La curación de más importancia
1. ¿Cómo están todavía activos como Sanadores Dios y Cristo?
JEHOVÁ Dios y Cristo Jesús todavía están activos como los grandes Sanadores. Pero ¿cómo puede ser eso siendo que está diecinueve siglos en lo pasado el tiempo cuando se concedía el don del espíritu para curar a enfermos corporalmente? ¿Cómo, además, ha continuado hasta este día su programa de sanidad a favor de sus testigos cristianos? ¿De qué manera está llevando a cabo curaciones ahora? Las Escrituras contestan que él ahora está efectuando esas maravillas de una manera más grande que la manera física o corporal, a saber, de una manera espiritual.
2. En este respecto ¿qué pasan por alto los que abogan por curaciones divinas ahora? Y ¿por qué no aprecian esto las personas con inclinaciones naturales?
2 Los religiosos que usan milagros sobre el cuerpo humano como su dogma sobresaliente y para sostener su pretensión de ser el pueblo de Dios dan mayor importancia a lo que es físico o natural. Pasan por alto los milagros más grandes de Dios que se efectúan de una manera espiritual. Los milagros físicos de los días apostólicos de hace mucho sólo ocupaban un puesto secundario con referencia a los milagros espirituales que eran más maravillosos y más importantes. Las curaciones físicas cesaron al debido tiempo así como se había predicho, pero las obras que tienen que ver con la transformación espiritual han continuado a través de los siglos y aun hasta ahora. Las personas de este mundo con inclinaciones naturales no podrán apreciar estas maravillas más grandes y vitales, y no las estimarán ni les darán importancia ni creerán que son verdaderas. Acerca de esto el apóstol dice: “Pero el hombre físico no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque son insensatez para él, y él no las puede entender, porque se examinan espiritualmente.”—1 Cor. 2:14, NM.
3. ¿Cómo son más importantes y durables los efectos de los milagros espirituales?
3 Pero hoy centenares de miles de personas de buena voluntad están empezando a apreciar estas obras maravillosas que son mucho más importantes para alcanzar vida eterna en el nuevo mundo que lo que jamás pudieran ser las curaciones físicas temporarias en este mundo. Los buenos efectos físicos de las curaciones milagrosas corporales que algunos recibieron en los tiempos apostólicos terminaron con su muerte. Los buenos efectos que han sentido aquellos que han creído y experimentado el poder de Dios por medio de Cristo de una manera espiritual continúan, porque todavía los tendrán cuando sean resucitados a la vida en el nuevo mundo prometido. Entonces no digamos ser cristianos y al mismo tiempo no ser nada más que ‘hombres físicos que no reciben las cosas del espíritu de Dios ni las entienden’.
4. ¿Cuál curación de ceguedad fué más importante, la natural o la espiritual?
4 Jesús y los discípulos que habían recibido dones dieron vista a los ciegos para que pudieran ver el mundo natural que los rodeaba. Hay, sin embargo, una ceguedad espiritual que es mortífera, por la cual el Diablo es verdaderamente responsable. “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no penetre a través.” (2 Cor. 4:4, NM) Los ojos de la mente o del entendimiento tienen que estar abiertos para que uno pueda ver la luz de la vida, de otro modo tropezaremos y caeremos en la destrucción. Los guías religiosos ciegos guiaron al pueblo judío ciego al hoyo donde ambos cayeron juntos en la destrucción. (Mat. 15:14, NM) Entonces, ¿cuál es más vital, remover la ceguedad física o la mental? ¿Cuál milagro es más grande, el físico o el espiritual?
5, 6. ¿Qué comparación había entre los milagros físicos y los milagros espirituales de una clase correspondiente?
5 Además, Jesús y sus discípulos que tenían el don para curar hicieron a los sordos oír, a los mudos hablar, a los cojos andar, y a los leprosos los limpiaron suficientemente para que entraran al templo junto con otros adoradores de Dios. Pero esos milagros físicos no pueden compararse con los milagros espirituales que hacen a personas que antes estaban sordas en cuanto a la Palabra de Dios ahora escucharla con entendimiento. Por medio de milagros espirituales aquellas personas cuyas lenguas estaban mudas en cuanto a la alabanza de Dios abrieron su boca para declarar su fama, para predicar su Palabra y para testificar acerca de su reino. Aquellos que estaban cojeando en incertidumbre y de acuerdo con normas morales humanas y la justicia propia tradicional y la respetabilidad mundana recibieron fuerzas para andar firmemente en el camino de la justicia de Dios por medio de Cristo, manteniéndose intransigentemente en el camino angosto que conduce a la vida eterna. Los que estaban infectados con la lepra del pecado aceptaron la verdadera limpieza y dejaron ese estado repugnante como transgresores de la ley de Dios, siendo lavados en la sangre de Jesús.
6 Jesús y sus apóstoles levantaron a muertos: la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Naín, Lázaro, Dorcas, Eutico. Pero ¿fué más grande el milagro de resucitar a esas personas que estaban muertas físicamente y que tenían que volver a morir en la carne que el milagro de levantar a la gente que estaba muerta para con Dios debido a su condición alejada y pecadora, para que viviera, actuara y sirviera a Jehová Dios? Para los cristianos ungidos esto significa vida inmortal en el nuevo mundo, gloria con Jesús en su reino celestial. A los que reciben esta resurrección espiritual durante este mundo se les escribe: “Además, es a ustedes a quienes Dios dió vida aunque estaban muertos en sus transgresiones y pecados, . . . Dios, que es rico en misericordia, a causa del gran amor con que nos amó, nos dió vida junto con el Cristo, aun cuando estábamos muertos en transgresiones por bondad inmerecida han sido salvados y nos levantó juntos y nos sentó juntos en los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús.”—Efe. 2:1-6, NM.
7. ¿Qué profecías citó Jesús refiriéndose a los milagros de curación? Y ¿a qué clase de curación?
7 Cuando Jesús en Nazaret anunció su comisión como el Enviado de Dios, el Mesías, a aquellos judíos en la sinagoga, él se refirió a los milagros de curación espiritual que él había de realizar, diciendo: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despedir a los quebrantados con una exoneración, para predicar el año aceptable de Jehová.” (Luc. 4:16-19, NM) Jesús dió énfasis una vez más al hecho de que lo más necesario y más importante es la curación espiritual cuando citó de la profecía de Isaías otra vez para explicar por qué le predicaba a la gente en parábolas: “Por esa razón, les hablo a ellos con el uso de ilustraciones, porque, mirando, ellos miran en vano, y oyendo, ellos oyen en vano, ni perciben tampoco el sentido; y para con ellos se está cumpliendo la profecía de Isaías que dice: ‘Por medio de oír, ustedes oirán pero de ningún modo percibirán el sentido de ello; y, mirando; ustedes mirarán pero de ningún modo verán. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos han oído con aburrimiento, y han cerrado los ojos; para que nunca puedan ver con sus ojos y oír con sus oídos y percibir el sentido de ello con su corazón y volver, y yo los sane.’”—Mat. 13:13-15, NM.
8. ¿Qué milagros necesitaban esos judíos religiosos? ¿Por qué?
8 Lo que esos judíos religiosos necesitaban eran milagros espirituales, para abrir sus ojos mentales, para destapar los oídos de su entendimiento, para remover la cubierta engrosada de egoísmo que encerraba su corazón. Entonces podrían ver por primera vez lo que Dios estaba haciendo y podrían identificar el Mesías a quien él había enviado y podrían volverse de su camino mundano de propia justicia y recibir curación espiritual de Jehová Dios. A pesar de todos los milagros que Jesús obró sobre cuerpos humanos la mayor parte de los judíos nunca se dirigieron a él y a sus apóstoles para que ellos arreglaran espiritualmente sus ojos, oídos y corazón y así fueran curados del pecado y de sus consecuencias y para que fueran levantados a la vida como el Israel espiritual de Dios. Por esa razón la nación del Israel natural, que rehusó creer sin señales y maravillas, fué rechazada por Dios. Su santa ciudad y templo fueron destruídos, su nación fué quebrantada y sus miembros fueron esparcidos a los cuatro vientos como un pueblo despreciado y maldecido.
REMEDIO RESTAURATIVO
9, 10. ¿Sobre quiénes en este siglo ha efectuado Dios un milagro sobresaliente, y cómo lo predijo por medio de Jeremías?
9 Las personas que están fascinadas por la idea de curaciones divinas mediante milagros físicos en este día están ciegas al hecho de que el gran programa de sanidad de Jehová está operando poderosamente en este día, que él está efectuando maravillosos milagros de curación espiritual para que vivamos en ese glorioso nuevo mundo que está inmediatamente delante de nosotros. El milagro que sobresale es aquel que él ha efectuado sobre el resto de sus fieles testigos que forman su organización teocrática visible. Él predijo ese milagro hace veinticinco siglos cuando la Jerusalén antigua estaba amenazada con destrucción a manos de los ejércitos caldeos bajo Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Leemos:
10 “Porque así dice Jehová, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad, y acerca de las casas de los reyes de Judá, las cuales han sido derribadas para hacer defensas contra los terraplenes y contra las hachas (ellos vienen para pelear contra los Caldeos, mas es realmente para llenar aquellas casas de cadáveres de hombres, a quienes yo he herido en mi ira y en mi indignación, y a causa de todos sus pecados he escondido mi rostro de esta ciudad): He aquí que yo le traeré a esta ciudad sanidad y curación; y a sus habitantes yo los sanaré, y les revelaré la abundancia de mi paz y fidelidad. Y haré volver los cautivos de Judá, y los cautivos de Jerusalem; y los restituiré como al principio. Y los limpiaré de todas sus iniquidades con que han pecado contra mí; y perdonaré todas sus iniquidades con que han pecado contra mí, y con que se han rebelado contra mí. Y esta ciudad me será un nombre de regocijo, una alabanza y una gloria, delante de todas las naciones de la tierra; las cuales oirán de todo el bien que yo le haré, y temerán y temblarán a causa de todo el bien y a causa de toda la prosperidad que le voy a conceder.”—Jer. 33:1-9.
11. ¿Cómo llegó a estar el resto en una condición necesitando curación?
11 Durante los años de la primera guerra mundial, 1914 a 1918, el resto del Israel espiritual llegó a estar bajo el disfavor de Jehová. Su reino mediante su Cristo había nacido en los cielos en 1914, al fin de los “tiempos señalados de las naciones” en ese año; pero, porque estaban bajo la premura de la persecución, opresión y oposición internacional durante esos años de guerra, premura que llegó a su punto culminante en 1918, los testigos de Dios sufrieron un fracaso y su organización sufrió un quebrantamiento y ellos vinieron a estar en cautiverio al sistema mundial de la Babilonia moderna. Pero desde 1919 en adelante ellos llegaron a apreciar su condición espiritual. Suplicaron algún remedio restaurativo divino. Su súplica fué formulada aptamente por Jeremías que predijo el cautiverio del Israel espiritual: “¡Sáname, oh Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza! He aquí que ellos me están diciendo: ¿Dónde está la palabra de Jehová? ¡rogámoste que se cumpla! En cuanto a mí, no me he retirado de apacentar tu grey en pos de ti.” (Jer. 17:14-16) Los corazones del resto estaban quebrantados debido al disfavor aparente de Dios, y porque, a causa del temor y entendimiento erróneo, ellos habían sido obligados a abandonar su servicio.
12. ¿Cómo curó y revivificó al resto? ¿Cómo respondió éste?
12 Dios oyó la oración de su resto que estaba arrepentido y quebrantado de corazón. Los recogió, reparó las brechas en su organización y los reorganizó para un servicio aun más efectivo que antes. Los edificó sobre la tierra como su organización teocrática visible para representar a su Jerusalén celestial que ahora estaba radiante con la gloria del Reino. Aquí se necesitaba, no una curación física de organismos carnales, sino una curación espiritual del resto de sus testigos, para recobrarlos de ese temor impuro y de la insensatez religiosa. “Envía su palabra, y los sana, y los hace escapar de sus destrucciones.” (Sal. 107:17-20) Les abrió los ojos y los oídos todavía más para que recibieran entendimiento bíblico. Por algún tiempo ellos habían yacido como muertos debido a las leyes y medidas represivas de este mundo, pero ahora fueron revivificados por el espíritu de Dios. Se pusieron de pie y se ocuparon en la actividad libre y denodada como sus testigos para hablar las buenas nuevas de Su reino a todas las naciones. ¡Fué una verdadera resurrección espiritual! (Apo. 11:7-12) De modo que fueron librados de su cautiverio y fueron juntados en una unidad inquebrantable de fe y acción. Ellos fueron grandemente consolados por todo este entendimiento bíblico y por estos privilegios gozosos de servicio. Sus lenguas fueron libradas para que cantaran: “Alaben a Jehová; porque es bueno cantar alabanzas a nuestro Dios; porque es grato, y la alabanza es decorosa. Jehová es el que edifica a Jerusalén; él recoge a los desterrados de Israel. Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.”—Sal. 147:1-3, AN.
13. Entonces ¿cómo ha llegado a ser un gozo, alabanza y gloria delante de todas las naciones la ciudad u organización de Jehová, y con qué iluminación?
13 De este modo, por medio de esta obra restaurativa de misericordia para con su resto ungido, el gran Médico celestial efectuó un milagro moderno de curación espiritual. Ha asombrado a la cristiandad, pero también la ha disgustado. La organización restaurada del pueblo de Jehová tiene una abundancia de la paz, verdad y prosperidad espiritual con que él la ha llenado. Mediante el activarlos en su obra de testimonio en todas partes de la tierra Él ha hecho que su organización sea una alabanza y una gloria para él entre todas las naciones, y el nombre “testigos de Jehová” ha llegado a ser un gozo para una multitud sin número. Para su organización teocrática visible éste es un día de brillo entre tanto que siguen aumentando la tristeza y obscuridad entre las naciones del mundo. Ella tiene luz celestial día y noche; y la luz aumenta hasta llegar a la iluminación de un día perfecto, a la brillantez de una semana de días todos concentrados en uno. Así como fué predicho: “También, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será septuplicada, como la luz de siete días; en el día en que vendare Jehová la contusión de su pueblo y sanare la llaga de su herida.”—Isa. 30:26.
14. ¿Cómo prueba esta curación que el reino de Jehová se ha establecido?
14 El restaurar Dios a sus testigos a su organización teocrática y el confiarles la embajada de su reino entre la gente de todas las naciones, es en cumplimiento de profecía bíblica. Constituye evidencia convincente a sus testigos de que el reino prometido se ha establecido en los cielos. Jehová ahora reina sobre la tierra por medio de su Cristo a quien él ha entronizado como Rey del nuevo mundo. Así como Job hace mucho fué restaurado de su cautiverio en el poder de Satanás y fué sanado de su enfermedad mortífera y fué vindicado, asimismo el fiel resto de Dios ha experimentado una restauración, un perdón de sus pecados, y una curación espiritual. Y así como el mendigo Lázaro murió en cuanto al estado enfermo y hambriento en que estaba a la puerta del hombre rico donde los perros despreciados lamían sus úlceras, asimismo el resto de los testigos de Jehová ha experimentado un cambio de condición desde 1918. Igual que Lázaro, ellos ahora se encuentran en el seno de favor del Abrahán mayor, Jehová Dios. (Luc. 16:19-25) Ellos ya no se sienten enfermos espiritualmente. Están en Su organización teocrática, una ciudad de salud espiritual radiante. Una vez encojados por el mundo enemigo, ellos ahora le quitan la presa al mundo, las personas de buena voluntad. ¿Por qué es así ahora? La respuesta profética nos viene: “Porque Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Legislador, Jehová es nuestro Rey; él nos salvará. . . . se reparte entonces el botín de despojos abundantes; y hasta los cojos arrebatan la presa. Y no dirá más el habitante: Estoy enfermo; al pueblo que mora en ella le habrá sido perdonada su iniquidad.”—Isa. 33:22-24.
LA CRISTIANDAD RECHAZA EL ÚNICO REMEDIO
15. ¿Qué han logrado los sanadores de la cristiandad en cuanto a su salud física?
15 Colocada en contra del resto de los testigos de Jehová en este día está la gran organización de la cristiandad, que se jacta de haber tenido su principio con el apóstol Pedro. Después de siglos de existencia, por lo menos dieciséis siglos desde el día del emperador Constantino, ¿presenta ella un cuadro de salud física y espiritual? La ciencia médica ha hecho grandes adelantos en ella pero ¿de qué le han servido? Las personas que practican curaciones por la fe en la ciencia cristiana o en la ciencia judía, y aquellos que abogan por curaciones divinas mediante la oración y la imposición de las manos, ¿cuánto han logrado para el alivio de la cristiandad? Ni siquiera han podido eliminar el resfriado común, sin mencionar los grandes asesinos: las enfermedades del corazón, el cáncer, la artritis, la tuberculosis, la pulmonía, las enfermedades de los riñones y del hígado, las úlceras pépticas, etc.
16. ¿Cuál es su condición además de eso, y qué clase de curación necesita ella más?
16 Pero además de eso, considere la condición todavía peor de la cristiandad en cuanto a su vida social, política, económica, judicial, moral y religiosa. Su condición se describe aptamente por Isaías cuando habla de su prototipo antiguo, Israel: “¡Oh, gente pecadora, pueblo cargado de iniquidad, raza malvada, hijos desnaturalizados! Se han apartado de Yavé, han renegado del Santo de Israel, le han vuelto las espaldas. ¿A qué castigaros todavía, si todavía os habréis de rebelar? Toda la cabeza está enferma; el corazón, todo malo. Desde la planta de los pies hasta la cabeza, no hay en él nada sano. Heridas, hinchazones, llagas podridas, ni curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.” ¿Qué, pues, es lo que más necesita la cristiandad, la curación de los órganos físicos de su gente o su curación espiritual?
17. ¿Por qué es esa curación la de más importancia? ¿Cómo la prescribe Isaías?
17 Tiene que admitirse que sí hay necesidad seria de curaciones físicas. No obstante un bienestar físico no la salvaría de los ayes y destrucción de la inminente guerra del Armagedón. La curación espiritual es más urgente, es de más importancia, es la curación que es verdaderamente vital. Porque solamente los que buscan y ganan el recobro espiritual podrán sobrevivir las terribles desolaciones y destrucciones de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” para entrar al nuevo mundo saludable. Colocando la terapéutica espiritual en primer lugar, el profeta Isaías prescribió la manera en que debería proceder la cristiandad y describió los resultados seguros: “Venid y entendámonos, dice Yavé: Aunque vuestros pecados fuesen como la grana, quedarían blancos como la nieve. Aunque fuesen rojos como la púrpura, vendrían a ser como la lana blanca. Si vosotros queréis, si sois dóciles, comeréis los bienes de la tierra. Si no queréis y os rebeláis, seréis devorados por la espada. Lo dice la boca de Yavé.”—Isa. 1:4-6, 18-20, NC.
18. ¿Qué manifiestan ser los médicos a quienes consulta la cristiandad?
18 Pero la cristiandad es como el rey Asa de la antigua Jerusalén al tiempo de su enfermedad grave. Acerca de él está escrito: “Sin embargo, en su enfermedad no acudió a Jehová sino a los médicos.” (2 Cró. 16:12) Hoy la cristiandad ha volteado la espalda y ha pasado por alto el verdadero remedio que Jehová prescribe en su Palabra y llama a sus médicos religiosos a su lecho de muerte. Estos, con sus filosofías paganas, tradiciones de los hombres, ritos vacíos, ceremonias y años santos, y pensamientos mundanos, resultan ser lo que Job dijo tocante a sus amigos falsos, “fraguadores de mentiras” y “médicos de ningún valor”—Job 13:4.
19. ¿Cómo han llenado estos médicos clericales las descripciones de Jeremías y Ezequiel acerca de sacerdotes, profetas y pastores?
19 Igual que Jeremías nosotros bien podemos hacer la pregunta: “¿No hay acaso bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿por qué pues no han sido curadas las heridas de la hija de mi pueblo?” (Jer. 8:22) Los médicos clericales son charlatanes en lo que toca al bienestar espiritual de la gente, el laico. Con dos guerras mundiales ya anotadas en su contra y con la tercera amenazando a la cristiandad, y, peor de todo, estando amenazada por la venida inevitable del Armagedón, el clero ha llenado la descripción que dió Jeremías de los guías religiosos que no lograron evitar la destrucción de Jerusalén: “Desde el menor hasta el mayor de ellos, cada uno es dado a ganancias injustas; y desde el profeta hasta el sacerdote, cada uno practica el engaño. Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.” (Jer. 6:13, 14) El profeta Ezequiel (34:4) testifica que ellos han desatendido los intereses espirituales eternos de las ovejas de Dios: “A las débiles no habéis corroborado, a las enfermas no habéis curado, a las perniquebradas no habéis vendado, a las dispersas no habéis hecho tornar al redil, a las perdidas no habéis buscado; sino que con fuerza las habéis regido, y con rigor.” Por eso la Palabra de Dios les anuncia ayes que les vendrán cabalmente con su destrucción en el Armagedón.