Capítulo 2
Espíritu santo en acción en la región celestial invisible
1. ¿Por qué es importante que sepamos cómo ha funcionado espíritu santo en la región celestial invisible?
EL HOMBRE quizás se interese más en cómo funciona el espíritu santo de Dios en la región o universo visible, material, como el hombre lo conoce. Sin embargo, lo que ha sucedido en la región invisible, celestial, ha afectado en gran manera los asuntos humanos. La manera en que se pondrá en moción espíritu santo en el futuro cercano, dentro de nuestra propia generación, está enlazada con lo que sucede en la región invisible y es de gran importancia para el hombre. Por lo tanto, deberíamos querer entender cómo hay obra de espíritu santo con relación a esa cosa tan importante para nosotros ahora.
2. ¿De qué manera muestra Salmo 104:29, 30 lo mucho que depende la humanidad de la región celestial invisible?
2 Al hombre de mente moderna quizás no le guste reconocerlo, pero la humanidad depende de la región celestial invisible. Si Dios el Creador fuera a apartar su rostro de nosotros los que estamos en la Tierra, si llegara a estar “muerto” para nosotros, por decirlo así, ¿qué sería de nosotros? El salmista bíblico pensaba correctamente cuando le dijo a Dios: “Si ocultas tu rostro, se perturban. Si les quitas su espíritu, expiran, y a su polvo vuelven. Si envías tu espíritu, son creados; y haces nueva la faz del suelo.” (Salmo 104:29, 30) Por consiguiente, el principal estudio para el hombre no es el hombre mismo, sino, más bien, el Creador, Dios. Mientras Dios se complazca en revelarnos algo acerca de la región celestial invisible, esto merece fundamentalmente que lo estudiemos.
3. ¿Por qué sería falto de perspicacia e irrazonable por parte de nosotros el imaginarnos que Dios more solo y sin ambiente agradable en el cielo?
3 Siempre tengamos presente que “Dios es un Espíritu” (Juan 4:24, Traducción del Nuevo Mundo), o, “Dios es espíritu” (Biblia de Jerusalén). Correspondientemente, él mora en una región de espíritus. ¿Totalmente solo, y sin un ambiente agradable? ¡No! Sería falto de perspicacia e irrazonable por parte de nosotros el imaginarnos que Dios pueda crear sólo cosas materiales que podamos ver y no haya creado también cosas en la región celestial invisible. Esas cosas de una región más alta serían de más alta composición que la de la creación material de la cual nosotros los individuos humanos somos parte.
4. ¿Por qué no depende de nuestro Sol para luz la región celestial invisible?
4 Cuando pensamos en todas las cosas maravillosas y hermosas que Dios ha puesto aquí en la región material, nos llena de temor reverente el tratar de pensar en todas las cosas maravillosas y gloriosas que él ha creado en la región espiritual. Allá arriba no se depende del Sol de nuestro sistema solar para luz. ¡No hay noche allí! El Creador de los soles que dan luz es él mismo un Sol celestial, una fuente de luz. Literal y figurativamente, moralmente, lo siguiente es cierto: “Dios es luz y no hay oscuridad alguna en unión con él.” (1 Juan 1:5) Mucho antes del dicho de Juan el escritor bíblico, el salmista dijo descriptivamente que el Creador era tan agradable y bien acogido como la luz solar del día, cuando escribió: “Jehová Dios es sol y escudo; favor y gloria son lo que él da. Jehová mismo no retendrá nada que sea bueno de los que andan exentos de tacha.”—Salmo 84:11.
5. ¿Qué clase de personas tiene Dios consigo en la región celestial invisible, y cómo difieren de los hombres?
5 No solo es razonable creer eso, sino que la Santa Biblia misma da testimonio de que Dios tiene consigo en la región espiritual invisible a personas inteligentes compuestas de espíritu. Con éstas puede estar en trato directo. Ellas pueden verlo tal como él las ve a ellas. Puesto que en cuanto a su constitución son de composición más alta, sobrehumana, no se disuelven ni desintegran ni resultan aniquiladas ante la simple vista de él. Pueden estar en Su compañía directa, sirviendo en Su presencia personal. (Lucas 1:19) No a ángeles, sino a hombres, dijo Dios: “No puedes ver mi rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir.” (Éxodo 33:20) Eso le dijo Dios hasta a su profeta Moisés.
6. Según Revelación 4:11, ¿cómo llegaron a existir esos compañeros de Dios que son espíritu?
6 ¿Cómo llegaron a existir esos compañeros de Dios que son espíritu? Bueno, ¿cómo llegó a existir la primera pareja humana? Tomaremos la respuesta como la dan aquellos a quienes el escritor bíblico Juan vio en una visión, adorando a Dios en el cielo. Citamos estas palabras de ellos: “¡Digno eres tú, Señor nuestro y Dios nuestro, de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad ellas existen, y fueron creadas!”—Apocalipsis (Revelación) 4:11, Versión Moderna.
7, 8. En el día de su resurrección, ¿qué dijo Jesús que un espíritu no tiene, y qué hizo en cuanto al cuerpo en el cual se apareció?
7 Dios hizo que la primera pareja humana fuera carne y sangre. Antes de esto, Dios había hecho que sus compañeros celestiales fueran espíritu, de composición superior a la del hombre. Sobre este punto, Jesucristo dijo algo esclarecedor en el día en que resucitó de entre los muertos. Él se apareció a sus discípulos en una habitación cerrada con llave en Jerusalén. Para hacer esto, se apareció en un cuerpo materializado semejante al cuerpo en el cual había muerto, pero ellos pensaban que estaban viendo un espíritu. Bueno, ¿qué les dijo Jesús? Esto: “Un espíritu no tiene carne y huesos así como contemplan que yo tengo.”—Lucas 24:36-39.
8 Después de conversar con aquellos discípulos asombrados, el resucitado Jesús desapareció. Desmaterializó o disolvió aquel cuerpo humano con ropa. No se llevó aquel cuerpo y su ropa a la región de los espíritus con él. Si hubiera sido posible hacer aquello, tal cosa significaría que una persona de espíritu en el cielo sí tiene carne y huesos, por lo menos en el caso del glorificado Jesucristo.—1 Corintios 15:50.
9. ¿Directamente de qué composición creó Dios a sus compañeros celestiales?
9 En vista de todos esos hechos, el Señor Dios hizo directamente espíritu a sus asociados celestiales. No transfirió a criaturas humanas de carne, sangre y huesos desde nuestra Tierra para que lo acompañaran en la región celestial invisible. Para describir la clase de personas que Dios creó directamente en el cielo, el apóstol cristiano Pablo escribe: “Hace a sus ángeles espíritus, y a sus siervos públicos una llama de fuego.” (Hebreos 1:7) Aquí el apóstol Pablo estaba citando al salmista David cuando éste dice de Jehová Dios que “hace a sus ángeles espíritus, a sus ministros un fuego devorador.” (Salmo 104:4) En consecuencia, el testimonio de la propia Palabra escrita de Dios es que él tiene el poder de crear criaturas de espíritu así como criaturas humanas.
10. ¿Cómo indica Génesis 1:26 que la creación de personas de espíritu precedió a la de criaturas humanas?
10 La creación de criaturas de espíritu antecedió a la creación de criaturas humanas. Las propias palabras de Dios según se nos revelan en el primer capítulo de la Biblia indican esto. Allí leemos: “Pasó Dios a decir: ‘Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza, y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra.’” (Génesis 1:26) Ahora bien, cuando Dios dijo: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza,” no se estaba hablando a sí mismo como si fuera un dios dos-en-uno o un dios tres-en-uno. Estaba hablando por lo menos a otra persona celestial separada y distinta de él y estaba invitando a esa persona de espíritu a unirse a él en la producción de una criatura terrestre, humana.
11. ¿Cómo muestra Job 38:1-7 que había más de una sola otra persona con Dios al tiempo en que el hombre fue creado?
11 Sin embargo, al tiempo de la creación del hombre y la mujer, había más de una sola persona de espíritu en asociación con Dios. Había personas de espíritu que habían sido creadas por Dios aun antes de la creación de la Tierra. Este hecho fue llamado a la atención del fiel Job de la tierra de Uz, cuando Dios le dijo: “¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento. ¿Quién fijó sus medidas, si acaso lo sabes . . . o quién colocó su piedra angular, cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso?” (Job 38:1-7) Eso ocurrió muchos miles de años antes de la parte final del sexto día creativo de Dios, cuando Dios creó al hombre y a la mujer. (Génesis 1:27-31) Por consiguiente aquellos gozosos “hijos de Dios” no eran criaturas que hubieran estado primero en la Tierra como criaturas humanas y después de eso hubieran sido transferidas a la presencia de Dios en el cielo. Eran criaturas de espíritu de Dios desde el principio de su existencia. Dios nunca pobló los cielos usando para ello a los habitantes de la Tierra.
12. ¿Qué comparación existe entre hombres y ángeles en cuanto al nivel de existencia y de poderes?
12 Esos “hijos de Dios” de parecido a Dios son superiores al hombre. Por eso el salmista David, después de reconocer lo alto que es Dios sobre los cielos, pasó a decir: “¿Qué es el hombre mortal para que lo tengas presente, y el hijo del hombre terrestre que cuides de él? También procediste a hacerlo un poco menor que los que tienen parecido a Dios.” (Salmo 8:4, 5) ¿Quiénes son estas personas “que tienen parecido a Dios”? Son ángeles, porque el escritor bíblico, al aplicar Salmo 8:5, dice, en Hebreos 2:6-9: “Lo hiciste un poco inferior a los ángeles.” Por eso, en cuanto al nivel de existencia y de poderes, el hombre es inmutablemente inferior a esos “hijos de Dios,” esos ángeles celestiales.
ASAMBLEAS DE PERSONAS DE ESPÍRITU EN EL CIELO
13. ¿Dónde tenemos el primer registro de asambleas celestiales, y quién presidió en éstas?
13 De vez en cuando hay asambleas de esos “hijos de Dios” y el Dios Altísimo las preside. Él nos ha revelado ese hecho en su Palabra escrita. Los informes más antiguos que tenemos de esas asambleas celestiales están registrados en los primeros dos capítulos de Job. “Ahora bien,” en la parte anterior de la vida de Job, “llegó a ser el día en que los hijos del Dios verdadero entraban para tomar su puesto delante de Jehová, y aun Satanás procedió a entrar allí mismo entre ellos. Entonces Jehová le dijo a Satanás: ‘¿De dónde vienes?’ Ante esto, Satanás le contestó a Jehová y dijo: ‘De discurrir por la tierra y de andar por ella.’” Unos versículos después, en el siguiente capítulo, hay el informe de una segunda asamblea de Jehová con sus hijos celestiales, y de nuevo esa persona de espíritu llamada Satanás aprovecha la oportunidad. (Job 1:6, 7; 2:1, 2) Esas asambleas, que nuestra vista no puede ver, tienen propósito, y el Dios Todopoderoso mantiene el orden en ellas. Todos los que están presentes tienen que responderle en cuanto a dónde han estado y qué han estado haciendo. Hasta el individuo llamado Satanás tiene que ser respetuoso, aunque él es lo que su nombre desfavorablemente indica que es, el sobresaliente resistidor de Jehová Dios.
14. ¿A qué asamblea celestial se hace referencia en Hebreos 12:22, 23?
14 En cuanto a esas asambleas de “hijos de Dios” de espíritu en el cielo, leemos más, en Hebreos 12:22, 23: “Ustedes,” los cristianos hebreos, “se han acercado a un monte Sión y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, en asamblea general.” Todas esas miríadas de ángeles, que permanecen fieles a su Padre celestial y rehúsan imitar a Satanás, componen una gran familia celestial de Dios.
15. ¿Cómo se refiere Pablo a esa familia celestial en Efesios 3:14, 15, y qué relación tienen entre sí los miembros?
15 El escritor bíblico Pablo se refiere a esta familia celestial. Al escribir a cristianos que reconocen a Jehová Dios como su Padre celestial, Pablo dice: “Por causa de esto doblo mis rodillas ante el Padre, a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre.” (Efesios 3:14, 15) Toda familia debe su nombre a su padre, y debe vivir a la altura de la dignidad y valía de ese nombre. Puesto que tienen un solo Padre, todos esos celestiales “hijos de Dios” son hermanos.
16. ¿Qué asamblea celestial vio en visión el profeta Micaya en las postrimerías del siglo décimo a. de la E.C.?
16 Una asamblea celestial aconteció en las postrimerías del siglo décimo antes de nuestra era común. El profeta israelita Micaya tuvo una visión de ésta. Al describirla, Micaya dijo ante dos reyes aliados, Acab y Josafat: “Oye la palabra de Jehová: Ciertamente veo a Jehová sentado sobre su trono y a todo el ejército de los cielos de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda. Y Jehová procedió a decir: ‘¿Quién engañará a Acab, para que suba y caiga en Ramot-galaad?’ Y éste empezó a decir algo como esto, mientras que aquél decía algo como aquello. Finalmente salió un espíritu y se paró delante de Jehová y dijo: ‘Yo mismo lo engañaré.’”—1 Reyes 22:19-21.
17. ¿De qué clase de personas se componía el ejército que entonces estaba al lado de Dios?
17 Notemos que al ángel que propuso el método de éxito para engañar al inicuo rey Acab de modo que fuera a su ruina en la batalla se le llama “un espíritu.” Esto significa que todo aquel “ejército” a la derecha y a la izquierda de Dios también son espíritus, sí, criaturas inteligentes de espíritu. Se diferencian de nosotros los individuos humanos.
18, 19. ¿Qué sesión de tribunal judicial en el cielo vio Daniel en visión, fijada para nuestro siglo veinte?
18 ¿Estamos nosotros, individuos humanos de hoy, al tanto del hecho de que hace mucho tiempo se fijó una sesión de tribunal judicial en el cielo para durante nuestro siglo veinte actual? Una visión milagrosa de esto se le dio al profeta Daniel mientras éste era un esclavo cautivo en Babilonia hace más de dos mil quinientos años. En su descripción de esto, él escribe:
19 “Después de esto seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea! una cuarta bestia, espantosa y terrible y extraordinariamente fuerte. . . . Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. . . . Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron. . . . Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquél. Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.”—Daniel 7:7-14.
20. ¿Cuál es el hijo celestial de Dios a quien se da tan alta honra como a aquel a quien se llama “un hijo del hombre” en la visión de Daniel?
20 ¿Recibe algún otro hijo de Dios hecho de espíritu en el cielo tan alta honra como éste que aparece en la visión de Daniel como “un hijo del hombre”? ¡No! Entonces, ¿quién es él? El salmista lo identifica. En Salmo 89:26, 27 dice: “Él mismo clama a mí: ‘Tú eres mi Padre, mi Dios y la Roca de mi salvación.’ También, yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra.” Esta declaración de Jehová no se refiere al rey David, con el cual Dios hizo un pacto para un reino eterno en su dinastía real, ni al sucesor real de David, Salomón. Ninguno de estos reyes fueron los hijos primogénitos de sus padres. (Salmo 89:28-37; 2 Samuel 7:4-17) Los datos posteriores muestran que Jehová se refería proféticamente a su propio “primogénito” en el cielo, el Hijo que había estado con él desde tiempo indefinido antes de que Jehová Dios creara al hombre.
21. Según Revelación 3:14, ¿tenía Dios una esposa celestial cuando produjo su hijo “primogénito”?
21 Naturalmente, alguien quizás pregunte: ¿Cómo podía Dios tener un “primogénito,” cuando no tenía esposa en el cielo en aquel tiempo? En respuesta a esa pregunta, el que resultó ser ese “primogénito” habla por sí mismo. En el último libro de la Biblia, en Revelación 3:14, dice: “Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios.” El que dijo esas palabras fue el resucitado y glorificado Señor Jesucristo, quien es un “testigo fiel y verdadero” y quien no miente acerca de este asunto. Él mismo dice que es “el principio de la creación por Dios.” Por eso Dios no pudo haber tenido esposa antes de éste a quien creó primero.
22. Jesús, aunque era una creación, llamó a Dios ¿qué, con relación a él?
22 Aunque es una “creación” y no hijo de una madre, Jesús continuamente llama a Dios su propio Padre. (Revelación 3:21; 14:1) También llama a su Padre su propio Dios. En Revelación 3:12 dice: “Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y . . . sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios.” Esto concuerda con lo que en el día de su resurrección le dijo a María Magdalena cerca de la tumba vacía: “Ponte en camino a mis hermanos y diles: ‘Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes.’” (Juan 20:17) Esto fue el 16 de Nisán del 33 E.C., al tercer día desde que hubo clamado sobre el madero de tormento en el cual había sido fijado para morir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Y, finalmente: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.”—Mateo 27:46; Marcos 15:34; Lucas 23:46; Salmo 22:1; 31:5.
EL “HIJO UNIGÉNITO”
23. Por ser el “Hijo unigénito” de Dios, ¿qué posición ocuparía Jesucristo en el orden de creación por Dios?
23 En palabras dirigidas al gobernante judío Nicodemo, ¿qué dijo Jesucristo que él mismo era? Escuche: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Al llamarse el “Hijo unigénito” de Dios se estaba identificando como el “primogénito” de Dios. El crear cosas de la nada directamente y sin la participación de nadie más por parte de Dios comenzó y terminó con este “primogénito,” el “Hijo unigénito.” Además de que Jesús se llamó “el principio de la creación por Dios,” el apóstol Pablo le añade una designación similar, al decir: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación.” (Colosenses 1:15) Por eso, después que Dios creó al “primogénito de toda la creación,” todas las cosas a las cuales se dio existencia posteriormente fueron otras creaciones. Cuando creó todas aquellas otras cosas, Dios empleó a su “Hijo unigénito.”
24. Según Colosenses 1:15, 16 y Juan 1:1-3, ¿por medio de quién fueron creadas por Dios todas las otras cosas?
24 Al presentar este pensamiento, el apóstol Pablo primero menciona al “primogénito de toda la creación” y entonces pasa a decir: “Porque por medio de él todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles.” (Colosenses 1:16) Ahora podemos entender las palabras del apóstol Juan en Juan 1:1-3: “En el principio la Palabra [griego: Logos] era, y la Palabra [Logos] estaba con Dios, y la Palabra [Logos] era un dios. Éste estaba en el principio con Dios. Todas las cosas vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir.” En el último libro de la Biblia, también escrito por Juan, él nos dice que el glorificado Jesucristo lleva el título de “La Palabra de Dios,” no Dios la Palabra: “Y el nombre con que se le llama es La Palabra [Logos] de Dios.”—Revelación 19:13.
25. ¿Por qué y de qué manera tenía la “preeminencia” el Logos?
25 Al que se llama “el principio de la creación por Dios,” se le confirieron la dignidad y los derechos del “primogénito” de Dios, el “Hijo unigénito.” Como Hijo “primogénito,” éste tenía la preeminencia sobre todos los futuros “hijos de Dios.” (Colosenses 1:18) En esto se incluyó el que su Padre celestial lo asociara con él en dar existencia a todas las otras cosas en el cielo y en la Tierra.
26. ¿Por qué no se les llama hijos del Logos a las criaturas de espíritu que llegaron a existir por medio de éste?
26 Cuando la Palabra o Logos fue usado como el medio por el cual todos estos innumerables “hijos de Dios” recibieron existencia, en él y por medio de él debe haber funcionado poderosamente espíritu santo procedente de Dios su Padre. Estaba con él y activo en apoyo de él. El modo del funcionamiento debe haber sido entonces como fue más tarde cuando él llegó a ser hombre perfecto en la Tierra y ejecutó curaciones milagrosas. Por eso él dijo que expulsaba demonios por medio del espíritu de Dios. (Lucas 11:20; Mateo 12:28) Puesto que el espíritu de Jehová Dios igualmente funcionó por medio del Logos arriba en el cielo, aquellos “hijos de Dios” que recibieron existencia por medio de él no lo consideran a él como su Creador y Padre, sino a Jehová Dios. A ellos no se les llama los hijos del Logos. Se les designa “hijos del Dios verdadero.”—Job 1:6; 2:1; 38:7.
27. En la creación del hombre, ¿a quién dijo Dios: “Hagamos,” y por qué era apropiado que fuera Él quien dijera esto?
27 Por lo tanto, ahora se hace patente que cuando Dios, en su sexto día creativo, dijo: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza,” estaba hablando a su “primogénito,” a “su Hijo unigénito.” (Génesis 1:26-31) Es posible que Dios también haya dicho a este Hijo: “Hagamos” cuando Dios pensó en crear a los ángeles celestiales, incluso a los querubines y los serafines. Jehová Dios como el Altísimo y el Creador de todas las cosas era Quien determinaba lo que debería recibir existencia. Los ángeles habían de ser hijos de Él. Como Padre en perspectiva, él ejerció su voluntad en cuanto a cuándo tener más hijos celestiales de espíritu. Su espíritu era la única fuerza activa por medio de la cual podría darse existencia a más cosas.
28. ¿Qué “hijos de Dios” vieron a la entrada del jardín los expulsados Adán y Eva, y qué mantenía en función a la espada que continuamente daba vueltas allí?
28 Con el transcurso del tiempo, en la entrada del Jardín de Edén se hicieron visibles “hijos de Dios” querúbicos. ¿Por qué? Bueno, la primera pareja humana, Adán y Eva, se rebelaron contra Dios y fueron echados de su hogar paradisíaco. Por eso los querubines fueron situados a la entrada del jardín para evitar que los dos pecadores volvieran a entrar para tratar de contrarrestar la pena de muerte. (Génesis 3:24) Lo que Adán y Eva vieron fue querubines materializados. La “espada que daba vueltas continuamente” en la entrada del jardín ciertamente era mantenida en movimiento por medio del espíritu santo de Dios, para mantener fuera a las criaturas humanas no santas.
29. ¿Qué clase de hijos de Dios vio en visión Isaías, y, más tarde, qué clase vio Ezequiel?
29 En el siglo octavo a. de la E.C. el profeta Isaías vio en visión a “hijos de Dios” seráficos. Estos serafines rendían servicio a Jehová Dios en su templo. (Isaías 6:1-7) En el siglo siguiente, el profeta Ezequiel en Babilonia recibió una visión en la cual observó a “hijos de Dios” querúbicos.—Ezequiel 1:1-25; 9:3; 10:1-20; 11:22.
30, 31. ¿Qué indica que los querubines son veloces en vuelo cuando Dios los envía en mandados, y con qué gobierno están asociados?
30 Los querubines, como “criaturas vivientes,” deben volar con gran velocidad cuando Dios los envía en mandados. Así, en respuesta a una solicitud de ayuda que se le hizo a Dios, él “vino cabalgando sobre un querubín y vino volando, y vino a vuelo rápido sobre las alas de un espíritu.”—Salmo 18:10.
31 Es patente que en la región de los espíritus hay que cubrir tremendas distancias en un corto espacio de tiempo. La distancia no impidió que al rey Ezequías de Jerusalén le llegara socorro rápido después que él entró en el templo en un tiempo de crisis nacional. Él oró así: “Oh Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, sentado sobre los querubines, tú solo eres el Dios verdadero de todos los reinos de la tierra.” (Isaías 37:14-37) A Jehová Dios los querubines están sujetos, como si él se sentara sobre ellos; y ellos estarán asociados con su reino que traerá veloz socorro a toda la humanidad en su más extremada necesidad. De acuerdo con este hecho bendito están las palabras iniciales del salmo profético: “Jehová mismo ha llegado a ser rey. Agítense los pueblos. Está sentado sobre los querubines. Retiemble la tierra.” (Salmo 99:1; también Sal. 80:1) La posición superior de Jehová con relación a los querubines fue representada en el arca del pacto que al profeta Moisés se le ordenó construir.—Hebreos 9:5.
32. ¿Cómo se mostró la posición de Jehová con relación a los querubines en el caso del arca de oro que construyó Moisés?
32 Esta arca o caja de oro fue usada como receptáculo para artículos sagrados. Tenía una cubierta sobre la cual había dos querubines de oro con alas extendidas de modo que cubrieran el asiento de misericordia o propiciatorio. Cuando esta arca fue colocada en el Santísimo del tabernáculo o templo, una luz milagrosa (la luz Shekinah) apareció por encima de las alas de los querubines. (Éxodo 25:10-22; 2 Reyes 19:15) Así se representaba a Jehová como entronizado sobre los querubines y dando instrucciones desde allí. Moisés narra su propia experiencia con relación a esto, al escribir: “Ahora bien, siempre que entraba Moisés en la tienda de reunión para hablar con él, entonces oía la voz que conversaba con él desde encima de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y le hablaba.”—Números 7:89.
UN LUGAR INVISIBLE DE ACTIVIDAD
33. ¿Por qué debe ser el cielo un lugar donde haya mayor actividad que la que se está efectuando por toda la Tierra hoy?
33 El cielo no es un lugar de ociosidad y donde estar recostado indolentemente, como con los pies colgando sobre el borde de una nube de lento movimiento. ¡La Persona más activa de toda la esfera de la existencia, la Fuente central de toda energía dinámica, está allí! Su espíritu santo como fuerza activa se difunde por todos los cielos invisibles. La actividad de los que habitan esa región y sirven a Jehová tiene que exceder por mucho a toda la actividad que se esté efectuando por toda nuestra Tierra hoy. En el servicio del Soberano universal, Jehová Dios, hay que abarcar distancias inconcebiblemente mayores que las que es posible abarcar en nuestra Tierra o de aquí a la Luna. Innumerables son las cosas que hay que hacer, además de dar atención a nuestro planeta comparativamente diminuto, la Tierra. No nos ceguemos a las actividades celestiales solo porque nuestros ojos débiles no pueden verlas de hecho. Tenemos toda base para verlas por medio del ojo de la fe.—Hebreos 11:1, 27.
34, 35. ¿Cómo expresó el salmista David su reconocimiento de las capacidades superiores de los ángeles celestiales, y qué lección podemos aprender de ellos nosotros los individuos humanos?
34 En armonía con los propósitos del Señor Dios, sus hijos celestiales llevan una vida muy activa. Pueden lograr mucho más de lo que podemos lograr nosotros, que somos criaturas humanas. Ellos son sobrehumanos. Nosotros no podemos medir el poder de ellos. Según la historia bíblica, por espíritu santo se les ha capacitado para hacer cosas que la Ciencia no puede explicar.
35 David reconoció la habilidad sobrehumana de ellos cuando elevó su atención a ellos y dijo: “Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, escuchando la voz de su palabra. Bendigan a Jehová, todos los ejércitos suyos, ministros suyos, que hacen su voluntad.” (Salmo 103:20, 21) Al hacer la voluntad de Jehová, esos ejércitos de ángeles celestiales ponen un excelente ejemplo que el hombre terrestre puede imitar. Si esas criaturas sobrehumanas tremendamente poderosas no se consideran demasiado calificadas en sí mismas como para servir a su Creador, entonces nosotros los endebles individuos humanos de corta vida aquí abajo no deberíamos ser tan engreídos en cuanto a nosotros mismos ni tan admiradores de nosotros mismos como para desplegar rebeldía contra Jehová Dios y no sentir absolutamente ninguna responsabilidad para con él. Mejor es que lo bendigamos.
36. ¿Cómo se expresa en todos los cielos espíritu santo, y por qué no será dividida la unidad que hay allá arriba?
36 Espíritu santo procedente de Dios se expresa en todos los cielos a medida que su Hijo unigénito, sus querubines, sus serafines y todos sus ángeles le sirven amorosamente a él, el único Dios vivo y verdadero. Su espíritu, impartido a todos estos leales, produce entre ellos una “unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz,” para tomar prestada una frase de Efesios 4:3. Todos ellos cooperan en unidad bajo el Dios Altísimo, Jehová. Por su servicio unido en toda la variedad de sus deberes, realmente lo están adorando. Esa unidad de servicio y adoración nunca será dividida, ni siquiera por demonios.
37. ¿Quién toma la delantera en el cielo en adorar y servir a Dios, y cómo se desplegó aprecio de ese hecho en la visión de Juan en Revelación 5:11-14?
37 Toma la delantera en rendir tan firme servicio y adoración a Dios el “primogénito” de Jehová, “su Hijo unigénito.” Este estuvo una vez dispuesto a servir de Cordero de sacrificio aquí en la Tierra. No menos que nosotros los cristianos, las fieles multitudes celestiales aprecian esa abnegación. En confirmación de esto, al apóstol Juan se le da una visión de la escena celestial que se cumple ahora en nuestro siglo veinte, como sigue:
“Y vi, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de las criaturas vivientes y de los ancianos, y el número de ellos era miríadas de miríadas y millares de millares, diciendo con voz fuerte: ‘Digno es el Cordero que fue degollado de recibir el poder y riquezas y sabiduría y fuerza y honra y gloria y bendición.’ Y a toda criatura que está en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, les oí decir: ‘Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la bendición y la honra y la gloria y la potencia para siempre jamás.’ Y las cuatro criaturas vivientes se pusieron a decir: ‘¡Amén!’ y los ancianos cayeron y adoraron.”—Revelación 5:11-14.
38. En vista de esa visión, ¿ante qué selección nos hallamos, y en qué caso seremos favorecidos con espíritu santo?
38 ¿Qué hay de nosotros los que estamos ahora en la Tierra, sí, en la superficie de la Tierra y todavía no “debajo de la tierra” en lugares de entierro? Nos hallamos ante una selección. ¿Participaremos en cumplir esa visión profética por medio de unirnos a las miríadas de miríadas de ángeles santos en dar debido honor al Hijo de Dios asemejado a un Cordero y dar nuestra devoción de corazón a Aquel que está sentado en el trono, Jehová Dios? Si optamos por hacer esto en ejercicio de nuestro libre albedrío, entonces, como a las gloriosas multitudes celestiales, se nos favorecerá con espíritu santo procedente del Dador de todo don perfecto, Jehová Dios.—Santiago 1:17.