Tome tiempo para orar cada día
1. ¿Qué es una buena práctica antes de comer?
CUANDO la familia se reúne para sus comidas cada día es una buena práctica detenerse primero y expresar agradecimiento por la provisión de alimento. ¿Se detiene usted y da gracias a Dios por el alimento que come? Sí, puede que haya sido el dinero de usted el que lo compró y quizás las manos de usted las que lo cultivaron o lo prepararon para servirlo, pero, cuando uno piensa en ello, ¿verdad que fue nuestro magnífico Creador el que hizo la maravillosa provisión de alimento en primer lugar, como se explica en el libro de Génesis: “Miren que les he dado toda vegetación que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla. Que les sirva a ustedes de alimento”?—Gén. 1:29.
2. (a) ¿Debemos estar demasiado ocupados para reconocer al Dador del alimento? (b) ¿Qué confianza expresaron David y Cristo Jesús?
2 Jehová diseñó maravillosamente la vasta y deliciosa variedad de cosas que comer, como granos, hortalizas, frutas y carnes. ¿Cómo puede alguna persona estar demasiado ocupada para acordarse del Dador de algo tan vital como el alimento que comemos y necesitamos para la nutrición diaria? No se necesitan muchas palabras para mostrar agradecimiento y el reconocimiento que le corresponde a Dios en este respecto. Aquí de nuevo podemos imitar a Cristo Jesús, quien nos enseñó a orar: “Danos hoy nuestro pan para este día.” (Mat. 6:11) Cuando alimentó milagrosamente a millares dijo una bendición. (Mat. 14:14-21) Podemos tener fe en que Jehová no permitirá que su pueblo pase hambre. David tenía esa confianza cuando escribió: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan.”—Sal. 37:25; Mat. 6:31-33.
3. (a) ¿Cuál es una parte importante de nuestra adoración? (b) ¿Por qué debemos llegar a tiempo para el principio de nuestras reuniones?
3 La oración de congregación es una parte vital de nuestra adoración. Mostramos respeto adecuado al estar en las reuniones arregladas para la congregación a tiempo para estar sentados a fin de escuchar cuidadosamente la oración de apertura. Se escoge a un hermano dedicado para representar al grupo en oración. Escuche lo que él dice, al expresarse en oración a Dios. Si usted está de acuerdo con los pensamientos expresados, puede decir de corazón: ‘Amén’ (una palabra hebrea que significa “ciertamente”).—1 Cor. 14:16.
4. ¿Qué efectúa la oración para los que asisten a una reunión?
4 Nos estimula oír expresiones afectuosas de alabanza, acciones de gracias a Jehová, el Oidor de la oración, y peticiones por su espíritu y guía. ¡Qué adecuado es orar al principiar y terminar nuestras reuniones para estudio y entrenamiento bíblicos! Ayuda al asistente a despedir pensamientos que distraen y presta una atmósfera de seriedad al arreglo. Tanto jóvenes como ancianos pueden escuchar y aprender a temer y obedecer a Dios al reunirse. (Deu. 31:12) Verdaderamente la preciosa provisión de la oración en nuestras reuniones enlaza a nuestros hermanos en amor y unidad y nos ayuda a tener presentes a los que no pueden asistir. (Hech. 12:5) El orar juntos enlaza a una congregación y, junto con otras bendiciones espirituales de las reuniones, incita a todos al amor y a las obras excelentes.—Heb. 10:24, 25.
ORACIONES PERSONALES
5, 6. (a) ¿Se requiere alguna posición o formalidad especial cuando se ofrece la oración? (b) ¿Por qué ayuda el arrodillarse?
5 El hablar con Dios no debe circunscribirse a la hora de las comidas y a las reuniones de congregación. Cada día podemos hallar muchas ocasiones para conversar con nuestro Padre en el cielo. No se requiere cierta posición especial ni hay ninguna formalidad que seguir. El apóstol Pablo, después de describir nuestra armadura espiritual, siguió con estas palabras: “Mientras que con toda forma de oración y ruego se ocupan en orar en toda ocasión en espíritu.”—Efe. 6:18.
6 El arrodillarse cuando uno ora le ayuda a tener la correcta actitud mental. Es una manera sumamente respetuosa de acercarse al Soberano del universo. (Efe. 3:14) En algunos países la costumbre es inclinarse ante la gente. Es sumamente adecuado inclinarse ante la Mayor Persona viva. La invitación del Salmo 95:6 es: “Oh vengan, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.” Es sencillamente maravilloso pensar que no se necesita ninguna cita; a cualquier hora o en cualquier parte se puede hacer una petición breve o una expresión de gratitud a Dios por medio del conducto, Cristo Jesús.—Juan 16:23.
7. (a) Mencione dos cosas vitales que considerar al hablarle a Dios. (b) ¿Por qué es bueno estar en un lugar tranquilo?
7 El hablar con Dios es asunto del corazón así como de la mente. El salmista enfatizó este punto, diciendo: “He llamado con todo mi corazón. Respóndeme, oh Jehová.” (Sal. 119:145) En vez de una posición física especial para orar o un lugar especial, lo que uno dice y el motivo detrás de las palabras es lo que vale. No diga las mismas cosas repetidas veces. A algunos les parece que la oración es más eficaz así. Pero eso no es lo que Jesús recomendó. (Mat. 6:7) No es bueno aprender las palabras de memoria con este propósito. En la oración sincera las ideas y los pensamientos son los que significan más. La adoración tiene que ser de corazón, no simplemente de labios. (Mat. 15:8) Es provechoso y ayuda a la concentración procurar un lugar tranquilo para hablar con Dios.—Vea Mateo 6:6; Marcos 1:35; Lucas 9:18.
8. ¿Por qué debe hacerse una confesión de pecados? ¿Sobre qué base?
8 Además de sus necesidades básicas y otras peticiones, ¿confiesa usted sus pecados de la manera bíblica? Sobre la base de la bondad amorosa y misericordia de Jehová, ahora podemos suplicar el perdón de nuestros pecados por medio del sacrificio de Cristo. (Núm. 14:17-19) Hay un solo mediador, Cristo Jesús, el camino designado para acercarse a Dios. (1 Juan 1:9; 1 Tim. 2:5) Por supuesto, si queremos perdón nosotros a la vez tenemos que estar dispuestos a perdonar, como se muestra en Lucas 11:4. Es bueno recordar que, sin importar cuánto perdone usted a otros, usted jamás perdonará al mismo grado que Dios lo ha perdonado a usted.
9. (a) ¿Qué más hay que hacer para que se muestre misericordia? (b) Describa una provisión amorosa de ayuda.
9 Una confesión sincera de pecados y error le ayuda a uno a seguir adelante con una conciencia mejor. (Sal. 32:5) Sin embargo, no confiese sus pecados por la noche y pida que le sean perdonados si al día siguiente usted no hace el debido esfuerzo para vencer la debilidad en particular. El proverbio dice sabiamente: “El que está encubriendo sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que las está confesando y dejando se le mostrará misericordia.” (Pro. 28:13) A veces también hay que pedir ayuda a los hombres de mayor edad de la congregación, pidiendo sus oraciones a favor de uno, como se muestra en Santiago 5:14-16. Este arreglo amoroso es otra provisión excelente para nuestro bienestar espiritual.
10. ¿Qué beneficios resultan de hacer de la oración un hábito?
10 Al llegar a un conocimiento exacto de la Biblia, uno forma nuevos hábitos a medida que se pone la nueva personalidad. (Col. 3:9, 10) Uno de estos hábitos debe ser el de orar con regularidad. Es bueno levantar el corazón y, donde sea conveniente, la voz a Jehová y hablarle. No se requiere una abundancia de palabras. Cuando, al principiar el día, usted quiere lograr mucho, déle a saber eso. Cuando, al cansarse durante el día, usted necesita fuerza adicional, pídala. Al fin de un día de logro, hay cierta satisfacción; exprese su agradecimiento por ello. Durante todo el día manténgase en comunicación, expresándose. Haga un hábito del confiar en su Padre celestial; entonces gradualmente la oración llegará a formar parte de su vida. Usted disfrutará de este privilegio a grado cabal. “Sean vigilantes en cuanto a oraciones.” “Oren incesantemente.” Establezcan el hábito excelente de hablar con Dios.—1 Ped. 4:7; 1 Tes. 5:17.
11. ¿Qué es ruego, y cuándo se necesita?
11 La Biblia habla de ruego junto con oración, pues el ruego es una forma más intensa de súplica humilde a Dios. (Fili. 4:6) Cristo Jesús oró por Pedro para que su fe no desfalleciera. (Luc. 22:32) Jehová estuvo listo para ayudar a su propio Hijo en tiempo de necesidad. (Heb. 5:7) Hay ocasiones en que una persona necesita ayuda... cuando su fuerza física se acaba, cuando sus facultades mentales están agotadas y cuando hay que resolver problemas serios. Este es el tiempo de apoyarse en su Dios por ayuda, dirección, sabiduría y fuerza. Nos consuela saber que “los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por auxilio.”—Sal. 34:15.
12. ¿Qué suministró Jehová para ayudar en nuestra guerra?
12 En vista del hecho de que nuestros enemigos son más poderosos que nosotros, no es posible subsistir solos, sin ayuda de afuera. Hay la vital armadura espiritual que proviene de Dios, descrita en Efesios 6:11-17, junto con oración y ruego (v. Efe. 6:18), para que podamos permanecer firmes contra el Diablo y los demonios. Por medio de estudio diligente, oración, meditación y la debida asociación con nuestros hermanos cristianos y un deseo de compartir las buenas nuevas con otros, podemos ser saludables en la fe, fuertes y determinados a permanecer en la verdad. Al acercarnos diariamente a nuestro Protector celestial nos acordaremos de mantenernos alerta para pelear la correcta clase de guerra.—1 Tim. 6:12.
13. ¿Qué maravilloso alivio puede obtenerse de las cargas cotidianas?
13 Si usted toma tiempo, no estando demasiado ocupado para orar, usted puede recibir mucho consuelo, sabiendo que Jehová nos ayuda de muchas maneras con nuestros problemas y con las cosas que tienden a abrumarnos. Se nos invita a echar nuestras cargas e inquietudes sobre él, porque él nos asegura que se interesa por nosotros. (Sal. 55:22; 1 Ped. 5:7) Después de haber orado acerca de un asunto hacemos bien en tener la fe de que Dios se encargará de él, es decir, si obramos en armonía con lo que le pedimos. Se nos manda que no nos inquietemos por cosa alguna. (Fili. 4:6) ¿Por qué no aliviar su mente de aquello que le perturbe? Con oración y ruego junto con acción de gracias, dé a saber a Dios sus peticiones.
VENCEDORES CON ORACIÓN
14. (a) ¿Cómo podemos ganar en las pruebas de fe? (b) ¿Cómo debemos considerar el tiempo que empleamos en hablar con Dios?
14 Hemos llegado a un tiempo en que arrostramos la mayor crisis de la historia mundial. Hay pruebas de fe ahora y habrá más en el futuro. Es prudente prestar atención constante a nosotros mismos y a nuestra enseñanza. (1 Tim. 4:16) No es tiempo de arriesgarse. No solo es preciso estar en la carrera, sino que es preciso obedecer las reglas para vida. Una regla es el ser “vigilantes en cuanto a oraciones.” En países donde hay prosperidad es fácil entramparse con el amor a las cosas que se pueden poseer, y uno puede hallar que está poniendo los tesoros terrestres adelante de los tesoros celestiales. También es muy fácil contaminarse con modos de obrar mundanos. Pídale fuerza a Jehová para hablar francamente la verdad cuando sea necesario y fuerza para mantenerse callado cuando pudiera revelar algo confidencial. Los más preciosos momentos de cada día pueden ser aquellos en que se acerca a Dios, pidiendo que le ayude y que guarde sus pasos en Su camino. (Sal. 37:34) Ore no solo que pueda ganar al pasar por pruebas y tentaciones, sino también que pueda conseguir la aprobación divina.
15. (a) ¿Por qué podemos esperar que Dios nos escuche? (b) ¿Debemos expresarnos libremente a él?
15 El hecho de que Dios nos manda que oremos y llena su Palabra con ejemplos de hombres de oración debe convencernos de que podemos esperar que él escuche nuestras peticiones. Ore que usted esté del lado de seguridad, el lado de Jehová de la gran cuestión, y que pueda mantener un gozo profundo de amistad y entendimiento verdaderos con él. Si usted quiere disfrutar de la bendita relación estrecha con Dios, entonces tiene que ser consistente y vivir en armonía estricta con lo que usted le dice. Cuando es preciso tomar decisiones, opte por el proceder que mantenga limpia su conciencia cristiana entrenada. (1 Tim. 1:5, 19) Usted no debería razonar que, puesto que Dios ya conoce nuestros pensamientos más recónditos, no hay por qué decirle nada. Usted debería querer expresarse libremente a él a causa de un deseo sincero de disfrutar de las mejores relaciones con él a todo tiempo.
16. (a) ¿Qué actitud debe mantener el cristiano? (b) ¿Debe uno hablar con Dios y servir a su enemigo?
16 En nuestra petición también debemos incluir el mantener una actitud teocrática para que no le estemos hablando a Dios y realmente estemos sirviendo a su enemigo principal. El que está dedicado y bautizado para hacer la voluntad de Dios no debe estar pensando ni obrando en pro del enemigo. La regla bíblica es que uno no puede estar sirviendo a dos amos. (Mat. 6:24) Tampoco podemos estar cojeando entre dos opiniones, dividiendo nuestra adoración y servicio entre la organización de Jehová y la organización de Satanás. (1 Cor. 7:23) Quizás algunos no arguyan abiertamente contra la verdad o la manera en que Dios hace las cosas pero por otra parte quizás rehúsen obrar en armonía con las cosas buenas que han aprendido y así se opongan a la dirección de avanzar. Al mantener una relación íntima con Dios, usando ese puente espiritual de la oración, la persona estará más inclinada a tener presente el siempre permanecer leal y fiel a Dios.
17. (a) ¿Cómo puede una persona efectuar más de lo que le parece que puede? (b) ¿A qué fuente de fuerza debe recurrir?
17 Sus hábitos de orar jamás deberían deteriorarse a una simple rutina o formalidad. Continúe acercándose al Dios Altísimo con plena fe y siempre pida lo que esté en armonía con su voluntad. (1 Juan 5:14, 15) La fe no es una cualidad que solo ha de asignarse a los hombres de tiempos bíblicos. Nosotros podemos orar por más fe a fin de efectuar más de lo que ‘pensamos que podemos.’ El leer el texto de Efesios 3:20 debería animarnos a recurrir con más regularidad a este depósito invisible de fuerza ilimitada a fin de llevar a cabo la voluntad de Dios para nosotros: “Ahora a aquel que, según su poder que está operando en nosotros, puede hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos . . .” Siéntase libre para pedir lo que precisa para sus necesidades físicas, así como bendiciones espirituales y el triunfo de la justicia, y que sea un testigo mejor y más fuerte, listo para dar al instante una explicación excelente y lógica de la verdad.
18. (a) ¿Deberíamos olvidarnos de orar? (b) ¿Por qué necesitamos la oración?
18 Teniendo los principios de la fidelidad y la lealtad a los intereses de Jehová fijos en nuestra mente y corazón, permanezcamos fuertes en la fe, perseverando en la oración para que jamás nos desviemos de la senda de la justicia. (Rom. 12:12) Debe sernos inconcebible ahuyentar a Jehová Dios de nuestra mente siquiera por un día de nuestra vida dedicada. Considere por un momento el gozo, la fuerza, la confianza y la serenidad que tiene el pueblo del nombre de Jehová porque sabe cómo alcanzar a su Padre en el cielo por vía de la oración. (Juan 16:24) Necesitamos pensar a menudo en nuestro precioso privilegio de la oración a fin de que seamos afianzados a nuestros lugares asignados en la organización de Jehová, que va ensanchándose cada vez más. Queremos estar siempre dispuestos a aceptar todo lo que se suministra amorosamente para mantener nuestra devoción de toda alma al Oidor de la oración.
19. ¿Qué excusa se oye en el ministerio del campo, y podemos nosotros usar adecuadamente esa excusa para no orar?
19 Cuando se presenta el mensaje del Reino a otros, a menudo se oye la respuesta: “Estoy muy ocupado.” Es difícil desentrañar por qué la gente está demasiado ocupada para escuchar un mensaje bíblico. Sin embargo, por otra parte, ¿hallamos en nuestro propio proceder que de hecho estamos diciendo que estamos demasiado ocupados para hablar con Dios o para escuchar su Palabra por medio de estudiarla con regularidad? Tenga cuidado de no dejarse atrapar en un remolino de actividad que furtivamente ahogue su aprecio de conversar con Dios. En otras palabras, jamás permita que se derrumbe ese puente espiritual al entendimiento y amistad verdaderos con Jehová Dios.
20. ¿Qué invitación debemos aceptar diariamente?
20 Estemos siempre felices por la invitación divina a orar: “Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad.” (Sal. 145:18) Sepa con seguridad que por medio del milagro de la oración Jehová puede escucharle a usted. El hablar con él verdaderamente es un privilegio sumamente sagrado y atesorado. Si usted aprecia ese hecho, orará. Tome tiempo para hacerlo todos los días.