El habla y la salvación
1. ¿Qué oportunidad vital se halla delante de los hombres ahora, según lo muestra Romanos 10:8-10?
EL MANTENER la vida es la búsqueda de todos los hombres cuerdos porque Jehová colocó en el hombre el deseo de vivir. Ahora por medio de su Palabra Jehová revela al género humano que la vida eterna puede obtenerse por todo el que se esfuerce por ella y la acepte bajo las condiciones de Dios. Al hombre se le presenta la oportunidad de aprender lo que está en la Palabra de Dios y llenar su mente y corazón de ello y luego hablar de ello para su propia salvación y la salvación de otros. “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón; es decir, la ‘palabra’ de fe que nosotros estamos predicando. Porque si tú declaras públicamente aquella ‘palabra en tu boca’, que Jesús es el Señor, y si ejerces fe en tu corazón en que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:8-10.
2. ¿Qué pasos progresivos tienen que dar los que van en pos de la salvación?
2 Se muestra que hay una relación estrecha entre el obtener la vida eterna y cómo usamos nuestra facultad del habla. La creación de Jehová fue para su placer y para resultar en alabanza a su nombre y a las criaturas humanas que él hizo para ser alabadoras de Dios. Cuando éstas están ocupadas en ello él las contempla con favor. Aunque la mayoría de los hombres se hallan fuera de armonía con Jehová y no lo alaban, no obstante en misericordia él ha permitido una oportunidad para que los hombres obtengan conocimiento de sus propósitos y escojan la vida. A medida que uno consigue más conocimiento acertado de Dios aprecia mejor su relación con el Creador. Aprende que es un privilegio hacer declaración pública con su facultad del habla para alabanza de Jehová. Llega a ser un testigo de Jehová, uno que habla en toda oportunidad para honra de su Dios. Dedica su vida y todo lo que tiene, incluyendo su facultad del habla, a la alabanza de Jehová. Se determina, como lo hizo el salmista: “También mi propia lengua, todo el día, expresará en tono de voz bajo tu justicia.” (Sal. 71:24) Es a hombres dedicados de este parecer que Dios está usando ahora para comunicarse con la familia humana y para que sean sus testigos. Por medio de lo que el mundo considera insensatez, a saber, la predicación, la salvación vendrá a muchos.—Isa. 43:8-12; 1 Cor. 1:21; 2 Ped. 3:9.
3. (a) ¿Dónde dijo Jesús que sus seguidores tienen que hacer declaración pública para la salvación? (b) Según Mateo 10:32, 33, ¿cómo puede el silencio conducir a la pérdida de la vida?
3 La forma de declaración pública para la salvación que Pablo menciona en el capítulo 10 de Romanos 10 es habla hecha públicamente, basada en la fe firme de uno. El conocimiento que se ha dado de la Palabra de Dios se ha dado en depósito para que se use libremente. Jesús recordó a los apóstoles, en Mateo 10:8, que habían recibido gratis y por eso tenían que dar gratis. Les dio órdenes de ir y predicar, entrando en las casas y hablando a la gente, visitando de casa en casa y de ciudad en ciudad, y no dejó duda de que esto resultaría en su salvación. Algunas personas quizás concluyan que es una tarea difícil salir y hablar a la gente en lugares públicos en cuanto al reino y propósitos de Dios, pero éste es uno de los requisitos para la salvación o la vida eterna. Sólo hay un medio para conseguir la salvación y ése es por medio de Cristo Jesús, el camino que Dios ha provisto. Él es el Medianero entre Dios y los hombres, que mostró cómo la declaración pública de casa en casa y de ciudad en ciudad resulta en que se dé un informe bueno en cuanto al predicador delante del Padre para salvación. Jesús dijo: “De todo aquel, entonces, que reconozca su creencia en mí delante de los hombres, yo también reconoceré mi creencia en él delante de mi Padre que está en los cielos; pero a cualquiera que me repudie delante de los hombres, yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Mat. 10:32, 33) Si uno no está haciendo la declaración pública de casa en casa y delante de la gente, es igual a repudiar su creencia en Cristo Jesús y Jehová Dios, y por eso una persona mediante su silencio ‘repudia’ a Cristo Jesús y será repudiada por Cristo delante del Padre en los cielos, perdiendo la salvación.
4. (a) ¿Quiénes tienen que ser maestros ahora? (b) ¿Cómo se habilita el buen maestro, en conformidad con lo que muestra el ejemplo de Jesús?
4 El uso diario de la facultad del habla en el servicio de Dios tiene muchos aspectos. La lengua del siervo dedicado de Dios se usa para predicar y enseñar. Jesús claramente mandó antes de su ascensión al cielo: “Vayan. . .enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Esto significó que se llevaría a cabo una gran campaña de enseñanza. La base para esta enseñanza se encuentra en la Biblia. Para ser maestros apropiados, los instructores tienen que estar familiarizados con su Libro de Texto. El gran Maestro, Cristo Jesús, estuvo familiarizado cabalmente con el Libro de Texto en su día, como vemos, por el informe de Lucas 4:17, que él se puso de pie en la sinagoga y pudo abrir el rollo prontamente a lo que ahora llamamos el capítulo 61 de Isaías. Durante todo su ministerio citó de los profetas, los escritos de Moisés y los Salmos; y antes de ascender al cielo, como nos dice Lucas 24:27, comenzó con Moisés y todos los profetas e interpretó todas las cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras. El versículo Lucas 24:45 muestra que él abrió las mentes para que entendieran el significado de las Escrituras. Así Jesús puso el ejemplo en cuanto a enseñar por medio de asegurarse de que aquellos a quienes instruía entendían el significado de lo que estaba enseñando de la Palabra de Dios. Esto traía honra a Jehová Dios y abría el camino para la salvación de los que escuchaban.
5. ¿Quiénes sacan provecho de la enseñanza cristiana, y cómo tiene que hacerse?
5 Ese es el método docente salvavidas que los siervos verdaderos de Jehová Dios usan. Los apóstoles lo usaron y los cristianos verdaderos lo usan hasta este día. Pablo aconsejó al joven superintendente Timoteo: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” (1 Tim. 4:16) Timoteo había aprendido del estudio de la Palabra de Dios y de la instrucción que recibió de su madre y el apóstol Pablo. En la exhortación final de Pablo a Timoteo él dijo: “El esclavo del Señor. . .tiene necesidad . . . de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad, y ellos puedan volver a sus sentidos propios.” (2 Tim. 2:24-26) “Predica la palabra, hazlo urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso, reprende, corrige, exhorta, con toda gran paciencia y arte de enseñanza.” (2 Tim. 4:2) A otro superintendente, Tito, él escribió consejo semejante que envolvió el hablar correctamente. (Tito 2:1, 6-8) Esa es la obra que conduce a la salvación del maestro y del discípulo.
6. ¿Cuál es el ejemplo del apóstol Pablo en cuanto a hablar para la salvación?
6 Pablo no únicamente dio consejo, sino que él mismo puso el ejemplo, mediante enseñanza fiel, no para ganancia egoísta ni para provecho personal de que hombres lo siguieran, sino con el propósito de edificar a otros en el conocimiento de Dios para que ellos también pudieran hablar para la salvación en alabanza de Jehová y adoración de él con espíritu y verdad. El uso de la lengua por el apóstol Pablo y sus asociados en el ministerio siempre fue para el bien de otros, y el registro se preserva en las Escrituras como un ejemplo para nosotros de cómo los cristianos emulan a Jesucristo en la obra docente para gloria de Dios. No únicamente podemos nosotros mismos hacer esta declaración pública para la salvación de casa en casa y cuando enseñamos en las revisitas, sino que podemos ocuparnos en la obra de entrenar a otros sobre como hablar y presentar el mensaje del reino de Dios convincentemente a las puertas. Es parte de la obra de edificar y ayudar a los semejantes que desean servir a Jehová y conseguir salvación.—2 Tim. 2:2.
OTRA DECLARACIÓN PUBLICA
7, 8. (a) ¿Qué otro lugar hay donde hacer declaración pública, y qué móvil impele el hablar allí? (b) ¿Cómo tiene uno que prepararse para esta forma de declaración pública, y quiénes sacarán provecho de ello?
7 El amor mueve a una persona a expresarse públicamente en las reuniones de estudio de la congregación. El cristiano no solamente piensa en sí mismo sino en los que están reunidos. Él quiere edificarlos. Es de desearse el ayudar a otros. Pablo escribió de tal habla: “Sigan tras el amor, sin embargo continúen esforzándose por alcanzar los dones espirituales, pero particularmente que profeticen. . . .el que profetiza edifica y anima y consuela a los hombres con su habla. . . . el que profetiza edifica a una congregación.”—1 Cor. 14:1, 3, 4.
8 El sistema de cosas entre los cristianos verdaderos no es tal que requiera siempre el sentarse calladamente y escuchar, sino que hay un compartir de cosas buenas. El mismo apóstol escribió a los hebreos: “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear. . .Y considerémonos unos a otros para incitar al amor y a las obras rectas, no dejando de congregarnos.” (Heb. 10:23-25) En las reuniones públicas debe haber una consideración de cosas espirituales por todos los presentes y todos tienen que compartir las cosas que han aprendido de Dios. La esperanza que Dios ha edificado en el corazón de sus siervos se fortalece por medio de hablar públicamente en las reuniones de congregación, y otras personas sacan provecho de ello también. Se les incita a ejercer amor y a desempeñar obras rectas. Este privilegio de hablar cosas buenas en la congregación no debe dejarse, porque el estar callados sería mostrar mucha falta de amor y de consideración a otros. Conociendo esto, uno se impresiona con la necesidad de prepararse de antemano para participar en hablar sobre asuntos espirituales. No aguarda para hablar como si fuese mediante inspiración repentina, sino que prepara su mente y corazón por medio de estudiar con anticipación, según el programa anunciado de actividad para la congregación. Aprende a abrir la Biblia y a referirse a ella públicamente para edificar a otros con fortaleza espiritual. Todo este hablar en la congregación es para salvación.—Gál. 6:6.
9. ¿Cuál es otra manera en que el habla puede dominarse para provecho de otros?
9 El habla se usa de muchos otros modos para el bien de otros. Se usa para aconsejar y guiar. “La lengua de los sabios hace bien con el conocimiento, pero la boca de los estúpidos burbujea con insensatez.” (Pro. 15:2) Cuando una persona no sabe tratar con un problema o no sabe de qué manera proceder para ir en el camino correcto, puede dirigirse a uno que esta instruido en la Palabra de Dios, y por medio de la facultad del habla se le puede decir al individuo el proceder que ha de seguirse que resultará en su salvación. “Cuando no hay dirección diestra el pueblo cae, pero hay salvación en la multitud de consejeros.” (Pro. 11:14) Los superintendentes de las congregaciones tienen que dar buen consejo.—1 Tim. 4:6.
10. (a) ¿Qué método de habla hábil se demuestra en 2 Samuel 12:7-13 para tratar con una falta contra la ley de Dios? (b) ¿Qué lecciones pueden aprenderse de la reacción de David a las palabras que le habló un siervo nombrado de Dios?
10 Hay ocasiones en que los siervos dedicados de Dios necesitan consejo, pero no es necesario, aun cuando se comete un error, descargar crítica dura. Un ejemplo bíblico del uso hábil del habla para resolver un asunto se registra en 2 Samuel 12:7-13. El profeta Natán fue enviado por Dios para aconsejar al rey David e impresionarlo con el mal que había hecho en conexión con la muerte de Urías. El consejo a una persona de buen corazón hace bien y provee una curación y la ayuda a ponerse bien con Jehová Dios. Cuando Natán le habló a David en cuanto a su falta no montó en cólera y luego denunció a Natán ni ordenó su muerte a manos de los guardias del rey, sino, más bien, él humildemente admitió su pecado, porque sabía que había obrado mal. Sus palabras mostraron lo que tenía en su buen corazón. No trató de justificarse. Esto es correcto y aceptable delante de Dios y debe ser un ejemplo para todos los que cometen ofensas contra la ley justa de Dios y son llamados a cuentas por Jehová por medio de sus representantes visibles en la tierra. David pudo volver al favor de Dios antes de su muerte porque su corazón era bueno.
11. ¿Cómo sana y resulta en salvación el habla del sabio?
11 De veras, vemos cómo la lengua del sabio cuando se usa en armonía con la Palabra de Dios provee una curación espiritual. La Biblia contrasta el habla curativa con la de las personas irreflexivas. “Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.” (Pro. 12:18) Los intereses de otros deben ser mantenidos en mientes. El habla debe usarse para estimularlos y elogiarlos. “Los dichos agradables son un panal de miel, dulces al alma y una curación a los huesos.” (Pro. 16:24) Los que son siervos de Dios están hablando unos a otros continuamente, edificándose unos a otros, vigorizándose unos a otros, y esto es agradable delante de Dios. A los que se vigorizan mutuamente por medio de hablar cosas espirituales Dios los recuerda para salvación, como se predijo en Malaquías 3:16, 17.
COPIANDO A LOS QUE HABLAN CORRECTAMENTE
12. (a) ¿Qué clase de habla es oportuna? (b) ¿A qué ejemplo dirige nuestra atención Pablo?
12 La necesidad que existe de más predicadores y maestros en cada comunidad impresiona en nosotros el hecho de que no hay tiempo para habla ociosa, uso de chanzas u habla obscena y chismear. El tiempo es valioso; hay vidas en peligro. Por eso Pablo aconsejó: “No proceda de su boca ningún dicho corrupto, sino todo dicho que sea bueno para edificar según haya la necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.” (Efe. 4:29) Y después de concluir el capítulo cuarto sobre el buen uso del habla, Pablo conecta estas palabras: “Por tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor, así como el Cristo también los amo y se entregó por ustedes.” (Efe. 5:1, 2) Aquí dirige nuestra atención a los mayores ejemplos, el Todopoderoso Dios y Cristo Jesús.
13, 14. (a) ¿Qué ha hablado Jehová siempre? (b) ¿Cuáles son algunos ejemplos de cosas que Jehová ha hablado en los cuales debemos imitarlo?
13 ¿Qué ha hablado siempre Jehová? La verdad y la sabiduría. Lo que Dios ha hablado que se ha dado a conocer a los hombres siempre ha sido edificante y bueno. El que es tan alto y poderoso ve nuestras imperfecciones pero no nos critica ni censura continuamente. El aconseja sobre cómo vencer las tendencias pecaminosas de la carne y da una porción de su espíritu para ayudar a los hombres que tratan de servirle. El habla con misericordia y bondad y con mucho amor y gran paciencia. Sus palabras son tan buenas que son como alimento al alma hambrienta. En verdad, los hombres no viven solamente de pan, sino de toda palabra que proviene de la boca de Dios. Los cristianos son colaboradores con él como anunciadores públicos de buenas nuevas ahora y por lo tanto tienen que esforzarse por imitar el ejemplo de Dios de todas maneras, particularmente ahora en el uso de la facultad del habla.—Mat. 4:4; 2 Cor. 2:17.
14 Jehová también es enérgico cuando se trata de denunciar la iniquidad y hablar de sus juicios contra Satanás y el sistema inicuo de cosas. Al mismo tiempo él dice sus propósitos, mostrando cómo vendrá el bien a las criaturas obedientes por medio de la destrucción de los que practican la iniquidad. La selección se aclara: permanezca en los caminos del mundo en asociación con Satanás y perezca, o póngase de parte de Dios y de Cristo y gane la vida eterna. (Deu. 30:19, 20) Si el mundo de Satanás habrá de ser destruído, ¿por qué ser un sostenedor de él? Dios aconseja: “Salgan de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.”— Rev. 18:4.
15. ¿Cómo nos ha dado Jehová un ejemplo de sí mismo como maestro?
15 Dios es un Maestro de su voluntad a otros, así como enseñó a Jesús. Jesús dio atención a la enseñanza de Jehová y se escribió proféticamente de él: “El Señor Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra. Él despierta mañana tras mañana; despierta mi oído para oir como los enseñados. El Señor Jehová mismo me ha abierto el oído, y yo mismo no fui rebelde. No me volví en la dirección opuesta.” (Isa. 50:4, 5) La enseñanza que Jehová dio a Jesús llenó su mente y corazón y lo capacitó para usar su facultad del habla bellamente.
16. (a) ¿Qué clase de habla usó Jesús? (b) En sus métodos docentes ¿cómo es nuestro ejemplo Jesús?
16 El ejemplo de Jesús al hablar nos muestra a una persona que amorosa y pacientemente dio instrucción. Él no simplemente les dijo a sus seguidores en la tierra, sino que explicó y enseñó. Muchos son los ejemplos de sus parábolas e ilustraciones. El capítulo 13 de Mateo contiene ilustraciones sobre sembrar semilla. Estas fueron explicadas de modo que los hombres merecedores no sólo lo oyeron decir algo, sino que entendieron el significado. Jesús se aseguraba de que su habla les hiciera bien a sus discípulos, sus enseñados. Todas sus palabras eran dichas con buenas razones. Primero pensaba y luego hablaba. Movido por amor, no chismeaba ni calumniaba. Estaba dedicado a la obra de Jehová y tenía que desempeñar una comisión en un corto tiempo. Atendió a los asuntos de su Padre, usando su habla para la salvación de los que querían escuchar. Era conversación que siempre edificaba para salvación a los que estaban a su alrededor. Él reveló los juicios de Jehová contra los inicuos y fue intrépido en el habla aun delante de sus enemigos. Sabia ser prudente y cuándo hablar. De modo que reflejó su enseñanza procedente de Jehová mostrándonos como Jehová le había enseñado a hablar y enseñar, y revelando lo que abundaba en su buen corazón cada vez que abría la boca. Aquí está el modelo que debemos seguir. ¡Háganse imitadores de Dios y de Cristo Jesús!
17. (a) ¿Qué debe ocupar el tiempo que empleamos en hablar ahora? (b) ¿Por qué tiene que ser nuestra meta el habla dominada siempre y que aprendemos de la experiencia de Moisés en Meriba?
17 ¡Hay tantas cosas buenas que decir en cuanto a Jehová Dios y las bendiciones de su nuevo mundo! Jehová nos está diciendo estas cosas buenas por medio de su Palabra y mediante su organización visible. Verdaderamente nunca hay bastante tiempo para aprender todo lo que deberíamos querer saber. Entonces ¿cómo puede algún cristiano hallar tiempo para enredarse en habla mundana o habla infructuosa y perder su tiempo de esa manera? (Col. 4:5, 6) Tiene que haber gobierno de uno mismo; Jehová está escuchando. (Sal. 59:7, 12, 13) Aun cuando nos ocupamos de los asuntos de Jehová tenemos que hablar con cuidado, para alabanza de Dios. A Moisés no se le permitió entrar en la Tierra Prometida para disfrutar de la vida allí porque pecó con su habla en Meriba.—Núm. 20:10-12.
18. Para la salvación, ¿qué trataremos de hacer con la ayuda de Jehová?
18 Es hora de refrenar nuestros pensamientos y gobernar nuestra habla para que no tengamos una lengua semejante a un caballo desbocado que lleva el freno arrastrando por el suelo. No tendremos un instrumento ardiente de chismear que se asemeje a un fósforo encendido en un bosque seco. Más bien, tendremos cuidado de no perder de vista la importante obra de predicar y enseñar. Nuestra meta será imitar a Jehová y Cristo en el uso de nuestras facultades de pensar y hablar para la salvación de otros. Para esto pedimos la ayuda de Jehová en un esfuerzo por agradar al Dador de vida, porque no podemos efectuar todo solos. Haga de esto su oración: “Los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón lleguen a ser agradables delante de ti, oh Jehová mi Roca y mi Redentor.”—Sal. 19:14.