Parte 12—“Hágase tu voluntad en la tierra”
En este capítulo 4 de “Hágase tu voluntad en la tierra” han pasado ante nosotros cual relámpago “Vistas anticipadas del reino de Dios” según las reflejaron el reino del rey sacerdote Melquisedec de la antigua ciudad de Salem y los reinos de los reyes de David y Salomón sentados sobre “el trono de Jehová” en la misma ciudad, pero engrandecida y llamada Jerusalén. Esta ciudad santa y su templo en honra de Jehová fueron destruídos por el rey Nabucodonosor de Babilonia en 607 a. de J.C. ¿Cuánto tiempo había de quedarse sin funcionar el reino de Jehová sobre la tierra, según lo representó su reino típico trastornado o echado abajo en Jerusalén? De acuerdo con el sueño respecto a un árbol grande que se le envió al rey Nabucodonosor y que más tarde fué interpretado por el profeta de Jehová, Daniel, tal como se registra en el capítulo 4 del libro de Daniel, el reino de Jehová había de seguir inactivo para con la tierra por un período de “siete tiempos” de supremacía y dominación gentiles sobre la tierra. Estos “siete tiempos,” que durarían 2,520 años, empezaron al tiempo que Jerusalén y su territorio de Judá fueron desolados en 607 a. de J.C. y terminaron en el año históricamente señalado de 1914 (d. de J.C.). Según el sueño acerca del árbol grande, como se lo interpretó Daniel a Nabucodonosor, algo de importancia universal había de acontecer entonces. ¿Qué?
42. ¿Por qué significaría todo esto que en 1914 (d. de J.C.) la dominación tendría que pasar a manos del reino restaurado de Dios, y qué mostraría esto acerca de Dios?
42 ¿Qué quiso decir todo esto en cuanto a la dominación mundial al fin de los “siete tiempos” en el otoño del año 1914 (d. de J.C.)? Nada menos grandioso y maravilloso que esto: que la dominación debería pasar a manos del reino restaurado de Dios, porque entonces habrían llegado los “tiempos de la restauración de todas las cosas de las cuales Dios habló por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21) El principio de los tiempos señalados de las naciones fué marcado por la ruina del reino típico de Dios en Judá y por el hollar a su capital, Jerusalén, bajo las naciones gentiles. El fin de esos “siete tiempos” de 2.520 años tenía que marcar el fin de esa ruina del reino y del hollar a su capital simbólica. ¿Cómo? Mediante el restablecimiento del reino de Dios de acuerdo con el pacto para el reino hecho con David, más allá del poder de las naciones mundanas para hollarlo. En seguida, para mostrar que él gobierna el reino de los hombres, Jehová el Dios Altísimo tiene que dárselo a quien quiera dárselo Él. Tiene que poner sobre dicho reino al más bajo de los hombres.—Dan. 4:17, Mod.
43. ¿Cómo fué el “más bajo de los hombres” aquel a quien Jehová dió el reino?
43 Eso significa que Él tiene que dárselo al Hijo ungido de David, Jesucristo, a quien se le tenía por el más bajo de los hombres, tan bajo, de hecho, que sin motivo se le llamaba sacrílego, blasfemador, sedicioso, borrachín y glotón, y fué empalado sobre un madero de tormento como un esclavo criminal. Él se rebajó del cielo a la tierra por medio de deshacerse de su poder y gloria celestiales y tomar la forma de un esclavo y llegar a ser hecho a semejanza de los hombres. En la tierra él tomó sobre sí el yugo de Dios e invitó a otros a tomar su yugo sobre ellos, porque, dijo él: “Soy de genio apacible y humilde de corazón.” Luego “se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento.”—Fili. 2:5-8.
44. Debido a esa humildad tan manifiesta, ¿qué tuvo que hacer Jehová con Jesús según el pacto para el Reino, y qué evento se aproxima ahora?
44 Debido a esta humildad Dios tiene que exaltar grandemente a Jesús, exaltarlo más alto que el rey David, que reinó sobre el monte de Sión terrestre. El Dios Altísimo tiene que exaltarlo para que llegue a ser el “Señor” de David por medio de sentar a este Hijo ungido de David a Su propia diestra, en segundo lugar a él mismo en el universo. El reino de Dios restaurado sobre la humanidad por eso tiene que establecerse en el cielo, como si fuera, sobre un monte de Sión celestial, no sobre el monte de Sión terrestre en el Medio Oriente. Entonces Jehová Dios tiene que enviar la vara de poder de su ungido Rey desde este Sión celestial con el mandato: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.” (Sal. 110:1, 2; Apo. 14:1) Entonces cuando Jehová da la orden Jesucristo tiene que proceder al magullamiento de aquella “serpiente original,” Satanás, en la cabeza. Ese acontecimiento se acerca. Este reino del Hijo de David tiene que bendecir al Dios Altísimo, así como lo hizo el restaurado Nabucodonosor. Tiene que bendecir a todos los hombres de buena voluntad.
CAPITULO 5
LA MARCHA DE LAS POTENCIAS MUNDIALES
1. ¿Qué marcha empezó en 607 a. de J.C., y cómo sabemos que Jehová Dios previó la marcha y los que marcharían?
DURANTE el transcurso de los 2,520 años de los “tiempos señalados de las naciones” los hombres y los ángeles han observado la marcha de las potencias mundiales en un gran desfile sobre la tierra. La marcha empezó en 607 a. de J.C., cuando los 2,520 años comenzaron a contarse. Pero mucho antes de eso el sapientísimo Rey del cielo, Jehová Dios, previó la marcha y las potencias sucesivas en la línea de procesión. Como prueba impresionante de su previsión inequívoca él predijo la marcha y los que marcharían, hasta nombres y detalles característicos de éstos, para que pudiéramos identificarlos. Maravillosamente él hizo que la historia de éstos se escribiera con mucha anterioridad. Por eso su Palabra sagrada, la Santa Biblia, contiene mucha historia escrita de antemano, historia que las historias escritas por hombres acerca de sucesos pasados ahora confirman asombrosamente.
2. ¿Desde qué punto de vista solamente podemos entender lo que ha acontecido desde 1914 d. de J.C., y por eso con qué nos enfrentamos ahora?
2 Es solamente desde el punto de vista de la Palabra profética de Jehová que podemos entender y apreciar lo que ha estado aconteciendo sobre la tierra desde que terminaron los “tiempos señalados de las naciones” en el otoño de 1914 (d. de J.C.). Se acerca a su fin la marcha larga de las potencias mundiales. Nos enfrentamos ahora a sucesos de carácter destrozador para el mundo. La historia de Jehová escrita de antemano nos lo asegura.
3. ¿Cuándo empezó la marcha de las potencias mundiales con Babilonia, y debido a qué acción por parte de Babilonia?
3 La marcha durante los “tiempos señalados de las naciones” empezó con Babilonia. Mucho antes de eso, Nemrod, el biznieto de Noé, había establecido a Babilonia en el valle de Mesopotamia, unos 2,239 años antes de la era cristiana. Pero antes de llegar a ser una potencia mundial que tuviera que ver con los testigos de Jehová Dios ella fué precedida por otras dos potencias mundiales; la primera, Egipto, y la segunda, Asiria. Solamente por medio de subyugar a estas rivales con respecto a la dominación mundial, y luego desolar el reino del pueblo de Jehová con su capital en la antigua Jerusalén, pudo Babilonia llegar a ser una potencia mundial, la tercera potencia mundial alistada en la historia bíblica. Asiria conquistó a Egipto y hasta trató de impedir la subida de Babilonia a la dominación por medio de destruir esa ciudad. Pero Babilonia fué reedificada y luchó por ascender. Destruyó la capital asiria, Nínive, como por 633 a. de J.C. Alcanzó el cenit de su poder en los días del rey Nabucodonosor, que destruyó a Jerusalén y su santuario a Jehová Dios.
4, 5. (a) ¿Por medio de quién en particular predijo Jehová la línea de marcha? (b) ¿Con qué año del reinado de Joaquim principia el libro de Daniel?
4 Fué particularmente por su profeta Daniel que Jehová Dios predijo la línea de marcha que seguirían las potencias mundiales. El registro se encuentra en el libro profético de Daniel. Trece años antes que Jerusalén y su templo fueran destruídos Nabucodonosor subió contra Jerusalén y obligó al rey Joaquim de Judá a jurar lealtad a él como su señor. Eso fué después que Joaquim había reinado por ocho años sobre el “trono de Jehová” en Jerusalén. Pero Joaquim siguió reinando como siervo de Nabucodonosor por solamente tres años. (2 Rey. 24:1) En el tercer y último año de su reinado como súbdito de Babilonia, el rey Joaquim violó su juramento y se rebeló.
5 En este último año de la rebelión de Joaquim el libro de Daniel empieza su relato histórico con estas palabras: “En el año tercero del reinado de Joaquim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalem, y la sitió. Y el Señor [Jehová]a entregó en su mano a Joaquim rey de Judá, y parte de los vasos de la Casa de Dios.” (Dan. 1:1, 2, Mod) El rebelde Joaquim no salió para entregarse voluntariamente al rey de Babilonia. Murió dentro de Jerusalén, como Jehová lo había predicho.—Jer. 22:18, 19.
6. (a) ¿Cómo sucedió que la línea legal del rey David según el pacto para el reino continuó por medio del rey Joaquín? (b) ¿Cuándo y cómo fueron llevados a Babilonia Daniel y tres compañeros íntimos de él?
6 Su hijo Joaquín (o Jeconías) le sucedió al “trono de Jehová” en Jerusalén, adonde había llegado el rey Nabucodonosor. El cuerpo de Joaquim fué arrastrado y echado fuera de las puertas de Jerusalén y enterrado, sin que lo lamentaran; pero fué su hijo Joaquín el que salió vivo al conquistador, Nabucodonosor, después de haber reinado solamente tres meses. De acuerdo con el propósito de Jehová, Nabucodonosor perdonó la vida de Joaquín, que tenía dieciocho años de edad, y se lo llevó a Babilonia junto con los de su casa y sus oficiales. Allí Joaquín tuvo prole y continuó la línea legal según el pacto de Jehová con el rey David para el reino eterno. (2 Rey. 25:27-30; Mat. 1:11-17) En cuanto a los vasos del santuario de Jehová en Jerusalén, Nabucodonosor “los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios; y puso los vasos en la casa de los tesoros de su dios.” Nabucodonosor hizo al tío de Joaquín, Sedequías, rey en su lugar, pero se llevó a Babilonia a otros miembros de la familia real y de la nobleza. Esto incluyó al joven Daniel y a tres compañeros íntimos de él, Ananías, Misael y Azarías de la tribu de Judá. Esto fué once años antes que Jerusalén y su santuario fueran destruídos, o sea en 618 a. de J.C.—Dan. 1:2-7, Mod.
7. (a) ¿Qué llegó a ser Daniel en Babilonia? (b) ¿Cómo sucedió que el rey Sedequías no tuvo ningún hijo que se sentara sobre el trono de Jerusalén?
7 En Babilonia Daniel y sus tres compañeros recibieron una educación especial y resultaron ser más sabios que los sabios profesionales de Babilonia. Daniel llegó a ser el profeta de Jehová en Babilonia y continuó como tal hasta el tercer año del reinado del rey Ciro de Persia. (Dan. 1:8-21; 10:1) Durante este tiempo el rey Sedequías violó el juramento de lealtad que había hecho en nombre de Jehová y empezó a rebelarse contra Nabucodonosor. (Eze. 17:13-21) De modo que en el noveno año de este rebelde, el rey de Babilonia vino por tercera vez contra Jerusalén. La ciudad resistió el sitio por unos dieciocho meses. Entonces los ejércitos babilónicos penetraron los muros de la ciudad agobiada de hambre. El rey Sedequías escapó de la ciudad condenada, pero lo alcanzó una fuerza militar enemiga. Cegado después que el rey Nabucodonosor había degollado a sus hijos en presencia de él, Sedequías fué llevado en cadenas a Babilonia para morir allá. Esto fué en el año undécimo de su reinado, en el año 607 a. de J.C. Ni él ni su sobrino, el anterior rey Joaquín (Conías o Jeconías), tuvieron hijos que se sentaran sobre el trono de David y reinaran en Judá.—Jer. 22:24-30.
8. ¿Cómo llegó a estar desolada la tierra de Judá y de Jerusalén y a quedar sin hombre o animal doméstico, y cuándo empezaron a contarse los “siete tiempos”?
8 El mes siguiente, o el mes quinto (ab), los ejércitos babilonios quemaron el santuario de Jehová y arrasaron la ciudad de Jerusalén hasta el polvo. El arca sagrada del pacto de Jehová escapó de sus manos, pero ellos se llevaron los demás utensilios sagrados del templo, fuera enteros o hechos pedazos, a Babilonia. Dos meses más tarde, en el séptimo mes (etanim), la gente pobre que fué dejada allí huyó hacia el sur a Egipto, y la tierra de Judá y de Jerusalén quedó desolada sin hombre o animal doméstico. Allí empezaron los setenta años de la desolación de la tierra. También empezaron los “siete tiempos” o los “tiempos señalados de las naciones” para hollar a la Jerusalén desolada.—2 Rey. 25:22-26.
EL SUEÑO DE NABUCODONOSOR ACERCA DE LA IMAGEN
9. (a) ¿Cuándo empezó Nabucodonosor a reinar como el dominador visible del mundo? (b) ¿Cuándo tuvo su primer sueño profético, y quiénes no pudieron interpretárselo?
9 Con el reino típico de Jehová Dios arruinado y con dos de sus reyes ungidos presos en Babilonia, el rey Nabucodonosor verdaderamente empezó a reinar como el dominador visible del mundo, como cabeza de la tercera potencia mundial de la historia bíblica, sin que lo estorbara Jehová el Dios de Israel. Allí, en el otoño del año 607 a. de J.C., Nabucodonosor dió principio a los “siete tiempos,” que habrían de continuar por 2,520 años hasta que el gobierno legítimo de la humanidad fuera establecido por el Dios Altísimo. Jehová Dios notificó al rey de Babilonia de este hecho impresionante en el segundo año de su reinado como gobernante mundial, o en 606-605 a. de J.C. Hizo esto por medio de enviar un sueño que el rey de Babilonia no pudo recordar cuando despertó, pero el terror que sintió debido al sueño olvidado permaneció con él. Llamó a los magos, los encantadores, los hechiceros y los caldeos profesionales, todos ellos siervos de Satanás el Diablo, el “dios de este mundo,” para que interpretaran el sueño. Ellos pidieron que primeramente se les dijera lo que había sido el sueño. No pudiendo decirles, el rey, enfurecido, decretó que todos los sabios de Babilonia fueran destruídos. Esto incluía a Daniel y a sus tres compañeros.—Dan. 2:1-13, Mod.
10. ¿Cómo se enteró Daniel del sueño y de su interpretación, y con qué palabras bendijo él a Jehová Dios?
10 Cara a cara con el verdugo, Daniel pidió ver al rey y luego pidió que se demorara la ejecución para que él pudiera enterarse del sueño y darle al rey su interpretación. Entonces Daniel y sus tres compañeros oraron juntos a Jehová Dios. La respuesta a esa oración vino, y el secreto de importancia mundial fué revelado a Daniel en una visión de la noche. Agradecidamente Daniel bendijo a Jehová, diciendo: “¡Sea el nombre de Dios bendito desde la eternidad y hasta la eternidad; porque suya es la sabiduría y el poder! Asimismo él muda los tiempos y los plazos; él quita los reyes, y establece los reyes; él da sabiduría a los sabios, y ciencia a los que poseen inteligencia. Él revela las cosas profundas y escondidas; él conoce lo que está en tinieblas; y la luz mora con él.” (Dan. 2:12-22, Mod) ¡Ahora al gran secreto!
11. ¿Cómo encomió Daniel a Jehová delante del rey, y por qué es de suma importancia para nosotros lo que él dijo entonces?
11 Cosa que resultó en la salvación de todos los sabios de Babilonia, Daniel fué llevado delante del rey. Lo que él dijo es de suma importancia para nosotros hoy en día, porque, dijo él, “hay empero un Dios en el cielo que revela los secretos, el cual hace conocer al rey Nabucodonosor lo que ha de ser en los tiempos venideros.... A ti, oh rey, estando en tu cama, tus pensamientos discurrieron sobre lo que había de ser en lo porvenir; y el que revela los secretos te hace saber lo que ha de ser.” (Dan. 2:27-29, Mod) ¡Nosotros estamos viviendo en los tiempos urgentes que tienen que ver con el cumplimiento del sueño de Nabucodonosor!
12. ¿Cuál fué el sueño que Daniel hizo recordar al rey?
12 Daniel negó que fuera por su propia sabiduría que él ahora hacía recordar al rey el sueño olvidado: “Tú, oh rey, estabas mirando, y ¡he aquí una imagen colosal! Esta imagen, que era grande y de sobresaliente magnificencia, estaba en pie enfrente de ti; y su aspecto era asombroso. En cuanto a esta imagen, su cabeza era de oro fino; sus pechos y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de bronce; sus piernas de hierro; sus pies en parte de hierro, y en parte de barro. Tú la mirabas, hasta que fué cortada una piedra (pero no con mano de hombre), la cual hirió la imagen en los pies, que eran de hierro y de barro, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados juntamente el hierro, el barro, el bronce, la plata, y el oro; los cuales se tornaron como el tamo de las eras de verano; y se los llevó el viento, de manera que nunca más fué hallado el lugar de ellos; pero la piedra que hirió la imagen vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra.” (Dan. 2:31-35, Mod) Asombrado, el rey de Babilonia reconoció la descripción, ¿pero qué significaba todo esto?
13. ¿Quién, según la interpretación de Daniel, era la cabeza de oro, y por qué?
13 “Este fué el sueño; su interpretación también diremos delante del rey,” dijo Daniel al hablar por sí mismo y por sus tres compañeros que habían orado junto con él. “Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino, el poder, la fortaleza y la gloria; de modo que dondequiera que habitan los hijos de los hombres, las bestias del campo y las aves del cielo, él lo ha dado todo en tu mano, y a ti te ha hecho señorear a todos ellos. Tú eres esa cabeza de oro.”—Dan. 2:36-38, Mod.
14. Si Nabucodonosor como la cabeza de oro representó a un gobernante invisible, ¿qué representarían las partes metálicas del cuerpo, y hasta qué grado seria ésta una imagen profética?
14 ¿Quiso decir esto que Nabucodonosor era personalmente la cabeza? ¿O estaba el interpretador Daniel verdaderamente hablando a algún otro más allá de Nabucodonosor, a la verdadera cabeza de oro, a un gobernante invisible representado por el rey de Babilonia? ¿Y representó el cuerpo metálico que había debajo de la cabeza de oro a la organización de varios grados bajo aquella cabeza misteriosa tras las escenas, o representó siquiera a la organización de varios grados bajo el mismo Nabucodonosor? Si es así, ¿estaba toda esa imagen ya en existencia con la excepción, digamos, de solamente parte de las piernas de hierro y los pies que eran en parte de hierro y en parte de barro? Si es así, entonces esta imagen del sueño era principalmente un cuadro estático de algo que ya estaba en existencia y no era profético con la excepción de parte de las piernas de hierro y los pies. Además, si Nabucodonosor como la cabeza de oro representaba a una personalidad invisible tras las escenas, entonces el pecho y los brazos de plata deben haber representado el grado más elevado de esa organización bajo la cabeza invisible; el vientre y los muslos de bronce deben haber representado el próximo grado inferior en la organización; y las piernas de hierro y los pies en parte de hierro y en parte de barro deben haber representado el grado o los grados más bajos de esa organización, estando esta parte más baja, o sea la de hierro, ya por lo menos parcialmente desarrollada. Entonces, ¿qué?
15. Puesto que desde este punto de vista la cabeza de oro simbolizaría a Nabucodonosor, ¿qué simbolizarían las otras partes metálicas de la imagen?
15 Desde este punto de vista, si Nabucodonosor como el visible rey de los reyes fué simbolizado por la cabeza de oro, el cuerpo metálico bajo esa cabeza de oro simbolizaría a la organización visible bajo Nabucodonosor, una organización ya en existencia y ya en operación por la mayor parte. Entonces el pecho y los brazos debajo de la cabeza de oro simbolizarían a aquel grado de la organización gubernamental que fuera poco inferior a Nabucodonosor mismo; el vientre y los muslos de bronce simbolizarían al grado de la organización gubernamental que estuviera subordinado al grado de plata, que estaría por encima, y que no tuviera contacto directo con la cabeza del gobierno, Nabucodonosor; y las piernas de hierro y los pies en parte de hierro y en parte de barro simbolizarían al grado o grados de organización gubernamental más bajas y más apartadas de la cabeza gubernamental. Pero, ¿qué significaría esto?
16. ¿Cómo, sin embargo, implicaría esto a Daniel y a sus tres compañeros con la imagen, y por eso, ¿qué parte de una organización invisible representarían ellos visiblemente?
16 Esto significaría que Daniel y sus tres compañeros, posiblemente con algunos otros oficiales babilonios, fueron simbolizados por el pecho y los brazos de plata. ¿Por qué? Porque inmediatamente después que Daniel interpretó el sueño correctamente, “el rey hizo engrandecer a Daniel, y le dió muchos y grandes dones, y le constituyó gobernador de toda la provincia de Babilonia, y gran príncipe sobre todos los sabios de Babilonia. Daniel entonces pidió al rey, y éste nombró sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abednego. Pero Daniel permanecía en la corte del rey.” (Dan. 2:48, 49, Mod) Como resultado Daniel y sus tres compañeros fueron simbolizados por el pecho y los brazos de plata de la imagen que habría de ser destruída. De hecho, ellos también representaron visiblemente a la parte de plata o el grado más alto en la poderosa organización bajo el poder gobernante invisible representado por Nabucodonosor, la cabeza de oro. Esta no podría ser la interpretación correcta ni el entendimiento correcto del significado de la imagen metálica, porque Daniel y sus tres compañeros no son parte de una organización que está condenada a sufrir la destrucción como la sufrió esa imagen del sueño.
(Continuará)
[Notas]
a Este es uno los 134 lugares donde los copistas o soferim judíos dicen que ellos cambiaron el texto hebreo primitivo para que dijera Adonaí (“el Señor”) en vez de Yehowah o Yahweh (“Jehová”).