Dios asciende a lo alto sobre todos los enemigos
1. ¿Hasta qué grado se interesan los hombres en el reino de Dios, y qué envidian acerca de él?
SI LOS hombres, en su mayoría, no quieren celebrar el reino establecido de Dios por medio del celestial Hijo de David, Jesucristo, un “ejército grande” de mujeres lo hará. Los hombres están principalmente interesados en la política de este mundo. Prefieren la política y el nacionalismo humanos al reino de Dios, que reina desde el monte Sion celestial. (Rev. 14:1-5; Heb. 12:22-28) Los gobiernos políticos de la humanidad envidian el lugar que la Santa Biblia, la Palabra de Dios, asigna al reino celestial del Hijo de David. Pasan por alto su existencia y su derecho de gobernar toda la Tierra. Se consideran más grandes, más elevados, que el reino de Dios. Se resienten porque Dios los rechaza. Su actitud envidiosa es parecida a la que el salmista David atribuyó poéticamente a las montañas de la región de Basán, cuando éstas se comparaban con el monte Sion, donde estaba ubicada Jerusalén.
2, 3. ¿Cómo figuraba Basán en cuanto a altura, y qué montaña mostró Jehová que había escogido como el asiento de gobierno, y cómo?
2 Dice el salmista David: “La región montañosa de Basán es una montaña de Dios; la región montañosa de Basán es una montaña de cumbres. ¿Por qué, oh montañas de cumbres, se quedan mirando con envidia a la montaña que Dios ha deseado para sí para morar en ella? Aun Jehová mismo residirá allí para siempre. Los carros de guerra de Dios se cuentan por decenas de millares, millares repetidas veces. Jehová mismo ha venido de Sinaí al lugar santo. Has ascendido a lo alto; te has llevado cautivos; has tomado dones en la forma de hombres, sí, aun a los tercos, para residir entre ellos, oh Jah Dios.”—Sal. 68:15-18.
3 Se puede decir que la región montañosa de Basán alcanza su punto máximo de altura en el monte Hermón, de más de dos mil setecientos metros de altura. Ahora se cree que la “montaña encumbrada” en la cual Jesucristo se transfiguró delante de sus discípulos Pedro, Santiago y Juan fue el monte Hermón. (Mat. 17:1, 2) A pesar de la altura de la zona montañosa de Basán, Jehová Dios escogió al monte Sion como la altura en la cual establecer la ciudad capital del rey David y en la cual tener su santa arca del pacto, cerca del palacio de David. (2 Sam. 6:12-16) Por eso él hizo posible que el rey David tomara la fortaleza de Sion y mudara la residencia del gobierno desde Hebrón al monte Sion. (2 Sam. 5:4-10) La toma de Sion fue una victoria para Jehová Dios; y cuando su arca del pacto fue transportada allá por el rey David, fue como si Jehová estuviera comenzando a reinar en Sion sobre la nación de Israel. Se decía que en el monte Sion el rey David estaba sentado en el “trono de Jehová” como su representante visible.—1 Cró. 29:23.
4. (a) En el tiempo de David, ¿cómo ascendió Jehová lo alto? (b) ¿Cómo se llevó Jehová cautivos y tomó “dones en la forma de hombres”?
4 El monte Sion se eleva solo hasta setecientos sesenta metros, aproximadamente, sobre el nivel del mar. Cuando Jehová, según estuvo representado por su arca del pacto, se mudó allí, estuvo ascendiendo a lo alto, acompañado triunfalmente por decenas de millares de carros de guerra, por decirlo así, puesto que el monte Sion había sido ganado para su reino terrestre por medio de guerra. David su rey ungido recibió victoria sobre los enemigos en la Tierra de Promisión. Se tomaron muchos cautivos, muchos de los cuales resistieron tercamente al pueblo escogido de Dios cuando éste se apoderaba de la tierra. Fue como si Jehová mismo estuviera tomando los cautivos y regresando al monte Sion en triunfo. Muchos de éstos estaban disponibles como eslavos y con estos cautivos se podían hacer dones en la forma de hombres, especialmente a los levitas para que hicieran el trabajo servil en el tabernáculo de la adoración de Dios. (Esd. 8:20) De esta manera Jehová sí tomó “dones en la forma de hombres.” También, él comenzó a residir en la Tierra de Promisión, aunque hubo que subyugar a enemigos tercos.
5. (a) ¿Dónde colocó Jehová a Jesucristo como la Piedra Real, y cómo? (b) Tocante a aquella Piedra Real, ¿qué comparación hay entre los gobernantes de la cristiandad y los gobernantes judíos?
5 El monte Sion terrestre fue donde David mismo reinó. Porque como hombre el Hijo unigénito de Jehová, Jesucristo, fue el Hijo de David, la altura celestial sobre la cual Jehová ha entronizado a este Hijo glorificado puede asemejarse al monte Sion. Allí en el monte Sion celestial es donde Jehová Dios colocó a Jesucristo como la Piedra Real después de haberlo resucitado de entre los muertos, todo esto en cumplimiento de la profecía de Isaías 28:16. (1 Ped. 2:5-7) Pero en cuanto a aceptar a Jesucristo el Hijo de David como el Heredero legítimo del reino de David debido a su descendencia humana de David, los gobernantes judíos de hace diecinueve siglos le gritaron al gobernador Poncio Pilato, quien servía al emperador Tiberio César: “No tenemos más rey que César.” (Juan 19:15) No obstante, por el poder de resurrección de Dios este Hijo de David comenzó a reinar en el monte Sion celestial. Jehová escogió a esta montaña simbólica como la residencia del gobierno en lugar del monte Sion terrestre o cualquier pico montañoso de Basán. Pero, como los gobernantes judíos, los reyes de la cristiandad no quieren ninguna residencia celestial de gobierno sobre ellos; prefieren sus propias encumbradas montañas gubernamentales en la Tierra.
“DONES EN LA FORMA DE HOMBRES”
6, 7. En su carta a los efesios, ¿cómo prueba el apóstol Pablo que el Salmo 68 es profético?
6 Esta no es una manera imaginaria de ver nosotros las cosas. Es el cumplimiento de profecías. El apóstol Pablo consideró el Salmo 68 como profético. Al escribir a la congregación cristiana de la antigua Éfeso, en Asia Menor, él citó de Salmo 68:18 y explicó cómo esta profecía se cumplió en Jesucristo y su congregación de discípulos. Así, en Efesios 4:7-13, Pablo escribió:
7 “Ahora bien, a cada uno de nosotros se le dio bondad inmerecida según la manera que el Cristo dio por medida el don gratuito. Por lo cual él dice: ‘Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dones en la forma de hombres.’ Ahora bien, la expresión ‘ascendió,’ ¿qué significa, sino que también descendió a las regiones inferiores, es decir, a la tierra? El mismísimo que descendió también es el que ascendió muy por encima de todos los cielos, para dar plenitud a todas las cosas. Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, teniendo en mira el entrenamiento de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios.”
8. (a) ¿Qué significado se ha dado al hecho de que Pablo aplicara el Salmo 68:18 a Jesucristo? (b) En el día de David, ¿cómo hizo Jehová las cosas que se describen en el Salmo 68:18?
8 La manera en que el apóstol Pablo explica aquí el cumplimiento de Salmo 68:18 no significa o dice que Jesucristo sea Jehová Dios. Pero, en la Biblia Hebrea, ¿no se dirige Salmo 68:18 a Jehová? Sí. Pero en el cumplimiento típico de estas palabras, en el cual participó el rey David, no fue Jehová mismo quien literalmente ascendió por el monte Sion y tomó su asiento real allí y levantó allí su tienda de adoración. De manera directa fue David, el gobernante y guerrero ungido que representaba a Jehová, quien hizo esto. Por lo tanto, según estaba representado en David, Jehová Dios hizo estas cosas. Aunque David mismo hizo estas cosas, David consideraba a Jehová Dios, quien era el Responsable, como quien hacía estas cosas. Por lo tanto, David se dirigió a Jehová Dios como el Hacedor de estas cosas. El mismo procedimiento es cierto también en el cumplimiento hoy día.
9. (a) En el cumplimiento completo del Salmo 68:18, ¿cómo descendió y ascendió Jehová? (b) ¿Cómo “ascendió muy por encima de todos los cielos” Jesucristo?
9 En este cumplimiento completo no fue Jehová mismo quien “descendió a las regiones inferiores, es decir, a la tierra.” Fue el Hijo unigénito de Jehová quien realmente descendió, aun yendo a las profundidades del Seol o Hades, pues su cadáver fue colocado en una sepultura tallada en una roca. (Isa. 53:9; Mat. 27:57-61; Sal. 16:10; Hech. 2:25-32) Jesucristo ascendió de la tumba terrestre, pero no por su propio poder. (¿Cómo podría un muerto resucitarse a sí mismoa o, algo aun más difícil, darse vida a sí mismo en una resurrección espiritual?) Repetidamente las Escrituras inspiradas dicen que fue Dios quien levantó a Jesucristo, el Hijo de David, de entre los muertos. Tampoco fue de manera literal Jehová Dios quien ascendió de la Tierra de regreso al cielo, al monte Sion celestial. Fue el resucitado Hijo de David, Jesucristo, quien, en el día cuadragésimo desde su resurrección, ascendió de regreso al cielo. En el monte Sion celestial él fue colocado como preciosa Piedra Angular por Jehová Dios. Jesucristo “ascendió muy por encima de todos los cielos” porque Jehová Dios le dio un lugar más elevado que el de todas las otras criaturas celestiales, una posición más alta sobre ellas que la que había tenido antes.—Fili. 2:5-11.
10. (a) Cuando citó el Salmo 68:18, ¿por qué usó Pablo el pronombre “él” en vez de “tú”? (b) ¿De qué manera es que “se llevó cautivos,” y qué hizo con ellos?
10 Por lo tanto, es notable que, cuando el apóstol Pablo citó del Salmo 68:18, él no lo dirigió a Jehová Dios y usó el pronombre personal “Tú,” sino que dijo “él.” Pablo sabía que en el día del Pentecostés de 33 E.C. Jesucristo ya ascendido recibió de Jehová Dios el espíritu santo y lo derramó sobre sus discípulos que esperaban abajo en Jerusalén, como ciento veinte de ellos. “Se llevó cautivos,” no por medio de resucitar a los fieles siervos precristianos de Dios y llevarlos al cielo consigo, puesto que en el día del Pentecostés el apóstol Pedro mismo dijo que aun el rey precristiano David no había ascendido al cielo sino que estaba enterrado en la tierra de Judea. (Hech. 2:1-34) Los “cautivos” que Jesús se llevó y que él, como David, entregó al servicio de Dios, eran aquellos ciento veinte que estaban en Jerusalén y sobre los cuales él derramó espíritu santo. En aquel mismo día del Pentecostés se añadieron unos tres mil “cautivos” más a su procesión victoriosa. (Hech. 2:37-42) En medio de esas circunstancias él podía, como el representante de Jehová, ‘dar dones en la forma de hombres.’
11. ¿Cómo fue, entonces, que Jehová tanto tomó como dio “dones en la forma de hombres”?
11 Por medio de Jesús, a quien él resucitó, Jehová Dios había “tomado dones en la forma de hombres.” (Sal. 68:18) Por medio del resucitado Jesús él podía también ‘dar dones en la forma de hombres’ en el día del Pentecostés y después de eso.
12. (a) ¿Qué “dones en la forma de hombres” otorgó Jesucristo, y sobre quiénes? (b) ¿De qué hecho fue la dádiva de tales “dones en la forma de hombres” evidencia tangible?
12 Los “dones en la forma de hombres” en la forma de los doce apóstoles, algunos de los cuales también eran profetas cristianos, estuvieron claramente en evidencia en aquel día del Pentecostés de 33 E.C. (Hech. 2:37, 42, 43) Estos apostólicos y proféticos “dones en la forma de hombres” fueron prontamente aceptados por los otros discípulos cautivos. Pero hubo otros “dones en la forma de hombres” que el victorioso Cristo a la diestra de Dios en el cielo dio a su congregación de discípulos en la Tierra, a saber, evangelizadores, pastores espirituales y maestros. Hombres dedicados, bautizados, llenos del espíritu sirvieron prominentemente en estas capacidades en las actividades de la congregación cristiana del primer siglo, según el registro bíblico. Por eso fue que el apóstol Pablo habló de “dones en la forma de hombres” en Efesios 4:11 y Hechos 20:28. (Hech. 21:9; 2 Tim. 4:5) Cuando tales “dones en la forma de hombres” fueron otorgados a la congregación cristiana recién formada en Jerusalén, aquello fue evidencia tangible, visible, de que el resucitado Jesucristo había ‘ascendido’ victoriosamente al monte Sion celestial, donde Jehová Dios lo colocó como una preciosa “piedra angular de fundamento.” Sobre él se edifica su congregación.
13. (a) ¿Qué “dones en la forma de hombres” tiene hoy la congregación cristiana, y particularmente desde cuándo? (b) ¿Cómo rechazaron las naciones de la cristiandad a la Piedra Real de Dios, pero qué le hizo Dios a él?
13 Aun hoy día la verdadera congregación cristiana tiene tales “dones en la forma de hombres.” No tenemos a los apóstoles y profetas cristianos en persona, pero sí los tenemos con nosotros en sus escritos inspirados en las Escrituras Griegas Cristianas. Además, nosotros los de la verdadera congregación cristiana tenemos los otros “dones en la forma de hombres” en las capacidades de evangelizadores, pastores espirituales y maestros, particularmente desde el año 1919. Al pelear la primera guerra mundial de 1914 a 1918 las naciones de la cristiandad probaron que ellas rechazaban el reino de Dios y rechazaban a la Piedra Real a la cual él le había asignado un lugar en el monte Sion celestial, la residencia legítima del gobierno para toda la Tierra. Culminaron este rechazamiento de la Piedra Real de Dios al votar en 1919 a favor de una Sociedad de las Naciones, principalmente naciones de la cristiandad. Pero la Piedra Real a la cual los edificadores políticos, apoyados por el clero religioso, rechazaron así, Jehová Dios la confirmó en su posición exaltada sobre el monte Sion celestial, en un cumplimiento completo de Isaías 28:16. Jehová Dios hizo evidente ese hecho al librar a su pueblo en 1919 de la esclavitud babilónica y entonces dar “dones en la forma de hombres.”
14. (a) ¿Cómo reside ahora Jehová entre los “tercos”? (b) ¿Qué llegan a ser los “cautivos” dispuestos, y cómo reside Jehová entre ellos?
14 Los resistidores “tercos” del reino victorioso de Dios realmente no están logrando nada en contra de él. En el Armagedón, cuando Jehová Dios se levante contra ellos como en el monte Perasim y en Gabaón, los destruirá completamente por medio de su exaltada Piedra Real, Jesucristo. Mientras tanto Dios todavía reside como Rey aun en medio de los “tercos,” y a pesar de ellos. A su Piedra Real, Jesucristo, en el monte Sion celestial, Jehová dice: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.” (Sal. 110:1, 2) Pero los que aceptan “estas buenas nuevas del reino” y voluntariamente llegan a ser “cautivos” del victorioso Jehová Dios y su Cristo llegan a ser sus “hombres de buena voluntad.” (Luc. 2:14) Él los edifica espiritualmente como congregación cristiana por medio de “dones en la forma de hombres,” a saber, evangelizadores, pastores y maestros. Por su espíritu santo Jah Dios reside entre tales cautivos dispuestos.
NINGUNO DE SUS ENEMIGOS ESCAPARÁ
15, 16. A la luz de lo que dijo David en el Salmo 68:19, 20, ¿cuál es la única manera de explicar el que hayan escapado de ser extinguidos los escogidos para el reino celestial?
15 Hoy, cuarenta y nueve años después de terminar la I Guerra Mundial en 1918, al mirar atrás podemos expresar para nosotros mismos las palabras del salmista David, junto con las fuertes garantías de él para el futuro: “Bendito sea Jehová, que diariamente nos lleva la carga, el Dios verdadero de nuestra salvación. . . . El Dios verdadero es para nosotros un Dios de hechos salvadores; y a Jehová el Señor Soberano pertenecen las maneras de salir de la muerte. En verdad Dios mismo hará pedazos la cabeza de sus enemigos, la coronilla cabelluda de la cabeza de cualquiera que vaya andando en su culpabilidad. Jehová ha dicho: ‘Desde Basán traeré de vuelta, los traeré de vuelta desde las profundidades del mar, a fin de que te laves el pie en sangre, que de los enemigos tenga su porción la lengua de tus perros.’”—Sal. 68:19-23.
16 Durante este “tiempo del fin,” y bajo la persecución mundial que se predijo que les vendría a los seguidores fieles de Cristo, el que los “cautivos” anuentes del victorioso Jesucristo hayan escapado de ser borrados de la existencia es una maravilla. Solo se puede explicar por el hecho de que Jehová es un “Dios de hechos salvadores” y de que a él “pertenecen las maneras de salir de la muerte.” En conexión con esto debemos recordar que desde 1918 en adelante hasta el Armagedón Dios acortó los días de la tribulación sobre las naciones y reinos mundanos. Hizo esto, como predijo Jesucristo, por amor de sus escogidos, para que alguna carne se salvara en la Tierra. (Mat. 24:21, 22) Este acortamiento de la tribulación ha resultado en la salvación de hasta el resto ungido de aquellos a quienes Dios ha escogido para el reino celestial con Cristo.
17. ¿Qué otros “cautivos” anuentes tienen razón hoy para bendecir a Jehová por hechos de salvación?
17 No solo éstos, sino también la “grande muchedumbre” de otros “cautivos” anuentes en la Tierra tienen razón para bendecir a Jehová como el “Dios de hechos salvadores,” “el Dios verdadero de nuestra salvación,” Aquel “que diariamente nos lleva la carga.” Exactamente esto es lo que la “grande muchedumbre” hace ahora, según se predijo en Revelación 7:9, 10.
18. ¿De qué manera los traerá Jehová de vuelta de Basán y de las profundidades del mar, y a qué clase de trato?
18 Jehová Dios no ejecutará “hechos salvadores” para sus enemigos. Se levantará contra ellos en el Armagedón, para hacer pedazos las cabezas, para romper la coronilla cabelluda de los que son culpables delante de él y que siguen añadiendo a su culpa. En la destrucción de la religiosa Babilonia la Grande y en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Armagedón estos enemigos tratarán de escapar a lugares altos y bajos, escondiéndose en lugares aparentemente más allá del alcance de cualquiera. Si, por decirlo así, entran en la región montañosa de Basán y sus elevadas cumbres, desde allí el inescapable Jehová Dios los bajará y los traerá al castigo. Si, aun en submarinos de energía atómica, tratan de esconderse en las profundidades del mar, el inevitable Jehová Dios los hará volver. ¿A qué? A afrontar el degüello, para que su sangre vital sea derramada. Esto hará posible que los verdaderos seguidores del Hijo de David, por decirlo así, laven su pie en la sangre de sus enemigos. No se dará entierro decente a estos detestables enemigos, sino que, si tenemos cualesquier perros despreciados, bíblicamente, en nuestro servicio, Dios les hará lamer la sangre de los enemigos contra los cuales Dios se ha levantado.
PROCESIONES TRIUNFALES
19. ¿Qué procesiones victoriosas han visto los enemigos “tercos,” y qué tribus participan en estas procesiones?
19 Ya en estos emocionantes tiempos antes de la guerra del Armagedón los enemigos tercos que no quieren ceder han visto las procesiones victoriosas del pueblo de Jehová. Estos están celebrando con júbilo las notables victorias que Jehová ya ha obtenido por medio del Hijo de David desde 1914, cuando comenzó el “tiempo del fin.” Hoy no se pueden identificar las tribus del Israel natural, tales como las tribus de Benjamín, Judá, Zabulón y Neftalí, puesto que los registros genealógicos judíos se perdieron durante la segunda mitad del primer siglo de nuestra era común. Pero si tenemos un resto de las “doce tribus” del Israel espiritual, los cuales estarán de pie con el Hijo de David en el monte Sion celestial. (Rev. 7:4-8; 14:1-5; Gál. 6:16) Este resto pequeño de israelitas espirituales se ha unido a estas procesiones victoriosas de estos días modernos en honor del victorioso Jehová Dios y su Hijo de David. Es como lo que describió David acerca de su propio día:
20, 21. (a) ¿A qué procedieron tales procesiones victoriosas, y por qué se llamaban las procesiones de Dios? (b) ¿Por qué llamó David a Jehová “mi Dios, mi Rey”?
20 “Ellos han visto tus procesiones, oh Dios, las procesiones de mi Dios, mi Rey, entrando en el lugar santo. Los cantores procedieron enfrente, los tocadores de instrumentos de cuerda detrás de ellos; en medio estuvieron las doncellas tocando panderetas. En multitudes congregadas bendigan a Dios, a Jehová, o ustedes que son de la Fuente de Israel. Allí está el pequeño Benjamín sojuzgándolos, los príncipes de Judá con su muchedumbre que da gritos, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. Tu Dios ha dado mandato a tu fuerza. De veras muestra fuerza, oh Dios, tú que has obrado por nosotros.”—Sal. 68:24-28.
21 En el antiguo Israel cada victoria de Jehová Dios llegaba a ser la razón para una procesión victoriosa por parte de su pueblo escogido, los cuales marchaban a su santuario o lugar central de adoración. Procesiones de tal clase se llamaban procesiones de Dios, como si él estuviera conduciendo la procesión a su santuario. Por victoria para su pueblo él había confirmado su gobernación real sobre ellos, por la cual razón el salmista David habló de Jehová Dios como “mi Rey.” Por lo tanto, él merecía ser públicamente alabado con música y canto, participando en ello hombres y mujeres de todas las tribus de Israel.
22. (a) ¿Quién fue la “Fuente de Israel” de quien procedieron los israelitas? (b) ¿Por qué pudo dar mandato Dios a la fuerza de ellos, y por qué tuvo él que mostrar su propia fuerza?
22 Los cantores y las mujeres que golpeaban las panderetas podían cantar: “En multitudes congregadas bendigan a Dios, a Jehová, oh ustedes que son de la Fuente de Israel.” (Sal. 68:26) La fuente terrestre de todas las tribus de Israel, las doce, fue, por supuesto, el patriarca Jacob, llamado Israel; pero su verdadera Fuente como nación escogida era Jehová Dios, y a él deberían bendecir cuando estuvieran en multitudes congregadas como en la ocasión de una procesión victoriosa. De él había venido la fuerza de la nación, y por lo tanto él en derecho daba mandato a su fuerza para su servicio. Pero para que la nación tuviera éxito y triunfara, Él tenía que mostrar su fuerza y tenía que actuar para ellos contra los enemigos.
23. (a) Desde 1919, ¿cómo han visto las naciones gentiles las procesiones de “mi Dios, mi Rey”? (b) ¿Quiénes han participado grandemente en éstas?
23 En tiempos modernos, desde 1919 de nuestra era común, los testigos cristianos de Jehová han tenido tales procesiones victoriosas en honor de las victorias de su Dios Jehová. Unidamente, “en multitudes congregadas,” han salido a dar testimonio de su nombre y reino tanto públicamente como de casa en casa, como lo hacían los apóstoles de Jesucristo. (Hech. 5:42; 20:20) Han hecho esto bajo el acaudillamiento invisible de Jehová Dios, cuyo nombre llevan. De esta manera la gente de todas las naciones gentiles ha visto las procesiones del Dios y Rey de los testigos de Jehová. En tales procesiones de la obra de dar testimonio la gran sección de mujeres testigos dedicadas ha obtenido una prominencia que no puede ser pasada por alto o dejarse sin mencionar.
24. En conexión con eso, ¿dónde se han visto realmente “multitudes congregadas”?
24 En conexión con estas modernas procesiones victoriosas, ¡oh qué vastas “multitudes congregadas” se han visto en las asambleas de circuito y distrito y nacionales e internacionales de los testigos de Jehová! ¡Note, por ejemplo, la reunión pública de la ciudad de Nueva York el domingo 3 de agosto de 1958, cuando el presidente de la Sociedad Watch Tower Bible & Tract pronunció el discurso intitulado “El reino de Dios domina—¿se acerca el fin del mundo?” ante un auditorio de 253.922 personas!
25. (a) ¿Cuándo se celebrará la mayor victoria, y por qué? (b) ¿Qué mandato se dará a la fuerza de los de la procesión?
25 Ah, ¡pero qué procesión victoriosa debe haber por todo el mundo después que Jehová se levante contra sus enemigos en el campo de batalla del Armagedón y gane su mayor victoria de todos los tiempos! ¡Oh cómo celebrarán Su eterna victoria con canto y música los favorecidos sobrevivientes de la guerra del Armagedón, bendiciendo al que es la Fuente de vida de su pueblo! En respuesta a sus oraciones fervientes él habrá mostrado allí su fuerza para la vindicación de su soberanía universal y su santo nombre. También habrá actuado para la liberación de ellos. Comprendiendo la deuda que tienen contraída con él, ellos continuarán respondiendo a los mandatos que él da a la fuerza física y espiritual de ellos. Durante los mil años del reino de Cristo que vienen después, ellos gozosamente usarán su fuerza para anunciar los hechos de Jehová y su gloriosa victoria a los miles de millones de personas que serán resucitadas de entre los muertos.
REPRENSIONES PARA TODOS LOS QUE NO TRAEN REGALOS ANTES DEL ARMAGEDÓN
26, 27. ¿Por qué, como se indica en el Salmo 68:29-35, es aconsejable hacer una decisión correcta ahora?
26 Los años que quedan ahora antes de que Dios se levante contra sus enemigos en el Armagedón son años críticos, y esto hace muy aconsejable que toda persona haga una decisión correcta. Se administrarán reprensiones en el Armagedón, y el que uno sea reprendido allí significará su destrucción. Muy aptamente el salmista David recomendó una decisión correcta como un acto de sabiduría para nuestro tiempo trascendental, diciendo:
27 “A causa de tu templo en Jerusalén, reyes te traerán regalos a ti mismo. Reprende a la bestia salvaje de las cañas, a la asamblea de toros, con los becerros de los pueblos, cada uno pisando duro piezas de plata. Ha esparcido a los pueblos que se deleitan en peleas. Efectos de bronce saldrán de Egipto; Cus mismo rápidamente extenderá sus manos con regalos a Dios. Oh reinos de la tierra, canten a Dios, celebren con melodía a Jehová — . . . a Aquel que cabalga en el antiguo cielo de los cielos. ¡He aquí! Hace sonar su voz, una voz fuerte. Atribuyan fuerza a Dios. Sobre Israel está su eminencia y su fuerza está en las nubes. Dios es inspirador de temor desde tu magnífico santuario. El Dios de Israel es él, que da fuerza, aun poder al pueblo. Bendito sea Dios.”—Sal. 68:29-35.
28. ¿En qué sentido han suministrado regalos a Jehová Dios “Egipto” y “Cus”?
28 ¿Quién, entonces, es “Rey de las naciones,” sí “el Rey hasta tiempo indefinido”? Es Jehová Dios, el Soberano Universal, que es superior a todos los reyes de las naciones. (Jer. 10:7, 10) Aun su Hijo Jesucristo es superior a todos ellos. (Rev. 17:14; 19:16) Los reyes de la cristiandad así como del paganismo rehúsan reconocer la gobernación real suprema de Jehová. Pero han sido obligados a hacer contribuciones a la adoración de Jehová como se lleva a cabo en su templo espiritual, del cual Jesucristo es la Piedra Angular de Fundamento y sus discípulos fieles son “piedras vivas.” (1 Ped. 2:5-9) Puesto que los adoradores de Jehová, sus testigos cristianos, han obedecido decididamente a Dios como Gobernante más bien que a los hombres, los gobernantes terrestres se han visto obligados a hacer legislación y rendir decisiones jurídicas que han mostrado consideración favorable a los adoradores fieles de Jehová en su templo. De este modo, por decirlo así, han salido regalos de bronce de la antigua nación enemiga, Egipto; y Cus o Etiopía, otra enemiga, ha sido presta a entregar regalos a Jehová Dios.
29. (a) ¿Cómo debe cantar la gente de los “reinos de la tierra” al Cabalgador de los cielos? (b) ¿Cómo serán reprendidas la “bestia salvaje de las cañas” y la “asamblea de toros,” y por qué?
29 Ahora es cuando los pueblos de todos los “reinos de la tierra” deben escuchar el mensaje del Reino que proclaman los testigos cristianos de Jehová y participar en cantar alabanzas a Jehová, Aquel que cabalga triunfalmente, como en un carro de guerra, sobre los más elevados cielos desde tiempos antiguos. Los poderosos gobernantes de la Tierra, como la “bestia salvaje de las cañas,” el hipopótamo, o como la “asambleas de toros,” con sus súbditos que los siguen como “becerros de los pueblos,” serán reprendidos por Jehová Dios en el Armagedón, porque no le ofrecen “piezas de plata” como tributo sino que siguen “pisando duro” lo que le pertenece a él. “Se deleitan en peleas” con él y con sus fieles adoradores. En respuesta a nuestra oración de que se levante contra tales opositores, Jehová Dios los esparcirá y los destruirá y librará a su pueblo perseguido. Como ruidoso trueno, su “voz fuerte” resonará con reprensiones que para siempre silenciarán a todos los enemigos.
30. (a) ¿Por qué debemos atribuir fuerza a Dios? (b) ¿Cómo está su “eminencia” sobre su pueblo?
30 ¿Creemos realmente que Jehová Dios tiene la fuerza que se requiere para hacer esto? Es vital que nosotros le atribuyamos tal fuerza. Hasta este mismísimo día él ha dado fuerza y poder a su resto del Israel espiritual y a sus compañeros terrestres dedicados para hacer lo que les ha mandado hacer como testigos suyos durante estos días peligrosos antes del Armagedón. A él tenemos que dar, a él tenemos que atribuir la fuerza por lo que nosotros mismos hemos podido efectuar a causa de las maravillosas victorias que nos ha dado. Entre nosotros a él se le otorga el más elevado lugar de “eminencia,” y no se reconoce a ningún otro dios ni gobernante terrestre como superior a él o siquiera tan elevado como él. Su “eminencia” como Soberano Universal claramente está sobre nosotros, porque le obedecemos como Gobernante y predicamos en todo el mundo su reino por medio del Hijo de David.
31. ¿Cómo está su fuerza “en las nubes”?
31 Verdaderamente “su fuerza está en las nubes,” en los cielos, en lugar más alto que el espacio exterior, porque él es el Todopoderoso. En el Armagedón desplegará su omnipotencia sobre los hombres y sobre los diablos, para vindicar su soberanía universal. ¿No deberíamos bendecirlo como Dios? ¡Sí, tanto ahora como eternamente!b
[Notas]
a Tal pensamiento de autorresurrección se expresa en el párrafo 1 de la columna 2 de la página 570 del tomo 3 de la Cyclopædia de M’Clintock y Strong. Considerando el tema del “Primogénito,” dice: “La expresión ‘primogénito’ no siempre ha de entenderse literalmente; a veces se aplica a lo principal, lo más excelente, lo más distinguido de las cosas. Por eso ‘Jesucristo’ es ‘el primogénito de toda criatura, el mayorazgo, o primogénito de entre los muertos,’ engendrado del Padre antes de que se produjera alguna criatura; el primero que se levantó de entre los muertos por su propio poder (vea Journal of Sacred Literature, abril de 1861).”
b En The Watchtower, en sus números del 1 de marzo al 15 de mayo de 1932, se publicó una serie de seis artículos sobre el tema “Publicando el nombre de Jehová,” que abarcó totalmente el Salmo 68 pero según la Versión Autorizada o del Rey Jaime de la Santa Biblia. Por supuesto, la explicación que se dio fue según la investigación bíblica que se había efectuado hasta aquel tiempo.