresión dramática fue intensificada por efectos sonoros. Todos los concurrentes comprendieron mucho mejor las pruebas de Jeremías y su fidelidad... el estar solo ante una chusma que gritaba por su vida. ¡Qué énfasis dio esto a la confianza que los adoradores de Jehová tienen que depositar en su Dios! ¡Y cómo quedaron impresionados con la necesidad de aguantar y perseverar en el servicio de Dios, hasta frente a la muerte!
El año 1966 fue, pues, el principio de algo... una nueva manera de enseñar en las asambleas del pueblo de Dios. A través de los años desde 1966 los dramas bíblicos han sido un rasgo regular de las grandes asambleas que ha celebrado el pueblo de Jehová. Con frecuencia estas dramatizaciones han sido presentadas antes en graduaciones de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, y los estudiantes han representado a personas de tiempos antiguos y modernos.
Considerando las bendiciones y los beneficios de estas dramatizaciones, James W. Filson declara: “Me parece que los dramas bíblicos han sido una excelente ayuda en cuanto a comunicarnos las lecciones y el consejo del registro bíblico.” De hecho, los dramas de las asambleas han movido a algunos a confesar el haber cometido males y a buscar ayuda espiritual.—Pro. 28:13; Sant. 5:13-20.
APOYADORES DEL REINO DE DIOS Y DE NINGÚN OTRO GOBIERNO
Los testigos cristianos de Jehová dan su lealtad jurada al reino de Dios. Repetidamente a través de los años han demostrado esto. Por ejemplo, remóntese al pasado casi la cuarta parte de un siglo al martes 1 de agosto de 1950... el “Día de Devoción Teocrática” en la Asamblea del Aumento de la Teocracia de los Testigos de Jehová. En su discurso “El aumento de su dominio,” el hermano Knorr presentó una montaña de evidencia que denunciaba como enteramente falsa la acusación hecha por adversarios religiosos de que los testigos de Jehová apoyan el comunismo. No solo varias partes del gobierno de los Estados Unidos habían rehusado colocar a los Testigos en la lista de agencias subversivas y compañeras de los comunistas, sino que los propios registros publicados por la Sociedad Watch Tower desde 1879 definitivamente probaban que los siervos de Jehová están contra el comunismo. ¡Claramente, el hermano Knorr mostró que el verdadero cristianismo no prepara el camino para el surgimiento y crecimiento del comunismo ateo, pero el cristianismo hipócrita sí! Fue después de aquel mensaje que el presidente de la Sociedad propuso una declaración y resolución contra el comunismo, que fue entusiásticamente apoyada por el auditorio de la asamblea, 84.950 personas.
Unos años más tarde, durante 1956 y principios de 1957, unos 462.936 delegados en 199 asambleas de los testigos de Jehová desde junio de 1956 hasta febrero de 1957 inclusive adoptaron unánimemente una petición. Desde cada asamblea esa petición fue dirigida a Nikolai A. Bulganin, entonces primer ministro de la U.R.S.S. La petición describía el duro tratamiento que recibían los testigos de Jehová en Rusia y Siberia. La solicitud pedía que se pusiera en libertad a los Testigos aprisionados y les autorizara a organizarse, y solicitaba que se les permitiera establecer relaciones regulares con su cuerpo gobernante y se les permitiera publicar e importar literatura bíblica. La petición llamaba atención a la obra de predicar el Reino que hacían los testigos de Jehová, y al mismo tiempo negaba que éstos tuvieran intereses o afiliaciones de carácter político. Además, la petición proponía una discusión entre representantes de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract y los del gobierno ruso. Sugería que se le permitiera a una delegación de Testigos viajar a Moscú con este propósito, así como visitar los varios campamentos a los cuales se había enviado a testigos de Jehová.
El 1 de marzo de 1957 una petición combinada fue firmada y enviada al gobierno ruso por los siete directores de la Sociedad Watch Tower. Los comunistas nunca respondieron ni reconocieron haberla recibido. No obstante, los testigos rusos de Jehová han continuado hablando denodadamente la Palabra de Dios como personas que abogan por el reino de Dios y por ningún otro gobierno.
Los testigos de Jehová no solo han sido firmes partidarios del reino de Dios; también han llamado atención al fracaso del clero de la cristiandad con relación a esto. Así fue que el viernes 1 de agosto de 1958, en la Asamblea Internacional Voluntad Divina, el pueblo de Dios adoptó una muy significativa resolución. A los delegados a la asamblea se les había instado a estar presentes para la sesión de la tarde, y 194.418 estuvieron allí para la sesión. Escucharon atentamente mientras F. W. Franz, el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, hablaba sobre el tema “Por qué esta asamblea debe resolver.” El hermano Knorr lo siguió en el programa, y presentó vigorosamente una resolución que denunciaba al clero de la cristiandad como la clase más reprensible en la Tierra hoy. El documento también reafirmó los principios teocráticos del pueblo de Jehová, proclamó sin avergonzamiento el reino de Dios por Cristo como el único medio de salvación y vigorosamente mostró que los testigos de Jehová están resueltos a predicar acerca de este reino en amor, paz y unidad, sin cesar, hasta que Jehová ponga fin a la obra de testimonio en el Armagedón. El hermano Knorr presentó la moción de que se adoptara la resolución como había sido leída, la moción fue secundada, y cuando presentó la cuestión al vasto auditorio, hubo un rugido unánime de ¡Sí! aprobándola.
Con el tiempo, 72.348.403 tratados que contenían esta resolución se imprimieron para ser distribuidos por todo el mundo en cincuenta y tres idiomas, efectuándose la mayor parte de este trabajo en diciembre de 1958. También hubo extensa circulación de esta información cuando la resolución y su discurso introductorio se publicaron en The Watchtower del 1 de noviembre de 1958 (La Atalaya del 15 de noviembre de 1958).
¿Fue eficaz aquella distribución? Ciertamente. Por ejemplo, Peter D’Mura escribe: “En la primavera de 1959 me encontré con un joven al cual la resolución había impulsado a aprender la verdad, dedicarse y más tarde emprender el servicio de precursor.” Y C. James Woodworth comenta: “Algunos de los que ahora son activamente Testigos dedicados y bautizados de Jehová aquí mismo en las congregaciones de Cleveland, Ohio empezaron a salir de Babilonia la Grande al leer esta resolución y aceptar la oportunidad de estudiar la Biblia.”—Rev. 18:4.
Los siervos de Jehová tuvieron una excelente oportunidad de mostrar que eran partidarios del reino de Dios y de ningún otro gobierno en el año 1963, durante la asamblea que le dio la vuelta al mundo, la Asamblea “Buenas Nuevas Eternas.” Entusiásticamente adoptaron una resolución según la cual proclamaban que reconocían a Jehová como el Soberano Eterno del universo y que rehusaban dar adoración idólatra a la imagen política, las Naciones Unidas, como habían hecho las naciones, que están siendo conducidas al Armagedón por espíritus inicuos invisibles. (Rev. 13:11-18; 16:14, 16) Más bien, con la ayuda de los ángeles bajo Cristo y el espíritu santo y la Palabra de Dios, los testigos de Jehová estaban resueltos a continuar declarando a todos los pueblos las “buenas nuevas eternas” acerca del reino mesiánico de Dios y Sus juicios. (Rev. 14:6) Después de haber sido adoptada por 454.977 personas en la Asamblea “Buenas Nuevas Eternas” alrededor del mundo, esta resolución fue adoptada en asambleas nacionales. Además, fue publicada en The Watchtower del 15 de noviembre de 1963, en sesenta y seis idiomas (En español vea La Atalaya del 15 de mayo de 1964.), lo cual le dio una circulación de extensión mundial.
Con su discurso de introducción “Por qué todos unidos debemos pasar una resolución,” este documento abarcador tomó dentro de su alcance las siete plagas del capítulo dieciséis de Revelación. Por lo tanto, incluyó los mensajes de juicio que primeramente se habían declarado en siete resoluciones sucesivas y material relacionado que se presentó en asambleas del pueblo de Jehová desde 1922 hasta 1928 inclusive. Por eso, por esta sola resolución abarcadora centenares de miles de personas que no habían participado en adoptar aquellas resoluciones anteriores se declararon públicamente a favor y en apoyo del derramamiento de las plagas procedentes de Jehová que se presentan proféticamente en el capítulo dieciséis de Revelación. De nuevo, los siervos de Jehová también habían mostrado muy claramente que abogaban por el reino de Dios y ningún otro gobierno o arreglo político.
En las Asambleas “Paz en la Tierra” celebradas en 1969 el toque de las siete trompetas simbólicas a que se hace referencia en los capítulos 8 al 11 de Revelación se consideró en el discurso “Ayes finales para los enemigos de la paz con Dios.” Ese discurso fue seguido por una vigorosa Declaración que mostraba enérgicamente que la paz con el Creador vendría solo por medio de su reino mesiánico. Al adoptar esta Declaración, el pueblo de Jehová sostuvo que los juicios de Dios están contra la cristiandad. Proclamaron su completa neutralidad en cuanto a toda controversia política y mostraron muy claramente que confían enteramente en el reino de Dios y que no cesarán de predicar acerca de él a todas las naciones hasta que venga el fin.
Los testigos cristianos de Jehová mostraron de nuevo que abogan por el reino de Dios y ningún otro gobierno durante su Asamblea Internacional “Victoria Divina,” celebrada en varios lugares por toda la Tierra desde fines de junio de 1973 hasta enero de 1974. La interesante parábola de las minas de Jesús fue el centro de la atención en uno de los discursos de la asamblea... “Obteniendo riqueza para el nuevo Rey de la Tierra.” (Luc. 19:11-27) Después de este discurso, el discursante presentó una Declaración y Resolución, que después fue adoptada por los delegados a la asamblea con un resonante ¡Sí! Entre otras cosas, señaló que los 2.520 años de los Tiempos de los Gentiles empezaron con la desolación de la Jerusalén terrestre en 607 a. de la E.C. y terminaron de cumplirse en la “Jerusalén celestial,” donde Jesucristo fue instalado como rey mesiánico en 1914 E.C. (Heb. 12:22) Se hizo notar que toda la humanidad necesita más advertencia acerca de la amenazante “grande tribulación.” (Mat. 24:21) Los testigos cristianos de Jehová se resolvieron a continuar cifrando fe en la Victoria Divina, haciendo que se oiga esa advertencia y proclamando el reino mesiánico de Dios, la panacea para toda la humanidad angustiada.
Por lo tanto, es un hecho establecido que los siervos de Jehová son partidarios del reino de Dios y de ningún otro gobierno. Son las buenas nuevas de ese reino lo que ellos predican mundialmente. Repetidamente, han demostrado su lealtad jurada al reino mesiánico de Dios y continúan haciendo esto por toda la Tierra.
ALIMENTO ESPIRITUAL AL DEBIDO TIEMPO
¿Cómo han podido mantener su fuerte posición como partidarios del reino de Dios los testigos cristianos de Jehová? ¿Cómo han quedado “firmes en la fe” cuando otros perdían fe? (1 Cor. 16:13) Ha sido posible porque Jehová Dios bondadosamente ha suministrado alimento espiritual al debido tiempo mediante la clase del “esclavo fiel y discreto.”—Mat. 24:45-47.
Considere como ejemplo los años sesenta. Vientos de cambio religioso y social soplaban entonces por todos los Estados Unidos. Se estaba haciendo muy común el que muchos del clero de la cristiandad consideraran como mitológicas ciertas porciones de la Biblia. Además, para ellos su código moral estaba anticuado. Y encima de eso, algunos decían que “Dios está muerto.”
A medida que pasaban los años sesenta, factores sociales, psicológicos, políticos y económicos fomentaron el desorden racial, hasta la violencia, en los Estados Unidos. Por ejemplo, en lo que se llamó el “largo y caliente verano” de 1964 hubo el asesinato de tres personas que trabajaban a favor de los derechos civiles en Misisipí, así como inquietud por todo el Sur. Ciudades del Norte fueron afectadas también. Algunas fueron sacudidas por alborotos. En tan solo los alborotos de Los Ángeles, del 11 al 16 de agosto de 1965, las batallas, los saqueos y las quemas por chusmas resultaron en la muerte de treinta y cinco personas y daño que se calculó en 200.000.000 de dólares.
En medio de aquellos vientos de turbulencia religiosa y social, los testigos de Jehová en los Estados Unidos y en otros países siguieron confiando en Jehová y adhiriéndose a su Palabra. Él, en cambio, se encargó de que tuvieran la dirección debida. Por ejemplo, durante las Asambleas de Distrito “Ministros Valerosos” de 1962, recibieron gran beneficio de los discursos sobre “‘Estén en sujeción’... ¿a quiénes?” “Sujeción a ‘autoridades superiores’... ¿por qué?” y temas relacionados. Más tarde en aquel año aquella información vital se publicó en The Watchtower.—Vea los números del 1 de noviembre hasta el 1 de diciembre inclusive; en español, vea La Atalaya, números del 1 de mayo al 1 de junio de 1963 inclusive.
Se aclaró que las “autoridades superiores” o “potestades superiores” que se mencionan en el capítulo trece de Romanos son autoridades gubernamentales seglares, a las cuales Jehová permite ocupar sus posiciones de responsabilidad en este tiempo. A todos los siervos de Dios hoy se les instó a estar en sujeción relativa a las autoridades superiores gubernamentales y no violar las leyes de los gobiernos terrestres que no estén en conflicto con la ley de Dios.—Rom. 13:1-7; Hech. 5:29.
“¡Cuán sabiamente nos dirigió Jehová en relación con los gobernantes políticos del mundo!” exclama L. E. Reusch, y añade: “¿Cómo hubiera sido posible que supiéramos que en 1964 herviría la cuestión de los derechos civiles y se desbordaría en alborotos en las calles y desobediencia civil, violenta y pasiva? . . . Pudiéramos habernos encontrado apegados al mismo razonamiento que tienen los clérigos que se han envuelto en marchas, protestas y cuestiones sociales del día. Precisamente a tiempo, en 1962, en las asambleas del verano, se nos suministró ‘alimento al debido tiempo.’ [Mat. 24:45] . . . Se explicó con claridad la sujeción relativa y esto ha salvaguardado nuestra posición delante de Jehová y de las autoridades políticas que él permite que existan hasta que la gobernación del reino de Cristo Jesús los remueva.”
Sí, verdaderamente Jehová Dios ha suministrado alimento espiritual en abundancia. ¡Sírvase sencillamente observar un anaquel que tenga libros que hayan sido publicados por la Sociedad Watch Tower en los pocos últimos años! Allí está la publicación de 1958 “Hágase tu voluntad en la Tierra,” que trata del libro de Daniel. Una consideración del libro entero de Revelación, versículo por versículo, aparece en los libros “Entonces queda terminado el misterio de Dios” y “¡Babilonia la grande ha caído!” ¡El reino de Dios domina! “Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo? publicado en inglés en 1971, considera la profecía de Ezequiel. Y el cumplimiento de las profecías de restauración de Ageo y Zacarías se consideran desde el punto de vista ventajoso del siglo veinte en El Paraíso restaurado a la humanidad... ¡por la Teocracia!
Para jóvenes y viejos se han hecho abundantes provisiones espirituales. Allá en 1958 se publicó el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado en lenguaje sencillo y profusamente ilustrado. ¡En 1971 se presentó en inglés el libro de 192 páginas Escuchando al Gran Maestro, que contribuye también a evitar una ‘brecha entre generaciones’! Esta es una publicación preparada para que los padres la lean con sus hijos. Y el lenguaje sencillo del libro y las excelentes ilustraciones hacen que los jovencitos piensen que es ‘para ellos.’
ÉNFASIS EN HACER DISCÍPULOS
Algunas de las publicaciones cristianas disponibles al pueblo de Jehová están especialmente diseñadas para ayudarles a cumplir su comisión de predicar las buenas nuevas y hacer discípulos. (Mat. 24:14; 28:19, 20) “Sea Dios Veraz” fue uno de esos libros, originalmente publicado en 1946. Era una ayuda que trataba doctrinas bíblicas fundamentales. Entonces en 1950 el libro “Esto significa vida eterna” suministró información acerca de temas bíblicos más profundos y el vivir cristiano. Considere también el libro de 416 páginas ‘Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta,’ publicado en 1965. Como ayuda fundamental para el estudio de la Biblia, ha resultado ser un instrumento útil en las manos de los proclamadores del Reino.
Constantemente a los siervos de Jehová se les suministran las cosas que necesitan para su obra de predicar y hacer discípulos. Remontándose en el pensamiento a las asambleas de distrito de 1967, C. W. Barber menciona algo que llama una “innovación.” Dice: “La organización de Jehová siempre está suministrando nuevas emociones y gozos. Esta vez fue una nueva clase de libro de campaña, un librito encuadernado en tela con el título ‘¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación?’ . . . éste había de presentarse por veinticinco centavos de dólar. Desde su misma introducción era patente que presentaría tremenda atracción a toda persona pensadora.”
Los proclamadores del Reino colocaron millones de ejemplares en las manos de la gente en el servicio del campo. Durante mayo de 1968 se hicieron esfuerzos especiales por ponerlo en las manos de los educadores, con excelentes resultados. Marie Gibbard declara: “Un maestro de escuela de White Plains, Nueva York, es Testigo bautizado hoy porque un estudiante de doce años le dejó un ejemplar y se atendió su interés.”
¡ALGO QUE INFLUIRÍA EN LA OBRA DEL FUTURO!
Otra notable innovación vino en 1968. Cuando La Atalaya anuncio las Asambleas de Distrito “Buenas Nuevas para Todas las Naciones,” declaró: “Hay algo planeado para el viernes que no solo les gustará mucho sino que, sin duda, también les será una sorpresa, puesto que afectará en gran manera el trabajo que estaremos haciendo en los años venideros.”
Esto despertó la curiosidad de los siervos de Jehová. ¿Qué podría ser este nuevo desenvolvimiento? La respuesta vino después del vigoroso discurso clave “Las ‘buenas nuevas’ de un mundo sin religión falsa.” Al concluir éste, se presentó una nueva ayuda para el estudio de la Biblia, un libro de 192 páginas de tamaño de bolsillo. Este libro, La verdad que lleva a vida eterna, fue recibido con gran deleite. “¿Quién es Dios?” “¿Dónde están los muertos?” “¿Por qué ha permitido Dios la iniquidad hasta nuestro día?” “Los últimos días de este inicuo sistema de cosas,” “Edificando una vida de familia feliz,” “La adoración verdadera... un camino y modo de vivir”... éstos son algunos de los absorbentes capítulos del libro. La nueva publicación envolvería constantemente al estudiante con el material presentado.
Pero a los delegados a la asamblea les esperaba más que aquello como sorpresa. El nuevo libro La verdad se usaría en un programa de estudio bíblico de seis meses. Por la manera en que esta publicación envolvía al estudiante con la información, generalmente para cuando la completara tomaría alguna acción, fuera a favor de la verdad o en contra. Ya el testigo de Jehová no conduciría estudios bíblicos con un individuo año tras año sin que el estudiante hiciera progreso espiritual definitivo, obrando según el conocimiento adquirido.
UNA PROVISIÓN MUY OPORTUNA
De 1960 a 1965 la cifra anual de bautismos había estado dentro de los límites de 60.000. En 1966, sin embargo, el número de los bautizados bajó a 58.904. En medio de esas circunstancias, uno bien pudiera haberse preguntado: ¿Está menguando la obra? El tiempo probó que no era así.
Durante el año de servicio de 1967 se bautizaron 74.981 personas. Esto fue un aumento y dio razón renovada para optimismo. Entonces vino 1968, junto con el libro La verdad y el programa de estudio bíblico de seis meses. “En la mente de muchos,” declara Edgar C. Kennedy, “aquello estuvo estrechamente enlazado con el anuncio que se había hecho dos años antes de que 6.000 años [de la existencia del hombre en la Tierra] terminarían en 1975.” C. W. Barber menciona también “lo corto y la urgencia de los tiempos,” llama a 1968 un “punto de viraje” y declara: “Por todas partes los hermanos se despertaron y emprendieron este método ‘más fácil’ de esparcir las buenas nuevas, con vigor. La cantidad de publicadores comenzó a aumentar de nuevo por toda la Tierra. Los oyentes empezaron a ser hacedores de la obra. . . . Verdaderamente Jehová dirigió la producción de este instrumento pequeño pero poderoso para hacer discípulos.”
El libro La verdad que lleva a vida eterna ha tenido una circulación asombrosa. ¿Sabe usted que ahora se publica en noventa y un idiomas? Además, en los seis años desde su publicación original, 74.000.000 de ejemplares de él han salido de las prensas. Esta ayuda para el estudio de la Biblia ha ayudado a centenares de miles de personas a adquirir conocimiento exacto de las Escrituras y a ‘tener la palabra de vida asida con fuerza.’ (Fili. 2:16) Aunque el libro La verdad no es el único que usan los testigos de Jehová al estudiar la Biblia con la gente, indudablemente la mayoría de los 1.351.404 estudios bíblicos de casa que celebran en la actualidad los testigos de Jehová en los hogares de la gente por todo el mundo se basan en el excelente material bíblico que se halla en esta publicación.
UNA MAREA MONTANTE DE LITERATURA ANUNCIANDO EL REINO DE JEHOVÁ
Hoy las buenas nuevas del reino mesiánico de Dios están siendo predicadas por toda la Tierra. Y una verdadera marea montante de literatura que anuncia el reino de Jehová desempeña un papel que no es pequeño en esa obra. Tome, por ejemplo, La Atalaya. Conocida en inglés antes como Zion’s Watch Tower, su edición original (la de julio de 1879) consistió en solo unos 6.000 ejemplares. Ahora, para 1975, el promedio de impresión de cada número es de unos 8.700.000 ejemplares en 79 idiomas.
Durante los años desde 1879 The Watchtower (La Atalaya) ha experimentado algunos cambios en nombre y formato. Originalmente era conocida como Zion’s Watch Tower and Herald of Christ’s Presence (La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la Presencia de Cristo). Hoy su cubierta la identifica en español como La Atalaya, Anunciando el Reino de Jehová. Por años, las cubiertas de La Atalaya se imprimieron en blanco y negro. Entonces, desde el número del 1 de enero de 1939 se presentó una nueva cubierta a colores. Esta publicación tenía entonces páginas más grandes, pero menos de las que ahora contiene. El número del 15 de agosto de 1950 en inglés, presentado en la Asamblea del Aumento de la Teocracia de los Testigos de Jehová, llevó un diseño diferente en la cubierta, contenía ilustraciones a color y el número de páginas había aumentado de dieciséis a treinta y dos. ¿Ha contribuido La Atalaya al aumento de la teocracia? ¡Ciertamente lo ha hecho! ¡E indudablemente a usted le sorprenderá saber que tan solo desde el año de servicio de 1942 hasta el de 1974 inclusive se han publicado 2.836.041.443 ejemplares de La Atalaya!
¡Despertad!, revista compañera de La Atalaya, es sucesora de Luz y Verdad y Consolación. Desde su primer número —el del 22 de agosto de 1946— ¡Despertad! ha reflejado esperanza segura en cuanto al establecimiento del justo nuevo orden de Dios en esta misma generación. Esta publicación, también, es parte de la gran marea montante de literatura que anuncia el Reino. Pues, ¡desde el año de servicio de 1942 hasta el de 1974 inclusive se han impreso 2.600.751.501 ejemplares de ¡Despertad! (y Consolación)!
No debe pasarse por alto la marea montante de libros encuadernados que han anunciado el reino de Jehová, incluso la obra de 1973 God’s Kingdom of a Thousand Years Has Approached (El reino de mil años de Dios se ha acercado). Pudiera sorprenderle saber que desde el año de servicio de 1942 hasta el de 1974 inclusive la Sociedad Watchtower ha impreso 352.513.470 libros encuadernados en su central y por medio de otras imprentas por toda la Tierra.
EXPANSIÓN DE ESTABLECIMIENTOS DE IMPRESIÓN
Este fluir siempre aumentante de literatura bíblica ha exigido expansión continua de los establecimientos y arreglos para impresión de la Sociedad Watch Tower, no solo en los Estados Unidos, sino también en varios otros lugares por toda la Tierra. Fue allá en 1927 que la Sociedad se mudó a su edificio moderno y a prueba de fuego de hormigón armado en el número 117 de la calle Adams en Brooklyn, Nueva York. Aquel edificio, con más de 6.500 metros cuadrados de superficie horizontal utilizable, parecía muy espacioso, pero el aceleramiento de la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos ha exigido expansión en los arreglos para impresión de la Sociedad.
Un paso principal con relación a esto lo reveló el hermano Knorr el 8 de agosto de 1946 en la Asamblea Teocrática de Naciones Alegres. Informó al auditorio de la asamblea que habría expansión de la imprenta de la Sociedad y del hogar Betel en Brooklyn. Así, se compró propiedad adyacente a la fábrica original, y al salir de ella sus habitantes fue demolida. Se comenzó a excavar para la nueva fábrica el 6 de diciembre de 1948, y la construcción comenzó en enero de 1949. Cuando esta añadidura de hormigón de nueve pisos quedó completa casi aumentó al doble el espacio de piso usable de la fábrica. Para 1950 la imprenta de la Sociedad en el 117 de la calle Adams ocupaba una entera cuadra o manzana de ciudad.
Durante 1954 la Sociedad Watch Tower completó la construcción de un nuevo edificio en el 4100 de Bigelow Boulevard, Pittsburgo, Pensilvania. Grant Suiter dice: “Este edificio no es solo la oficina registrada de la Sociedad, sino el centro de las reuniones anuales de la corporación de Pensilvania, y allí hay un Salón del Reino,” usado por ciertas congregaciones de testigos de Jehová. Una de las Escuelas del Ministerio del Reino también se condujo allí por varios años, hasta el 4 de mayo de 1974.
Para mediados de los años cincuenta la obra de predicar el Reino estaba aumentando grandemente en intensidad. Varios años antes, en 1944, la Sociedad había impreso 17.897.998 ejemplares de La Atalaya y Consolación (ahora ¡Despertad!). Sin embargo, durante 1954 el total fue de 57.396.810 ejemplares. Por eso, era esencial dar expansión a las instalaciones de la Sociedad en Brooklyn, Nueva York. Para la primavera de 1955, por lo tanto, se comenzó la excavación necesaria para una nueva fábrica y en 1956 se completó esta fábrica de trece pisos. “El Edificio Watchtower,” como se le llamó, situado en el 77 de la calle Sands, tiene más de 17.830 metros cuadrados de espacio horizontal utilizable, más que la fábrica del 117 de la calle Adams, a la cual está conectado por un puente que cruza la calle. En 1958 la Sociedad compró una fábrica de nueve pisos en una manzana contigua, y ésta se ha usado casi exclusivamente para almacenaje.
Para mediados de los años sesenta el número de los proclamadores del Reino pasó de un millón por todo el mundo. De nuevo el espacio fabril de la Sociedad en Brooklyn resultaba poco. Por eso, en 1966, en una manzana contigua a sus otros edificios fabriles, se comenzó la construcción de otra gran fábrica. Ese edificio de once pisos, dedicado el 31 de enero de 1968, añadió casi 21.000 metros cuadrados de espacio horizontal utilizable al complejo fabril de la Watchtower. Para entonces los edificios fabriles de la Sociedad en Brooklyn, convenientemente conectados entre sí por puentes sobre las calles, abarcaban cuatro manzanas de ciudad.
A fines de 1969 la proporción de expansión aumentó dramáticamente. El 25 de noviembre de 1969 el enorme complejo de diez edificios del establecimiento farmacéutico Squibb en Brooklyn fue comprado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract of New York, Inc. Esta adquisición añadió 58.786 metros cuadrados de espacio horizontal utilizable a los establecimientos de la central de la Sociedad. C. W. Barber recuerda que observó parte de la construcción del complejo de Squibb años atrás. Aunque la organización de Jehová había tratado de conseguir terreno en aquel mismo lugar, la firma de Squibb logró adquirirlo. Según el hermano Barber, “Squibb se encontró con muchas dificultades, también, buscando base para sus edificios, puesto que el terreno allí era muy arenoso.” Añade: “Finalmente erigieron un grupo de edificios de buena apariencia, y yo solía pensar en lo bueno que sería si éstos pertenecieran a la Sociedad. ¡Y así, maravilla de maravillas, ha sucedido!”
LA EXPANSIÓN DEL HOGAR BETEL SE MANTIENE AL PASO
A medida que se dio expansión a los establecimientos fabriles de la Sociedad Watchtower en Brooklyn, hubo una necesidad correspondiente de dar expansión al hogar Betel. Por eso, en 1950 se completó una añadidura de doce pisos al hogar. Pero el personal de la central continuó aumentando. Debido a ello, el 8 de diciembre de 1958 comenzó la demolición de los viejos edificios que ocupaban el lugar de un anexo propuesto para Betel, un edificio en Columbia Heights en Brooklyn. La construcción de este anexo comenzó en 1959, y en corto tiempo se completó la añadidura de doce pisos a Betel. Su dedicación aconteció el lunes 10 de octubre de 1960 por la noche, en el hermoso Salón del Reino del nuevo edificio. La concurrencia constaba de miembros de la familia de Betel y hermanos que habían trabajado en la construcción del edificio, un total de 630 personas. El personal mismo de la central había crecido de 355 en 1950 a 607 en 1960.
En 1965 el paraje donde está el hogar Betel —la zona de Brooklyn Heights— fue denominado el primer “Distrito Histórico” de la ciudad de Nueva York. Aunque la Sociedad había deseado construir otro edificio residencial de doce pisos, cooperó con la Comisión de Conservación de Lugares Históricos y limitó su construcción. Se permitió que permanecieran las fachadas de tres viejos edificios y un hogar de siete pisos fue erigido detrás de éstos y conectado con ellos. Este nuevo edificio en el 119 de Columbia Heights fue dedicado el 2 de mayo de 1969. Contiguo a él hay una gran casa de apartamientos que es posesión de los testigos de Jehová, gran parte de este lugar ha sido utilizado para alojar a miembros del personal de la central. De paso, para fines del año de servicio de 1970 la familia de Betel (incluso obreros regulares y temporeros en Brooklyn y en las haciendas de la Sociedad) había llegado a constar de 1.449 personas. Además, setenta estudiantes de la Escuela de Galaad vivían entonces en la central, de modo que el total llegaba a 1.519. Para ayudar a alojar a tantas personas, la Sociedad alquiló tres pisos del cercano Hotel Towers.
CONTINÚA LA EXPANSIÓN
Pero la expansión de los establecimientos e instalaciones necesarios no se ha limitado a estas cosas. “En 1964,” dice Grant Suiter, “la Sociedad dio pasos para vender al fin una porción de la propiedad de la Hacienda del Reino, incluso los edificios que había utilizado anteriormente la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower [cerca de South Lansing, Nueva York].” Pocos años después la venta se efectuó a cabalidad. De modo que el tamaño de la hacienda se redujo.
Mientras tanto la Junta de Directores de la Sociedad Watchtower Bible and Tract of New York, Inc., había comprado terreno de hacienda cerca de Pine Bush, Nueva York. La hacienda original de 328 hectáreas se adquirió allí en 1963 y llegó a ser conocida como la Hacienda Watchtower. En 1968 se completó allí un excelente edificio de residencia, y siguió efectuándose más construcción. Con el tiempo se adquirió otra hacienda cerca. Hoy las dos Haciendas Watchtower abarcan más de 687 hectáreas.
En las Haciendas Watchtower se producen vegetales, frutas, carne y artículos derivados de la leche para alimentar a los miembros del personal de la central de la Sociedad. Además, entre los muchos edificios de la hacienda Núm. 1 hay dos fábricas. La fábrica Núm. 1 tiene cuatro prensas rotativas, cada una con posibilidad de imprimir 12.500 revistas por hora. En la fábrica Núm. 2 hay suficiente espacio para almacenar papel y para otras catorce rotativas además de mucho equipo de otra índole. Ya hay seis rotativas en función allí, para un total de diez prensas en las dos fábricas. Cuando estén completas, estas fábricas suministrarán más de 37.160 metros cuadrados de espacio horizontal utilizable. Para octubre de 1974, más de 460 trabajadores regulares y temporeros servían en las Haciendas Watchtower.
La Sociedad Watch Tower no solo ha dado expansión a sus instalaciones y establecimientos de imprenta en los Estados Unidos. Expansión ha sido la consigna por toda la Tierra. Los testigos de Jehová ahora tienen imprentas en Alemania, Australia, Brasil, Canadá, las Filipinas, Finlandia, Francia, Ghana, Inglaterra, Japón, Nigeria, la República Sudafricana, Suecia y Suiza. De hecho, el pueblo de Jehová tiene treinta y siete imprentas alrededor del mundo. Y, desde 1955 hasta ahora han aumentado el número de sus grandes rotativas por toda la Tierra de nueve a sesenta y cuatro. Ciertamente hay establecimientos e instalaciones para impresión disponibles para satisfacer la demanda creciente de literatura bíblica.
¿Por qué se ha emprendido toda esta expansión por todo el globo terráqueo? Se debe a que los que llevan la responsabilidad por esas decisiones en la organización de Jehová se interesan en ayudar a la gente a obtener conocimiento de las Escrituras. ¿Es ése su objetivo también? Sin duda alguna lo es, si usted es testigo cristiano de Jehová. Los miembros del personal de la central comparten esos deseos. Por eso, han estado trabajando diligentemente para producir literatura bíblica. Sus esfuerzos combinados durante el año de servicio de 1974 hicieron posible producir, tan solo en los Estados Unidos, 268.509.382 ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad!, así como 13.874.957 folletos, 45.189.920 libros y Biblias, y 261.387.772 tratados.
¿A quién va el crédito por toda esta expansión teocrática? Esto no es el resultado de simple planear humano y esfuerzo solícito. El crédito tiene que ir a Jehová Dios, quien hace crecer las cosas. Él es Quien ha dado prosperidad a los esfuerzos de su pueblo en la predicación de las buenas nuevas del Reino.—1 Cor. 3:5-7.
SEÑALANDO UN SIGLO DE DIRECCIÓN DIVINA
Para el año 1970 había pasado un siglo desde que Carlos Taze Russell y unos cuantos asociados empezaron a reunirse para un estudio sincero y con oración de las Escrituras. A través de todas aquellas décadas, los siervos de Jehová habían disfrutado de iluminación espiritual y dirección divina. La octogenaria Edith R. Brenisen ha estado asociada con la organización de Jehová por muchos de esos años. Cuando asistió a una de las Asambleas de Distrito “Hombres de Buena Voluntad” en 1970 se sintió profundamente conmovida. La hermana Brenisen escribe: “Cuando estuve en la asamblea de 1970 en Boston, y vi aquella enorme muchedumbre que había en Fenway Park, recordé la primera asamblea de un solo día a la cual asistí en 1902 en Park Square, Boston, para oír al hermano Russell pronunciar un discurso. Aquello verdaderamente fue simplemente un puñado de personas. De paso, allí fue donde conocí al hermano Macmillan. No puedo describir lo que sentí al estar sentada allí, en Boston, sesenta y ocho años después y observar aquella gran muchedumbre de Testigos alrededor de mí. Como en los días de mucho tiempo antes, cuando la cantidad era tan pequeña, el mismo espíritu santo, celo y amor para Jehová llenaba nuestros corazones.”
En la asamblea de aquel año, el discurso de apertura del presidente se intituló “Cien años de dirección divina.” Margaret Green recuerda que “nos hizo meditar en lo que habíamos leído acerca de la organización en los años setenta del siglo pasado y sus pequeños principios y el increíble crecimiento que ha tenido en los pasados 100 años.”—Compare con Zacarías 4:10.
SUJETÁNDOSE A LA DIRECCIÓN DIVINA
Los siervos de Jehová estaban resueltos a continuar sujetándose a la dirección divina. Dieron evidencia clara de esto en sus Asambleas de Distrito “Nombre Divino” de 1971, que duraban cinco días. Estas ensalzaron el nombre de Jehová y suministraron educación acerca de la obediencia a los principios divinos que ese nombre representa. Entre otras cosas, se presentó información acerca de mayor conformidad con lo teocrático en la congregación cristiana moderna.
Pero antes de considerar los desenvolvimientos que en cuanto a organización se presentaron en las asambleas de distrito de 1971, es bueno mirar al pasado. Algo muy notable aconteció a fines de los años treinta y principios de los cuarenta. Primero, remontémonos unas tres décadas en el pasado.
“LA TEOCRACIA HA ALCANZADO LA MAYORÍA DE EDAD”
Los días desde el 30 de septiembre hasta el 2 de octubre de 1944 fueron muy significativos para los del pueblo de Dios. Miles de ellos se reunieron en Pittsburgo, Pensilvania, para la Asamblea Teocrática de los Testigos de Jehová y la Reunión Anual de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Entre los rasgos de la asamblea estuvieron los discursos “Organización teocrática para la obra final,” por T. J. Sullivan, “La organización teocrática en acción,” por F. W. Franz, y “La alineación teocrática hoy en día,” pronunciado por N. H. Knorr. El tema de aquellos discursos dio énfasis a la importancia del asunto que había de tratarse en la reunión anual de aquel año. Por eso, miles de personas permanecieron en Pittsburgo para la reunión de negocios de la Sociedad el lunes 2 de octubre de 1944.
“Aquí vi y visité al hermano Van Amburgh por última vez,” dice W. L. Pelle. “Su primera declaración cuando me vio fue: ‘Hermano Pelle, la Teocracia ha alcanzado la mayoría de edad.’” Pero, ¿por qué diría tal cosa el envejecido secretario-tesorero de la Sociedad? Por lo que pasó entonces.
De principal importancia fue la adopción de seis resoluciones en las cuales se proponían cambios en la escritura o carta constitucional de la Sociedad Watch Tower por medio de enmiendas. La primera resolución de enmienda proponía ampliar los propósitos de la Sociedad para asumir debidamente la gran obra mundial que había de efectuarse. Entre otras cosas, puso el nombre divino “Jehová” en la carta. La tercera eliminaba enteramente la estipulación de la carta constitucional que fijaba la calidad de miembro sobre la base de contribuciones monetarias hechas a la Sociedad. Al entrar en vigor esta enmienda, el número de miembros estaría limitado a no más de 500 hombres, todos escogidos con su servicio activo a Dios como base. Como lo dijo The Watchtower del 1 de noviembre de 1944 (La Atalaya del 1 de febrero de 1945): “Esta enmienda resultará en conformar la carta constitucional a los arreglos teocráticos hasta donde lo permite la ley del país.” Las seis resoluciones de enmienda (tenían que ver con los Artículos 2, 3, 5, 7, 8 y 10) fueron adoptadas.
Aunque el pueblo de Jehová no se dio cuenta de ello entonces, lo que hicieron en cuanto a organización en 1944 manifiestamente tuvo significado bíblico. La profecía de Daniel había predicho que por 2.300 “tardes y mañanas,” o días, un ‘cuerno pequeño’ simbólico (la potencia mundial de Gran Bretaña y los Estados Unidos) pisotearía el “lugar santo” teocrático de Jehová según lo representaban los seguidores ungidos de Jesús en la Tierra. (Dan. 8:9-14) Esto ocurrió durante la II Guerra Mundial.
Al principio de los predichos 2.300 días se presentó el artículo de dos partes “Organización” en The Watchtower (1 de junio y 15 de junio de 1938; en español, vea La Torre del Vigía de noviembre y diciembre de 1938). En la primera parte se dijo: “Jehová tiene una organización y ésta no es democrática en ningún sentido. Jehová es supremo, y su gobierno u organización es estrictamente teocrática.” La parte dos presentaba una resolución que las congregaciones de los testigos de Jehová adoptaron, una en que se pedía que todos los siervos en función en todas las congregaciones, desde arriba hacia abajo, fueran nombrados teocráticamente.
Si se cuentan desde el 1 de junio de 1938, los 2.300 días se extendieron hasta el 8 de octubre de 1944. O si se cuentan desde el 15 de junio de 1938, terminaron el 22 de octubre de 1944. Al fin de aquel período, se dio de nuevo énfasis a la organización teocrática por medio de los discursos sobre organización y ajustes en la asamblea y reunión anual del 30 de septiembre al 2 de octubre de 1944, en Pittsburgo, Pensilvania, y en artículos acerca de organización teocrática publicados en The Watchtower del 15 de octubre (“Organizados para la obra final”; en español, vea La Atalaya del 1 de marzo de 1945.) y 1 de noviembre de 1944 (Vea “La organización teocrática en acción” en La Atalaya del 15 de marzo de 1945 y “La alineación teocrática hoy en día” en La Atalaya de la misma fecha.). Por eso, al fin de los 2.300 días que representaron una prueba los siervos de Dios demostraron estar más fuertemente a favor del gobierno teocrático de Jehová por Jesucristo que en cualquier tiempo antes. Como se predijo, el “lugar santo” entonces fue “restaurado a su estado legítimo.”—Dan. 8:14, Revised Standard Version; vea The Watchtower del 1 de diciembre de 1971, páginas 711-728; La Atalaya del 1 de junio de 1972, páginas 327-344.
ESTRUCTURA APOSTÓLICA DE LA CONGREGACIÓN
Regresemos ahora a la Asamblea de Distrito “Nombre Divino” de 1971. Especialmente importantes fueron las porciones del programa que consideraron el arreglo de gobernación de la congregación cristiana primitiva.
Relativamente poco tiempo antes el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová había efectuado estudios de la estructura apostólica y bíblica de la congregación. Salió a luz la necesidad de hacer ciertos ajustes en la actualidad. Mientras que en los últimos años un solo hombre cristiano maduro había servido como siervo de la congregación, o superintendente presidente, y recibía la ayuda de “siervos” nombrados, el método apostólico de gobernar cada congregación era por medio de un cuerpo de ancianos. (Hech. 20:17-28; 1 Tim. 4:14) Además, durante el primer siglo E.C. evidentemente había habido una alternación de la presidencia dentro del cuerpo de ancianos de la congregación. Por lo tanto, pareció apropiado que un diferente presidente del cuerpo de ancianos sirviera cada año donde hubiera más de un solo anciano en una congregación.
ESCOGIENDO ANCIANOS Y SIERVOS MINISTERIALES
El cuerpo gobernante de los testigos de Jehová envió a cada congregación una carta instructiva acerca de la selección del “cuerpo de ancianos,” así como de siervos ministeriales. Según aquella carta del 1 de diciembre de 1971, todos los hombres bautizados de la congregación de veinte años de edad y más fueron considerados. (Vea Esdras 3:8.) Los hermanos que participaron en consideraciones acerca de ancianos y siervos ministeriales se prepararon bien, considerando los artículos “La organización teocrática en medio de las democracias y el comunismo,” “Oficiales nombrados en la organización teocrática” y “Un ‘cuerpo de ancianos’ con presidencia por turno,” que salieron en The Watchtower del 15 de noviembre de 1971 (La Atalaya del 1 de marzo de 1972). Además, hubo un estudio cuidadoso de los artículos de The Watchtower del 1 de enero de 1972 (La Atalaya del 15 de marzo) intitulados “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?” y “Ancianos nombrados para pastorear el rebaño de Dios.” Y, hasta donde el tiempo lo permitió, los hermanos habían leído material de Aid to Bible Understanding bajo “Older Man” (hombre de mayor edad), “Overseer” (superintendente) y “Minister” (ministro).
Cuando miembros del comité de la congregación y otros hermanos capacitados se reunieron, se hizo oración. Entre otras cosas, leyeron y consideraron los requisitos para ancianos y siervos ministeriales según se dan en la Palabra de Dios en 1 Timoteo 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9 y 1 Pedro 5:1-5. “Muchos se enfrentaron verdaderamente a sí mismos por primera vez,” declara R. D. Cantwell, “y todos sintieron profundamente la obligación que tenían ante Jehová de ser honrados en su avalúo de sí mismos y de otros. Unos cuantos tuvieron que descalificarse a sí mismos. Este arreglo ha traído una honradez y humildad que hubiera sido imposible si no fuera por este paso adelante en el entendimiento de los principios bíblicos de organización.” (No obstante, hasta en años precedentes los requisitos bíblicos eran la base para determinar a quién se confiaría responsabilidad en la congregación. Vea Counsel on Theocratic Organization for Jehovah’s Witnesses, pág. 19; Predicando juntos en unidad, pág. 26.)
Finalmente, después de un análisis de los requisitos que poseían los hermanos de las congregaciones, se enviaron recomendaciones al cuerpo gobernante. Después del 1 de agosto de 1972 las congregaciones comenzaron a recibir cartas de nombramiento de superintendentes y siervos ministeriales.
RECONOCIMIENTO DE LA GOBERNACIÓN DIVINA
Mientras el pueblo de Jehová aguardaba ansiosamente que se pusiera en vigor plenamente este arreglo de congregación, los de los Estados Unidos, Canadá y las Islas Británicas asistieron a las Asambleas de Distrito “Gobernación Divina” de 1972, celebradas entre la parte final de junio y fines de agosto. En éstas la gobernación divina atrajo atención principal.
Una de las publicaciones significativas que se presentaron en las asambleas fue el nuevo libro de 192 páginas Organización para predicar el Reino y hacer discípulos. Entre otras cosas, en éste se señalaron brevemente las mejoras que se estaban haciendo en la estructura de la congregación cristiana. El libro Organización y el programa de la asamblea se combinaron bien para señalar los aspectos prácticos de esta reorganización y para demostrar cómo se efectuarían éstos.
El reconocimiento de la gobernación divina recibió énfasis en estas asambleas de distrito, como en el discurso público “Gobernación divina... la única esperanza de toda la humanidad.” Los delegados se dieron cuenta de que para adquirir vida eterna tienen que reconocer personalmente la gobernación de Jehová. No obstante, el nuevo libro Organización y varios rasgos del programa de la asamblea recalcaron la importancia del reconocimiento de la gobernación divina por la congregación.
EL CUERPO GOBERNANTE PONE EL EJEMPLO
Pero supóngase que ahora volvemos al pasado al lunes 13 de septiembre de 1971 por la mañana. A las siete de la mañana los miembros del personal de la central de la Sociedad Watch Tower están sentados en sus lugares respectivos en todos los diferentes comedores del hogar Betel de Brooklyn. Están listos para la acostumbrada consideración del texto bíblico del día, que ha de ser seguida por el desayuno. Siempre ha sido la costumbre que el presidente de la Sociedad presida en estas consideraciones cuando está en la oficina central. Hoy el hermano Knorr está en casa en Betel, pero no está a la cabeza de la mesa. En vez de eso, el vicepresidente de la Sociedad, F. W. Franz, preside la consideración matutina del texto. ¿Por qué? Porque el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová ha instituido el arreglo de una alternación de sus miembros semanalmente en lo relacionado con conducir las consideraciones matutinas del texto bíblico y el estudio de La Atalaya que celebra la familia de Betel los lunes por la noche.
En el Betel de Brooklyn, pues, un procedimiento de alternación comenzó un año antes de ponerse en vigor un arreglo similar en las congregaciones del pueblo de Dios en general. Pero el arreglo fue más allá de esto. Según una resolución adoptada por el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová el 6 de septiembre de 1971, su presidencia había de alternar anualmente por arreglo alfabético. Así, F. W. Franz llegó a ser el presidente del cuerpo gobernante por un año desde el 1 de octubre de 1971. Correctamente, el cuerpo gobernante puso el ejemplo al poner en vigor el nuevo arreglo de organización.
“ESTO ES OBRA DE DIOS”
Reflexionando en el nuevo arreglo de congregación por el cual había ancianos y siervos ministeriales, Roger Morgan se sintió impulsado a decir: “Esto es obra de Dios.” Indudablemente otros convendrán en esto, puesto que pueden haber considerado los beneficios que han resultado de ello. La primera transferencia de responsabilidades empezó en septiembre de 1972, y para el 1 de octubre el arreglo de las cosas en la mayoría de las congregaciones había sido ajustado. En muchos casos, el que había sido siervo auxiliar de congregación llegó a ser el superintendente presidente, el anterior siervo de congregación llegó a ser el superintendente de la Escuela del Ministerio Teocrático, y así por el estilo. Aquí había prueba de que los cristianos reconocen la gobernación de Jehová. Su manera de hacer las cosas en la congregación de su pueblo. Cada año los ancianos de una congregación alternarían en varios puestos, y trabajarían juntos como cuerpo, teniendo presente el bienestar espiritual de la congregación y la necesidad de cooperar unos con otros en el pastoreo del rebaño de Dios confiado a ellos.—1 Ped. 5:2.
Muchos son los beneficios del nuevo arreglo de congregación. Por ejemplo, Edgar C. Kennedy piensa que “pudiera ser el medio de tener más fuerte solidaridad en el caso de que una congregación fuera separada del cuerpo gobernante por algún tiempo.” “Este es ciertamente un adelanto singular en la organización de Jehová” declara Grace A. Estep, “y muestra lo bien que él está preparando a su pueblo para el tiempo que vendrá después de este sistema de cosas.” No fue sin buena razón que, en su informe sobre las asambleas de distrito de 1972, La Atalaya dijo: “Verdaderamente, Jehová está haciendo que su pueblo congregado llegue a estar en una condición de organización en la cual podrán capear el Armagedón y entrar en el nuevo orden de Dios bajo gobernación divina.”
ASAMBLEA INTERNACIONAL “VICTORIA DIVINA”
Los testigos cristianos de Jehová han dado abundante evidencia de que se sujetan y voluntariamente se someten a la gobernación divina. Desde fines de junio de 1973 hasta enero de 1974 celebraron por todo el globo terráqueo una asamblea internacional que mostró claramente que esperan anhelantemente la victoria divina. Las numerosas asambleas de este acontecimiento mundial, reuniones de cinco días por lo general, acontecieron en los Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia, países del medio y el sur de las Américas, Oceanía y África. Muchos del pueblo de Dios viajaron a países distantes, para compartir allí el programa de asamblea espiritualmente edificador con sus compañeros de creencia de otros países. Por lo general, solo se celebraron sesiones durante el día, lo cual permitió a los delegados regresar a sus lugares de alojamiento temprano y eliminó el viaje después del anochecer en zonas donde no sería aconsejable. Las horas de la noche a menudo se pasaron repasando los puntos principales de la asamblea.
Entre los muchos excelentes rasgos de esta asamblea estuvo el absorbente discurso intitulado “Tenga muy presente la presencia del día de Jehová.” ¡Qué vigorosamente mostró que los cristianos no deben postergar mentalmente el día de Jehová! El deterioro en las condiciones mundiales y los desenvolvimientos en la organización teocrática, considerándose el arreglo para ancianos y siervos ministeriales, así como la rápida entrada de los que compondrán la “grande muchedumbre,” indican que el día de Jehová está cerca. (2 Ped. 3:11-13; Rev. 7:9) Después de este discurso que estimulaba el pensamiento vino una presentación impresa muy apreciada... el libro de 192 páginas Verdadera paz y seguridad... ¿de qué fuente?
Entre las presentaciones impresas de la asamblea estuvo la Comprehensive Concordance of the New World Translation of the Holy Scriptures (Una concordancia abarcadora de la New World Translation of the Holy Scriptures) y el libro de 416 páginas God’s Kingdom of a Thousand Years Has Approached (El reino de mil años de Dios se ha acercado). Ciertamente fue alentador el discurso público “Victoria divina... su significado para la humanidad angustiada.” Denodadamente se enfocó la atención en la guerra universal de Har-Magedón, en la cual Jehová se vindicará con victoria divina. Se mostró que bajo la fuerza impulsora de expresiones inspiradas inmundas los “reyes de toda la tierra habitada” están siendo reunidos a una guerra contra Dios en cuanto a la gobernación de la Tierra. (Rev. 16:13-16) Por eso, uno tiene que declararse de un lado de la cuestión o del otro. Solo a los que se ponen de parte de Jesucristo, el Rey de reyes, se les perdona la vida. Solo ellos serán testigos de la victoria divina y se unirán a la celebración que vendrá después de ella.
En las diecinueve Asambleas Internacionales “Victoria Divina” celebradas durante junio y julio de 1973 por todos los Estados Unidos continentales, 15.851 personas simbolizaron su dedicación a Jehová Dios por medio de bautizarse en agua. En total, en estas reuniones 665.945 personas se congregaron para disfrutar de las abundantes bendiciones espirituales que Jehová proveyó para su pueblo. Por todo el mundo se celebraron 140 asambleas, en las cuales se bautizaron 81.830 personas y hubo una concurrencia total de 2.594.305 personas. ¡Qué motivo para expresar gratitud al Vencedor Divino!
OBRA ESPECIAL ESTIMULA AUMENTO
Sin embargo, hubo otro rasgo muy importante de las Asambleas Internacionales “Victoria Divina.” Con meses de adelanto, La Atalaya había dicho que el programa enfocaría considerable atención en la obra de predicar el Reino y hacer discípulos. Añadió: “Se bosquejará y demostrará un trabajo especial. Todas las congregaciones de los testigos de Jehová por todo el mundo participarán en este trabajo durante fechas específicas después de la asamblea.” ¿Cuál era esta obra especial?
La respuesta vino después del discurso clave de la asamblea: “Victoria sobre el mundo sin conflicto armado.” Tras éste vino la presentación de un tratado de cuatro páginas, Noticias del Reino Núm. 16, intitulado “¿Se le está acabando el tiempo a la humanidad?” Un paquete gratis de ocho tratados se entregó a todos los del auditorio de más de doce años de edad y que estuvieran interesados en distribuirlos. Diez días —desde el 21 hasta el 30 de septiembre inclusive— se apartarían para distribuir estos tratados, señaló el discursante. Se entregarían a la gente personalmente en la obra de casa en casa, y se dejarían ejemplares debajo de las puertas si no había nadie en casa. La Sociedad Watch Tower enviaría tratados a toda congregación en la proporción de 100 para cada publicador. Se deseaba que toda morada recibiera un ejemplar; de modo que era seguro que se distribuirían gratuitamente millones de ejemplares. El pueblo de Jehová se deleitó con la expectativa de hacer esta obra especial en la proclamación del Reino.
Así fue que durante los últimos diez días de septiembre de 1973 los testigos de Jehová en los Estados Unidos, así como en otros lugares, distribuyeron en millones de ejemplares el Noticias del Reino Núm. 16. Del 22 al 31 de diciembre de 1973 inclusive de nuevo participaron en una distribución en masa de Noticias del Reino. Esta vez fue el Núm. 17, que presentaba y contestaba la pregunta: “¿Ha traicionado la religión a Dios y al hombre?” Del 3 hasta el 12 de mayo inclusive pasaron por sus territorios de nuevo, con el Noticias del Reino Núm. 18, esta vez presentando la crucial pregunta: “Gobierno por Dios... ¿está usted en pro de él... o en contra?”
Muchas personas que conocen la verdad de la Palabra de Dios se han sentido impulsadas a compartir las buenas nuevas con otros por medio de participar en la distribución de Noticias del Reino. Pues, vea: durante septiembre de 1973 en los Estados Unidos (a excepción de Alaska y Hawai) 512.738 publicadores del Reino participaron en esta obra. Y los informes indican que distribuyeron 43.320.048 ejemplares de Noticias del Reino Núm. 16. En diciembre el total asombroso de 525.007 personas participaron en la distribución de Noticias del Reino Núm. 17; eso fue 103.112 más publicadores que los que habían participado en el servicio del campo solo un año antes. ¡Y ahora en mayo de 1974 hubo 539.262 trabajadores en el servicio del campo!
Las experiencias muestran que la distribución de Noticias del Reino verdaderamente ha estimulado la obra de hacer discípulos. Por ejemplo, dos publicadores le dejaron un ejemplar a un caballero y se fueron, pero más tarde él los llamó a voces de nuevo. Al regresar a su hogar, hablaron con la esposa de él, que había hallado el libro La verdad que lleva a vida eterna en un receptáculo de basura. Ella no había podido dormir porque se dio cuenta de que las cosas que decía se estaban cumpliendo. Como resultado de esto se estableció un estudio bíblico. La señora comenzó a asistir con regularidad a las reuniones cristianas y progresó hasta participar en una siguiente distribución de Noticias del Reino con planes de bautizarse.
Un ejemplar de Noticias del Reino despertó el interés de dos hermanos carnales que se dejaban largo el pelo y que fumaban, tomaban narcóticos y tocaban en una banda de rock ’n’ roll. Pronto los dos estuvieron estudiando la Biblia con el Testigo que les había dado el tratado. Se dieron un recorte, dejaron de fumar y de usar narcóticos y progresaron en sentido espiritual con rapidez. Solo tres meses después de haber recibido un ejemplar de Noticias del Reino, estaban participando en el servicio del campo, colocando en manos de otros el siguiente número. Ambos se bautizaron en diciembre de 1973 y poco después disfrutaban de la obra de precursor temporero.
RECOGIENDO UNA “GRANDE MUCHEDUMBRE”
El apóstol Juan vio una “grande muchedumbre” de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono de Dios y rindiéndole servicio sagrado día y noche en su templo. (Rev. 7:9, 15) Estos individuos que tienen esperanzas terrestres han apoyado vigorosamente a los seguidores ungidos de Jesucristo en la obra que Dios les ha dado de proclamar las buenas nuevas del Reino. ¡Qué emocionante ha sido, como resultado de esto, observar a miles de miles de personas acudir como ríos a la “montaña de la casa de Jehová”!—Isa. 2:2-4.
Estos que se han reunido en los patios de “la casa de Jehová” se han dedicado a Jehová Dios y han simbolizado esto por bautismo en agua. Poco después de escuchar el discurso “Bautismo de acuerdo con la voluntad divina,” 7.136 de estos individuos fueron bautizados en la ciudad de Nueva York el 30 de julio de 1958. No había habido nada como aquello desde el Pentecostés de 33 E.C. (Hech. 2:41) Ciertamente aquel bautismo de 1958 no fue algo que el mundo pudiera pasar por alto, porque H. L. Philbrick escribió hace poco tiempo: “La prensa publicó excelentes fotografías de la gran cantidad de personas que se bautizaban . . . Todos los lectores de los periódicos tuvieron que recibir la impresión de que ya no se había de considerar una ‘secta’ pequeña a los testigos de Jehová. ¡La verdad estaba en marcha!”
El pueblo de Jehová no ha estado interesado simplemente en cantidades. Lo que es importante es que los que se bautizan entiendan lo que están haciendo. Por eso se apreció mucho una provisión que se hizo en el libro “Tu palabra es una lámpara para mi pie,” publicado en 1967. En las páginas 7 a 40, éste contenía ochenta preguntas bíblicas que considerarían hermanos maduros con las personas que pensaban bautizarse. “Después de estudiar las ochenta preguntas con la ayuda del comité de la congregación,” dijeron el hermano Earl E. Newell y su esposa, “se daban cuenta de que su dedicación y bautismo era para un proceder que duraría para toda la vida y que no se había de tomar a la ligera la responsabilidad concomitante.” El libro más reciente Organización para predicar el Reino y hacer discípulos (publicado en 1972) hace una provisión similar para considerar preguntas bíblicas con los que están pensando bautizarse. A medida que varios ancianos de la congregación conducen estas sesiones con cada individuo, los que esperan bautizarse tienen la oportunidad de expresarse en cuanto a asuntos bíblicos y ponderar su relación con Jehová Dios. Esta provisión ha ayudado a hacer verdaderos discípulos.
Considere brevemente precisamente cómo ha aumentado el hacer discípulos y bautizarlos. En 1968 la cantidad para aquel año fue de 82.842. Durante los años de 1969 a 1973, un total de 792.019 individuos se bautizaron. A medida que continúan los esfuerzos entusiásticos por recoger a la “grande muchedumbre,” muchos miles de personas están siendo bautizadas cada año. ¡Tan solo durante el año de servicio de 1974, 297.872 personas se bautizaron en símbolo de que se habían dedicado a Jehová Dios! ¡Qué emocionante es para el pueblo de Dios participar en esta maravillosa obra de recogimiento para la alabanza de Jehová! Hoy hay más de dos millones de testigos cristianos de Jehová predicando las buenas nuevas del reino de Dios.
“MANTÉNGANSE ALERTA”
Jesucristo dio énfasis al hecho de que era necesario que sus seguidores se mantuvieran alerta y vigilantes respecto a su venida para ejecutar juicio contra el inicuo sistema de cosas. Lo hizo comparando el discípulo al portero a quien su amo ordenó que estuviera alerta a su regreso de un viaje al extranjero. “Manténganse alerta,” fue la sabia amonestación de Jesús.—Mar. 13:32-37.
La Asamblea de Distrito “Propósito Divino” logró mucho en cuanto a engendrar un sentido de urgencia y actitud de estar espiritualmente más alerta por parte de los testigos cristianos de Jehová. Por todos los Estados Unidos, Canadá y las Islas Británicas se celebraron más de ochenta y cinco de estas asambleas de junio a agosto de 1974. Estas asambleas ciertamente ayudaron al pueblo de Dios a reconocer precisamente dónde viven en la corriente del tiempo.
Tres conmovedores dramas bíblicos enseñaron sus vigorosas lecciones. Se recalcó dramáticamente que es necesario respetar la autoridad teocrática cuando los delegados a las asambleas enfocaron su atención en los israelitas, librados de la esclavitud egipcia y vagando por el desierto. Otra dramatización atrajo atención al capítulo 13 de 1 Reyes, y mostró los peligros que están enlazados con el no prestar atención a la autoridad divina. Y, ¡qué conmovedoramente se representó la vida del apóstol Pablo y sus obras como cristiano! Llenó a los espectadores con celo renovado por rendir adoración y servicio a Jehová Dios.
¿Cómo puede uno salvaguardarse contra cosas como el materialismo, la influencia de los demonios y el ser explotado por la religión falsa? Las respuestas estuvieron allí en el conmovedor discurso “Salvaguardados por fe y esperanza puestas en Jehová.” Aquel discurso de la asamblea fue seguido por la presentación pública de un nuevo libro de 192 páginas intitulado “Is This Life All There Is?” (¿Es esta vida todo cuanto hay?) Este propina fuertes golpes contra Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, mientras que también da a los lectores sólidas razones para creer que hay mucho más que solamente esta vida. Este libro edifica fe en la promesa de Jehová de otorgar vida en un justo nuevo orden y la grandiosa esperanza de la resurrección.
Los seguidores ungidos de Jesucristo y sus compañeros que tienen esperanzas terrestres quieren cumplir con el propósito divino. Saben que no fracasará, y ese convencimiento estuvo incorporado en el título y contenido de otra presentación impresa de la asamblea... el libro God’s “Eternal Purpose” Now Triumphing for Man’s Good (El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre). Estas son verdaderamente razones válidas para confiar en el propósito de Dios. Especialmente se hicieron claras estas razones en la culminación de la asamblea, cuando se presentó el discurso público sobre el tema “Fracasan los planes humanos mientras triunfa el propósito de Dios.” Esto, junto con otra información vital, conmovió el corazón de las 891.819 personas que asistieron a las 69 Asambleas de Distrito “Propósito Divino” en los Estados Unidos.
Los testigos de Jehová de los Estados Unidos, así como los de otros lugares, saben que los hombres continuarán sus esfuerzos por estabilizar un mundo que tambalea. Pero prescindiendo de lo grandiosos que parezcan los proyectos humanos, y lo fuertes que sean las afirmaciones de los hombres en el sentido de que éstos tendrán buen éxito, el pueblo de Jehová sabe que solo el propósito de Dios triunfará y le dan gracias por el grandioso privilegio de declarar su Palabra y su Reino.
Es significativo el hecho de que la profecía de Isaías dice que “en la parte final de los días” la montaña de la casa de Jehová será firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas y muchos pueblos afluirán a ella. (Isa. 2:2-4) ¡Ahora estamos en “la parte final de los días”! El aparecimiento de multitudes cada vez mayores de la “grande muchedumbre” debería grabar en nosotros la urgencia de estos tiempos. Este no es día para que los siervos de Jehová, dondequiera que estén, se sientan satisfechos de sí mismos, y muestren apatía, o estén inactivos. ¡Tienen trabajo que hacer!
¡Solo piense en dónde estamos en la corriente del tiempo! La importancia se grabó profundamente en nuestra mente allá en 1966. El pueblo de Dios recibió entonces el absorbente libro Vida eterna, en libertad de los hijos de Dios. A la mayoría no le tomó mucho tiempo notar la tabla cronológica del libro que identificaba a 1975 como el “fin del sexto día de 1.000 años de la existencia del hombre (temprano en el otoño).”
Esto ciertamente hizo que surgieran preguntas. ¿Quiere decir esto que Babilonia la Grande será derribada para 1975? ¿Habrá terminado el Armagedón, y estará Satanás atado, para entonces? ‘Puede ser,’ reconoció F. W. Franz, el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, después de presentar preguntas similares en la Asamblea de Distrito “Hijos de Libertad de Dios” en Baltimore, Maryland. No obstante, él añadió, en esencia: ‘Pero no estamos diciéndolo. Todas las cosas son posibles para Dios. Pero no estamos diciéndolo. Y ninguno de ustedes sea específico diciendo nada que vaya a suceder entre ahora y 1975. Pero el punto principal de todo ello es esto, estimados amigos: Queda poco tiempo. El tiempo se está acabando, sin duda alguna.’ Entre otras cosas, el hermano Franz instó a hacer esto: “Utilicemos de la mejor manera el tiempo y hagamos todo el buen y duro trabajo que podamos para Jehová mientras la oportunidad lo permita.”
Desde entonces han pasado unos años, pero esto solo ha intensificado la urgencia de la predicación. Los siervos de Jehová saben que no han dedicado su vida a Dios hasta cierto año. ¡Son su pueblo dedicado para siempre! Hoy el mundo entero de la humanidad es el campo de trabajo de Dios, y ese trabajo es urgente. ¡Qué privilegio tiene el pueblo de Jehová como sus colaboradores en ese campo, dando a conocer los propósitos de Dios y sus provisiones para la salvación! Con gran aprecio a la bondad inmerecida de Jehová Dios, resueltamente estos cristianos dedicados siguen adelante en sus actividades, “trabajando junto con él.”—1 Cor. 3:9; 2 Cor. 5:18–6:2.
Con la ayuda del espíritu santo de Dios, los testigos cristianos de Jehová en los Estados Unidos continuarán sirviendo a su Padre celestial fielmente junto con sus compañeros de adoración por toda la Tierra. Que todos nosotros demostremos lealtad resuelta a Jehová. Que permanezcamos alerta, activos, a medida que el fin se acerca. Tenemos que ‘mantenernos alerta.’ ¡Este no es el día para dormilones espirituales! Es el tiempo para estar despiertos, para diligencia, fidelidad, en el servicio al Divino cuyo propósito maravilloso e incomparable no puede fracasar y no fracasará.