Haciendo de hombres y naciones un hazmerreír
1. (a) ¿Se rió el Dios Todopoderoso por todo el oprobio y descrédito que se amontonó sobre su Hijo sufriente, o por qué? (b) Cuando se hizo un intento por suprimir las noticias de la resurrección de Jesús, ¿quién fue el que se rió?
¿QUÉ hay del Dios Todopoderoso, mientras él observaba que se amontonaba escarnio y descrédito sobre su Hijo a quien había ungido para que predicara el “reino de los cielos” y fuera el Rey reinante en ese gobierno mesiánico? ¿Se rió Dios? ¿Podía reírse él? ¡Sí! Por supuesto, no por todo el oprobio que caía sobre su propio nombre y que caía sobre su representante real, su Hijo Jesús el Mesías, quien sufría terriblemente, sino por las tan extremadas medidas y esfuerzos de meras criaturas humanas insignificantes para derrotar la voluntad y propósito del Todopoderoso, el Supremo del universo. Al tercer día, cuando su ángel descendió con gloria y rompió el sello e hizo rodar la piedra que estaba enfrente de la tumba de Jesús, asustando a la guardia de soldados hasta casi matarlos de miedo, ¿a quién le tocó reír? Los principales sacerdotes y sus asociados religiosos no se rieron por el informe que les dio la guardia de soldados. Sobornaron a los soldados para que dijeran: “Sus discípulos vinieron de noche y lo hurtaron mientras nosotros dormíamos.” (Mat. 28:2-4, 11-15) Pero de todos modos los hechos verídicos acerca de la resurrección de Jesucristo le llegaron al público, por el testimonio de testigos verdaderos, más de quinientos de ellos. Pues bien, ¿quién se rió, si hubo quien lo hiciera? ¡El Dios Todopoderoso!
2, 3. (a) ¿Cuándo y cómo puso el Dios Todopoderoso en conocimiento del público en general los hechos del caso? (b) ¿Qué dijo Pedro al testificar que el Dios Todopoderoso había frustrado la trama contra Jesús?
2 Cincuenta y un días después de los esfuerzos religioso-políticos combinados para obstruir el reino mesiánico por medio de matar a Jesucristo, el Dios Todopoderoso comenzó a poner en conocimiento del público en general los hechos del caso. Fue en el día festivo del Pentecostés, el 6 de Siván (calendario judío), del año 33 E.C. que el Dios Todopoderoso derramó su espíritu santo sobre ciento veinte seguidores fieles de Jesucristo, quienes lo habían visto por sus materializaciones visibles a ellos desde su resurrección de entre los muertos. Más de tres mil celebradores del Pentecostés se reunieron para escuchar a estos ciento veinte testigos testificar en muchos idiomas por el poder milagroso del espíritu santo acerca de las “cosas magníficas de Dios.” Un testigo prominente, el apóstol cristiano Pedro, se levantó y francamente le contó a la muchedumbre cómo el Dios Todopoderoso había frustrado la trama de los religiosos y los políticos contra su Hijo ungido, el Mesías. Pedro dijo:
3 “A Jesús el nazareno, varón públicamente mostrado por Dios a ustedes mediante obras poderosas y portentos y señales que Dios hizo por medio de él en medio de ustedes, así como ustedes mismos lo saben, a éste, como uno entregado por el consejo determinado y presciencia de Dios, ustedes lo fijaron en un madero por mano de desaforados y le quitaron la vida. Pero Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella. . . . A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen. De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ [Sal. 110:1] Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 1:12 a 2:36.
4. (a) ¿Por qué no tuvieron razón para reírse de los acontecimientos del día del Pentecostés, en 33 E.C., los caudillos religiosos? (b) ¿Cómo se encargaron del caso de los dos apóstoles, Pedro y Juan, que predicaban a Jesús y la resurrección en el templo?
4 No fue asunto de risa para los caudillos religiosos de Jerusalén el que unas tres mil personas de la muchedumbre a la cual Pedro y sus compañeros testigos hablaron creyeran las buenas nuevas acerca de Jesús, el Mesías resucitado y ensalzado a los cielos, y se bautizaran y llegaran a ser seguidores de él. (Hech. 2:37-47) No fue asunto de risa para aquellos mismos líderes religiosos el que la predicación acerca de Jesús el Mesías fuera llevada directamente a su templo en Jerusalén, particularmente por los apóstoles Simón Pedro y Juan el hijo de Zebedeo. Especialmente a la secta religiosa de los saduceos le desagradaba la predicación de la resurrección, el medio por el cual el Dios Todopoderoso derrotó los esfuerzos de los enemigos religiosos y políticos para acabar para siempre con el Mesías prometido, el Cristo. Estos hicieron que los apóstoles Pedro y Juan fueran arrestados, encarcelados y llevados al tribunal para ser juzgados por su conducta. Finalmente el Tribunal judío se vio obligado a poner en libertad a los dos apóstoles, pero solo después de amenazarlos. Aquí ahora vino la prueba de que Dios se estaba riendo de los perseguidores de los fieles seguidores de su Hijo el Mesías. ¿Cómo lo sabemos?
5, 6. (a) ¿Por qué no podían reírse ahora los caudillos religiosos por el efecto inmediato que su maltrato de Pedro y Juan tuvo en los cristianos de Jerusalén? (b) ¿Por qué no fue causa de diversión para los gobernantes la respuesta que dio Jehová a la oración de los cristianos?
5 Por lo que vino después de este maltrato oficial a apóstoles cristianos. ¿Tuvieron razón para reírse las autoridades religiosas por el efecto que tuvo su manera fanática de tratar con el asunto, por la manera en que los cristianos reaccionaron ante tal acción oficial? ¿Cómo podían hacerlo? El registro nos dice: “Puestos en libertad [es decir, Pedro y Juan] fueron a los suyos propios e informaron las cosas que les habían dicho los principales sacerdotes y los hombres de mayor edad. Al oír esto levantaron sus voces de común acuerdo a Dios y dijeron: ‘Soberano Señor, tú eres El que hiciste el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas que hay en ellos, y que por espíritu santo dijiste por boca de nuestro antepasado David, tu siervo: “¿Por qué se pusieron tumultuosas las naciones y los pueblos meditaron cosas vacías? Los reyes de la tierra tomaron su posición y los gobernantes se juntaron en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido.” De veras, pues, tanto Herodes como Poncio Pilato con los hombres de las naciones y los pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste, a fin de hacer cuantas cosas tu mano y consejo habían predeterminado que sucediesen. Y ahora, Jehová, fíjate en sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.’”
6 Lo que aconteció después no podía provocar diversión ni risa entre Herodes Antipas, Poncio Pilato y los gobernantes religiosos de Jerusalén, porque leemos: “Y cuando hubieron hecho ruego, fue sacudido el lugar en que estaban reunidos; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo y hablaban la palabra de Dios con denuedo.”—Hech. 3:1 a 4:31.
7. Por la aplicación que los discípulos hicieron de dos versículos del Salmo Dos en la oración, ¿cómo sabemos que Jehová entonces estaba riéndose de la oposición que se levantaba contra Cristo y sus seguidores?
7 Debido al denuedo de estos discípulos cristianos del primer siglo E.C. el Dios Todopoderoso podía reírse con escarnio de la oposición a su Mesías y a los fieles seguidores de su Mesías. Dios sí se rió, porque el Salmo segundo, del cual los discípulos citaron en su oración al Dios Todopoderoso, predijo que Él se reiría. Tal como los discípulos en su oración comentaron en cuanto al cumplimiento de los primeros dos versículos del salmo inspirado escrito por el rey David de la antigua Jerusalén, así los versículos siguientes del mismo salmo tienen que haber estado cumpliéndose. Aquí es donde viene la risa, porque los versículos del dos al seis inclusive del Salmo Dos dicen: “Los reyes de la tierra toman su posición y los funcionarios encumbrados mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido, diciendo: ‘¡Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus cuerdas!’ El Mismísimo que se sienta en los cielos se reirá; Jehová mismo hará escarnio de ellos. En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, diciendo: ‘Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sion, mi santa montaña.’”
8. (a) ¿Por qué tenía Jehová razón para reírse de los opositores? (b) ¿Cómo, en los casos de Herodes, Pilato y los israelitas, les habló Jehová en su desagrado?
8 Ninguna ridícula acción de políticos y caudillos religiosos en la Tierra podía alterar la situación verdadera. La oposición y persecución contra los seguidores del Mesías no podían alterar el arreglo divino del Todopoderoso Jehová. A pesar de todo esto él tenía a su Mesías resucitado a su mano derecha en el cielo, sobre el celestial monte Sion, o altura de gobierno. De modo que podía reírse con escarnio de sus opositores en la Tierra. Tenía razón para estar airado con ellos y hablarles en su ardiente desagrado. Años más tarde, Herodes Antipas, el asesino de Juan el Bautista y el que se mofó de Jesucristo, fue desterrado por Roma a la provincia de Galia, y su sobrino, Herodes Agripa, fue súbitamente herido con una plaga y murió comido de gusanos. (Hech. 12:1-23) Según la historia seglar, a Poncio Pilato más tarde le fue mal a manos del Imperio Romano. En el año 70 E.C. la nación judía sufrió el dolor de que Tito, el futuro emperador de Roma, destruyera su ciudad santa de Jerusalén y el templo de ésta y desolara la provincia de Judea. Pero Jesús el Mesías continuó reinando en el monte Sion celestial sobre sus seguidores que estaban en la Tierra, fortaleciéndolos para que siguieran predicando el reino de Dios a pesar de persecución por Roma e israelitas.
9. ¿De qué manera tuvo aquel Salmo segundo un fondo histórico que prefiguró a este cumplimiento que hubo en el primer siglo E.C.?
9 Ese Salmo segundo, que tuvo un cumplimiento fenomenal en el primer siglo E.C., tenía un fondo histórico que prefiguró precisamente un cumplimiento de aquella clase. El Salmo Dos fue compuesto en el siglo once a. de la E.C. y se basó en la situación internacional que existía entonces. David de Belén, un antecesor terrestre de Jesucristo, había sido ungido para ser rey sobre las doce tribus de Israel y había capturado el baluarte enemigo que había en el monte Sion que dominaba la ciudad de Jerusalén. Allí el rey David estableció su trono, transfiriéndolo de la ciudad de Hebrón, al sur. Cuando la nación cercana de los filisteos supo de esto, los reyes de las ciudades de los filisteos reunieron en masa sus ejércitos y trataron de derribar de su asiento o trono al rey David y de evitar verse atados con ataduras y cuerdas por este nuevo rey de Israel. Pero el Dios Todopoderoso no permitió estorbo de parte de aquellos filisteos paganos. De modo que dio a David dos victorias milagrosas contra ellos y aplastándolos los hizo sujetos al rey David.—2 Sam. 5:1-25.
10. (a) En el Salmo Dos ¿qué indicó Jehová que haría para el rey David? (b) ¿Por qué es esto importante históricamente?
10 Jehová entonces inspiró al victorioso David a escribir el segundo Salmo y a decir que Jehová se reiría de todos los reyes y naciones que en vano se imaginaran que podrían evitar que el rey ungido de Jehová, David, reinara sobre toda la Tierra Prometida desde el monte Sion como capital de él. A pesar de todo el tumulto internacional y la protesta y oposición Jehová mantuvo a su rey ungido David reinando en la santa montaña de Sion hasta el fin de sus cuarenta años de gobierno. Todo esto es históricamente importante, porque el ungido David no solo fue un sobresaliente antecesor de Jesús el Ungido, sino también una figura profética de él. Tal como el nombre David significa “Amado,” así Jesús es el Amado de Jehová Dios.—Mat. 3:17; 17:5.
RISA DIVINA EN ESTE SIGLO VEINTE
11. Ante estos cumplimientos antiguos del Salmo Dos, ¿qué preguntas hacemos ahora en cuanto a éste?
11 El rey David reinó en el monte Sion hace tres mil años, y podía reírse junto con Jehová Dios contra sus enemigos. El más prominente descendiente de David, Jesucristo, estuvo en la Tierra como hombre hace diecinueve siglos. Ahora estamos en la primavera del año 1969 E.C. ¿Estarán haciendo que se repita la historia por medio de otro cumplimiento del Salmo Dos los acontecimientos y circunstancias que se han presentado en este siglo veinte? ¿Está Jehová Dios el Todopoderoso riéndose de nuevo de las naciones políticas de este sistema de cosas? ¡Sí! ¿Por qué?
12. (a) ¿Cuándo mencionó Jesús los Tiempos de los Gentiles, y cuándo terminaron? (b) ¿Qué dicen los historiadores seglares que terminó para las naciones en aquel año?
12 ¿Ha oído usted alguna vez de “los tiempos de los gentiles,” o “los tiempos señalados de las naciones”? Jesucristo habló de ellos con relación a la ciudad de Jerusalén, los muros de la cual, en su día, abarcaban al monte Sion. Dijo él: “Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Luc. 21:24) Esos “tiempos señalados de las naciones” no habrían de seguir para siempre en la Tierra; tenían que cumplirse o completarse en algún tiempo. ¿Cuándo? ¿En junio de 1967, cuando los israelíes ganaron la guerra de seis días contra los árabes y tomaron posesión del este de Jerusalén, incluso la vieja ciudad amurallada? ¡No! porque esos Tiempos de los Gentiles ya habían terminado años antes, en 1914 E.C., el primer año de la I Guerra Mundial. Décadas antes de 1914 E.C., estudiantes cuidadosos de la Biblia habían calculado esta fecha por medio de la cronología bíblica y la profecía bíblica. Considerando los acontecimientos y condiciones mundiales desde aquel importante año, sin lugar a dudas algo terminó, terminó una era, para las naciones gentiles en 1914. Los historiadores seglares quizás digan que la era de paz y seguridad para las naciones terminó en aquel año, pero, según Jesús, ¿qué terminó en 1914?
13. (a) Según Jesús, ¿qué verdaderamente terminó en 1914 E.C.? (b) En 33 E.C., ¿qué más pisoteo de “Jerusalén” por los gentiles en efecto aconteció?
13 Esto, los tiempos señalados para que las naciones gentiles (no judías) pisotearan a Jerusalén. (Luc. 21:24) No, no a la Jerusalén literal del día de Jesús, sino a lo que Jerusalén representaba como la ubicación del gobierno del rey ungido de Dios. Es decir, la “Jerusalén” que ya no había de ser pisoteada por los gentiles era el reino de Dios en operación por un rey ungido de la familia real de David. En el año 607 a. de la E.C., cuando el rey Sedequías, descendiente de David, fue destronado y su dominio real, Jerusalén y la tierra de Judá, quedó desolado, los gentiles comenzaron a pisotear a “Jerusalén” en este sentido. Jesucristo era también descendiente real de David, y, en el año 33 E.C., el “amigo de César,” a saber, Poncio Pilato, cedió a las exigencias de los líderes religiosos y entregó a Jesús en manos de los soldados romanos para que le dieran muerte en un madero. Eso fue más pisoteo de Jerusalén por las naciones gentiles.—Juan 19:12.
14. (a) ¿Por qué no entró en el poder al tiempo del ensalzamiento de Jesús resucitado al cielo en 33 E.C. el reino mesiánico de Dios? (b) ¿Qué cambio marcó entonces en el cielo y la Tierra el año 1914 E.C.?
14 Jehová Dios Todopoderoso levantó a su Hijo Amado de entre los muertos y lo ensalzó a Su propia diestra en el cielo, pero, ¿se estableció inmediatamente en aquel tiempo el reino de Dios en manos de este descendiente real y sucesor del rey David? ¡No! (Hech. 1:6, 7) Jesucristo tuvo que esperar en el cielo hasta que llegara el tiempo que Dios había fijado para que se cumplieran o terminaran los Tiempos de los Gentiles para el pisoteo de Jerusalén. (Heb. 10:12, 13) La fecha prefijada por Dios era el año 1914 E.C. En ese año, 2.520 años después que la antigua Jerusalén y Judá fueron desolados por primera vez por los babilonios gentiles, vino el fin de los Tiempos de los Gentiles para el pisoteo de Jerusalén o el pisoteo del derecho del reino de Dios a gobernar sobre la Tierra por medio del Ungido de Dios, un descendiente del rey David. Entonces el reino mesiánico de Dios tenía que ser restaurado, no en la Tierra esta vez, sino en el cielo. Entonces, en vez de dejar que las naciones gentiles pisotearan lo que fue simbolizado por Jerusalén, había que pisotear a las naciones gentiles mismas, había que hacerlas el banquillo para los pies del Rey Ungido del reino mesiánico de Dios. (Sal. 110:1, 2) Así, ¡el año 1914 E.C. marcó un cambio tanto para el cielo como para la Tierra!
15. (a) ¿Por qué no tienen razón las naciones gentiles para no saber todo esto? (b) ¿Por qué habría sido diferente la situación en la Tierra si las naciones, particularmente las de la cristiandad, hubiesen aceptado el testimonio del Reino y hubiesen obrado en consonancia con él?
15 Las naciones gentiles, incluso la República de Israel, no tienen razón alguna para no saber esto. La historia del siglo veinte muestra por qué, puesto que desde el mismo año de 1914 E.C. a todas las naciones se les ha notificado acerca del establecimiento del reino mesiánico de Dios en los cielos. No fue en vano que Jesucristo dijo, en Mateo 24:14: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” ¿Qué habría sucedido si las naciones gentiles, particularmente las naciones de la cristiandad, hubiesen aceptado ese testimonio y con apego a la realidad hubiesen obrado en consonancia con él, entregando su soberanía al reino mesiánico celestial de Dios, de la misma manera que lo han hecho los testigos cristianos de Jehová? ¿Serían las condiciones y tendencias mundiales en la Tierra diferentes de lo que son hoy? ¡Sí! Porque todas las promesas de Dios a los que se someten a su Hijo Amado, el Rey Mesiánico entronizado Jesucristo, se les hubieran cumplido. La historia no los marcaría como perseguidores desvergonzados de verdaderos cristianos que vienen dando testimonio acerca del Reino desde 1914.
16. ¿Cuál, según indican las condiciones y tendencias mundiales, ha sido el derrotero de las naciones desde 1914 E.C.?
16 Las tristes y aterradoras condiciones y tendencias que hay en la Tierra hoy día hablan por sí mismas, testificando del hecho de que, desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 y a pesar del testimonio mundial acerca del Reino según lo han dado en toda la tierra habitada los testigos cristianos de Jehová, las naciones gentiles, entre ellas la cristiandad y el conglomerado de los judíos, han escogido su propio camino, no el camino de Dios. Tercamente han rehusado entregar su soberanía al Gobernante legítimo de Dios para la Tierra, su Mesías o Cristo. Han continuado con su lucha por el poder para dominar el mundo, aun hasta el grado de pelear dos guerras mundiales y amenazar ahora a toda la raza humana con una tercera. Para la paz y seguridad mundial han escogido cifrar sus esperanzas en su Sociedad de las Naciones y su sucesora, las Naciones Unidas, considerando a esta organización como el único sustituto práctico para el reino celestial mesiánico de Dios, una cosa que sus corazones faltos de fe no pueden ver ni comprender.
17. (a) Desde que los Tiempos de los Gentiles terminaron en 1914, ¿cuál ha sido el gran punto en cuestión delante de nosotros? (b) Hagan todo lo que se les permita hacer, ¿qué no pueden deshacer las naciones o qué no pueden evitar que Dios haga?
17 Desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 el gran punto en cuestión universal es: El reino mesiánico de Jehová Dios o la dominación de toda la Tierra por las naciones gentiles, ¿cuál? ¿Ganarán las naciones gentiles? ¿Pueden resultar ganadoras? Que supriman, si pueden, a los proclamadores mundiales del reino mesiánico de Dios, que hagan todo lo demás que puedan en oposición al Reino, pero no pueden quitar del asiento real al Rey ungido de Jehová, su Cristo, ahora entronizado en el monte Sion celestial. No pueden evitar que el reino mesiánico celestial haga de ellas el banquillo para los pies de Cristo, para que sean aplastadas y dejen de existir. El Dios Todopoderoso se ríe de ellas con escarnio. Hoy todas las naciones están en tumulto por haber escogido su propio camino, así peleando contra el camino de Dios. Al dar empuje y hacer propaganda a favor de sus propios proyectos los grupos nacionales están meditando sobre cosas vacías, hablando entre dientes cosas vacías que resultarán huecas. La historia bíblica, la profecía bíblica, predijo esto.—Sal. 2:1-6; Hech. 4:25, 26.
18. (a) ¿Cuál hubiera sido el proceder sabio para las naciones, según se aconseja en el Salmo 2:10-12? (b) ¿Qué sabiduría han seguido, y qué las alcanzará según se ha prefigurado?
18 Ya las naciones están comiendo el fruto de su proceder antimesiánico desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914. El proceder sabio hubiera sido estudiar la Palabra de Dios, la Biblia, y prestar atención al consejo que da a los reyes y jueces de la Tierra, ‘besar’ al Hijo Amado de Dios como súbditos voluntarios de él y entonces servir a Jehová Dios bajo su gobierno mesiánico. (Sal. 2:10-12) Pero, en vez de eso, decidieron seguir la sabiduría humana según la glorifican la ciencia y la tecnología modernas. Su sabiduría mundana no será justificada por su fruto, su resultado. Al desastre se encaran. El desastre los alcanzará, como alcanzó a los filisteos en el día del rey David y como alcanzó a los perseguidores religiosos y políticos en los días de los apóstoles de Jesucristo. Entonces de la sabiduría divina retumbará la risotada más fuerte, tal como se ha predicho:
19. ¿Qué hará y dirá entonces la “sabiduría verdadera”?
19 “La misma sabiduría verdadera sigue clamando a gritos . . . Porque he llamado pero ustedes siguen rehusando, he extendido mi mano pero no hay nadie que preste atención, y ustedes siguen descuidando todo mi consejo, y mi censura no han aceptado, yo también, por mi parte, me reiré del propio desastre de ustedes, me mofaré cuando venga lo que los llena de pavor, cuando lo que los llena de pavor venga justamente como una tempestad, el propio desastre de ustedes llegue aquí justamente como un viento de tempestad, cuando la angustia y los tiempos difíciles les sobrevengan a ustedes. En aquel tiempo ellos seguirán llamándome, pero yo no responderé; seguirán buscándome, pero no me hallarán, por razón de que odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor de Jehová. No consintieron en mi consejo; le mostraron falta de respeto a toda mi censura. De manera que comerán del fruto de su camino, y se hartarán de sus propios consejos. Porque el renegar de los inexpertos es lo que los matará, y lo despacioso de los estúpidos es lo que los destruirá.”—Pro. 1:20-32.
20. ¿De qué marcha se ha advertido a las naciones desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918, y qué guerra han escogido?
20 Por muchos años, sí, desde el fin de la I Guerra Mundial en 1918, a las naciones gentiles se les ha dado la advertencia de que están en marcha al Armagedón para la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” (Rev. 16:14, 16) a Ni la Sociedad de las Naciones ni las Naciones Unidas han retardado esa marcha; más bien han acelerado el paso, porque han apoyado el nacionalismo y la dominación de la Tierra por las naciones gentiles en vez de por el reino mesiánico del Dios Todopoderoso. Lo que las naciones escogen es guerra... no guerra entre sí, sino guerra unidamente contra Dios el Soberano del universo y Creador de nuestra Tierra.
21. (a) Desde el punto de vista bíblico, ¿por qué es risible la situación hoy día? (b) ¿Dónde y cuándo quedará justificado el que Dios se haya reído con escarnio?
21 Cuando vemos que ésta es la verdadera situación hoy día, se hace risible. Las naciones se llevan el chasco, porque son solo como la gota de un cubo y como el polvo fino en los platillos de la balanza en comparación con Dios Todopoderoso el Creador. (Isa. 40:15) Sencillamente están pidiendo destrucción. La conseguirán... en la culminación de esta disputa universal en el Armagedón. (Rev. 19:11-21) Riéndose desafiadoramente de las naciones ante la pelea de decisión en que utilizarán el máximo de sus esfuerzos para lograr la dominación mundial, el Dios Todopoderoso enviará a su Rey Mesiánico Jesucristo en acción de guerra contra ellas y destruirá a esos desafiadores gentiles de la legítima dominación de la Tierra por Dios. Su Mesías ganará la batalla, para vindicación eterna de la soberanía universal del Dios Todopoderoso. El haberse reído Dios desafiadoramente de las naciones quedará justificado como lo que era apropiado para él. Entonces el reino mesiánico, del cual los testigos de Jehová han estado predicando mundialmente las “buenas nuevas” a pesar de la oposición internacional, se encargará del control pleno de la Tierra y de todos los intereses eternos de la humanidad. Para siempre bendecirá a todos los de la humanidad que sean sabios y obedientes.
¿NOS REIREMOS JUNTO CON DIOS?
22. ¿Qué significa para cualquiera de nosotros el que se rían de él ahora y en el futuro, y qué podemos hacer para que esto no nos suceda?
22 Por eso, ¿qué hay de nosotros como individuos ahora? ¿Se está riendo de nosotros hoy día el Dios Todopoderoso junto con su Mesías (Cristo) en medio de la aumentante angustia de las naciones? ¿Se reirá él triunfalmente de nosotros después de ganar la victoria en el Armagedón? A cada uno nos toca decidir si será así o no. El que ellos se rían de nosotros significa nuestra destrucción, precedida por mucha incomodidad innecesaria, angustia y dificultades ahora. ¿Qué persona en su juicio y con mente sana desea que se rían de ella en tales circunstancias? ¡No tiene que ser así! Que las naciones del mundo sigan actuando sin sabiduría, pero no lo hagamos nosotros. Nosotros podemos escuchar a la sabiduría que viene de arriba, la sabiduría celestial, esta verdadera sabiduría.
23. ¿Qué promete la sabiduría verdadera a los que la escuchan, y por qué es deseable encontrarnos en tal situación?
23 Después de decir cómo se reirá en el día de la angustia de los que la han pasado por alto, la sabiduría verdadera termina diciendo: “En cuanto al que me escucha, él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad.” (Pro. 1:33) ¿No es ésa una situación deseable en la cual estar? En ella no tenemos razón para temer nada calamitoso ni pavoroso de mano del Dios Todopoderoso, el Omnisapiente. En vez de eso, su rostro resplandecerá sobre nosotros con aprobación divina. Su protección nos estará asegurada durante la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Teniendo esto, sobreviviremos la destrucción de las naciones que son objeto de risa y pasaremos al nuevo orden justo de Dios bajo su reino del Mesías Amado, el David Mayor. Allí reiremos juntos por todos los placeres puros y sanos con los cuales el Dios Todopoderoso llenará nuestra vida.
[Nota]
a Vea el libro Liberación, publicado por la Sociedad Watch Tower en mayo de 1926, y el capítulo 12 intitulado “La Batalla Final.”
[Ilustración de la página 241]
Dios fue quien se rió cuando resucitó a Jesús de entre los muertos. Su ángel abrió la tumba, asustando a los guardas hasta casi matarlos de miedo
[Ilustración de la página 245]
Las naciones escogen guerra con Dios, pero se llevan el chasco; a la vista de Dios son como el polvo en la balanza y una gota del cubo