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La seguridad espiritual provista para nosotros por DiosLa Atalaya 1975 | 15 de febrero
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ellos. Siendo Él el Altísimo, todo lo demás está debajo de él, y nada de lo que está abajo puede eludir sus poderosas facultades de visión. Inmediatamente puede detectar cualquier movimiento de parte de cualquier cosa o de cualquier persona allá abajo que se dirija contra los que están bajo su “mismísima sombra.” Instantáneamente puede venir a la defensa y preservación de los que tiene cubiertos con su sombra que están alojados con él como huéspedes espirituales. Él como Anfitrión fielmente mantiene su honor tocante a su responsabilidad para con aquellos a quienes agasaja como huéspedes suyos. ¡Cuán consolador este pensamiento! ¿En qué otro lugar podríamos hallar verdadera seguridad espiritual?
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Libertad del temor a peligros espiritualesLa Atalaya 1975 | 15 de febrero
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Libertad del temor a peligros espirituales
1. Para conseguir tal libertad de temor, ¿qué derrotero tiene que seguir uno?
PARA obtener la libertad de temor de peligros espirituales que se describe en el Salmo 91, tenemos que seguir el derrotero que éste prescribe. Con referencia a parte de este derrotero, el salmista pasa a decir: “Ciertamente diré a Jehová: ‘Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré.’”—Sal. 91:2.
2. ¿Quién es identificado así por ese nombre singular, de acuerdo con Éxodo 6:2, 3?
2 Todos tomemos nota de que es a Jehová que el salmista (o aquel a quien él representa) dice: “Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte.” De esta manera identifica al Altísimo y al Todopoderoso como Aquel que lleva el nombre singular Jehová. Esto está de acuerdo con lo que el Altísimo le dijo a Moisés después de su regreso a Egipto: “Yo soy Jehová. Y yo solía aparecerme a Abrahán, Isaac y Jacob como Dios Todopoderoso, pero en cuanto a mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos.”—Éxo. 6:2, 3.
3. Cuando se explayó sobre la importancia de su nombre, ¿qué expresión hebrea usó el Todopoderoso, y qué significó y entrañó ésta, según la vierten algunas traducciones en inglés?
3 Cuando se explayó sobre la importancia de Su nombre, el Todopoderoso dijo a Moisés: “Ehyeh asher ehyeh.” Esa expresión, que se encuentra en el texto hebreo de Éxodo 3:14, significa: “SERÉ LO QUE SERÉ” (Traducción del rabí Leeser); o, “Llegaré a Ser todo lo que me complazca” (Traducción de Rotherham); o, “RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER.” (Traducción del Nuevo Mundo) Esto quiso decir que este Todopoderoso podía adaptarse a las circunstancias de su pueblo, y que, todo lo que necesitara llegar a ser o resultar ser por causa de su pueblo y en armonía con su propósito, podía llegar a ser o llegaría a ser o resultaría ser eso. Podría enfrentarse y se enfrentaría a cualquier situación con buen éxito. De modo que, por esta expresión hebrea, Él no se refería al ser existente por sí mismo, al ser eterno.
4. (a) Según su raíz hebrea, ¿qué significa el nombre Jehová, y con referencia a quién o qué? (b) ¿Qué hay de la aplicación de este nombre al Cristo, el Hijo de Dios?
4 El nombre divino está relacionado con esa expresión. El nombre Jehová fue hecho su nombre “memorial,” “el memorial de mí a generación tras generación.” (Éxo. 3:15) Según la raíz del nombre Jehová en el lenguaje hebreo, parece significar “Él Causa que Llegue a Ser (o, Resulte Ser),” es decir, en lo que toca a Él mismo y en lo que toca a lo que Él llegará a ser o resultará ser, y no tocante a crear cosas. ¿Qué otra persona en todo el dominio de la vida con inteligencia podría darse correctamente un nombre como ése, salvo el Altísimo y Todopoderoso? Ni siquiera el Hijo de Dios, Jesucristo, asumió un nombre semejante a ése. Pudo recibir el nombre que combinó el nombre de Dios con él, como Jesúa o Jesús, que significa “Jehová Es Salvación,” pero nunca el nombre Jehová estrictamente por sí mismo.—Jer. 23:6; 33:16.
5. ¿Por qué es adecuado el que uno diga a Jehová que Él es su “refugio” y “plaza fuerte,” y qué dice sabiamente Proverbios 18:10?
5 Correctamente, entonces, los que son representados por el salmista que habla en el Salmo 91:2 pueden decir a Jehová: “Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte.” Especialmente desde el año posbélico de 1919 E.C. él ha llegado a ser esas cosas para ellos, en un sentido espiritual, por supuesto. Puesto que Jehová es invisible, se requiere fe fuerte para que uno le diga eso a Él, y realmente lo diga en serio y obre en armonía con ello. Sin embargo, ¿qué otra persona hay a la cual huir para seguridad como en un refugio además de Jehová el Altísimo? ¿Qué plaza fuerte podría ser más fuerte o más difícil de atacar y vencer que el Todopoderoso mismo? Realmente fue con inspirada sabiduría que el rey Salomón de la antigüedad escribió: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo y se le da protección.”—Pro. 18:10.
6. Aunque Cristo tiene que ver con ello ahora, no obstante el nombre de ¿quién es invocado para salvación, y quién es aquel que es el “refugio” y “plaza fuerte” para los cristianos?
6 Al fin de cuentas, aunque ahora se hace por medio de Jesucristo el Hijo de Dios, no obstante es el nombre de Jehová que tienen que invocar las criaturas humanas caídas, pecaminosas para la salvación eterna. No solo fue el profeta precristiano Joel quien dijo eso. (Joel 2:32) Fue también el apóstol Pedro quien lo dijo en el día del Pentecostés de 33 E.C., cuando se fundó la congregación cristiana. (Hech. 2:21) Años después, el apóstol Pablo también lo escribió, en Romanos 10:13. Aunque el acceso al Altísimo y Todopoderoso se obtiene ahora solo por medio de su Mediador Jesucristo, no obstante todavía es Jehová en quien tenemos que hallar nuestro refugio y quien es nuestra plaza fuerte invencible.—Sof. 3:12.
EL DIOS EN QUIÉN CONFIAR
7-9. (a) ¿Por qué no impide el uso de la expresión “mi Dios” en el Salmo 91 que éste se aplique a Jesucristo? (b) ¿Cuál fue la exclamación de Tomás que dudaba delante del resucitado Jesús, y qué demostró Juan al insertar ese incidente en su Evangelio?
7 Este Jehová era más para el salmista que un refugio y plaza fuerte. Su completa declaración a Jehová es: “Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré.”—Sal. 91:2.
8 El hecho de que el salmista lo llama “mi Dios” quiso decir que Jehová era Aquel a quien él adoraba como el Ser Divino. Esta sería una expresión apropiada para que Jesucristo mismo la usara para con Jehová, y el uso de la expresión “mi Dios” no impide que el Salmo 91 aplique a Jesucristo. Cuando estuvo a punto de morir en el madero de ejecución fuera de Jerusalén, él citó el Salmo 22:1 y clamó a su Padre celestial: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat.
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