Lo que el Sumo Sacerdote de Dios hará para la gente
“Tal sumo sacerdote nos era apropiado: leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores, y llegado a ser más alto que los cielos.”—Heb. 7:26.
1, 2. ¿Qué reacciones hay ante la huida de tantas personas del sacerdocio, y qué preguntas oportunas se hacen acerca de esta condición?
HOY hay una huida del sacerdocio, especialmente en la región religiosa llamada la cristiandad. Ya hay escasez de sacerdotes en ella. En el futuro discernible viene el día en que no habrá un hombre en la Tierra que sirva como sacerdote. ¿Qué significa esto para usted? Bueno, para muchas personas religiosas tal idea es muy perturbadora. ¿Podrá pasarla el mundo de la humanidad sin sacerdotes en la Tierra? “¡Sí!” grita el ateo, y añade: “¡Enhorabuena se vayan los sacerdotes!” Pero un clamor hostil como éste contra los sacerdotes lastima los sentimientos de muchas personas religiosas de todas las fes que todavía sienten afecto por los sacerdotes que les quedan. ¿Se sentirán heridas estas personas, estarán perdiendo algo absolutamente vital cuando ya no haya un sacerdote humano en la Tierra?
2 Según la más elevada autoridad es esta situación sacerdotal la que se le presenta a la raza de la humanidad en el futuro. Puesto que el oficio de sacerdote siempre lleva consigo la idea de “Dios,” ¿quedará como resultado de esta situación venidera un mundo sin Dios? ¿Dejará esto a la raza humana debatiéndose para siempre en sus debilidades, imperfecciones, hábitos perjudiciales y condición enferma y moribunda, hasta que la raza humana muera debido a sus propias impurezas, imperfecciones y tendencias de autodestrucción o sea destruida por alguna catástrofe universal procedente del espacio exterior? Sea cual sea nuestra actitud para con los sacerdotes, éstas son preguntas serias que tienen que ver con el bien de todos nosotros.
3. ¿Qué ha mostrado la historia acerca de sacerdotes y dioses hechos por el hombre?
3 Los estudiantes de historia bien saben hoy que por miles de años los hombres han levantado sus propios dioses y se han hecho sus propios sacerdotes para ofrecer sacrificio a estos dioses hechos por el hombre. Los babilonios antiguos tenían sus dioses, y a éstos los atendían sacerdotes hechos tales por los hombres. Los antiguos egipcios tenían sus dioses, junto con sacerdotes practicantes de magia. Los antiguos asirios tenían sus dioses y sacerdotes. Lo mismo tenían los persas y medos antiguos. Lo mismo los antiguos griegos. Lo mismo los antiguos romanos. Los habitantes paganos del Oriente Medio conocidos como cananeos tenían sus dioses, junto con sacerdotes que hasta ofrecían sacrificios humanos. Esos dioses están muertos. En testimonio de este hecho, sus templos y altares están en ruinas hoy. No es sino razonable que las siguientes preguntas se le presenten a la mente moderna: De todos modos, ¿para qué le sirvieron a la humanidad aquellos sacerdotes de dioses sin vida? ¿Qué bien hicieron realmente para la gente aquellos sacerdotes? ¡Los registros de la historia humana no dan una respuesta que los haga dignos de alabanza!
4. Aunque los sacerdocios hindú y budista sirven a millones de personas, ¿qué preguntamos acerca de los que reciben este servicio? ¿Es favorable a estos sacerdocios la respuesta?
4 La existencia del sacerdocio hindú se remonta a siglos antes de nuestra era común, a la cual algunas personas equivocadamente llaman la era cristiana. Igualmente, el sacerdocio budista se presentó mucho antes de esta era común. Los sacerdotes hindúes y los sacerdotes budistas todavía rinden servicio para centenares de millones de personas religiosas, pero se debe hacer la misma pregunta con referencia a ellos. ¿Qué han hecho estos sacerdotes para la gente, particularmente su propia gente que se apega al hinduismo y el budismo? La condición actual de estas personas da mejor respuesta de lo que pudiéramos expresar con palabras. La respuesta no es favorable a los dioses de estos sacerdotes.
5. ¿Qué grupo religioso ha llegado a ser el más fuerte de nuestro día, y qué preguntas tenemos que hacer acerca de ellos?
5 ¿Tiene la cristiandad de qué jactarse al compararla con la región llamada pagana? ¡No! En la historia de la religión mundial los sacerdotes y clérigos de la cristiandad han llegado a ser la más fuerte organización religiosa de hoy día. Por siglos han tenido voz de mando en los asuntos religiosos del mundo. Hasta este mismo año sus comuniones religiosas incluyen a más de novecientos millones de miembros. Entre estas comuniones religiosas, si no lo es también entre todas las organizaciones religiosas del mundo, la Iglesia Católica Romana es la más numerosa y fuerte. Por esta razón han estado en una posición muy responsable en este mundo, y se les puede pedir cuentas por mucho. En imparcialidad a los llamados religiosos paganos nos vemos obligados a preguntar: ‘¿Qué han hecho estos sacerdotes de la cristiandad, católicos y protestantes, para la gente? ¿Han hecho de las naciones llamadas cristianas un modelo digno de ser imitado por los miles de millones de “paganos” a los cuales han tratado de convertir? ¿Han llevado ellos el único Dios vivo y verdadero a la gente o han llevado la gente al único Dios vivo y verdadero? ¿Quién dirá Sí a estas preguntas?
6. Puesto que el verdadero sacerdocio de Dios ha sido representado falsamente, ¿qué creen muchos acerca de Dios? Pero, ¿es ésta realmente la actitud apropiada que se debe adoptar?
6 Ciertamente, cuando miramos al registro de los sacerdotes y clérigos, quienes afirman que Lo representan ante la gente, vemos que Dios ha sido falsamente representado entre la humanidad en general. No solo esto, sino que el verdadero sacerdocio del único Dios vivo y verdadero ha sido falsamente representado ante la humanidad. No sorprende el que Dios haya muerto para el corazón y la mente de un número incontable de personas, y se puede decir que para ellas Dios está muerto. No quieren tener nada que ver con Dios o su sacerdocio verdadero. Pero la falta de discernimiento y fe que exhiben, debido a los sacerdotes hechos por el hombre, no niega o refuta el hecho de que hay un Dios vivo, altísimo, todopoderoso y omnisapiente. Tampoco pone fuera de operación su falta de fe y entendimiento el propósito amoroso que este Dios supremo y todopoderoso está efectuando hoy para bendición de toda la humanidad. Su falta de conocimiento de la verdad no priva de su oficio al Sumo Sacerdote de Dios que se sacrificó a sí mismo; meramente ciega a la gente ahora mismo a todo el bien que el Sumo Sacerdote de Dios hará para la gente necesitada, además de todo lo que ya ha hecho.
7. (a) Más bien que hacerse cínicos, ¿qué se pide a las personas que hagan? (b) ¿Quién es el primer sacerdote de Dios mencionado en la Biblia?
7 Que las personas que han quedado desilusionadas por las muchas clases de sacerdotes que los hombres se han hecho no se den al cinismo, tratando con desprecio el registro de la historia. El único Dios vivo y verdadero ha tenido sacerdotes verdaderos en la Tierra y éstos realmente han hecho cosas buenas para la gente y han sido agentes eficaces que han actuado para Dios a favor de la humanidad. El registro de esos sacerdotes dignos lo contiene ese libro sagrado que ahora circula alrededor del globo terráqueo en más de mil doscientos idiomas, la Santa Biblia o Sagradas Escrituras. El nombre del primer sacerdote nombrado de Dios de que hay registro es muy significativo. ¿Sabe usted cuál es? Se menciona en el mismo primer libro de la Biblia. Es Melquisedec, y este nombre significa “Rey de Justicia.” Este es verdaderamente un nombre muy apropiado, pues este sacerdote del siglo veinte antes de nuestra era común era al mismo tiempo el rey de Salem, una antigua ciudad en las montañas del Oriente Medio. Evidentemente la ciudad de Jerusalén, sobre la cual hay tanta disputa internacional y religiosa hoy día, marca el lugar donde estuvo la antigua Salem.
8. (a) ¿Cuál pudiera ser la actitud de uno que ha perdido fe en cuanto a esta información sobre Melquisedec? (b) ¿Cómo debemos ver nosotros esta información?
8 “¿Y qué? ¿Qué importa eso? ¡Melquisedec vivió hace tres mil ochocientos años! Él no vive en nuestro día para que nos beneficiemos por él.” Así pudiera exclamar con hastío la persona que hubiese perdido fe en la existencia de sacerdotes verdaderos de Dios. Pero a todos nos debería importar. Hay buena razón para que nos importe. Aquel primer sacerdote de Dios de designación oficial mencionado en la Santa Biblia es una figura profética. Representa al Sumo Sacerdote de Dios, su Sumo Sacerdote de hoy día. Esto es lo que Dios mismo nos dice en su inspirada Palabra escrita, la Santa Biblia. Por eso podemos plantear la pregunta: “¿Qué hará el Sumo Sacerdote de Dios para la gente?” Puesto que es un sacerdote según la semejanza o a la manera del antiguo Melquisedec, hay razón para que la gente espere mucho, sí, todo, de él.
MELQUISEDEC DA EL MODELO
9. ¿Quién fue Abrahán, y quién era el Dios de Abrahán?
9 Allá en aquel siglo veinte antes de nuestra era común dos muy importantes figuras se encontraron. Una fue el sacerdote Melquisedec, rey de Salem. La otra fue Abrahán el hijo de Taré. ¿Quién era este Abrahán? Pregunte a los árabes musulmanes de hoy día, y ellos le dirán. También, pregunte a los judíos monoteístas, y ellos también le hablarán acerca de este Abrahán. El lugar de entierro de Abrahán en Hebrón en el Oriente Medio es considerado sagrado tanto por los árabes musulmanes como por los judíos. Ambas razas afirman que él es su antepasado. Diferente de muchas personas de nuestro día, este Abrahán creía, tenía fe en el único Dios vivo y verdadero. En adoración Abrahán invocaba el nombre de este Dios, y el nombre por el cual lo llamaba Abrahán se encuentra en las propias palabras de Abrahán según están registradas en la Versión Americana Normal de la Biblia, en Génesis 14:22. Le citaremos ese versículo de la Versión Americana Normal de la Biblia, como sigue: “He levantado mi mano a Jehová, Dios Altísimo, poseedor de cielo y tierra.” Estas palabras se hablaron poco después que Abrahán se encontró con Melquisedec en Salem.
10, 11. ¿Por qué se llamó a Abrahán “amigo de Jehová,” y qué pacto hizo Dios con Abrahán?
10 Porque era descendiente de Éber, (el tataranieto de Noé) o porque vino del otro lado (el oriental) del río Éufrates, a Abrahán se le llama “el hebreo.” (Gén. 10:21; 11:16; 14:13; Jos. 24:3) Debido a su fe y obediencia a Dios, Abrahán llegó a ser llamado “amigo de Dios,” o “amigo de Jehová.” (2 Cró. 20:7; Isa. 41:8; Sant. 2:23, AN; NM) A este fiel amigo Jehová Dios le hizo una promesa maravillosa, y, aunque ésta se hizo en el siglo veinte a. de la E.C., nos abarca a nosotros, personas del siglo veinte E.C. Antes de que Abrahán cruzara desde el otro lado del río Éufrates a la Tierra Prometida, Dios hizo esta promesa o pacto unilateral. La Versión Americana Normal de la Biblia registra este acontecimiento, en Génesis 12:1-3, de la siguiente manera:
11 “Ahora Jehová le dijo a Abram: Véte de tu país, y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré: y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición: y bendeciré a los que te bendijeren, y al que te maldijere maldeciré: y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.”—Gén. 12:1-3, AN.
12. (a) ¿Cómo puede uno participar en la bendición de Abrahán por Dios? (b) ¿En medio de qué circunstancias confirmó Dios su promesa de bendecir a Abrahán?
12 ¿Es usted de las “familias de la tierra”? Entonces usted es una persona que ha de ser bendecida en Abrahán el amigo de Dios, a condición, por supuesto, de que usted no maldiga a Abrahán, porque entonces Dios le maldecirá. Dios bendecirá a los que bendigan a Abrahán. Esta promesa abrahámica que lo abarca a usted le fue confirmada a Abrahán más tarde por el propio juramento solemne de Dios. Esto fue unos cincuenta años más tarde, después que Dios había probado que Abrahán estaba dispuesto aun a sacrificar a su hijo especialmente amado, Isaac, ofreciéndolo como sacrificio a Dios. Esta es la manera en que la Versión Americana Normal de la Biblia, en Génesis 22:15-18, describe cómo Dios hizo su declaración jurada por medio de su ángel: “Y el ángel de Jehová llamó a Abraham segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, porque has hecho esto, y no has retenido a tu hijo, tu hijo único, que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas de los cielos, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra; porque has obedecido mi voz.”—Gén. 22:15-18, AN.
13. ¿Por qué está asegurada la bendición prometida, y por qué necesita la bendición el mundo de la humanidad?
13 ¿Es usted miembro de una de las “naciones de la tierra”? Entonces usted, que es de este siglo veinte E.C., puede tener la esperanza de ser bendecido en, o por medio de, la Simiente o Descendencia de Abrahán. ¿No debería interesarle esto? Recuerde que esto está de acuerdo con el juramento de Jehová Dios. Él no se perjurará. El no resultará falso a su juramento, el cual apoyó jurando por sí mismo porque no podía jurar por nadie que fuese más alto. De modo que la bendición de todas las familias y naciones de la Tierra necesariamente vendrá. Ciertamente el mundo de la humanidad hoy necesita esta bendición, porque nunca ha recibido una bendición como ésa por medio de los sacerdotes que los hombres se han hecho. Anímese y tenga esperanza. Ejerza la fe en Dios que tuvo Abrahán, porque la bendición todavía ha de venir por medio del Sumo Sacerdote de Dios. ¡Se ha acercado!
14, 15. (a) ¿Cómo dio Jehová evidencia de que verdaderamente estaba bendiciendo a Abrahán? (b) ¿Quién fue Melquisedec, y qué aconteció cuando se encontró con Abrahán?
14 Como evidencia de la bendición de Dios sobre Abrahán, Dios le dio una victoria militar sobre reyes invasores de alrededor de Mesopotamia que saquearon el país y se llevaron a Lot el sobrino de Abrahán y la familia de Lot. Fue después de rescatar a Lot y su familia que Abrahán, volviendo a casa, se encontró con Melquisedec en la ciudad de Salem. ¿Quién era este Melquisedec? El registro inspirado de la Biblia no dice que era hebreo. Ciertamente no era judío o israelita. Aun por medio de su profeta inspirado Moisés, Dios no reveló la relación de familia de Melquisedec. Tampoco hace la Biblia mención alguna de la muerte de Melquisedec. Se le presenta en la narración bíblica debido a lo que era y a lo que hizo cuando salió al encuentro del victorioso Abrahán y debido a que era un cuadro profético del Sumo Sacerdote eterno de Dios. He aquí el breve relato acerca de él:
15 “Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: ‘¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!’ Con eso le dio Abrán el décimo de todo.”—Gén. 14:18-20.
16. (a) ¿Quién además de Abrahán fue incluido en la bendición dada por Melquisedec? (b) Abrahán reconoció que Melquisedec era ¿quién?, y por lo tanto, ¿qué hizo Abrahán?
16 Melquisedec bendijo, no maldijo, a Abrahán, y así confirmó la bendición que Dios había pronunciado sobre Abrahán. Al hacer esto, Melquisedec también bendijo a la “simiente” o descendencia todavía no nacida de Abrahán en la cual todas las naciones de la Tierra serán bendecidas. Melquisedec atribuyó la victoria militar de Abrahán al “Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra.” Bendijo al Dios Altísimo porque Él había entregado a los opresores de Abrahán en manos de éste. Abrahán había notado eso, y por esa razón se sentía endeudado al Dios Altísimo. Reconoció a Melquisedec como “sacerdote del Dios Altísimo.” Por esta razón dio a Melquisedec un diezmo o décimo de los despojos de la victoria obtenida sobre los enemigos opresores. Todos los bienes recapturados Abrahán los devolvió a los dueños originales. Así, ninguna persona en la Tierra podía afirmar que había hecho materialmente rico a Abrahán. El confiaba en la bendición que el “sacerdote del Dios Altísimo” había pronunciado sobre él.—Gén. 14:21 a 15:1.
SACERDOTE “A LA MANERA DE MELQUISEDEC”
17. (a) Aunque Melquisedec desapareció de la vista después de este suceso, ¿cómo sabemos que Jehová lo recordó unos cuatrocientos años más tarde? (b) Después de pasar otros cuatrocientos años, y más, ¿de quién fue hecho Melquisedec un modelo por Dios?
17 Después de este significativo acontecimiento del siglo veinte a. de la E.C. Melquisedec el rey de Salem desapareció abruptamente de la vista. No tenía una línea de sucesores; no estableció una dinastía de reyes y sacerdotes que mantuvieran el recuerdo de su nombre. Los sacerdotes de los dioses falsos de Babilonia, Asiria, Egipto y la tierra de Canaán siguieron en su ministerio a sus deidades, pero Melquisedec desapareció de en medio de ellos misteriosamente. Pero el Dios Altísimo no olvidó a su sacerdote, el rey de Salem. Más de cuatrocientos años más tarde hizo que el registro breve de Melquisedec el “sacerdote del Dios Altísimo” se escribiera en la Tora, el libro inspirado escrito por Moisés, en la parte de ésta conocida ahora como Génesis. Más de cuatrocientos años después de eso (o alrededor de 1070 a. de la E.C.) Jehová Dios el Altísimo recordó a Melquisedec de una manera muy sorprendente. Presentó a Melquisedec como el modelo del venidero Sumo Sacerdote de Dios que verdaderamente hará algo para la gente, algo de valor eterno. ¿Cómo hizo esto el Dios Altísimo, y cuándo, precisamente, fue?
18, 19. (a) ¿Dónde estableció el rey David su ciudad capital? (b) ¿Qué hizo Jehová que David escribiera por inspiración que ahora aparece como el Salmo 110, y a quién de interés especial para nosotros se menciona allí?
18 Fue en los días del primer rey David, el rey de Jerusalén. David era descendiente del patriarca Abrahán, el “amigo de Dios.” El rey David era un amador y adorador de Jehová, el Dios de Abrahán. Jehová el Dios Altísimo había hecho posible que el rey David capturara el monte Sion, la ciudadela de Jerusalén, para el año 1070 a. de la E.C. Allí, en aquel antiguo monte Sion el rey David estableció su ciudad capital, y construyó su palacio real, y allí trajo el mueble religioso más sagrado, el arca del pacto de Jehová, símbolo de la presencia de Jehová con su pueblo escogido. (2 Sam. 5:4 a 6:19) Así el rey David, gobernando en el monte Sion terrestre, era el señor visible sobre las doce tribus del pueblo escogido de Jehová. Algún tiempo después de esto Jehová inspiró al rey David como profeta y lo impulsó a escribir un salmo. Ahora lleva el número de Salmo 110 en el libro bíblico de Salmos, en la edición en hebreo. En él Jehová Dios predijo a alguien que había de venir y que sería un Señor aun sobre el rey David. De modo que en el salmo el rey David reconoce el señorío de este que ha de venir y predice el puesto que ocupará, y dónde, y qué hará. David dijo, en el lenguaje que usa la Versión Americana Normal en el Salmo 110:1-4:
19 “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que haga de tus enemigos escabel de tus pies. Enviará Jehová la vara de tu fuerza desde Sion: domina tú en medio de tus enemigos. Tu pueblo se ofrece voluntariamente en el día de tu poder, con adornos de santidad: del seno del alba tienes el rocío de tu juventud. Jehová ha jurado, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.” (Lectura marginal de “manera” por “orden.”)—Sal. 110:1-4, AN.
20. ¿Quién había de ser de aun mayor importancia que Melquisedec, y qué posición llegaría a tener éste?
20 ¿Podemos ver ahora por qué aquel Melquisedec “sacerdote del Dios Altísimo” de hace más de tres mil ochocientos años era tan importante? Sin embargo, importante como sea el Melquisedec original en la historia de los sacerdotes verdaderos del único Dios vivo y verdadero, aun más importante es aquel a quien prefiguró Melquisedec o aquel a quien Jehová juró hacer sacerdote “a la manera de Melquisedec.” Este significa mucho más para nosotros hoy. Este personaje sacerdotal como Melquisedec había de ser Señor aun sobre el rey David, quien en su día gobernó sobre el Oriente Medio desde el río Éufrates hasta el río de Egipto. Este que había de venir, un descendiente del rey David, no solo había de ser Rey, sino también sacerdote, a saber, “sacerdote del Dios Altísimo” como Melquisedec. No solo había de ser más elevado que el rey David en rango de señorío, sino que también había de sentarse a la diestra de Jehová Dios en los cielos. Por lo tanto, el Sion desde el cual había de enviarse la vara real de su fuerza no era el Sion terrestre, sino el Sion celestial. Entonces, ¿quién, precisamente, es éste?
21, 22. ¿Qué circunstancias de los días de Jesús hicieron que el Salmo 110 llegara a estar bajo discusión en el templo de Herodes en Jerusalén, y qué pregunta difícil hizo Jesús en cuanto a este Salmo?
21 Por más de mil años después que el rey David escribió el Salmo 110 bajo inspiración del espíritu de Dios no se menciona a Melquisedec en las Santas Escrituras de la Biblia. Entonces, debido a acontecimientos notables en el Oriente Medio en el primer siglo de nuestra era común el Salmo 110, que envuelve a Melquisedec, se presenta para discusión religiosa, allí mismo en Jerusalén, la sucesora de Salem, donde Melquisedec había sido rey y sacerdote. Esta ocurrió allí en el magnífico templo que había sido construido por el rey Herodes el Grande. En la discusión se plantea una pregunta que hace pensar. Si usted hubiera estado allá participando en la discusión, ¿pudiera usted haber contestado la pregunta entonces? Los mejores cerebros de las sectas religiosas de los saduceos y los fariseos no pudieron contestarla. Esta pregunta la planteó Jesús, un verdadero descendiente del rey David, y era acerca del Mesías o Cristo.
22 He aquí un relato de la discusión según lo da un testigo ocular, en Mateo 22:41-46: “Luego, mientras estaban reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: ‘¿Qué les parece del Cristo? ¿De quién es hijo?’ Le dijeron: ‘De David.’ Él les dijo: ‘¿Cómo es, pues, que David por inspiración lo llama “Señor,” diciendo: “Jehová dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’”? Por lo tanto, si David lo llama “Señor,” ¿cómo es su hijo?’ Y nadie podía decir una palabra en respuesta a él, ni se atrevió nadie desde aquel día a interrogarle ya más.”
23-25. (a) ¿Cuándo había de contestarse la pregunta que planteó Jesús? (b) ¿Qué ocurrió en el día del Pentecostés que mostró que era tiempo de entender el cumplimiento de la profecía bíblica?
23 Esta discusión tomó lugar el martes 11 de Nisán, del calendario religioso de Jerusalén, del año 33 de nuestra era común. Sin embargo, solo cincuenta y cuatro días después, en la mañana de la fiesta religiosa de Shabuoth, o el Pentecostés, el 6 de Siván en Jerusalén, esa pregunta de gran importancia para nosotros hoy fue contestada autorizadamente, bajo la inspiración del Dios Altísimo. Antes de ese tiempo esta figura polémica, Jesús, había sido clavado a un madero hasta morir el viernes 14 de Nisán, y había sido resucitado de entre los muertos en la mañana del domingo 16 de Nisán, y había ascendido al cielo cuarenta días desde entonces, el jueves 25 de Iyar. Hay mucho más que los dos o tres testigos oculares para establecer la veracidad de todo esto. Pero diez días después de la ascensión de Jesús al cielo vino aquel tan sobresaliente día del Pentecostés, el domingo 6 de Siván, 33 E.C. Antes de las nueve de aquella mañana aconteció un milagro. El espíritu santo de Dios fue derramado, con una manifestación visible, sobre ciento veinte discípulos de Jesús que esperaban en un aposento de arriba en Jerusalén. Más evidencia de esto se dio cuando todos comenzaron a hablar en muchas lenguas extranjeras, idiomas no judíos, expresando las cosas magníficas de Dios.—Hech. 2:1-4; 1:1-15.
24 Cuando las nuevas de esto cundieron por Jerusalén, miles de celebradores del Pentecostés se reunieron para ser testigos oculares del milagroso espectáculo. No entendían que la antigua profecía de Joel 2:28, 29 estaba cumpliéndose delante de sus ojos. Entonces uno de los 120 discípulos de Jesús se levantó y explicó que aquella profecía de ochocientos años de edad estaba empezando a cumplirse en cuanto al derramamiento del espíritu de Jehová Dios sobre toda suerte de carne. Entonces el orador, Simón Pedro de Galilea, pasó a decir:
25 “Varones de Israel, oigan estas palabras: A Jesús el nazareno, varón públicamente mostrado por Dios a ustedes mediante obras poderosas y portentos y señales que Dios hizo por medio de él en medio de ustedes, así como ustedes mismos lo saben, a éste, como uno entregado por el consejo determinado y presciencia de Dios, ustedes lo fijaron en un madero por mano de desaforados y le quitaron la vida. Pero Dios lo resucitó desatando los dolores de la muerte, porque no era posible que él continuara retenido por ella. Porque David dice tocante a él.”
26, 27. (a) ¿Cómo explicó Pedro por espíritu santo el Salmo 110:1-4? (b) ¿Por qué, entonces, es incorrecta cualquier aplicación del título “Del Orden de Melquisedec” a los papas de Roma?
26 Después de aplicar como cumplidas en este Jesús el nazareno las palabras escritas en el Salmo 16:8-11, el discípulo Simón Pedro concluyó su discurso, diciendo: “A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto [el espíritu] que ustedes ven y oyen. De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 2:5-36.
27 Por consiguiente este Jesús resucitado, quien es el Señor de David y quien también es el Cristo o Mesías de Dios, es aquel a quien aplica el resto del Salmo 110. Él es aquel acerca del cual Jehová Dios ha jurado que debe ser sacerdote para siempre “a la manera de Melquisedec.” (Sal. 110:4) Como el Melquisedec de la antigüedad, él no tiene sucesor. Por lo tanto el título “Del Orden de Melquisedec” ha sido equivocadamente aplicado a los papas de Roma y la ciudad del Vaticano. Este es un título hecho por el hombre y es falso, y los papas no han hecho para la gente nada que merezca tal título.a La duración del tiempo en que Jesucristo sirve a Dios como el Melquisedec antitípico no terminó con la instalación del papa León I, porque Jesucristo es “sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.” Nadie más comparte esta gloria sacerdotal con él. (Sal. 110:4, AN, margen) Esto es muy importante para la gente de la Tierra.
LO QUE HA PODIDO HACER PARA LA GENTE
28. ¿Qué sacerdocio, en un tiempo aprobado por Dios, fue puesto fuera de funciones por Jesús?
28 Debido a lo que ya ha hecho para la gente Jesucristo como Sumo Sacerdote de Dios “a la manera de Melquisedec,” él puso fuera de funciones a otro sacerdocio. ¿Cómo aconteció eso? ¿Ha notado usted alguna vez que, después que entró en funciones el sacerdocio de Jesucristo como el Melquisedec antitípico, el sacerdocio del pueblo judío dejó de funcionar? Esto no fue accidental, sino que fue según la voluntad del Dios Altísimo. Pero, ¿por qué? ¿No fue establecido el sacerdocio del pueblo judío por el Dios Altísimo, el único cuyo nombre es Jehová? ¡Sí! Aquel sacerdocio antiguo fue establecido en la familia del levita Aarón, hermano del profeta Moisés. Aarón llegó a ser el primer sumo sacerdote y sus hijos llegaron a ser los subsacerdotes. Este sacerdocio aarónico fue colocado en funciones en el año 1512 a. de la E.C., después que Jehová Dios libertó a su pueblo escogido de esclavitud en Egipto. Este sacerdocio sirvió a la nación de Israel según el contrato o pacto nacional que Jehová Dios hizo con aquella nación por medio de Moisés como mediador.—Éxo. 28:1 a 29:44; 40:1-32.
29. ¿Cuánto tiempo funcionó el sacerdocio aarónico, y qué le puso fin?
29 Este sacerdocio siguió funcionando en Israel por 1.581 años, desde el año 1512 a. de la E.C. hasta dentro del año 70 E.C. Su primer sumo sacerdote fue Aarón el levita; el octogésimo tercero y último sumo sacerdote según el registro histórico fue Fanias, o Finees,b cuyo término en funciones tuvo un fin abrupto en el año 70 E.C. ¿Por qué? Por la destrucción de Jerusalén y su templo en aquel año, una destrucción durante la cual sin duda pereció el sumo sacerdote Fanias (Finees). Después de eso los registros genealógicos de los sacerdotes y de sus siervos del templo, los levitas, se perdieron. La palabra hebrea para sacerdote es Cohen, y hay muchos judíos hoy que se llaman Cohen, y también otros judíos cuyo nombre familiar es Leví. Pero ninguno de éstos puede probar positivamente por registros genealógicos que es descendiente de la familia sacerdotal de Aarón o de la tribu de Leví.
30. ¿Por qué no tendría valor hoy día el sacerdocio de Aarón?
30 Aun si un señor Cohen o señor Leví pudiera identificarse como de descendencia sacerdotal o levítica, realmente no le valdría nada hoy día. ¿Por qué no? Porque ya no existe el lugar donde ejercer sus funciones. Desde 70 E.C. no se ha edificado ningún templo al nombre de Jehová en el monte del templo de Jerusalén. Hoy, sobre lo que una vez fue lugar sagrado, está la mezquita musulmana la Cúpula de la Roca.
31. Aunque Jesús no denunció al sacerdocio judío, ¿qué denunció y predijo al hablar sobre este asunto, y cuándo se realizó la predicción?
31 Los caudillos religiosos judíos de Jerusalén trataron de quitarle la existencia a Jesucristo como el Mesías y como el Melquisedec antitípico matándolo mediante las manos de los romanos. No obstante, él nunca, por cierto, denunció al sacerdocio judío, porque él sabía que había sido ordenado por Jehová Dios. El sí denunció a los escribas y fariseos y saduceos, las sectas judías a las cuales pertenecían los sacerdotes, levitas y gobernantes religiosos. (Mat. 23:1-36; 22:23-34) Tres días antes de su muerte en Calvario, Jesucristo predijo la destrucción de Jerusalén y su templo por las legiones romanas. Esto, por supuesto, era también una predicción de que se obligaría a salir de su servicio sacerdotal al sacerdocio judío de la línea familiar de Aarón. Desde aquella terrible destrucción en 70 E.C. ningún sumo sacerdote aarónico ha servido a la nación de Israel. (Mat. 23:27 a 24:3, 15-20) Así, ningún pueblo, sea judío o gentil, puede esperar alguna ayuda real y duradera de parte de líderes religiosos judíos de hoy día.
32. ¿Desde cuándo es Jesús el Sumo Sacerdote de Jehová, y por cuánto tiempo?
32 ¿Dejó sin sumo sacerdote al Dios de la Santa Biblia la destrucción del sacerdocio judío? ¡No, de ninguna manera! En el día de la resurrección, el 16 de Nisán del año 33 E.C. Dios levantó de entre los muertos a su sumo sacerdote eterno, Jesucristo, del cual Jehová Dios juró que sería “¡sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!” De manera que él sobrevivió al año 70 E.C.
33, 34. (a) ¿Qué sabía Jehová acerca de los sacerdotes aarónicos y sus sacrificios? (b) ¿De qué eran un cuadro profético el sacerdocio y los sacrificios aarónicos?
33 Jehová Dios realmente piensa en el interés de la gente. Él sabía que los sacerdotes aarónicos a los cuales él había ordenado en el Israel antiguo eran todos hombres imperfectos, sujetos a la muerte. Él sabía que los sacrificios que ellos ofrecían por nombramiento de él sobre su altar del templo eran meramente animales y pájaros, cuyo valor de vida era menor que el de una criatura humana. Él sabía que estos sacrificios de animales y pájaros nunca podrían, por el derramamiento de su sangre, quitar pecados humanos y cancelar la condenación de muerte que estaba sobre toda la humanidad pecaminosa. Así, la sangre de estas víctimas, animales y pájaros, nunca podía abrir el camino para que la gente entrara en vida eterna en la Tierra bajo un gobierno celestial perfecto. (Heb. 10:1-4) Entonces, ¿qué hizo él?
34 Desde el año 1512 a. de la E.C. hasta 33 E.C., Jehová Dios usó al sumo sacerdote aarónico como figura profética o tipo del venidero Sumo Sacerdote perfecto que verdaderamente suministraría a Dios el sacrificio que quitaría el pecado del mundo de la humanidad. El usó aquellos sacrificios de animales y pájaros como un cuadro del sacrificio perfecto y quitador de pecados que el verdadero Sumo Sacerdote de Dios suministraría. Por eso es que el precursor de Jesús, Juan el Bautista, señaló a Jesucristo y anunció a la gente: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29) Jesucristo no es el Sumo Sacerdote de Dios por estar en la línea familiar de Aarón el levita; él es el Sumo Sacerdote inmortal en virtud del juramento hecho por Jehová Dios. (Sal. 110:4; Heb. 7:15-17) Él es mucho más alto y más valioso que Aarón el sumo sacerdote judío y todos sus sucesores hasta el 70 E.C. Esto fue representado cuando el antiguo sacerdote Melquisedec, rey de Salem, bendijo a Abrahán, el antepasado de Aarón el levita. Así Aarón, todavía no nacido en los lomos de Abrahán, fue bendecido por Melquisedec, y de ese modo se probó que Aarón era inferior o menos que el sacerdote Melquisedec.—Heb. 7:4-10.
35. ¿Por qué Jesús, el Sumo Sacerdote de Jehová, no necesita un templo terrenal, y qué presentación que quita los pecados hizo él ante Jehová?
35 Jesucristo no necesita un templo terrestre material como el que usaban los sumos sacerdotes aarónicos al ofrecer sacrificios en la Jerusalén antigua. Después de entregar su propia vida humana perfecta como sacrificio en inocencia, él fue levantado de entre los muertos al tercer día y ascendió al cielo para presentarse ante la presencia misma de Dios. Allá arriba él presentó al único Dios vivo y verdadero el valor pleno de su sacrificio humano perfecto a favor de la gente. Los sumos sacerdotes aarónicos llevaban meramente la sangre de toros y cabras al Santísimo del templo terrestre, una sangre que solo era pictórica y nunca podía quitar para siempre los pecados humanos. Pero Jesucristo ascendió a la presencia celestial de Dios con el mérito de su propia sangre, el valor de una vida humana perfecta.—Heb. 9:22-26.
36, 37. ¿Qué estuvo Jesús dispuesto a hacer para vindicar el nombre y la soberanía de su Padre? Y en prueba de la inocencia de Jesús, ¿qué hizo Jehová Dios para él?
36 Tal como el antiguo Melquisedec era de más alta posición que Abrahán y su descendiente todavía no nacido, Aarón el levita, así Jesucristo, el Sumo Sacerdote de Jehová “a la manera de Melquisedec,” es de más alta posición que el antiguo sumo sacerdote judío. Él es, de hecho, el Hijo de Dios, a quien su Padre celestial envió desde el cielo para que llegara a ser un humano perfecto. Esta fue una tremenda humillación para el Hijo de Dios, pero gustosamente él se humilló para la vindicación del nombre y la soberanía universal de Dios. Como hombre, fue sometido a las más grandes tentaciones por Satanás el Diablo y también a persecución furiosa por los líderes religiosos de su propia nación, entre ellos los sumos sacerdotes aarónicos. A pesar de todo esto mantuvo su integridad en absoluta lealtad y obediencia a Dios, predicando el reino de Dios y haciendo bien a la gente, un bien como el que los sacerdotes religiosos de todas las naciones nunca podrían hacer. Debido a su perfecta obediencia a Dios y su devoción inmutable al reino de Dios, le dieron muerte, un hombre que era absolutamente inocente pero acusado falsamente de blasfemia y de sedición política. De esta manera murió como sacrificio humano perfecto enteramente aceptable a Dios.
37 En prueba de la inocencia de su Hijo, el Dios Todopoderoso levantó a Jesucristo de entre los muertos al tercer día. Por lo tanto el apóstol Pedro escribe de él y dice que fue “muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu.” (1 Ped. 3:18) En esta condición ascendió como persona espiritual directamente a la presencia de Dios en el cielo para presentar al Dios de justicia el valor pleno de su sacrificio humano perfecto para la redención de la gente. Jehová Dios, por lo tanto, no tenía motivo para arrepentirse por haber jurado que su Hijo Jesucristo sería “¡sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!”—Sal. 110:4; Fili. 2:5-11; Juan 3:15-17.
NINGÚN SACERDOTE COMO ÉL
38. ¿Qué afirman algunos sacerdotes de la cristiandad, pero qué no pueden hacer?
38 Díganos, ahora: ¿Qué sacerdote terrestre, judío o de otra índole, ha podido hacer eso para la gente? Hay ciertos sacerdotes de la cristiandad que afirman que al repetir las palabras de Jesús al instituir él la cena del Señor literalmente cambian simple pan y vino en la sangre literal y la carne literal de Jesucristo para sacrificarlo vez tras vez de nuevo. También afirman que él es Dios y no meramente el Hijo de Dios. Entonces afirman que comen la carne y beben la sangre de Cristo al comer el pan y beber el vino en su ceremonia eclesiástica. Esto los haría caníbales. Y, como dijo un observador de esta práctica de los sacerdotes de la cristiandad: “Se comen al Dios que crean.” Aun si supusiéramos que tales sacerdotes realmente crearan de nuevo el cuerpo y la sangre de Jesucristo, para ofrecerlos en sacrificio, ¿cuál de esos sacerdotes ha ascendido alguna vez al cielo a la presencia de Dios para presentar a él en el cielo el valor de ese sacrificio religioso? ¡Ninguno de ellos! Por lo tanto, la gente no obtiene verdadero beneficio de tales repetidos “sacrificios” religiosos por sus sacerdotes. Sus sacerdotes no pueden hacer lo que Jesús hizo para la gente.
39. ¿Por qué resulta falso lo que afirman sacerdotes de la cristiandad de que es necesario repetir el sacrificio de Jesús?
39 Los sacerdotes judíos tenían que repetir cada año sus sacrificios animales, porque aquellos sacrificios eran subhumanos y no tenían suficiente valor para rescatar a la humanidad. Los sacerdotes de la cristiandad repiten diariamente sus sacrificios porque afirman que el sacrificio de Jesucristo fue solo de valor limitado en sí mismo y tenía que ser repetido, por medio de sacerdotes terrenales. Pero contrario a esto, la Palabra escrita de Dios dice clara y repetidamente que el sacrificio humano perfecto fue completamente adecuado y satisfactorio y no tiene que repetirse más. (Heb. 9:27, 28; 10:10) Debido a esto, el apóstol cristiano Pablo declara que “Cristo, ahora que ha sido levantado de entre los muertos, ya no muere; la muerte ya no es amo sobre él,” ni aun en el sacrificio religioso de la misa. (Rom. 6:9) Él es ahora un sacerdote celestial inmortal, y debido a su condición de estar libre de la muerte permanece Sumo Sacerdote para siempre. En todo tiempo puede servir personalmente para la salvación eterna de la gente para la cual entregó su vida humana perfecta.—Heb. 7:19-28.
UN SUMO SACERDOTE QUE TRAE LIBERACIÓN
40. ¿Qué valor tienen ahora todos los otros sacrificios, animales o humanos, por sacerdotes de la religión falsa?
40 Entonces, ¿qué? Bueno, desde la presentación del sacrificio de Cristo en el cielo en el año 33 E.C., todos los otros sacrificios, animales o humanos, por sacerdotes del imperio mundial de religión han llegado a ser de ningún valor, inaceptables para Dios. En armonía con esto, Jehová Dios hizo que los sacrificios que ofrecían los sacerdotes aarónicos de Israel terminaran trágicamente en el año 70 E.C., cuando los romanos paganos destruyeron a Jerusalén y su templo, que no había de ser edificado de nuevo.
41. ¿Qué han hecho los sacerdotes de la cristiandad que muestra que no son subsacerdotes de Jesucristo?
41 Jesucristo no es el Sumo Sacerdote de los sacerdotes de la cristiandad, y ellos no son sus subsacerdotes. Que no juzgue equivocadamente la gente a Jesucristo por las acciones de los que afirman ser sus vicarios y vicegerentes y sacerdotes eclesiásticos en la cristiandad. El clero religioso de la cristiandad ha formado uniones de Iglesia y Estado, y ellos mismos se han mezclado en la política y animan a la gente de sus iglesias a hacer lo mismo. Han bendecido a las naciones de la cristiandad cuando éstas han estado en guerra unas contra otras y han bendecido a la gente de sus iglesias por participar en tal guerrear carnal. Pero, ¿representan a Jesucristo, el Sumo Sacerdote de Dios, al hacer eso?
42. ¿Qué evitó Jesús cuando estaba en la Tierra, y por lo tanto, qué evitan sus seguidores?
42 Jesucristo no se mezcló en ninguna política terrenal, ni siquiera en la política judía que se intentaba en su día. (Juan 6:14, 15) Más bien que predicar siquiera un reino judío terrenal, él tomó las palabras de Juan el Bautista y predicó: “El reino de los cielos se ha acercado.” (Mat. 4:12-17) Al estar de pie delante del gobernador romano Poncio Pilato bajo la acusación falsa de sedición, Jesús dijo: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36) Por esta poderosa razón los verdaderos seguidores de Jesucristo igualmente predican solo “el reino de los cielos,” “el reino de Dios.” No se han hecho responsables por parte alguna del derramamiento de sangre que ha manchado la tierra debido a los conflictos de los reinos de este mundo.—2 Cor. 10:3, 4.
43, 44. Además de ser Sumo Sacerdote, ¿qué otro papel desempeña Jesús, y qué les hará a los inicuos?
43 Hoy los pueblos gimen bajo las opresiones que llevan a cabo los reinos de este mundo. Que ellos recuerden que, tal como el antiguo Melquisedec, Jesucristo no solo es el Sumo Sacerdote del Dios Altísimo, sino también un Rey, el Rey ungido con el espíritu santo del Dios Altísimo. Como Rey celestial él tiene que desempeñar cierto papel. El Salmo 110 predice esto gráficamente. Inmediatamente después de decir: “Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’” el Salmo 110 pasa a decir:
44 “Jehová mismo a tu diestra ciertamente hará pedazos a reyes en el día de su cólera. Ejecutará juicio entre las naciones; causará una plenitud de cuerpos muertos. Ciertamente hará pedazos al que es cabeza sobre una tierra populosa.”—Sal. 110:4-6.
45. ¿Cómo describe Revelación 19:11-21 la actividad del Sumo Sacerdote y Rey de Jehová?
45 En el siglo veinte antes de nuestra era común Jehová Dios ciertamente estuvo a la diestra del fiel Abrahán cuando éste luchó contra los reyes merodeadores y rescató a los siervos de Dios de manos de ellos, y entonces regresó y recibió una bendición de Melquisedec el rey de Salem. (Gén. 14:13-20; 15:1; Heb. 7:4-10) No menos estará Jehová Dios, según el Salmo profético Sl 110, a la diestra de su Sumo Sacerdote y Rey, Jesucristo, en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Armagedón. (Rev. 16:14, 16) El último libro de la Santa Biblia, en el capítulo diecinueve, describe que, por Jehová Dios, este Sumo Sacerdote y Rey “hará pedazos a reyes” en ese día de la cólera de Dios; que él “ejecutará juicio entre las naciones” y quitará a los opresores; que, debido a la oposición mundial al reino de Dios, él “causará una plenitud de cuerpos muertos” por toda la Tierra, de modo que no escapará ningún enemigo; y ahora ningún gobernante, sin importar lo populoso y poderoso que sea el país sobre el cual sea cabeza, evitará ser hecho pedazos para alivio de la gente angustiada. (Rev. 19:11-21) La gente necesita que él haga esto para ellos.
46, 47. (a) ¿Qué significa el nombre Melquisedec? (b) Por lo tanto, ¿qué hará el Melquisedec Mayor que no pudo hacer y no pueden hacer la Sociedad de las Naciones o las Naciones Unidas?
46 ¿En qué resultará esto para la gente? Esto lo sugiere el nombre de la ciudad sobre la cual el antiguo Melquisedec fue rey en el Oriente Medio. Sobre esto la declaración inspirada de Hebreos 7:1-3 dice: “Este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, . . . es primeramente, según se traduce [su nombre], ‘Rey de Justicia,’ y luego también es rey de Salem, es decir, ‘Rey de Paz.’ . . . habiendo sido hecho semejante al Hijo de Dios.”
47 Ah, sí, Jesucristo el Melquisedec Mayor no será Rey de alguna Salem allá en el Oriente Medio en la Tierra, sino que será un Rey de Paz celestial, porque el nombre Salem significa “Paz.” Hasta este día las Naciones Unidas como sucesora de la Sociedad de las Naciones no han traído ni mantenido la paz y seguridad para el mundo de la humanidad; y ninguna organización internacional humana para la paz y seguridad mundial hará esto jamás. Pero el Mayor Rey de Salem puede y lo hará y está nombrado para hacer eso. No sorprende, entonces, que el Salmo 110 prediga que Jehová Dios, por medio de él, tenía que hacer pedazos a todos los elementos gobernantes de la Tierra que perturban la paz y amenazan la seguridad de la gente.
48. ¿Quiénes han de estar con Jesús en su reino celestial, y qué puesto ocuparán?
48 Conforme a la generosidad de Jehová Dios, su Hijo Jesucristo no estará solo en el reino celestial. Tendrá un número definido y preordenado de asociados en ese gobierno celestial, 144.000 de ellos según el último libro de la Biblia. (Rev. 7:4-8; 14:1-3) Acerca de estos fieles seguidores en las pisadas de Jesucristo, Revelación 20:5, 6 dice: “Esta es la primera resurrección. Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.” Así queda bíblicamente establecido que, después de la guerra del Armagedón y después que se ate a Satanás el Diablo y sus demonios, Jesucristo, el Melquisedec Mayor, gobernará como Rey celestial y servirá como Sumo Sacerdote de Dios por mil años a favor de la gente de la Tierra.—Luc. 22:28-30; 2 Tim. 2:11, 12.
49. ¿Qué les ha de suceder a los sacerdotes del imperio mundial babilónico de religión falsa, y quiénes servirán para bendición eterna del hombre?
49 Cuando, por la “primera resurrección” de estos cristianos que han sido fieles hasta la muerte, se les transfiera a los cielos para ser “sacerdotes de Dios y del Cristo” y para ‘gobernar como reyes con él por los mil años,’ esto hará que no queden sacerdotes ordenados de Jehová Dios aquí en la Tierra. Los sacerdotes del cristianismo falso de la cristiandad, sí, todos los sacerdotes del imperio babilónico mundial de religión falsa, habrán quedado fuera de funciones y ejecutados en el cercano día de la cólera de Jehová, cuando él ejecute juicio entre las naciones. (Sal. 110:4-6) Como resultado de esto, la gente de la Tierra tendrá solo al Sumo Sacerdote de Dios y sus subsacerdotes verdaderos para servir a favor de ellos en el poder celestial, en contacto directo con Dios. ¡Qué bendición eterna será eso para toda la gente, porque el Sumo Sacerdote de Dios y sus subsacerdotes celestiales son verdaderamente aquella prometida “simiente” o “descendencia” de Abrahán, cuyo número antes era desconocido tal como el número de las estrellas y en la cual todas las naciones de la Tierra serán eternamente benditas! (Gén. 22:17, 18) Ellos aplicarán los beneficios del sacrificio de Cristo a todos.
50. ¿Cómo, entonces, serán verdaderamente perdonados los pecados, y qué quizás acompañe entonces a tal perdón?
50 Entonces los pecados de la humanidad verdaderamente serán perdonados, no porque la gente vaya a algún confesonario en un edificio religioso y se confiese ante algún sacerdote imperfecto y pecaminoso, sino por arrepentirse y acudir a Dios privadamente en oración por medio de su Sumo Sacerdote Jesucristo y pedir perdón. (Mat. 6:9-12; 1 Juan 1:9; 2:1, 2) Sus pecados realmente serán perdonados en el cielo. Quizás hasta beneficios de curación al cuerpo humano acompañen a tal perdón procedente del cielo.
51. (a) ¿Qué hizo Jesús para mostrar que los pecados de un hombre le habían sido perdonados? (b) ¿Cuáles eran algunas de las obligaciones del sumo sacerdote y los subsacerdotes en Israel, y, por lo tanto, qué podemos esperar que suceda bajo el Melquisedec Mayor?
51 Recuerde que en una ocasión Jesucristo mientras estaba en la Tierra sanó a un hombre de su mal como expresión del perdón de sus pecados. (Mat. 9:1-8) Recuerde, también, que entre el pueblo escogido de Dios bajo la ley del profeta Moisés el sumo sacerdote de Jehová y sus subsacerdotes vigilaban la condición saludable de la gente y aplicaban las estipulaciones sanitarias de la ley de Dios. (Lev. 13:1-8; 14:1-32; Mat. 8:1-4; Luc. 17:11-19) De manera más poderosa y eficaz el Sumo Sacerdote de Dios como Melquisedec vigilará por la salud de la gente aquí en la Tierra bajo su reino. Los obedientes que teman a Dios serán bendecidos con una restauración gradual a la salud humana perfecta y al estado de lo completo corporalmente a medida que toda su pecaminosidad sea quitada por medio de la sangre de Cristo y la disciplina justa.
52. (a) ¿Qué pregunta considerada y amorosa se hace ahora? (b) ¿Cómo han mostrado los sacerdotes de la cristiandad que no ayudan en nada a la gente?
52 “Pero, ¿no falta algo?” quizás pregunte usted, y luego añada: “Todo eso es inefablemente grandioso y hermoso para todos los hombres de buena voluntad que sobrevivan la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso en el Armagedón, pero... pero, ¿qué hay de los miles y miles de millones de personas que han muerto y regresado al polvo de la tierra desde que el pecado y su pena la muerte entraron en la Tierra hace unos seis mil años?” ¡Muy considerada y amorosa pregunta! ¡Cuán incapacitados serían los sacerdotes y clérigos de la cristiandad y los sacerdotes del llamado mundo pagano, si se encararan a tal situación terrenal! Creyendo en la inmortalidad del alma humana, han predicado que los muertos van inmediatamente a un mundo de espíritus donde están los ángeles o los demonios, y han ejecutado ceremonias religiosas para ellos o hasta ofrecido alguna clase de “sacrificio” para los muertos, como el “sacrificio de la misa,” no sin que los deudos tengan que pagar algo. Con esto, ¿qué han hecho realmente para la gente? Pero, ¿qué hay acerca del Sumo Sacerdote de Dios?
53, 54. ¿Qué hará el gran Sumo Sacerdote de Jehová para los que están muertos en las tumbas?
53 Jesucristo, el Melquisedec Mayor, entregó su vida humana perfecta en sacrificio, no solo para la redención de los sobrevivientes de la batalla del Armagedón y el atar a Satanás y sus demonios, sino también para todos los que han muerto antes de entonces debido a heredar imperfección y pecado de sus padres terrenales originales, quienes pecaron en el jardín de Edén. (Rom. 5:12-18) Durante su servicio como Rey y Sumo Sacerdote por los predichos mil años él se encargará de que todos estos que han de recibir el beneficio y provecho de su sacrificio de rescate consigan el beneficio pleno de éste. Pero, ¿cómo? Resucitándolos de entre los muertos a la vida en la Tierra bajo el reino celestial. El mismo dijo eso cuando estaba en la Tierra, y, para ilustrar su poder para hacer eso, levantó de entre los muertos a varias personas, y lo mismo hicieron sus apóstoles fieles. (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15) Así, las oportunidades de obtener vida eterna perfecta en una Tierra limpiada y paradisíaca se les presentarán a estos resucitados. Finalmente, se realizará plenamente la promesa de Dios en Revelación 21:4:
54 “El limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”—Compare con Isaías 25:7-9.
55. ¿Qué norma, de la cual se habla en Malaquías 2:7, satisfizo Jesús, y, entonces, cuáles son las perspectivas para el futuro bajo el Sumo Sacerdote de Dios, Jesucristo?
55 ¿Enseñan los sacerdotes dentro y fuera de la cristiandad estas cosas consoladoras a la gente hoy día? Usted mismo puede suministrar la respuesta. Usted sabe si tales sacerdotes satisfacen la norma de Dios para el sacerdote según se establece en el último libro hebreo profético de antes de la primera venida de Cristo, en Malaquías 2:7, en estas palabras: “Los labios de un sacerdote son los que deben guardar el conocimiento, y la ley es lo que la gente debe buscar de su boca; porque es el mensajero de Jehová de los ejércitos.” En la Tierra como hombre Jesucristo se conformó a esa norma. En el cielo como el Sumo Sacerdote de Dios él no le fallará a la gente con respecto a esto. A todos se les enseñará acerca del único Dios vivo y verdadero y su provisión para librar a la gente del pecado y la muerte. El que adquieran este conocimiento y obedientemente vivan en armonía con él significará para la gente vida eterna en una Tierra paradisíaca de paz y felicidad bajo el reino celestial de Jehová Dios y su Sumo Sacerdote.—Juan 17:3; Isa. 11:9.
[Notas]
a Vea el libro intitulado “The Pope the Vicar of Christ, the Head of the Church,” por el monseñor católico romano Capel; también las páginas 306 y 307 de “The Time Is at Hand,” publicado en 1889 por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. Note en la página 308 la carta que S. Bernardo, abad de Clairvaux, escribió al papa Eugenio III, en 1150.
b Según la Santa Biblia, el historiador Josefo y una antigua crónica hebrea, el Seder Olam. Vea también la Cyclopædia de M’Clintock & Strong, tomo 8, página 58, y el tomo 4, página 251. Vea también The Jewish Encyclopedia, tomo 10, página 21, bajo “Phinehas ben Samuel.”