Libertad del temor en 1955
1. ¿Cómo entra en el año de 1955 la humanidad, y por qué?
¿CONOCE usted el secreto de cómo estar libre del temor que se apodera de toda 1a humanidad actualmente? ¿Quiere usted esta libertad? Quizás usted todavía recuerde el dicho que se popularizó hace poco tiempo: “La única cosa a que hemos de temer es el temor mismo.” Este dicho fué adoptado por el finado presidente de los Estados Unidos de América, a pero apareció más de doscientos años antes de él en un libro publicado a principios del siglo diecisiete.b Pero ¿suministró la solución ese dicho? ¿Quién ha llegado a estar absolutamente sin temor temiendo al temor? ¿Quién puede evitar el temer ahora? Frente a posibilidades espantosas, la humanidad no ha desarrollado temor al temor mismo. Por consiguiente entra en el año de 1955 con temor y presentimiento siniestro, sin ninguna fórmula para hacer realidad aquella de las “Cuatro Libertades” de la época de Róosevelt a que se conoce como la “libertad del temor.” Más bien, un mayor cautiverio al cruel capataz de esclavos, el Temor, de seguro les sobrevendrá.—Luc. 21:25, 26.
2. ¿Qué clase gozará de libertad del temor durante 1955, y por qué, a pesar de las noticias malas concernientes a este mundo?
2 No por temer al temor, sino por temer a Jehová aprendemos el secreto de la libertad del temor. Por eso es que habrá una clase sobre la tierra que disfrutará de libertad del temor durante 1955 y durante todos los años que siguen. Esa clase es el “hombre” descrito en el Salmo 112, ese hombre que teme a Jehová y que se deleita en Sus mandamientos, junto con la descendencia o generación de este hombre justo, recto. Lo que este salmo dice en su Sal 112 versículo séptimo acerca de este “hombre” colectivo o clase de personas será veraz durante 1955, sí, veraz hasta el fin victorioso de la guerra del Armagedón: “No temerá a causa de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.” Él se enfrenta sin miedo al nuevo año. Las noticias o nuevas acerca del mundo son todas malas en estos días; no hay nada consolador acerca de ellas. Agregado a esto, en la propia Palabra de Dios no hay ninguna buena noticia para este mundo, sino sólo ruina mediante la ejecución de la venganza de Dios contra los inicuos. El “hombre” que teme a Jehová ya sabe esto y por eso no está perturbado por el giro de los acontecimientos mundiales y el futuro siniestro que está comenzando a tomar forma para este mundo. De las profecías de Dios él sabe que este mundo bajo Satanás tiene que terminar en breve en la culminación de este “tiempo del fin,” para ser seguido por un brillante nuevo mundo de toda cosa buena.
3. ¿Cómo no ‘teme el rugido de los malos,’ y qué proceder contra el temor sigue él?
3 Aun si las “malas noticias” vienen en forma de amenazas del enemigo, esto no hace temer al que teme a Jehová. “Él no temerá el rugido de los malos,” como un traductor vierte el versículo. (Fenton) Él sabe que el Dios Todopoderoso, su Protector, es más poderoso que las fuerzas combinadas del enemigo, visibles e invisibles. Fortalecido con este conocimiento, no puede tener temor, sino que intrépidamente continúa haciendo su obra cristiana en obediencia a los mandamientos de Dios, declarando Su nombre y dando testimonio de Su reino mediante Jesucristo. Rehusa tener temor a lo que los gobernantes y pueblos mundanos temen. Sigue las instrucciones de Dios, a saber: “Aun si tienen que sufrir por causa de la justicia, ustedes son felices. Sin embargo, no vayan a temer lo que ellos temen, ni vayan a agitarse. Sino santifiquen a Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para hacer una defensa ante todo aquel que les demande una razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con un genio apacible y respeto profundo.” (1 Ped. 3:14, 15, NM) “Ni participéis en su temor, ni os amedrentéis. Santificad a Jehová de los Ejércitos; y sea él vuestro temor, y sea él vuestro pavor.” (Isa. 8:12, 13) Por consiguiente el hombre que teme a Jehová no es intimidado de manera que siga el proceder que el mundo recomienda y piensa que es práctico. Al temer él al Altísimo Jehová se destaca la sabiduría superior del hombre. Los temores mundanos no lo paralizan de terror, sino que él hace todo lo que puede para disipar dichos temores de la gente de buena voluntad dándoles el mensaje bíblico de paz y consuelo.
4. ¿Cómo llega su corazón a estar firme y a confiar en Jehová?
4 “Su corazón está firme, confiado en Jehová.” (Sal. 112:7) Mediante profecía bíblica Jehová ha amonestado al que le teme concerniente al destino de este mundo y concerniente a los asaltos del enemigo contra él. De modo que el hombre ha preparado su corazón para la venida de estas cosas de manera que no vaya a ceder al temor o sea hecho tropezar y se confunda. (Juan 16:1-4) Él ha empleado tiempo en estudiar la Palabra de Dios y practicar sus enseñanzas y así vigorizar una confianza en Jehová. Por consiguiente su corazón no fluctúa entre Jehová y este mundo; permanece inmutablemente firme en Jehová. Mantiene un corazón íntegro hacia Dios. Su corazón jamás se dirige a los ídolos de este mundo. Él se ha familiarizado con las promesas de Jehová y ha observado cómo el Prometedor las ha cumplido hacia aquel que le teme fielmente. Conociendo el destino que aguarda a este mundo, se da cuenta de que no hay seguridad en él y que el mundo no puede ganar en su lucha contra el Todopoderoso Dios. Confía en el Ganador seguro. Libre del tormento que viene con los temores mundanos, es feliz.
5. ¿De qué manera es asegurado su corazón, y por eso qué es echado fuera?
5 “Asegurado está su corazón; nada temerá, hasta que mire con triunfo a sus adversarios.” (Sal. 112:8) Ahora se enfrenta a muchos adversarios, pero no se vuelve atrás de su posición intransigente a favor del reino de Dios. Tiene su corazón asegurado en el Dios invicto e invencible. Ni los temores que los hombres expresan por el destino de su propio sistema de cosas y lo que esto querrá decir para la humanidad ni las amenazas que los adversarios hacen contra la sociedad del Nuevo Mundo hacen que su corazón tiemble y vacile. Jehová se lo asegura a causa del amor que este hombre le tiene. Él es de corazón fuerte en el amor y afecto que le tiene al justo nuevo mundo que Dios ha prometido. Él no tiene enfermedad espiritual del corazón en estos tiempos críticos y difíciles, cuando los hombres son amadores de placeres más bien que amadores de Dios y sólo tienen la forma de devoción piadosa pero su corazón no está en ella. Por eso copie su ejemplo. Para mantenerse lejos de la preocupación y de la tiranía del temor fortalezca su corazón en su amor y devoción a Jehová. Lo demás seguirá: El amor echará fuera al temor.—1 Juan 4:18.
6. ¿Qué debe usted esperar de sus adversarios, pero cómo puede usted evitar tener temor al verlos?
6 Naturalmente, si usted ama y teme a Jehová, los adversarios que lo aborrecen a él también lo aborrecerán a usted. Pero ése no es motivo para alarmarse, especialmente si usted sabe a quién ama. Si usted ama a alguien usted hará todo, sí, sufrirá y aguantará todo, por causa de esa persona. Si usted ama a Jehová y lo conoce, vea a los adversarios desde el mismo punto de vista que él los ve. Acepte la opinión que él tiene acerca de ellos. Crea en Su profecía concerniente a ellos. Entonces el temor a los adversarios se irá. Precisamente ahora los adversarios tal vez se vean bastante terribles debido a sus números y su poder aumentado para perjudicar a los testigos de Jehová y la sociedad del Nuevo Mundo. Pero considere el daño que Dios les puede causar a ellos, y también a usted, más daño del que ellos le pueden causar a usted. Entonces, no les tema. No deje de predicar a causa de ellos, sino que continúe dejando que su corazón sea asegurado y apoyado por el espíritu de Jehová y su Palabra.
7. ¿Por qué y con quién podemos reírnos de nuestros adversarios ahora, y con qué obra seguimos adelante?
7 Si lo hace así, usted al fin mirará a sus adversarios cuando ya no parecerán tan temibles, cuando los propios temores que ellos abrigaban se habrán cumplido en ellos. “Lo que teme el inicuo eso vendrá sobre él; asimismo lo que desean los justos les será dado. Cuando pase el torbellino ya no existirá el inicuo; pero el justo [es] un cimiento eterno.” (Pro. 10:24, 25, margen) Por eso, ríase de ellos con Jehová: “Maquina el malo contra el justo, y cruje sobre él sus dientes. El Señor se reirá de él, porque ve que va llegando su día. Porque los brazos de los malos serán quebrados; mas el que sustenta a los justos es Jehová.” (Sal. 37:12, 13, 17) Es sensato reírse intrépidamente desde este punto de vista, porque la sabiduría divina dice a los desatentos insensatos de este mundo: “Yo también me reiré en vuestra calamidad, me mofaré cuando viniere vuestro espanto. Cuando viniere cual huracán vuestro espanto, y vuestra calamidad, como torbellino, se os echare encima; cuando viniere sobre vosotros la angustia y el aprieto.” (Pro. 1:26, 27) Por eso el presente rugido de los adversarios contra nosotros no nos amedrenta, sino que con corazones amorosos, fuertes y saludables asegurados en Jehová seguimos adelante sin temor dando testimonio de su reino por todo el mundo. En breve, cuando miremos a nuestros adversarios, será un espectáculo satisfaciente.
IMPÁVIDA DISTRIBUCIÓN A LOS POBRES
8. ¿Por qué es el Salmo 112:9 una garantía de que la obra de testificación proseguirá en 1955?
8 Durante 1955 la obra global de los testigos que temen a Jehová avanzará todavía más, gracias a su favor bondadoso y espíritu. Seguridad firme de esto se nos da en el Salmo 112:9: “Ha esparcido por todas partes, ha dado a los necesitados, su justicia permanece firme para siempre; su cuerno será ensalzado con honor.” (SalsRo) No hay duda en cuanto a quiénes aplican estas palabras. El apóstol Pablo las citó y las aplicó a sus compañeros cristianos al tiempo que estaban dando ayuda a sus hermanos en Cristo que estaban necesitados. Él dijo: “(Así como está escrito: ‘Ha hecho distribución, ha dado a los de pocos medios, su justicia continúa para siempre.’ Ahora aquel que provee abundantemente la semilla al sembrador y el pan para comer les suplirá y les multiplicará la semilla para que siembren y aumentará los productos de la justicia de ustedes.) En todo están siendo ustedes enriquecidos para toda clase de generosidad.” (2 Cor. 9:9-11, NM) La generosidad del cristiano que teme a Jehová no se limita a dar cosas materiales a los hermanos necesitados, sino que se interesa grandemente en distribuir las nuevas del Reino a todos los “hombres de buena voluntad,” el esparcir por todas partes la semilla de la verdad del Reino sobre aquellos cuyo corazón es semejante a tierra buena, a tierra productiva.
9. ¿Quiénes son los “pobres” a quienes los que temen a Jehová dan, y por qué?
9 Hoy la tierra está llena de gente pobre en lo material, pero los pobres a quienes el sabio temeroso de Jehová da son aquellos que son “pobres en espíritu,” es decir, “conscientes de su necesidad espiritual” y por consiguiente dispuestos a aceptar el satisfaciente mensaje del Reino. Fué a esta clase de pobres que Jesús envió a sus seguidores a buscar y alimentar, diciendo: “Recibieron gratis, den gratis.” (Mat. 10:8; 5:3, NM) Lo que ellos pueden ‘dar gratis’ ha de ser las riquezas espirituales que Dios ha conferido sobre ellos gratis, porque, concerniente a riquezas materiales, Dios ha escogido a los “que son pobres respecto al mundo para ser ricos en fe.” (Sant. 2:5, NM) Al dar el mensaje del Reino en vez de sólo dar dinero o cosas materiales alcanzan a los que realmente son “pobres en espíritu,” que están “conscientes de su necesidad espiritual,” más bien que simplemente a los pobres egoístas de este mundo a quienes no les interesa pertenecer a Jehová. De esta manera los pobres mundanos faltos de aprecio que prefieren pertenecer a Satanás el “dios de este sistema de cosas” son separados y dejados fuera.
10. Al dar a dichos pobres, ¿a quién le están prestando verdaderamente y por qué?
10 Los pobres y necesitados no pueden recompensarnos plenamente de maneras materiales por los regalos espirituales que les damos gratis, pero esto no nos empobrece. Nunca lo pasamos sin una remuneración que hace más que recompensarnos. ¿Por qué no? En respuesta, las palabras del Salmo 112:5 merecen repetirse: “Bueno es el hombre—benigno y prestador.” (Yg; página 114, §21) Es a los pobres y necesitados que el “hombre” presta, y no sólo no espera ningún interés sobre el préstamo de parte del recibidor pobre, sino que no espera absolutamente ninguna recompensa material. ¿De dónde, entonces, viene su remuneración? Escuche: “Presta a Yahveh quien se apiada del pobre, y Él le pagará su buena acción.” (Pro. 19:17, BC) Al tener compasión y dar a los espiritualmente pobres sin recibir recompensa material, ¿realmente presta uno a Jehová? Sí; y por eso es que los pobres, especialmente los pobres en espíritu, los que están conscientes de su necesidad espiritual y desean vehementemente alivio espiritual, verdaderamente pertenecen a Jehová. Por eso él ha dicho: “El que oprime al pobre vitupera a su Hacedor; mas le honra aquel que se compadece del menesteroso.” (Pro. 14:31) Jehová pronuncia un pecado el oprimirlos o descuidarlos. (Deu. 24:14, 15) Ellos dependen de Él: “Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y los pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.” (Isa. 29:19, Val) Los pobres y necesitados que pertenecen a Jehová no pueden recompensar materialmente; por eso Jehová responde del adeudo de éstos que le pertenecen.
11. ¿Cómo se considera Jehová mismo en relación con el que da a los pobres, y cómo cumple con la obligación que esto le impone?
11 Así que el cristiano que teme a Jehová, al dar gratis las buenas nuevas del Reino a los pobres, realmente le está prestando a Jehová Dios hasta que Jehová le recompensa el bien que ha hecho. Es admirable pensar que el Rey del universo eterno, el Dueño de todas las cosas, se considere obligado al anunciador del Reino que da gratis a los pobres que están conscientes de su necesidad espiritual. Jehová salda todas las deudas u obligaciones adquiridas así, cumpliendo todas sus promesas de cuidar y sustentar a los que le temen y guardan sus mandamientos.
12. ¿Qué promesa hace Jehová al dador justo, y cómo cumple esta promesa ahora?
12 Por consiguiente Jehová hace la promesa concerniente a aquel que da Su mensaje gratis a los pobres y necesitados: “Su justicia permanece para siempre.” (Sal. 112:9) Esta es una repetición de Su promesa en el versículo tres del Salmo 112. De acuerdo con las propias palabras de Jesús en Mateo 6:1-4, la justicia del hombre que teme a Jehová consiste grandemente en su publicación del mensaje del Reino, en dar las buenas nuevas gratis a los pobres. Los que se oponen al Reino y a las buenas nuevas de él no podrán suprimir esta forma de justicia. Jehová siempre apoyará y conservará a los publicadores del Reino y les suministrará los medios para llevar a cabo esta predicación de las buenas nuevas, para que sean “enriquecidos para toda clase de generosidad.” Él “les suplirá y les multiplicará la semilla para que siembren y aumentará los productos de la justicia de ustedes.” (2 Cor. 9:10, 11, NM) A causa de que Dios continuamente surte de nuevo al justo y generoso distribuidor de las buenas nuevas, el cristiano que teme a Jehová nunca tiene que ir mendigando por haber dado tan liberalmente. Siempre se le mantiene en posición de llevar a cabo sus buenas obras de esparcir los beneficios de clase espiritual a los necesitados. Así, aunque él mismo sea pobre materialmente, puede hacer a muchos ricos espiritualmente. (2 Cor. 6:10) Los productos de su justicia, a saber, las personas de buena voluntad que son enriquecidas y juntadas en la sociedad del Nuevo Mundo, aumentan constantemente. En vez de empobrecer al dador, el dar y esparcir gratis las buenas nuevas resulta en recompensas aumentadas: “Hay quien esparce y sin embargo acrecienta; los hay también que retienen más de lo justo, y con todo van a parar en la indigencia. El alma generosa engordará, y el que riega será él mismo regado.”—Pro. 11:24, 25.
13. ¿Qué razón tiene dicho hombre justo para estar vivo y para ser conservado sobre la tierra?
13 Jehová quiere que tal clase de hombre justo esté sobre la tierra. Él se complace en usarlo como un instrumento para esparcir por todas partes Sus beneficios espirituales. Por esta razón el dador gratuito y generoso sirve un propósito en las obras de Dios y tiene un lugar adecuado y útil entre los habitantes de la tierra; tiene una razón buena para estar vivo y para ser conservado mediante poder divino. Consigue el aprecio de Dios y también de los hombres agradecidos y por eso es amado a causa de su obra. (1 Tes. 5:12) La misma existencia de la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract hasta este día prueba que esto mismo es verdad.
14, 15. (a) ¿Cómo prueba que esto es verdad la existencia de la Sociedad hasta este día? (b) ¿Qué quieren hacer los testigos de Jehová en 1955, y cómo pueden hacerlo?
14 Desde el mismísimo tiempo de su incorporación, en 1884, la Sociedad ha seguido la regla de mantenerse mediante contribuciones voluntarias. Ha hecho que la literatura se imprima y distribuya ya sea gratis o a una pequeña contribución que sólo sufraga el costo de producción y distribución. A todos los que han deseado asistir a ellas, las reuniones y convenciones de los testigos de Jehová siempre han estado abiertas bajo la declaración pública: “Asientos gratis—¡no hay colectas!” El clero religioso que cobra por la entrada o por asientos y que pasa el platillo de las colectas una o más veces durante los servicios religiosos ha expresado tristeza porque los testigos de Jehová anuncian una regla de “Asientos gratis—¡no hay colectas!” para las reuniones religiosas. (Vea The Watch Tower, 1 de enero de 1914, página 5.) Jehová ha bendecido este principio de dar gratis o al costo mínimo y de celebrar reuniones sin hacer ninguna colecta de dinero, para dar a conocer más información bíblica. Para una organización del tamaño de la Sociedad, la producción y distribución total de Biblias y literatura bíblica cada año es enorme, y el número de horas que los testigos de Jehová dan gratis a la obra de distribución y el número de estudios bíblicos que conducen gratis en los hogares de gente interesada cada año son notables.
15 En 1955 los testigos de Jehová quieren hacer la mayor distribución de literatura que jamás han hecho hasta la fecha en un año, porque el tiempo que se tiene para publicar el mensaje salvavidas se acorta, ya que la destrucción del mundo en la batalla del Armagedón se va acercando más y más. Dado que trabajamos económicamente, podemos lograr más que otros porque tratamos de tener tan pocos gastos generales como es posible. Podemos lograr los mayores resultados mediante la dádiva generosa de los amadores de Jehová, particularmente en términos de tiempo y energía empleados gratuitamente en distribuir y esparcir por todas partes el mensaje del Reino. De acuerdo con la regla de Dios, podemos estar seguros de que nosotros nos sentiremos más felices a causa de dar más y a causa de hacerlo sin cobrar.
16. ¿Cómo será honrado el cuerno del “hombre” que teme a Jehová, y cómo es ensalzado aun ahora con honor?
16 Jamás nos inclinaremos en derrota vergonzosa. La promesa divina hecha al justo dador y distribuidor a los pobres es: “Su cuerno será ensalzado con honor.” (Sal. 112:9) El cuerno es un símbolo de fuerza y poder, una amonestación a todos los que quisieran ser agresores. El que sea ensalzado con honor denota victoria para nosotros, en vindicación del poder de Jehová que nos sostiene. Confiando en él y manteniendo hacia él una integridad que nos dé derecho de confiar en él, podemos decir: “Tú ensalzarás mi cuerno como cuerno del toro salvaje: . . . también mis ojos mirarán el castigo de mis enemigos; y mis oídos oirán el de los inicuos que se levantan contra mí. El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.” (Sal. 92:10-12, margen) El honor con el cual el cuerno es ensalzado viene de Dios, no de los hombres. Pero los hombres se hallan obligados a reconocer la fuente divina de ese honor. Finalmente el honor de la victoria perdurable será nuestro, pero aun ahora disfrutamos del honor de estar en el servicio de Jehová como testigos suyos. La grande muchedumbre de personas de buena voluntad que ya está viniendo en multitudes a la casa de Jehová para servir y adorarle allí también es una gloria y honor para los de la clase espiritual que teme a Jehová, quienes han trabajado para procrear a esta descendencia o generación terrestre. Como dijo el apóstol Pablo a los hermanos de Tesalónica a quienes él había procreado por medio de las buenas nuevas que él les había predicado: “Porque ¿cuál es nuestra esperanza o gozo o corona de alborozo—¿no lo son en verdad ustedes?—delante de nuestro Señor Jesús en su presencia? Ustedes ciertamente son nuestra gloria y gozo.” (1 Tes. 2:19, 20, NM) Al continuar nosotros dando las buenas nuevas del Reino gratuita y generosamente a los pobres y necesitados, ese honor de acrecentados números de miembros en la sociedad del Nuevo Mundo en el templo de Dios no puede menos que seguir aumentando hasta que Jehová ensalce nuestro cuerno como victoriosos en el Armagedón.
17. ¿Por qué se aflige el inicuo, al ver esto?
17 Los aborrecedores inicuos de Jehová se han deleitado al vernos bajo opresiones, injusticias, prohibiciones y proscripciones, pero su deleite alegre se está convirtiendo en disgusto y consternación al ver el aumentado honor que Jehová confiere a su pueblo que le teme, sirve y magnifica su nombre. Ah bueno, todo esto fué predicho en el Salmo 112:10 (AN): “El inicuo lo verá, y se afligirá: hará crujido con los dientes, y se desleirá: el deseo de los inicuos perecerá.” El inicuo está destinado a ver esta victoria y honor coronadores de los testigos de Jehová antes de que sea destruído él. Él es malévolo y no tiene ningún amor a la justicia y por consiguiente no se regocija por el cuerno ensalzado de personas justas que temen a Jehová. Por eso trata de destruir la prosperidad espiritual de los israelitas espirituales restaurados y sus compañeros de buena voluntad. Se ofende por la bondad que Jehová manifiesta a Su pueblo. Él quiere el favor y éxito mundanos y el favor divino y prosperidad espiritual también, pero no puede tener ambas cosas al mismo tiempo. (Sant. 4:4) Él no esparce por todas partes y da el mensaje del Reino a los pobres. Por eso está descontento. El sentirse rico en bienes y favor mundanos no le satisface plenamente, porque sólo tiene la forma de piedad pero se muestra falso al poder de la piedad de transformar el corazón y hacer a uno verdaderamente feliz. Comido de envidia por la prosperidad espiritual de los testigos, se aflige.
18. ¿Por qué rechina los dientes el inicuo, y cuándo y cómo se desleirá?
18 El inicuo no puede derribar la prosperidad espiritual de los que temen a Jehová. Él cruje o rechina los dientes por el cuadro que está obligado a contemplar, pero eso es todo lo que puede hacer en su furor. Él verdaderamente no puede perjudicar a los justos ni destruir la sociedad del Nuevo Mundo. Él sufre tormento ahora, no sólo a causa de la predicación de las buenas nuevas del reino establecido de Dios sino también a causa de la prosperidad de los testigos de Jehová. En 1955 continuará rechinando los dientes en su furor y se preparará para unirse al gran Gog de Magog en su ataque mundial antes del Armagedón contra la sociedad del Nuevo Mundo. Cuando Jehová detenga ese ataque furioso y maligno mediante la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” la muchedumbre inicua todavía no verá lo que desean ver sus ojos, sino que dará una última ojeada al cuadro penoso que se ofrecerá a su vista, la prosperidad permanente de los testigos de Jehová y el triunfo de la sociedad del Nuevo Mundo sobre la tierra. Entonces los inicuos ‘se desleirán,’ sí, se desleirán como un caracol que deja un rastro viscoso. Se desleirán como un caracol, que, al moverse, “se deshace en baba.” (Sal. 58:9, NC) Así como un caracol es detenido por la sal rociada alrededor de los lugares que frecuenta, ¿qué pueden hacer los inicuos viscosos contra los que temen a Jehová que son como la “sal de la tierra”? Nada, sólo desleírse en un fin ignominioso en la grandiosa exhibición de poder bélico de Jehová en el Armagedón.
19. ¿Qué sucederá al deseo o deseo vehemente de los inicuos, y quiénes tendrán felicidad, aun en 1955?
19 “¡El deseo [deseo vehemente] de los inicuos perecerá!” Sus planes inicuos contra los justos no prosperarán, salvo para su propia destrucción, y todas las cosas sobre las que han puesto sus ojos considerándolas deseables en este mundo perecerán con ellos, para su desilusión eterna. En contraste glorioso, los justos publicadores del Reino verán cumplido su deseo al mirar a sus adversarios, porque ellos estarán en el lado victorioso de Jehová y sobrevivirán para entrar en el triunfante nuevo mundo donde la vindicación de Jehová será celebrada eternamente. ¡Oh, la desdicha del hombre que no teme a Jehová y que no se deleita grandemente en Sus mandamientos! Pero, ¡oh, la propia felicidad de usted si es persona que teme a Jehová en 1955 y guarda sus mandamientos con la libertad del temor dada por Dios!
[Notas]
a Franklin Delano Róosevelt, presidente de EE. UU. de 1933 a 1945.
b “De Augmentis Scientiarum” de Francisco Bacon, Tomo VI, capítulo III (1605).
Bienaventurado aquel que piensa en el pobre; en el día malo le librará Jehová. Jehová le guardará, y le dará vida: será bienaventurado en la tierra.—Sal. 41:1, 2.