Entrenando nuestra conciencia para que haga más por nosotros
“Tengan una buena conciencia, para que en aquello mismo en que hablen contra ustedes queden avergonzados los que hablan con desprecio de su buena conducta en lo relacionado con Cristo.”—1 Ped. 3:16.
1. ¿Qué hemos aprendido acerca de la conciencia en los últimos años?
EN LOS últimos años nuestro entendimiento de la conciencia entrenada en la Biblia, lo que es y cómo funciona, ha aumentado. Hemos llegado a comprender que, mucho más que simplemente una actividad mental, es un sentido moral interior que da testimonio a favor o en contra de nuestro pensar y conducta. Nuestra conciencia es un reflejo de la naturaleza moral básica que tenemos debido a haber sido creados a la imagen moral de nuestro Dios Jehová. (Gén. 1:26, 27) Una buena conciencia resulta de la cooperación de una mente inteligente con un corazón que tiene capacidad moral.
2. (a) ¿Qué papel desempeña la Biblia en mejorar la conciencia? (b) ¿Cuál es el objetivo de una buena conciencia, y cómo se realiza?
2 Al estudiar la Palabra de Dios, podemos nutrir apropiadamente nuestro corazón y nuestra mente, debido principalmente a lo que la Biblia puede hacer y la potencialidad que encierra como estímulo a una moralidad superior. La Biblia es singular en el poder que tiene para despertar y estimular lo bueno, porque familiariza al hombre con la personalidad de su Creador, Jehová, en reflejo de cuya personalidad el hombre fue diseñado. Por lo tanto, el objetivo de una buena conciencia debe ser una relación afectuosa, personal, con Dios, teniendo en mira la santidad y la vida eterna. A esto fue a lo que estimuló el apóstol cristiano Pedro, diciendo: “De acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que ser santos, porque yo soy santo.’” (1 Ped. 1:15, 16; Lev. 11:44) El hombre que cultiva una relación santa de esa índole es remunerado con verdadera paz y felicidad.
3. ¿Qué relación existe entre el corazón y la conciencia de uno, y de qué manera sirven de indicador los razonamientos del corazón?
3 El corazón está vitalmente relacionado con esta concepción superior del deber moral, a saber, la conciencia. De ahí, pues, la necesidad de lo que la Biblia llama “un corazón puro,” o ‘un corazón limpio.’ (Sals. 51:10; 73:1; Mat. 5:8) Este es un corazón cuyo único motivo y deseo es servir exclusivamente a Jehová y santificar su nombre. Los razonamientos del corazón afectan profundamente la conciencia de uno para bien o para mal. Por eso, si examinamos nuestra conciencia y la manera en que funciona, es posible que también discernamos los deseos y motivos del corazón. Veremos si tenemos un corazón bueno o un corazón malo. También, a medida que nos vayamos dando cuenta de nuestras obligaciones morales, podremos examinar cómo funcionan nuestro corazón y nuestra mente, y ver la clase de persona que verdaderamente somos en lo interior, como Dios nos ve.—1 Sam. 16:7.
4. ¿Por qué es importante saber lo que está en nuestro corazón?
4 Tenemos que saber lo que está en nuestro corazón si queremos educar o entrenar apropiadamente la conciencia. Esto puede ser sumamente revelador, pues Jesucristo declaró: “Del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias. Estas son las cosas que contaminan al hombre.” (Mat. 15:18-20) No solo razonamientos inicuos que contaminan brotan del corazón, sino también virtudes que purifican. Pues Jesús dijo: “El hombre bueno del buen tesoro de su corazón produce lo bueno, pero el hombre inicuo produce lo que es inicuo de su tesoro inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Luc. 6:45) Para mejorar nuestra conciencia tenemos que conocer y entender nuestro corazón.
5. ¿Qué más puede hacer por nosotros un examen de la conciencia?
5 Un examen de la conciencia puede revelar si nuestro servicio a Dios y al hombre brota de motivos superiores a los que se originan de simple obediencia a un código de leyes detallado. En otras palabras, revelará si lo que nos mueve a un derrotero o proceder de moralidad es solo el que ciertas leyes requieran que seamos morales, o si nos esforzamos por ser morales porque verdaderamente queremos agradar a Dios, al llegar a comprender más cabalmente lo que a él le agrada como resultado de nuestra relación con él. (Rom. 12:2) Un examen nos obligará a plantear y contestar la pregunta: ¿Seríamos personas morales aun si no hubiera mandamientos bíblicos que dijeran que tenemos que ser morales?
6. ¿Dónde tiene que buscarse la fuente de la moralidad, y cómo aclaró este hecho Jesucristo?
6 La moralidad es el camino de Dios. Indisputablemente, es el mejor derrotero porque promueve verdadera paz y felicidad. Jesús enseñó que la fuente de la moralidad tiene que buscarse en Dios, al decir: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo.’ Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos. Porque si aman a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también la misma cosa los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hace la misma cosa también la gente de las naciones? Ustedes en efecto tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.” (Mat. 5:43-48) Por lo tanto, una buena conciencia tiene que buscar su ejemplo primario en Jehová, el Padre celestial. Como Jesús dijo: ‘Ustedes tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.’
7. (a) ¿Cuál es el mejor espejo de la conciencia? (b) ¿Por qué tenemos la responsabilidad moral de reflejar lo que sabemos acerca de Dios?
7 Jesús, que fue un maestro en sensibilizar la conciencia, reveló que el amor a Dios, reflejado en hechos cotidianos de la vida, es el mejor espejo de una buena conciencia. Todos los deberes que el hombre desempeñe deben ser hechos de amor. “El amor es el cumplimiento de la ley.” (Rom. 13:10) La moralidad no nace de la fuerza. Tiene que ser voluntaria, impelida por amor. Pues “Dios es amor.” (1 Juan 4:8) Y puesto que los cristianos ya no están bajo un código detallado, sino bajo la ‘ley real del amor,’ hoy nos hacemos moralmente responsables por todo lo que sabemos acerca de Jehová... su personalidad, normas y propósitos. (Sant. 2:8) El amor debe movernos a usar el más profundo entendimiento que hemos adquirido de la naturaleza y el funcionamiento de la conciencia, no solo para mejorar la eficacia de ésta en nosotros mismos, sino también para ayudar a otros en este sentido también. Necesitamos una conciencia sensitiva y eficaz para guiar a salvo nuestra vida en estos tiempos cada vez más complejos y peligrosos, a fin de permanecer agradables a Jehová.
POR QUÉ NO BASTA CON CONOCIMIENTO POR SÍ SOLO
8. ¿Por qué no basta para mejorar la conciencia el aumento de conocimiento bíblico por sí mismo?
8 Entonces, ¿cómo podemos mejorar nuestra conciencia? No basta con solo conocer la personalidad de Jehová, y las normas y propósitos de él. El aumento de conocimiento bíblico por sí mismo no mejora el funcionamiento de nuestra conciencia, aunque puede tener un efecto profundo en la mente y el corazón. El salmista escribió: “La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto. Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos. . . . También, tu propio siervo ha sido advertido por ellas; en guardarlas hay grande galardón.” (Sal. 19:7-11) Sin embargo, a pesar del galardonador bien que fluye de la Palabra de Dios, hay que recordar que la conciencia no es simplemente una actividad mental, sino un reflejo de la naturaleza moral de la persona entera. La conciencia tiene que hacer más que decirnos lo que debemos ser; tiene que identificar lo que somos en la vida real.
9. ¿Qué muestra que la armonía con la personalidad de Jehová es el punto central en torno del cual edificar una buena conciencia?
9 Por lo tanto, con fuerte razón la Biblia asocia una buena conciencia con la fe y la cualidad del amor, no solo con el conocimiento. En 1 Timoteo 1:5 leemos: “Realmente el objetivo de este mandato es amor procedente de un corazón limpio y de una buena conciencia y de fe sin hipocresía.” Así vemos que la fe, el amor y una buena conciencia conciertan. Rechazar cualquiera de estas cosas es rechazar las otras dos. Rechazar la conciencia es naufragio para la fe. También, el decir que el amor no se necesita es negar la cualidad principalísima de Dios, porque Dios es amor. Así, la personalidad de Dios, revelada en su Palabra y en sus tratos con sus siervos, es realzada como el punto central en torno del cual ha de desarrollarse una buena conciencia.
10. ¿Cómo mostró Pablo que el amor es la cualidad de importancia máxima?
10 El joven Saulo de Tarso, conocido más tarde como el apóstol Pablo, tuvo que aprender este hecho. Él estaba bien versado en la ley de Moisés, y había sido entrenado en las escuelas judías y en sus métodos. Pero después de hacerse cristiano expresó esta conclusión: “Si hablo en las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, he venido a ser un pedazo de bronce sonante o un címbalo estruendoso. Y si tengo el don de profetizar y estoy enterado de todos los secretos sagrados y de todo el conocimiento, y si tengo toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.” (1 Cor. 13:1, 2) De estas palabras de Pablo se hace patente que el solo añadir un hecho a otro hecho, o aun el simplemente aprender más leyes y principios bíblicos, pudiera no llegar a mejorar la eficacia de la conciencia. Uno podría terminar con la cabeza llena de información acumulada, sin que jamás hubiera sido tocado el corazón.
11. Explique cómo podría ser que el conocimiento solo o simplemente actos externos no llegaran a mejorar la conciencia.
11 Se pudiera producir un verdadero peligro. Las observancias externas podrían ganar dominio sobre la espiritualidad verdadera. Podrían ejecutarse actos externos con o sin un espíritu sincero que suministrara la fuerza movedora. Consideraciones egoístas podrían llevar a uno a cumplir con apariencias externas de aceptabilidad religiosa. Hasta actos que aparentemente fueran de amor y abnegación fácilmente podrían hacerse simples actos externos sin ninguna realidad o sustancia interior en el que los ejecutara. Uno pudiera deslizarse a una complacencia presumida, creyéndose con una buena conciencia cristiana por cumplir con un modelo fijo de reglas y disposiciones reglamentarias. La vida, hasta la adoración, pudiera hacerse rutinaria, gobernada por conocimiento teórico, un calendario de acontecimientos, seguido impasiblemente. Las responsabilidades principales pudieran ser sustituidas por observancias de menor cuantía. Jesús les señaló este hecho a los fariseos, diciendo: “Hipócritas . . . dan el décimo de la hierbabuena y del eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber, la justicia y la misericordia y la fidelidad.” (Mat. 23:23) Estos deberes pequeños pueden calmar la conciencia que disimula la falta de amor. Acciones pequeñas pueden excusar el fallar en todos los asuntos de más peso de la justicia y la comprensión humana.
12. Para que sea eficaz, ¿qué tiene que hacer el conocimiento que se tiene de Jehová?
12 Es por eso por lo cual un más extenso conocimiento de Jehová tiene que ir más allá de mejorar la mente. La mente informada tiene que obrar junto con un corazón que tenga sensibilidad moral. Tiene que hacer que usted, una persona, responda con mayor sensibilidad a las normas y propósitos de otra Persona, a saber, Jehová, cuya personalidad debemos tratar de reflejar.
ENTRE EN MAYOR ARMONÍA CON JEHOVÁ COMO PERSONA
13. (a) Para mejorar la conciencia, ¿por qué es necesidad apremiante el estudiar la Biblia? (b) ¿Qué debe hacer para nosotros el conocimiento bíblico?
13 ¿Cómo puede el hombre en la Tierra entrar en mayor armonía con la persona de Jehová que está en el cielo? De esta manera: La Biblia es la revelación que de sí Dios ha dado al hombre. Revela su personalidad, sus normas y sus propósitos. Por lo tanto, para mejorar la conciencia es necesidad apremiante estudiar la Biblia. El conocimiento que se ha acumulado por medio del estudio de la Biblia debe edificar la base para una familiaridad y relación íntimas con su Autor, Jehová. Debería familiarizarnos con su pensar, su personalidad, de la misma manera que pudiera hacerlo el visitar con regularidad a un amigo. Puesto que Dios es el Personaje más sabio y más amoroso del universo, lo que aprendemos de él debe tocar nuestra mente y corazón de manera real y vital.—Col. 1:9, 10; Isa. 54:13.
14. Explique cómo lograr que el conocimiento obtenido del estudio de la Biblia amolde la conciencia provechosamente. Dé ejemplos.
14 Por ejemplo, en el relato de Génesis leemos de las provisiones amorosas de Jehová para la humanidad y que éstas no cesaron ni siquiera después de haberse presentado el pecado. Esto debería incitar a nuestro corazón a mostrarle amor a nuestro Creador. (Gén. 1:29, 30; 8:22) Más tarde, obtenemos un vistazo de la omnipotencia de Dios expresada en el hecho de que le dio milagrosamente un hijo a Abrahán. ¡La amistad de Abrahán con Jehová hizo que Abrahán creyera que Dios podía levantar hasta a los muertos a la vida! (Heb. 11:17-19) Los israelitas oprimidos que fueron salvados del cautiverio en Egipto vieron a Jehová como “Aquel que hace maravillas.” (Éxo. 15:11) Josué vio a Jehová como un Dios que cumple Su palabra y promesa, de modo que pudo decirle al pueblo de Israel: “Ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado.” (Jos. 23:14) El apóstol Pedro, cuando fue enviado al gentil Cornelio, percibió que “Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.” (Hech. 10:34, 35) Jesucristo declaró: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera que tú aprobaste.” (Mat. 11:25, 26) ¡Cuán bellamente nos revela la Biblia la personalidad y majestad de Jehová! El mensaje inspirado de ésta debe llegar a nuestro corazón, para despertar y amoldar nuestra conciencia.
15. ¿Qué se necesita para edificar en la conciencia un sentido moral de responsabilidad?
15 En nuestro estudio de las Escrituras debemos esforzarnos por captar un sentido de la justicia, el amor y la rectitud de Dios e implantarlos profundamente en nuestro corazón para que lleguen a formar tanta parte de nosotros como el comer y el respirar. Debemos tratar de despertar más cabalmente a un sentido de responsabilidad moral por medio de cultivar una condición de agudeza de percepción de lo que es correcto y lo que es incorrecto. Más que esto, debemos hacer que nuestra conciencia sienta vigorosamente la responsabilidad que tiene para con el Legislador y Juez perfecto. (Isa. 33:22) De modo que, mientras aprendemos cosas acerca de Dios, debemos estar tratando de imitarlo en todo aspecto de la vida.
16. ¿Cómo puede ser trasladado el conocimiento de Dios a actos cotidianos de la vida?
16 Aprendemos que Dios se inclina a perdonar. Pero ¿tenemos nosotros la misma inclinación? Dios no oprime ni defrauda. Pero ¿lo hacemos nosotros? Dios es bondadoso para con las viudas, los huérfanos y los extranjeros. ¿Lo somos nosotros también? Dios es fiel y recto en todo. ¿Estamos tratando de ser como él en nuestra vida cotidiana? Podemos serlo. Una conciencia entrenada no se satisfará con nada que sea menos que desarrollar una personalidad que refleje en todas las cosas la imagen de Dios.
17. (a) ¿Qué debemos pensar en adquirir por medio de nuestro estudio bíblico? (b) ¿A qué se debió que los líderes religiosos judíos no comprendieran el verdadero sentido o intención de toda la Ley?
17 Al seguir nuestro estudio de las Escrituras, debemos pensar en captar el espíritu y sustancia de la verdad, más bien que solo la letra o estructura técnica. Los líderes religiosos judíos del primer siglo tenían conocimiento detallado, pero no comprendieron el verdadero sentido o intención de toda la Ley. No reconocieron a Jesús, que personificaba la verdad. (Juan 14:6) ¡Con cuánta frecuencia veían únicamente la paja en el ojo de su hermano pero no veían la viga en su propio ojo! (Mat. 7:1-5) Cuando los discípulos de Jesús no se lavaron las manos antes de una comida, esto perturbó mucho a los fariseos. Pero estaban totalmente ciegos e insensibles al hecho de que ellos quebrantaban los mandamientos de Dios por sus tradiciones. (Mat. 15:1-20) En otra ocasión vieron que los discípulos de Jesús, con hambre, arrancaron grano y se lo comieron en sábado. Esto hizo que se indignaran. Pero no vieron nada malo en el asesinato, y por eso entraron en consejo contra Jesús “para poder destruirlo.” (Mat. 12:1-14) Estos hipócritas no sintieron ningún remordimiento de conciencia al pagarle a Judas con dinero del tesoro del templo para que traicionara a Jesús, pero después que éste hubo perpetrado su detestable acción, no quisieron devolverlo al tesoro. Evidentemente ahora consideraban que aquel dinero era inmundo. (Compare con Deuteronomio 23:18.) Pero ¿podían ellos, los asesinos, tener una conciencia limpia?
OBTENIENDO LA MENTE DE CRISTO
18, 19. (a) ¿Por qué se debe hacer un esfuerzo por obtener “la mente de Cristo”? (b) ¿Qué alta norma de moralidad estableció Jesús para la humanidad?
18 Puesto que Jesucristo siempre refleja la personalidad perfecta de Jehová, debemos hacer todo esfuerzo por obtener “la mente de Cristo.” (1 Cor. 2:16) Esto significa que debemos adquirir la disposición mental de Cristo que asegure que nuestra personalidad llegue a ser en todo respecto semejante a la de Jesús más bien que solo el que nos amoldemos de mala gana. La relación ejemplar que existía entre Jesús y su Padre celestial se refleja en estas palabras de Jesús: “Muy verdaderamente les digo: El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre. Porque cualesquier cosas que Aquél hace, estas cosas también las hace el Hijo de igual manera.” (Juan 5:19, 20) Vemos la bondad de Dios espejada en el entero modelo de vida de Jesús. Como Jesús le dijo a Felipe: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también.” (Juan 14:9) Es el ejemplo de Jesús el que se nos insta a seguir como cristianos.—1 Ped. 2:21; vea también Salmo 40:8.
19 ¡Qué excelente ejemplo de moralidad puso él! Pedro, que anduvo con él, dijo: “Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia. Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabásemos con los pecados y viviésemos a la justicia.” (1 Ped. 2:22-24) El ejemplo de Jesús tiene poder limpiador y un efecto que lleva a lo bueno. Sígalo cuidadosamente.
20. (a) ¿De qué manera obra como protección para nosotros una conciencia mejorada? (b) ¿Cómo dice Pablo que finalmente se adquiere esta conciencia?
20 A medida que llegamos a conocer mejor la sustancia de la verdad de Dios según se revela en Jesús, personalmente y como Cabeza de la congregación cristiana, la entera inclinación de nuestra mente y corazón debería mejorar progresivamente. Esto resultará en una conciencia cada vez más eficaz. Con una conciencia eficaz funcionando dentro de nosotros podremos evitar la mala conciencia de la gente del mundo, gente con mente sumamente oscurecida y corazón insensible. Pablo subraya este punto para nosotros en Efesios 4:17-24, diciendo: “Digo y de ello doy testimonio en el Señor, que ya no sigan ustedes andando así como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, estando ellas mentalmente en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, debido a la insensibilidad de su corazón. Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avaricia.” Pero note ahora lo que Pablo dice: “Ustedes no aprendieron que el Cristo sea así, si es que, realmente, le oyeron y fueron enseñados por medio de él, así como la verdad está en Jesús, que desechen la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero que sean hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y se vistan de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.” Nuestra vida entera tiene que ser transformada por la fuerza que impulsa nuestra mente, y esto es el resultado de adquirir “la mente de Cristo.”
21. ¿Qué tendrá que continuar haciendo el cristiano para reflejar la imagen de Aquel que lo creó?
21 Nuestro discernimiento de la personalidad de Jehová, según se ejemplifica en la vida de Cristo, aumentará a medida que estudiemos más profundamente la Biblia. Así podremos obrar cada vez más a la imagen de nuestro Creador. Pablo insto a hacer esto, diciendo: “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor.”—Efe. 5:1, 2.
22. ¿Qué consejo bueno y oportuno nos ofrece el apóstol Pedro a todos?
22 Como “imitadores de Dios,” llegaremos a estar cada vez más estrechamente unidos como un pueblo especial para Jehová. Se nos podrá identificar claramente como portadores de luz en este mundo sumamente oscurecido. Por lo tanto, como Pedro amonestó: “Tengan una buena conciencia, para que en aquello mismo en que hablen [los del mundo inmoral] contra ustedes queden avergonzados los que hablan con desprecio de su buena conducta en lo relacionado con Cristo.” (1 Ped. 3:16) Con conciencias limpias y rectas se verá al pueblo de Jehová presentando celosamente el testimonio del Reino mientras aguarda pacientemente la revelación del Señor Jesucristo al principio del gran día de venganza de Jehová.